¿Hasta que punto usas el don que tienes para algo positivo?

piénsalo, si tienes este poder es por alguna razón.

𝒯𝑒 𝒶𝒹𝓋𝑒𝓇𝓉𝒾́, 𝓆𝓊𝑒 𝓉𝓊 𝒸𝒶𝒷𝑒𝓏𝒶 𝓉𝒾𝑒𝓃𝑒 𝓊𝓃 𝓅𝓇𝑒𝒸𝒾𝑜. 𝒞𝑜𝒷𝓇𝒶𝓇𝑒́ 𝓅𝑜𝓇 𝓁𝒶𝓈 𝓂𝑜𝓁𝑒𝓈𝓉𝒾𝒶𝓈 𝒸𝒶𝓊𝓈𝒶𝒹𝒶𝓈.

—De repente, se llevó una mano a la boca y es que del nerviosismo, apretaba tanto la mandíbula que los primeros dientes se le comenzaron a desprender. Y al caer el hechizo se rompía y revelaban su verdadero aspecto —

Los lunes no son lo mío, ahora ni nunca.

—Sólo quiero constatar... que es un regalo y los regalos, por cortesía, no se rechazan~

Le llevó 4 disfraces de patito para adulto, estilo botarga en parte, sonriendo nervioso antes de huir del lugar pues aún quería seguir vivo.

Sabiendo el tipo de flor que su esposo le regaló un par de días atrás, salió al jardín para poder transplantarla con cuidado en una zona apta donde pudiera seguir floreciendo, después de todo era medicinal y le vendría bien para algún futuro.

Sonreía observando los pequeños brotes, terminando por acomodarla con cuidado al haber dejado que echara raíces, al menos lo suficiente para poder afirmarse y nutrirse de la tierra.

—Listo, estarás de maravilla aquí~

— 𝐒𝐞𝐫𝐚 𝐦𝐞𝐣𝐨𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐛𝐚𝐣𝐞𝐬 𝐥𝐚 𝐠𝐮𝐚𝐫𝐝𝐢𝐚, 𝐩𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨𝐲 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐝𝐢𝐝𝐨 𝐚 𝐭𝐞𝐫𝐦𝐢𝐧𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐬𝐭𝐨. —

—Ya se está estresando, que se le van a empezar a desprender los dientes. Y eso con apariencia humana es muy raro. Por no mencionar que lo que caerían serían dientes de tiburón, haciendo que el suceso se viera aun más ilógico —

-Te elijo porque eres tú con quién deseo estar,mi querido Capitano.

Kung Lao me cuida la espalda mientras nos dirigimos hacia nuestra misión.