A lo largo de los años he aprendido que el asesinato no siempre es una elección. A veces es justicia… a veces es venganza… y a veces, simplemente, es supervivencia. No soy un asesino por naturaleza, pero este mundo, este club, esta vida… me hicieron uno. Cada vez que aprieto el gatillo, no lo hago solo por rabia o por proteger a los míos. Lo hago porque en este lugar, si no matas, mueres. Y aunque cada muerte me deja más vacío, más lejos de quien alguna vez quise ser, también me recuerda por qué empecé. Protejo a mi club, a mi familia, porque es lo único que tengo. Pero no te equivoques… los fantasmas no desaparecen. Te siguen, te miran, te juzgan en cada espejo. Y cuando finalmente llegue mi hora, no estaré pidiendo perdón… estaré esperando el castigo.
A lo largo de los años he aprendido que el asesinato no siempre es una elección. A veces es justicia… a veces es venganza… y a veces, simplemente, es supervivencia. No soy un asesino por naturaleza, pero este mundo, este club, esta vida… me hicieron uno. Cada vez que aprieto el gatillo, no lo hago solo por rabia o por proteger a los míos. Lo hago porque en este lugar, si no matas, mueres. Y aunque cada muerte me deja más vacío, más lejos de quien alguna vez quise ser, también me recuerda por qué empecé. Protejo a mi club, a mi familia, porque es lo único que tengo. Pero no te equivoques… los fantasmas no desaparecen. Te siguen, te miran, te juzgan en cada espejo. Y cuando finalmente llegue mi hora, no estaré pidiendo perdón… estaré esperando el castigo.