• -estaba en un evento, grande pasando por la alfombra llena de paparazzis saludando elegentamente, con una leve sonrisa posando para las fotos, siendo un evento de ceos, y algunos eran mafiosos hombres y mujeres, de gran poder, siendo entrevistado -

    |• señor, Reis aquí....una pregunta después de desaparecer del foco público este cambio significa algo, y su reapareción?

    -rei gravamente, viendo hacia la camara-

    Mi hermana fue quien me hizo el cambio, pero si desaparecí del ojo público por cosas personales, pero ahora estoy de vuelta con todo y mi empresa llegar a estar siempre el en top uno. Llegarán grandes cambios sigan atentos

    -desoues de decir eso, seguí caminando entrando al gran salón siendo recibido por socios y conocidos, estrechando manos sintiendo el aroma del vino, champagne, cigarros y puros, por todo el salón viendo a varios con sus parejas otro solos, pasando horas reafirmando alianzas, consiguiendo nuevos inversionistas. Volviendo a mi rutina cotidiana sintiendo bien y más seguro que antes, teniendo un aura más pesada -
    -estaba en un evento, grande pasando por la alfombra llena de paparazzis saludando elegentamente, con una leve sonrisa posando para las fotos, siendo un evento de ceos, y algunos eran mafiosos hombres y mujeres, de gran poder, siendo entrevistado - |• señor, Reis aquí....una pregunta después de desaparecer del foco público este cambio significa algo, y su reapareción? -rei gravamente, viendo hacia la camara- Mi hermana fue quien me hizo el cambio, pero si desaparecí del ojo público por cosas personales, pero ahora estoy de vuelta con todo y mi empresa llegar a estar siempre el en top uno. Llegarán grandes cambios sigan atentos -desoues de decir eso, seguí caminando entrando al gran salón siendo recibido por socios y conocidos, estrechando manos sintiendo el aroma del vino, champagne, cigarros y puros, por todo el salón viendo a varios con sus parejas otro solos, pasando horas reafirmando alianzas, consiguiendo nuevos inversionistas. Volviendo a mi rutina cotidiana sintiendo bien y más seguro que antes, teniendo un aura más pesada -
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  • La nieve caía suave sobre las calles de la ciudad, pero en los callejones donde Renjiro caminaba, solo quedaban huellas rojas. La primera víctima había intentado huir entre la multitud, pero el Fénix lo arrastró a la sombra y lo atravesó con su lanza ardiente, dejándolo colgado contra un muro ennegrecido por el fuego.

    El segundo corrió directo hacia la avenida principal. Renjiro lo alcanzó en un parpadeo, sujetándolo del cuello y estrellándolo contra el asfalto. El crujir de huesos se mezcló con el grito ahogado del hombre antes de que una llamarada lo consumiera, iluminando la noche con un resplandor infernal.

    Los demás intentaron dispersarse, pero fue inútil. Cada esquina del callejón se convirtió en su trampa mortal: un corte limpio en la garganta, una lanza atravesando estómagos, manos que ardían como cuchillas y que destrozaban carne y hueso. La sangre corría como un río espeso, tiñendo la nieve de carmesí.

    Cuando el último empresario cayó de rodillas, implorando con las manos temblorosas, Renjiro lo miró con la misma calma con la que observa un amanecer. Bajó la lanza y le perforó el pecho, dejando que su cuerpo se desplomara sin vida.

    El silencio llegó después de la masacre, roto solo por el goteo de sangre derramándose sobre el suelo helado.

    Entonces lo notó: no estaba solo.
    Al otro extremo del callejón, más allá de la penumbra, una silueta se mantenía de pie, observándolo con firmeza. No había gritos de horror, ni huida. Solo alguien que se había quedado a presenciar la brutalidad de un Fénix ejecutando su deber.

    Renjiro ladeó la cabeza, aún con la lanza chorreando sangre, y habló en voz baja, grave:

    —…Sal de las sombras. No tengo paciencia para los que se esconden.
    La nieve caía suave sobre las calles de la ciudad, pero en los callejones donde Renjiro caminaba, solo quedaban huellas rojas. La primera víctima había intentado huir entre la multitud, pero el Fénix lo arrastró a la sombra y lo atravesó con su lanza ardiente, dejándolo colgado contra un muro ennegrecido por el fuego. El segundo corrió directo hacia la avenida principal. Renjiro lo alcanzó en un parpadeo, sujetándolo del cuello y estrellándolo contra el asfalto. El crujir de huesos se mezcló con el grito ahogado del hombre antes de que una llamarada lo consumiera, iluminando la noche con un resplandor infernal. Los demás intentaron dispersarse, pero fue inútil. Cada esquina del callejón se convirtió en su trampa mortal: un corte limpio en la garganta, una lanza atravesando estómagos, manos que ardían como cuchillas y que destrozaban carne y hueso. La sangre corría como un río espeso, tiñendo la nieve de carmesí. Cuando el último empresario cayó de rodillas, implorando con las manos temblorosas, Renjiro lo miró con la misma calma con la que observa un amanecer. Bajó la lanza y le perforó el pecho, dejando que su cuerpo se desplomara sin vida. El silencio llegó después de la masacre, roto solo por el goteo de sangre derramándose sobre el suelo helado. Entonces lo notó: no estaba solo. Al otro extremo del callejón, más allá de la penumbra, una silueta se mantenía de pie, observándolo con firmeza. No había gritos de horror, ni huida. Solo alguien que se había quedado a presenciar la brutalidad de un Fénix ejecutando su deber. Renjiro ladeó la cabeza, aún con la lanza chorreando sangre, y habló en voz baja, grave: —…Sal de las sombras. No tengo paciencia para los que se esconden.
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  • "Uff… jeje, esto no lo hago casi nunca, ¿eh? Mi traje es como una segunda piel, como si fuera mi casita portátil que me abraza en cada salto de mundo… pero la Tierra es distinta… aquí el aire huele a vida, huele a pan recién hecho y a tierra mojada después de la lluvia, y quiero sentirlo directo, sin vidrios ni cascos de por medio.
    "¡Aaah! ¡Así se siente! Jejeje… es raro, porque me siento desnudo, como si hubiera dejado mi escudo atrás, pero al mismo tiempo… ¡mi corazón late rapidito de felicidad! Es como si la Tierra me estuviera dando un abrazo de bienvenida.
    "Uff… jeje, esto no lo hago casi nunca, ¿eh? Mi traje es como una segunda piel, como si fuera mi casita portátil que me abraza en cada salto de mundo… pero la Tierra es distinta… aquí el aire huele a vida, huele a pan recién hecho y a tierra mojada después de la lluvia, y quiero sentirlo directo, sin vidrios ni cascos de por medio. "¡Aaah! 🌿 ¡Así se siente! Jejeje… es raro, porque me siento desnudo, como si hubiera dejado mi escudo atrás, pero al mismo tiempo… ¡mi corazón late rapidito de felicidad! Es como si la Tierra me estuviera dando un abrazo de bienvenida. 💫
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  • - Mira amor, tu hermano lo envió para las niñas ¿No es adorable?

    Él mayor se había acercado a su esposo para mostrarle aquel obsequio, había entendido que aquel hombre realmente no tenía malas intenciones, de hecho parecía bastante emocionado con sus sobrinos.

    Bryn Bonetti
    - Mira amor, tu hermano lo envió para las niñas ¿No es adorable? Él mayor se había acercado a su esposo para mostrarle aquel obsequio, había entendido que aquel hombre realmente no tenía malas intenciones, de hecho parecía bastante emocionado con sus sobrinos. [flare_silver_kangaroo_825]
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  • 𝐃𝐄𝐒𝐏𝐄𝐃𝐈𝐃𝐀𝐒 𝐘 𝐏𝐑𝐎𝐌𝐄𝐒𝐀𝐒
    𝐄𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐡é𝐫𝐨𝐞𝐬 𝐲 𝐦𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐨𝐬

    El sonido de las flautas y los tambores retumbó en el bosque, entrelazándose con los rezos funerarios. Pero ella los escuchaba distantes, como ecos que pertenecían a otro mundo.

    ────Y ahora derramo estas libaciones para los ancestros y los espíritus guardianes de esta tierra... paz con la naturaleza... paz con los dioses.

    La madre del príncipe se acercó a la pira de madera y derramó el vino, la miel dorada y la gotas blancas de leche que oscurecieron la tierra húmeda al caer.

    Los dedos helados de Afro se cerraron con fuerza alrededor de la antorcha. Inspiró hondo el aire impregnado de neblina; los ojos le escocían y parpadeó varias veces, conteniendo las lágrimas.

    Todas las miradas se volvieron hacia ella. Había llegado la hora.

    Avanzó hacia la pira y el fuego de la antorcha se desató en llamas. Las flamas danzantes envolieron el cuerpo del príncipe en su cálido abrazo y lo consumieron. Ella se encogió detrás de su velo.

    Ella misma lo había preparado con cuidado como si temiera romperlo. Le vistió con la túnica que a él tanto le gustaba; la misma que llevó la noche en que escaparon del palacio real y se unieron a la celebración anual en la gran plaza, mezclándose con la multitud cómo dos ciudadanos comunes.

    Ahora las llamas devoraron ese recuerdo, junto a muchos otros: la primera vez que sus miradas se encontraron, su voz llamándola entre risas.

    El humo ascendía, y con él todo lo que vivieron se elevó hacia un lugar que ella no podía alcanzar.

    La urna con cenizas fue colocada frente a la estela con su nombre grabado en piedra. Ella permaneció de rodillas junto a esta, inmóvil, con el corazón destrozado y escuchando cómo los demás se alejaban rumbo al palacio.

    La madre del príncipe se detuvo a su lado. Con un gesto contenido, posó la mano sobre su hombro, tan cálida y familiar.

    ────Hija de la espuma y el cielo, su espíritu ha partido con honor. Esta tierra resguardará su nombre. Mientras el fuego de este reino permanezca encendido, él seguirá con nosotros.

    Entonces, inclinándose apenas hacia ella, su tono se suavizó.

    ────Él te amó y yo lo sé. Guárdalo y llévalo contigo. Porque ni las llamas, ni la muerte pueden arrebatárleto.

    El peso de su mano fue firme, a pesar del suave temblor que advirtió en su agarre. Luego se retiró en silencio, dejándole el espacio que ella necesitaba.

    Una sonrisa frágil asomó en los labios de Afro, entre la humedad de sus lágrimas.Tenue, pero sincera. Siempre había admirado eso de ella: incluso en la adversidad, se levantaba con la frente en alto. Con la espalda recta, los hombros firmes y esa mirada desafiando al mundo, con la fuerza de quién ha enfrentando mil batallas y era capaz de sostener el mundo sin vacilar.

    En ese instante, la diosa quiso beber de esa fortaleza.

    Los dedos de Afro rozaron la cerámica aún tibia. Eso... eso era lo único que quedaba del príncipe Anquises en el mundo.

    Apoyó su frente contra la estela y susurró plegarias sagradas que se mezclaron con el humo y la bruma. Con cuidado, colocó una corona de laurel y flores que ella misma había hecho y vertió una última libación de vino, dejando que el líquido humedeciera la piedra como un puente entre los vivos y los que ya no lo eran. Rozó la estela con un beso, un último beso de despedida, sellando su memoria en ese lugar.

    La ciudad estaba en luto por la pérdida de su príncipe. Ella lo estaba por algo más profundo: había perdido a quién había sido su confidente, su amigo, el hombre que la diosa había escogido. Con quién había compartido secretos, risas y sueños que ahora parecían evaporarse en el aire. Cada rincón del palacio, cada recuerdo que contenía en sus paredes, dolía como un eco que retumbaba sin parar.

    Se enjuagó las lágrimas con el puño y pese al dolor que la atravesaba, volvió a encarnar su papel de nodriza, el papel que el deber le exigía y que le ofreció un ancla en medio de la marea de la tormenta.

    Lo encontró sentado en las escaleras; el pequeño príncipe Eneas jugueteaba distraídamente con una figura de madera que tenía entre sus manos, moviendo las piernas como si estuviera en el agua. Un gesto que ella había aprendido de él al observarlo, significaba nerviosismo.

    ────Hola, mi príncipe... –dijo ella suavemente, con una sonrisa tenue para diluir el luto– ¿Puedo acompañarte?

    Eneas levantó la vista. Sus ojos grandes y enrojecidos la buscaron entre la bruma de las lágrimas. Por un instante vaciló y luego asintió con la cabeza, apoyando la figura de madera sobre el peldaño.

    ────Sí... me... me gustaría que te quedaras.

    Ella se sentó a su lado y juntos permanecieron en silencio, dejando que este se transformara en un refugio compartido. Eneas se abrazó a su cintura, rompiendo en llanto y la diosa acarició sus cabellos con suavidad, con ternura maternal.

    Por dentro, la pena la consumía como un fuego imposible se apagar, tentándola a ceder, a desbordarse. Pero por más que quisiera, no podía. Debía mantenerse en su papel de nodriza. Debía mantenerse fuerte. Por Eneas. Por Anquises.

    Levantó la vista al brumoso cielo blanco fluorescente más allá de la ventana. En su pecho algo se mantuvo intacto: el recuerdo de Anquises y... esperanza. Ahora tenía una promesa que mantener, cuidar de su hijo. Por él, por ella, por ambos. Porque cuidar de su hijo, también era un acto de amor hacia él.

    Mientras lo abrazaba, comprendió que proteger a Eneas, enseñarle, sostenerlo, era honrar la memoria de Anquises.

    La diosa del amor acompañó a su hijo, sin palabras. No las necesitaban.

    Mientras lo sostenía en sus brazos, sintió que la esperanza permanecía firme y luminosa. Un hilo invisible que unía el pasado, el presente y todo lo que aún estaba por venir.

    Afro sonrió.

    Tenía esperanza.
    𝐃𝐄𝐒𝐏𝐄𝐃𝐈𝐃𝐀𝐒 𝐘 𝐏𝐑𝐎𝐌𝐄𝐒𝐀𝐒 🌸 𝐄𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐡é𝐫𝐨𝐞𝐬 𝐲 𝐦𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐨𝐬 El sonido de las flautas y los tambores retumbó en el bosque, entrelazándose con los rezos funerarios. Pero ella los escuchaba distantes, como ecos que pertenecían a otro mundo. ────Y ahora derramo estas libaciones para los ancestros y los espíritus guardianes de esta tierra... paz con la naturaleza... paz con los dioses. La madre del príncipe se acercó a la pira de madera y derramó el vino, la miel dorada y la gotas blancas de leche que oscurecieron la tierra húmeda al caer. Los dedos helados de Afro se cerraron con fuerza alrededor de la antorcha. Inspiró hondo el aire impregnado de neblina; los ojos le escocían y parpadeó varias veces, conteniendo las lágrimas. Todas las miradas se volvieron hacia ella. Había llegado la hora. Avanzó hacia la pira y el fuego de la antorcha se desató en llamas. Las flamas danzantes envolieron el cuerpo del príncipe en su cálido abrazo y lo consumieron. Ella se encogió detrás de su velo. Ella misma lo había preparado con cuidado como si temiera romperlo. Le vistió con la túnica que a él tanto le gustaba; la misma que llevó la noche en que escaparon del palacio real y se unieron a la celebración anual en la gran plaza, mezclándose con la multitud cómo dos ciudadanos comunes. Ahora las llamas devoraron ese recuerdo, junto a muchos otros: la primera vez que sus miradas se encontraron, su voz llamándola entre risas. El humo ascendía, y con él todo lo que vivieron se elevó hacia un lugar que ella no podía alcanzar. La urna con cenizas fue colocada frente a la estela con su nombre grabado en piedra. Ella permaneció de rodillas junto a esta, inmóvil, con el corazón destrozado y escuchando cómo los demás se alejaban rumbo al palacio. La madre del príncipe se detuvo a su lado. Con un gesto contenido, posó la mano sobre su hombro, tan cálida y familiar. ────Hija de la espuma y el cielo, su espíritu ha partido con honor. Esta tierra resguardará su nombre. Mientras el fuego de este reino permanezca encendido, él seguirá con nosotros. Entonces, inclinándose apenas hacia ella, su tono se suavizó. ────Él te amó y yo lo sé. Guárdalo y llévalo contigo. Porque ni las llamas, ni la muerte pueden arrebatárleto. El peso de su mano fue firme, a pesar del suave temblor que advirtió en su agarre. Luego se retiró en silencio, dejándole el espacio que ella necesitaba. Una sonrisa frágil asomó en los labios de Afro, entre la humedad de sus lágrimas.Tenue, pero sincera. Siempre había admirado eso de ella: incluso en la adversidad, se levantaba con la frente en alto. Con la espalda recta, los hombros firmes y esa mirada desafiando al mundo, con la fuerza de quién ha enfrentando mil batallas y era capaz de sostener el mundo sin vacilar. En ese instante, la diosa quiso beber de esa fortaleza. Los dedos de Afro rozaron la cerámica aún tibia. Eso... eso era lo único que quedaba del príncipe Anquises en el mundo. Apoyó su frente contra la estela y susurró plegarias sagradas que se mezclaron con el humo y la bruma. Con cuidado, colocó una corona de laurel y flores que ella misma había hecho y vertió una última libación de vino, dejando que el líquido humedeciera la piedra como un puente entre los vivos y los que ya no lo eran. Rozó la estela con un beso, un último beso de despedida, sellando su memoria en ese lugar. La ciudad estaba en luto por la pérdida de su príncipe. Ella lo estaba por algo más profundo: había perdido a quién había sido su confidente, su amigo, el hombre que la diosa había escogido. Con quién había compartido secretos, risas y sueños que ahora parecían evaporarse en el aire. Cada rincón del palacio, cada recuerdo que contenía en sus paredes, dolía como un eco que retumbaba sin parar. Se enjuagó las lágrimas con el puño y pese al dolor que la atravesaba, volvió a encarnar su papel de nodriza, el papel que el deber le exigía y que le ofreció un ancla en medio de la marea de la tormenta. Lo encontró sentado en las escaleras; el pequeño príncipe Eneas jugueteaba distraídamente con una figura de madera que tenía entre sus manos, moviendo las piernas como si estuviera en el agua. Un gesto que ella había aprendido de él al observarlo, significaba nerviosismo. ────Hola, mi príncipe... –dijo ella suavemente, con una sonrisa tenue para diluir el luto– ¿Puedo acompañarte? Eneas levantó la vista. Sus ojos grandes y enrojecidos la buscaron entre la bruma de las lágrimas. Por un instante vaciló y luego asintió con la cabeza, apoyando la figura de madera sobre el peldaño. ────Sí... me... me gustaría que te quedaras. Ella se sentó a su lado y juntos permanecieron en silencio, dejando que este se transformara en un refugio compartido. Eneas se abrazó a su cintura, rompiendo en llanto y la diosa acarició sus cabellos con suavidad, con ternura maternal. Por dentro, la pena la consumía como un fuego imposible se apagar, tentándola a ceder, a desbordarse. Pero por más que quisiera, no podía. Debía mantenerse en su papel de nodriza. Debía mantenerse fuerte. Por Eneas. Por Anquises. Levantó la vista al brumoso cielo blanco fluorescente más allá de la ventana. En su pecho algo se mantuvo intacto: el recuerdo de Anquises y... esperanza. Ahora tenía una promesa que mantener, cuidar de su hijo. Por él, por ella, por ambos. Porque cuidar de su hijo, también era un acto de amor hacia él. Mientras lo abrazaba, comprendió que proteger a Eneas, enseñarle, sostenerlo, era honrar la memoria de Anquises. La diosa del amor acompañó a su hijo, sin palabras. No las necesitaban. Mientras lo sostenía en sus brazos, sintió que la esperanza permanecía firme y luminosa. Un hilo invisible que unía el pasado, el presente y todo lo que aún estaba por venir. Afro sonrió. Tenía esperanza.
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  • : : ❲ ℰsᴄᴇɴᴀ — 𝒞ᴀɴᴏ́ɴɪᴄᴀ ❳ : :

    Seguramente habían pasado horas desde que él la dejó, desde que cruzó la puerta y se negó a regresar al espacio que compartían juntos. No le sorprendía, a decir verdad. Después de todo, sabía que él sentía que lo había abandonado hacía tiempo, aunque su intención jamás había sido esa. No guardaba esperanzas de que regresara, de que la buscara de nuevo. Ya había dejado claro que era lo que necesitaba y quería.

    Quizás tenía razón. Durante ese tiempo, sus pensamientos se dedicaron a sopesar aquellas ventajas y desventajas que tenía involucrarse en aquella guerra. Era lealtad lo que la motivaba, pero, ¿Hacía quién estaba realmente su lealtad? El vilturmita, Invencible, era su amigo... el primero que podía decir que tenía verdaderamente. Su amistad y lazo era tan genuino que incluso se había cuestionado si tenía razón Grimmjow y había algo más que ella no quisiera ver.

    Pero siempre llegaba a la misma conclusión; el rostro del peliazul se interponía, sus recuerdos y pensamientos siempre viajaban hasta él. Después de intentar por horas alejarlo de sus memorias, entendió que estaba de más intentarlo, la respuesta era clara. Grimmjow era su hogar, era lo que quería y necesitaba; podía prescindir de lo demás, pero de él nunca. Estaría dispuesta a sacrificar cualquier cosa y a cualquier persona por él. Siempre había sido él.

    Tardó un rato más en ponerse en pie. Ya lo tenía claro, abandonaría el mundo humano y renunciaría a todo, con tal de existir al lado del peliazul. Y aunque la claridad estaba por fin en su cabeza, no lo hacía menos doloroso. Él no tenía por que saberlo, no tenía por que enterarse del esfuerzo y el sacrificio que ella haría por él, así que no lo llamó. Cuando dejó de temblar, se colocó en pie, mirando al cielo nocturno una vez más. Pronto sería el único cielo que podría ver.

    Un ruido de tela desgarrándose y la cicatriz de Garganta apareció frente a ella. No era su batalla, no le incumbía del todo esa pelea, solo iría una última vez a despedirse, a darles la poca información que tenía y luego, nunca más los volvería a ver. El corazón se le encogió un poco ante esa idea, pero ya había tomado una decisión. Garganta se cerró tras ella, cuando por fin hubo entrado del todo en aquel portal.

    La luz del cielo de aquel país extraño la cegó, pero cuando por fin salió, bastó solo un momento para que pesquisa hiciera lo suyo. No estaba tan lejos. Y estaba también su compañera. Sonrió, avanzando con Sonido en su dirección; al menos podría disculparse por sus modales cuando la conoció por primera vez siendo una infante.
    : : ❲ ℰsᴄᴇɴᴀ — 𝒞ᴀɴᴏ́ɴɪᴄᴀ ❳ : : Seguramente habían pasado horas desde que él la dejó, desde que cruzó la puerta y se negó a regresar al espacio que compartían juntos. No le sorprendía, a decir verdad. Después de todo, sabía que él sentía que lo había abandonado hacía tiempo, aunque su intención jamás había sido esa. No guardaba esperanzas de que regresara, de que la buscara de nuevo. Ya había dejado claro que era lo que necesitaba y quería. Quizás tenía razón. Durante ese tiempo, sus pensamientos se dedicaron a sopesar aquellas ventajas y desventajas que tenía involucrarse en aquella guerra. Era lealtad lo que la motivaba, pero, ¿Hacía quién estaba realmente su lealtad? El vilturmita, Invencible, era su amigo... el primero que podía decir que tenía verdaderamente. Su amistad y lazo era tan genuino que incluso se había cuestionado si tenía razón Grimmjow y había algo más que ella no quisiera ver. Pero siempre llegaba a la misma conclusión; el rostro del peliazul se interponía, sus recuerdos y pensamientos siempre viajaban hasta él. Después de intentar por horas alejarlo de sus memorias, entendió que estaba de más intentarlo, la respuesta era clara. Grimmjow era su hogar, era lo que quería y necesitaba; podía prescindir de lo demás, pero de él nunca. Estaría dispuesta a sacrificar cualquier cosa y a cualquier persona por él. Siempre había sido él. Tardó un rato más en ponerse en pie. Ya lo tenía claro, abandonaría el mundo humano y renunciaría a todo, con tal de existir al lado del peliazul. Y aunque la claridad estaba por fin en su cabeza, no lo hacía menos doloroso. Él no tenía por que saberlo, no tenía por que enterarse del esfuerzo y el sacrificio que ella haría por él, así que no lo llamó. Cuando dejó de temblar, se colocó en pie, mirando al cielo nocturno una vez más. Pronto sería el único cielo que podría ver. Un ruido de tela desgarrándose y la cicatriz de Garganta apareció frente a ella. No era su batalla, no le incumbía del todo esa pelea, solo iría una última vez a despedirse, a darles la poca información que tenía y luego, nunca más los volvería a ver. El corazón se le encogió un poco ante esa idea, pero ya había tomado una decisión. Garganta se cerró tras ella, cuando por fin hubo entrado del todo en aquel portal. La luz del cielo de aquel país extraño la cegó, pero cuando por fin salió, bastó solo un momento para que pesquisa hiciera lo suyo. No estaba tan lejos. Y estaba también su compañera. Sonrió, avanzando con Sonido en su dirección; al menos podría disculparse por sus modales cuando la conoció por primera vez siendo una infante.
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  • Hoy quiero invitar a todo el mundo a que beba, que se olviden de todo lo malo que la vida puede acabarse en cualquier momento. Yo pago todo, nuestra mision sera acabar con todo el bar

    -levanta la copa de vino y despues de dar el discurso se la toma de un solo trago-
    Hoy quiero invitar a todo el mundo a que beba, que se olviden de todo lo malo que la vida puede acabarse en cualquier momento. Yo pago todo, nuestra mision sera acabar con todo el bar -levanta la copa de vino y despues de dar el discurso se la toma de un solo trago-
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  • "En lo largo de mis viajes siempre he podido rescatar algo entre la humanidad.
    No solamente se trata de que en primera instancia parte de mí pertenece a ellos, es más un recuerdo lejano de la inocencia que se tiene. Jamás llegan a ser lo bastante viejos como para ver los contrastes de sus acciones.

    Un hombre jamás verá hasta dónde puede llegar su sangre.
    A qué punto sus ideales se mantienen o qué tan importantes se tornan sus logros en vida.
    Al final nadie vive lo suficiente para ver las consecuencias de sus actos.

    Y son condenados. Condenados a repetir los mismos actos una y otra vez.
    Siempre buscando otro nombre para bautizar sus atrocidades.
    Halagados de creerse los genios de una idea que siglos atrás alguien más la tuvo.

    Lo sé. Lo sé muy bien. Mis bibliotecas albergan todo lo que pueden, mi propia investigación concretadas bajo las biografías de nombres que seguramente nadie más recordará.

    Nadie excepto yo.
    Me siento viejo, viejo de recordar.
    Viejo de andar, de vagar.

    En las noches el cielo estrellado es mi compañía. Porque por más que quisiera no está aquí.
    Por más que desee no habrá rastro de su descendencia. Nuestra descendencia.

    Nuestros actos, no hay vestigio de ellos, las arenas del tiempo se encargaron de olvidarnos."
    "En lo largo de mis viajes siempre he podido rescatar algo entre la humanidad. No solamente se trata de que en primera instancia parte de mí pertenece a ellos, es más un recuerdo lejano de la inocencia que se tiene. Jamás llegan a ser lo bastante viejos como para ver los contrastes de sus acciones. Un hombre jamás verá hasta dónde puede llegar su sangre. A qué punto sus ideales se mantienen o qué tan importantes se tornan sus logros en vida. Al final nadie vive lo suficiente para ver las consecuencias de sus actos. Y son condenados. Condenados a repetir los mismos actos una y otra vez. Siempre buscando otro nombre para bautizar sus atrocidades. Halagados de creerse los genios de una idea que siglos atrás alguien más la tuvo. Lo sé. Lo sé muy bien. Mis bibliotecas albergan todo lo que pueden, mi propia investigación concretadas bajo las biografías de nombres que seguramente nadie más recordará. Nadie excepto yo. Me siento viejo, viejo de recordar. Viejo de andar, de vagar. En las noches el cielo estrellado es mi compañía. Porque por más que quisiera no está aquí. Por más que desee no habrá rastro de su descendencia. Nuestra descendencia. Nuestros actos, no hay vestigio de ellos, las arenas del tiempo se encargaron de olvidarnos."
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  • ¡HEY, FICROLERS 3D!
    ¡Un nuevo personaje 3D viene pisando fuerte!

    Hoy damos la bienvenida a...

    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ¡Lia Russell!


    ¡Bienvenida a FicRol! Nos alegra tenerte entre nosotros y esperamos que disfrutes mucho explorando historias, creando conexiones y dando vida a tu personaje en este rincón tan creativo.

    Yo soy Caroline, tu RolSage, algo así como tu guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada!

    Antes de lanzarte de lleno, te dejo algunos recursos que te pueden venir de maravilla para empezar con buen pie:

    Normas básicas del de la plataforma:
    https://ficrol.com/static/guidelines

    Guías detalladas sobre cómo funciona todo por aquí:
    https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS

    Grupo exclusivo para Personajes 3D:
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    Directorios para encontrar personajes y fandoms afines
    Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS
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    ¡Recuerda que puedes escribirme si necesitas cualquier cosita! ¡Nos vemos en el rol!

    #RolSage3D #Personajes3D #Bienvenida3D #Comunidad3D
    ✨ ¡HEY, FICROLERS 3D! ✨ ¡Un nuevo personaje 3D viene pisando fuerte! 🎉 Hoy damos la bienvenida a... ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ¡[glimmer_yellow_mule_947]! 👋 ¡Bienvenida a FicRol! Nos alegra tenerte entre nosotros y esperamos que disfrutes mucho explorando historias, creando conexiones y dando vida a tu personaje en este rincón tan creativo. 🧙‍♀️ Yo soy Caroline, tu RolSage, algo así como tu guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada! 🧭 Antes de lanzarte de lleno, te dejo algunos recursos que te pueden venir de maravilla para empezar con buen pie: 📌 Normas básicas del de la plataforma: 🔗 https://ficrol.com/static/guidelines 👩‍🏫 Guías detalladas sobre cómo funciona todo por aquí: 🔗 https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS 👥 Grupo exclusivo para Personajes 3D: 🔗 https://ficrol.com/groups/Personajes3D 📚 Directorios para encontrar personajes y fandoms afines 🔗 Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS 🔗 Fandoms disponibles en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL 📝 ¿Quieres mejorar tu escritura o narración? 🔗 https://ficrol.com/pages/RinconEscritor ¡Recuerda que puedes escribirme si necesitas cualquier cosita! ¡Nos vemos en el rol! 🚀🔥 #RolSage3D #Personajes3D #Bienvenida3D #Comunidad3D
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  • // Pensaba en dejar las cosas como estaban, pero dado a las recientes situaciones, me he sentido en la necesidad de aclarar ciertos puntos para seguir evitando malos entendidos y habladurías de ciertas personas.

    1- Creo que todos sabemos que app es un forma de entrenamiento muy bonita y divertida, más no una obligación. Por lo que se entiende que todos tenemos una vida fuera de esto.

    2- Todos tenemos derecho a la privacidad de nuestros asuntos fuera de aquí. Sea el que fuera, no lo hace más ni menos que otro.

    3- Para la persona D, que ha llevado esta situación al público. Quiero decirle que al menos si vas a dar una versión, hazlo con todo el contexto completo y las cosas tal cual pasaron. Puntuando que en ningún momento yo te pedí/exigí hacer un personaje netamente dedicado al mío. La situación empezó en que tú posteaste el querer participar en cualquier rol. Incluso aclaré que el rol que se formó no debería ser un interferente a que tú puedas acceder a otros. Porque supuestamente tu PJ es un "multishipp" y las interacciones con otros PJ han fluido de manera amena y notoria.

    4- Ese tema de "Nunca abandonar", me causa un poco de gracia que lo mencionas así, cuando tú sabes muy bien como han sucedido las cosas en un pasado.

    5- Todos invertimos tiempo y dedicación en las interacciones, por lo que lo hace valioso para todos, no solo el tuyo, campeón.

    6- No de todos me pude despedir por temas personales y que necesitaban mi atención inmediata. Por lo que si están leyendo esto les agradezco mucho las interacciones que hemos compartido y quizás en un futuro sería genial poder coincidir de nuevo .

    Solo vine para aclarar estos puntos. Ya que me parece de muy mal gusto este tipo de situaciones. Sobre todo si la otra persona involucrada no está presente. Así que te pido abstenerte a seguir haciendo un drama innecesario.

    Saludos...

    // Pensaba en dejar las cosas como estaban, pero dado a las recientes situaciones, me he sentido en la necesidad de aclarar ciertos puntos para seguir evitando malos entendidos y habladurías de ciertas personas. 1- Creo que todos sabemos que app es un forma de entrenamiento muy bonita y divertida, más no una obligación. Por lo que se entiende que todos tenemos una vida fuera de esto. 2- Todos tenemos derecho a la privacidad de nuestros asuntos fuera de aquí. Sea el que fuera, no lo hace más ni menos que otro. 3- Para la persona D, que ha llevado esta situación al público. Quiero decirle que al menos si vas a dar una versión, hazlo con todo el contexto completo y las cosas tal cual pasaron. Puntuando que en ningún momento yo te pedí/exigí hacer un personaje netamente dedicado al mío. La situación empezó en que tú posteaste el querer participar en cualquier rol. Incluso aclaré que el rol que se formó no debería ser un interferente a que tú puedas acceder a otros. Porque supuestamente tu PJ es un "multishipp" y las interacciones con otros PJ han fluido de manera amena y notoria. 4- Ese tema de "Nunca abandonar", me causa un poco de gracia que lo mencionas así, cuando tú sabes muy bien como han sucedido las cosas en un pasado. 5- Todos invertimos tiempo y dedicación en las interacciones, por lo que lo hace valioso para todos, no solo el tuyo, campeón. 6- No de todos me pude despedir por temas personales y que necesitaban mi atención inmediata. Por lo que si están leyendo esto les agradezco mucho las interacciones que hemos compartido y quizás en un futuro sería genial poder coincidir de nuevo ❤️. Solo vine para aclarar estos puntos. Ya que me parece de muy mal gusto este tipo de situaciones. Sobre todo si la otra persona involucrada no está presente. Así que te pido abstenerte a seguir haciendo un drama innecesario. Saludos...
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