Quizás el chico había esperado mucho tiempo para llevar a cabo su cometido, quizás solo quería seguir viviendo aquella historia que había empezado de la peor manera con la vaga ilusión de que en el camino se pudiera solucionar, lo había intentado, de verdad lo había hecho, pero a veces giras atrás y ves que hay cosas que no se pueden reparar y aunque te cueste sabes que es la mejor opción, era preferible para el terminar con esto que crecía cada día más, así le afectaría menos; el asunto se complica cuando uno tiene que tomar la decisión, felizmente Duban estaba dispuesto a hacerlo.

Así que cuando estuvo frente a el, cerró sus ojos y acercó sus labios para besarlo, inhaló su olor, sintió su barba, maldición, cuánto le gustaba, lo abrazó con ternura, sabiendo que era la última vez que lo haría y minutos después cuando estuvo listo supo que tenía que hacer lo correcto, con el dolor que aquello representaba empuñó su varita y mientras lo besaba profundamente apuntaba a la cabeza del hombre que se había hecho un lugar en su corazón.

Era consciente de sus decisiones, su amor no había sido extenso pero había sido intenso, lo había sido para él, en ese momento su mente recordó todas las escenas que había vivido con Jakob, la primera vez que lo vio y la forma en la que su odioso carácter había hecho que le cayera tan mal, nada de eso había cambiado hasta aquella vez que lo vio con otros ojos, la mirada del falso amor había calado tan hondo en el premio anual que le había cegado de lo que debía hacer, había perdido su oportunidad muchas veces pero esta vez aunque su interior se negaba a hacerlo, lo haría.

-Obliviate-

Haciendo una floritura con su varita se encargó de eliminar cada momento de la farsa que habían vivido y aunque el mar de sensaciones que invadía su cuerpo le hacían temblar, no se detuvo, continuó asegurándose que cada escena de ambos juntos se eliminara por completo de su mente, dejando atrás  cada recuerdo, olvidando un nosotros.

Suspiró y se alejó del hombre, aprovechó que estaba aún en trance por el hechizo para poder contemplarlo, se había enamorado de verdad, sí que lo había hecho, pero su corazón le suplicaba terminar con esto, por su bien, por el de ambos; así que se acercó a darle un beso en la frente y lo miró sin decir nada, ya estaba hecho, no existiría un por siempre pero al menos su amor había durado más de los noventa minutos que duraba inicialmente la poción y aquello era suficiente para el muchacho.

-Que te vaya bien Jakob-

Una lágrima recorría su mejilla a la vez que su cuerpo dejaba el lugar, dejando con él un amor que estaba destinado a no progresar, Duban se imaginó un mundo paralelo en el que ambos pudieran estar juntos, no se cansaba de verlo a su lado, le costaría olvidarlo pero lo haría.

A veces no sabes quienes llegarán a tu vida y dejarán una huella en ti, no puedes elegir quienes pueden hacerlo, pero si puedes elegir cuáles conservar, esa había sido su decisión y estaba satisfecho con ella.

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