Rhanya estaba sentada en el Trono de Hierro, pero esta vez no era para audiencias con plebeyos y nobles, era más para tener una reunión con un/a prisionero/a.
Su rostro inexpresivo, podría generarle algún tipo de inquietud a aquella persona que estaba encadenada, con cortes y de pié.
Miró a ésta de arriba hacia abajo, leyendo su lenguaje corporal como ya se había acostumbrado a hacerlo hacía años.
— ¿Para qué ha convocado esta audiencia? Estamos aquí en silencio hace bastantes minutos. Siento que me está haciendo perder el tiempo.
Escupió aquellas palabras, como si se estuviese tratando de un ser inferior el que se encontraba frente a ella.
Rhanya estaba sentada en el Trono de Hierro, pero esta vez no era para audiencias con plebeyos y nobles, era más para tener una reunión con un/a prisionero/a.
Su rostro inexpresivo, podría generarle algún tipo de inquietud a aquella persona que estaba encadenada, con cortes y de pié.
Miró a ésta de arriba hacia abajo, leyendo su lenguaje corporal como ya se había acostumbrado a hacerlo hacía años.
— ¿Para qué ha convocado esta audiencia? Estamos aquí en silencio hace bastantes minutos. Siento que me está haciendo perder el tiempo.
Escupió aquellas palabras, como si se estuviese tratando de un ser inferior el que se encontraba frente a ella.