- aquel joven llamado vanitas
Alfin habia podrido dormir , ya que varios dias no podria se habia quedado profundamete dormido, en el escritorio con archivos de casos de malditos al fin y acabo era un serHumano.-

Porque vergas... me están sacando ese tema... supongo que debería dejar claro...

Será interesante el conocer este nuevo sitio...

*Se marchó a bañare, fue un día bastante agotador, tuvo que ayudar a Vanitas a encontrar a Noeh, solo espera que esta vez no haya más distracciones, estaba tan cansada y solo deseaba morir. *

Aunque mi vida es larga, merezco descansar un poco.

*Se quejo mientras el agua tibia mojaba su blanauecina piel, dando efecto lechozo, pues Ming Yue es bastate palida *

Noche de grabación y de nuevo se dirigió directo al estudio para prepararse, arreglándose y mirando el nuevo libreto.
Era curioso como el guión ya pasaba a ser cosa de segunda, todo lo importante era el sexo y la ambientación.

—¿Sólo con listones? Oh, bueno...

Se dejó amarrar, quedándose tumbado en aquella cama bajo las luces, mentalizándose.

Mydei

Si me disculpas, voy a llorar

https://youtube.com/shorts/HZ3lNCBtULw?si=6YoSlysfCiLQStqN

Alzó una ceja lentamente, como si acabara de presenciar el momento más surrealista de su noche… y eso ya era mucho decir para alguien como el. Miró la naranja en su mano, luego a ella. Sus labios se curvan en una sonrisa sarcástica, aunque no completamente desprovista de calidez.

—¿Chico guapo… igual a cítrico gratis?

Le da una pequeña vuelta a la naranja que tenía entre sus dedos, fingiendo examinarla como si fuera un artefacto desconocido.

—¿Qué sigue? ¿Un racimo de uvas si te digo que también soy fuerte? ¿Una sandía si te salvo la vida? Digo, necesito saber el sistema de recompensas. —dijo con un tono claramente sarcástico.

—Es decir... gracias por la naranja, supongo. —comentó con algo de timidez.

Oye
¡Oye!... Maldita sea. ¡OYE!

— Andy fue a llevarle una caja de chocolates a la lectora, Pero como vio que no respondía y se estaba frustrando por lo mismo, decidió tirarla de la cama para ver si respondía —

¡Hola! Vecina, buenas noches.

*Era una noche de lluvia, y Adam decidido quedarse en casa. Sin embargo, recordó que no había nada en la cocina, así que tuvo que salir aunque no quería. Al volver se encontró con su vecina en el ascensor.*

Parece cansada...

*Pero Adam tenía la impresión de que no le agradaba mucho a su vecina. Aún así intentó hacerle conversación.*

¿Se encuentra bien? Parece que tiene un rasguño...

*Y se señaló la cabeza, pero notaba que la tensión crecía...*