Olivia, Liv, Grimes es lo que se conoce un OC.
Está basada en el universo ficticio de The Walking Dead.
Nombre: Olivia Grimes
Apodo: Liv, Livvi (aunque odia este último)
FC: Alycia Debnam-Carey
Edad: 22 años (Temporada 3)
Familia:
Rick Grimes Padre | |
Lori Grimes Madre | |
Hermano menor
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Relaciones sentimentales:
Antes del apocalipsis, Liv tuvo alguna que otra pareja sentimental y sexual pero nada realmente serio. Es LGBT pues desde joven se dio cuenta de que le gustaban también las mujeres.
Actualmente mantiene una relación con Daryl Dixon
Aptitudes:
Liv sabe disparar con armas de fuego pues, desde muy joven, su padre la enseñço a disparar un arma. Los sábados por la mañana eran el unico momento que padre e hija compartian y para Liv eran su momento favorito de la semana.
Sabe pelear cuerpo a cuerpo, o al menos eso está aprendiendo a dia de hoy.
Gracias a Daryl tiene ciertas nociones de rastreo y de poner trampas para cazar.
Sus habilidades de supervivencia aumentaron en el momento en que decidió separarse del grupo durante varias semanas. Y se dio cuenta de que era bastante capaz de sobrevivir sola si la situacion asi lo requería.
Rasgos personales:
Liv siempre ha sido una persona tremendamente curiosa, desde muy pequeña. Siempre le ha interesado el funcionamiento de todo a su alrededor. Por esa razón, desde niña, siempre ha hecho demasiadas preguntas sobre las cosas. La famosa etapa del “por qué” de los niños pequeños elevada a su máxima potencia. A la vez que curiosa siempre ha sido inteligente, una de las más inteligentes de su clase, aprobaba los exámenes casi sin esforzarse, sin tener que pasarse horas eternas delante de los libros. Lo que le daba tiempo para sus aficiones: el cine, su ordenador portátil y pasar el tiempo con su novio, Ethan.
En su adolescencia se volvió bastante desafiante a la autoridad de su madre, sobre todo desde que esta empezó a realizarle desplantes a su marido, Rick, padre de sus dos hijos: Olivia y Carl. La chica siempre sospechó que su madre cada día estaba más desencantada con el matrimonio. Es bastante perspicaz y no es capaz de controlar su carácter. Si está enfadada no se molestará en ocultarlo. En cambio, creció con la influencia de su padre, a quien adoraba con locura. Desde pequeña Rick fue su héroe indiscutible.
Aunque es bastante responsable, es también tremendamente independiente. Por eso cuando Lori empezó a pedirle (en su adolescencia) que cuidara de su hermano Carl ella se reveló. Quería disfrutar de su adolescencia.
Además, no soportaba las visitas constantes de Shane Walsh en casa. Era el mejor amigo de su padre, sí. Pero la chica siempre ha sido consciente de los sentimientos de Shane hacia su madre y también de la necesidad de Lori de que Shane anduviera cerca.
Muchas veces su casa se convertía en una cárcel de la que necesitaba escapar… Pero todo aquello cambió cuando entró en la universidad donde por fin sintió que encontraba un sitio: lejos de su madre…
Trivia:
Biografía:
Olivia es la primera hija del matrimonio conformado por Rick y Lori Grimes. Nació cuando ellos eran bastante jóvenes /𝟸𝟷 𝑦 𝟸𝟶 𝑎𝑛̃𝑜𝑠 / (𝒆𝒏 𝒎𝒊 𝒉𝒆𝒂𝒅𝒄𝒂𝒏𝒐𝒏, 𝑹𝒊𝒄𝒌 𝒄𝒂𝒔𝒊 𝒓𝒐𝒏𝒅𝒂 𝒍𝒐𝒔 𝒄𝒊𝒏𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒂𝒏̃𝒐𝒔 𝒄𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 “𝒎𝒖𝒆𝒓𝒆” 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒕𝒆𝒎𝒑𝒐𝒓𝒂𝒅𝒂 𝒏𝒖𝒆𝒗𝒆, 𝟒𝟕 𝒂𝒏̃𝒐𝒔). A pesar de la inexperiencia y de lo inesperado que fue la llegada de la niña, ambos padres la quisieron y criaron con todas las comodidades del mundo. Rick entró en la academia de policía y tras graduarse entró en la oficina del sheriff del condado de King, el pueblo donde había vivido toda su vida. También lo hizo su mejor amigo, Shane.
Durante los primeros años de su vida, la pequeña Olivia consideraba a Shane prácticamente su tío ya que su tío de sangre vivía en España desde hacía algún tiempo y apenas se veían.
Como ya he mencionado en los rasgos personales, Olivia siempre destacó por su curiosidad, su perspicacia, sus ganas de saber más. Y era cariñosa, tremendamente cariñosa. Solo que, en vez de estar pegada a las faldas de mamá, ella se apegaba a su padre, quien era su mundo. Todo giraba en torno a Rick. Le admiraba por encima de todo. Su padre era la ley, tenia un coche de policía y a veces le dejaba poner la sirena. Iba a verla en los recreos y siempre le daba un Twinkie a través de la vaya del patio. Le leía cuentos por las noches, estudiaba con ella y le hacia más divertidas las tareas.
Cuando tenia once años nació su hermano pequeño, Carl. Y ella lo adoraba. ¡Era una hermana mayor! Y cuidaba de su hermano todo lo que podía, incluso jugaba con él…
Quería también a su madre, pero conforme creció, la distancia entre ellas aumentó, sobre todo por las cosas que Olivia veía, pero callaba. No le gustan los enfrentamientos, nunca fue una niña conflictiva, por lo que temía enfrentarse a su madre. Y al mismo tiempo se sentía una cobarde por no contarle a su padre sus sospechas. Y es que conforme Rick pasaba más horas en la oficina, en el trabajo, haciendo horas extra, consiguiendo méritos en el cuerpo, todo gracias a la insistencia de Lori, la matriarca más tiempo pasaba con Shane: en la casa, yendo a llevar a Carl al colegio… Lori había sido la que había instado a su marido a dejar de ser un agente más para pedir el puesto de ayudante del sheriff. Y era la que lo presionaba para lograr el puesto de sheriff algún día desde que consiguió el puesto de ayudante del sheriff.
Rick cada día llegaba más tarde y más cansado a casa. Y cada vez compartía menos tiempo con su hija. Hasta que su tiempo juntos se vio reducido a las clases de tiro que Rick le daba a su hija los sábados por la mañana después de intentar no vomitar las horribles tortitas grumosas de Lori Grimes. Luego ambos desayunaban en condiciones en la cafetería del campo de tiro.
Y cada día se sentía peor por no contarle a su padre sus sospechas acerca de los sentimientos de su mejor amigo por su madre ni de lo cómoda que esta parecía con aquello…
Otro punto que generaba distensiones entre Olivia y su madre era la tendencia de esta ultima a confiar la crianza de Carl a todo el mundo menos a ella misma. Sí, Lori cuidaba de Carl, claro. Pero siempre encontraba alguien a quien decirle “¿Puedes cuidar de Carl un momento?”: Rick, una vecina, Olivia… Olivia era la que solía ocuparse de su hermano de cinco años. Pero Olivia acababa de cumplir dieciséis años y quería disfrutar de su vida y de su adolescencia. Quería a su hermano, pero no iba a ser su madre en lugar de su hermana, era algo que tenia muy claro. Olivia quería su propia independencia.
Y, digamos que, el día en que se fue a la universidad fue el más feliz de su vida… Discutió con su madre, se dijeron cosas bastante crueles y Olivia estuvo bastantes meses sin dirigirle la palabra. Pero no le importaba, tenia a su padre, y este siempre había sabido como aconsejarla.
Cada vez que volvía a casa por vacaciones, su cerebro decidía olvidar las traumáticas discusiones con su madre, pero al volver a casa, todo seguía ahí… Año tras año, desde los dieciocho hasta los veintiún años… Y cada vez se tornaron peores. Parecía que, con su marcha, las visitas de Shane eran cada vez más habituales y la complicidad entre este y su madre había crecido. Y Olivia no podía evitar darse cuenta de las miradas, las sonrisas, los comentarios. Sabia que su madre no había sido infiel a su padre, al menos de forma física. Era una mujer bastante creyente, aunque no practicante, y el matrimonio era sagrado. Pero no podía evitar empezar a sentir cosas por el mejor amigo de su marido.
Aquel año, y a pesar del brote de gripe que decían que había comenzado a asolar el mundo, Olivia decidió volver a casa para las vacaciones de verano. En agosto viajaría a Florida con sus amigas para terminar el verano por todo lo alto, pero… echaba de menos a Carl y a su padre… Además, le gustaba celebrar el cumpleaños de su padre, el cuatro de Julio… Y ese año los Grimes habían planeado bastantes sorpresas a espaldas de Rick, para sorprenderle por su cumpleaños y convertirlo en el más inolvidable de su vida.
Eran finales de junio cuando estaban desayunando. Carl hablaba efusivamente acerca de sus últimos días de colegio y Olivia repasaba los deberes del niño asegurándose de que no había ningún error. Y entonces se formó la discusión:
Rick bajó las escaleras con el pelo húmedo y la camisa del uniforme denotando las gotas de agua que habían caído sin tregua mojando la prenda. No había tenido tiempo de secárselo debidamente. Ni siquiera tomó café. Dejó un beso en la cabeza de Liv y otro en la cabeza de Carl y estaba dispuesto a salir por la puerta de la cocina cuando la voz de su mujer lo detuvo.
¿En serio, Rick? -preguntó con los ojos abiertos como platos. Esas tres palabras hicieron detenerse al agente de la ley y girar sobre sus talones mientras se quitaba el sombrero de la cabeza.
¿Qué sucede? - preguntó totalmente desconcertado.
-Ayer llegaste de madrugada a casa, según tú, después de haber estado hasta arriba de papeleo… -Liv no tenia dudas de eso- Y te levantas, no desayunas y… ¿te vas sin más? ¿No pasas un puñetero minuto con tu familia?
-Lori… -comenzó Rick avanzando hacia la isla de la cocina.
-¡No! - la madre de Liv se alejó un paso, como si Rick fuese radioactivo a través de la isla y de la encimera- Estoy harta Rick… Es que… Sinceramente, parece que no te importamos… Son tus hijos, Rick y no les has prestado un minuto de atención…
En ese momento la radio de Rick sonó con la voz de Linda, de la centralita.
-Tengo que irme, Lori… Hablaremos por la noche…
Aquella fue la ultima vez que Olivia vio a su padre, al menos haciendo uso de su vida, al menos en pie, al menos… con vida…
Cuando su madre la llamó por teléfono aquella tarde, no se lo podía creer… Por un momento le pareció estar viviendo una pesadilla de la que no era capaz de despertar: su padre, su héroe, había sido abatido durante una misión. Los médicos lo habían estabilizado, pero había perdido mucha sangre y… su cerebro y su cuerpo habían entrado en coma.
Desde ese día, Liv se dedicó a visitar a su padre en el hospital. Solo pasaba por casa para dormir. Se sentaba día tras día en una silla al lado de la cama de aquel hospital y pasaba las horas con su padre: le afeitaba, le leía, le contaba cosas. Otras veces lloraba, le pedía que despertara. Luego guardaba silencio durante horas solo cogiendo su mano, suplicando mentalmente a Dios que se lo devolviera.
Durante esas semanas Olivia solo se dedicó a su padre. No prestó atención a las noticias sobre el estallido del apocalipsis. Los muertos se levantaban y atacaban las calles, comercios… Y pronto todo fue insostenible. Cuando regresó a casa aquel día tras dejar a Shane en la habitación de su padre llevando un jarrón de lo más horrible, encontró a su madre de los nervios, histérica. Bloqueó puertas, ventanas. Había hecho acopio de comida en el super y lo estaba llevando al garaje subiendo las cosas al maletero de la ranchera de Rick.
-Shane me ha llamado. Dice que están… matando gente… a tiros en el hospital… Dice que tenemos que irnos…
Olivia se negó. No pensaba dejar a su padre allí. No se separaría de él. Y protestó y pataleó hasta el momento en que Shane se subió al volante del coche y Lori la obligó a entrar en los asientos traseros de la ranchera. Los primeros días fueron… horribles… Atascos en la carretera, familias enteras que probablemente morirían al día siguiente pedían comida agua, mantas, gasolina para salir de allí… Los que no tuvieron suerte fueron los ciudadanos que no pudieron salir de King County… Y ella los escuchó morir cuando el ejercitó roció napalm sobre las calles…
Shane asumió el mando y poco a poco y tras encontrarse con que Atlanta, el lugar seguro que la radio afirmaba, era una mentira, conformó poco a poco un pequeño grupo de supervivientes, a las afueras de la ciudad, en el cañón más elevado… A los “caminantes” les costaría trabajo llegar hasta ahí, aun así, aun venia alguno de vez en cuando.
Con el paso de las semanas el grupo aumentó y parecía que la vida sería… así… Entre desconocidos que tendrían que aprender a ser familia: Shane, Lori, ella, Carl, Merle y Daryl Dixon, Ed y Carol Peletier y su hija Sophia, Glenn Rhee, T-Dog, Dale, Andrea, Amy, Jim, Jackie, el matrimonio Morales y sus dos hijos… Y otras diez personas más cuyos nombres Olivia no se molestó en aprender.
El apocalipsis se había llevado el mundo consigo y también la vida de Olivia. En todos los sentidos. Se llevó su alegría, su sonrisa… Se había llevado a su padre… Y ella culpaba a su madre de haberlo dejado allí, de fiarse de Shane… Y la culpaba de sus salidas a escondidas con Shane semanas después de llegar a aquel campamento. Pues sabia perfectamente lo que Lori hacia cuando le pedía a Andrea, Carol, Amy, Jackie o a su propia hija que vigilaran a Carl… Sabía que Shane había conseguido lo que llevaba años persiguiendo. Con Rick muerto ahora no había nada que le impidiera meterse dentro de las bragas de la mujer de su mejor amigo.
Y los odiaba. A los dos. No soportaba estar cerca de ninguno de los dos. Incluso le pidió a Dale poder dormir en la caravana con él, Amy y Andrea, en una manta extendida en el suelo.
Primer año de Apocalipsis
(todo esto que voy a resumir a continuación está sacado de mis roles con mi partner, de modo que lo iré subiendo a medida que tenga tiempo)
Durante su estadia en aquel campamento improvisado a las afueras de Atlanta, Liv se sentia bastante aislada, lo cierto es que no lograba encajar con nadie más que con Amy Harrison, una superviviente a la cual el apocalipsis le habia pillado de viaje con su hermana Andrea.
Liv pasaba los dias soportando la vigilancia constante a la que la sometian su madre Lori y Shane, el mejor amigo de su padre. Pero todo esto cambió despues de un paseo por el bosque un dia que intentaba aislarse de este control exagerado. En su paseo encontró que Daryl Dixon habia ido tras ella solo con intenciones de que no se la zampara un caminante. En aquel encuentro, el arquero salvo a Liv de un desagradable episodio al impedirle comer unas bayas venenosas. Tras aquello y al divisar un par de caminantes, Liv pidió a Daryl que la enseñase a disparar la ballesta que él siempre portaba. Y Daryl, a regañadientes, consintió.
Verla regresar al campamento no sentó nada bien a Lori, quien intentó increparla. Y Liv, rapidamente salió en defensa de su nuevo amigo. Puede que Daryl fuera rudo, hosco y que su hermano dejara mucho que desear. Pero Daryl era un buen hombre:
- ¡Olivia Grimes! - le espetó cogiéndola del brazo y obligándola a girarse separándose de Daryl- ¿Se puede saber dónde demonios estabas? Estábamos preocupados. ¡Shane ha salido a buscarte!
Olivia se zafó del agarre de su madre, como si le quemara.
-Pues no me ha buscado demasiado bien. No vale demasiado como rastreador, ¿no te parece? - sintiéndose humillada por ser tratada como una niña por su madre delante de Daryl, Olivia quiso alejarse de ella.
- ¡Liv! ¿Dónde coño has estado?
Ella se giró, alucinando con el pollo que su madre estaba montando.
- ¡Por dios, Lori! ¡Estábamos a quince metros de aquí… Daryl me enseñaba a disparar la ballesta… No he hecho nada. ¡Quería ser útil! Que ya es más de lo que haces tú… -le espetó.
- ¿Estabas con él?
Aquello fue la gota que colmó el vaso. Escuchar el modo en que preguntó aquello logró terminar de hervir su sangre.
- ¿Ahora vas a pagarlo con Daryl? ¿Con la persona que nos trae comida cada día? ¿Con una de las pocas personas que nos protege? Muy inteligente, sí… -se dio la vuelta en dirección a la caravana de Dale donde Amy la esperaba en la puerta, preocupada por ella. Amy y ella habían hecho bastante buenas migas, tenían una edad parecida y resultaba que habían veraneado en el mismo sitio hacía un par de años.
- ¿A dónde vas? -preguntó Lori.
-Por dios, mamá… ¡Corta el cordón umbilical! -dijo entrando enfadada y humillada en el interior de la caravana. Amy entró tras ella.
Obviamente esto no sentó nada bien a su madre y rápidamente intentó pagarlo con Daryl, lo que sentaria un precedente en adelante y dejaria bastante claro que Lori no queria que su hija tuviera tratos con el arquero:
Observó como Liv dejó a su madre plantada para irse a la caravana de Dale, y fue cuando llegó su turno. Lori se acercó hacia él con el dedo índice levantado y su mirada clavada en la de él, como si de ese modo consiguiera amedrentarle.
– ¡No vuelvas a acercarte a ella! –
Daryl se le encaró por un instante dedicándole una mirada de arriba abajo mostrando que lo que ella dijese se la traía bien al fresco. Que ella no era quién para decirle qué o qué no podía hacer. Podía tratarse de su hija, pero a él no tenía por qué hablarle de ese modo. Mucho menos cuando esa mujer le preocupaba más bajarse los pantalones que la vida de su propia hija, o la del pequeño Carl. Necesitaba más buscar consuelo en los brazos de un hombre que de ser realmente útil. Iba a responderle una grosería cuando apareció Merle cogiéndole por el brazo para apartar a ambos.
Las semanas siguientes, Liv y Daryl empezaron a pasar más tiempo juntos, muy a pesar de Lori, pero el arquero hacia sentir bien a la muchacha. No es que el tipo hablara demasiado pero era inteligente, sabia rastrear y parecia dispuesto a intentar hacer algo para impedir que Liv fuera cebo de zombies en los primeros meses de apocalipsis. Se entendía muy bien.
Y entonces, la expedicion que habia ido a Atlanta regresó... Y con estos... Rick. El padre de Liv. Aquello era un maldito milagro. Pero, como todo en la vida, las cosas buenas no duran demasiado y, pronto la paz en el campamento de Atlanta terminó cuando un grupo de caminantes ingresó en este llevandose la vida de la mitad de los supervivientes incluida Amy (la amiga de Liv, Ed Pelletier y Jim.
Desde ahi el grupo tuvo que pensar qué hacer. Y, movidos por la intuicion de Rick terminaron encontrando refugio en el Centro de Control de Enfermedades.
Esa noche después de cenar copiosamente ya que llevaban dias muertos de hambre, Liv intentó llegar un paso más allá con Daryl...
-Tengo muchas cosas en la cabeza últimamente -dijo ella mientras sus manos ascendían hasta posarse sobre el pecho ajeno- Y la que más necesito ahora eres tú… -menuda mierda de frase para ligar, pensó, pero no se le ocurría nada mejor y esperaba que aquello dejara claras sus intenciones.
Pero él se apartó. Liv ladeó muy sutilmente la cabeza al verle retroceder y apartar la mirada. Aun así, las manos de Dixon se posaron en su cintura, y aunque trataban de apartarla, la tenía bien sujeta entre sus dedos. La parte buena era, que ahora Daryl no tenía más distancia que salvar pues su espalda daba de lleno con la puerta de la habitación.
- ¿De veras, Daryl…? -preguntó Liv dando un paso hacia él y acercándose lo suficiente como para acariciar su mentón con la punta de su nariz- ¿Por qué nos resistimos? ¿Qué tiene de malo? El mundo se ha terminado… -susurraba ella mientras sus dedos habían ascendido hábilmente hasta los hombros de él y una de ellas ya buscaba el desenfadado cabello de la nuca de él.
Quien sabe lo que hubiera pasado aquella noche de no ser por la interrupcion de Rick. Una vez que Liv se alejó de la habitacion de Daryl, Rick advirtió al arquero de no acercarse a Liv y esta fue la razon por la que al dia siguiente, el sureño fue bastante borde con Liv, cortando de golpe cualquier tipo de relacion que hubiese nacido entre los dos. Obviamente no lo sentia de verdad pero era su unica forma de ahorrarse problemas con el lider del grupo.
Aun asi, cuando el CDC resultó ser una ratonera y todos luchaban por sus vidas, Daryl no dejó de preocuparse por la joven Liv. Ayudandola a escapar, protegiendola de la explosion...
Y cuando se vieron refugiandose en mitad de ninguna parte, Daryl regaló a Liv una chocolatina que ella veria al despertar. Puede parecer absurdo pero en un mundo lleno de muertos y sin más alimento que una bolsa de cacahuetes para todo un grupo, aquella chocolatina... lo era todo.
Apunte de user: El resto de la historia está en proceso ya que debo resumir mis roles con mi partner, que van desde la S1 hasta los hechos acontecidos tras el episodio 3x03. Lo iré escibiendo a medida que pueda. Si hay alguna pregunta estoy en DM :D