• —Las deudas y las facturas pueden esperar, ¡Me he comprado un caballo!

    El caballo relinchó, y ella acarició el hocico del animal con una ternura muy inusual en ella.

    —Me miró. En el corral, entre todos los demás. ¡Este ser entiende el Caos, y además le caigo muy bien, estoy segurísima de eso!

    Kazuha cree que el caballo la eligió porque reconoció su magia y poder, y claro que eso halaga su ego monumental. Claro que tampoco pensó en los costos de mantenimiento, ni en el veterinario, ni en el esfuerzo de criar un caballo. ¿Pero por qué se preocuparía por detalles aburridos cuando el universo le envía un alma que parece comprender la suya?
    —Las deudas y las facturas pueden esperar, ¡Me he comprado un caballo! El caballo relinchó, y ella acarició el hocico del animal con una ternura muy inusual en ella. —Me miró. En el corral, entre todos los demás. ¡Este ser entiende el Caos, y además le caigo muy bien, estoy segurísima de eso! Kazuha cree que el caballo la eligió porque reconoció su magia y poder, y claro que eso halaga su ego monumental. Claro que tampoco pensó en los costos de mantenimiento, ni en el veterinario, ni en el esfuerzo de criar un caballo. ¿Pero por qué se preocuparía por detalles aburridos cuando el universo le envía un alma que parece comprender la suya?
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  • Al ver a la criada correr y esconderse detrás de mí, supe exactamente lo que estaba pasando.

    Un cliente que solía venir al hotel era un híbrido lejano, descendiente del dios Dionisio. Había acosado mujeres antes y le advertí sobre esto. Pero ahora estaba realmente molesto.

    Así que lo vi llegar tras la chica y lo aparté de ella.

    "Estúpido bastardo. Te lo advertí más de una vez. Ya tuve suficiente."

    --Le di un puñetazo fuerte y luego otro hasta que sangró--

    "Vete a las mazmorras, es donde perteneces."

    --- Le di otro puñetazo hasta que cayó al suelo sangrando. Llegaron los guardias de seguridad, se lo llevaron y lo metieron en las mazmorras.
    Se volvió hacia la chica. Se disculpó y le prometió un pago extra ese mes. Ella sonrió, le hizo una reverencia y se fue en silencio.
    Al ver a la criada correr y esconderse detrás de mí, supe exactamente lo que estaba pasando. Un cliente que solía venir al hotel era un híbrido lejano, descendiente del dios Dionisio. Había acosado mujeres antes y le advertí sobre esto. Pero ahora estaba realmente molesto. Así que lo vi llegar tras la chica y lo aparté de ella. "Estúpido bastardo. Te lo advertí más de una vez. Ya tuve suficiente." --Le di un puñetazo fuerte y luego otro hasta que sangró-- "Vete a las mazmorras, es donde perteneces." --- Le di otro puñetazo hasta que cayó al suelo sangrando. Llegaron los guardias de seguridad, se lo llevaron y lo metieron en las mazmorras. Se volvió hacia la chica. Se disculpó y le prometió un pago extra ese mes. Ella sonrió, le hizo una reverencia y se fue en silencio.
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  • No moleste , no tengo ganas de que nadie ~ muevete quieres.

    -Loki por un momento ya no era aquel dios divertido,ya que todos conocia su padado y ademas su mirada era fria e sonbria.-
    No moleste , no tengo ganas de que nadie ~ muevete quieres. -Loki por un momento ya no era aquel dios divertido,ya que todos conocia su padado y ademas su mirada era fria e sonbria.-
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  • El infierno en la tierra
    Fandom Ninguno
    Categoría Suspenso
    𝕾𝖊 𝖉𝖎𝖈𝖊 𝖖𝖚𝖊 𝖊𝖑 𝖎𝖓𝖋𝖎𝖊𝖗𝖓𝖔 𝖊𝖘 𝖊𝖑 𝖘𝖎𝖙𝖎𝖔 𝖆𝖉𝖔𝖓𝖉𝖊 𝖛𝖆 𝖙𝖚 𝖆𝖑𝖒𝖆 𝖙𝖗𝖆𝖘 𝖒𝖔𝖗𝖎𝖗 𝖘𝖎 𝖙𝖚𝖘 𝖆𝖈𝖈𝖎𝖔𝖓𝖊𝖘 𝖋𝖚𝖊𝖗𝖔𝖓 𝖒𝖆𝖑𝖆𝖘. ¿𝖄 𝖘𝖎 𝖓𝖔 𝖓𝖊𝖈𝖊𝖘𝖎𝖙𝖆𝖘 𝖒𝖔𝖗𝖎𝖗 𝖕𝖆𝖗𝖆 𝖊𝖝𝖕𝖊𝖗𝖎𝖒𝖊𝖓𝖙𝖆𝖗 𝖊𝖑 𝖎𝖓𝖋𝖎𝖊𝖗𝖓𝖔? 𝕳𝖆𝖞 𝖖𝖚𝖎𝖊𝖓𝖊𝖘 𝖆𝖋𝖎𝖗𝖒𝖆𝖓 𝖖𝖚𝖊 𝖊𝖑 𝖎𝖓𝖋𝖎𝖊𝖗𝖓𝖔 𝖘𝖊 𝖊𝖓𝖈𝖚𝖊𝖓𝖙𝖗𝖆 𝖊𝖓 𝖑𝖆 𝖙𝖎𝖊𝖗𝖗𝖆.

    PERSONAJES INTERPRETES

    DANTE: Arqueólogo veterano
    Alastor: Arqueólogo retirado- Inversionista
    Leo: líder guía alias papillon
    ADAN: cineasta aficionado
    Nanami: guía veterano
    Balloneta: traductora -guia



    Kilómetros y kilómetros de laberíntos catacumbas se extienden bajo las calles de la ciudad santa , hogar eterno de innumerables almas. Un grupo de aventureros se adentra entre los cientos de miles de huesos que ocupan el dédalo inexplorado y acaban descubriendo el secreto que esconde la ciudad de los muertos.
    llegando a lo más profundo de la mente humana, sacando a la luz los demonios que regresan para perseguirlos, en un viaje al corazón de la locura y del terror.

    Dante un aventurero rebelde y arqueólogo brillante, ha dedicado su vida a buscar el mayor tesoro de la historia, la piedra filosofal de Nicolas Flamel. De acuerdo con la leyenda, con ella se puede transmutar cualquier metal en oro y acceder a la vida eterna.

    El inesperado suicidio de su padre y los rumores que corren acerca de su demencia se convierten en una obsesión para Dante. Entiende que no podrá descansar hasta completar su obra y devolverle su buen nombre.

    Después de resolver una serie de enigmas, deduce que la famosa piedra se encuentra debajo de las ruinas de la ciudad santa escondida en el mayor osario del mundo, las catacumbas.

    Con el fin de dejar constancia de su misión, pide ayuda a Alastor un inversionista arqueólogo exnovio suyo que se dedica a restaurar edificios históricos, y contrata al cineasta aficionado Adan.

    Conscientes de los peligros que acechan bajo tierra, el trío recluta a un equipo de expertos guías conocidos como los "cataphiles", compuesto por el líder Leo más conocido como Papillon y balloneta que se dedica a traducir lengua y escritura muerta de civilizaciónes antiguas y el fuerte y silencioso nanami

    Juntos empiezan el descenso, pero cada uno lleva un secreto. Aunque en las catacumbas, nadie puede huir del pasado.

    El equipo de jóvenes aventureros no sabe que en cuanto se hundan en las profundidades, sus demonios personales se apoderarán de ellos. Cuanto más se adentren en el aterrador laberinto, más descenderán a su infierno personal.
    𝕾𝖊 𝖉𝖎𝖈𝖊 𝖖𝖚𝖊 𝖊𝖑 𝖎𝖓𝖋𝖎𝖊𝖗𝖓𝖔 𝖊𝖘 𝖊𝖑 𝖘𝖎𝖙𝖎𝖔 𝖆𝖉𝖔𝖓𝖉𝖊 𝖛𝖆 𝖙𝖚 𝖆𝖑𝖒𝖆 𝖙𝖗𝖆𝖘 𝖒𝖔𝖗𝖎𝖗 𝖘𝖎 𝖙𝖚𝖘 𝖆𝖈𝖈𝖎𝖔𝖓𝖊𝖘 𝖋𝖚𝖊𝖗𝖔𝖓 𝖒𝖆𝖑𝖆𝖘. ¿𝖄 𝖘𝖎 𝖓𝖔 𝖓𝖊𝖈𝖊𝖘𝖎𝖙𝖆𝖘 𝖒𝖔𝖗𝖎𝖗 𝖕𝖆𝖗𝖆 𝖊𝖝𝖕𝖊𝖗𝖎𝖒𝖊𝖓𝖙𝖆𝖗 𝖊𝖑 𝖎𝖓𝖋𝖎𝖊𝖗𝖓𝖔? 𝕳𝖆𝖞 𝖖𝖚𝖎𝖊𝖓𝖊𝖘 𝖆𝖋𝖎𝖗𝖒𝖆𝖓 𝖖𝖚𝖊 𝖊𝖑 𝖎𝖓𝖋𝖎𝖊𝖗𝖓𝖔 𝖘𝖊 𝖊𝖓𝖈𝖚𝖊𝖓𝖙𝖗𝖆 𝖊𝖓 𝖑𝖆 𝖙𝖎𝖊𝖗𝖗𝖆. ✨PERSONAJES INTERPRETES ✨ DANTE: Arqueólogo veterano Alastor: Arqueólogo retirado- Inversionista Leo: líder guía alias papillon ADAN: cineasta aficionado Nanami: guía veterano Balloneta: traductora -guia Kilómetros y kilómetros de laberíntos catacumbas se extienden bajo las calles de la ciudad santa , hogar eterno de innumerables almas. Un grupo de aventureros se adentra entre los cientos de miles de huesos que ocupan el dédalo inexplorado y acaban descubriendo el secreto que esconde la ciudad de los muertos. llegando a lo más profundo de la mente humana, sacando a la luz los demonios que regresan para perseguirlos, en un viaje al corazón de la locura y del terror. Dante un aventurero rebelde y arqueólogo brillante, ha dedicado su vida a buscar el mayor tesoro de la historia, la piedra filosofal de Nicolas Flamel. De acuerdo con la leyenda, con ella se puede transmutar cualquier metal en oro y acceder a la vida eterna. El inesperado suicidio de su padre y los rumores que corren acerca de su demencia se convierten en una obsesión para Dante. Entiende que no podrá descansar hasta completar su obra y devolverle su buen nombre. Después de resolver una serie de enigmas, deduce que la famosa piedra se encuentra debajo de las ruinas de la ciudad santa escondida en el mayor osario del mundo, las catacumbas. Con el fin de dejar constancia de su misión, pide ayuda a Alastor un inversionista arqueólogo exnovio suyo que se dedica a restaurar edificios históricos, y contrata al cineasta aficionado Adan. Conscientes de los peligros que acechan bajo tierra, el trío recluta a un equipo de expertos guías conocidos como los "cataphiles", compuesto por el líder Leo más conocido como Papillon y balloneta que se dedica a traducir lengua y escritura muerta de civilizaciónes antiguas y el fuerte y silencioso nanami Juntos empiezan el descenso, pero cada uno lleva un secreto. Aunque en las catacumbas, nadie puede huir del pasado. El equipo de jóvenes aventureros no sabe que en cuanto se hundan en las profundidades, sus demonios personales se apoderarán de ellos. Cuanto más se adentren en el aterrador laberinto, más descenderán a su infierno personal.
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  • Evento Canonico

    𝕌𝕟 𝕕𝕚𝕒 𝕕𝕖𝕤𝕡𝕦𝕖𝕤 𝕕𝕖 𝕝𝕒 𝕕𝕖𝕞𝕒𝕟𝕕𝕒 𝕒 𝕄𝕣. 𝕀𝕟𝕔𝕣𝕖𝕚𝕓𝕝𝕖.

    —Rick… —su voz resonó en la sala de conferencias de la ANS. Una sala en la que por el momento solo estaba presente El Agente Rick Dicker y Meta Man. Mientras el viejo permanecía sentado en su escritorio, el héroe se mantuvo frente a el. Con los brazos firmemente cruzados y el ceño fruncido, pues el tema a tratar en esta ocasión no era para nada delicado. Ya llevaban más de media hora en esa reunión y solo hubieron puras malas noticias.

    —No podemos permitir que prohíban a los Supers. Sin nosotros allá afuera, ¿quién contendrá lo que el mundo no puede soportar? ¿Quién detendrá lo que nadie más está preparado para enfrentar? —su tono reflejaba preocupación profunda, una que no desaparecería hasta tener respuestas claras.

    Rick, el veterano agente de la ANS, escuchó en silencio. Su mirada permanecía fija en Meta Man, pero su rostro se mantenía impasible, casi indiferente. Finalmente, dejó un archivo sobre la mesa frente a él.

    —Escucha, hijo. Lo entiendo. Pero las cosas son complicadas. La opinión pública está en contra, los políticos han cedido, y yo solo soy un hombre perdido en una oficina llena de burócratas que solo ven números y daños colaterales. —dijo con calma mientras empujaba el sobre un poco más hacia el héroe, deslizandose este hasta el borde de la mesa.

    En la portada podía leerse: *Programa de Reubicación de Supers – Top Secret*.

    —¿Qué es esto? —su atención se fue al documento y, apenas pudo distinguir el título, lo tomó con un gesto casi instintivo. Cada fibra de su ser le decía que no quería abrirlo, que el contenido que aguardaba dentro representaba una derrota para los suyos. Y al mantenerse firme en no querer ver el contenido, hizo una pausa; con la que trataría de organizar sus pensamientos, y tras una respiración profunda volvió a hablar.

    —Déjame liderar. Dame la autoridad para tomar las riendas. Permíteme organizar a los Supers, regular cada equipo, y demostrar que podemos controlarnos, ser útiles para la sociedad… —se acercó un poco más a la mesa, apoyando los puños contra ella con determinación. Su mirada se mantuvo fija en el viejo agente.

    El silencio que siguió fue abrumador. Rick miró hacia la mesa, casi como si estuviera meditando cada palabra soltada por el héroe. Finalmente se levantó con morosidad, Recogiendo el expediente poco después y al final, caminó hacia la puerta. No obstante, antes de irse se giró ligeramente el rostro hacia Meta Man.

    —Lo consideraré… —Y con esa única frase, la puerta se cerró tras de si, mientras Meta Man permanecía solo en la penumbra de la sala. ¿Ahora que le diría a sus compañeros?
    Evento Canonico 𝕌𝕟 𝕕𝕚𝕒 𝕕𝕖𝕤𝕡𝕦𝕖𝕤 𝕕𝕖 𝕝𝕒 𝕕𝕖𝕞𝕒𝕟𝕕𝕒 𝕒 𝕄𝕣. 𝕀𝕟𝕔𝕣𝕖𝕚𝕓𝕝𝕖. —Rick… —su voz resonó en la sala de conferencias de la ANS. Una sala en la que por el momento solo estaba presente El Agente Rick Dicker y Meta Man. Mientras el viejo permanecía sentado en su escritorio, el héroe se mantuvo frente a el. Con los brazos firmemente cruzados y el ceño fruncido, pues el tema a tratar en esta ocasión no era para nada delicado. Ya llevaban más de media hora en esa reunión y solo hubieron puras malas noticias. —No podemos permitir que prohíban a los Supers. Sin nosotros allá afuera, ¿quién contendrá lo que el mundo no puede soportar? ¿Quién detendrá lo que nadie más está preparado para enfrentar? —su tono reflejaba preocupación profunda, una que no desaparecería hasta tener respuestas claras. Rick, el veterano agente de la ANS, escuchó en silencio. Su mirada permanecía fija en Meta Man, pero su rostro se mantenía impasible, casi indiferente. Finalmente, dejó un archivo sobre la mesa frente a él. —Escucha, hijo. Lo entiendo. Pero las cosas son complicadas. La opinión pública está en contra, los políticos han cedido, y yo solo soy un hombre perdido en una oficina llena de burócratas que solo ven números y daños colaterales. —dijo con calma mientras empujaba el sobre un poco más hacia el héroe, deslizandose este hasta el borde de la mesa. En la portada podía leerse: *Programa de Reubicación de Supers – Top Secret*. —¿Qué es esto? —su atención se fue al documento y, apenas pudo distinguir el título, lo tomó con un gesto casi instintivo. Cada fibra de su ser le decía que no quería abrirlo, que el contenido que aguardaba dentro representaba una derrota para los suyos. Y al mantenerse firme en no querer ver el contenido, hizo una pausa; con la que trataría de organizar sus pensamientos, y tras una respiración profunda volvió a hablar. —Déjame liderar. Dame la autoridad para tomar las riendas. Permíteme organizar a los Supers, regular cada equipo, y demostrar que podemos controlarnos, ser útiles para la sociedad… —se acercó un poco más a la mesa, apoyando los puños contra ella con determinación. Su mirada se mantuvo fija en el viejo agente. El silencio que siguió fue abrumador. Rick miró hacia la mesa, casi como si estuviera meditando cada palabra soltada por el héroe. Finalmente se levantó con morosidad, Recogiendo el expediente poco después y al final, caminó hacia la puerta. No obstante, antes de irse se giró ligeramente el rostro hacia Meta Man. —Lo consideraré… —Y con esa única frase, la puerta se cerró tras de si, mientras Meta Man permanecía solo en la penumbra de la sala. ¿Ahora que le diría a sus compañeros?
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  • Buenos días gente hermosa y moribunda(?)
    Ya volvio por quién lloraban (?)
    Déjenme y como algo y estaré con ustedes..

    Resumen de la semana (?):

    - Lunes: quería lanzar a mi profesora de inglés por la ventana pero se me pasó cuando comí un sándwich (?)

    -Martes: todavía no llegaba a trabajar y ya tenía que apagar incendios (?). Fui de compras para el hospital y aproveché de comprar cosas para comer (?) Me di cuenta que uno se pierde en el supermercado, y que me cambiaron unos productos de lugar.

    -Miercoles: Salem se atragantó con una aceituna lo tuve que llegar al veterinario. Es su segundo día que lo atienden de lujo(?).
    Tuve que cubrirlo en el juego de poker con los perros , perdí 1 de 4. Tengo huesos para regalar.

    -Jueves : despertando con hambres...

    Fin del resumen(?)
    Buenos días gente hermosa y moribunda(?) Ya volvio por quién lloraban (?) Déjenme y como algo y estaré con ustedes.. Resumen de la semana (?): - Lunes: quería lanzar a mi profesora de inglés por la ventana pero se me pasó cuando comí un sándwich (?) -Martes: todavía no llegaba a trabajar y ya tenía que apagar incendios (?). Fui de compras para el hospital y aproveché de comprar cosas para comer (?) Me di cuenta que uno se pierde en el supermercado, y que me cambiaron unos productos de lugar. -Miercoles: Salem se atragantó con una aceituna lo tuve que llegar al veterinario. Es su segundo día que lo atienden de lujo(?). Tuve que cubrirlo en el juego de poker con los perros , perdí 1 de 4. Tengo huesos para regalar. -Jueves : despertando con hambres... Fin del resumen(?)
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  • ⠀⠀⠀⠀El silencio en la mansión era profundo, pero no se sentía como paz. Se sentía como la calma tensa de un lugar que aún guardaba secretos. Kazuha deambulaba por los pasillos vacíos, el arrastre de sus pantuflas contra el piso de madera envejecida era el único sonido que interrumpía aquel silencio. Pero no estaba sola.

    ⠀⠀⠀⠀Kazuha descendió por la escalera imperial, se quitó las pantuflas y caminó descalza sobre la alfombra. Una corriente de aire frío corría por el suelo del vestíbulo. No era el frío del otoño, era el frío de otro sitio.

    ⠀⠀⠀⠀En el oscuro rincón, la criatura se retorcía, absorbiendo la luz de su alrededor. No tenía una forma definida, era una masa de sombras y susurros, de dientes demasiado largos, y ojos pálidos que la observaban. No la atacaba. Era una de las inofensivas, o al menos, una de las que habían aprendido a no acercarse demasiado. Desde que Kazuha había vuelto, aquella cosa había emergido de entre los planos y se había instalado como si fuera un mueble más, y uno bastante grotesco.

    ⠀⠀⠀⠀Ella pasó junto a la criatura con indiferencia, vertiendo un poco de vodka en una copa.

    —¿Otra vez tú? —murmuró, no hacia la criatura, hacia la oscuridad en general— pensé que te había dicho que la próxima vez que me siguieras te convertiría en tapete... —dijo, mientras se sentaba en el sofá polvoriento— Mentí, claro. Eres demasiado horrorosa como para decorar

    ⠀⠀⠀⠀La criatura emitió un sonido que era a la vez como el crujido de un insecto y el llanto de un niño. Kazuha ni se inmutó, solo bebió un trago largo de su bebida, pero sus sentidos permanecían alerta, no por miedo, por costumbre. No todas eran así de dóciles. Algunas solo observaban. Otras... atacaban. Y otras tantas, las mas astutas, esperaban que bajara la guardia para recordarle que su existencia y su magia eran un banquete para ellas.

    ⠀⠀⠀⠀Esta no era la primera. Tampoco sería la última. Su magia era como un faro en la niebla para todo lo que era rechazado, roto o hambriento. Era como un imán, y la basura del universo sobrenatural siempre acababa pegándose a ella.

    ⠀⠀⠀⠀A veces se preguntaba sí, en otra vida tal vez, ella y esas criaturas habrían sido amigas. Pero en esta solo eran como acompañantes obligados por un destino retorcido.

    —¡No me mires así! —la regañó como si se tratara de una mascota, finalmente volviéndose para enfrentar la masa de sombras— Tu hambre es aburrida. ¡Predecible! —se quejó— Si quieres quedarte, al menos vuélvete útil. Limpia la mugre de la casa, lame el polvo de los marcos de la ventana, o algo.

    ⠀⠀⠀⠀La criatura parpadeó. Era así de triste, incluso los horrores de otros planos a veces encontraban sus días monótonos. Y ese era el precio de su poder, ser el centro de todo un ecosistema de pesadillas, dónde algunas querían arrimarse al calor del caos, y otras, devorar la fuente.
    ⠀⠀⠀⠀El silencio en la mansión era profundo, pero no se sentía como paz. Se sentía como la calma tensa de un lugar que aún guardaba secretos. Kazuha deambulaba por los pasillos vacíos, el arrastre de sus pantuflas contra el piso de madera envejecida era el único sonido que interrumpía aquel silencio. Pero no estaba sola. ⠀⠀⠀⠀Kazuha descendió por la escalera imperial, se quitó las pantuflas y caminó descalza sobre la alfombra. Una corriente de aire frío corría por el suelo del vestíbulo. No era el frío del otoño, era el frío de otro sitio. ⠀⠀⠀⠀En el oscuro rincón, la criatura se retorcía, absorbiendo la luz de su alrededor. No tenía una forma definida, era una masa de sombras y susurros, de dientes demasiado largos, y ojos pálidos que la observaban. No la atacaba. Era una de las inofensivas, o al menos, una de las que habían aprendido a no acercarse demasiado. Desde que Kazuha había vuelto, aquella cosa había emergido de entre los planos y se había instalado como si fuera un mueble más, y uno bastante grotesco. ⠀⠀⠀⠀Ella pasó junto a la criatura con indiferencia, vertiendo un poco de vodka en una copa. —¿Otra vez tú? —murmuró, no hacia la criatura, hacia la oscuridad en general— pensé que te había dicho que la próxima vez que me siguieras te convertiría en tapete... —dijo, mientras se sentaba en el sofá polvoriento— Mentí, claro. Eres demasiado horrorosa como para decorar ⠀⠀⠀⠀La criatura emitió un sonido que era a la vez como el crujido de un insecto y el llanto de un niño. Kazuha ni se inmutó, solo bebió un trago largo de su bebida, pero sus sentidos permanecían alerta, no por miedo, por costumbre. No todas eran así de dóciles. Algunas solo observaban. Otras... atacaban. Y otras tantas, las mas astutas, esperaban que bajara la guardia para recordarle que su existencia y su magia eran un banquete para ellas. ⠀⠀⠀⠀Esta no era la primera. Tampoco sería la última. Su magia era como un faro en la niebla para todo lo que era rechazado, roto o hambriento. Era como un imán, y la basura del universo sobrenatural siempre acababa pegándose a ella. ⠀⠀⠀⠀A veces se preguntaba sí, en otra vida tal vez, ella y esas criaturas habrían sido amigas. Pero en esta solo eran como acompañantes obligados por un destino retorcido. —¡No me mires así! —la regañó como si se tratara de una mascota, finalmente volviéndose para enfrentar la masa de sombras— Tu hambre es aburrida. ¡Predecible! —se quejó— Si quieres quedarte, al menos vuélvete útil. Limpia la mugre de la casa, lame el polvo de los marcos de la ventana, o algo. ⠀⠀⠀⠀La criatura parpadeó. Era así de triste, incluso los horrores de otros planos a veces encontraban sus días monótonos. Y ese era el precio de su poder, ser el centro de todo un ecosistema de pesadillas, dónde algunas querían arrimarse al calor del caos, y otras, devorar la fuente.
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  • La noche llegó como la calma 𝙙𝙚𝙨𝙥𝙪é𝙨 de la tormenta. Todavía se podía sentir el pitido en los oídos, la sensación de que el suelo aún temblaba por las pisadas fuertes o las granadas que se activaban.

    Sin embargo, salvo por eso, había un silencio inquietante. Como si todo estuviera muerto en el campamento improvisado que armaron, ahí, no muy lejos de la batalla. Nadie hablaba. Ni siquiera uno podía estar seguro de si estaban respirando. Habían movimientos escasos.

    Micah estaba terminando de organizar sus suministros luego de haber utilizado algunos recursos. Ya había verificado que sus compañeros estuvieran bien, ahora le faltaba saber qué le quedaba disponible.

    Entonces, a unos metros de distancia, sentado contra un mural destruido, entre escombros, habló uno de sus compañeros, unos de los veteranos allí. Exhaló el humo del cigarrillo mientras abrió la boca y observó al médico.

    —Aún no me creo que estés aquí, Ravenscroft —tenía una media sonrisa, pero en sus ojos se notaba el cansancio—. Luego de lo que te ocurrió, mierda, pensé que ya estabas muerto. Todos lo creímos aquel día, en el pueblo.

    Como respuesta Micah levantó la vista hacia él. Lo único que podían ver eran sus ojos y cejas entre el pasamontañas. Sin embargo, con una mirada podía decir mucho.

    —No sé ustedes... —continuó el hombre, dando una calada al cigarrillo— este ya no es Ravenscroft... No. Es Revenant.

    Se escucharon algunas risas por parte de los demás, pequeñas, leves, mientras que el mencionado por el veterano continuó con su tarea, guardando todo con meticulosidad, cada objeto justo en los lugares que él sabía de memoria.

    —Creo que le queda, tiene sentido —uno de los más jóvenes se hizo presente con su voz, viendo al médico—. Siempre que lo necesitamos aparece, y si tiene que pelear, lo hace.

    A partir de ese momento, cada vez que lo llamaban en persona o por radio, ese apodo se repetía hasta de manera natural: "Revenant, necesitamos apoyo". Y, si bien Micah nunca lo pidió, tampoco lo rechazó. Con el tiempo, el apodo comenzó a ser parte de él tanto como la cicatriz en su cuello que siempre trataba de ocultar.
    La noche llegó como la calma 𝙙𝙚𝙨𝙥𝙪é𝙨 de la tormenta. Todavía se podía sentir el pitido en los oídos, la sensación de que el suelo aún temblaba por las pisadas fuertes o las granadas que se activaban. Sin embargo, salvo por eso, había un silencio inquietante. Como si todo estuviera muerto en el campamento improvisado que armaron, ahí, no muy lejos de la batalla. Nadie hablaba. Ni siquiera uno podía estar seguro de si estaban respirando. Habían movimientos escasos. Micah estaba terminando de organizar sus suministros luego de haber utilizado algunos recursos. Ya había verificado que sus compañeros estuvieran bien, ahora le faltaba saber qué le quedaba disponible. Entonces, a unos metros de distancia, sentado contra un mural destruido, entre escombros, habló uno de sus compañeros, unos de los veteranos allí. Exhaló el humo del cigarrillo mientras abrió la boca y observó al médico. —Aún no me creo que estés aquí, Ravenscroft —tenía una media sonrisa, pero en sus ojos se notaba el cansancio—. Luego de lo que te ocurrió, mierda, pensé que ya estabas muerto. Todos lo creímos aquel día, en el pueblo. Como respuesta Micah levantó la vista hacia él. Lo único que podían ver eran sus ojos y cejas entre el pasamontañas. Sin embargo, con una mirada podía decir mucho. —No sé ustedes... —continuó el hombre, dando una calada al cigarrillo— este ya no es Ravenscroft... No. Es Revenant. Se escucharon algunas risas por parte de los demás, pequeñas, leves, mientras que el mencionado por el veterano continuó con su tarea, guardando todo con meticulosidad, cada objeto justo en los lugares que él sabía de memoria. —Creo que le queda, tiene sentido —uno de los más jóvenes se hizo presente con su voz, viendo al médico—. Siempre que lo necesitamos aparece, y si tiene que pelear, lo hace. A partir de ese momento, cada vez que lo llamaban en persona o por radio, ese apodo se repetía hasta de manera natural: "Revenant, necesitamos apoyo". Y, si bien Micah nunca lo pidió, tampoco lo rechazó. Con el tiempo, el apodo comenzó a ser parte de él tanto como la cicatriz en su cuello que siempre trataba de ocultar.
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  • [Vuelvo a publicar porque la app no me deja subir imágenes de mnres]



    •Recuerdos de Haku•


    {Desde pequeña siempre sentí que no pertenecía del todo a este mundo. Como si el suelo bajo mis pies no terminara de aceptarme. Un espíritu que sólo yo podía ver, Para otros era un juego de niña, un amigo imaginario, un delirio infantil… hasta que empezaron a murmurar que quizá estaba loca.}

    {Pero en la casa de mis padres todo era distinto. Ellos jamás me miraron con ese juicio en los ojos. Con ellos podía reír, correr, jugar… sentir que pertenecía. Fue mi padre quien me enseñó a no temer a los espectros que se aferrarían a mí hasta el final, fruto de mi magia nigromante.}

    —No todos los espíritus son enemigos. Algunos son terror puro, pero también pueden ser maravillas misteriosas ocultas del mundo. Aprende a verlos con los dos ojos, no sólo con el del miedo.

    {La primera vez que vi al mío… no lo negaré, quise gritar, quise huir. Era sólo una sombra informe, costrosa, cubierta de un velo fantasmal, grotesco. Su sola presencia me inquietaba. Y, sin embargo, con cada aparición, esa figura iba cambiando. Su silueta se volvía menos amenazante, menos monstruosa, como si respondiera a lo que veía en mí. Jamás entendí por qué, pero mi padre me explicó que los espíritus también eligen: él estaba esforzándose por no parecerme un monstruo.}

    —Papá… dile que se vaya… por favor… yo ya no quiero verlo…

    {Mis lágrimas caían, el miedo me ahogaba. Mi padre, paciente, me sostuvo contra su pecho, acunándome. Sentí cómo sus labios besaban mi frente y sus dedos acariciaban suavemente en mi cabello. Su voz dulce, me susurró:}

    —Cuando tengas miedo, recuerda esto, Haku: tú tienes el poder de dominarlo. Hazlo tuyo, somételo, no dejes que te gobierne. El miedo no es dueño de ti, tú eres su dueña. Nadie, ni siquiera yo, puede luchar esa batalla por ti. Sólo tú puedes enfrentarlo y vencerlo.

    {Levanté mis ojos hacia él. Su mirada estaba cargada de ternura infinita, como si en mí viera el tesoro más preciado de su vida. Y, por un instante, creí que eso era suficiente. Que bastaba con estar en sus brazos para que nada malo pudiera tocarme. Pero la sombra seguía ahí… inmóvil, agazapada en la esquina de mi habitación, pegada al reflejo oscuro de la ventana. Alta, oscura, fría. Sólo sus ojos brillantes, fijos en mí, me recordaban su existencia.}

    {Con un gesto suave, mi padre limpió mis lágrimas. Solté un pequeño respiro, luego un impulso infantil me hizo saltar de la cama. Agarré una almohada… y se la arrojé. Luego otra. Y otra más.}

    —¡Vete! ¡Vete de aquí! ¡Ya no quiero verte nunca más!

    Mis pies descalzos tocaron el suelo al acercarme más y más a esa sombra. El corazón me golpeaba con tanta fuerza que pensé que se me saldría del pecho, pero la presencia de mi padre me daba valor. Nada me haría daño mientras él estuviera a mi lado. Finalmente, me planté frente a esa silueta. Levanté mi rostro, alzando la barbilla desafiante, hasta encontrar esos ojos incandescentes.}

    —Ya no te tengo miedo. ¡Vete!

    {El espíritu me observó en un silencio eterno. Ese silencio que oprime. Lo odiaba. Lo detestaba. Pero cuando ya estaba segura de que jamás desaparecería, ocurrió lo impensado. Mis ojos se abrieron de par en par: la sombra se fragmentó, se quebró como humo en el viento… y con un leve puff, simplemente se desvaneció.}
    ⚠️[Vuelvo a publicar porque la app no me deja subir imágenes de mnres⚠️] •Recuerdos de Haku•📖 {Desde pequeña siempre sentí que no pertenecía del todo a este mundo. Como si el suelo bajo mis pies no terminara de aceptarme. Un espíritu que sólo yo podía ver, Para otros era un juego de niña, un amigo imaginario, un delirio infantil… hasta que empezaron a murmurar que quizá estaba loca.} {Pero en la casa de mis padres todo era distinto. Ellos jamás me miraron con ese juicio en los ojos. Con ellos podía reír, correr, jugar… sentir que pertenecía. Fue mi padre quien me enseñó a no temer a los espectros que se aferrarían a mí hasta el final, fruto de mi magia nigromante.} —No todos los espíritus son enemigos. Algunos son terror puro, pero también pueden ser maravillas misteriosas ocultas del mundo. Aprende a verlos con los dos ojos, no sólo con el del miedo. {La primera vez que vi al mío… no lo negaré, quise gritar, quise huir. Era sólo una sombra informe, costrosa, cubierta de un velo fantasmal, grotesco. Su sola presencia me inquietaba. Y, sin embargo, con cada aparición, esa figura iba cambiando. Su silueta se volvía menos amenazante, menos monstruosa, como si respondiera a lo que veía en mí. Jamás entendí por qué, pero mi padre me explicó que los espíritus también eligen: él estaba esforzándose por no parecerme un monstruo.} —Papá… dile que se vaya… por favor… yo ya no quiero verlo… {Mis lágrimas caían, el miedo me ahogaba. Mi padre, paciente, me sostuvo contra su pecho, acunándome. Sentí cómo sus labios besaban mi frente y sus dedos acariciaban suavemente en mi cabello. Su voz dulce, me susurró:} —Cuando tengas miedo, recuerda esto, Haku: tú tienes el poder de dominarlo. Hazlo tuyo, somételo, no dejes que te gobierne. El miedo no es dueño de ti, tú eres su dueña. Nadie, ni siquiera yo, puede luchar esa batalla por ti. Sólo tú puedes enfrentarlo y vencerlo. {Levanté mis ojos hacia él. Su mirada estaba cargada de ternura infinita, como si en mí viera el tesoro más preciado de su vida. Y, por un instante, creí que eso era suficiente. Que bastaba con estar en sus brazos para que nada malo pudiera tocarme. Pero la sombra seguía ahí… inmóvil, agazapada en la esquina de mi habitación, pegada al reflejo oscuro de la ventana. Alta, oscura, fría. Sólo sus ojos brillantes, fijos en mí, me recordaban su existencia.} {Con un gesto suave, mi padre limpió mis lágrimas. Solté un pequeño respiro, luego un impulso infantil me hizo saltar de la cama. Agarré una almohada… y se la arrojé. Luego otra. Y otra más.} —¡Vete! ¡Vete de aquí! ¡Ya no quiero verte nunca más! Mis pies descalzos tocaron el suelo al acercarme más y más a esa sombra. El corazón me golpeaba con tanta fuerza que pensé que se me saldría del pecho, pero la presencia de mi padre me daba valor. Nada me haría daño mientras él estuviera a mi lado. Finalmente, me planté frente a esa silueta. Levanté mi rostro, alzando la barbilla desafiante, hasta encontrar esos ojos incandescentes.} —Ya no te tengo miedo. ¡Vete! {El espíritu me observó en un silencio eterno. Ese silencio que oprime. Lo odiaba. Lo detestaba. Pero cuando ya estaba segura de que jamás desaparecería, ocurrió lo impensado. Mis ojos se abrieron de par en par: la sombra se fragmentó, se quebró como humo en el viento… y con un leve puff, simplemente se desvaneció.}
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  • 『El joven omega estaba llevando al perrito que se encontró en la calle quería curarlo con su poder, pero no podía ya que mucha gente en cuanto llego a la veterinaria entró buscando a alguien que lo ayudara』

    Alguien que me pueda ayudar por favor tengo a un cachorro que está muy lastimado

    『Dijo con una suave y dulce voz mientras miraba al animal en sus brazos』
    『El joven omega estaba llevando al perrito que se encontró en la calle quería curarlo con su poder, pero no podía ya que mucha gente en cuanto llego a la veterinaria entró buscando a alguien que lo ayudara』 Alguien que me pueda ayudar por favor tengo a un cachorro que está muy lastimado 『Dijo con una suave y dulce voz mientras miraba al animal en sus brazos』
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