• — Ahora que lo pienso nunca encontré en sus recuerdos el origen de Dahlia, pero si mis conjeturas son ciertas debe ser descendiente del dios del Sol y eso supone porque me ha dado tantos problemas erradicar su sangre. —
    — Ahora que lo pienso nunca encontré en sus recuerdos el origen de Dahlia, pero si mis conjeturas son ciertas debe ser descendiente del dios del Sol y eso supone porque me ha dado tantos problemas erradicar su sangre. —
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  • Se siente muy bien luego de visitar la tumba del primer amigo que hizo desde su despertar en el sistema origen, un Lich de Kuva, su primer némesis, un grineer, le incomoda en parte, porque ha matado incontables clones al servicio de la reina y teme confirmar en el pasado profundo que tennos y grineers pelearon juntos.

    Chroma ni siquiera ruge, entendiendo que este lugar es una tumba en el espacio, donde Hayden con otro Warframe dio fin a la vida voluntariamente de ese grineer, condenado a vivir eternamente bajo el yugo de la reina Y que despertó del control de ella, deseando la muerte por Hayden que servir nuevamente a la reina.

    "Idiota... ambos deseamos lo mismo, libertad de nuestro yugo, tú de la reina y yo de Lotus, echo de menos tus pésimos chistes sobre mi Frost."

    Luego Chroma se inclina al llegar a su destino, donde solo quedan las piezas metálicas de lo que una vez fue un poderoso Lich de Kuva, nemesis de los warframes o al menos una amenaza seria en un principio.

    "Seguro te burlarías de Chroma... ja... ja..."

    Se limpia una lágrima que había descendido por su mejilla.
    Se siente muy bien luego de visitar la tumba del primer amigo que hizo desde su despertar en el sistema origen, un Lich de Kuva, su primer némesis, un grineer, le incomoda en parte, porque ha matado incontables clones al servicio de la reina y teme confirmar en el pasado profundo que tennos y grineers pelearon juntos. Chroma ni siquiera ruge, entendiendo que este lugar es una tumba en el espacio, donde Hayden con otro Warframe dio fin a la vida voluntariamente de ese grineer, condenado a vivir eternamente bajo el yugo de la reina Y que despertó del control de ella, deseando la muerte por Hayden que servir nuevamente a la reina. "Idiota... ambos deseamos lo mismo, libertad de nuestro yugo, tú de la reina y yo de Lotus, echo de menos tus pésimos chistes sobre mi Frost." Luego Chroma se inclina al llegar a su destino, donde solo quedan las piezas metálicas de lo que una vez fue un poderoso Lich de Kuva, nemesis de los warframes o al menos una amenaza seria en un principio. "Seguro te burlarías de Chroma... ja... ja..." Se limpia una lágrima que había descendido por su mejilla.
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  • Hubo un día en el que Susan dejó de ver a Mateo Riddle como un misterio fascinante y comenzó a verlo como una maldición con ojos hermosos.

    El sol no se atrevía a salir del todo aquella mañana. Las ventanas del Ala de Encantamientos estaban cubiertas por una bruma grisácea que parecía haber nacido de un presagio. A ella le bastó una mirada. No necesitó un pergamino, ni un mensaje anónimo. No hubo necesidad de que alguien se lo contara. Susan lo sintió.

    Porque el amor, aunque tibio y dulce en su origen, también tiene un instinto que arde cuando duele. Lo vio en sus manos: la ligera mancha oscura en la muñeca izquierda, apenas visible entre los pliegues de su túnica. No era tinta. No era una sombra. Era la Marca Tenebrosa.

    Y entonces, todo se quebró en silencio.

    Susan Bones—la sobrina de Amelia, la hija del linaje que conoció la guerra y la pérdida—se convirtió, por un momento, en una mujer detenida entre dos mundos: el que creía que podía construir con él… y el que él ya había elegido sin ella.

    No dijo nada al principio. Solo bajó la mirada. Tragó el nudo en la garganta con la dignidad que le enseñaron las mujeres de su familia. Y cuando por fin alzó la vista, él ya la estaba observando con esa expresión que no suplicaba perdón… sino comprensión.

    Pero ella no iba a darle esa salida.

    —¿Hace cuánto lo decidiste? —preguntó sin temblor en la voz, aunque por dentro se sentía hecha cenizas—. ¿Antes o después de besarme por primera vez?

    Mateo no respondió. No porque no tuviera palabras, sino porque ninguna bastaba para sostener lo que estaba a punto de desmoronarse entre ellos. Y Susan, la eterna justiciera silenciosa, entendió en ese instante que amarlo no iba a ser su redención, sino su condena.

    Dio media vuelta. No corrió. No lloró. Solo caminó, como si dejara atrás un universo alterno, una promesa nunca dicha, un destino que jamás les pertenecería.

    Aquel día, Susan no perdió a un enamorado. Perdió la idea de que el bien y el mal eran tan sencillos como las casas en Hogwarts. Perdió la esperanza de que su corazón podría estar a salvo en los brazos de alguien con sangre Riddle.

    Y aunque su varita no tembló cuando días después lo enfrentó en el campo de batalla, su alma sí lo hizo. Porque a veces, lo más doloroso no es pelear contra el enemigo… sino saber que, alguna vez, fue tu amor.

    Hubo un día en el que Susan dejó de ver a Mateo Riddle como un misterio fascinante y comenzó a verlo como una maldición con ojos hermosos. El sol no se atrevía a salir del todo aquella mañana. Las ventanas del Ala de Encantamientos estaban cubiertas por una bruma grisácea que parecía haber nacido de un presagio. A ella le bastó una mirada. No necesitó un pergamino, ni un mensaje anónimo. No hubo necesidad de que alguien se lo contara. Susan lo sintió. Porque el amor, aunque tibio y dulce en su origen, también tiene un instinto que arde cuando duele. Lo vio en sus manos: la ligera mancha oscura en la muñeca izquierda, apenas visible entre los pliegues de su túnica. No era tinta. No era una sombra. Era la Marca Tenebrosa. Y entonces, todo se quebró en silencio. Susan Bones—la sobrina de Amelia, la hija del linaje que conoció la guerra y la pérdida—se convirtió, por un momento, en una mujer detenida entre dos mundos: el que creía que podía construir con él… y el que él ya había elegido sin ella. No dijo nada al principio. Solo bajó la mirada. Tragó el nudo en la garganta con la dignidad que le enseñaron las mujeres de su familia. Y cuando por fin alzó la vista, él ya la estaba observando con esa expresión que no suplicaba perdón… sino comprensión. Pero ella no iba a darle esa salida. —¿Hace cuánto lo decidiste? —preguntó sin temblor en la voz, aunque por dentro se sentía hecha cenizas—. ¿Antes o después de besarme por primera vez? Mateo no respondió. No porque no tuviera palabras, sino porque ninguna bastaba para sostener lo que estaba a punto de desmoronarse entre ellos. Y Susan, la eterna justiciera silenciosa, entendió en ese instante que amarlo no iba a ser su redención, sino su condena. Dio media vuelta. No corrió. No lloró. Solo caminó, como si dejara atrás un universo alterno, una promesa nunca dicha, un destino que jamás les pertenecería. Aquel día, Susan no perdió a un enamorado. Perdió la idea de que el bien y el mal eran tan sencillos como las casas en Hogwarts. Perdió la esperanza de que su corazón podría estar a salvo en los brazos de alguien con sangre Riddle. Y aunque su varita no tembló cuando días después lo enfrentó en el campo de batalla, su alma sí lo hizo. Porque a veces, lo más doloroso no es pelear contra el enemigo… sino saber que, alguna vez, fue tu amor.
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  • Detective's Play - The Phantomhive Family.
    Fandom Jujutsu Kaisen/Kuroshitsuji.
    Categoría Suspenso
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Londres, 14 de Febrero, 1913.

    ⠀⠀La niebla nocturna cae como un sudario sobre las calles, cubriéndolas con la humedad grisácea característica de la Europa de aquella época. Hace más de un siglo, su viaje no había hecho más que empezar, cada parada, cada destino, era un nuevo punto de comienzo.

    ⠀⠀Siempre lo perseguía... Ese hedor a muerte.

    ⠀⠀El maleficio cobraba vida en las calles, anunciaba su llegada de la miseria, y con él, la caminata de cierto individuo. Un hombre con ropas oscuras, gastadas pero impecables. Lleva un maletín de cuero curtido, y en su mano izquierda, protegida por un guante raído, una sortija de origen indescifrable. Con el paso de las eras, debía adaptarse a los códigos de vestimenta, no había nada que le disgustase más que usar trajes, pero era la etiqueta.

    ⠀⠀Por el pseudónimo "A", como le llaman quienes se atreven a pagar por sus servicios. No tiene título, ni oficina, ni papeles legales que lo respalden, pero quienes lo han contratado saben que si algo escapa a las leyes naturales, él sabrá qué hacer. Una forma más precisa de describirlo es que sabrá cómo destruirlo. Siempre cobra por adelantado. Tenía una carta en la mano, proveniente de un comisario que decidió contratar al hombre sin tiempo, bajo la duda sobre si los rumores de su persona son ciertos.

    ⠀⠀Nadie con sentido común camina por Shadwell cuando cae la noche y los pocos que se atreven a hacerlo no hablan de lo que ven, ni del hedor extraño que emana de ciertos portones cerrados desde hace décadas. Pero hace tres semanas, el primer cuerpo apareció bajo uno de esos faroles: un hombre joven, obrero, con la garganta abierta de forma limpia, sin rastro de sangre.

    ⠀⠀Tres días después, una mujer apareció sentada en los escalones de una iglesia abandonada, completamente vestida, el rostro lívido pero con las cuencas oculares vacías. Ni una sola marca de violencia. Solo piel cerrada, como si jamás hubiera tenido ojos.

    ⠀⠀La Scotland Yard —que nunca fue famosa por su competencia— cerró ambos casos como "ataques relacionados", probablemente un asesino serial excéntrico, algo que las imprentas sensacionalistas devoraron con entusiasmo. Pero Alaric sabía que no, estos parecían los requisitos de una especie de ritual, y seguía acumulando víctimas día tras día.

    ⠀⠀No están asesinando al azar, los están preparando meticulosamente. Algo despertará y será terrorífico.

    ⠀⠀Pero él no será el único que investigue ese caso...

    Jean Phantomhive
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Londres, 14 de Febrero, 1913. ⠀ ⠀⠀La niebla nocturna cae como un sudario sobre las calles, cubriéndolas con la humedad grisácea característica de la Europa de aquella época. Hace más de un siglo, su viaje no había hecho más que empezar, cada parada, cada destino, era un nuevo punto de comienzo. ⠀⠀Siempre lo perseguía... Ese hedor a muerte. ⠀⠀El maleficio cobraba vida en las calles, anunciaba su llegada de la miseria, y con él, la caminata de cierto individuo. Un hombre con ropas oscuras, gastadas pero impecables. Lleva un maletín de cuero curtido, y en su mano izquierda, protegida por un guante raído, una sortija de origen indescifrable. Con el paso de las eras, debía adaptarse a los códigos de vestimenta, no había nada que le disgustase más que usar trajes, pero era la etiqueta. ⠀⠀Por el pseudónimo "A", como le llaman quienes se atreven a pagar por sus servicios. No tiene título, ni oficina, ni papeles legales que lo respalden, pero quienes lo han contratado saben que si algo escapa a las leyes naturales, él sabrá qué hacer. Una forma más precisa de describirlo es que sabrá cómo destruirlo. Siempre cobra por adelantado. Tenía una carta en la mano, proveniente de un comisario que decidió contratar al hombre sin tiempo, bajo la duda sobre si los rumores de su persona son ciertos. ⠀⠀Nadie con sentido común camina por Shadwell cuando cae la noche y los pocos que se atreven a hacerlo no hablan de lo que ven, ni del hedor extraño que emana de ciertos portones cerrados desde hace décadas. Pero hace tres semanas, el primer cuerpo apareció bajo uno de esos faroles: un hombre joven, obrero, con la garganta abierta de forma limpia, sin rastro de sangre. ⠀⠀Tres días después, una mujer apareció sentada en los escalones de una iglesia abandonada, completamente vestida, el rostro lívido pero con las cuencas oculares vacías. Ni una sola marca de violencia. Solo piel cerrada, como si jamás hubiera tenido ojos. ⠀⠀La Scotland Yard —que nunca fue famosa por su competencia— cerró ambos casos como "ataques relacionados", probablemente un asesino serial excéntrico, algo que las imprentas sensacionalistas devoraron con entusiasmo. Pero Alaric sabía que no, estos parecían los requisitos de una especie de ritual, y seguía acumulando víctimas día tras día. ⠀⠀No están asesinando al azar, los están preparando meticulosamente. Algo despertará y será terrorífico. ⠀⠀Pero él no será el único que investigue ese caso... [littl3gr3y]
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  • . El apego es el origen, la raíz del sufrimiento.
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  • — Bajo el cielo que es el origen de todas las cosas, no hay muros, ni castillos, ni naciones.
    El Planeta Primordial deslumbra desde el fondo de la tierra. Te mostraré el dominio del alma... Garden of Avalon!
    — Bajo el cielo que es el origen de todas las cosas, no hay muros, ni castillos, ni naciones. El Planeta Primordial deslumbra desde el fondo de la tierra. Te mostraré el dominio del alma... Garden of Avalon!
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  • Debo confesar, el café es una perdición para mí. Me encanta desde su aroma a sus tan distintos gustos dependiendo del grano y de su origen. Lo disfruto dulce, un caliente espresso o frío en un refresco en verano. No es solamente la excusa para despertar en una mañana de flojera, es una deliciosa rutina, un ritual para empezar bien el día.
    Debo confesar, el café es una perdición para mí. Me encanta desde su aroma a sus tan distintos gustos dependiendo del grano y de su origen. Lo disfruto dulce, un caliente espresso o frío en un refresco en verano. No es solamente la excusa para despertar en una mañana de flojera, es una deliciosa rutina, un ritual para empezar bien el día.
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    Nombre: Xiaolan
    Origen: Vendida al Palacio Interior por sus padres
    Ocupación: Sirvienta en el Palacio Interior
    Edad: Joven (edad exacta no especificada)

    Personalidad:

    Positiva y agradecida pese a sus circunstancias

    Charlatana, entusiasta, adorable

    Inocentemente entrometida

    Muy sociable y amigable

    Descripción general:
    A pesar de su dura historia personal, Xiaolan ha abrazado su vida en el Palacio Trasero con una actitud optimista. Es conocida por su personalidad vivaz, su cariño contagioso y su inagotable apetito por los chismes. Es amiga cercana de Maomao, a quien respeta y admira, aunque a menudo sin comprender del todo la complejidad de su mente analítica.

    Talentos:
    Conocimiento social
    Observadora

    Información de: https://kusuriya.fandom.com/wiki/Xiaolan
    Nombre: Xiaolan Origen: Vendida al Palacio Interior por sus padres Ocupación: Sirvienta en el Palacio Interior Edad: Joven (edad exacta no especificada) 🌟 Personalidad: Positiva y agradecida pese a sus circunstancias Charlatana, entusiasta, adorable Inocentemente entrometida Muy sociable y amigable Descripción general: A pesar de su dura historia personal, Xiaolan ha abrazado su vida en el Palacio Trasero con una actitud optimista. Es conocida por su personalidad vivaz, su cariño contagioso y su inagotable apetito por los chismes. Es amiga cercana de Maomao, a quien respeta y admira, aunque a menudo sin comprender del todo la complejidad de su mente analítica. 🧩 Talentos: Conocimiento social Observadora Información de: https://kusuriya.fandom.com/wiki/Xiaolan
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  • — Esa rubia me prometió elfas y atenciones de origen dulce que te hacen babear. Pero no veo ni elfas ni babas. — Mientras tanto está pasando por una crisis de identidad.



    || bonjour, les pido que respeten la historia de cada personaje y no me lleguen con meta rol sacado del *** de favor, gracias.
    — Esa rubia me prometió elfas y atenciones de origen dulce que te hacen babear. Pero no veo ni elfas ni babas. — Mientras tanto está pasando por una crisis de identidad. || bonjour, les pido que respeten la historia de cada personaje y no me lleguen con meta rol sacado del *** de favor, gracias.
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  • 🪻 𝓤n 𝓡oce 𝓒armesí ◌᪲ ㅤ .ㅤ ︶ּ︶
    Fandom OC
    Categoría Romance
    Shizuka, una chica de gran belleza, con su cabello lila ondeante recogido en dos coletas y ojos celestes que brillaban como estrellas, formaba una pareja estable contigo desde hacía unos pocos meses. Vivían juntos en una hermosa casa frente a un lago, un entorno natural que complementaba perfectamente el origen de la chica. Hasta ese momento, Shizuka siempre se había mostrado afectuosa, tranquila, creativa e innovadora. Si bien a veces se disociaba y necesitaba su espacio, ambos habían logrado comprenderse y respetar sus momentos a solas, lo que les había permitido mantener una relación duradera.

    No obstante, en los últimos días, algo extraño estaba sucediendo con Shizuka. Últimamente, se la veía muy rojiza, con las mejillas y la frente sonrojadas, y evitaba a toda costa el contacto físico desde hacía tres días. Cualquier roce la hacía erizarse y se alejaba rápidamente, mirando a su pareja con temblor. Antes, solían dormir abrazados, ver películas juntos o simplemente acurrucarse, pero esa rutina había desaparecido. Ahora, ella siempre desayunaba con la cabeza gacha, mordiéndose el labio, como si intentara contener un sonido que no quería que saliera.

    Un día, en la tarde del tercer día, su pareja se cansó de la situación. Al entrar a la habitación, Shizuka estaba de pie cerca de la cama; sus manos apretaban con fuerza entre sus muslos, mientras soltaba jadeos contenidos, con el rostro completamente rojo. Quitó una mano de allí, llevándola a sus labios, y alzó lentamente su rostro hacia el chico. Shizuka era una Shal'Zorin, lo que significaba que era mitad gata y mitad humana. Para las gatas, es común que cada cierto tiempo entren en celo, un período en el que se descontrolan. Si su pareja se ponía a analizar, Shizuka mostraba todas esas características. Pero, hasta ahora, ellos no habían tenido intimidad. ¿Cómo acabaría esto?
    Shizuka, una chica de gran belleza, con su cabello lila ondeante recogido en dos coletas y ojos celestes que brillaban como estrellas, formaba una pareja estable contigo desde hacía unos pocos meses. Vivían juntos en una hermosa casa frente a un lago, un entorno natural que complementaba perfectamente el origen de la chica. Hasta ese momento, Shizuka siempre se había mostrado afectuosa, tranquila, creativa e innovadora. Si bien a veces se disociaba y necesitaba su espacio, ambos habían logrado comprenderse y respetar sus momentos a solas, lo que les había permitido mantener una relación duradera. No obstante, en los últimos días, algo extraño estaba sucediendo con Shizuka. Últimamente, se la veía muy rojiza, con las mejillas y la frente sonrojadas, y evitaba a toda costa el contacto físico desde hacía tres días. Cualquier roce la hacía erizarse y se alejaba rápidamente, mirando a su pareja con temblor. Antes, solían dormir abrazados, ver películas juntos o simplemente acurrucarse, pero esa rutina había desaparecido. Ahora, ella siempre desayunaba con la cabeza gacha, mordiéndose el labio, como si intentara contener un sonido que no quería que saliera. Un día, en la tarde del tercer día, su pareja se cansó de la situación. Al entrar a la habitación, Shizuka estaba de pie cerca de la cama; sus manos apretaban con fuerza entre sus muslos, mientras soltaba jadeos contenidos, con el rostro completamente rojo. Quitó una mano de allí, llevándola a sus labios, y alzó lentamente su rostro hacia el chico. Shizuka era una Shal'Zorin, lo que significaba que era mitad gata y mitad humana. Para las gatas, es común que cada cierto tiempo entren en celo, un período en el que se descontrolan. Si su pareja se ponía a analizar, Shizuka mostraba todas esas características. Pero, hasta ahora, ellos no habían tenido intimidad. ¿Cómo acabaría esto?
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