• -Un poco cansada, la puercoespín de quedó dormida en el bosque con la espalda apoyada contra un árbol.-
    -Un poco cansada, la puercoespín de quedó dormida en el bosque con la espalda apoyada contra un árbol.-
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  • 𝐋a herida en su vientre se había convertido en una marca sobre su piel, que le recordaba que el peligro aumentaba sus fuerzas en cada batalla y que ella aún era una joven inexperta. Ya estaba recuperada, no podía seguir posponiendo lo inevitable; debía enfrentar los numerosos miedos que despertaban con la simple idea de pensar que debía usar su poder.

    𝐄sa tarde, después de ayudar a Kazuo con sus tareas, ambos caminaron juntos hacia el bosque. Los rayos del sol se filtraban entre las copas frondosas; ya secas por el otoño, luchando contra la brisa fresca que erizaba la piel. Las flores que se resistían a morir dejaban caer sus pétalos en una danza repetitiva y suave: algunos reposaban sobre el suelo, otros caían sobre sus hombros o entre sus cabellos rojizos como pequeñas bendiciones del bosque. Había algo mágico en ese lugar, algo que ella, con su instinto sagaz, aprovecharía.

    —𝐄s tan bonito y relajante que dan ganas de tomar una siesta bajo este árbol… ¿no lo crees? —Comentó con una sonrisa traviesa, dando pequeños saltitos para mantener el ritmo junto a su mentor, cuya altura le permitía avanzar con pasos largos mientras ella hacía un esfuerzo adorable por alcanzarlo.

    𝐋uego dio un pequeño giro sobre sí misma, y sin pensarlo demasiado, se dejó caer boca arriba sobre el suelo. Extendió los brazos a ambos lados, como quien se rinde ante la belleza del momento y simplemente respira. Sus cabellos rojizos, vivos como el fuego que dormía en su interior, se esparcieron por el césped como raíces encendidas.

    𝐀lzó la mirada y encontró los ojos de su mentor; los suyos, dorados y cálidos, lo observaban con esa mezcla de inocencia y determinación tan propia de ella. Y en sus labios floreció una sonrisa amplia, espontánea, casi infantil que intentaba ocultar sus verdaderas intenciones.

    Kazuo
    𝐋a herida en su vientre se había convertido en una marca sobre su piel, que le recordaba que el peligro aumentaba sus fuerzas en cada batalla y que ella aún era una joven inexperta. Ya estaba recuperada, no podía seguir posponiendo lo inevitable; debía enfrentar los numerosos miedos que despertaban con la simple idea de pensar que debía usar su poder. 𝐄sa tarde, después de ayudar a Kazuo con sus tareas, ambos caminaron juntos hacia el bosque. Los rayos del sol se filtraban entre las copas frondosas; ya secas por el otoño, luchando contra la brisa fresca que erizaba la piel. Las flores que se resistían a morir dejaban caer sus pétalos en una danza repetitiva y suave: algunos reposaban sobre el suelo, otros caían sobre sus hombros o entre sus cabellos rojizos como pequeñas bendiciones del bosque. Había algo mágico en ese lugar, algo que ella, con su instinto sagaz, aprovecharía. —𝐄s tan bonito y relajante que dan ganas de tomar una siesta bajo este árbol… ¿no lo crees? —Comentó con una sonrisa traviesa, dando pequeños saltitos para mantener el ritmo junto a su mentor, cuya altura le permitía avanzar con pasos largos mientras ella hacía un esfuerzo adorable por alcanzarlo. 𝐋uego dio un pequeño giro sobre sí misma, y sin pensarlo demasiado, se dejó caer boca arriba sobre el suelo. Extendió los brazos a ambos lados, como quien se rinde ante la belleza del momento y simplemente respira. Sus cabellos rojizos, vivos como el fuego que dormía en su interior, se esparcieron por el césped como raíces encendidas. 𝐀lzó la mirada y encontró los ojos de su mentor; los suyos, dorados y cálidos, lo observaban con esa mezcla de inocencia y determinación tan propia de ella. Y en sus labios floreció una sonrisa amplia, espontánea, casi infantil que intentaba ocultar sus verdaderas intenciones. [8KazuoAihara8]
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  • -ya veo por que mamá usa tantos vestidos, son realmente comodos... aunque por alguna razon siento la necesidad de llevarle medicina a una abuela en el bosque-
    -ya veo por que mamá usa tantos vestidos, son realmente comodos... aunque por alguna razon siento la necesidad de llevarle medicina a una abuela en el bosque-
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  • Un nuevo juego en el bosque
    Fandom Oc
    Categoría Suspenso
    -La noche había caído temprano sobre aquel condado boscoso, el aire de que aquella noche era denso, cargado con el olor a tierra húmeda y a aquel caracteristico aroma del bosque, la lluvia reciente dejaba un brillo que se reflejaba sobre el asfalto. A unos metros, el bosque se extendía como una sombra viva, respirando entre el murmullo del viento y el crujir de ramas-

    -Bondrewd avanzó entre los árboles con paso firme, la linterna en su mano cortando la oscuridad frente a el e iluminando su camino y siguiendo aquel ruido de los radios, su paso se detuvo cuando la luz rebotó contra algo que no debía estar ahí: una cinta amarilla temblando al ritmo de la brisa, mientras que a pocos metros más linternas se miraban, pasando de un lado a otro-

    Otra vez al pie de un árbol…

    -murmuró, agachándos, La víctima estaba allí, justo donde el asesino quería que la encontraran, Joven, sin zapatos, el rostro cubierto con una máscara de papel arrugado y a su lado, clavado en la corteza del roble un sobre blanco con un sello hecho de cera roja, y en la esquina de aquel sobre manchado por algo de sangre aquella firma...La del hombre al que la prensa había bautizado “El Cazador del Bosque"-

    -Bondrewd se quitó un guante con cuidado para después tomar el sobre, observando el detalle antes de abrirlo, dentro, una nota escrita a mano, letras cuidados y una caligrafía bastante buena-

    (“¿Qué harías si el cazador se volviera la presa, detective?”
    “Primer movimiento: tu turno.)


    -El sonido de ramas quebrándose detrás de él lo hizo girar, finalmente Su nuevo compañero había llado, llego tarde, pero al menos había llegado, este solamente encendió un cigarro, dejando que el humo se mezclara con el frío del bosque.

    Bienvenido a tu primer caso....me hubiera gustado empezaras con otra cosa....

    -Dijo con voz baja, apenas un murmullo que se perdía entre los árboles-

    No te preocupes… solo espero nadie esté esperándote está noche....hay mucho terreno que recorrer además.....

    -Le pasó la nota sin mirarlo-

    Y parece que quiere jugar.

    -El viento sopló, moviendo las ramas como si algo o alguien estuviera observándolos desde lo profundo del bosque, Bondrewd no dejo de mirar aquel cacío entre los árboles, como aquella oscuridad se hacía más densa conforme más árboles se cruzaban, será que el bosque tiene más secretos -

    -La noche había caído temprano sobre aquel condado boscoso, el aire de que aquella noche era denso, cargado con el olor a tierra húmeda y a aquel caracteristico aroma del bosque, la lluvia reciente dejaba un brillo que se reflejaba sobre el asfalto. A unos metros, el bosque se extendía como una sombra viva, respirando entre el murmullo del viento y el crujir de ramas- -Bondrewd avanzó entre los árboles con paso firme, la linterna en su mano cortando la oscuridad frente a el e iluminando su camino y siguiendo aquel ruido de los radios, su paso se detuvo cuando la luz rebotó contra algo que no debía estar ahí: una cinta amarilla temblando al ritmo de la brisa, mientras que a pocos metros más linternas se miraban, pasando de un lado a otro- Otra vez al pie de un árbol… -murmuró, agachándos, La víctima estaba allí, justo donde el asesino quería que la encontraran, Joven, sin zapatos, el rostro cubierto con una máscara de papel arrugado y a su lado, clavado en la corteza del roble un sobre blanco con un sello hecho de cera roja, y en la esquina de aquel sobre manchado por algo de sangre aquella firma...La del hombre al que la prensa había bautizado “El Cazador del Bosque"- -Bondrewd se quitó un guante con cuidado para después tomar el sobre, observando el detalle antes de abrirlo, dentro, una nota escrita a mano, letras cuidados y una caligrafía bastante buena- (“¿Qué harías si el cazador se volviera la presa, detective?” “Primer movimiento: tu turno.) -El sonido de ramas quebrándose detrás de él lo hizo girar, finalmente Su nuevo compañero había llado, llego tarde, pero al menos había llegado, este solamente encendió un cigarro, dejando que el humo se mezclara con el frío del bosque. Bienvenido a tu primer caso....me hubiera gustado empezaras con otra cosa.... -Dijo con voz baja, apenas un murmullo que se perdía entre los árboles- No te preocupes… solo espero nadie esté esperándote está noche....hay mucho terreno que recorrer además..... -Le pasó la nota sin mirarlo- Y parece que quiere jugar. -El viento sopló, moviendo las ramas como si algo o alguien estuviera observándolos desde lo profundo del bosque, Bondrewd no dejo de mirar aquel cacío entre los árboles, como aquella oscuridad se hacía más densa conforme más árboles se cruzaban, será que el bosque tiene más secretos -
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  • EL estudio del Tao
    Fandom Mo Dao Zu Shi
    Categoría Aventura
    CHINA ANTIGUA, Montaña Celestial

    Cuando los primeros rayos de sol aparecieron en los tejados de aquel recóndito lugar llamado por los cultivadores como "Tianshan" o Montaña Celestial, daba paso a un hermoso paisaje onírico.

    Los pequeños de distintas flores comenzaban a brotar, de la pequeña alfombra verde que aun resistia al paso de la estación. Un viento frío recorria todo aquel lugar, el invierno se aproximaba y con ello todo una extensa alfombra blanca pronto remplazaría aquella vegetación dominando asi por al menos unos 3 o 4 meses antes de que llegara nuevamente la primavera; algunos de los pequeños ayudantes que tenía su maestra jugaban a recolectar palos y leña entre el pequeño bosque que rodeaba la montaña para el invierno.

    Entre todos los pequeños ayudantes, existía un joven taoista, y último discipulo de la gran maestra Baoshan Sanren, un joven soñador que deseaba terminar su entrenamiento para ayudar al mundo exterior con su deseo y fe inquebrantable.

    Xiao Xingchen, era el nombre que su maestra le puso cuando fue acogido desde su mas tierna infancia, creció a lado de su maestra para ser un cultivador como sus dos hermanos mayores de cultivo que ya habían partido de la secta mucho antes que el.

    Ahora a sus 16 años, pasaba su tiempo en meditacion, entrenando con su maestra en el manejo de la espada, incluso desde muy joven habia desarrollado su propia tecnica "Frost"el cual era letal para todo aquel que deseara una muerte segura; así también como aprendiendo las 6 artes: ritos, música, Tiro con arco, conduccion de carros (montar a caballo), caligrafía y matemáticas.

    Aun cuando fuera un joven cultivador, no dejaba de lado aprender sobre los antiguos eruditos llegando a cosiderarse como Daozhang a muy temprana edad.

    Metido entre montañas de libros, Xiao Xingchen estudiaba sobre los preceptos basicos del Taoismo, con la misma dedicación y pasión que hacía sus entrenamientos.
    1. No albergues odio ni celos en tu corazón.
    2. Mantén un corazón amable y no mates.
    3. Mantén la pureza y sé retraído en tus interacciones sociales.
    4. No pongas tu mente en el deseo sexual ni des lugar a la pasión.
    5. No pronuncies malas palabras.
    6. No tomes licor ni drogas.
    7. No envidies si otros son mejores que tú.
    8. No critiques ni debatas las escrituras y enseñanzas.
    9. No crees disturbios a través de la argumentación verbal.
    10. Sé ecuánime y de todo corazón en todas tus acciones.

    Solo un año mas..y podré salir de la Mansión a viajar por el mundo...

    CHINA ANTIGUA, Montaña Celestial Cuando los primeros rayos de sol aparecieron en los tejados de aquel recóndito lugar llamado por los cultivadores como "Tianshan" o Montaña Celestial, daba paso a un hermoso paisaje onírico. Los pequeños de distintas flores comenzaban a brotar, de la pequeña alfombra verde que aun resistia al paso de la estación. Un viento frío recorria todo aquel lugar, el invierno se aproximaba y con ello todo una extensa alfombra blanca pronto remplazaría aquella vegetación dominando asi por al menos unos 3 o 4 meses antes de que llegara nuevamente la primavera; algunos de los pequeños ayudantes que tenía su maestra jugaban a recolectar palos y leña entre el pequeño bosque que rodeaba la montaña para el invierno. Entre todos los pequeños ayudantes, existía un joven taoista, y último discipulo de la gran maestra Baoshan Sanren, un joven soñador que deseaba terminar su entrenamiento para ayudar al mundo exterior con su deseo y fe inquebrantable. Xiao Xingchen, era el nombre que su maestra le puso cuando fue acogido desde su mas tierna infancia, creció a lado de su maestra para ser un cultivador como sus dos hermanos mayores de cultivo que ya habían partido de la secta mucho antes que el. Ahora a sus 16 años, pasaba su tiempo en meditacion, entrenando con su maestra en el manejo de la espada, incluso desde muy joven habia desarrollado su propia tecnica "Frost"el cual era letal para todo aquel que deseara una muerte segura; así también como aprendiendo las 6 artes: ritos, música, Tiro con arco, conduccion de carros (montar a caballo), caligrafía y matemáticas. Aun cuando fuera un joven cultivador, no dejaba de lado aprender sobre los antiguos eruditos llegando a cosiderarse como Daozhang a muy temprana edad. Metido entre montañas de libros, Xiao Xingchen estudiaba sobre los preceptos basicos del Taoismo, con la misma dedicación y pasión que hacía sus entrenamientos. 1. No albergues odio ni celos en tu corazón. 2. Mantén un corazón amable y no mates. 3. Mantén la pureza y sé retraído en tus interacciones sociales. 4. No pongas tu mente en el deseo sexual ni des lugar a la pasión. 5. No pronuncies malas palabras. 6. No tomes licor ni drogas. 7. No envidies si otros son mejores que tú. 8. No critiques ni debatas las escrituras y enseñanzas. 9. No crees disturbios a través de la argumentación verbal. 10. Sé ecuánime y de todo corazón en todas tus acciones. Solo un año mas..y podré salir de la Mansión a viajar por el mundo...
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    Grupal
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  • 𝙳𝚎𝚊𝚝𝚑 𝚒𝚜 𝙻𝚒𝚏𝚎.

    El viento es frío dentro del espesor del bosque, desperté con un sonido sordo en mis oídos, un zumbido, abrí mis ojos con confusión, estos borrosos poco a poco ajustándose a la luz de la luna que se cierne sobre mí.

    Mi ropa esta llena de sangre seca, cubierta de hojas, dentro de mí interior sentía el vacío, un hormigueo, no entendía nada. Espera a que aquello fuera un simple sueño a simple vista, pero no... Era mi nueva realidad.

    Me sobresalté al notar la fuerza sobrenatural dentro de mí, mis ojos apenas perceptibles a la luz notaron mi figura escuálida en el reflejo del río.

    — .... — Silencio, sentí unas inmensas ganas de vomitar al verme, estaba demacrado, miles de insectos comenzaban a salir por mi pecho abierto con un corte casi limpio, fuí testigo de mí propio cuerpo en estado de descomposición frente a mis ojos.

    Pronto el terror se cernió sobre mí, como una capa densa que me arrastraba a la penumbra, ese hecho macabro que tuvo un fuerte impacto sobre mí. Pronto la sed de venganza me arrasó, atravesando cada línea de cordura que quedaba, mi mente frágil se entregó a aquella oscuridad.

    Ese es el único recuerdo que tengo del verano en que morí.
    𝙳𝚎𝚊𝚝𝚑 𝚒𝚜 𝙻𝚒𝚏𝚎. El viento es frío dentro del espesor del bosque, desperté con un sonido sordo en mis oídos, un zumbido, abrí mis ojos con confusión, estos borrosos poco a poco ajustándose a la luz de la luna que se cierne sobre mí. Mi ropa esta llena de sangre seca, cubierta de hojas, dentro de mí interior sentía el vacío, un hormigueo, no entendía nada. Espera a que aquello fuera un simple sueño a simple vista, pero no... Era mi nueva realidad. Me sobresalté al notar la fuerza sobrenatural dentro de mí, mis ojos apenas perceptibles a la luz notaron mi figura escuálida en el reflejo del río. — .... — Silencio, sentí unas inmensas ganas de vomitar al verme, estaba demacrado, miles de insectos comenzaban a salir por mi pecho abierto con un corte casi limpio, fuí testigo de mí propio cuerpo en estado de descomposición frente a mis ojos. Pronto el terror se cernió sobre mí, como una capa densa que me arrastraba a la penumbra, ese hecho macabro que tuvo un fuerte impacto sobre mí. Pronto la sed de venganza me arrasó, atravesando cada línea de cordura que quedaba, mi mente frágil se entregó a aquella oscuridad. Ese es el único recuerdo que tengo del verano en que morí.
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  • **Una pequeña caminata por el bosque siempre es un buen método para despejar la mente, nada de trabajo, nada de gente, solo caminar bajo las hojas de los árboles.**

    **El esqueleto caminaba con calma, sin prisa alguna apreciando el ambiente mientras tarareaba una canción**

    **Una pequeña caminata por el bosque siempre es un buen método para despejar la mente, nada de trabajo, nada de gente, solo caminar bajo las hojas de los árboles.** **El esqueleto caminaba con calma, sin prisa alguna apreciando el ambiente mientras tarareaba una canción**
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  • — La joven vampiresa observaba el bosque en silencio, era una noche bastante tranquila, o eso pensaba, un extraño movimiento entre los árboles llamo su atención, rápidamente salió de la casa. en busca del extraño. —

    Oh, veo que hay un intruso, es descortés aparecer tan tarde en la noche por territorios ajenos,¿no crees, amiguito?

    Laryn Osaki
    — La joven vampiresa observaba el bosque en silencio, era una noche bastante tranquila, o eso pensaba, un extraño movimiento entre los árboles llamo su atención, rápidamente salió de la casa. en busca del extraño. — Oh, veo que hay un intruso, es descortés aparecer tan tarde en la noche por territorios ajenos,¿no crees, amiguito? [phantasm_ruby_spider_242]
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  • Dónde las almas claman piedad y los divinos diversión
    Categoría Original
    Rol para:
    Mahdi 𐬛𐬀𐬉𐬎𐬎𐬀

    Hora: 7 p.m
    Lugar: Ciudad Szeged- Hospital Rókus.

    La ceremonia apenas llevaba diez minutos de haber comenzado, y Lyra ya contaba los segundos para marcharse a casa. Pero no podía. Cada año era la misma rutina, o al menos eso decían quienes llevaban tiempo trabajando en aquel hospital. Ella apenas llevaba seis meses de regreso en su tierra natal, intentando adaptarse a un entorno que le resultaba tan familiar como ajeno.

    La dinámica era simple, premiar a los mejores departamentos del hospital, aquellos que habían destacado durante durante aquellos meses.

    —¿Y tú, Lyra? ¿No te acompaña nadie? ¿Algún novio, tus padres quizás? Oí que, como jefa del Departamento Forense, podrías ganar este año —preguntó Darka con esa curiosidad tan inoportuna que la caracterizaba.

    ♧ No, mis padres están de vacaciones. Hoy soy solo yo —mintió Lyra, regalándole una sonrisa amable. Nadie necesitaba saber más de su vida. En unos meses probablemente desaparecería con la excusa de un nuevo empleo en otra ciudad. Era su forma de sobrevivir. Los de su especie no podían permanecer mucho tiempo en un mismo lugar… era demasiado peligroso.

    El murmullo del público se interrumpió cuando pronunciaron su nombre. Ganadora del primer lugar, Lyra Velvetthorn. Los aplausos resonaron como un eco distante mientras subía al escenario, sosteniendo aquel trofeo que brillaba bajo las luces del auditorio.

    ♧ Gracias a todos mis compañeros —dijo con voz serena— Trabajar con ustedes ha sido un honor. La vida nos da oportunidades maravillosas, y esta es una de ellas — Aunque sus palabras sonaban sinceras, dentro de ella solo había vacío. Todo era un guión repetido una y otra vez. Sonrisas falsas, promesas vacías, años que pasaban sin dejar huella. Un ciclo interminable sin chispa ni propósito...

    Esa noche, al regresar a casa, dejó el premio en una repisa junto a otros idénticos. Parecía una línea del tiempo, una sucesión de logros que ya no significaban nada. Exhausta, se dejó caer en la cama y cerró los ojos.

    El sueño llegó rápido… y con él, el pasado. Tenía siete años otra vez. Sus padres reían mientras jugaban en el jardín. Todo era luz, hasta que la oscuridad lo devoró todo. Los disparos, los gritos, la sangre. Sus padres cayendo frente a ella. Mientras Lyra solo gritaba que no la dejaran sola, rogaba que se quedarán, pero en sus ojos ya se había ido todo rastro de vida.

    En el medio de la lluvia, mientras ella abrazaba sus cuerpos inertes, un hombre extraño apareció, ni siquiera podía distinguir su rostro, no sabía si era por sus lágrimas o es que de verdad aquel hombre no quería dejarse ver.

    — Pobre niña desafortunada. Tan hermosa como maldita. Una escena desgarradora —susurró, su voz sonaba tan ronca como diabólica — Mi alma ha sido conmovida. Por lo que vengo a ofrecerte un salida, la opción de cambiar tu destino. ¿No te gustaría? — Lyra quién yacía en el piso con el vestido lleno de la sangre de sus padres, no hizo más que levantarse del suelo para encararlo, la oferta no sonaba mal, después de todo, lo que la movía era su corazón desgarrado por el dolor y la rabia.

    ♧ ¿ Qué clase de salida? ¿Qué debo hacer? — La voz infantil de Lyra resonó como eco en el medio del caos.

    Al escuchar el interés de la niña, el hombre rió con satisfacción.

    — Que ñiña tan valiente...La salida es sencilla, pero el camino es tormentoso. El precio justo por lo que obtendrás luego — El hombre estiró su mano y limpió la pequeña lágrima que corrió por la mejilla de Lyra — Debes ir al Limbo y buscar los relojes invertidos, artefactos capaces de alterar la línea temporal. Podrás cambiar este destino tan desastroso — Se inclinó hacia ella, dejando su rostro a unos centímetros de distancia — ¿Aceptas princesita? — Lyra asintió sin pensarlo. El hombre sonrió, una sonrisa inquietante y macabra.

    — Trato sellado — El hombre sacó su lengua y lamió su propio dedo, en ese momento Lyra no lo sabía, pero aquel dedo contenía la lágrima que le había limpiado hace un momento.

    Y antes de poder preguntar por aquella acción tan extraña, fue arrastrada hacia el vacío. Despertó jadeando y sudando. Miró el reloj de su mesita de noche, era madrugada.

    ♧ Que sueño tan raro...- Murmuró, sin más, se dejó caer de nuevo sobre la cama. Y al girarse para cubrirse el rostro con una almohada. A su lado descansaba un mapa viejo, con símbolos extraños y una ruta trazada hasta un punto en el bosque.

    No había sido un sueño. La oportunidad que siempre había estado esperando estaba frente a ella. Tomó el mapa y lo guardo en el cajón de su mesita de noche.

    Al amanecer, lo primero que hizo Lyra fue darse de baja en el hospital por “asuntos personales”, la noticia tomó por sorpresa a todos, aunque los directores le rogaron que se quedará, ella no podía hacerlo, tenía una misión y la iba a cumplir a cualquier costo.

    Una vez en casa, alistó una pequeña mochila con lo que creía que iba a necesitar, no quería hacerse un drama, después de todo era el Limbo, cosas "normales" no iban a ser de mucha ayuda.

    Dando una última mirada a su hogar, cerró la puerta soltando un pequeño suspiro, tan cargado de esperanza como de muerte.

    En menos de 40 minutos, ya se encontraba en la parada de la estación del tren, tenía que ir a su primer destino "Muskai", un bosque tan bello como oscuro. Cada año habían reporte de al menos 10 personas desaparecidas en aquel lugar. Algunos decían que se los tragaba el bosque como pago, otros que eran simples aventureros curiosos que tentaban al destino, que cuando se daban cuenta de lo maligno que era su interior ya era muy tarde para volver.

    Pero para Lyra eso no era una barrera, después de todo ella tenía un mapa ¿no?. Igual si moría o pasaba algo en el trayecto, no había nada que lamentar.

    Las horas pasaban y ella ya no sabía cuanta distancia había caminado. Los pies le dolían pero no podía parar, tenía que llegar a la cueva antes del anochecer o todo sería más difícil.

    ♧ Maldición...¿Cuánto más debo caminar?- Se abrió paso entre el follaje de hojas violeta, fue ahí cuando se dió cuenta que estaba cerca, el ambiente se sentía diferente y ni hablar de la abrumadora aura, tan pesada y miserable...

    Media hora más tarde encontró la cueva, el borde estaba tallado con símbolos raros, casi igual al del mapa en sus manos. Se arrodillo y comenzó a sacar los implementos de su mochila.

    Creó el círculo con sangre humana y empezó a dibujar los signos del mapa, recitó un cántico de una lengua muerta y para el sello final, tomó una navaja y cortó su palma dejando caer su sangre en el medio del círculo.

    Al instante el suelo empezó a temblar y brillar, abriéndose por completo, todo fue tan rápido que se encontró cayendo al vacío en un abrir y cerrar de ojos. Tanto fue el impacto que no supo en que momento cayó inconsciente.

    Pero cuando por fin pudo despertar, Lyra yacía junto a un río de aguas rojas como el vino. El aire olía a óxido y niebla.

    Había llegado al Limbo...
    Rol para: [TwoBecomeOne_13] Hora: 7 p.m Lugar: Ciudad Szeged- Hospital Rókus. La ceremonia apenas llevaba diez minutos de haber comenzado, y Lyra ya contaba los segundos para marcharse a casa. Pero no podía. Cada año era la misma rutina, o al menos eso decían quienes llevaban tiempo trabajando en aquel hospital. Ella apenas llevaba seis meses de regreso en su tierra natal, intentando adaptarse a un entorno que le resultaba tan familiar como ajeno. La dinámica era simple, premiar a los mejores departamentos del hospital, aquellos que habían destacado durante durante aquellos meses. —¿Y tú, Lyra? ¿No te acompaña nadie? ¿Algún novio, tus padres quizás? Oí que, como jefa del Departamento Forense, podrías ganar este año —preguntó Darka con esa curiosidad tan inoportuna que la caracterizaba. ♧ No, mis padres están de vacaciones. Hoy soy solo yo —mintió Lyra, regalándole una sonrisa amable. Nadie necesitaba saber más de su vida. En unos meses probablemente desaparecería con la excusa de un nuevo empleo en otra ciudad. Era su forma de sobrevivir. Los de su especie no podían permanecer mucho tiempo en un mismo lugar… era demasiado peligroso. El murmullo del público se interrumpió cuando pronunciaron su nombre. Ganadora del primer lugar, Lyra Velvetthorn. Los aplausos resonaron como un eco distante mientras subía al escenario, sosteniendo aquel trofeo que brillaba bajo las luces del auditorio. ♧ Gracias a todos mis compañeros —dijo con voz serena— Trabajar con ustedes ha sido un honor. La vida nos da oportunidades maravillosas, y esta es una de ellas — Aunque sus palabras sonaban sinceras, dentro de ella solo había vacío. Todo era un guión repetido una y otra vez. Sonrisas falsas, promesas vacías, años que pasaban sin dejar huella. Un ciclo interminable sin chispa ni propósito... Esa noche, al regresar a casa, dejó el premio en una repisa junto a otros idénticos. Parecía una línea del tiempo, una sucesión de logros que ya no significaban nada. Exhausta, se dejó caer en la cama y cerró los ojos. El sueño llegó rápido… y con él, el pasado. Tenía siete años otra vez. Sus padres reían mientras jugaban en el jardín. Todo era luz, hasta que la oscuridad lo devoró todo. Los disparos, los gritos, la sangre. Sus padres cayendo frente a ella. Mientras Lyra solo gritaba que no la dejaran sola, rogaba que se quedarán, pero en sus ojos ya se había ido todo rastro de vida. En el medio de la lluvia, mientras ella abrazaba sus cuerpos inertes, un hombre extraño apareció, ni siquiera podía distinguir su rostro, no sabía si era por sus lágrimas o es que de verdad aquel hombre no quería dejarse ver. — Pobre niña desafortunada. Tan hermosa como maldita. Una escena desgarradora —susurró, su voz sonaba tan ronca como diabólica — Mi alma ha sido conmovida. Por lo que vengo a ofrecerte un salida, la opción de cambiar tu destino. ¿No te gustaría? — Lyra quién yacía en el piso con el vestido lleno de la sangre de sus padres, no hizo más que levantarse del suelo para encararlo, la oferta no sonaba mal, después de todo, lo que la movía era su corazón desgarrado por el dolor y la rabia. ♧ ¿ Qué clase de salida? ¿Qué debo hacer? — La voz infantil de Lyra resonó como eco en el medio del caos. Al escuchar el interés de la niña, el hombre rió con satisfacción. — Que ñiña tan valiente...La salida es sencilla, pero el camino es tormentoso. El precio justo por lo que obtendrás luego — El hombre estiró su mano y limpió la pequeña lágrima que corrió por la mejilla de Lyra — Debes ir al Limbo y buscar los relojes invertidos, artefactos capaces de alterar la línea temporal. Podrás cambiar este destino tan desastroso — Se inclinó hacia ella, dejando su rostro a unos centímetros de distancia — ¿Aceptas princesita? — Lyra asintió sin pensarlo. El hombre sonrió, una sonrisa inquietante y macabra. — Trato sellado — El hombre sacó su lengua y lamió su propio dedo, en ese momento Lyra no lo sabía, pero aquel dedo contenía la lágrima que le había limpiado hace un momento. Y antes de poder preguntar por aquella acción tan extraña, fue arrastrada hacia el vacío. Despertó jadeando y sudando. Miró el reloj de su mesita de noche, era madrugada. ♧ Que sueño tan raro...- Murmuró, sin más, se dejó caer de nuevo sobre la cama. Y al girarse para cubrirse el rostro con una almohada. A su lado descansaba un mapa viejo, con símbolos extraños y una ruta trazada hasta un punto en el bosque. No había sido un sueño. La oportunidad que siempre había estado esperando estaba frente a ella. Tomó el mapa y lo guardo en el cajón de su mesita de noche. Al amanecer, lo primero que hizo Lyra fue darse de baja en el hospital por “asuntos personales”, la noticia tomó por sorpresa a todos, aunque los directores le rogaron que se quedará, ella no podía hacerlo, tenía una misión y la iba a cumplir a cualquier costo. Una vez en casa, alistó una pequeña mochila con lo que creía que iba a necesitar, no quería hacerse un drama, después de todo era el Limbo, cosas "normales" no iban a ser de mucha ayuda. Dando una última mirada a su hogar, cerró la puerta soltando un pequeño suspiro, tan cargado de esperanza como de muerte. En menos de 40 minutos, ya se encontraba en la parada de la estación del tren, tenía que ir a su primer destino "Muskai", un bosque tan bello como oscuro. Cada año habían reporte de al menos 10 personas desaparecidas en aquel lugar. Algunos decían que se los tragaba el bosque como pago, otros que eran simples aventureros curiosos que tentaban al destino, que cuando se daban cuenta de lo maligno que era su interior ya era muy tarde para volver. Pero para Lyra eso no era una barrera, después de todo ella tenía un mapa ¿no?. Igual si moría o pasaba algo en el trayecto, no había nada que lamentar. Las horas pasaban y ella ya no sabía cuanta distancia había caminado. Los pies le dolían pero no podía parar, tenía que llegar a la cueva antes del anochecer o todo sería más difícil. ♧ Maldición...¿Cuánto más debo caminar?- Se abrió paso entre el follaje de hojas violeta, fue ahí cuando se dió cuenta que estaba cerca, el ambiente se sentía diferente y ni hablar de la abrumadora aura, tan pesada y miserable... Media hora más tarde encontró la cueva, el borde estaba tallado con símbolos raros, casi igual al del mapa en sus manos. Se arrodillo y comenzó a sacar los implementos de su mochila. Creó el círculo con sangre humana y empezó a dibujar los signos del mapa, recitó un cántico de una lengua muerta y para el sello final, tomó una navaja y cortó su palma dejando caer su sangre en el medio del círculo. Al instante el suelo empezó a temblar y brillar, abriéndose por completo, todo fue tan rápido que se encontró cayendo al vacío en un abrir y cerrar de ojos. Tanto fue el impacto que no supo en que momento cayó inconsciente. Pero cuando por fin pudo despertar, Lyra yacía junto a un río de aguas rojas como el vino. El aire olía a óxido y niebla. Había llegado al Limbo...
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  • —No te preocupes enplumado yo soy experto en esto la cera es lo mío y tú quedarás rosadito rosadito y ese bosque ya no existira mas ¡hahaha!—
    —No te preocupes enplumado yo soy experto en esto la cera es lo mío y tú quedarás rosadito rosadito y ese bosque ya no existira mas ¡hahaha!—
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