El profesor Zientek no es un brujo sociable, pero hace un momento se le veía conversando con otros profesores, ¿La razón? Conseguía información sobre cierto muchacho que no se presentó a la que fuera su primera clase en la academia. Y todo lo que pudo averiguar fue que "Luk es un caso perdido".

Él también fue un "caso perdido" en el pasado, ya sabía que todos los profesores llamaban así a los estudiantes que no querían seguir las reglas. Pero ninguno se molestaba en investigar el porqué detrás de esa a veces mal llamada rebeldía, que tampoco hacía falta para seguir adelante sin importar que se dejara atrás a un muchacho sin aprendizaje, sin herramientas, sin oportunidades. Como hicieron con él.

— ¿Alguien ha visto a Luk Sabbat? —Preguntó, alzando la voz frente a un grupo de estudiantes que jugaban baloncesto en el patio.

Los chicos se miraron los unos a los otros, deteniendo el juego por un momento, dudando. El brujo no luce como un profesor, sólo tiene una apariencia de veinticinco años de edad. Pero su deformidad y su tono de voz impresiona, sin mencionar que no viste el uniforme del alumnado sino de una manera oscura y cubierta como sólo a un empleado adulto se le permitiría.

— Sí, soy el profesor Zientek. ¿Dónde está Luk? —Reitera.

Entonces, uno de los muchachos señala con la mano hacia la gran fuente de agua que decora parte del jardín principal del castillo.

— Oh, claro. Las sirenas van al agua, debí imaginarlo —piensa en voz alta, antes de dirigirse hacia allí.

#NevermoreAcademy #ProfesorZientek [Feral]

Debería estar corriendo, como cada tarde antes de cenar, se le da bien seguir la rutina, pero está vez ha descubierto a un cuervo siguiendo sus pasos y ni siquiera se molestó en contener el impulsó. Le llamó con el brazo en alto y una gran sonrisa, para, cuando el ave atendió acercándose, no tener ningún problema en suspender el entrenamiento.

Ahora se encuentra en los lindes del bosque, desde donde se alcanza a ver el castillo, sentado en la hierba en posición de loto para jugar con el cuervo que, un poco por delante de él, entre saltos y aleteos intenta dar caza al extremo opuesto de la ramita que Thomas sostiene y mueve como si se tratara de un saltamontes.