AMBIENTACIÓN E HISTORIA RECIENTE
Corre el año 2044, y la droga comúnmente conocida como Utopia se ha convertido en la más consumida en todo el mundo. Como el tabaco, Utopia ganó fama entre la juventud gracias a su presencia en campañas publicitarias y películas desde 2015. Además, no tiene efectos secundarios en el consumidor siempre que se reduzca a dosis pequeñas. Sin embargo, en dosis mayores puede provocar alucinaciones e incluso la muerte. Al contrario que otras drogas comunes, la peculiaridad de Utopia reside en su patrón de adicción: no resulta ser adictiva para todo el mundo, de forma que, mientras que para unos su consumo no lleva a adicción alguna, los adictos nunca llegan a pasar el mono. Si tu sistema es por naturaleza el de un adicto y has tenido la desgracia de probarla... la necesitarás de por vida.
Pese a las numerosas campañas antidrogas que los Gobiernos han financiado y las nuevas políticas de restricción de consumo de Utopia, en 2040 esta droga es ya una necesidad primaria para un 3% de la población mundial que se ha enganchado irremediablemente a Utopía. Aun siendo un porcentaje pequeño, a nivel global ha ocasionado que millones de personas no puedan llevar una vida normal ni incorporarse al mercado laboral. Además, los sistemas sanitarios de la mayoría de países se han visto desbordados. Estos adictos (también conocidos como U-Slaves) configuran la nueva clase social más baja, y necesitan dosis diarias de Utopía para poder seguir siendo funcionales y no sufrir las consecuencias de la abstinencia.
Con el fin de prestar una ayuda esencial a los U-Slaves, se han tomado medidas extraordinarias, y con la colaboración de todos los Gobiernos se ha procedido a la rehabilitación de islas tropicales y resorts repartidos por todo el globo para convertirlos en verdaderos paraísos orientados a la ayuda de los adictos. En estos paraísos los U-Slaves pueden desarrollar una actividad laboral en resorts a cambio de un suministro diario ininterrumpido de Utopia. La droga está prohibida en todo el globo a excepción de estos paraísos.
Pocos días después de la creación de estos paraísos, las solicitudes de U-Slaves para conseguir una plaza en ellos derivan en el colapso de todas las plataformas. Esta sobrecarga en el sistema lleva a que los protocolos de selección sean cada vez más estrictos, de forma que solo los mejor preparados y aptos puedan acceder a los paraísos.
Sin embargo, tender la mano a los necesitados siempre está ligado al dinero, y con los U-Slaves no puede ser de otra forma. Así pues, las labores de marketing de los paraísos se enfocan como lujosos y exclusivos parajes atractivos para las grandes fortunas. Solo los más adinerados pueden permitirse unas merecidas vacaciones en los paraísos.