No era parte del plan
-El cielo aún ardía en tonos anaranjados cuando ella salió a caminar. No buscaba una patrulla oficial ni tenía una misión asignada; a veces simplemente necesitaba moverse, sentir el peso de Ithuriel, su cuchillo serafín, en su cinturón y el eco de sus pasos contra el asfalto.
Pero se le hizo tarde. El sol desapareció más rápido de lo que esperaba, y con la oscuridad llegaron los demonios. Cuatro. Quizás cinco. No tuvo tiempo de contarlos con precisión, solo de moverse, esquivar y luchar. -
Ithuriel
-Susurró, y su cuchillo serafín brilló con fuerza, cortando la oscuridad con cada movimiento, pero incluso con su habilidad, incluso con su entrenamiento, estaba sola. Y sola era mucho más difícil.
Cuando el último demonio se desintegró en humo negro y ceniza, ella cayó de rodillas. Respiraba con dificultad, la runa de energía ya desvanecida, y la de sanación apenas lograba cerrar las heridas más superficiales. Sangraba por el costado, y tenía los brazos marcados por zarpazos que ardían más que dolían.
Ahora era de noche. El mundo estaba en silencio, roto solo por su respiración entrecortada y el lejano sonido del tráfico mundano que no tenía idea de lo que acababa de pasar.
Guardó a Ithuriel con manos temblorosas. Se puso de pie con esfuerzo, tambaleante, mirando a su alrededor, mientras se apoyaba en la pared. No sabía si debía volver ya o quedarse unos minutos más, recuperar fuerzas. Aunque por la forma en que el asfalto giraba bajo sus pies, tal vez no tuviera opción.-
Pero se le hizo tarde. El sol desapareció más rápido de lo que esperaba, y con la oscuridad llegaron los demonios. Cuatro. Quizás cinco. No tuvo tiempo de contarlos con precisión, solo de moverse, esquivar y luchar. -
Ithuriel
-Susurró, y su cuchillo serafín brilló con fuerza, cortando la oscuridad con cada movimiento, pero incluso con su habilidad, incluso con su entrenamiento, estaba sola. Y sola era mucho más difícil.
Cuando el último demonio se desintegró en humo negro y ceniza, ella cayó de rodillas. Respiraba con dificultad, la runa de energía ya desvanecida, y la de sanación apenas lograba cerrar las heridas más superficiales. Sangraba por el costado, y tenía los brazos marcados por zarpazos que ardían más que dolían.
Ahora era de noche. El mundo estaba en silencio, roto solo por su respiración entrecortada y el lejano sonido del tráfico mundano que no tenía idea de lo que acababa de pasar.
Guardó a Ithuriel con manos temblorosas. Se puso de pie con esfuerzo, tambaleante, mirando a su alrededor, mientras se apoyaba en la pared. No sabía si debía volver ya o quedarse unos minutos más, recuperar fuerzas. Aunque por la forma en que el asfalto giraba bajo sus pies, tal vez no tuviera opción.-
-El cielo aún ardía en tonos anaranjados cuando ella salió a caminar. No buscaba una patrulla oficial ni tenía una misión asignada; a veces simplemente necesitaba moverse, sentir el peso de Ithuriel, su cuchillo serafín, en su cinturón y el eco de sus pasos contra el asfalto.
Pero se le hizo tarde. El sol desapareció más rápido de lo que esperaba, y con la oscuridad llegaron los demonios. Cuatro. Quizás cinco. No tuvo tiempo de contarlos con precisión, solo de moverse, esquivar y luchar. -
Ithuriel
-Susurró, y su cuchillo serafín brilló con fuerza, cortando la oscuridad con cada movimiento, pero incluso con su habilidad, incluso con su entrenamiento, estaba sola. Y sola era mucho más difícil.
Cuando el último demonio se desintegró en humo negro y ceniza, ella cayó de rodillas. Respiraba con dificultad, la runa de energía ya desvanecida, y la de sanación apenas lograba cerrar las heridas más superficiales. Sangraba por el costado, y tenía los brazos marcados por zarpazos que ardían más que dolían.
Ahora era de noche. El mundo estaba en silencio, roto solo por su respiración entrecortada y el lejano sonido del tráfico mundano que no tenía idea de lo que acababa de pasar.
Guardó a Ithuriel con manos temblorosas. Se puso de pie con esfuerzo, tambaleante, mirando a su alrededor, mientras se apoyaba en la pared. No sabía si debía volver ya o quedarse unos minutos más, recuperar fuerzas. Aunque por la forma en que el asfalto giraba bajo sus pies, tal vez no tuviera opción.-
Tipo
Individual
Líneas
Cualquier línea
Estado
Disponible
