“Destruction is beauty personified and I'm it's shrine.” 

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¡ATENCIÓN!
(KUROSHITSUJI / BLACK BUTLER OC)
Este personaje es hija de Angela Blanc, un ángel caído. Es un personaje exclusivo del anime de Kuroshitsuji, además de ser la contraparte femenina de Ash Landers. Fue la principal antagonista del anime.

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HISTORIA:

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La batalla había cesado. Michaelis y su amo habían triunfado, pero el precio fue alto: Angela estaba muerta. ¿Era este el fin? Sí, definitivamente lo era. Sin embargo, nadie imaginaba que su muerte desencadenaría una consecuencia aún mayor.

En su lecho de muerte, los humanos suelen ver pasar toda su vida frente a ellos: sus momentos más felices, los más tristes, los logros alcanzados y los deseos no cumplidos. Esos anhelos insatisfechos que, debido a crueles giros del destino, nunca pudieron realizarse.

Pero, ¿cómo se manifestaría este proceso en un ser sobrenatural como Angela? La respuesta es sencilla. Al igual que los humanos, Angela tenía deseos y anhelos. La diferencia radica en que, siendo un ángel caído, sus deseos eran mucho más intensos y poderosos que los de un humano normal.

Su cinematic record, el registro de su vida, no pudo soportar la intensidad de estos anhelos. La energía de aquella insatisfacción comenzó a filtrarse, creando una especie de fuga. Esta fuga no era solo una simple liberación de energía; era una extensión de su misma esencia, algo que su cinematic record no pudo contener.

Ahora, ¿qué es un cinematic record? Puede ser descrito como una película o documental que narra la vida de un ente, desde su nacimiento hasta su respectivo deceso. Un humano se divide en dos partes: alma y cuerpo. Cuando ambas se combinan el ser puede vivir y el registro comienza a correr, terminando en el instante en que un Shinigami colecta su alma.

De esta poderosa energía residual nació Blair, una nueva entidad surgida de los deseos insatisfechos de Angela. Blair no era simplemente un subproducto de la muerte de Angela, sino una manifestación viva de sus deseos más profundos y oscuros. 

Blair D’ Blanc, recién creada, se encontraba en un estado de confusión y rabia, pues podía sentir el deseo de venganza de Angela corriendo por sus venas. Sin embargo, también era un ser individual, con emociones propias. Vagó por el mundo, inconscientemente buscando un propósito. ¿Cuál era su función allí? Por cuestiones emocionales, terminó apodando a Angela como su madre.

Aunque nunca la conoció en vida, los recuerdos compartidos que traía el ser una extensión de sus deseos le permitieron sentir un profundo odio hacia el demonio que le había arrebatado la vida... Sebastian Michaelis. Este odio la impulsó a la venganza, pero Blair comprendió que la venganza no podía ser su único objetivo; necesitaba establecer una posición de poder para ejecutar sus planes a largo plazo.

Blair se ajustó el hábito y alisó las arrugas inexistentes con manos delicadas pero firmes. En su reflejo en el pequeño espejo del austero cuarto, veía una figura diferente a la que había conocido. El rostro era el mismo, la piel blanca y los ojos de un brillante púrpura, pero la expresión era otra. Una mezcla de inocencia y piedad, una fachada cuidadosamente construida para engañar a todos.

La catedral de Londres, majestuosa y antigua, era su nuevo hogar. Desde su entrada como una simple monja, había trazado su camino con precisión meticulosa. Blair utilizó su encanto natural para atraer a quienes la rodeaban, hablando en susurros suaves, ofreciendo consejos reconfortantes y mostrando una devoción inquebrantable a la fe. Cada gesto, cada palabra, era una pieza del rompecabezas que ella estaba construyendo con paciencia.

El primer paso fue ganarse la confianza de la Madre Superiora, una mujer anciana, terca y con un discernimiento agudo. Pasó noches enteras escuchando sus historias, mostrando interés. Lentamente, la Madre Superiora comenzó a confiar en ella, con esto, tuvo acceso a áreas restringidas y obtuvo la aprobación para asistir a reuniones importantes.

Sus acciones no pasaron desapercibidas. Los viejos líderes eclesiásticos comenzaron a notar su dedicación y sabiduría. Ella tenía respuestas para todo, una solución para cada problema. Era como si su presencia misma fuera algo divino, por lo que la comenzaron a tratar como tal.

El ascenso fue inevitable. En menos de un año, Blair se encontró en el centro del poder eclesiástico, ocupando el puesto de "Santa Sacerdotisa". Este título, reservado para la mujer de mayor virtud y conocimiento dentro de la iglesia, le otorgaba un poder inmenso. Era alabada por los fieles, quienes la veían como una figura celestial, una enviada de Dios. Las palabras de Blair eran ley; su influencia, inquebrantable.

Cada sermón, cada bendición, cada acto de caridad, fortalecía su posición. Su habilidad para manipular a las masas era extraordinaria. Los feligreses acudían a ella en busca de guía, y ella les proporcionaba justo lo que necesitaban escuchar, generando en ellos devoción y obediencia. Dentro de los muros de la catedral, su palabra era incuestionable.

Sin embargo, el poder tenía un efecto inesperado. El odio ardiente hacia Sebastian Michaelis, que antes consumía sus pensamientos, comenzó a desvanecerse. No desapareció, pero se transformó. Se diluyó en la nueva ambición… la necesidad de ser adorada, de ser respetada. Ella era un ser superior, merecía ser tratada como tal.

Por supuesto, esta cara nunca podría ser vista por ellos… debería esconderla, debería actuar como una Santa; pura e inocente. 

Lentamente comenzó a disfrutar de su posición. El respeto y la veneración que recibía eran adictivos junto al poder que poseía. Cada reverencia, cada mirada de admiración, alimentaba su vanidad.

Pese a todo, la sombra de su origen no la abandonaba. Los recuerdos de Angela, su "madre", seguían presentes, un recordatorio constante del dolor que le habían dado en vida. 

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PERSONALIDAD:

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Como extensión de Angela, Blair comparte muchos de sus rasgos, escondiendo su verdadera naturaleza tras una fachada cuidadosamente construida de dulzura y pureza. En su papel de "Santa Sacerdotisa", se presenta como una figura amable e inocente, ganándose la confianza y devoción de quienes la rodean con una sonrisa angelical y palabras consoladoras. Sin embargo, bajo esta máscara impecable, se oculta una personalidad profundamente sádica, arrogante y engreída.

Blair es egoísta hasta el núcleo, motivada principalmente por su propio beneficio y placer. Disfruta manipulando a los demás, viéndolos como simples peones en su juego de poder. Para ella, los demás no son más que criaturas insignificantes y fáciles de controlar, herramientas útiles para alcanzar sus propios objetivos. Su habilidad para leer y explotar los deseos y temores de los demás le otorga una ventaja insidiosa, permitiéndole mover las piezas del tablero a su antojo sin levantar sospecha alguna.

Su arrogancia es inmensa, alimentando su sadismo y encontrando un deleite oscuro en el sufrimiento ajeno, especialmente cuando ella es la causante. A pesar de su naturaleza perversa, Blair es extremadamente inteligente, utilizando su astucia para consolidar y expandir su poder.

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APARIENCIA:

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Es una figura cautivadora con una apariencia que impersona la belleza, dejando una intensidad inquietante. Su cabello largo y blanco cae en cascadas onduladas alrededor de su rostro, enmarcando una afilada mirada color lila. Su piel es pálida, casi etérea, resaltando aún más sus facciones delicadas pero afiladas. Posee alas blancas, que puede esconder y extender a voluntad.

Altura: 1,60
Peso: 45kg
Voice claim: Mizuchi - Beastars (English)
Aroma: (Ignorando el hecho de que durante esta época a duras penas se bañaban) Flores blancas, jazmín, lirio del valle, vainilla.

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CURIOSIDADES:

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¿Sabían que en el libro de registro de Kuroshitsuji el nombre de Angela está escrito como “Angela Blair”? De allí se me ocurrió el nombre para este OC.

En su tiempo libre, Blair disfruta de la lectura poética. Su autor favorito siendo Oscar Wilde.

Ama las flores, desde su ascenso al puesto de Sacerdotisa demanda ofrendas que contengan las mismas. La catedral está repleta de ellas.

Ni Sebastian ni Ciel están al tanto de su existencia, no porque Blair sea exactamente cuidadosa… todo lo contrario. Se debe simplemente a que la reina no demuestra interés, mucho menos sospechas sobre la Iglesia, como consecuencia, el perro guardián tampoco.
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