• Es viernes y el cuerpo lo sabe. Aunque está yendo a clase siendo más sueño que persona, no deja de pensar en el planazo del fin de semana: los viernes, cuando salen del insti, van todos juntos a comer por ahí. Takara está podrida de dinero y una de las cosas que más le gusta es compartirlo con sus amigos, ya sea yendo a comer, comprando unos sobres de cartas o tomando un helado por ahí. Muchos podrían pensar que sus amigos no son tal cosa, pero nada más lejos de la realidad.

    Todas las mañanas, Joey y Téa la recogen en la puerta de la residencia con su café favorito (que han aprendido a preparar si no pueden comprarlo en la cafetería que le gusta) mientras Tristán espera con el coche de su padre en marcha; de ahí, van a casa de Yugi, que siempre baja con la hora pegada. Después de las clases, a excepción de los viernes, Tristán los deja a todos en sus casas antes de irse al taller. Y si los deberes se ponen muy chungos, sesión de estudio conjunta en casa de Yugi o de Téa. Los viernes deciden dónde ir a comer y hacer los deberes para después atrincherarse todo el fin de semana en la tienda del abuelo, al que ayudan entre todos.
    Es viernes y el cuerpo lo sabe. Aunque está yendo a clase siendo más sueño que persona, no deja de pensar en el planazo del fin de semana: los viernes, cuando salen del insti, van todos juntos a comer por ahí. Takara está podrida de dinero y una de las cosas que más le gusta es compartirlo con sus amigos, ya sea yendo a comer, comprando unos sobres de cartas o tomando un helado por ahí. Muchos podrían pensar que sus amigos no son tal cosa, pero nada más lejos de la realidad. Todas las mañanas, Joey y Téa la recogen en la puerta de la residencia con su café favorito (que han aprendido a preparar si no pueden comprarlo en la cafetería que le gusta) mientras Tristán espera con el coche de su padre en marcha; de ahí, van a casa de Yugi, que siempre baja con la hora pegada. Después de las clases, a excepción de los viernes, Tristán los deja a todos en sus casas antes de irse al taller. Y si los deberes se ponen muy chungos, sesión de estudio conjunta en casa de Yugi o de Téa. Los viernes deciden dónde ir a comer y hacer los deberes para después atrincherarse todo el fin de semana en la tienda del abuelo, al que ayudan entre todos.
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  • Bostecito en kunoichi. El futón del onsen ryokan en el que se ha alojado estaba más duro que dormir sobre una lámima de piedra y eso la ha hecho estar incómoda y dormir peor de lo que por sí duerme. Dolerle como tal no le duele nada, ni siquiera una molestia, pero estar seis horas en duermevela le pasa factura.

    —No sé yo si el té me va a despejar...—sacude la cabeza, mientras se cierra un poco más el nemaki.

    Lo que tiene más claro que el agua es que, nada más ponga un pie "en casa", va a hacer "plof" sobre su cama. A menos que le cambien el futón, en cuyo caso, hará "plof" sobre el futón cuando vuelva de su misión secreta de reconocimiento.
    Bostecito en kunoichi. El futón del onsen ryokan en el que se ha alojado estaba más duro que dormir sobre una lámima de piedra y eso la ha hecho estar incómoda y dormir peor de lo que por sí duerme. Dolerle como tal no le duele nada, ni siquiera una molestia, pero estar seis horas en duermevela le pasa factura. —No sé yo si el té me va a despejar...—sacude la cabeza, mientras se cierra un poco más el nemaki. Lo que tiene más claro que el agua es que, nada más ponga un pie "en casa", va a hacer "plof" sobre su cama. A menos que le cambien el futón, en cuyo caso, hará "plof" sobre el futón cuando vuelva de su misión secreta de reconocimiento.
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  • — No tiene ni idea de a dónde se lo llevó Alastor, desconoce el lugar y solo espera que sea uno donde Adán no los encuentre ... Cualquiera sea el caso, acabó desplomado en el suelo retorciéndose del dolor mientras aún salía sangre de su boca y heridas.
    Le costaba respirar, el golpe que había recibido no era precisamente agradable e incluso temía no contara el cuento ... —
    — No tiene ni idea de a dónde se lo llevó Alastor, desconoce el lugar y solo espera que sea uno donde Adán no los encuentre ... Cualquiera sea el caso, acabó desplomado en el suelo retorciéndose del dolor mientras aún salía sangre de su boca y heridas. Le costaba respirar, el golpe que había recibido no era precisamente agradable e incluso temía no contara el cuento ... —
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  • —Parece que todo a quedado en silencio. Pero, no le importa, a acabado estrechando esas fotografías contra su pecho con calidez —
    —Parece que todo a quedado en silencio. Pero, no le importa, a acabado estrechando esas fotografías contra su pecho con calidez —
    Me encocora
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  • —A punto estuvo de salir de la habitación y correr a ver qué pasaba, cuando antes de poner la mano en el pomo de la puerta, vio en uno de los espejos de la habitación, varias fotografías. Y en ellas una en especial captó su atención. Una en la que estaba él (o ese suponía que era él) junto a aquel que le habían presentado como Husk.
    La observó y sintió calidez en su vacío pecho. Sus ojos fueron al mismo espejo donde habían más fotos con ese felino y comenzó a tomarlas una a una, observándolas con atencion. Y aunque era incapaz de recordar... Sonreía, se sentía feliz—
    —A punto estuvo de salir de la habitación y correr a ver qué pasaba, cuando antes de poner la mano en el pomo de la puerta, vio en uno de los espejos de la habitación, varias fotografías. Y en ellas una en especial captó su atención. Una en la que estaba él (o ese suponía que era él) junto a aquel que le habían presentado como Husk. La observó y sintió calidez en su vacío pecho. Sus ojos fueron al mismo espejo donde habían más fotos con ese felino y comenzó a tomarlas una a una, observándolas con atencion. Y aunque era incapaz de recordar... Sonreía, se sentía feliz—
    Me encocora
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  • —Esta escuchando las gritos, golpes y muchas cosas que ya rozan lo sospechoso. Se quedó mirando la puerta dubitativo, sintiendo un gran malestar —
    —Esta escuchando las gritos, golpes y muchas cosas que ya rozan lo sospechoso. Se quedó mirando la puerta dubitativo, sintiendo un gran malestar —
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  • —Se ha sobresaltado y dejado de tararear de golpe. Está escuchando los gritos de una mujer. Entonces recordó lo que Alastor le pidió:

    "No importa lo que oigas"

    Tragó saliva y tomó de nuevo el cepillo del cerdito, tratando de distraerse e incluso se puso a cantar, pero con cada nuevo grito, su voz se volvía más temblorosa. Finalmente se acurrucó en un rincón, tapándose los oídos—
    —Se ha sobresaltado y dejado de tararear de golpe. Está escuchando los gritos de una mujer. Entonces recordó lo que Alastor le pidió: "No importa lo que oigas" Tragó saliva y tomó de nuevo el cepillo del cerdito, tratando de distraerse e incluso se puso a cantar, pero con cada nuevo grito, su voz se volvía más temblorosa. Finalmente se acurrucó en un rincón, tapándose los oídos—
    Me entristece
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  • 𝑬𝒗𝒆𝒓𝒚 𝑱𝒐𝒉𝒏 𝒊𝒔 𝒋𝒖𝒔𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒔𝒂𝒎𝒆
    𝑰'𝒎 𝒔𝒊𝒄𝒌 𝒐𝒇 𝒕𝒉𝒆𝒊𝒓 𝒄𝒊𝒕𝒚 𝒈𝒂𝒎𝒆𝒔
    𝑰 𝒄𝒓𝒂𝒗𝒆 𝒂 𝒓𝒆𝒂𝒍 𝒘𝒊𝒍𝒅 𝒎𝒂𝒏
    𝑰'𝒎 𝒔𝒕𝒓𝒖𝒏𝒈 𝒐𝒖𝒕 𝒐𝒏 𝑱𝒐𝒉𝒏 𝑾𝒂𝒚𝒏𝒆-
    𝑬𝒗𝒆𝒓𝒚 𝑱𝒐𝒉𝒏 𝒊𝒔 𝒋𝒖𝒔𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒔𝒂𝒎𝒆 𝑰'𝒎 𝒔𝒊𝒄𝒌 𝒐𝒇 𝒕𝒉𝒆𝒊𝒓 𝒄𝒊𝒕𝒚 𝒈𝒂𝒎𝒆𝒔 𝑰 𝒄𝒓𝒂𝒗𝒆 𝒂 𝒓𝒆𝒂𝒍 𝒘𝒊𝒍𝒅 𝒎𝒂𝒏 𝑰'𝒎 𝒔𝒕𝒓𝒖𝒏𝒈 𝒐𝒖𝒕 𝒐𝒏 𝑱𝒐𝒉𝒏 𝑾𝒂𝒚𝒏𝒆-
    Me encocora
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  • —Tararea una cancióncilla, mientras acicala a Nuggets. Aunque, se siente extraño. No reconoce ese lugar como propio—
    —Tararea una cancióncilla, mientras acicala a Nuggets. Aunque, se siente extraño. No reconoce ese lugar como propio—
    Me enjaja
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  • —Esta tumbado en el suelo, jugando con Nuggets. Sigue teniendo curiosidad por la prohibición del sótano. Pero, no va a ir. Se va a portar bien. —
    —Esta tumbado en el suelo, jugando con Nuggets. Sigue teniendo curiosidad por la prohibición del sótano. Pero, no va a ir. Se va a portar bien. —
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