⇲ | Historia general
No era la clase de persona que veía el mundo de forma monocromatica, valoraba su propia vida, por supuesto; pero debía admitir que desde aquellos 3 años pasados no había ningún día en el que no pensara que debía ser él quien tendría que estar a siete metros bajo tierra, y no su preciado hermano.
En ese entonces, su hermano menor era tan joven, con apenas diecinueve años recien cumplidos, y ahora... siempre tendría diecinueve.
Y eso era lo que le dolía. No importaba cuantas estaciones pasaran, si el tiempo transcurría, si había tanto buenas como malas noticias y si aun pese a la perdida seguía avanzando; el dolor permanecía al igual que aquella tumba con las flores de jazmín decorativas, que por alguna razón hacían resaltar el epitafio como si su hermano quisiera recordar que aun tenía mucho por vivir.
❝ Román Victorain • xxxx - xxxx
Amigo del mundo y un gran hijo. Sus sueños continuaran sea donde esté. ❞
"Y un gran hermano" siempre pensaba eso cuando lo leía. Porque era así, incluso si había muchas diferencias entre ellos, Román era el único de la familia que lo quería genuinamente y lo trataba con amabilidad; siempre dispuesto a ofrecer su mano y su sonrisa llena de bondad.
Por eso mismo, la culpa era algo con lo que cargaría de por vida, porque sabía que pudo haber hecho más por él. Si tan solo Neill hubiese estado en casa aquella noche, la historia se habría escrito de otra manera. Pero para su desgracia, tuvo la estúpida idea de abandonar la casa de sus padres unos días antes de que la muerte recogiera el alma de Román. Si tan solo el rubio no fuera tan necio, si se hubiera tragado su orgullo y hubiese aceptado cualquier clase de reproche en su casa con tal de continuar bajo el mismo techo con la persona que más quería, entonces no estaría visitando diariamente el cementerio.
Sin embargo, aun había mas de un culpable en todo esto, y Neill pese a su depresión aun no pensaba abandonar todo, no cuando el responsable directo aun seguía merodeando por ahí. Si tuviera que ir al infierno por sus malos pensamientos, se aseguraría de irse acompañado de aquel otro que le había arrebatado a su ser querido; aunque claro, seguro que aquel sujeto ya tenía un pase directo hacía las llamas infernales.
La causa de la muerte declarada por los forenses, había sido marcada como un suicidio. Era la cosa mas ridícula que Neill había escuchado, pero por algún motivo nadie dudó de ello en cuanto se hizo mención. Intentó protestar varias veces en contra, siendo callado una y otra vez.
¿Es que nadie veía lo absurdo de esa afirmación? No había ningún signo de que Román hubiese intentado quitarse la vida. No, partiendo desde el principio ¿por qué siquiera Román querría morir?, estaba seguro que, de ser el caso, él sería el primero en enterarse de la mala situación que pudiese estar pasando y habría intervenido de inmediato. Pero esa no era la verdadera situación, su hermano no era un suicida, lo habían matado. Había demasiadas formas para desmontar la farsa de las autoridades, sin embargo, tan pronto como entraron a la casa, limpiaron cada rastro, ocultando la verdad.
Lo único que le quedaba a Neill era volver a casa de sus padres, tragándose su orgullo al pedir que le dejaran estar ahí un tiempo. Con la situación de ese entonces, tampoco hubo tanto problema para que ambos padres cedieran y lo recibieran de vuelta, sin embargo, era un eterno suplicio el tener que escucharlos decir el pésimo hermano que había sido, el patético hijo que les había quedado y lo insoportable que era para ellos ver a Neill a la cara, porque eso les hacía recordar que Román ya no estaba.
Por primera vez, en lugar de intentar dar pelea, les entendió; él también los aborrecía y los odiaba, pero nada de eso importaba, su único propósito era permanecer en el único lugar lleno de recuerdos con su hermano, explorar en la nostalgia y recoger las memorias físicas que Román había dejado atrás. Una vez que pudiera llevarse todo lo importante, no volvería a pisar nunca más aquella casa.
Neill pasó demasiados días encerrado en la habitación de Román, hurgando entre sus cosas y descubriendo en cada una de ellas, datos que antes no sabía pero que le habría encantado escuchar de su propia voz. Algo en específico que captó su atención era un tema de lo más reciente que resaltaba, "vampiros". Incluso su cuaderno estaba lleno de notas respecto a eso. El rubio quería creer que se trataba de un interés más que había adquirido hace poco tiempo antes de su muerte, puesto que antes no le había escuchado hablar acerca de eso.
Como cualquier otro día, Neill no abandonó la habitación en absoluto, se quedó inmerso leyendo de principio a fin toda la extraña investigación de su hermano.
Entre aquellas cosas, también se encontraba el nombre de una persona, junto con varias fotografías. "Valentin".
La curiosidad se apoderaba de él, y también una sensación extraña le recorrió. Nunca había escuchado ese nombre. ¿Por qué su hermano le habría ocultado a uno de sus amigos?
Cada vez había mas incógnitas que solo Román podría responder, sin embargo, se había llevado sus secretos a la tumba.
Intento contactar a Valentín, unos meses después del funeral de su hermano, pero cada vez que tenía oportunidad, se encontraba también a un hombre detrás de él. Por alguna razón, sentía escalofríos con solo verle y tenía una corazonada que le decía que no debía acercarse. No era prudente aún.
Los años pasaron, entre tener que lidiar con el luto y darle vueltas al asunto de los vampiros, Neill terminó por descubrir la relación que había. No era un simple interés por la ficción, parecía que de verdad, Román estaba intentando ayudar a ese tal Valentín quien, según sus notas, estaba siendo engañado.
Con la información nuevamente replanteada y mas fresca en su cerebro, quedaba claro que, aunque sonase loco, un vampiro había matado a su hermano, y ese ser, tenía que ver con Valentin.
No había otra manera de verlo. Según lo que había entendido, Román descubrió una planta, llamada verbena, la cuál había estado frotando en la ropa de Valentín. Esto le ayudaba a mantener su mente despejada de las manipulaciones del hombre que describia haber visto varias veces rondando a su alrededor.
¿Y que tenía que ver eso con Román? Pues precisamente, saber demasiado de vampiros y haber estado ayudando a un simple humano, era lo que había incitado a que lo quisieran matar. Parecía que había frustrado los planes de aquel demonio.
Investigó más acerca del primer y único sospechoso, Qeithar Iraimar. Curiosamente no había registros de él, en ningún lado. Y hasta el momento, solo se le venía a la mente una razón para ello. Debía ser un vampiro.
La razón por la cuál, había tardado tanto en reaccionar y actuar, se debía a lo difícil que era sumergirse en cada recuerdo de Román. Estaba llevando su tristeza mientras aun se mantenía tratando de seguir con su rutinaria vida. Y también era a causa de que por mas impaciente que estuviera, enfrentarse a un vampiro sin previa preparación, solo haría que todo fuese en vano.
De igual forma, no quitó la vista de Valentín Glamdel durante ese tiempo, hasta que un día dejó de aparecer por dos semanas enteras.
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⇲ | Apariencia y detalles extras de Neill
De tez blanca, con rasgos finos pero definidos de forma masculina; atractivo visual. Sus expresiones faciales son fácilmente identificables.
Cabellera larga por debajo de los hombros, flequillo largo que cubre su frente y puntas curvadas, difíciles de peinar. Con un tono rubio claro y natural.
Cejas finas y bien definidas. Pestañas largas que decoran a la perfección sus grandes y brillantes ojos carmesí que con la luz puede parecer un color mas naranjo.
Labios delgados, humectados, de discreto color coral.
Complexión delgada, sin tanta musculatura pero resistente y fuerte.
A menudo prefiere usar prendas ligeras y sencillas, algo atrevidas pero sin llegar a la vulgaridad. Aunque mayormente y a causa de vivir en el trabajo, muchas veces solo opta por usar camisas blancas completamente lisas. No presta demasiada atención a lo que usa, ni se preocupa pues considera que tiene un físico rescatable que hace que las cosas le queden bien.
Sus accesorios favoritos son los pasadores para el cabello, los cuales le ayudan a mantener un poco de control sobre su cabello. Usa aretes baratos pero extravagantes.
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⇲ | Información adicional
A pesar de pasar toda su vida viviendo en Italia, pocas veces ha salido fuera de su ciudad natal.
Realmente luce tal cual como su edad indica, sorpresivamente, ya que durante su época de estudiante rara vez cuidaba de su bienestar y en su actualidad sigue siendo alguien totalmente descuidado con sus horarios de comida y de sueño. Sin embargo, en su rostro puede verse reflejada la madurez de un joven que pasará a la adultez.
En cuanto a su economía, se considera que es aceptable y estable para ser un hombre soltero y sin compromisos. Solo se preocupa por sus propios gastos que trata de llevar con responsabilidad.
De situación familiar complicada al ser la oveja negra por no pertenecer a una religión y seguir sus ideales. Sus relaciones se quebraron totalmente a tal punto que solo había una persona entre todos sus parientes a quien consideraba su verdadera familia, su hermano Román.
En su orientación sexual, se define como abiertamente homosexual, sin embargo, sigue siendo discreto con sus preferencias, que aunque no es un tema de vergüenza, prefiere reservarlo para cuando la situación amerite que hable de ello, de otra forma, no hay razón para comentarlo.
Hablando de sus romances, ha tenido muy pocos, por no decir que ninguno, ya que jamás pudo llegar a concretar una relación formal. Desde su adolescencia ha llegado a tener varios pretendientes, tanto chicos como chicas. Incluso la única primera relación que tuvo fue con una mujer, sin embargo, debido al descubrimiento de su orientación sexual, aquello terminó tan pronto como comenzó. Y de ahí en adelante no ha tenido oportunidad de llegar a algo más serio. Actualmente, como adulto sus citas se han visto reducidas a nada, ya que no cree tener suficiente tiempo para cultivar una buena relación y no desea probar una experiencia efimera. En una relación, le gustaria encontrar la estabilidad y el compromiso.
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⇲ | Personalidad
Tiene la personalidad tal cuál de un hermano mayor, es protector y se muestra con madurez a la hora de enfrentar retos cotidianos, aunque eso mismo implica que le sea difícil pedir ayuda pues considera que él debe ser quien resuelva en lugar de ser el que desahoga sus problemas personales.
Es atento con su alrededor, convirtiendose en alguien servicial y amable, además de ser bastante empático. Siempre esta dispuesto a ofrecer una mano a quien lo necesite, llegando incluso a poner a otros por encima de sus propios deseos.
No le gusta hablar de sí mismo, es bastante reservado en cuanto a su vida personal, sintiéndose alguien bastante simple.
Un alma espontanea atrapada en un trabajolico. Si bien, Neill siempre disfruta de los cambios drásticos y adora la diversión, por el trabajo ha tenido que reprimir sus propias satisfacciones ya que actualmente se encuentra muy ensimismado en su empleo. Aún así, cada vez que puede salir y conocer nuevos lugares, trata de darse un tiempo para disfrutar al máximo sus salidas, que son pocas.
Antes solía ser una persona bastante social, sin embargo, recientemente se ha sumido en la vida laboral y suele descuidar demasiado sus relaciones personales, por lo que, se considera alguien solitario en su actualidad.
En algunas ocasiones puede llegar a ser bastante impaciente y necio, así como mostrarse obstinado frente a sus ideales. No es la clase de persona que reciba bien el estrés y sepa manejarlo, sobre todo cuando se trata de tomar decisiones importantes. Además, le gusta tener la razón.
Pese a su natural amabilidad, también a veces puede mostrarse demasiado rencoroso y le cuesta perdonar las malas actitudes de los demás.
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⇲ | Acerca de sus habilidades
Desde su infancia ha aprendido a ser autosuficiente e independiente, por lo tanto, es un buen cocinero, pero los platillos sencillos son su mejor fuerte, ya que no tiene la paciencia para preparar algo grande siendo que solo cocina para uno.
Amo de casa profesional, en sus días de limpieza se toma el papel demasiado en serio. Es una persona bastante pulcra, con la excepción de su pequeño estudio, que por tantos proyectos siempre queda desordenado.
Estilo de conducción común, sabe lo básico e indispensable que todo ciudadano debería conocer.
Habilidad de fotografía baja, aunque le gusta tomar fotos, no diría que sea una especialidad. Probablemente solo puede tomar fotos ordinarias con su celular.
Condición física decente. No suele cansarse con facilidad, al menos puede hacer ejercicio por unas 3 horas sin sentir la fatiga. Aunque eso dependerá de que clase de actividades haga. Correr se le da bien.
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⇲ | Pasado, presente y futuro
Jamás había sentido lo que era la calidez familiar, al menos durante un tiempo. Desde el momento en que había nacido, su aspecto físico había causado controversia a su alrededor y con ello la ignorancia sería motivo de crecer en un ambiente inseguro para él y su autoestima. Proveniente de un hogar sumamente religioso, donde la palabra de "Dios", o mejor dicho, de la biblia, era la verdad absoluta, pasando por encima de la lógica.
Neill había nacido saludable como cualquier otro recien nacido, sin embargo, cuando abrió sus ojos por primera vez y se encontraron con los de su madre, quedó evidenciado como aquellos peculiares ojos guardaban un tono carmesí, sus pupilas eran tan rojas como los rubies, y eso, para su familia ya sería suficiente evidencia de que Neill estaba maldito, poseído o era el mismo demonio.
Durante aquellos primeros años, cuidaron de él con pinzas, de hecho, no había sido una infancia normal; él no recordaba aquellas partes pero diariamente se visitaba la iglesia con el fin de exorcizarlo, pero por supuesto, no resultaría. El albinismo en los ojos de Neill era una condición médica, no una señal de su maldad. Pero no importaba que hiciera, siempre era motivo de desconfianza.
Hubo un tiempo en el que su atención fue captada por los colores sobre el papel, dibujar se había vuelto una de sus actividades favoritas, no era el mejor haciendolo, sin embargo; disfrutaba de crear cualquier cosa que se le ocurriera. No tardaría mucho en convertirse en uno de sus sueños frustrados. Los garabatos eran malinterpretados por aquellos creyentes. Y no era cosa de los dibujos, simplemente aquel pequeño rubio sin importar que hiciera, sería juzgado.
A pesar del dolor emocional que conllevaba que su familia no lo quisiera, él tenía demasiado amor para dar, y siempre había intentado ser alguien que no diera problemas ni causara molestias. Sería bueno, obediente y no reprocharia nunca.
A sus 7 años, todo aquel peso pudo aminorarse con la llegada de su hermano menor, Román. Aunque de igual forma, hubo muchas limitantes entre ambos hermanos. Los padres eran bastante sobreprotectores con su segundo hijo, a tal punto que no permitían que Neill pasara demasiado tiempo a su lado.
En un breve resumen de su hermandad, no importaba que tanto quisieran distanciarlos, Román encontraba seguridad en Neill y, a su vez, el mayor podía encontrar aquella calidez tan ansiada.
...
Fue a partir de la adolescencia, cuando Neill daría un cambio emocional drástico con respecto a su familia. Había pasado gran parte de su vida intentando ser el hijo perfecto, a pesar de jamás ser reconocido por ello, pero había algo que hizo que cada uno de sus esfuerzos fueran fácilmente derribados. Cuando Neill descubrió su orientación sexual, todo se vino a pique. Los rumores se extendieron primero por la escuela, seguido de llegar hasta oídos de los profesores y con ello, lamentablemente debía llegar a sus padres.
En anteriores ocasiones, la relación entre padres e hijo, si bien, era mala, aquella declaración de que su hijo era homosexual, fue el punto sin retorno donde aquel rubio se daría cuenta que nunca recibiría lo que anhelaba por parte de ellos, y no era su culpa en absoluto. Fue una evolución donde atravesó su fase de querer aprobación a reducir lo más mínimo de sus sentimientos y empezar a tomar resentimiento por las acciones y la injusticia que había experimentado.
En cuanto a su hermano menor, aunque fue ahí donde sus interacciones se restringieron más para evitar la mala influencia de Neill, ninguno de los dos permitió que cosecharan sentimientos negativos entre sí.
...
En el presente, Neill ha estado luchando contra la depresión por la muerte de su hermano. Se ha vuelto menos sociable que antes y a veces parece que se irrita con facilidad; la frustración por pensar que si él hubiese tomado otras decisiones, pudo haber evitado la tragedia o pudo haber aminorado el problema. Todo recae en un "hubiera" que jamás podrá existir, pero que no le permite avanzar. Toda su vida se ha visto nublada por aquel evento inesperado y no puede pensar en otras cosas que no sean descubrir la verdad de la muerte.
...
Aunque en el pasado siempre había querido formar una familia y conseguir el éxito en su carrera, por el momento no hay una proyección de su futuro. No está en la condición mental para hacer planes o plantearse metas a largo plazo.
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⇲ | Trama compatible
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