• "Un nuevo comienzo: la soledad de los Señores del Tiempo"
    Fandom Doctor Who
    Categoría Ciencia ficción
    — La neblina envolvía la noche londinense, el ambiente era fresco, y aun así las pocas personas que paseaban por el muelle lo hacían sin disgusto alguno, nadie reparaba en nadie, era una simple noche más.

    Y, como cada noche más, un hombre con apariencia madura, de pelo rubio (casi casi rapado), barba de varios días, envuelto en una gabardina negra y con la cabeza gacha en actitud tranquila, se encontraba apoyado en una de las barandas, mirando en dirección al agua, al horizonte, al infinito.

    A las estrellas.

    Roy Grace le llamaban, o así se hacía llamar entre sus semejantes. Pero había sido también Sam Tyler, Harold Saxon. Nombres que escondían una historia. Una aventura. Y sin embargo, él sabía quien era realmente.

    El Amo. El ser más peligroso de todo el universo.

    El vaho salía de sus labios con cada respiración. Estar tanto tiempo manteniendo esa identidad lo consumía, el no tener un propósito claro lo mataba por dentro. Hacía demasiado tiempo que no conseguía llevar a cabo sus malvados planes de dominación y conquista, de hacer daño a las personas. Tanto tiempo entre humanos lo había afectado considerablemente, y era momento de que eso cambiara.

    Sus largos dedos tiraron el cigarrillo que estos sostenían, pisándolo con el tacón del zapato. Con un giro elegante y las manos introducidas en los bolsillos de su gabardina, comenzó a andar lentamente camuflándose entre la niebla, entre los pocos paseantes, dirección a las escaleras desvencijadas que bajaban a la zona más escondida de la playa y los muelles.

    Dónde solamente su niña bonita era la única que podía continuar dándole su esencia de Time Lord. —
    — La neblina envolvía la noche londinense, el ambiente era fresco, y aun así las pocas personas que paseaban por el muelle lo hacían sin disgusto alguno, nadie reparaba en nadie, era una simple noche más. Y, como cada noche más, un hombre con apariencia madura, de pelo rubio (casi casi rapado), barba de varios días, envuelto en una gabardina negra y con la cabeza gacha en actitud tranquila, se encontraba apoyado en una de las barandas, mirando en dirección al agua, al horizonte, al infinito. A las estrellas. Roy Grace le llamaban, o así se hacía llamar entre sus semejantes. Pero había sido también Sam Tyler, Harold Saxon. Nombres que escondían una historia. Una aventura. Y sin embargo, él sabía quien era realmente. El Amo. El ser más peligroso de todo el universo. El vaho salía de sus labios con cada respiración. Estar tanto tiempo manteniendo esa identidad lo consumía, el no tener un propósito claro lo mataba por dentro. Hacía demasiado tiempo que no conseguía llevar a cabo sus malvados planes de dominación y conquista, de hacer daño a las personas. Tanto tiempo entre humanos lo había afectado considerablemente, y era momento de que eso cambiara. Sus largos dedos tiraron el cigarrillo que estos sostenían, pisándolo con el tacón del zapato. Con un giro elegante y las manos introducidas en los bolsillos de su gabardina, comenzó a andar lentamente camuflándose entre la niebla, entre los pocos paseantes, dirección a las escaleras desvencijadas que bajaban a la zona más escondida de la playa y los muelles. Dónde solamente su niña bonita era la única que podía continuar dándole su esencia de Time Lord. —
    Tipo
    Individual
    Líneas
    5
    Estado
    Disponible
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  • Podría convocar a los altos oficiales a una reunión urgente… sólo para preguntarles cuál es su té favorito. ¿Eso sería abuso del cargo?

    Posiblemente.

    ¿Lo haría de todos modos? Tal vez mañana, si esta noche sigue igual de... inspiradora.
    Podría convocar a los altos oficiales a una reunión urgente… sólo para preguntarles cuál es su té favorito. ¿Eso sería abuso del cargo? Posiblemente. ¿Lo haría de todos modos? Tal vez mañana, si esta noche sigue igual de... inspiradora.
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  • ¡HEY, FICROLERS 3D!
    ¡Hoy tenemos una gran llegada de nuevos personajes 3D a la comunidad!

    Denle una cálida bienvenida a...

    ㅤㅤㅤㅤㅤ Galatea Spencer

    Humana. OC. Se desempeña como detective


    ㅤㅤㅤㅤㅤ Isolde Black


    ㅤㅤㅤㅤㅤ 𝐒𝐂𝐈𝐄𝐋

    Humana del fandom Clair Obscur expedition 33. De género femenino, se presenta como una expedicionaria marcada por la conexión con las estrellas y la herencia de las palabras de su padre.


    ¡Bienvenid@s a FicRol! Nos alegra muchísimo teneros por aquí. Esta comunidad está llena de historias por descubrir, personajes con los que conectar y mucho espacio para que desarrolléis los vuestros a vuestro ritmo.


    Yo soy Caroline, vuestra RolSage, algo así como una guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada!


    Antes de lanzaros al rol, os dejo por aquí algunos enlaces útiles que os harán la vida más fácil:


    Normas básicas de la plataforma:
    https://ficrol.com/static/guidelines 


    Guías y miniguías para no perderse:
    https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS 


    Grupo exclusivo para Personajes 3D:
    https://ficrol.com/groups/Personajes3D


    Directorios para encontrar rol y fandoms afines
    Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS  
    Fandoms 3D en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL 


    Consejos para mejorar escritura y narración
    https://ficrol.com/pages/RinconEscritor 


    ¡Estamos deseando ver a vuestros personajes en acción!


    #RolSage3D #Bienvenida3D #NuevosPersonajes3D #ComunidadFicRol
    ✨ ¡HEY, FICROLERS 3D! ✨ ¡Hoy tenemos una gran llegada de nuevos personajes 3D a la comunidad! 🎉 Denle una cálida bienvenida a... ㅤㅤㅤㅤㅤ ✨ [galateaspn07] Humana. OC. Se desempeña como detective🕵️‍♀️ ㅤㅤㅤㅤㅤ ✨ [Eternity.Vessel] ㅤㅤㅤㅤㅤ ✨ [expedition33] Humana del fandom Clair Obscur expedition 33. De género femenino, se presenta como una expedicionaria marcada por la conexión con las estrellas y la herencia de las palabras de su padre. ✨ 👋 ¡Bienvenid@s a FicRol! Nos alegra muchísimo teneros por aquí. Esta comunidad está llena de historias por descubrir, personajes con los que conectar y mucho espacio para que desarrolléis los vuestros a vuestro ritmo. 🧙‍♀️ Yo soy Caroline, vuestra RolSage, algo así como una guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada! 🧭 Antes de lanzaros al rol, os dejo por aquí algunos enlaces útiles que os harán la vida más fácil: 📌 Normas básicas de la plataforma: 🔗 https://ficrol.com/static/guidelines  📖 Guías y miniguías para no perderse: 🔗 https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS  🌍 Grupo exclusivo para Personajes 3D: 🔗 https://ficrol.com/groups/Personajes3D 📚 Directorios para encontrar rol y fandoms afines 🔗 Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS   🔗 Fandoms 3D en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL  ✍️ Consejos para mejorar escritura y narración 🔗 https://ficrol.com/pages/RinconEscritor  ¡Estamos deseando ver a vuestros personajes en acción! 🚀🔥 #RolSage3D #Bienvenida3D #NuevosPersonajes3D #ComunidadFicRol
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  • El cielo estaba teñido de un rojo antinatural, la luna parecía un ojo sangriento observando cada rincón del mundo. Las calles estaban desiertas, los murmullos de la ciudad callados.

    La figura del cazador emergía entre sombras y brasas. La gabardina, desgarrada por las batallas pasadas, se agitaba con el viento impregnado de olor a hierro y ceniza. En su espalda, la katana descansaba, y en su rostro su determinación.

    ── La luna roja… para ellos significa festín, para mí, significa cacería. Creen que la noche los hace invencibles, que la oscuridad es su reino. Pero yo también soy parte de esa oscuridad…
    El cielo estaba teñido de un rojo antinatural, la luna parecía un ojo sangriento observando cada rincón del mundo. Las calles estaban desiertas, los murmullos de la ciudad callados. La figura del cazador emergía entre sombras y brasas. La gabardina, desgarrada por las batallas pasadas, se agitaba con el viento impregnado de olor a hierro y ceniza. En su espalda, la katana descansaba, y en su rostro su determinación. ── La luna roja… para ellos significa festín, para mí, significa cacería. Creen que la noche los hace invencibles, que la oscuridad es su reino. Pero yo también soy parte de esa oscuridad…
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  • 𝐋𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐌𝐮𝐦𝐲𝐨𝐮: 𝐞𝐥 "𝐒𝐢𝐧 𝐧𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞".

    Kurogiri Mumyou no siempre fue conocido por ese nombre. En su juventud, ingresó al Cuerpo de Exterminio con el entusiasmo de un guerrero convencido de que el sacrificio era un precio justo por la victoria. Tenía un escuadrón, camaradas con los que compartía entrenamientos, risas y el juramento de proteger la vida de los inocentes.

    Su primera misión importante los llevó a un pueblo montañoso, donde rumores hablaban de desapariciones nocturnas. El aire era espeso, y el silencio de la aldea, perturbador. Esa noche, la luna apenas iluminaba el sendero cuando el demonio apareció. Era más fuerte de lo que cualquier informe había advertido, un monstruo despiadado que parecía disfrutar prolongando el sufrimiento.

    La batalla fue rápida, brutal. Uno tras otro, sus compañeros fueron cayendo. El joven Kurogiri luchó con todas sus fuerzas, pero pronto comprendió que moriría igual que ellos. El instinto, o quizás el miedo, lo llevó a esconderse entre las sombras, aguardando un momento, una apertura. Allí, vio cómo sus amigos eran devorados, cómo gritaban sus nombres entre la oscuridad, rogando no ser olvidados.

    Cuando el demonio bajó la guardia, él emergió de su escondite. Con un golpe preciso, casi desesperado, logró herirlo lo suficiente para obligarlo a huir hacia la noche. Fue el único que quedó en pie.

    Al regresar, los superiores le preguntaron por lo sucedido. Le pidieron los nombres de los caídos, para registrar su sacrificio en los libros del Cuerpo. Fue entonces cuando ocurrió lo imperdonable: en medio de su trauma, de su dolor y de la adrenalina que aún le corría por las venas, Kurogiri no pudo recordar todos los nombres. Algunos se desvanecieron de su memoria como si nunca hubieran existido.

    Ese vacío lo destrozó más que la batalla misma. La idea de haber sobrevivido gracias al silencio, gracias a esconderse, mientras los demás murieron con dignidad… era un peso insoportable.

    Cuando le preguntaron por su propio nombre, respondió con voz quebrada:

    —Ellos murieron con nombre. Yo sigo vivo sin merecer el mío. Desde entonces, llámenme Mumyou… el que no merece ser recordado.

    Desde ese día, se convirtió en una figura sombría dentro del Cuerpo. Peleaba con fiereza, salvaba vidas, pero jamás buscó gloria. Rehuía los honores, las ceremonias, incluso los vínculos demasiado cercanos. Porque cada vez que alguien pronunciaba su nombre, él lo sentía vacío, un recordatorio de que estaba vivo gracias a las sombras y al olvido.

    El joven que una vez creyó en la justicia se transformó en el hombre que aprendió a vivir en silencio. Así nació Kurogiri Mumyou, el Pilar de la Sombra en ese entonces, marcado por la tragedia y por los nombres que no pudo recordar.
    𝐋𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐌𝐮𝐦𝐲𝐨𝐮: 𝐞𝐥 "𝐒𝐢𝐧 𝐧𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞". Kurogiri Mumyou no siempre fue conocido por ese nombre. En su juventud, ingresó al Cuerpo de Exterminio con el entusiasmo de un guerrero convencido de que el sacrificio era un precio justo por la victoria. Tenía un escuadrón, camaradas con los que compartía entrenamientos, risas y el juramento de proteger la vida de los inocentes. Su primera misión importante los llevó a un pueblo montañoso, donde rumores hablaban de desapariciones nocturnas. El aire era espeso, y el silencio de la aldea, perturbador. Esa noche, la luna apenas iluminaba el sendero cuando el demonio apareció. Era más fuerte de lo que cualquier informe había advertido, un monstruo despiadado que parecía disfrutar prolongando el sufrimiento. La batalla fue rápida, brutal. Uno tras otro, sus compañeros fueron cayendo. El joven Kurogiri luchó con todas sus fuerzas, pero pronto comprendió que moriría igual que ellos. El instinto, o quizás el miedo, lo llevó a esconderse entre las sombras, aguardando un momento, una apertura. Allí, vio cómo sus amigos eran devorados, cómo gritaban sus nombres entre la oscuridad, rogando no ser olvidados. Cuando el demonio bajó la guardia, él emergió de su escondite. Con un golpe preciso, casi desesperado, logró herirlo lo suficiente para obligarlo a huir hacia la noche. Fue el único que quedó en pie. Al regresar, los superiores le preguntaron por lo sucedido. Le pidieron los nombres de los caídos, para registrar su sacrificio en los libros del Cuerpo. Fue entonces cuando ocurrió lo imperdonable: en medio de su trauma, de su dolor y de la adrenalina que aún le corría por las venas, Kurogiri no pudo recordar todos los nombres. Algunos se desvanecieron de su memoria como si nunca hubieran existido. Ese vacío lo destrozó más que la batalla misma. La idea de haber sobrevivido gracias al silencio, gracias a esconderse, mientras los demás murieron con dignidad… era un peso insoportable. Cuando le preguntaron por su propio nombre, respondió con voz quebrada: —Ellos murieron con nombre. Yo sigo vivo sin merecer el mío. Desde entonces, llámenme Mumyou… el que no merece ser recordado. Desde ese día, se convirtió en una figura sombría dentro del Cuerpo. Peleaba con fiereza, salvaba vidas, pero jamás buscó gloria. Rehuía los honores, las ceremonias, incluso los vínculos demasiado cercanos. Porque cada vez que alguien pronunciaba su nombre, él lo sentía vacío, un recordatorio de que estaba vivo gracias a las sombras y al olvido. El joven que una vez creyó en la justicia se transformó en el hombre que aprendió a vivir en silencio. Así nació Kurogiri Mumyou, el Pilar de la Sombra en ese entonces, marcado por la tragedia y por los nombres que no pudo recordar.
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  • Observaba desde la cornisa de un edificio abandonado, las manos enfundadas en los bolsillos de su abrigo. El viento frío agitaba su cabello, pero él permanecia inmóvil, una estatua de quietud en medio de la ciudad.

    ¿Cuánto tiempo había pasado desde que había sentido el calor del sol sin que le dolieran los ojos o le diera migraña? ¿Cuánto, desde que había tenido una conversación que no fuera un intercambio de información o una advertencia velada?

    Una punzada familiar presionó sus sienes. "La Entidad" se agitaba, inquieto. Siempre lo hacía en las noches quieras, cuando no había un enemigo al que enfrentar, ni nada en lo que concentrarse más allá que el silencio de la propia mente.

    «𝘛𝘦𝘥𝘪𝘰𝘴𝘰...» susurró una voz, que era más un eco en su cráneo que una voz. Un pensamiento corrupto que no le pertenecía.

    "Cállate", pensó él.

    «𝘛𝘢𝘯𝘵𝘰𝘴 𝘤𝘰𝘳𝘢𝘻𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘭𝘢𝘵𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰 𝘢𝘩𝘪 𝘢𝘣𝘢𝘫𝘰. 𝘛𝘢𝘯𝘵𝘰 𝘮𝘪𝘦𝘥𝘰, 𝘵𝘢𝘯𝘵𝘢 𝘪𝘳𝘢... 𝘜𝘯 𝘧𝘦𝘴𝘵𝘪𝘯. ¿𝘗𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰𝘴 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘦𝘯𝘦𝘮𝘰𝘴?»

    —Porque no somos un animal. Porque soy yo quien tiene el control —murmuró.

    «𝘌𝘭 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘰𝘭 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦 𝘶𝘯 𝘱𝘳𝘦𝘤𝘪𝘰», habló en su mente aquella voz ronca «𝘚𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦 𝘭𝘰 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦»

    Extendió una mano. Una sombra se arrastró hacia su palma, formando una esfera de oscuridad perfecta que absorbía la luz. La sostuvo, sintiendo su peso frío. Este poder le había salvado la vida. Y este poder se la estaba robando.

    Cerró el puño. La esfera se desvaneció con un suspiro.

    Él no era un héroe, lo sabía. Los héroes no pactaban con entidades silenciosas y hambrientas, y tampoco temían sus propias sombras. Pero ahí estaba, noche tras noche, conteniendo la tormenta dentro de él para que aquellos que dormían ahí abajo, inocentes de los horrores que existían en el mundo, nunca tuvieran que saber su nombre.

    Se dió la vuelta, alejándose de la orilla de la cornisa y sumergiéndose en las sombras más profundas del edificio. Su trabajo nunca terminaba.

    «¿𝘘𝘶𝘪𝘦𝘯 𝘵𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦 𝘢 𝘵𝘪?» susurró La Entidad. La pregunta, como siempre, quedó sin respuesta.
    Observaba desde la cornisa de un edificio abandonado, las manos enfundadas en los bolsillos de su abrigo. El viento frío agitaba su cabello, pero él permanecia inmóvil, una estatua de quietud en medio de la ciudad. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que había sentido el calor del sol sin que le dolieran los ojos o le diera migraña? ¿Cuánto, desde que había tenido una conversación que no fuera un intercambio de información o una advertencia velada? Una punzada familiar presionó sus sienes. "La Entidad" se agitaba, inquieto. Siempre lo hacía en las noches quieras, cuando no había un enemigo al que enfrentar, ni nada en lo que concentrarse más allá que el silencio de la propia mente. «𝘛𝘦𝘥𝘪𝘰𝘴𝘰...» susurró una voz, que era más un eco en su cráneo que una voz. Un pensamiento corrupto que no le pertenecía. "Cállate", pensó él. «𝘛𝘢𝘯𝘵𝘰𝘴 𝘤𝘰𝘳𝘢𝘻𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘭𝘢𝘵𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰 𝘢𝘩𝘪 𝘢𝘣𝘢𝘫𝘰. 𝘛𝘢𝘯𝘵𝘰 𝘮𝘪𝘦𝘥𝘰, 𝘵𝘢𝘯𝘵𝘢 𝘪𝘳𝘢... 𝘜𝘯 𝘧𝘦𝘴𝘵𝘪𝘯. ¿𝘗𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰𝘴 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘦𝘯𝘦𝘮𝘰𝘴?» —Porque no somos un animal. Porque soy yo quien tiene el control —murmuró. «𝘌𝘭 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘰𝘭 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦 𝘶𝘯 𝘱𝘳𝘦𝘤𝘪𝘰», habló en su mente aquella voz ronca «𝘚𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦 𝘭𝘰 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦» Extendió una mano. Una sombra se arrastró hacia su palma, formando una esfera de oscuridad perfecta que absorbía la luz. La sostuvo, sintiendo su peso frío. Este poder le había salvado la vida. Y este poder se la estaba robando. Cerró el puño. La esfera se desvaneció con un suspiro. Él no era un héroe, lo sabía. Los héroes no pactaban con entidades silenciosas y hambrientas, y tampoco temían sus propias sombras. Pero ahí estaba, noche tras noche, conteniendo la tormenta dentro de él para que aquellos que dormían ahí abajo, inocentes de los horrores que existían en el mundo, nunca tuvieran que saber su nombre. Se dió la vuelta, alejándose de la orilla de la cornisa y sumergiéndose en las sombras más profundas del edificio. Su trabajo nunca terminaba. «¿𝘘𝘶𝘪𝘦𝘯 𝘵𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦 𝘢 𝘵𝘪?» susurró La Entidad. La pregunta, como siempre, quedó sin respuesta.
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  • En la ciudad comenzó una crisis sobrenatural cuando una brecha inestable se abrió, liberando cada noche a demonios cada vez más poderosos. Ante la amenaza creciente, pidió ayuda a un grupo de exorcistas extranjeros, quienes se encargaban de enfrentar y eliminar a las criaturas. Mientras ellos combatían en las calles, él asumió un papel distinto: investigar el origen de la brecha.

    Su tarea era arriesgada, pues la grieta no tenía un punto fijo, aparecía en lugares aleatorios cada noche. Dedicó sus esfuerzos a estudiar el patrón oculto, descifrar las señales y predecir el sitio de la próxima apertura, con un objetivo claro: adentrarse en la brecha misma y descubrir qué había más allá, buscando detener el problema desde la raíz.
    En la ciudad comenzó una crisis sobrenatural cuando una brecha inestable se abrió, liberando cada noche a demonios cada vez más poderosos. Ante la amenaza creciente, pidió ayuda a un grupo de exorcistas extranjeros, quienes se encargaban de enfrentar y eliminar a las criaturas. Mientras ellos combatían en las calles, él asumió un papel distinto: investigar el origen de la brecha. Su tarea era arriesgada, pues la grieta no tenía un punto fijo, aparecía en lugares aleatorios cada noche. Dedicó sus esfuerzos a estudiar el patrón oculto, descifrar las señales y predecir el sitio de la próxima apertura, con un objetivo claro: adentrarse en la brecha misma y descubrir qué había más allá, buscando detener el problema desde la raíz.
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  • ─Entonces… pagas, o te atienes a las consecuencias.

    Sentenció envuelto en un traje oscuro impecable, guantes negros y una mirada que helaba la sangre, su sola presencia parecía no solo reflejar quien era si no, a cuantos ha matado.

    Su objetivo era claro: extorsionr el local... o reducirlo a ruinas.

    El silencio se volvió insoportable.

    ¿Intervienes? ¿Observas desde las sombras? ¿O te conviertes en su próximo objetivo?

    🌹─Entonces… pagas, o te atienes a las consecuencias. Sentenció envuelto en un traje oscuro impecable, guantes negros y una mirada que helaba la sangre, su sola presencia parecía no solo reflejar quien era si no, a cuantos ha matado. Su objetivo era claro: extorsionr el local... o reducirlo a ruinas. El silencio se volvió insoportable. ¿Intervienes? ¿Observas desde las sombras? ¿O te conviertes en su próximo objetivo?
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  • Invito a alguien a vivir aventuras y se va, supongo que no me bañe bien.
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  • Pero qué noche tan solitaria. Tan melancólica... Me pregunto si habrá alma o compañía para mí... o si quedaré en esta cruel soledad hasta el final... Quizá habrá un bar o un lugar adonde ir. ¿Alguna área pública divertida, o alguien que me invite a pasar la fría noche...? 🩵
    Pero qué noche tan solitaria. Tan melancólica... Me pregunto si habrá alma o compañía para mí... o si quedaré en esta cruel soledad hasta el final... Quizá habrá un bar o un lugar adonde ir. ¿Alguna área pública divertida, o alguien que me invite a pasar la fría noche...? 🩵
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