AVISO PARA ENTENDER ESTO LEE LA HISTORIA DE ALEXA SELENE Y LA OTRA PARTE DE LA HISTORIA DE DANIEL, SIN NADA MAS QUE DECIR, DISFRUTEN
Historia de alexa
Primera parte de la historia de Daniel
Los años que siguieron fueron difíciles para Daniel Selene. Sin su hermana, la aldeea se sintió vacía y desolada. Sus padres se sumieron en el dolor y la preocupación, y Daniel tuvo que crecer rápidamente. Comenzó a entrenar con más intensidad, decidido a ser digno de la herencia de los Selene y a proteger a su familia.
Aunque solo tenía 7 años cuando Alexandra se fue, sus recuerdos de esos días eran vívidos. Recordaba las risas de su hermana, la determinación en su voz y su linda sonrisa. Esos recuerdos lo impulsaron a seguir adelante, a convertirse en el guerrero que su familia necesitaba.
A medida que los años pasaban, Daniel no podía sacudirse la sensación de vacío y la necesidad de saber qué había sucedido realmente con su hermana. Investigaba en silencio, escuchando conversaciones de los sabios y recopilando fragmentos de información sobre el destino de Alexandra. Fue a la edad de 12 años que finalmente descubrió la verdad.
Una noche, mientras exploraba los archivos antiguos de la aldea, encontró documentos que relataban los eventos que llevaron a la huida de su hermana. Leyó sobre el compromiso forzado con Ian, las atrocidades que él había cometido, y la valiente decisión de Alexandra de renunciar a su magia y dones para proteger a su familia y a la aldea.
Daniel se quedó boquiabierto. La astucia y valentía de su hermana lo dejaron impresionado. Comprendió el enorme sacrificio que ella había hecho y se sintió abrumado por la admiración. Sabía que si algo así le hubiera pasado a él, no habría tenido el mismo valor para enfrentarlo.
Desde ese momento, Alexandra se convirtió en el ídolo de Daniel. Decidió hacer de ella su modelo a seguir, su inspiración para mejorar y ser tan valiente como ella. Su determinación se renovó, y cada día se esforzaba más en su entrenamiento y estudios, convencido de que, al igual que su hermana, él también podría superar cualquier adversidad.
Daniel miraba la luna cada noche, no solo como un recordatorio de su conexión familiar, sino también como una promesa silenciosa a su hermana. Juró que se convertiría en un guerrero digno del nombre Selene, y que algún día la encontraría y demostraría que su sacrificio no había sido en vano.
Su dedicación no pasó desapercibida. Los sabios y ancianos de la aldea notaron su progreso y comenzaron a verlo como una esperanza en tiempos oscuros. La valentía y la determinación de Alexandra habían sembrado una semilla en Daniel, y esa semilla florecía con cada día que pasaba.