• Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    [ 𝑹𝑼𝑳𝑬𝑺── 𝐇𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐥𝐨𝐬 𝐦𝐞𝐣𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐣𝐮𝐞𝐠𝐨𝐬 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞𝐧 𝐫𝐞𝐠𝐥𝐚𝐬. ]







    Cualquier incumplimiento bloqueare de forma instantánea. Me gusta la tranquilidad dentro de todo esto.


    •Me adapto a distintos tipos de tramas e historias.

    •Roleo tanto por privado como en publicaciones abiertas.

    •Tengo vida fuera del rol. A veces puedo demorarme en responder por asuntos personales. No exijo inmediatez ni la ofrezco. Si buscas respuestas rápidas o disponibilidad inmediata, mejor sigue de largo.

    •No tolero acoso, chantajes ni dramas fuera del contexto del rol. Si la historia no avanza como esperas, o si mi personaje no responde según tus planes, no es motivo para reclamos.

    •No hago pactos de pareja. Es decir: no prometo que mi personaje terminará con el tuyo, tiene que surgir esto de manera natural. (?)

    •No roleo contenido +18 sin un contexto sólido dentro de la historia.

    •No se fuerza un rol +18. Lo dejo claro: no forzar a mi personaje a situaciones sexuales.

    •Nada de Meta Rol.

    •Prefiero calidad antes que cantidad.

    •Saber diferenciar entre personaje y usuario es esencial. Podemos conversar de forma agradable incluso si nuestros PJs se odian a muerte (?).

    •No estoy en contra de que mi personaje tenga pareja. No soy multiship y no me interesa ese enfoque. Si en algún momento rechacé una relación, fue por razones concretas o por motivos x. Aun así, debido a la naturaleza de Ryan y sus conflictos, esto no es algo que ocurra fácilmente.

    •Todo lo que le sucede a Ryan es canon (?): Me gusta mantener coherencia y continuidad. Si en un rol entra a la tienda de X personaje y compra una bolsa de golosinas, probablemente en una publicación se haga mención o dentro de un rol aparezca comiéndolas.

    •No roleo con personajes absurdamente poderosos, sin debilidades ni defectos, que lo hacen todo y lo hacen perfecto. Ryan es inmortal, sí, pero tiene múltiples debilidades y, como cualquier personaje realista, comete errores.

    •No traten de convencer al User para que mi Personaje sea pareja del suyo. A quien deben convencer es a Ryan, no a mi. No pienso manipular a mi Personaje a su antojo.

    Una ultima cosa; El user es bien chismoso, si te envie solicitud pero no hay ningún rol, es porque se la pasa leyendo sus tramas (?) Me encantaría etiquetar algunas personajes con 10/10 en desarrollos, pero me estaria delatando. Estas reglas estaran aqui temporalmente. Posteriormente las colocare en la ficha que estoy terminando, si, la que llevo escribiendo del año pasado. No me culpen, Ryan lleva existiendo ya años en realidad. Asi que andaba haciendo memoria por si se me pasaba algo. Hasta entonces, un abrazo.
    [ 𝑹𝑼𝑳𝑬𝑺── 𝐇𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐥𝐨𝐬 𝐦𝐞𝐣𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐣𝐮𝐞𝐠𝐨𝐬 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞𝐧 𝐫𝐞𝐠𝐥𝐚𝐬. ] Cualquier incumplimiento bloqueare de forma instantánea. Me gusta la tranquilidad dentro de todo esto. •Me adapto a distintos tipos de tramas e historias. •Roleo tanto por privado como en publicaciones abiertas. •Tengo vida fuera del rol. A veces puedo demorarme en responder por asuntos personales. No exijo inmediatez ni la ofrezco. Si buscas respuestas rápidas o disponibilidad inmediata, mejor sigue de largo. •No tolero acoso, chantajes ni dramas fuera del contexto del rol. Si la historia no avanza como esperas, o si mi personaje no responde según tus planes, no es motivo para reclamos. •No hago pactos de pareja. Es decir: no prometo que mi personaje terminará con el tuyo, tiene que surgir esto de manera natural. (?) •No roleo contenido +18 sin un contexto sólido dentro de la historia. •No se fuerza un rol +18. Lo dejo claro: no forzar a mi personaje a situaciones sexuales. •Nada de Meta Rol. •Prefiero calidad antes que cantidad. •Saber diferenciar entre personaje y usuario es esencial. Podemos conversar de forma agradable incluso si nuestros PJs se odian a muerte (?). •No estoy en contra de que mi personaje tenga pareja. No soy multiship y no me interesa ese enfoque. Si en algún momento rechacé una relación, fue por razones concretas o por motivos x. Aun así, debido a la naturaleza de Ryan y sus conflictos, esto no es algo que ocurra fácilmente. •Todo lo que le sucede a Ryan es canon (?): Me gusta mantener coherencia y continuidad. Si en un rol entra a la tienda de X personaje y compra una bolsa de golosinas, probablemente en una publicación se haga mención o dentro de un rol aparezca comiéndolas. •No roleo con personajes absurdamente poderosos, sin debilidades ni defectos, que lo hacen todo y lo hacen perfecto. Ryan es inmortal, sí, pero tiene múltiples debilidades y, como cualquier personaje realista, comete errores. •No traten de convencer al User para que mi Personaje sea pareja del suyo. A quien deben convencer es a Ryan, no a mi. No pienso manipular a mi Personaje a su antojo. Una ultima cosa; El user es bien chismoso, si te envie solicitud pero no hay ningún rol, es porque se la pasa leyendo sus tramas (?) Me encantaría etiquetar algunas personajes con 10/10 en desarrollos, pero me estaria delatando. Estas reglas estaran aqui temporalmente. Posteriormente las colocare en la ficha que estoy terminando, si, la que llevo escribiendo del año pasado. No me culpen, Ryan lleva existiendo ya años en realidad. Asi que andaba haciendo memoria por si se me pasaba algo. Hasta entonces, un abrazo.
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  • Había algo en Nueva Orleans que siempre le hablaba en susurros a Esme. No eran las luces ni la música que brotaba de cada rincón, sino los silencios entre las tumbas, los secretos que se deslizaban como niebla por los callejones del Barrio Francés. Esa noche, con la luna colgada baja y amarilla sobre el cielo, Esme caminaba entre los panteones antiguos del cementerio de Lafayette, siguiendo rumores de lo oculto, buscando respuestas que ni siquiera sabía cómo formular.

    Fue entonces cuando escuchó los pasos apresurados, el murmullo de una voz que invocaba algo más viejo que el tiempo y el eco de una persecución que no estaba destinada para ojos mortales.

    Y la vio.

    Hilda.

    El vestido raído, la piel salpicada de magia antigua y miedo. Corría, no hacia la vida, sino huyendo de la muerte. De aquellos que la querían ver callada, enterrada, desaparecida.

    Esme no lo pensó. Su cuerpo se movió por instinto, como si algo en su sangre recordara un pacto sellado mucho antes de que ella naciera. Se interpuso entre Hilda y sus perseguidores, con nada más que su determinación y un fuego recién nacido en las manos, uno que no sabía que podía arder en ella.

    La lucha fue confusa. Rápida. Un parpadeo envuelto en sombras y maldiciones. Pero al final, quedaron solas. Respirando fuerte, mirándose como si se hubieran reconocido sin haberse visto nunca antes.

    —¿Quién eres? —preguntó Hilda, con voz áspera pero ojos suaves.

    —No lo sé —respondió Esme—. Pero creo que te estaba buscando.

    Desde esa noche, no se separaron. Hilda encontró en Esme un faro inesperado, y Esme encontró en Hilda no solo las respuestas que buscaba, sino también un propósito. Se cuidaron mutuamente, como sólo lo hacen quienes han cruzado juntas la línea entre lo terrenal y lo invisible. Unidas por un instante de destino y una promesa no dicha.

    Porque en Nueva Orleans, las almas se cruzan cuando tienen que cruzarse.

    Esme y Hilda… estaban destinadas a encontrarse. Después de eso, se dió cuenta que familia no es sólo la que comparte tu misma sangre.
    Había algo en Nueva Orleans que siempre le hablaba en susurros a Esme. No eran las luces ni la música que brotaba de cada rincón, sino los silencios entre las tumbas, los secretos que se deslizaban como niebla por los callejones del Barrio Francés. Esa noche, con la luna colgada baja y amarilla sobre el cielo, Esme caminaba entre los panteones antiguos del cementerio de Lafayette, siguiendo rumores de lo oculto, buscando respuestas que ni siquiera sabía cómo formular. Fue entonces cuando escuchó los pasos apresurados, el murmullo de una voz que invocaba algo más viejo que el tiempo y el eco de una persecución que no estaba destinada para ojos mortales. Y la vio. Hilda. El vestido raído, la piel salpicada de magia antigua y miedo. Corría, no hacia la vida, sino huyendo de la muerte. De aquellos que la querían ver callada, enterrada, desaparecida. Esme no lo pensó. Su cuerpo se movió por instinto, como si algo en su sangre recordara un pacto sellado mucho antes de que ella naciera. Se interpuso entre Hilda y sus perseguidores, con nada más que su determinación y un fuego recién nacido en las manos, uno que no sabía que podía arder en ella. La lucha fue confusa. Rápida. Un parpadeo envuelto en sombras y maldiciones. Pero al final, quedaron solas. Respirando fuerte, mirándose como si se hubieran reconocido sin haberse visto nunca antes. —¿Quién eres? —preguntó Hilda, con voz áspera pero ojos suaves. —No lo sé —respondió Esme—. Pero creo que te estaba buscando. Desde esa noche, no se separaron. Hilda encontró en Esme un faro inesperado, y Esme encontró en Hilda no solo las respuestas que buscaba, sino también un propósito. Se cuidaron mutuamente, como sólo lo hacen quienes han cruzado juntas la línea entre lo terrenal y lo invisible. Unidas por un instante de destino y una promesa no dicha. Porque en Nueva Orleans, las almas se cruzan cuando tienen que cruzarse. Esme y Hilda… estaban destinadas a encontrarse. Después de eso, se dió cuenta que familia no es sólo la que comparte tu misma sangre.
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  • El mármol blanco reflejaba la luz suave que se colaba por los ventanales del Olimpo. El aire era sereno, inmutable, como si el tiempo no tuviera permiso para tocar aquel lugar. Astrape estaba sentada junto a la gran ventana de su habitación, con el mismo libro de poemas humanos entre las manos. Lo había traído consigo del mundo terrenal. No porque lo necesitara, sino porque no podía dejarlo atrás.

    Sus dedos recorrían las líneas de una página ya leída. Había algo en la forma en que los humanos escribían sobre el amor que no podía soltarla.

    “Moriría por ti sin saber si me mirarás al final.”

    Volvió a leer esa frase. Era absurda, imprudente… y profundamente honesta.

    Desde su ventana se veían las nubes abrirse y cerrarse como respiraciones. Las voces de otros dioses eran ecos lejanos, conversaciones que no le importaban. No ahora.

    A veces se preguntaba si su habitación era un refugio… o una jaula.

    Allá abajo, los humanos gritaban, reían, peleaban, se abrazaban. Vivían sin saber cuánto tiempo tenían. Amaban sin garantías. Caían una y otra vez, y aún así se levantaban con el corazón lleno de algo que ella no podía nombrar sin que doliera un poco.

    ¿Era eso lo que los hacía tan interesantes? ¿Que sabían que todo acabaría, y aún así lo intentaban?

    Atrapó el libro entre sus brazos, contra el pecho. Sus ojos azules se perdieron más allá del Olimpo, como si buscaran a alguien en particular entre las ciudades diminutas que apenas se distinguían desde allí.

    —Son tan frágiles… —susurró—. Y sin embargo, sienten como si fueran infinitos.

    Lo dijo para sí, como una confesión.

    Y por primera vez en mucho tiempo, no supo si envidiaba a los humanos… o si simplemente quería comprenderlos.
    El mármol blanco reflejaba la luz suave que se colaba por los ventanales del Olimpo. El aire era sereno, inmutable, como si el tiempo no tuviera permiso para tocar aquel lugar. Astrape estaba sentada junto a la gran ventana de su habitación, con el mismo libro de poemas humanos entre las manos. Lo había traído consigo del mundo terrenal. No porque lo necesitara, sino porque no podía dejarlo atrás. Sus dedos recorrían las líneas de una página ya leída. Había algo en la forma en que los humanos escribían sobre el amor que no podía soltarla. “Moriría por ti sin saber si me mirarás al final.” Volvió a leer esa frase. Era absurda, imprudente… y profundamente honesta. Desde su ventana se veían las nubes abrirse y cerrarse como respiraciones. Las voces de otros dioses eran ecos lejanos, conversaciones que no le importaban. No ahora. A veces se preguntaba si su habitación era un refugio… o una jaula. Allá abajo, los humanos gritaban, reían, peleaban, se abrazaban. Vivían sin saber cuánto tiempo tenían. Amaban sin garantías. Caían una y otra vez, y aún así se levantaban con el corazón lleno de algo que ella no podía nombrar sin que doliera un poco. ¿Era eso lo que los hacía tan interesantes? ¿Que sabían que todo acabaría, y aún así lo intentaban? Atrapó el libro entre sus brazos, contra el pecho. Sus ojos azules se perdieron más allá del Olimpo, como si buscaran a alguien en particular entre las ciudades diminutas que apenas se distinguían desde allí. —Son tan frágiles… —susurró—. Y sin embargo, sienten como si fueran infinitos. Lo dijo para sí, como una confesión. Y por primera vez en mucho tiempo, no supo si envidiaba a los humanos… o si simplemente quería comprenderlos.
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  • En los jardines de Naboo, bajo la luz dorada del atardecer, Padmé paseaba descalza entre las flores silvestres, dejando que la brisa tibia jugara con su vestido vaporoso y su cabello suelto.

    A lo lejos, los lagos brillaban como espejos encantados, y el canto de los pájaros envolvía el aire con una calma casi mágica. Sentada en la hierba, con una cesta a su lado, Padmé escribía a mano en un pequeño cuaderno de tapas de cuero. No era un discurso, ni un informe del Senado, sino pensamientos sueltos, pequeñas reflexiones sobre la paz, el amor, y los sueños que aún guardaba para la galaxia.

    Cada tanto se detenía, observando a una mariposa que pasaba cerca o acariciando las flores que la rodeaban, como si pudiera hablarles en silencio. Su rostro, sereno y cálido, parecía pertenecer a otra era, una donde la guerra no existía y la política no le pesaba tanto en los hombros.

    A su lado, un droide servía té de jazmín en una pequeña taza de porcelana, pero Padmé apenas lo notó. Estaba en su mundo. Uno donde la belleza y la esperanza aún eran posibles. Donde, por un momento, podía ser solo una mujer entre flores, soñando con un futuro mejor.
    En los jardines de Naboo, bajo la luz dorada del atardecer, Padmé paseaba descalza entre las flores silvestres, dejando que la brisa tibia jugara con su vestido vaporoso y su cabello suelto. A lo lejos, los lagos brillaban como espejos encantados, y el canto de los pájaros envolvía el aire con una calma casi mágica. Sentada en la hierba, con una cesta a su lado, Padmé escribía a mano en un pequeño cuaderno de tapas de cuero. No era un discurso, ni un informe del Senado, sino pensamientos sueltos, pequeñas reflexiones sobre la paz, el amor, y los sueños que aún guardaba para la galaxia. Cada tanto se detenía, observando a una mariposa que pasaba cerca o acariciando las flores que la rodeaban, como si pudiera hablarles en silencio. Su rostro, sereno y cálido, parecía pertenecer a otra era, una donde la guerra no existía y la política no le pesaba tanto en los hombros. A su lado, un droide servía té de jazmín en una pequeña taza de porcelana, pero Padmé apenas lo notó. Estaba en su mundo. Uno donde la belleza y la esperanza aún eran posibles. Donde, por un momento, podía ser solo una mujer entre flores, soñando con un futuro mejor.
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  • ¡HEY, FICROLERS 3D!
    ¡Un nuevo personaje 3D viene pisando fuerte!

    Hoy damos la bienvenida a...

    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ¡𝓟𝓪𝓭𝓶𝓮 𝓐𝓶𝓲𝓭𝓪𝓵𝓪!

    Padmé Amidala, senadora de la República Galáctica y ex reina de Naboo, es una voz firme por la paz en tiempos de guerra. Astuta, empática y valiente, lucha con convicción contra la corrupción que amenaza a la galaxia.



    ¡Bienvenid@ a FicRol! Nos alegra tenerte entre nosotros y esperamos que disfrutes mucho explorando historias, creando conexiones y dando vida a tu personaje en este rincón tan creativo.

    Yo soy Caroline, tu RolSage, algo así como tu guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada!

    Antes de lanzarte de lleno, te dejo algunos recursos que te pueden venir de maravilla para empezar con buen pie:

    Normas básicas del de la plataforma:
    https://ficrol.com/static/guidelines

    Guías detalladas sobre cómo funciona todo por aquí:
    https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS

    Grupo exclusivo para Personajes 3D:
    https://ficrol.com/groups/Personajes3D

    Directorios para encontrar personajes y fandoms afines
    Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS
    Fandoms disponibles en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL

    ¿Quieres mejorar tu escritura o narración?
    https://ficrol.com/pages/RinconEscritor


    ¡Recuerda que puedes escribirme si necesitas cualquier cosita! ¡Nos vemos en el rol!

    #RolSage3D #Personajes3D #Bienvenida3D #Comunidad3D
    ✨ ¡HEY, FICROLERS 3D! ✨ ¡Un nuevo personaje 3D viene pisando fuerte! 🎉 Hoy damos la bienvenida a... ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ¡[pulse_olive_horse_443]! Padmé Amidala, senadora de la República Galáctica y ex reina de Naboo, es una voz firme por la paz en tiempos de guerra. Astuta, empática y valiente, lucha con convicción contra la corrupción que amenaza a la galaxia. 👋 ¡Bienvenid@ a FicRol! Nos alegra tenerte entre nosotros y esperamos que disfrutes mucho explorando historias, creando conexiones y dando vida a tu personaje en este rincón tan creativo. 🧙‍♀️ Yo soy Caroline, tu RolSage, algo así como tu guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada! 🧭 Antes de lanzarte de lleno, te dejo algunos recursos que te pueden venir de maravilla para empezar con buen pie: 📌 Normas básicas del de la plataforma: 🔗 https://ficrol.com/static/guidelines 👩‍🏫 Guías detalladas sobre cómo funciona todo por aquí: 🔗 https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS 👥 Grupo exclusivo para Personajes 3D: 🔗 https://ficrol.com/groups/Personajes3D 📚 Directorios para encontrar personajes y fandoms afines 🔗 Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS 🔗 Fandoms disponibles en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL 📝 ¿Quieres mejorar tu escritura o narración? 🔗 https://ficrol.com/pages/RinconEscritor ¡Recuerda que puedes escribirme si necesitas cualquier cosita! ¡Nos vemos en el rol! 🚀🔥 #RolSage3D #Personajes3D #Bienvenida3D #Comunidad3D
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  • ( ¿Estás ahi? ¿O no estas? )

    Producto de mi padecimiento, a veces veo personas completamente humanas, con ropa, hablan, saludan, tienen expresiones faciales y tema de conversación.

    Pero enseguida me invade un miedo.
    " ¿Estás aqui o no estás? "
    Es una pregunta que suelo hacerles.
    La respuesta siempre es la misma.
    *Sí, aqui estoy.*

    Solo para extraer mi teléfono celular, colocar la cámara y observar... Nunca están.
    ( ¿Estás ahi? ¿O no estas? ) Producto de mi padecimiento, a veces veo personas completamente humanas, con ropa, hablan, saludan, tienen expresiones faciales y tema de conversación. Pero enseguida me invade un miedo. " ¿Estás aqui o no estás? " Es una pregunta que suelo hacerles. La respuesta siempre es la misma. *Sí, aqui estoy.* Solo para extraer mi teléfono celular, colocar la cámara y observar... Nunca están.
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  • 7:02 p.m: pleno atardecer en la ciudad.

    Hari Engelin

    Mark estaba de pie afuera de una cafetería cercana a su universidad. Había escogido justamente ese lugar porque era uno de sus favoritos para pasar el rato; su temática era pura y exclusivamente japonesa, y aunque el no era muy amante del manga, disfrutaba viendo anime y por eso el local le parecía más que cómodo. Allí mismo había citado a la joven de cabello corto y tatuajes, a la cual había invitado ha tomar un café luego de una extraña interacción. Fue algo espontaneo, aunque para el eso no era un problema.

    El joven estaba apoyado contra una farola, con la mirada fija en la pantalla de su celular, sin prestar realmente atención a lo que veía en el. Lo desbloqueaba y lo bloqueaba de nuevo cada tanto, solo para asegurarse de que no se le hubiera pasado algún mensaje. Por el momento no hubo ninguna llamada de urgencia por parte de los guardianes del globo, ni tampoco información reciente sobre los villanos que estaba persiguiendo que recibía de parte de Robot, por lo que Mark finalmente guardó su celular en el bolsillo derecho e intentó olvidarse de todo eso.

    —Ok Mark, no digas nada sobre tu identidad secreta. —murmuró para sí mismo, aunque la sonrisa que se le escapó después fue más honesta de lo que habría admitido.

    Levantó la vista, buscando entre los rostros de los transeúntes para ver si ella estaba cerca. Nada todavía. Se acomodó el cuello de la chaqueta, como si eso fuera a hacer que pasara el tiempo más rápido.

    —Acepta una cita con una chica que parece que escucha a Nirvana mientras entierra cuerpos. ¿Qué podría salir mal? —comentó en su mente con algo de sarcasmo, aunque sin rastro de burla real.

    Vagamente recordaba su rostro y modales: aunque parecía que era una mujer bastante ruda e independiente, también se la veía triste; como si todavía no hubiera encontrado algo que la haga feliz. El esperaba ver esa tristeza en su mirada otra vez. No por querer que siguiera con ese sentimiento, sino porque algo le hacía sentir que tal vez… el también podía ser alguien con quien compartir ese silencio incómodo del mundo.

    —Solo espero que Cecil no me joda esta vez, odio a ese anciano. —dijo en voz baja, aún sin moverse de su lugar.

    Y entonces…
    Escuchó pasos.
    7:02 p.m: pleno atardecer en la ciudad. [flash_navy_bat_117] Mark estaba de pie afuera de una cafetería cercana a su universidad. Había escogido justamente ese lugar porque era uno de sus favoritos para pasar el rato; su temática era pura y exclusivamente japonesa, y aunque el no era muy amante del manga, disfrutaba viendo anime y por eso el local le parecía más que cómodo. Allí mismo había citado a la joven de cabello corto y tatuajes, a la cual había invitado ha tomar un café luego de una extraña interacción. Fue algo espontaneo, aunque para el eso no era un problema. El joven estaba apoyado contra una farola, con la mirada fija en la pantalla de su celular, sin prestar realmente atención a lo que veía en el. Lo desbloqueaba y lo bloqueaba de nuevo cada tanto, solo para asegurarse de que no se le hubiera pasado algún mensaje. Por el momento no hubo ninguna llamada de urgencia por parte de los guardianes del globo, ni tampoco información reciente sobre los villanos que estaba persiguiendo que recibía de parte de Robot, por lo que Mark finalmente guardó su celular en el bolsillo derecho e intentó olvidarse de todo eso. —Ok Mark, no digas nada sobre tu identidad secreta. —murmuró para sí mismo, aunque la sonrisa que se le escapó después fue más honesta de lo que habría admitido. Levantó la vista, buscando entre los rostros de los transeúntes para ver si ella estaba cerca. Nada todavía. Se acomodó el cuello de la chaqueta, como si eso fuera a hacer que pasara el tiempo más rápido. —Acepta una cita con una chica que parece que escucha a Nirvana mientras entierra cuerpos. ¿Qué podría salir mal? —comentó en su mente con algo de sarcasmo, aunque sin rastro de burla real. Vagamente recordaba su rostro y modales: aunque parecía que era una mujer bastante ruda e independiente, también se la veía triste; como si todavía no hubiera encontrado algo que la haga feliz. El esperaba ver esa tristeza en su mirada otra vez. No por querer que siguiera con ese sentimiento, sino porque algo le hacía sentir que tal vez… el también podía ser alguien con quien compartir ese silencio incómodo del mundo. —Solo espero que Cecil no me joda esta vez, odio a ese anciano. —dijo en voz baja, aún sin moverse de su lugar. Y entonces… Escuchó pasos.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    NOTA OFF: tengo una gran pena con todos mis compañeros de rol he cometido un error borre las ventanas de conversación ( si culpa mía pensé que mantenían pero aquí veo que no ) les pido encarecidamente que manden de nuevo o solo saluden y empezar la verdad pido mil mil disculpas no era mi intención solo quería mantener los que ya tenia y tener algo de orden pero lo que hice fue que empeore las cosas XD ... porfis renueven sus ventanas así sea para saludar mil perdones
    NOTA OFF: tengo una gran pena con todos mis compañeros de rol he cometido un error borre las ventanas de conversación ( si culpa mía pensé que mantenían pero aquí veo que no ) les pido encarecidamente que manden de nuevo o solo saluden y empezar la verdad pido mil mil disculpas no era mi intención solo quería mantener los que ya tenia y tener algo de orden pero lo que hice fue que empeore las cosas XD ... porfis renueven sus ventanas así sea para saludar mil perdones :STK-12:
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  • Caminó por calles donde los rostros no miraban hacia el cielo, sino hacia las pantallas. Donde los silencios pesaban más que las palabras. Donde los corazones latían por costumbre.

    Entonces lo vio.

    Un edificio entre ruinas y edificios de cristal: El Teatro de Humanis. No era lujoso ni antiguo. Era vivo. En su fachada no había títulos, solo una frase escrita con tiza blanca:

    "Aquí se representan los humanos tal como son, sin disfraces, sin ensayos."

    No había actores. Solo una tarima desnuda y butacas llenas. El público no aplaudía, no murmuraba. Solo observaba. En el escenario, una mujer lloraba en silencio mientras se maquillaba frente a un espejo roto. Luego, un niño buscaba a su padre entre sombras. Después, un hombre gritaba en la oscuridad palabras que nadie entendía. Una anciana bailaba con la sombra de su juventud. Un adolescente leía en voz alta su lista de miedos.

    Nadie fingía. Nadie actuaba. Eran reales.

    Morfeo comprendió: no era teatro actuado, sino revelado. Cada noche, el escenario elegía a un humano entre el público y mostraba su interior, sin filtros. El alma desnuda. La emoción cruda.

    Y nadie se burlaba. Nadie huía.

    Porque en el Teatro de Humanis, todos sabían que mañana podría ser su turno.

    Morfeo se sentó entre ellos, invisible. Por primera vez en eones, no trajo sueños, sino que se llevó uno. Uno real. Uno humano.
    Caminó por calles donde los rostros no miraban hacia el cielo, sino hacia las pantallas. Donde los silencios pesaban más que las palabras. Donde los corazones latían por costumbre. Entonces lo vio. Un edificio entre ruinas y edificios de cristal: El Teatro de Humanis. No era lujoso ni antiguo. Era vivo. En su fachada no había títulos, solo una frase escrita con tiza blanca: "Aquí se representan los humanos tal como son, sin disfraces, sin ensayos." No había actores. Solo una tarima desnuda y butacas llenas. El público no aplaudía, no murmuraba. Solo observaba. En el escenario, una mujer lloraba en silencio mientras se maquillaba frente a un espejo roto. Luego, un niño buscaba a su padre entre sombras. Después, un hombre gritaba en la oscuridad palabras que nadie entendía. Una anciana bailaba con la sombra de su juventud. Un adolescente leía en voz alta su lista de miedos. Nadie fingía. Nadie actuaba. Eran reales. Morfeo comprendió: no era teatro actuado, sino revelado. Cada noche, el escenario elegía a un humano entre el público y mostraba su interior, sin filtros. El alma desnuda. La emoción cruda. Y nadie se burlaba. Nadie huía. Porque en el Teatro de Humanis, todos sabían que mañana podría ser su turno. Morfeo se sentó entre ellos, invisible. Por primera vez en eones, no trajo sueños, sino que se llevó uno. Uno real. Uno humano.
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  • Humanos...

    Tan ruidosos en su dolor, tan silenciosos cuando destruyen.
    Los he visto amar como quien colecciona flores marchitas,
    tomando lo bello solo para ver cómo se pudre entre sus dedos.

    Dicen buscar algo eterno…
    y sin embargo, cambian de afecto como de abrigo en invierno.
    El amor, la lealtad, la pasión—
    palabras grandes para almas que no duran ni una estación.

    Mienten, incluso cuando creen ser sinceros.
    Juran con labios temblorosos, sin saber que el eco de sus promesas
    muere antes que el aire que las transporta.

    Y aún así, tiemblan cuando sienten el acero de mis tijeras cerca,
    como si no supieran que fueron ellos mismos quienes cortaron
    una y otra vez, los lazos que suplicaban conservar.

    Efímeros.
    Rotos.
    Predecibles.

    No hay arte en sus despedidas,
    solo abandono vestido de justificación.
    Solo vacío con perfume de “no era el momento”.

    Qué patético es buscar algo solo para soltarlo.
    Qué inútil es querer solo a medias,
    cuando el fin siempre llega… y a veces, lleva mi nombre.
    Humanos... Tan ruidosos en su dolor, tan silenciosos cuando destruyen. Los he visto amar como quien colecciona flores marchitas, tomando lo bello solo para ver cómo se pudre entre sus dedos. Dicen buscar algo eterno… y sin embargo, cambian de afecto como de abrigo en invierno. El amor, la lealtad, la pasión— palabras grandes para almas que no duran ni una estación. Mienten, incluso cuando creen ser sinceros. Juran con labios temblorosos, sin saber que el eco de sus promesas muere antes que el aire que las transporta. Y aún así, tiemblan cuando sienten el acero de mis tijeras cerca, como si no supieran que fueron ellos mismos quienes cortaron una y otra vez, los lazos que suplicaban conservar. Efímeros. Rotos. Predecibles. No hay arte en sus despedidas, solo abandono vestido de justificación. Solo vacío con perfume de “no era el momento”. Qué patético es buscar algo solo para soltarlo. Qué inútil es querer solo a medias, cuando el fin siempre llega… y a veces, lleva mi nombre.
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