El alba comenzaba a teñir el cielo de suaves tonos anaranjados cuando Rei finalmente llegó al salón de prácticas, luego de una larga noche recorriendo las calles en busca de distracción, aunque estuvo toda la noche despierto y su cuerpo ya le exigia descansar, como líder del grupo no podía darse el lujo de faltar a los ensayos.
Sus compañeros ya se encontraban calentando cuando él hizo acto de presencia, ofreciéndoles una disculpa por la demora, aunque cansado, Rei se esforzó al máximo durante la práctica de las nuevas coreografías, moviéndose con su habitual gracia y precisión a pesar de los parpados que amenazaban con cerrarse, las dulces notas de la música y el ritmo de los pasos lograron mantenerlo despierto y concentrado.
Una vez finalizada la coreografía, Rei sintió que sus piernas amenazaban con fallarle de agotamiento, con discreción se escabulló hacia un rincón del salón y se dejó caer sobre un mullido sillón, enroscando su cuerpo en posición fetal. El sueño lo invadió de inmediato, arrastrándolo a un profundo sueño reparador mientras el sol comenzaba a elevarse en el cielo.
Lamentablemente, luego de varios minutos Rei comenzó a despertar de su reparador sueño, lo primero que sintió al recobrar la conciencia fue un resplandor cegador sobre su rostro, seguido del inconfundible flash de una cámara. Al abrir los ojos con pesadez, se encontró bajo la atenta mirada de sus compañeros, quienes lo observaban con curiosidad y cierta picardía. Fue entonces cuando notó el maquillaje desparramado en su rostro, seguramente aplicado en broma mientras dormía.
Ugh, que dolor, el vampiro dejo escapar un quejido y cerró sus ojos de nuevo dispuesto a seguir durmiendo.
El alba comenzaba a teñir el cielo de suaves tonos anaranjados cuando Rei finalmente llegó al salón de prácticas, luego de una larga noche recorriendo las calles en busca de distracción, aunque estuvo toda la noche despierto y su cuerpo ya le exigia descansar, como líder del grupo no podía darse el lujo de faltar a los ensayos.
Sus compañeros ya se encontraban calentando cuando él hizo acto de presencia, ofreciéndoles una disculpa por la demora, aunque cansado, Rei se esforzó al máximo durante la práctica de las nuevas coreografías, moviéndose con su habitual gracia y precisión a pesar de los parpados que amenazaban con cerrarse, las dulces notas de la música y el ritmo de los pasos lograron mantenerlo despierto y concentrado.
Una vez finalizada la coreografía, Rei sintió que sus piernas amenazaban con fallarle de agotamiento, con discreción se escabulló hacia un rincón del salón y se dejó caer sobre un mullido sillón, enroscando su cuerpo en posición fetal. El sueño lo invadió de inmediato, arrastrándolo a un profundo sueño reparador mientras el sol comenzaba a elevarse en el cielo.
Lamentablemente, luego de varios minutos Rei comenzó a despertar de su reparador sueño, lo primero que sintió al recobrar la conciencia fue un resplandor cegador sobre su rostro, seguido del inconfundible flash de una cámara. Al abrir los ojos con pesadez, se encontró bajo la atenta mirada de sus compañeros, quienes lo observaban con curiosidad y cierta picardía. Fue entonces cuando notó el maquillaje desparramado en su rostro, seguramente aplicado en broma mientras dormía.
Ugh, que dolor, el vampiro dejo escapar un quejido y cerró sus ojos de nuevo dispuesto a seguir durmiendo.