• Reino de Lys, capítulo #2: El nacimiento de un imperio

    A pesar de todo, la idea de una utopía sin violencia es un sueño... uno muy hermoso, pero no por ello más real. Pronto, naciones menos avanzadas pero mucho más grandes y bélicas pusieron ojos en las tierras más hermosas y fértiles sobre las que Lys ahora yacía... cosa que nos orilló a usar la magia, como se le conocía al arte de la manipulación del Aether, como un arma; desarrollamos vehículos, armas y creamos ejércitos para defendernos. Cuando nuestros enemigos usaban caballos y arcos de madera, empuñaban garrotes y espadas, nosotos teníamos tanques, arcas de guerra, barcos armados y armadas con rifles de Aether, espadas templadas capaces de cortar acero y cóvenes de brujos conjurando Aether con maestría para curar a nuestras tropas, invocar bestias poderosas a nuestro servicio e incluso manipular la naturaleza para actuar a nuestro favor... nuestras fuerzas mostraron superioridad y pronto el que fue un diminuto reino sin luz metido entre enormes potencias a un colosal imperio construido encima de los huesos de nuestros enemigos... nuestro rey, ahora emperador, Charlemagne D'Lys nos guió por un camino claro cuando la sombra de la guerrra nos asechaba, llevándonos a la gloria...
    Reino de Lys, capítulo #2: El nacimiento de un imperio A pesar de todo, la idea de una utopía sin violencia es un sueño... uno muy hermoso, pero no por ello más real. Pronto, naciones menos avanzadas pero mucho más grandes y bélicas pusieron ojos en las tierras más hermosas y fértiles sobre las que Lys ahora yacía... cosa que nos orilló a usar la magia, como se le conocía al arte de la manipulación del Aether, como un arma; desarrollamos vehículos, armas y creamos ejércitos para defendernos. Cuando nuestros enemigos usaban caballos y arcos de madera, empuñaban garrotes y espadas, nosotos teníamos tanques, arcas de guerra, barcos armados y armadas con rifles de Aether, espadas templadas capaces de cortar acero y cóvenes de brujos conjurando Aether con maestría para curar a nuestras tropas, invocar bestias poderosas a nuestro servicio e incluso manipular la naturaleza para actuar a nuestro favor... nuestras fuerzas mostraron superioridad y pronto el que fue un diminuto reino sin luz metido entre enormes potencias a un colosal imperio construido encima de los huesos de nuestros enemigos... nuestro rey, ahora emperador, Charlemagne D'Lys nos guió por un camino claro cuando la sombra de la guerrra nos asechaba, llevándonos a la gloria...
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  • Reino de Lys, capítulo #1: el inicio

    El reino de Lys... mi antiguo hogar. Este reino solía ser uno pequeño y frágil, apostado en una tierra árida y muerta, con pocos arroyos para pescar, tierra poco apta para la agricultura y la ganadería. Eso sería así hasta que un sabio nos enseñó a controlar el Aether; el suspiro de los dioses, la esencia de la vida, los elementos y los espíritus. Gracias a este poder y a la ingeniería de nuestros genios artífices pudimos terraformar el terreno mismo, revivir la tierra, hacer crecer vegetación en tiempo récord y alzar una gran civilización. Pronto dimos el salto del medievo más rancio y oxidado a una revolución tecnológica, industrial y social; de los caballos jalando carretas a los automóviles impulsados por motores a vapor y calentados con Aether; el sueño de volar volviéndose realidad gracias a las aeronaves, conocidas como "Arcas"; No más ejércitos de trabajadores en los campos sudando sin parar y trabajando lentamente, pues ahora teníamos acceso a enorems golems cosechadores y vehículos agrarios que hacían el triple del trabajo en la mitad del tiempo; medicina y magia curativa que volvió las muertes neonatales una ocurrencia rara y que estiró nuestra expectativa de vida más allá de los 100 años; y una época dorada donde el arte, la filosofía, las letras y la música se volvieron accesibles para el príncipe y el mendigo por igual... Una utopía sin duda.
    Reino de Lys, capítulo #1: el inicio El reino de Lys... mi antiguo hogar. Este reino solía ser uno pequeño y frágil, apostado en una tierra árida y muerta, con pocos arroyos para pescar, tierra poco apta para la agricultura y la ganadería. Eso sería así hasta que un sabio nos enseñó a controlar el Aether; el suspiro de los dioses, la esencia de la vida, los elementos y los espíritus. Gracias a este poder y a la ingeniería de nuestros genios artífices pudimos terraformar el terreno mismo, revivir la tierra, hacer crecer vegetación en tiempo récord y alzar una gran civilización. Pronto dimos el salto del medievo más rancio y oxidado a una revolución tecnológica, industrial y social; de los caballos jalando carretas a los automóviles impulsados por motores a vapor y calentados con Aether; el sueño de volar volviéndose realidad gracias a las aeronaves, conocidas como "Arcas"; No más ejércitos de trabajadores en los campos sudando sin parar y trabajando lentamente, pues ahora teníamos acceso a enorems golems cosechadores y vehículos agrarios que hacían el triple del trabajo en la mitad del tiempo; medicina y magia curativa que volvió las muertes neonatales una ocurrencia rara y que estiró nuestra expectativa de vida más allá de los 100 años; y una época dorada donde el arte, la filosofía, las letras y la música se volvieron accesibles para el príncipe y el mendigo por igual... Una utopía sin duda.
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  • ⚔︎—¿Qué mundo es este? Les doy oro y quieren papel. Una onza valía un caballo y un carruaje, ahora no sirve para nada. Me siento perdida, como si hubiera viajado a un reino desconocido. ¿Qué hacer con este oro que llevo? Preguntaré al conductor cuando baje, tal vez pueda encontrar una manera de sobrevivir en este mundo loco...—
    ⚔︎—¿Qué mundo es este? Les doy oro y quieren papel. Una onza valía un caballo y un carruaje, ahora no sirve para nada. Me siento perdida, como si hubiera viajado a un reino desconocido. ¿Qué hacer con este oro que llevo? Preguntaré al conductor cuando baje, tal vez pueda encontrar una manera de sobrevivir en este mundo loco...—
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  • Normalmente, siempre sentía escalofríos antes de una misión, o algún asalto en batalla... Pero notaba que también mis compañeros se estremecían.
    ¿Miedo? O tal vez la adrenalina, igual que un caballo de carreras antes de lanzarse sobre la puerta de salida...
    Lo que sea, asumía las misiones más difíciles sin temor a la muerte. No porque me sintiera tan valiente como Aquiles, sino porque no tenía tiempo para pensar en la muerte. Siempre sabía que, si lo conseguía, la balanza se inclinaría a nuestro favor, por eso sólo pensaba en la victoria...
    Valiente, o suicida, ¿Qué importaba eso?
    ¿Qué importa ahora?
    Lo único que importaba era sobrevivir...
    Normalmente, siempre sentía escalofríos antes de una misión, o algún asalto en batalla... Pero notaba que también mis compañeros se estremecían. ¿Miedo? O tal vez la adrenalina, igual que un caballo de carreras antes de lanzarse sobre la puerta de salida... Lo que sea, asumía las misiones más difíciles sin temor a la muerte. No porque me sintiera tan valiente como Aquiles, sino porque no tenía tiempo para pensar en la muerte. Siempre sabía que, si lo conseguía, la balanza se inclinaría a nuestro favor, por eso sólo pensaba en la victoria... Valiente, o suicida, ¿Qué importaba eso? ¿Qué importa ahora? Lo único que importaba era sobrevivir...
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  • "Por un segundo... fue el fin del mundo"
    Fandom The Walking Dead
    Categoría Acción
    ㅤㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤ "Y cuando todo parecía controlado y
    ㅤㅤㅤㅤlas medicinas llegaron… Todo tembló…
    ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤㅤ˹ Daryl Dixon


    ㅤㅤㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤㅤLa semanas siguientes a aquel primer enfrentamiento con Woodbury fueron intensas para el grupo. Sabedores de que El Gobernador no se detendría en su empeño habían reforzado la cárcel, y en vista de que la reunión entre este y Rick -líder del grupo de Atlanta- había resultado ser totalmente estéril. Liv sabia que algo iba mal pero su padre todavía se empeñaba en guardar secretos sobre sus planes. Planes que solo llegó a compartir con Daryl y Hershel.

    Por esos dias, Andrea hizo una breve aparición en la cárcel, bastante tensa al principio, pues todo su interés era que cesaran las hostilidades, pero estaba claro que nadie en la prisión iba a ceder. No después de lo ocurrido a Maggie, Glenn o la pelea de zombies con Daryl y Merle. Ya no había punto y aparte en todo aquello… Era curioso pero a pesar de haber pasado meses sin verla, Liv todavía no había desarrollado simpatía por aquella mujer y, mucho menos, después de enterarse de lo acaecido en Woodbury entre ella, Michonne y aquel cabrón. ¿Qué clase de persona cambiaba a una amiga por un par de polvos? Aquello le hizo sentir una rara y repentina simpatía por Michonne. Lo que ayudó a que ambas mujeres estrecharan lazos.

    Fue demasiado tarde cuando Liv se enteró de los planes de Rick. Y es que al no ver en la prisión a Merle ni Michonne y tras escuchar a Daryl contarle la rara conversacion que había tenido con su hermano horas atrás, no le quedó ninguna duda de donde estaban ninguno de los dos. Ese cabrón había ido a entregar a Michonne. Y no había que ser muy inteligente para entender que ese era el secreto que Rick guardaba tras su reunión con El Gobernador.

    Merle había muerto intentando hacer algo bueno, pues al final en el último momento venció su honradez. No estaba mal un último acto de redención al dejar libre a Michonne y tratar de enfrentar él mismo al Gobernador…

    En lugar de plantar cara al Gobernador decidieron usar una táctica de tierra quemada… Si ellos aparentaban no estar en la cárcel cuando este llegara, ¿de qué le serviría siquiera al Gobernador aquel lugar? Absolutamente de nada.

    De ese modo no fue difícil repeler el ataque y El Gobernador y sus hombres tuvieron que salir de aquel lugar con el rabo entre las piernas. Lo que ninguno esperaba fueron las consecuencias de todo eso… Y es que el Gobernador asesino de forma cruel y despiadada al convoy de hombres que había llevado hasta la prisión… Después de esto, nadie lo volvió a ver…

    El grupo de la prisión decidió recoger a las personas residentes en Woodbury y llevarlos consigo a la prisión y… fue un alivio pues, horas mas tarde de aquello vieron una columna de humo gris alzarse entre los arboles dando clara evidencia de que el pueblo del Gobernador había ardido hasta los cimientos.

    >> Con el paso de las semanas y los meses se realizaron cambios dentro de la prisión… Rick había decidido renunciar al liderazgo del grupo, por lo que ahora este peso recaía en un Consejo formado por Hershel, Carol, Daryl y Sasha entre otros. Y, por supuesto, Liv.

    Hubo mejoras, tambien, en la organización de la prisión: se limpiaron dos pabellones y se estableció allí a los supervivientes de Woodbury y otros tantos que Daryl encontraba en la carretera mientras buscaba al Gobernador. Algunos en grupo como eran los siete miembros del grupo que Daryl encontró en Decatur, y otros solitarios, como fue Bob, un doctor al que parecía perseguir la mala suerte y que había encontrado en la prisión su segunda (o quinta) oportunidad.

    Por supuesto, la relacion entre Daryl y Liv se había vuelto muchisimo más estrecha y consolidada. A medida que los dos ocupaban sus puestos como miembros del Consejo se convertían en figuras de referencia para otros miembros de aquel grupo. Casi siempre se los veia juntos, pero no de un modo empalagoso o zanganeando… No, la verdad es que esos dos eran bastante activos y se habían dado cuenta de que su dinámica de pareja funcionaba sorprendentemente bien haciendo que se entendieran sin palabras apenas.

    Tenían su propia habitación en el bloque de celdas, a pesar de que a Liv le costó bastante que Daryl accediera a dormir en aquel cubículo, y se habían hecho dueños de una de las torres de vigilancia que prácticamente estaba decorada a su antojo, para hacerles más amenas las horas de vigilia allí arriba.

    -Feliz aniversario -le dijo un día Liv a Daryl sorprendiendo al sureño de buena mañana, y rápidamente añadió- No es que lleve la cuenta, pero… este me parece tan buen día como otro para decirlo…- rio antes de plantar un beso en los labios del arquero.

    Se construyó una pocilga para albergar cerdos salvajes capturados por Rick, tambien un par de cuadras para recoger caballos que Daryl había divisado en una granja cercana… y se habían creado campos de cultivo cuidados por Hershel, Rick y Carl… En el centro del patio se había construido una pérgola con materiales que fueron encontrando por la zona y se había construido una rudimentaria cocina exterior que daba de comer a los habitantes de la prisión.

    Aquellos meses de primavera habían sido favorables para el grupo superviviente de Atlanta y sus nuevos amigos. Todos se habían asentado y casi miraban con optimismo al futuro. Incluso Daryl había dejado de salir a buscar al Gobernador. No asi Michonne, quien cada vez parecía irse más lejos en busca de alguna pista pero siempre regresaba sin nada más que algunos comics, golosinas y algo que contarle a Carl… Esos dos habían hecho muy buenas migas… La samurái tampoco se olvidaba de Liv, pues en uno de sus viajes le trajo unas excelentes gafas de sol que hicieron las delicias de la hija del Sheriff.

    Pero, como siempre pasa en las grandes historias, las cosas habían de torcerse:

    Un brote de gripe asoló la prisión diezmando considerablemente la población del interior de la estructura. Entre los enfermos se contaban nombres como: Sasha, Glenn, Liv, Lizzie (una de las dos niñas que Carol se había visto obligada a adoptar). Cuando el medico que se ocupaba de los enfermos tambien sucumbió a la enfermedad fue Hershel quien se ocupo de mantener con vida a los enfermos del pabellón.

    Daryl, Tyresse, Bob y Michonne marcharon a un centro Universitario Veterinario en busca de medicamentos que pudieran paliar la situación de los enfermos.

    ¿He dicho que las cosas habían de torcerse? Aun faltaba lo peor: caos.

    Los enfermos que murieron en el pabellón donde se había aislado a las víctimas de aquella gripe despertaron convertidos en zombies y comenzaron a atacar a los pocos que restaban con vida, los muertos del exterior de la prisión casi lograron tirar la valla de no haber sido por Rick y Carl… Y cuando todo parecía controlado y las medicinas llegaron…

    Todo tembló…

    El Gobernador regresó con un nuevo grupo y había hecho prisioneros a Hershel y Michonne y, aunque Rick intentó mediar para proteger al grupo, no había palabras que convencieran a ese hombre… Decapitó a Hershel con la katana de Michonne y entonces… estalló la guerra. Todo fueron disparos, carreras…

    Siguiendo el plan de huida establecido meses atrás, Daryl instó a Liv de subir al autobús que sacaría a los enfermos de allí, prometiéndole que iria justo detrás de ella. Los minutos pasaban y Daryl no aparecia. El conductor del autobús apremio a Liv informándole de que no podían esperar más. Por lo que Liv bajó del vehículo y se cargó su arco y flechas al hombro dispuesta a buscar al arquero. Pero cuando regresó al centro de la batalla… se dio cuenta de que todo estaba perdido. La prisión estaba en llamas, el tanque del Gobernador había abierto boquetes irreparables en los muros y… todo estaba repleto de muertos que campaban a sus anchas. Se adentró en el patio lo justo para descubrir la sillita de bebé de Judith, su hermana a quien Carl había dado el nombre, llena de sangre. Aquello fue un mazazo emocional irreparable para Liv, quien tuvo que huir de la prisión haciendo un agujero en la valla y huyendo por el punto mas alejado de los muertos que ahora habían tomado aquel lugar.

    Lo había perdido todo. Absolutamente todo. A su familia. A sus amigos. A Daryl. Absolutamente… todo…

    Estaba sola. Y esta vez sin un Daryl que viniera a buscarla y llevarla de vuelta… La única esperanza que le quedaba era la de pensar en que podrían seguir con vida, aunque no volviera a verlos… Aunque hordas de muertos los separasen… Pero nada le aseguraba aquello…



    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #RolPrivado
    ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ "Y cuando todo parecía controlado y ㅤㅤㅤㅤlas medicinas llegaron… Todo tembló… ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤㅤ˹ [DarylDixon] ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤLa semanas siguientes a aquel primer enfrentamiento con Woodbury fueron intensas para el grupo. Sabedores de que El Gobernador no se detendría en su empeño habían reforzado la cárcel, y en vista de que la reunión entre este y Rick -líder del grupo de Atlanta- había resultado ser totalmente estéril. Liv sabia que algo iba mal pero su padre todavía se empeñaba en guardar secretos sobre sus planes. Planes que solo llegó a compartir con Daryl y Hershel. Por esos dias, Andrea hizo una breve aparición en la cárcel, bastante tensa al principio, pues todo su interés era que cesaran las hostilidades, pero estaba claro que nadie en la prisión iba a ceder. No después de lo ocurrido a Maggie, Glenn o la pelea de zombies con Daryl y Merle. Ya no había punto y aparte en todo aquello… Era curioso pero a pesar de haber pasado meses sin verla, Liv todavía no había desarrollado simpatía por aquella mujer y, mucho menos, después de enterarse de lo acaecido en Woodbury entre ella, Michonne y aquel cabrón. ¿Qué clase de persona cambiaba a una amiga por un par de polvos? Aquello le hizo sentir una rara y repentina simpatía por Michonne. Lo que ayudó a que ambas mujeres estrecharan lazos. Fue demasiado tarde cuando Liv se enteró de los planes de Rick. Y es que al no ver en la prisión a Merle ni Michonne y tras escuchar a Daryl contarle la rara conversacion que había tenido con su hermano horas atrás, no le quedó ninguna duda de donde estaban ninguno de los dos. Ese cabrón había ido a entregar a Michonne. Y no había que ser muy inteligente para entender que ese era el secreto que Rick guardaba tras su reunión con El Gobernador. Merle había muerto intentando hacer algo bueno, pues al final en el último momento venció su honradez. No estaba mal un último acto de redención al dejar libre a Michonne y tratar de enfrentar él mismo al Gobernador… En lugar de plantar cara al Gobernador decidieron usar una táctica de tierra quemada… Si ellos aparentaban no estar en la cárcel cuando este llegara, ¿de qué le serviría siquiera al Gobernador aquel lugar? Absolutamente de nada. De ese modo no fue difícil repeler el ataque y El Gobernador y sus hombres tuvieron que salir de aquel lugar con el rabo entre las piernas. Lo que ninguno esperaba fueron las consecuencias de todo eso… Y es que el Gobernador asesino de forma cruel y despiadada al convoy de hombres que había llevado hasta la prisión… Después de esto, nadie lo volvió a ver… El grupo de la prisión decidió recoger a las personas residentes en Woodbury y llevarlos consigo a la prisión y… fue un alivio pues, horas mas tarde de aquello vieron una columna de humo gris alzarse entre los arboles dando clara evidencia de que el pueblo del Gobernador había ardido hasta los cimientos. >> Con el paso de las semanas y los meses se realizaron cambios dentro de la prisión… Rick había decidido renunciar al liderazgo del grupo, por lo que ahora este peso recaía en un Consejo formado por Hershel, Carol, Daryl y Sasha entre otros. Y, por supuesto, Liv. Hubo mejoras, tambien, en la organización de la prisión: se limpiaron dos pabellones y se estableció allí a los supervivientes de Woodbury y otros tantos que Daryl encontraba en la carretera mientras buscaba al Gobernador. Algunos en grupo como eran los siete miembros del grupo que Daryl encontró en Decatur, y otros solitarios, como fue Bob, un doctor al que parecía perseguir la mala suerte y que había encontrado en la prisión su segunda (o quinta) oportunidad. Por supuesto, la relacion entre Daryl y Liv se había vuelto muchisimo más estrecha y consolidada. A medida que los dos ocupaban sus puestos como miembros del Consejo se convertían en figuras de referencia para otros miembros de aquel grupo. Casi siempre se los veia juntos, pero no de un modo empalagoso o zanganeando… No, la verdad es que esos dos eran bastante activos y se habían dado cuenta de que su dinámica de pareja funcionaba sorprendentemente bien haciendo que se entendieran sin palabras apenas. Tenían su propia habitación en el bloque de celdas, a pesar de que a Liv le costó bastante que Daryl accediera a dormir en aquel cubículo, y se habían hecho dueños de una de las torres de vigilancia que prácticamente estaba decorada a su antojo, para hacerles más amenas las horas de vigilia allí arriba. -Feliz aniversario -le dijo un día Liv a Daryl sorprendiendo al sureño de buena mañana, y rápidamente añadió- No es que lleve la cuenta, pero… este me parece tan buen día como otro para decirlo…- rio antes de plantar un beso en los labios del arquero. Se construyó una pocilga para albergar cerdos salvajes capturados por Rick, tambien un par de cuadras para recoger caballos que Daryl había divisado en una granja cercana… y se habían creado campos de cultivo cuidados por Hershel, Rick y Carl… En el centro del patio se había construido una pérgola con materiales que fueron encontrando por la zona y se había construido una rudimentaria cocina exterior que daba de comer a los habitantes de la prisión. Aquellos meses de primavera habían sido favorables para el grupo superviviente de Atlanta y sus nuevos amigos. Todos se habían asentado y casi miraban con optimismo al futuro. Incluso Daryl había dejado de salir a buscar al Gobernador. No asi Michonne, quien cada vez parecía irse más lejos en busca de alguna pista pero siempre regresaba sin nada más que algunos comics, golosinas y algo que contarle a Carl… Esos dos habían hecho muy buenas migas… La samurái tampoco se olvidaba de Liv, pues en uno de sus viajes le trajo unas excelentes gafas de sol que hicieron las delicias de la hija del Sheriff. Pero, como siempre pasa en las grandes historias, las cosas habían de torcerse: Un brote de gripe asoló la prisión diezmando considerablemente la población del interior de la estructura. Entre los enfermos se contaban nombres como: Sasha, Glenn, Liv, Lizzie (una de las dos niñas que Carol se había visto obligada a adoptar). Cuando el medico que se ocupaba de los enfermos tambien sucumbió a la enfermedad fue Hershel quien se ocupo de mantener con vida a los enfermos del pabellón. Daryl, Tyresse, Bob y Michonne marcharon a un centro Universitario Veterinario en busca de medicamentos que pudieran paliar la situación de los enfermos. ¿He dicho que las cosas habían de torcerse? Aun faltaba lo peor: caos. Los enfermos que murieron en el pabellón donde se había aislado a las víctimas de aquella gripe despertaron convertidos en zombies y comenzaron a atacar a los pocos que restaban con vida, los muertos del exterior de la prisión casi lograron tirar la valla de no haber sido por Rick y Carl… Y cuando todo parecía controlado y las medicinas llegaron… Todo tembló… El Gobernador regresó con un nuevo grupo y había hecho prisioneros a Hershel y Michonne y, aunque Rick intentó mediar para proteger al grupo, no había palabras que convencieran a ese hombre… Decapitó a Hershel con la katana de Michonne y entonces… estalló la guerra. Todo fueron disparos, carreras… Siguiendo el plan de huida establecido meses atrás, Daryl instó a Liv de subir al autobús que sacaría a los enfermos de allí, prometiéndole que iria justo detrás de ella. Los minutos pasaban y Daryl no aparecia. El conductor del autobús apremio a Liv informándole de que no podían esperar más. Por lo que Liv bajó del vehículo y se cargó su arco y flechas al hombro dispuesta a buscar al arquero. Pero cuando regresó al centro de la batalla… se dio cuenta de que todo estaba perdido. La prisión estaba en llamas, el tanque del Gobernador había abierto boquetes irreparables en los muros y… todo estaba repleto de muertos que campaban a sus anchas. Se adentró en el patio lo justo para descubrir la sillita de bebé de Judith, su hermana a quien Carl había dado el nombre, llena de sangre. Aquello fue un mazazo emocional irreparable para Liv, quien tuvo que huir de la prisión haciendo un agujero en la valla y huyendo por el punto mas alejado de los muertos que ahora habían tomado aquel lugar. Lo había perdido todo. Absolutamente todo. A su familia. A sus amigos. A Daryl. Absolutamente… todo… Estaba sola. Y esta vez sin un Daryl que viniera a buscarla y llevarla de vuelta… La única esperanza que le quedaba era la de pensar en que podrían seguir con vida, aunque no volviera a verlos… Aunque hordas de muertos los separasen… Pero nada le aseguraba aquello… #Personajes3D #3D #Comunidad3D #RolPrivado
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  • " Memorias de un Zorro"

    Los humanos no merecían su simpatía. Todo lo que los relacionaba directamente con ellos le causaba dolor y aversión. No sería capaz de olvidar ninguna de las lágrimas derramadas por lo que estos le dieron y al mismo tiempo le arrebataron. Veía a los humanos como seres de usar, para después desechar, sin formar ningún vínculo afectivo más allá del divertimento o el sexo.

    ¿Cómo podría verlo de otra forma?. Estos lo arrancaron de su bosque, le dieron una familia que amar para después, esos mismos seres, segar sus vidas ante la impotencia del zorro, como si el valor de estas quedasen en la nada, como la ceniza de un tronco consumido por las llamas. No deseaba volver a involucrarse con vidas tan efímeras y frágiles, vidas que solo le causarían dolor y pesadumbre. O al menos así pensaba él, hasta aquel ocaso de otoño, donde el bosque estaba tenido de mandarina, limón y granate.

    Kazuo caminaba de forma tranquila en el único lugar donde sentía que pertenecía; su amado bosque. Este nunca le había traicionado, no como el resto del mundo lo había hecho. Era por esta razón por la que el zorro pasaba sus días recorriendo este de punta a punta. La extensión de su arboleda, el olor a tierra y pino, el sonido del crujir de las hojas bajo sus patas; todo aquello se había convertido en un bálsamo que calmaba su amargo dolor.

    Pero aquel atardecer sería diferente. El viento traía consigo un aroma a madera quemada. Aquello por lo general no era algo extraño, había pequeños poblados esparcidos por la zona. Pero aquel olor era más intenso que el de unos simples alumbres en casas familiares. ¿Seria que su bosque estaba siendo arrasado nuevamente?. Comenzó a avanzar, en dirección donde él olor a madera quemada se hacía más intenso. Pero a medida que sus zancadas se fueron acelerando, otro olor se alojó en su hocico, dejándole un regusto metálico alojándose en la parte trasera de su lengua; sangre.

    El zorro era rápido; este apenas una estela plateada entre los arboles para ojos mortales. A pesar de su tamaño, aquel imponente animal de tres colas, se movía entre los arboles como el agua que se colaba entre las rocas de un río montañoso, de forma rápida y fluida.

    Olía a muerte, y finalmente, llegó al origen de aquel desagradable aroma. Era un poblado de gente humilde, campesinos que apenas sobrevivían el día a día con lo que sacaban de la tierra. Pero ese día sus vidas habían dado un giro de ciento ochenta grados. Un grupo numeroso se bandidos estaba arrasando con las vidas de aquellas familias, saqueando y asediando todo a su paso. Kazuo , con su mirada afilada entre la maleza, observaba la escena con inquietante parsimonia.

    No era su problema. A él y a su familia nadie les ayudó, tampoco lloraron su muerte. Cuando este explicó, en el poblado donde comerciaban, que su familia había sido asesinada; no obtuvo ningún tipo de apoyo ajeno, más allá de un simple pésame. Era como si aquello fuera lo normal y cada uno tenia que ocuparse de sus propios problemas. Kazuo tuvo que enterrarlos en soledad, con la angustia de ver sus cuerpos destrozados cruelmente.

    Este estaba apunto de irse cuando escucho el llanto de un bebé. Giró su cabeza, alzó sus orejas zorrunas y clavó su mirada zafiro en una madre siendo arrastrada por la melena, sacándola de lo que una vez fue su hogar, mientras esta se aferraba a la criatura que tenía entre sus brazos. Aquel niño tendría apenas semanas de haber nacido.

    Aquello parecía haber captado la atención del zorro, quién a base de sufrimiento, había endurecido su corazón. Sin embargo, aquello le provocó una grieta en su bien forjada coraza.

    Aquella madre, desesperada, sacaba fuerzas de donde fuera, resistiéndose para que su retoño no fuera arrancado de sus brazos.


    ~ Haced conmigo lo que queráis, pero mi hijo no. Dejarlo vivir, no me importa mi vida, pero a él no…~ Decía aquella madre con una desesperación que calaba incluso dentro del frío Kitsune.

    Inevitablemente Kazuo recordó a sus madres. Como cuando nació, está daba todo de ella para poder tenerlo, como a pesar de ser diferente a sus hermanos y el más débil, se encargó de que no le faltase alimento. Como su madre Reina, incluso sin conocerle, lo rescató junto con su padre de aquel estanque en mitad de la nada, arriesgando sus vidas al detenerse de su huída de la guerra para recogerlo.

    Aquella mujer estaba peleando como una jabata para evitar un final funesto para su hijo.

    Finalmente, aquellos mercenarios, lograban arrancarle a su hijo de los brazos, mientras algunos de estos la sujetaban y comenzaron a rasgar sus ropas de forma brusca, una señal inequívoca de lo que venía a continuación para ella. La mujer dejó de luchar, estaba dispuesta a todo por tal de que su hijo no sufriera la suerte que le esperaba a ella, dejando su cuerpo como pago por su vida. Aunque aquello no le garantizaba que su hijo viviera, ella estaba dispuesta a todo, a agarrarse a esa mínima esperanza.

    Ahí estaba, el amor incondicional de una madre. Algo tan puro y honesto, que difícilmente podría ser superado por algo más.

    ~ Dioses, proteger a mí hijo, solo pido eso. Que mi suerte y la suya se hagan una para él. Que mi alma sirva de tributo para que él esté bien.~ Decía esta mientras veía como su retoño se pasaba de un mercenario a otro de forma brusca.

    Una plegaría... Una plegaría frente a un mensajero de Inari. Eso, sumado a la grieta que se habría formado en el caparazón alrededor del corazón del zorro, fue el detonante para que este se moviera por puro instinto.

    El Kitsune, en toda su majestuosa forma, salió de entre la maleza, gruñendo y enseñando su hilera de dientes, afilados como cuchillos de cerámica. A aquellos infelices apenas les dio tiempo de reaccionar; en un abrir y cerrar de ojos, él zorro, tan grande como un caballo, se abalanzaba sobre estos, uno por uno. Acabando con cada una de sus vidas de forma certera.

    En medio del alboroto, la madre se zafó de sus actores para ir en busca de su hijo, quién lo tenía uno de aquellos desgraciados. Cuando esta se acercó al mercenario, este sin compasión Katana en mano, atravesó su estómago con una estocada firme. Esta, a pesar de la herida infligida, tomo a su criatura de los brazos de aquel sin corazón. En cuanto este retira su arma, la joven madre cae de espaldas al suelo en un charco de sangre, pero sin soltar en ningún momento a su más preciado tesoro, su hijo.

    A Kazuo no le había dado tiempo a detener aquel deleznable acto. Este, con la misma furia con la que vengó a su familia se abalanzó sobre aquel individuo. Sus temibles fauces sujetaron la cabeza del contrario, quien gritaba de puro miedo ante la impotencia de su tráfico final. De un tirón, Kazuo decapitó a aquel mala sangre, lanzando su cabeza varios metros de donde se encontraban.

    Este estaba furibundo, el fuego recorría la sangre de sus venas, en oleadas de rabia y heridas abiertas. Solo el llanto de aquella frágil criatura lo trajo de vuelta al presente. Este se voltea y camina en dirección a esa madre, la cual se desangraba sin opción a salvación.

    Con cada paso del zorro, su cuerpo iba mutando con llamas color zafiro. La estela de estas daban paso a un Kazuo con aspecto humano, con una vestimenta desgastada, pero de un blanco puro, ahora tintada por la sangre derramada. Su melena plateada enmarcaban aquel rostro casi angelical, parecía alguien que solo podía ser soñado o contado en leyendas.

    Este llega donde la mujer, quién aún estaba viva, pero su respiración era lenta y errática, arrodillándose a su lado. Kazuo aún no tenía el suficiente poder para curar una herida como aquella, no sin que la vida de este peligrase, compartiendo ambos un funesto destino. La mujer clavaba su mirada avellana en los ojos lapislázuli del zorro.

    ~ Hijo de la luna…~ Digo con voz casi inaudible aquella mujer.

    Esta arrastraba su mano hasta tomar la de Kazuo, y con un esfuerzo tremebundo, lo guía hasta que la mano de él descansara sobre su bebé. El Kitsune abría sus ojos sorprendido; aquella mujer lo había visto masacrar sin esfuerzo ni compasión a aquellos hombres, y aún así dejaba que la mano de un demonio descansara sobre lo más valioso para ella, su hijo.

    La mano libre de Kazuo se alzó hasta alcanzar el rostro de aquella madre, quién parecía tranquila estando al borde de la muerte. Aquellos indeseables habían gritado y suplicado por si vida, habían tenido miedo de su destino final. Sin embargo, aquella joven que rondaba la veintena, estaba en total calma.

    “Hijo de la Luna”. Este había nacido una noche bañada por la luna llena y bendecido por la gracia de una diosa. Aquella mujer había depositado su esperanza y confianza en él sin dudarlo, una confianza y una esperanza que él había perdido por completo en él y en la humanidad. Pero aquel acontecimiento cambiaría totalmente la perspectiva de Kazuo, de como miraba el mundo después de la muerte de su familia.

    El mundo aún tenía bondad que ofrecer, y él también podría darle bondad al mundo; tal y como sus madres quería que hiciera.
    Fue entonces cuando los ojos de aquella joven se apagaron, perdiendo el brillo de la vida en un último suspiro. Kazuo, con sumo cuidado, toma el tesoro más preciado de aquella joven. En cuanto el niño estuvo en sus brazos, este dejó de llorar, clavando esos mismos ojos avellana en la mirada del zorro.

    Kazuo se encargó de darle una sepultura digna a su madre. Y de buscar una familia de ese mismo poblado que se encargara de cuidarlo y contar la historia de como su madre dio la vida por él. Esos días posteriores Kazuo ayudó a reconstruir el poblado, enterrar a los seres queridos y ayudar diligentemente en todo lo que podía, tal y como su madre y su padre les habían enseñado.

    Es ahí cuando el zorro empezaría su más sagrada tarea. Llevar las plegarias puras a oídos de su diosa madre.

    En un monte, donde el bosque era dueño en toda su extensión. El zorro, decidió construir un templo, con sus propias manos y su propio esfuerzo. Un templo que sería un tributo a su familia, y un hogar para aquellos que necesitaran de su gracia. Es así como el monte Inari llegaría a bautizarse, y donde el templo Aihara se alzaría en la medianía camino a su cima.





    " Memorias de un Zorro" Los humanos no merecían su simpatía. Todo lo que los relacionaba directamente con ellos le causaba dolor y aversión. No sería capaz de olvidar ninguna de las lágrimas derramadas por lo que estos le dieron y al mismo tiempo le arrebataron. Veía a los humanos como seres de usar, para después desechar, sin formar ningún vínculo afectivo más allá del divertimento o el sexo. ¿Cómo podría verlo de otra forma?. Estos lo arrancaron de su bosque, le dieron una familia que amar para después, esos mismos seres, segar sus vidas ante la impotencia del zorro, como si el valor de estas quedasen en la nada, como la ceniza de un tronco consumido por las llamas. No deseaba volver a involucrarse con vidas tan efímeras y frágiles, vidas que solo le causarían dolor y pesadumbre. O al menos así pensaba él, hasta aquel ocaso de otoño, donde el bosque estaba tenido de mandarina, limón y granate. Kazuo caminaba de forma tranquila en el único lugar donde sentía que pertenecía; su amado bosque. Este nunca le había traicionado, no como el resto del mundo lo había hecho. Era por esta razón por la que el zorro pasaba sus días recorriendo este de punta a punta. La extensión de su arboleda, el olor a tierra y pino, el sonido del crujir de las hojas bajo sus patas; todo aquello se había convertido en un bálsamo que calmaba su amargo dolor. Pero aquel atardecer sería diferente. El viento traía consigo un aroma a madera quemada. Aquello por lo general no era algo extraño, había pequeños poblados esparcidos por la zona. Pero aquel olor era más intenso que el de unos simples alumbres en casas familiares. ¿Seria que su bosque estaba siendo arrasado nuevamente?. Comenzó a avanzar, en dirección donde él olor a madera quemada se hacía más intenso. Pero a medida que sus zancadas se fueron acelerando, otro olor se alojó en su hocico, dejándole un regusto metálico alojándose en la parte trasera de su lengua; sangre. El zorro era rápido; este apenas una estela plateada entre los arboles para ojos mortales. A pesar de su tamaño, aquel imponente animal de tres colas, se movía entre los arboles como el agua que se colaba entre las rocas de un río montañoso, de forma rápida y fluida. Olía a muerte, y finalmente, llegó al origen de aquel desagradable aroma. Era un poblado de gente humilde, campesinos que apenas sobrevivían el día a día con lo que sacaban de la tierra. Pero ese día sus vidas habían dado un giro de ciento ochenta grados. Un grupo numeroso se bandidos estaba arrasando con las vidas de aquellas familias, saqueando y asediando todo a su paso. Kazuo , con su mirada afilada entre la maleza, observaba la escena con inquietante parsimonia. No era su problema. A él y a su familia nadie les ayudó, tampoco lloraron su muerte. Cuando este explicó, en el poblado donde comerciaban, que su familia había sido asesinada; no obtuvo ningún tipo de apoyo ajeno, más allá de un simple pésame. Era como si aquello fuera lo normal y cada uno tenia que ocuparse de sus propios problemas. Kazuo tuvo que enterrarlos en soledad, con la angustia de ver sus cuerpos destrozados cruelmente. Este estaba apunto de irse cuando escucho el llanto de un bebé. Giró su cabeza, alzó sus orejas zorrunas y clavó su mirada zafiro en una madre siendo arrastrada por la melena, sacándola de lo que una vez fue su hogar, mientras esta se aferraba a la criatura que tenía entre sus brazos. Aquel niño tendría apenas semanas de haber nacido. Aquello parecía haber captado la atención del zorro, quién a base de sufrimiento, había endurecido su corazón. Sin embargo, aquello le provocó una grieta en su bien forjada coraza. Aquella madre, desesperada, sacaba fuerzas de donde fuera, resistiéndose para que su retoño no fuera arrancado de sus brazos. ~ Haced conmigo lo que queráis, pero mi hijo no. Dejarlo vivir, no me importa mi vida, pero a él no…~ Decía aquella madre con una desesperación que calaba incluso dentro del frío Kitsune. Inevitablemente Kazuo recordó a sus madres. Como cuando nació, está daba todo de ella para poder tenerlo, como a pesar de ser diferente a sus hermanos y el más débil, se encargó de que no le faltase alimento. Como su madre Reina, incluso sin conocerle, lo rescató junto con su padre de aquel estanque en mitad de la nada, arriesgando sus vidas al detenerse de su huída de la guerra para recogerlo. Aquella mujer estaba peleando como una jabata para evitar un final funesto para su hijo. Finalmente, aquellos mercenarios, lograban arrancarle a su hijo de los brazos, mientras algunos de estos la sujetaban y comenzaron a rasgar sus ropas de forma brusca, una señal inequívoca de lo que venía a continuación para ella. La mujer dejó de luchar, estaba dispuesta a todo por tal de que su hijo no sufriera la suerte que le esperaba a ella, dejando su cuerpo como pago por su vida. Aunque aquello no le garantizaba que su hijo viviera, ella estaba dispuesta a todo, a agarrarse a esa mínima esperanza. Ahí estaba, el amor incondicional de una madre. Algo tan puro y honesto, que difícilmente podría ser superado por algo más. ~ Dioses, proteger a mí hijo, solo pido eso. Que mi suerte y la suya se hagan una para él. Que mi alma sirva de tributo para que él esté bien.~ Decía esta mientras veía como su retoño se pasaba de un mercenario a otro de forma brusca. Una plegaría... Una plegaría frente a un mensajero de Inari. Eso, sumado a la grieta que se habría formado en el caparazón alrededor del corazón del zorro, fue el detonante para que este se moviera por puro instinto. El Kitsune, en toda su majestuosa forma, salió de entre la maleza, gruñendo y enseñando su hilera de dientes, afilados como cuchillos de cerámica. A aquellos infelices apenas les dio tiempo de reaccionar; en un abrir y cerrar de ojos, él zorro, tan grande como un caballo, se abalanzaba sobre estos, uno por uno. Acabando con cada una de sus vidas de forma certera. En medio del alboroto, la madre se zafó de sus actores para ir en busca de su hijo, quién lo tenía uno de aquellos desgraciados. Cuando esta se acercó al mercenario, este sin compasión Katana en mano, atravesó su estómago con una estocada firme. Esta, a pesar de la herida infligida, tomo a su criatura de los brazos de aquel sin corazón. En cuanto este retira su arma, la joven madre cae de espaldas al suelo en un charco de sangre, pero sin soltar en ningún momento a su más preciado tesoro, su hijo. A Kazuo no le había dado tiempo a detener aquel deleznable acto. Este, con la misma furia con la que vengó a su familia se abalanzó sobre aquel individuo. Sus temibles fauces sujetaron la cabeza del contrario, quien gritaba de puro miedo ante la impotencia de su tráfico final. De un tirón, Kazuo decapitó a aquel mala sangre, lanzando su cabeza varios metros de donde se encontraban. Este estaba furibundo, el fuego recorría la sangre de sus venas, en oleadas de rabia y heridas abiertas. Solo el llanto de aquella frágil criatura lo trajo de vuelta al presente. Este se voltea y camina en dirección a esa madre, la cual se desangraba sin opción a salvación. Con cada paso del zorro, su cuerpo iba mutando con llamas color zafiro. La estela de estas daban paso a un Kazuo con aspecto humano, con una vestimenta desgastada, pero de un blanco puro, ahora tintada por la sangre derramada. Su melena plateada enmarcaban aquel rostro casi angelical, parecía alguien que solo podía ser soñado o contado en leyendas. Este llega donde la mujer, quién aún estaba viva, pero su respiración era lenta y errática, arrodillándose a su lado. Kazuo aún no tenía el suficiente poder para curar una herida como aquella, no sin que la vida de este peligrase, compartiendo ambos un funesto destino. La mujer clavaba su mirada avellana en los ojos lapislázuli del zorro. ~ Hijo de la luna…~ Digo con voz casi inaudible aquella mujer. Esta arrastraba su mano hasta tomar la de Kazuo, y con un esfuerzo tremebundo, lo guía hasta que la mano de él descansara sobre su bebé. El Kitsune abría sus ojos sorprendido; aquella mujer lo había visto masacrar sin esfuerzo ni compasión a aquellos hombres, y aún así dejaba que la mano de un demonio descansara sobre lo más valioso para ella, su hijo. La mano libre de Kazuo se alzó hasta alcanzar el rostro de aquella madre, quién parecía tranquila estando al borde de la muerte. Aquellos indeseables habían gritado y suplicado por si vida, habían tenido miedo de su destino final. Sin embargo, aquella joven que rondaba la veintena, estaba en total calma. “Hijo de la Luna”. Este había nacido una noche bañada por la luna llena y bendecido por la gracia de una diosa. Aquella mujer había depositado su esperanza y confianza en él sin dudarlo, una confianza y una esperanza que él había perdido por completo en él y en la humanidad. Pero aquel acontecimiento cambiaría totalmente la perspectiva de Kazuo, de como miraba el mundo después de la muerte de su familia. El mundo aún tenía bondad que ofrecer, y él también podría darle bondad al mundo; tal y como sus madres quería que hiciera. Fue entonces cuando los ojos de aquella joven se apagaron, perdiendo el brillo de la vida en un último suspiro. Kazuo, con sumo cuidado, toma el tesoro más preciado de aquella joven. En cuanto el niño estuvo en sus brazos, este dejó de llorar, clavando esos mismos ojos avellana en la mirada del zorro. Kazuo se encargó de darle una sepultura digna a su madre. Y de buscar una familia de ese mismo poblado que se encargara de cuidarlo y contar la historia de como su madre dio la vida por él. Esos días posteriores Kazuo ayudó a reconstruir el poblado, enterrar a los seres queridos y ayudar diligentemente en todo lo que podía, tal y como su madre y su padre les habían enseñado. Es ahí cuando el zorro empezaría su más sagrada tarea. Llevar las plegarias puras a oídos de su diosa madre. En un monte, donde el bosque era dueño en toda su extensión. El zorro, decidió construir un templo, con sus propias manos y su propio esfuerzo. Un templo que sería un tributo a su familia, y un hogar para aquellos que necesitaran de su gracia. Es así como el monte Inari llegaría a bautizarse, y donde el templo Aihara se alzaría en la medianía camino a su cima.
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  • -Debo admitir aue algunos "hijos" nacen biológicamente de sus padres //hembras o caballos de mar...hongos y demás seres terrestres//
    Pero yo era un hijo de artista ...era el hijo estrella de un hombre inteligente e imaginativo, debia ser paciente mientras dia a dia mi padre me llenava de aventuras y de múltiples experiencias nuevas. Hoy tiempo ///mucho/// despues puedo decir que soy un gran ser y que mi padre logro de mi un reconocimiento increíble-
    -Debo admitir aue algunos "hijos" nacen biológicamente de sus padres //hembras o caballos de mar...hongos y demás seres terrestres// Pero yo era un hijo de artista ...era el hijo estrella de un hombre inteligente e imaginativo, debia ser paciente mientras dia a dia mi padre me llenava de aventuras y de múltiples experiencias nuevas. Hoy tiempo ///mucho/// despues puedo decir que soy un gran ser y que mi padre logro de mi un reconocimiento increíble-
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  • Estaba en la playa, sola, pero el sonido del mar y la brisa llenaban mi ser.

    Un caballo negro se alzaba ante mí, claro como el viento, pero distante.
    Lo seguí, sin prisa, paso a paso, pero nunca logré alcanzarlo.
    No corría, pero siempre estaba fuera de mi alcance.

    Sentí que algo me retenía, como si mi libertad estuviera tan cerca y a la vez tan lejana.

    El miedo se coló en mi pecho, el miedo a ser libre, a enfrentar las consecuencias de soltarme.

    Y así, mientras caminaba, el caballo seguía siendo un sueño imposible de alcanzar.
    Estaba en la playa, sola, pero el sonido del mar y la brisa llenaban mi ser. Un caballo negro se alzaba ante mí, claro como el viento, pero distante. Lo seguí, sin prisa, paso a paso, pero nunca logré alcanzarlo. No corría, pero siempre estaba fuera de mi alcance. Sentí que algo me retenía, como si mi libertad estuviera tan cerca y a la vez tan lejana. El miedo se coló en mi pecho, el miedo a ser libre, a enfrentar las consecuencias de soltarme. Y así, mientras caminaba, el caballo seguía siendo un sueño imposible de alcanzar.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    ||Vamos a ponernos funables

    Es un puto erizo... Pero si ya me gusta un demonio ciervo caníbal y me encantan un híbrido mitad perro y un demonio perro completo, un demonio zorro y un caballo que no se rendirá... ¿Qué más dá un erizo alienígena mega badass?
    ||Vamos a ponernos funables :STK-6: Es un puto erizo... Pero si ya me gusta un demonio ciervo caníbal y me encantan un híbrido mitad perro y un demonio perro completo, un demonio zorro y un caballo que no se rendirá... ¿Qué más dá un erizo alienígena mega badass? :STK-9:
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  • ༺❀༻━━━━━━━━━━━━━━━━
    ✧ 𝑬𝒏 𝒃𝒖𝒔𝒒𝒖𝒆𝒅𝒂. . .
    ᴘʀᴏ́ʟᴏɢᴏ


    _En tiempos distantes, décadas atras, montando su corcel oscuro, Gazú se sumergía en las sombras nocturnas y el silencio. En esos momentos su superioridad era innegable y su poder era perfecto. No había dolor en él ni un atisbo de amor o bondad alguna, solo oscuridad.

    Puedes salir de tu escondite. . .

    Su rostro oscuro, su filosa espada y su corcel negro buscaban una sola cosa entre los vestigios y rincones de oscuridad y el escondite perfecto de los árboles:

    𝑬𝒛𝒊𝒔

    La respiración comenzo a faltarle, su corazón de carne se apresuró a latir con mayor fuerza mientras que un sudor frío se deslizaba sobre su atractivo rostro, Ella no sabía que hacer en ese momento de peligro. El nudo en su estómago y la turbulencia de su mente le dificultaban pensar con claridad su siguiente movimiento.

    Ella se aferró temblorosa a la cruz ✞ mientras las lágrimas nublaban su vista. . . Y en su mente recitó el Padre Nuestro.

    Gazú se acercaba cada vez más, segundo tras segundo el corcel parecía estar cerca de 𝑬𝒛𝒊𝒔, incluso se podía oler su miedo que impreganaba el aire, era un aroma exquisito y dulce para la muerte y la oscuridad encarnada en Gazú, representación del terror.

    Eres la única que ha quedado. . .

    El chillido del caballo rompió la tensión del momento y con sus cascos destrozó el escondite donde ella se hallaba, ella a su vez dejo escapar un grito de angustia y horror mientras se incorporaba para correr pero....

    La hoja afilada fue más rápida y alcanzó su delicada pierna derecha, desestabilizandola y provocando su caída. Ella quedó a espaldas de Gazú y ocultó su rostro en la tierra para no verlo. . .

    ─P-or favor. . . Dame paz. . . Solo eso pido─

    No hay paz para 𝑬𝒛𝒊𝒔

    El caballo lanzó otro relincho y Gazú descendió del corcel. Sus botas pesadas cayeron a tierra como el tambor de la muerte. Cada paso que Gazú daba era una cuenta regresiva de 5, 4, 3, 2, 1.

    Con un tirón brusco de su cabello le coloco la hoja hambrienta en su cuello femenino y le susurró al oído

    Eva comió de la manzana y condenó al mundo. . . Pandora abrio la caja y condenó a los humanos. . .

    ─Porfavor. . . Solo quiero paz─ entre lágrimas suplicó.

    No hay paz para 𝑬𝒛𝒊𝒔

    Violentamente deslizó la hoja y la degolló liberando un torrente de sangre de su cuello y ahogandola en su propia sangre. Ella no pudo ver nada pero si sentir como la sangre la ahogaba y la adormecía hasta matarla.

    ¿Quien era 𝑬𝒛𝒊𝒔? ¿Porque ha sufrido un destino lamentable?

    𝑪𝒐𝒏𝒕𝒊𝒏𝒖𝒂𝒓𝒂. . .

    #Monorol

    ༺❀༻━━━━━━━━━━━━━━━━ ✧ 𝑬𝒏 𝒃𝒖𝒔𝒒𝒖𝒆𝒅𝒂. . . ᴘʀᴏ́ʟᴏɢᴏ _En tiempos distantes, décadas atras, montando su corcel oscuro, Gazú se sumergía en las sombras nocturnas y el silencio. En esos momentos su superioridad era innegable y su poder era perfecto. No había dolor en él ni un atisbo de amor o bondad alguna, solo oscuridad. 👁️ Puedes salir de tu escondite. . . Su rostro oscuro, su filosa espada y su corcel negro buscaban una sola cosa entre los vestigios y rincones de oscuridad y el escondite perfecto de los árboles: 𝑬𝒛𝒊𝒔 La respiración comenzo a faltarle, su corazón de carne se apresuró a latir con mayor fuerza mientras que un sudor frío se deslizaba sobre su atractivo rostro, Ella no sabía que hacer en ese momento de peligro. El nudo en su estómago y la turbulencia de su mente le dificultaban pensar con claridad su siguiente movimiento. Ella se aferró temblorosa a la cruz ✞ mientras las lágrimas nublaban su vista. . . Y en su mente recitó el Padre Nuestro. Gazú se acercaba cada vez más, segundo tras segundo el corcel parecía estar cerca de 𝑬𝒛𝒊𝒔, incluso se podía oler su miedo que impreganaba el aire, era un aroma exquisito y dulce para la muerte y la oscuridad encarnada en Gazú, representación del terror. 👁️ Eres la única que ha quedado. . . El chillido del caballo rompió la tensión del momento y con sus cascos destrozó el escondite donde ella se hallaba, ella a su vez dejo escapar un grito de angustia y horror mientras se incorporaba para correr pero.... La hoja afilada fue más rápida y alcanzó su delicada pierna derecha, desestabilizandola y provocando su caída. Ella quedó a espaldas de Gazú y ocultó su rostro en la tierra para no verlo. . . ─P-or favor. . . Dame paz. . . Solo eso pido─ 👁️ No hay paz para 𝑬𝒛𝒊𝒔 El caballo lanzó otro relincho y Gazú descendió del corcel. Sus botas pesadas cayeron a tierra como el tambor de la muerte. Cada paso que Gazú daba era una cuenta regresiva de 5, 4, 3, 2, 1. Con un tirón brusco de su cabello le coloco la hoja hambrienta en su cuello femenino y le susurró al oído 👁️ Eva comió de la manzana y condenó al mundo. . . Pandora abrio la caja y condenó a los humanos. . . ─Porfavor. . . Solo quiero paz─ entre lágrimas suplicó. 👁️ No hay paz para 𝑬𝒛𝒊𝒔 Violentamente deslizó la hoja y la degolló liberando un torrente de sangre de su cuello y ahogandola en su propia sangre. Ella no pudo ver nada pero si sentir como la sangre la ahogaba y la adormecía hasta matarla. ¿Quien era 𝑬𝒛𝒊𝒔? ¿Porque ha sufrido un destino lamentable? 𝑪𝒐𝒏𝒕𝒊𝒏𝒖𝒂𝒓𝒂. . . #Monorol
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