Entre tantos sobres que habían llegado a la pensión, uno tenía mi nombre. Demasiado extraño era que alguien de la nada me mande una carta, siendo que mi estadía en la superficie era casi momentánea. El remitente decía FC. Venía en un papel oscuro, con cierta iridiscencia. Muy peculiar el sello lacreado en forma de.. ¿Gato?

 

Al abrirlo, un perfume peculiar inundó el lugar. Era una invitación a una gala. Una especie de aniversario o algo así. Nunca he rechazado ninguna invitación así que me puse manos a la obra. 

 

Me pareció correcto hacerme un nuevo vestido, al ser una gala no podía ir con arapos, no? En fin, también pensé que sería apropiado ocultar mis cuernos y mi cola, uno nunca sabe qué puede pasar. Así que preparé también la poción para ocultarlos, debería llevar al menos 5 frascos por si acaso. 

 

Preparé todo, armé mi bolso con lo necesario y emprendí viaje al lugar. Al llegar había demasiada gente. ¡Mucha gente! Un tremendo problema para mí que los tumultos me ponen incómoda. Una alfombra roja con ballas resplandecientes en color oro se ubicaban a los costados y muchos fotógrafos se encontraban capturando a las muchas de las celebridades. 

 

En ese momento, busqué la forma de ingresar por alguna puerta de servicio, pero no había nada a la vista. Por lo que decidí hacerlo hechizándome haciendo que mi presencia no se percate. Caminé hacia los primeros escalones y el hechizo funcionaba. Iba caminando lo más normal y contenta al ver que nadie se fijaba en mí. Pero en un momento, mi mirada se posó en uno de los fotógrafos que empezó a observar me de manera extraña. 

 

Pensé: - ¿Por qué mira hacia mí? Acaso .. Ay mierda. -

 

Había olvidado de poner el factor del tiempo en el hechizo y poco a poco empecé a aparecer en la escena. Claro, era un espectáculo ver ciertas piernas caminantes sin un torso, brazos y una cabeza que lo acompañen. Al estar completamente visible dí una vuelta y me reverencié ante todos allí como si se tratase de una especie de truco de un show de ilusionistas, con una sonrisa temblorosa. Me fui alejando hacia llegar a la puerta y entré al lugar, agitada y muy avergonzada pero victoriosa por haber manejado con inteligencia, (bueno, si así se le puede decir) la situación.