××××××××××××××××××××××××××××××××××Nadie considera que un chiquillo sea importante hasta demostrar que sirve para algo más que preguntar y correr.
Así inicio la historia de Alastor. Nadie sabe su nombre real, Nadie sabe qué fue de él en el pasado ni por qué desapareció 7 años.
Solo el conoce su historia.
Nacio en una familia con una madre amorosa y un padre Abusivo, daban las comunes apariencias de su época. Criado para ser un buen cristiano por enseñanza de su madre, quien lo llevaba siempre a la iglesia y daba las gracias por haberlo tenido apesar del sufrimiento que podrían experimentar.
Le intereso a muy temprana edad la profesión de la locución de radio, pues su madre disfrutaba de escuchar de esta junto a él. A consideración del demonio estos fueron de los mejores momentos de su infancia pues el padre abusador no se entrometia cuando la escuchaban.
Era un niño curioso y amable que se preocupaba por sus seres queridos... incluido su tonto padre.
Disfrutaba de ayudar en casa, a su padre en su trabajo como leñador y correr en la enorme pradera que adornaba su patio trasero... u ocultarce en el bosque cuando su madre se lo ordenaba y su padre le buscaba...
Cumplió 10 años y después de entender quien era realmente su padre fue cuando por fin dejó de sentir algún afecto por él, en una golpisa que casi lo mando con el creador de no ser que su madre intervino, ayudándolo en el piso lodoso y la lluvia fría le dijo entre lágrimas que jamás debía seder al sufrimiento.
"siempre sonríe, no dejes que nadie sepa como te sientes"
En una desesperada lección para que su hijo no pasara por las mismas humillaciones que ella, apesar de eso jamás fue capaz de sonreír como su amorosa madre.
Cumplió 12 años... 15 años... 16, 17, 19 y dedico su adolescencia y ahora joven adultez a apoyar y ver por el bienestar de su mamá, protegiéndola lo mejor que pudo de ese idiota. Aunque significará recibir palizas en su lugar, Alastor aún entre tanta humillación y dolor jamás fue capaz de levantar una mano a su padre, pues respetaba ciegamente las enseñanzas de su madre y el estúpido versículo que ordenaba en la biblia "honraras a tus padres"
Siempre respetandolo, siendo educado, hablando bien de él... dándole la razón en todo lo que ordenace, sentandoce a su lado en la mesa y en la iglesia frente el altar.
SiN DeCIr naDa JamAs
Ni de pequeño ni de adulto fue capaz de encontrar atractiva a una mujer... o un hombre siquiera, simplemente sus deseos sexuales no eran algo que saliera naturalmente de él. Tal vez por que estaba demaciado concentrado en hacer sentir orgullosos a sus padres.
Su padre incluso le propuso comprometerlo con hijas de sus amigos o contactos con influencia pero Alastor se negaba dándola la excusa "quiero tener un futuro y así poder tener bien a mi futura familia, tal vez conozca a alguien por amor" sorpresivamete él no insistia demaciado pues aunque resultaba tonto creia en las palabras de su hijo y su madre se unía a las peticiones de su padre pues bromeaba diciendo que deseaba nietos antes de dejar este mundo. Aunque intento conocer algunas mujeres en varias ocasiones, no pudo, no era repulsivo ni nada por el estilo pero jamás sintió nada. Y fue virgen toda su vida por obvias razones.
La comunidad le conocía como un soñador y una persona que perseguía la fama no importaba el precio, llamaba la atención a donde sea que fuera pues era conocido como un buen hombre y exelente hijo. Después tanto estudiar, entrevistas, solicitudes, rechazos y contactos por fin tuvo una gran oportunidad en sus manos hizo la prueba y los locutores quedaron encantados, su fluidez, sinceridad y alegría hipnotizaria a las masas y como demostración transmitirian esa misma tarde la prueba grabada para dar a conocer a una posible futura estrella de la radio.
"BUENAS TARDES DAMAS Y CABALLEROS ¿como les ha ido hoy? en este día tan lluvioso no queda más que disfrutar del calor de los hogares y beber un refresco o un café mientras observando la lluvia bajo los techos de sus entradas. Apesar de ello hace un agradable clima, en lo personal ¡uno de mis favoritos! Me presento ante las masas, soy su nuevo conductor "########" ¡Pero simplemente llámenme Alastor su nuevo amigo mañanero y nocturno! Apesar de que esto se esté transmitiendo por la tarde jajaja"
Ese día tan especial lleno de lluvia y sol al mismo tiempo, el joven corrió como un venado sin control esperando dar las buenas noticias a su familia... no, más bien a su querida y adorada madre.
Todos le miraban con gracia mientras corría por el pueblo directo su casa pues ya sabían que si estaba así de feliz era por que logró su cometido.
Celebrando y gritando como un niño.
Mientras cortaba camino por bosque y la pradera enorme llena de hierva y césped de su patio llegando al fin a su hogar y abriendo la puerta con brusquedad y una gran sonrisa honesta, una que jamás podría haberle mostrado a nadie más que a su linda mamá para demostrarle que nadie le arrebataria sus sueños.
Hasta que el mundo le demostró lo contrario.
Una vez dentro de la casa se apresuro a la sala y ellos estaban allí, su padre con un rostro completamente enloquecido con un acha en mano y su madre... yacía muerta en el suelo, como si jamás hubiese estado viva, con un charco de sangre que empapaba el suelo y su mirada borrosa y seca con una última sonrisa que fulminaba su rostro.
Alastor jamás tuvo la oportunidad de despedirce de ella, ni de decirle nada más que "hasta la tarde" durante esa mañana.
Sin exprecion se limitaba a mirar el cadáver de su madre con completo horror mientras su padre se excusaba completamente hebrio diciéndole que encontró una caja llena de dinero, con la que seguramente huiria con su maldito amante.
"solo era cuestión de tiempo, nadie guarda tanto dinero para nada."
Su padre maldecía y llamaba de formas promiscuas a su madre.
"Seguramente ese bastardo de la iglesia con el que se la pasaba hablando era su puto amante, ¡ella disfrutaba burlarce de mi!"
Escuchando escusas patéticas... gritos como lanzaba y quebraba cosas. Hubo un punto en el que Alastor no lo soporto más y sin mostrar ninguna otra emoción más que de furia total tomo el acha que su padre soltó al agacharce para tocar el pobre e inocente cuerpo de su madre.
Con sus ojos llenos de ira y arrepentimiento, tanta obediencia, tanto tiempo soportando el estúpido y descuidado carácter de su padre, tanto tiempo permitiendo que los tratasen de forma inhumana y horrible, respetando a un hombre que jamás valdría la pena valorar. El cerebro de el joven se rompió por completo y mato a su padre sin parpadear clavándole el acha en el cuello. Desquitandoce de tantos años sufrimieto y descuartizado su cuerpo hasta el punto de astillar incluso el suelo.
Cuando se dio cuenta de lo que hizo se asusto y tembloroso soltó el acha , callo de rodillas mirando esa escena cubierta de color carmesí y olor a hierro.
"mamá... no... por favor no... tú no mamá..."
Incaria hasta el cuerpo de su madre dudando en tan siquiera mirarlo o tocarlo, temblando y batallando para poder respirar pues un hueco se sentía en su pecho intentando decir cualquier cosa hasta que por fin reunió el valor para abrazarlo llorar y gritar frente a el.
Enterraria el cadáver de su madre en el jardín bajo el árbol de encino que tanto le gustaba cuidar. Preparandole un pequeño funeral y juntando una fuerza tremenda para rezar por ella pues ahora su fe estaba siendo destrozada por lo ocurrido. ¿Por que dios le arrebataria a su madre? Y de una manera tan inhumana, Alguien que no merecía esto... ni siquiera un ángel se apiadó jamás del alma de esa mujer.
El cuerpo de su padre por otro lado... continuaba en la sala a poco tiempo de comenzar a apestar. Echándolo en dos viejos costales y admirandolos con asco y sin pensar ni nada parecido...
Cometió canibalismo, devoro parte del cuerpo de su padre y el resto se lo dio por partes a los cerdos, esperando que fuera un buen castigo para él mismo por no haber podido protegerla como un hombre.
Comiendo el cuerpo asqueroso de el que tanto le hizo sufrir.
En la cabeza de alastor tenía sentido... como le contaba su madre en los escritos de la biblia...
"Beberán de mi sangre y comerán mi cuerpo"
Aún después de el funeral oficial de su madre los promotores de la radio le dieron una oportunidad más por la empatia. Y Alastor sin dudar ni pestañear, recordando las palabras de su santa madre, acepto con una gran sonrisa que jamás se borraría de su rostro.
Y seguiría viviendo en la casa donde fue criado sin entrar jamás al cuerto de sus padres o revisar nada más que su habitación y la radio.
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Pasaron meses y Alastor transmitía con alegría y entusiasmo. Hasta que una tarde escucharía a un hombre burlarce de su madre en un descanso en el bar, pues rumores decían que "un hombre mato a su esposa en un ataque de celos por ponerle el cuerno. Y poco después escaparía dejando a su hijo solo con el cadáver de su madre."
Los rumores almenos se acercaban un poco a la realidad... pero escuchar decir a ese hombre que su madre se lo merecía por "Promiscua" hizo hervir la sangre de Alastor pero no quizo hacer nada recordando que su madre no lo querria así.
El colmo fue cuando salio el bar después de despedirce de su amiga Mimzy y se encontró a ese mismo hombre que maldijo a su madre golpeando a una mujer tumbada en suelo con los puños y pateandola con despecho, gritándole toda clase de obscenidades.
"¡ESE BASTARDO SEGURAMENTE ES TU AMANTE! ¿¡DISGRUTAS BURLARTE DE MI!?"
Esas fueran las mismas palabras que dijo su padre cuando mato a su madre...
La ira se apodero de su cuerpo y sin dudar lo asesino esa misma noche por puro despecho, ya no había nadie que le dijera que se calmara después de todo, y salvo a esa mujer que no dijo nada cuando dejó tirado el cuerpo muerto de su esposo. Agradecida por ese acto la mujer llamada Rosie jamás dijo nada.
Después de repetir y repetir y matar a más hombres en las mismas condiciones, ya no era por simple venganza, ahora era por simple placer, matar a punta de cuchillo a ese idiota le hizo feliz.
Así se repetía el proceso de vez en cuando, cuando alguien quería mostrarle autoridad como un pendejo o se burlaba de aquellos que fueron asesinados injustamente, violadores, abusadores, golpeadores... no dudaba en matarlos, una bola de imbéciles a la vista del joven, recreando una y otra vez su primer asesinato. Sin darce cuenta en su lista solo se encontraban hombres.
Y muchos menos sin prestar atención, tan solo desahogada su ira con desconocidos, justificando que se lo merecían por ser basura.
Y así se repitió durante años acabando con docenas de vidas... algunas inocentes, pues algunas veces Alastor no corroborada la información de las personas y estaba ansioso por seguir probando la carne.
No podría más con toda esa carga se estaba quebrando poco a poco sin poder más con ello, ya no podía dejar de sonreír como un completo lunático. Al punto de reír en las transmisiones de radio como desquiciado cuando anunciaba las muertes o desapariciones de personas. Siendo gracioso que él fuera el responsable aveces de alguna de esas noticias. Incluso estaba volviendoce paranoico creyendo ver las sombras de las personas que había comido y matado.
Su jefe preocupado y pensando que tanta tensión y carga de trabajo le estaba afectando, le dijo que descansará un tiempo y así fue como lo hizo Alastor.
Estaba siempre sentado en el porche de su casa mirando el bosque lijando el acha con la que mato a su padre y a tantas personas, pensando en todo lo que había echo para arruinar su vida, sin lamentarce y sabiendo lo que le esperaría una vez muerto... estar al lado de su padre en el infierno.
Sin saber que más hacer con su tiempo, después de tantos años por fin lograría entrar al cuarto de sus padres, lleno de telarañas y polvo. Mirando sobre la cama esa caja llena de dinero que su padre le menciono hace varios años aquella noche. Mirando dentro un sobre con su nombre con la letra se su difunta madre y una caja de regalo con un reloj de bolsillo.
"Siempre creí en ti y espero que esto te ayude en tu carrera en la ciudad, hijo mío recuerda siempre sonreír y no dejes que destrocen tus sueños. Espero que dios siempre te cuide como yo lo he echo"
Esas eran probablemente las últimas palabras de su mamá, y sin nunca saberlo la última frace sería mentira.
Su madre no pretendia escaparce ni dejarlo solo, y aunque asi hubiera sido, la habria entendido... eso siempre lo supo, pero saberlo ahora con seguridad... le hizo doler el pecho como nunca antes.
Su madre siempre pensó en su bien... incluso después de su muerte aún estaba allí para detenerlo, pero era tarde, ya había cometido tantos pecados. Y sin imaginar lo que seguía... un nuevo hueco se formaría en su pecho.
Pues en el reloj estaba la razón del por qué su padre creyó que su madre lo engañaba, la razón por la que todo esto pasó.
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El recibo del fabricante del reloj seguía en la caja, con el nombre de la persona que fue la encargada de hacerlo.
No había necesidad de hacer caso de ese papel, pero la curiosidad del joven fue dominante, y aprovechando que estaba libre se dispuso a buscar a aquel relojero.
Únicamente para saber si su madre le había dicho algo sobre lo que opinaba del reloj o saber tan siquiera algunas últimas palabras que pudo haber dicho. Pues la fecha del recibo era de la mismo día en la que ella falleció. Seguramente había sido escrito esa la mañana.
Para este momento Alastor ya tenia 32 años, ya habían sido 12 años desde la muerte de sus padres y el comienzo de su vida como asesino serial.
Pasaron los días y Alastor fácilmente logró dar con el local de aquel vendedor. Llevando consigo el recibo y el reloj, algo nervioso por lo que podría decirle, tal vez el vendedor ya no era el mismo o quizá no recordaría haber vendido un reloj hace 12 años.
Llego al local vistiendo elegante y para sorpresa de cualquiera, caminando algo preocupado. Parecía un marido culpable que quería reparar alguna reliquia de sus esposa. Se quito su saco y lo dejo sobre el perchero del lugar.
Se acercó al vendedor que solo era unos pocos años mayor que él, le saludo y por fin le preguntó...
"Pues la verdad he venido a preguntar por esto, este reloj me trae mucha curiosidad y me he enterado que usted tal vez sea el que lo fabrico"
No le dijo mentiras, pero tampoco le dijo la verdad, quería saber todo sinceramente y sin tapaderas de ser posible. El vendedor se lleno de sorpresa al ver ese reloj tan llamativo, pues era imposible olvidarce de algo así y más sabiendo su historia de trasfondo.
La historia era la misma, el vendedor le hizo el reloj a un hombre que se lo encargo para regalárselo a su hijo para su próxima trayectoria y carrera.
"Jamas podria olvidarme de algo asi, el hombre que lo mando a hacer dijo que sería de parte suya y de su esposa para su hijo. Para apoyarlo en su carrera, no lo he olvidado únicamente por que se que corrió el rumor que él mismo hombre osea el esposo, la mato y huyo dejando el cadáver a vista de su hijo..."
Esas palabras hicieron pensar a Alastor, al parecer su padre fue el responsable de ese regalo... bastante hipócrita para ser verdad. Entonces no habia nada interesante, solo era la imaginación de...
Y De la nada el vendedor volvió a hablar.
"Me sorprende que aun siga en el pueblo este reloj, su hijo debió venderlo o algo para que terminará en sus manos. Sabe, aveces en lugar del hombre venia la esposa del hombre a revisar que todo estuviese bien con el encargo, pero siempre venia acompañada por un hombre que no era su esposo y se le veía sonriente a su lado. No lo se usted pero yo siempre creí que era su amante"
Alastor amplio los ojos cuando lo escucho decir todo eso, (¿acaso...?) Antes de pensar más decidió preguntar.
"Y... ¿Quien era el hombre que acompañana a la mujer?"
El vendedor volvió a hablar confiado y sin dudar.
"Tengo entendido que era el que ayudaba al sacerdote en la iglesia. Ufff de saber que ese hombre haría algo tan horrible mejor habría cerrado la boca pero supongo que la mujer se lo busco, nadie la mando a ser una fácil"
Esto último el vendedor lo dijo con desagrado, como si tan solo mencionar a su madre fuera una asquerosidad.
"El día de entrega vino el hombre por el reloj y fue cuando le dije lo que vi. Debiste verlo, el pobre jamás pensó algo así, y se fue furioso con el reloj en mano."
Alastor estaba sin palabras, no era capaz de responderle a ese vendedor. Pero una furia igual a la de ese día tan lluvioso vino a él. Fueron unos largos e incómodos segundos para el vendedor pues Alastor lo miraba con odio y completa locura, eliminando una vez más la sonrisa de su rostro.
El estúpido vendedor por fin reacciono a todo y pudo entender lo que pasaba.
"Disculpa, ¿acaso tu eres el hijo?"
Todo esto había sido por culpa de ese vendedor, todo su sufrimiento había sido por culpa de ese vendedor, todos esos asesinatos, todas esas noches llorando y riendo como un desquiciado, todos esos pensamientos, su oportunidad de demostrarle a su madre que haría brillar su mundo...
×××TODO HABIA SIDO CULPA DE ESE VENDEDOR×××
Sus ultimas palabras fueron el detonante, fue veloz y no dudo ni un segundo, reviso en su saco y saco rápido una navaja para saltar sobre el mostrador e ir directamente a matarlo. El vendedor por su puesto que trato de defenderce como pudo, pero al fin y al cabo le fue inútil. En un movimiento limpio alastor le corto la garganta haciendo que un chorro de sangre cubriera el lugar, como si una tubería se hubiera roto. Y a su vez empapando a Alastor que no se inmutaba con los profundos rasguños que le ocasionaba el agonizante vendedor que trataba de aferrarce a la vida. Y lentamente, perdiendo sus fuerzas como última imagen a Alastor sobre él, moría despacio y ahogándose en su propia sangre. Hasta finalmente dejar este mundo en el suelo de esa relojería.
Alastor ya no era capaz de sentir nada, no se sentía feliz, complacido o nervioso por lo que acababa de pasar... esos sentimientos se habían desvanecido por completo... al contrario, lágrimas brotarian de sus ojos. Esto había sido un error, y en lugar de ayudarle le hizo perder aún más el control. Siendo ese su último asesinato.
Y Cuando finalmente volvió en sí, se levantaría y se limpiaria como pudiera, volviendo a ponerse su saco y saliendo del lugar. Una vez fuera miró unicamente una niña parada en el otro extremo de la calle mirando como Alastor trataba de quitarle la sangre de su cara. No había que hacer y se limitaría a verla a los ojos con seriedad y cubrir sus labios indicándole que no dijera nada de lo que pudo haber visto.
Poco después encontrarían el cadáver del relojero y los chismes y noticias invadirán el pueblo. Era la primera vez que dejaban un cadáver a la intemperie en el mismo lugar donde ocurrió el asesinato. Y la policía comenzaría a buscar sospechosos sin ningún éxito, pues nadie había visto nada ese día... hasta que el padre del relojero buscaría por si mismo al asesino de su hijo.
La niña que vio a Alastor hablaría, y le contó al padre del relojero que vio al hombre de la radio salir del local ese día.
Entonces la cacería empezaría.
Habían pasado 10 días y Alastor no hacía más que estar encerrado en su hogar saliendo de vez en cuando al porche para tomar algo de aire. Ahogándose en la bebida y sin hablar con nadie. Sus amigas más cercanas Minzy y Rosie, chicas que conocía de mucho tiempo lo querían convencer de pasar tiempo con ellas para que desahogara sus penas almenos en compañía de alguien. Alastor se negaba y aceptaba que estaría solo por el resto de su vida lamentándose.
El padre del relojero... ese hombre investigo como loco a alastor, su pasado e historial "implacable" descubriendo que la navaja olvidada en el lugar de asesinato... le pertenecía a él. Sin dudar ni investigar más se preparo para vengar a su hijo.
Casualmente eligiendo una noche lluviosa y helada.
Alastor estaba indispuesto, bebiendo whisky en la sala donde mato a su padre. Recordando ese momento una y otra vez.
Y en la entrada se escucharía como tocarían su puerta en medio de la noche lluviosa con calma.
Sin pensarlo mucho se acercaría y la abriría, sin esperar que al hacer contacto con ese hombre que lo buscaba este le miraría con odio y le dispararía en seco con un rifle. Alastor de puro milagro lograría hacerce a un lado antes de que le dispararán. Callendo al suelo en pánico. Dandoce cuenta de las consecuencias de tantos años pecando.
El hombre le grito.
"¡NO TE MUEVAS!"
Mientras aún le disparaba y perseguía en el interior de la casa y no quedaría otra opción, tendría que huir. Alastor no teia un arma... solo sus piernas y voluntad de seguir viviendo. Alcanzó a escapar por la parte trasera llevando consigo el reloj y el acha de su padre. Esperaba que con la lluvia perdiera el rastro.
Habían perros, unos 6 buscándolo. Alastor corría como una presa asustada, intentando con todas sus fuerzas vivir. Estaba decidido a hacerlo, no moriría de una forma tan estúpida.
Los perros le seguían el ritmo, apesar de haber pasado ya bastante tiempo. No podía más con el cansancio y se detuvo a matar a uno de los perros con el acha, otro más le atacaría el brazo. Patadas, empujones, mordidas y una trampa para osos en su pierna. La removió y se arrastraba.
Quedaban 3 perros en total y le harían soltar su acha Alastor.
Se desangraba, su brazo estaba caliente y las mordidas alrededor de su cuerpo no eran la excepción. El cazador por fin lo encontró. No habrían monólogos ni reclamos. Tan solo se avalanzaria contra el lastimado joven para golpearlo antes de matarlo. Ese mismos sentimiento de impotencia y venganza que Alasto sintió, estaba ahora en el interior del cazador.
Apesar de todo logro defenderce y regresar algunos golpes al hombre y volver a huir agonizando de dolor y cogeando.
Tantas cosas pasaban por la mente de Alastor, cada una de las muertes que provocó desde la primera, hasta la última...
Su cabeza jugaba con él, sentía que todos los que murieron en sus manos le perseguían como sombras negras y verdes intentado atraparlo. Jadeaba y lloraba hasta que comenzó a reír. Con una gran sonrisa retorcida fulminado su rostro lleno de lagrimas. Esto era lo que él se había buscado.
La lluvia era feroz y no le dejaba ver casi nada, lejos de el miró un brillo blanco, como algo lo llamara.
Cada vez corría más lento hasta no poder más y quedar parado mirando una silueta que apartaba las sombras que lo perseguían.
"Mamá..."
Nada más que alucinaciones por el cansancio y los delirios que Alastor obtuvo por tantos años reuniendo su locura.
Cayó al suelo rendido cuando el cazador lo encontró y le disparo en la rodilla.
Mirando como paisaje el cielo nocturno y nublado. Con la luna apenas brillando detrás de las nubes.
Unos perros corriendo directamente hasta él, y el cazador apuntándole a la cabeza con su rifle.
"Diviértete en el infernó"
Para finalmente... dispararle a la cabeza y matarlo. Desvaneciéndose y mirando como última visión... la extraña figura de un ser con alas...
Y volviendo a despertar mirando a su alrededor un negro profundo.