Llegas en el mejor momento, cuando el sol se esconde y al fin cae la noche los mercados de la capital desértica cobran vida, las calles se llenan de gente, iluminadas por llamativas lámparas mágicas...
Pero por si resultase demasiado, el puerto es mucho más tranquilo y algunos mercaderes prefieren exponer la mercancía directamente en sus barcos.
Llegas en el mejor momento, cuando el sol se esconde y al fin cae la noche los mercados de la capital desértica cobran vida, las calles se llenan de gente, iluminadas por llamativas lámparas mágicas...
Pero por si resultase demasiado, el puerto es mucho más tranquilo y algunos mercaderes prefieren exponer la mercancía directamente en sus barcos.