Desaparece como siempre, hasta le pidió al viento que no lo delate con los demás.*

//¡Buenos días a todos!

*Sumergida en la ira que dominó su ser, se encargó de eliminar a cuanto se le atravesó en el camino, esa noche marcó el comienzo de su destino*

—¡Mueraaaaan!

Despreciables humanos....

-en ese día no amaneció con ánimos la noche fue larga y molesta gracias a los malditos humanos a los que debió obedecer -

—Se despierta y suelta un pequeño bostezo. Abre un poquito los ojos, agarra a Xellos y tira de él para que se tumbe junto a ella.—

Deja de protegerme, solo bésame.

¡Hola!

—Si alguien pregunta... Diles que tus entrenamientos te mantuvieron ocupada, princesa~–

—... Ya vete Tōga. —

La fugaz visita de Kiryū interrumpió todo su fin de semana. El día viernes se presentó, sin previo aviso, y logró apresarla entre el calor de su torso y los dulces sabores de platillos que el adinerado solicitaba para asegurarse que la espadachin no lo abandonaría por ningun motivo.

Hoy su reunión concluye.

La piel de ambos sigue fundida en los recuerdos.

Me cerré mucho en mi perdida y dolor. No debí tomarme el pasado tan a pecho ni pensar tanto... Dejando de preocuparme por mí mísma ni mi bienestar... Me resigno y acepto las cosas cómo son... Hay cosas a los cuales no estoy destinada cómo el Amor y felicidad, ya fui esposa, novia y madre, sé lo que tener familia. Ahora.... Es momento de volver a mis viejas raices cómo una mujer asexual, virgen que busca iluminarse y cuidar de sus hermanos, allegados y amigos.

Abrazo mi ser con sus defectos y virtudes.... Abrazo mi sensibilidad... Abrazo mi Asexualidad... Abrazo mi Virginidad...Abrazo mi Luz... Abrazo a mi Anillo.... Y Abrazo al Universo... Me abrazo a mí mísma por ser quién soy.