• —LA GUERRA DE LOS MIL MINUTOS:PARTE 2—

    —El infierno estaba en un inquieto silencio,era como si todo ser que habitaba alli se hubiera esfumado,el primero en abrir las puertas del caos de las siete entidades fue una de las versiones mas peligrosas,empezo a cazar demonios de bajo rango,con el fin de "desterrar a los impuros",aqui comienza la guerra—

    —El Paul Richards original sintio una presencia que no debia estar en ese espacio temporal,inmediatamente fue a investigar y alli lo encontro,propagando el caos,al ver encontrarse esa escena bajo en picada hasta ese farsante,llevandoselo hacia una pila de escombros,al choca a una gran velocidad,La version impostora solo miro enojado y a la vez confundido—

    Paul Alterno:"¿¡QUE HACES IDIOTA?!,¡MI CONTRATO ES HACER LO QUE QUIERA HASTA LA ETAPA 3!"

    —Al instante esa version descubrio de quien se trataba—

    Paul Alterno:"Ay mierda,eres el yo de esta linea temporal..no importa,la unica version superior soy yo"

    —Racista de mierda...


    —Ambos se enfrentaron a puño limpio y con magia,tristemente,el Paul Alterno salio victorioso por una gran diferencia,dejando al borde de la muerte al Paul original,quedandose inconsciente unas horas—
    —LA GUERRA DE LOS MIL MINUTOS:PARTE 2— —El infierno estaba en un inquieto silencio,era como si todo ser que habitaba alli se hubiera esfumado,el primero en abrir las puertas del caos de las siete entidades fue una de las versiones mas peligrosas,empezo a cazar demonios de bajo rango,con el fin de "desterrar a los impuros",aqui comienza la guerra— —El Paul Richards original sintio una presencia que no debia estar en ese espacio temporal,inmediatamente fue a investigar y alli lo encontro,propagando el caos,al ver encontrarse esa escena bajo en picada hasta ese farsante,llevandoselo hacia una pila de escombros,al choca a una gran velocidad,La version impostora solo miro enojado y a la vez confundido— Paul Alterno:"¿¡QUE HACES IDIOTA?!,¡MI CONTRATO ES HACER LO QUE QUIERA HASTA LA ETAPA 3!" —Al instante esa version descubrio de quien se trataba— Paul Alterno:"Ay mierda,eres el yo de esta linea temporal..no importa,la unica version superior soy yo" —Racista de mierda... —Ambos se enfrentaron a puño limpio y con magia,tristemente,el Paul Alterno salio victorioso por una gran diferencia,dejando al borde de la muerte al Paul original,quedandose inconsciente unas horas—
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  • Inversionista Kepler:
    - Es interesante como esas máquinas biológicas desarrolladas por los que una vez fueron nuestros amos, varían mucho de era en era.

    - Los creados durante la antigua guerra, se nota su especialización, su diseño agresivo, pensados para la guerra absoluta y total, como una herramienta eterna para una guerra sin fin, lo que los hace difíciles de dominar o usarlos con fines civiles, considerados los más peligrosos.

    - Los creados antes del gran declive, oh los favoritos de esos demonios del vacío, productos de una guerra finalizada, una supuesta era de orden y restauración, mucho más humanos, mucho más diseñados de manera ornamental, inclusive para hombres poderosos y solitarios, hermosos para ojos mortales, atractivos y menos especializados para la guerra a cambio de mayor versatilidad en las misiones, como Olvidar a Parvos y Protea, o la leyenda de Dagath o las historias de Yareli.

    - Los creados fuera del imperio Orokin, por supuesto, siempre hay quienes roban el conocimiento de los emperadores dorados, nunca se sabrá cuando y como inicio, sin embargo, Ballas, no es un idiota que descuida sus investigaciones y estamos seguro de que lo hizo adrede, quizá sean los más desconocidos, los que aún no ven la luz de las estrellas, pero así nacieron Nidus y Xaku, quien sabe si más allá de los pabellones dorados, gente desesperada o arruinada fue entregada a Helminto fuero de esas cámaras de torturas.

    - Nunca me dejaré de fascinar como la carne supero a la maquinaria en nuestros campos de batalla, donde nuestros automatas intentan inútilmente igualarse a las bestias que crearon los Orokins.
    Inversionista Kepler: - Es interesante como esas máquinas biológicas desarrolladas por los que una vez fueron nuestros amos, varían mucho de era en era. - Los creados durante la antigua guerra, se nota su especialización, su diseño agresivo, pensados para la guerra absoluta y total, como una herramienta eterna para una guerra sin fin, lo que los hace difíciles de dominar o usarlos con fines civiles, considerados los más peligrosos. - Los creados antes del gran declive, oh los favoritos de esos demonios del vacío, productos de una guerra finalizada, una supuesta era de orden y restauración, mucho más humanos, mucho más diseñados de manera ornamental, inclusive para hombres poderosos y solitarios, hermosos para ojos mortales, atractivos y menos especializados para la guerra a cambio de mayor versatilidad en las misiones, como Olvidar a Parvos y Protea, o la leyenda de Dagath o las historias de Yareli. - Los creados fuera del imperio Orokin, por supuesto, siempre hay quienes roban el conocimiento de los emperadores dorados, nunca se sabrá cuando y como inicio, sin embargo, Ballas, no es un idiota que descuida sus investigaciones y estamos seguro de que lo hizo adrede, quizá sean los más desconocidos, los que aún no ven la luz de las estrellas, pero así nacieron Nidus y Xaku, quien sabe si más allá de los pabellones dorados, gente desesperada o arruinada fue entregada a Helminto fuero de esas cámaras de torturas. - Nunca me dejaré de fascinar como la carne supero a la maquinaria en nuestros campos de batalla, donde nuestros automatas intentan inútilmente igualarse a las bestias que crearon los Orokins.
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  • Desde lo alto, Atropos los veía correr tras algo que no sabían nombrar. Lo llamaban felicidad. Lo vestían de risas, de promesas, de brazos entrelazados. Lo vendían en canciones, lo lloraban en películas, lo buscaban en otros cuerpos.
    Decían que era amor. Pero ¿cómo podían reconocerlo, si nunca lo habían sostenido con las manos limpias?

    Idealizaban lo que no comprendían.
    Querían sentir sin tocar el dolor, querían compañía sin exponerse, querían eternidad sin entender el precio.
    Creían que amar era una forma de redención. Que bastaba con decirlo, gritarlo, tatuarlo.
    Pero Atropos sabía la verdad: los humanos no amaban.
    Amaban la idea de amar.

    Se enamoraban de reflejos, de versiones, de momentos.
    Y cuando el espejo se quebraba, no sabían qué hacer con las esquirlas.
    Entonces culpaban al otro. Al mundo. A sí mismos.
    Jamás a su ceguera.

    Atropos, que había visto hilos unirse y romperse desde el principio de los siglos, solo pensaba lo mismo, una y otra vez:

    "No puedes encontrar lo que nunca has definido. No puedes amar si no has aprendido a sentir sin condiciones."

    Y sin decir nada, dejaba que sus dedos rozaran otro hilo.
    Uno más que no entendió nunca lo que buscaba.
    Desde lo alto, Atropos los veía correr tras algo que no sabían nombrar. Lo llamaban felicidad. Lo vestían de risas, de promesas, de brazos entrelazados. Lo vendían en canciones, lo lloraban en películas, lo buscaban en otros cuerpos. Decían que era amor. Pero ¿cómo podían reconocerlo, si nunca lo habían sostenido con las manos limpias? Idealizaban lo que no comprendían. Querían sentir sin tocar el dolor, querían compañía sin exponerse, querían eternidad sin entender el precio. Creían que amar era una forma de redención. Que bastaba con decirlo, gritarlo, tatuarlo. Pero Atropos sabía la verdad: los humanos no amaban. Amaban la idea de amar. Se enamoraban de reflejos, de versiones, de momentos. Y cuando el espejo se quebraba, no sabían qué hacer con las esquirlas. Entonces culpaban al otro. Al mundo. A sí mismos. Jamás a su ceguera. Atropos, que había visto hilos unirse y romperse desde el principio de los siglos, solo pensaba lo mismo, una y otra vez: "No puedes encontrar lo que nunca has definido. No puedes amar si no has aprendido a sentir sin condiciones." Y sin decir nada, dejaba que sus dedos rozaran otro hilo. Uno más que no entendió nunca lo que buscaba.
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  • Al principio, los sueños eran solo eso, paisajes suaves como canciones, donde los colores flotaban con vida propia. Sora caminaba entre praderas suspendidas en el cielo, cruzaba puentes hechos de mariposas dormidas, y las nubes hablaban en voz baja entre sí; todo era hermoso, frágil, como si bastara un suspiro para romperlo. Y Sora sonreía, porque ese era su mundo.

    Pero si uno se quedaba el tiempo suficiente, si se atrevía a mirar más allá de la primera capa, descubría lo que nadie notaba, las flores tenían espinas de cristal, el agua de los lagos era tan profunda como el vacío, y a veces, solo a veces, la risa de Sora se quebraba, apenas un instante, lo suficiente para saber que había algo oscuro guardado en su interior.

    Fue entonces que él apareció, un gato, silencioso, de color gris con vetas oscuras como ceniza vieja, con ojos grandes y brillantes que no reflejaban luz, sino recuerdos, no hablaba, pero parecía entenderlo todo, siempre estaba allí, a veces al borde del campo de visión de Sora, otras, dormido en una colina flotante cubierta de pétalos, y cuando ella se acercaba, él no huía, la miraba, solo la miraba, como si supiera quién era realmente, más allá de la dulzura que todos veían.

    El primer encuentro fue breve, solo se cruzaron en una estación hecha de relojes sin agujas; pero en el segundo, el gato caminó a su lado sin emitir un solo sonido; en el tercero, ella le habló; en el cuarto, él le rozó la mano con la cabeza; y así, en cada nuevo sueño, el lazo se tejía más.

    A veces, Sora lo esperaba, o lo buscaba por laberintos de espejos que mostraban versiones alternas de sí misma, otras, lo encontraba sin buscarlo, durmiendo en su regazo en medio de una biblioteca sumergida, o siguiéndola entre trenes sin rumbo que viajaban por el cielo estrellado.

    Con él, los sueños cambiaban, se volvían más cálidos, más nítidos, pero también más honestos. La oscuridad dentro de ella dejaba de esconderse; se asomaba sin miedo, como una sombra que también deseaba ser amada. Y el gato no la rechazaba, nunca.

    Sora comenzó a sentirlo primero como consuelo, luego como compañía, y sin darse cuenta, como algo que dolía en el pecho cuando no estaba. No era solo afecto, no era ternura, era ese tipo de amor que se construye en silencio, sin promesas ni palabras, solo con presencia.

    Lo acariciaba con cuidado, como si pudiera romperse, le susurraba secretos que ni siquiera ella entendía del todo. Él se quedaba junto a ella, como si pudiera sostener su alma con solo quedarse.

    Y así, noche tras noche, entre mundos que flotaban como burbujas de jabón, Sora y el gato seguían encontrándose, porque incluso en sueños, hay hilos que el destino no puede cortar. Y este, ya no era un simple sueño.

    ~ ɱ૦ՐƿҺ૯υς ⁠♡
    Al principio, los sueños eran solo eso, paisajes suaves como canciones, donde los colores flotaban con vida propia. Sora caminaba entre praderas suspendidas en el cielo, cruzaba puentes hechos de mariposas dormidas, y las nubes hablaban en voz baja entre sí; todo era hermoso, frágil, como si bastara un suspiro para romperlo. Y Sora sonreía, porque ese era su mundo. Pero si uno se quedaba el tiempo suficiente, si se atrevía a mirar más allá de la primera capa, descubría lo que nadie notaba, las flores tenían espinas de cristal, el agua de los lagos era tan profunda como el vacío, y a veces, solo a veces, la risa de Sora se quebraba, apenas un instante, lo suficiente para saber que había algo oscuro guardado en su interior. Fue entonces que él apareció, un gato, silencioso, de color gris con vetas oscuras como ceniza vieja, con ojos grandes y brillantes que no reflejaban luz, sino recuerdos, no hablaba, pero parecía entenderlo todo, siempre estaba allí, a veces al borde del campo de visión de Sora, otras, dormido en una colina flotante cubierta de pétalos, y cuando ella se acercaba, él no huía, la miraba, solo la miraba, como si supiera quién era realmente, más allá de la dulzura que todos veían. El primer encuentro fue breve, solo se cruzaron en una estación hecha de relojes sin agujas; pero en el segundo, el gato caminó a su lado sin emitir un solo sonido; en el tercero, ella le habló; en el cuarto, él le rozó la mano con la cabeza; y así, en cada nuevo sueño, el lazo se tejía más. A veces, Sora lo esperaba, o lo buscaba por laberintos de espejos que mostraban versiones alternas de sí misma, otras, lo encontraba sin buscarlo, durmiendo en su regazo en medio de una biblioteca sumergida, o siguiéndola entre trenes sin rumbo que viajaban por el cielo estrellado. Con él, los sueños cambiaban, se volvían más cálidos, más nítidos, pero también más honestos. La oscuridad dentro de ella dejaba de esconderse; se asomaba sin miedo, como una sombra que también deseaba ser amada. Y el gato no la rechazaba, nunca. Sora comenzó a sentirlo primero como consuelo, luego como compañía, y sin darse cuenta, como algo que dolía en el pecho cuando no estaba. No era solo afecto, no era ternura, era ese tipo de amor que se construye en silencio, sin promesas ni palabras, solo con presencia. Lo acariciaba con cuidado, como si pudiera romperse, le susurraba secretos que ni siquiera ella entendía del todo. Él se quedaba junto a ella, como si pudiera sostener su alma con solo quedarse. Y así, noche tras noche, entre mundos que flotaban como burbujas de jabón, Sora y el gato seguían encontrándose, porque incluso en sueños, hay hilos que el destino no puede cortar. Y este, ya no era un simple sueño. ~ [Sweets_dreams] ⁠♡
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  • — Ugh. . .

    De muy mal humor, su esposo ha hecho planes para una reunión con inversionistas, una a donde no quiere ir, seguramente será forzada a estar a un lado de su marido, tiene que lucir bonita, enseñar que es un hombre bueno que tiene una esposa muy atractiva, todo para mostrar que ha sido mejor que todos sus rivales.
    — Ugh. . . De muy mal humor, su esposo ha hecho planes para una reunión con inversionistas, una a donde no quiere ir, seguramente será forzada a estar a un lado de su marido, tiene que lucir bonita, enseñar que es un hombre bueno que tiene una esposa muy atractiva, todo para mostrar que ha sido mejor que todos sus rivales.
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  • la noche era tranquila y dando un paseo por el paruqe te encontraste con Bloss, despues de un rato decidiste quitarte una duda de encima -que por que le temo tanto a mi viejo jefe?- parecio algo sobresaltado, su sola mencion apagaba el brillo de sus ojos, suspiro pesado rascandose las sienes -bueno... supongo que tarde o temprano tendria que explicar esto- te miró algo nervioso sin saber que decir primero-yo trabajaba para una empreza corrupta, malversion de dinero, robo e incluso asesinato, por obvias razones tenian que encubrir todo esto, y quien mejor que un niño de 12 años con sueños de grandeza? no dudaria dos veces en tomar la oportunidad... ni pensaria dos veces en nada mas pues "los adultos se encargan"- suspiro mirando al suelo -para mi desgracia aquel niño fui yo, empeze mi entrenamiento para cantante y pronto debute en el escenario, pero a cambio de la fama vino lo demas... mi jefe abuso de mi en todas las formas posibles, pero yo me quedaba por que deseaba ser cantante, aunque en realidad no tenia otra opcion... almenos ahsta que la empresa cayo por si sola-
    la noche era tranquila y dando un paseo por el paruqe te encontraste con Bloss, despues de un rato decidiste quitarte una duda de encima -que por que le temo tanto a mi viejo jefe?- parecio algo sobresaltado, su sola mencion apagaba el brillo de sus ojos, suspiro pesado rascandose las sienes -bueno... supongo que tarde o temprano tendria que explicar esto- te miró algo nervioso sin saber que decir primero-yo trabajaba para una empreza corrupta, malversion de dinero, robo e incluso asesinato, por obvias razones tenian que encubrir todo esto, y quien mejor que un niño de 12 años con sueños de grandeza? no dudaria dos veces en tomar la oportunidad... ni pensaria dos veces en nada mas pues "los adultos se encargan"- suspiro mirando al suelo -para mi desgracia aquel niño fui yo, empeze mi entrenamiento para cantante y pronto debute en el escenario, pero a cambio de la fama vino lo demas... mi jefe abuso de mi en todas las formas posibles, pero yo me quedaba por que deseaba ser cantante, aunque en realidad no tenia otra opcion... almenos ahsta que la empresa cayo por si sola-
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  • Historia Naciente
    Fandom OC
    Categoría Original
    Lunes por la mañana en la universidad xxxxx, clima soleado con apenas nubes presentes en el cielo, escuchándose en un pasillo vacío, el andar de un hombre de tez morena, semblante sereno y frío, mirada penetrante, acomodándose la chaqueta al llegar a una puerta de madera de roble color rojo profundo, levantando la mirada, procedía a abrir la puerta dando paso a una cacofonía de voces de los estudiantes presentes, un gran auditorio daba bienvenida al hombre quien daría una conferencia además de responder preguntas de los jóvenes estudiantes.

    — Damos la bienvenida al señor Joel Dallas, hijo mayor de la familia Dallas, dueños de conglomerados y empresas dedicadas a exportación e importación mercantil, una de las familias mas influyentes en el ámbito empresarial.

    Con las palabras del orador, un hombre mayor con pocas canas visibles, porte serio y un par de lentes adornando su rostro, después de presentar al hombre de tez morena dio paso a este ante el podio, dando inicio a la conferencia.

    — Como ha dicho vuestro maestro, me presentaré, Joel Dallas, para quienes no sepan, soy el responsable de las recientes expansiones de Dallas Company en el mercado extranjero, mi área va dedicada a administración, exploración comercial, además de inversiones.

    Iniciando la conferencia, en la pantalla delantera se vio salir el logo empresarial de la familia.

    || Rol con Ney Nixays
    Lunes por la mañana en la universidad xxxxx, clima soleado con apenas nubes presentes en el cielo, escuchándose en un pasillo vacío, el andar de un hombre de tez morena, semblante sereno y frío, mirada penetrante, acomodándose la chaqueta al llegar a una puerta de madera de roble color rojo profundo, levantando la mirada, procedía a abrir la puerta dando paso a una cacofonía de voces de los estudiantes presentes, un gran auditorio daba bienvenida al hombre quien daría una conferencia además de responder preguntas de los jóvenes estudiantes. — Damos la bienvenida al señor Joel Dallas, hijo mayor de la familia Dallas, dueños de conglomerados y empresas dedicadas a exportación e importación mercantil, una de las familias mas influyentes en el ámbito empresarial. Con las palabras del orador, un hombre mayor con pocas canas visibles, porte serio y un par de lentes adornando su rostro, después de presentar al hombre de tez morena dio paso a este ante el podio, dando inicio a la conferencia. — Como ha dicho vuestro maestro, me presentaré, Joel Dallas, para quienes no sepan, soy el responsable de las recientes expansiones de Dallas Company en el mercado extranjero, mi área va dedicada a administración, exploración comercial, además de inversiones. Iniciando la conferencia, en la pantalla delantera se vio salir el logo empresarial de la familia. || Rol con [galaxy_violet_eagle_913]
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  • Lía estaba sentada sola, en una mesa para dos junto a una estantería de vinos. Su copa reposaba frente a ella, intacta desde hace varios minutos. La observaba como si fuera un espejo, como si en el líquido transparente pudiera encontrar las respuestas que llevaba semanas esquivando.

    No había necesidad de correr, no tenía prisa. Pero tampoco se sentía en paz.

    La verdad era que últimamente sentía que todo se había desacelerado… y no necesariamente en el buen sentido. Como si el mundo hubiera dejado de empujarla hacia adelante, y ahora le tocara decidir hacia dónde moverse. Por primera vez en mucho tiempo, no había un enemigo claro, ni una amenaza concreta. Solo decisiones. Solo vida.

    ¿Esto era lo que se suponía que debía querer? ¿Estabilidad? ¿Silencio? ¿Ese tipo de paz?

    Pasó la yema del dedo por el borde de la copa, dejando que el cristal vibrara con un leve zumbido. Pensó en las versiones de sí misma que había dejado atrás. La que corría. La que hería primero. La que no esperaba nada de nadie.

    Y ahora… aquí estaba. Esperando. Por alguien. Por algo. Tal vez solo por una señal de que seguía caminando hacia alguna parte.

    El camarero pasó junto a ella y le ofreció una sonrisa discreta.

    —¿Está esperando a alguien?

    Lía lo miró por un segundo y luego bajó la vista a la copa. Una pequeña sonrisa, apenas un gesto, se dibujó en sus labios.

    —Tal vez.

    El camarero asintió y se alejó sin insistir.

    La silla frente a ella seguía vacía, pero no lo estaría por mucho. Ella lo sabía, estaba lista, porque por fin, después de todo, se permitía elegir quedarse. Incluso un pequeño cosquilleo se posó sobre su estomago, de solo pensar quién se podría sentar en esa silla.
    Lía estaba sentada sola, en una mesa para dos junto a una estantería de vinos. Su copa reposaba frente a ella, intacta desde hace varios minutos. La observaba como si fuera un espejo, como si en el líquido transparente pudiera encontrar las respuestas que llevaba semanas esquivando. No había necesidad de correr, no tenía prisa. Pero tampoco se sentía en paz. La verdad era que últimamente sentía que todo se había desacelerado… y no necesariamente en el buen sentido. Como si el mundo hubiera dejado de empujarla hacia adelante, y ahora le tocara decidir hacia dónde moverse. Por primera vez en mucho tiempo, no había un enemigo claro, ni una amenaza concreta. Solo decisiones. Solo vida. ¿Esto era lo que se suponía que debía querer? ¿Estabilidad? ¿Silencio? ¿Ese tipo de paz? Pasó la yema del dedo por el borde de la copa, dejando que el cristal vibrara con un leve zumbido. Pensó en las versiones de sí misma que había dejado atrás. La que corría. La que hería primero. La que no esperaba nada de nadie. Y ahora… aquí estaba. Esperando. Por alguien. Por algo. Tal vez solo por una señal de que seguía caminando hacia alguna parte. El camarero pasó junto a ella y le ofreció una sonrisa discreta. —¿Está esperando a alguien? Lía lo miró por un segundo y luego bajó la vista a la copa. Una pequeña sonrisa, apenas un gesto, se dibujó en sus labios. —Tal vez. El camarero asintió y se alejó sin insistir. La silla frente a ella seguía vacía, pero no lo estaría por mucho. Ella lo sabía, estaba lista, porque por fin, después de todo, se permitía elegir quedarse. Incluso un pequeño cosquilleo se posó sobre su estomago, de solo pensar quién se podría sentar en esa silla.
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  • Mas fuerte y orgullosa en Azul

    El sol parecía brillar más fuerte para la pequeña Ogresa demonio mientras cruzaba la calle, su cola demoníaca se balanceaba con cada paso, y sus cuernos oscuros brillando bajo la luz. A su alrededor, la gente la reconocía de inmediato. Un par de elfos que tomaban café en la terraza de una tienda se inclinaron ligeramente en señal de respeto, al mismo tiempo, un grupo de estudiantes la observó con fascinación, susurros de admiración flotaba entre ellos.

    Para Akane, este era su estado ideal. En esta forma nadie la ignoraba. No era solo una niña más en medio de la multitud. Era alguien especial, alguien fuerte, alguien que la gente notaba. Y eso le gustaba.

    Empujó la puerta del pequeño restaurante y entró con confianza. El olor a carne asada le abrió el apetito aún más. Se acercó al mostrador, ignorando la mirada curiosa del joven cajero. No era un gesto de hostilidad, sino de costumbre, sabía que la gente siempre se fijaba en ella cuando estaba con esa forma.

    "Una hamburguesa doble con queso y papas grandes" —dijo con una sonrisa, apoyando los codos en el mostrador.

    El empleado reaccionó de inmediato, asintiendo con entusiasmo mientras anotaba la orden. Quizás, si hubiera estado en su forma humana (y más infantil), simplemente habría pasado desapercibida, sin recibir esa atención tan palpable. Pero con esta forma, con esta piel azul, con su porte imponente, era el centro de la escena.

    Tomó su bandeja y se dirigió a una mesa junto a la ventana. Mientras mordía su hamburguesa, observó el reflejo de sus cuernos en el vidrio. Por un momento se preguntó si alguna vez querría volver a su forma humana para hacer cosas normales. Pero descartó la idea con otro mordisco. Esta nueva version de ella era la que realmente disfrutaba. La transformación que adquirió unos días atrás era digna de su sangre Ishtar y Queen.

    ¿Para qué volver atrás?
    Mas fuerte y orgullosa en Azul El sol parecía brillar más fuerte para la pequeña Ogresa demonio mientras cruzaba la calle, su cola demoníaca se balanceaba con cada paso, y sus cuernos oscuros brillando bajo la luz. A su alrededor, la gente la reconocía de inmediato. Un par de elfos que tomaban café en la terraza de una tienda se inclinaron ligeramente en señal de respeto, al mismo tiempo, un grupo de estudiantes la observó con fascinación, susurros de admiración flotaba entre ellos. Para Akane, este era su estado ideal. En esta forma nadie la ignoraba. No era solo una niña más en medio de la multitud. Era alguien especial, alguien fuerte, alguien que la gente notaba. Y eso le gustaba. Empujó la puerta del pequeño restaurante y entró con confianza. El olor a carne asada le abrió el apetito aún más. Se acercó al mostrador, ignorando la mirada curiosa del joven cajero. No era un gesto de hostilidad, sino de costumbre, sabía que la gente siempre se fijaba en ella cuando estaba con esa forma. "Una hamburguesa doble con queso y papas grandes" —dijo con una sonrisa, apoyando los codos en el mostrador. El empleado reaccionó de inmediato, asintiendo con entusiasmo mientras anotaba la orden. Quizás, si hubiera estado en su forma humana (y más infantil), simplemente habría pasado desapercibida, sin recibir esa atención tan palpable. Pero con esta forma, con esta piel azul, con su porte imponente, era el centro de la escena. Tomó su bandeja y se dirigió a una mesa junto a la ventana. Mientras mordía su hamburguesa, observó el reflejo de sus cuernos en el vidrio. Por un momento se preguntó si alguna vez querría volver a su forma humana para hacer cosas normales. Pero descartó la idea con otro mordisco. Esta nueva version de ella era la que realmente disfrutaba. La transformación que adquirió unos días atrás era digna de su sangre Ishtar y Queen. ¿Para qué volver atrás?
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  • En la esquina mas oscura del parque de diversiones, dónde las farolas parpadeaban como ojos moribundos; Ina había montado su propio stand. Se puso de pie sobre una silla de madera, gritando con un megáfono que distorsionaba su voz y la hacía sonar como si gritara desde las entrañas del abismo, mientras sus tentáculos reparten folletos a todo lo que se mueve.

    — ¡ATENCIOÓN, PUEBLO INSIGNIFICANTE! —el megáfono retumba— ¡Este es el momento que todos estaban esperando! —hace una pausa teatral— ¡La gran OFERTA de la noche! —lanza un puñado de folletos al aire que caen como hojas muertas— ¡Únanse al Culto de los Antiguos y reciban gratis un ritual personalizado y... —vuelve a su voz normal—... ¡Galletitas con la forma de sus futuras almas!

    Ina observa como alguien empieza a caminar más rápido, alejándose de su stand.

    —¡NO CORRAN, INSENSATOS! —grita, mientras los folletos persiguen a la gente como mariposas oscuras— ¡El abismo los ama...aunque ustedes no! —susurra al megáfono, ahora con eco de mil voces— ¡Ademaaas.... —tono de anuncio de tienda— ¡TENEMOS RITUALES LOS VIERNES, TALLERES DE AUTOAYUDA ELDRITCH Y DESCUENTOS EN MALDECIR A SUS EX's!
    En la esquina mas oscura del parque de diversiones, dónde las farolas parpadeaban como ojos moribundos; Ina había montado su propio stand. Se puso de pie sobre una silla de madera, gritando con un megáfono que distorsionaba su voz y la hacía sonar como si gritara desde las entrañas del abismo, mientras sus tentáculos reparten folletos a todo lo que se mueve. — ¡ATENCIOÓN, PUEBLO INSIGNIFICANTE! —el megáfono retumba— ¡Este es el momento que todos estaban esperando! —hace una pausa teatral— ¡La gran OFERTA de la noche! —lanza un puñado de folletos al aire que caen como hojas muertas— ¡Únanse al Culto de los Antiguos y reciban gratis un ritual personalizado y... —vuelve a su voz normal—... ¡Galletitas con la forma de sus futuras almas!💜 Ina observa como alguien empieza a caminar más rápido, alejándose de su stand. —¡NO CORRAN, INSENSATOS! —grita, mientras los folletos persiguen a la gente como mariposas oscuras— ¡El abismo los ama...aunque ustedes no! —susurra al megáfono, ahora con eco de mil voces— ¡Ademaaas.... —tono de anuncio de tienda— ¡TENEMOS RITUALES LOS VIERNES, TALLERES DE AUTOAYUDA ELDRITCH Y DESCUENTOS EN MALDECIR A SUS EX's!
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