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    Puedo cambiar muchas cosas de mi, para mejorar, para bien, pero no quiero, aún no puedo, me quedan venganzas pendientes y esa es la razón .
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  • " Hoy es el dia mas horrible del año"
    Era lo que solias decir a espaldas de mamá cuando era mi cumpleaños
    ¿no es asi papá?
    Yo siempre fui tu carta de venganza hacia los americanos, fui el juguete perfecto para tu morbo.

    Al inicio me amaste y me formaste como una princesa perfecta para utilizar a otros. Pero el destino encontró una forma de joderte, todo lo que hiciste, tu mismo lo destruiste con adicciones, secretos y tratos con la mafia.

    Destruiste la frágil familia que tenías.

    Mamá ¿por qué permitiste todo eso? ¿Fue amor? ¿O solo una forma de salvarte de la soledad y la incertidumbre?

    ¿Porque terminaste con tu propia vida y la de mi padre justamente el dia de mi cumpleaños?
    ¿Acaso fue también tu forma de darme un "regalo"?

    Me dejaron sola, creyendo que el dinero y la herencia llenarian el vacío, pero lo unico que han hecho es hacerme sentir mas frio.

    Hoy es el dia mas horrible del año.
    ¿Verdad?
    " Hoy es el dia mas horrible del año" Era lo que solias decir a espaldas de mamá cuando era mi cumpleaños ¿no es asi papá? Yo siempre fui tu carta de venganza hacia los americanos, fui el juguete perfecto para tu morbo. Al inicio me amaste y me formaste como una princesa perfecta para utilizar a otros. Pero el destino encontró una forma de joderte, todo lo que hiciste, tu mismo lo destruiste con adicciones, secretos y tratos con la mafia. Destruiste la frágil familia que tenías. Mamá ¿por qué permitiste todo eso? ¿Fue amor? ¿O solo una forma de salvarte de la soledad y la incertidumbre? ¿Porque terminaste con tu propia vida y la de mi padre justamente el dia de mi cumpleaños? ¿Acaso fue también tu forma de darme un "regalo"? Me dejaron sola, creyendo que el dinero y la herencia llenarian el vacío, pero lo unico que han hecho es hacerme sentir mas frio. Hoy es el dia mas horrible del año. ¿Verdad?
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  • Mi destino, el camino que yo elijo, sin pasado, sin futuro, viviendo el momento, disfrutando de lo bueno y enfrentando con valentía lo malo de la vida, sin temor alguno, morire abrazando la gloria y cruzaré el paso del tiempo, habitare junto a los eternos, por siempre y para siempre, soy un malvado con un corazón que intenta ser bueno, pecados tengo muchos, heridas que no pueden ser contadas, yo describo el amor con fuego y con acero la venganza, en mis días y despues de mis días, caminaras confiada.. porque mi alma te acompañará y te abrazara en la eternidad .
    Mi destino, el camino que yo elijo, sin pasado, sin futuro, viviendo el momento, disfrutando de lo bueno y enfrentando con valentía lo malo de la vida, sin temor alguno, morire abrazando la gloria y cruzaré el paso del tiempo, habitare junto a los eternos, por siempre y para siempre, soy un malvado con un corazón que intenta ser bueno, pecados tengo muchos, heridas que no pueden ser contadas, yo describo el amor con fuego y con acero la venganza, en mis días y despues de mis días, caminaras confiada.. porque mi alma te acompañará y te abrazara en la eternidad .
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    ≫ ──────── ≪•◦ ❈ ◦•≫──────── ≪
    Pasaban los días, semanas, meses : La gloria y poder de "Ulises el Tirano" crecían al igual que la fama de la pelirroja que peleaba y dirigía su ejército en su nombre, uno que estaba compuesto por guerrilleros que eran perros falderos de Ulises igual de detestables que él, y otra gran parte esclavos como ella que peleaban para sobrevivir.

    La autoridad de Elizabeth en el campo de batalla era tal que nadie cuestionaba sus estrategias marciales, su palabra era la final y se ejecutaba al pie de la letra. Pronto ese prestigio trascendió más allá de las guerras combativas, al calabozo donde ella encadenada reponía fuerzas cada noche empezaron a llegar mensajes escondidos entre el pan, debajo del plato de la cena o bien enviados con las criadas que por las mañanas a escondidas de su amo iban a bañarla y darle ropas nuevas.
    Los mensajes aludían a una insurrección, el primero que llegó decía : "𝘓𝘢 𝘭𝘪𝘣𝘦𝘳𝘵𝘢𝘥 𝘯𝘶𝘯𝘤𝘢 𝘦𝘴 𝘥𝘢𝘥𝘢; 𝘴𝘦 𝘨𝘢𝘯𝘢. 𝐸𝑠𝑡𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑖𝑔𝑜"
    Por primera vez Liz entre sus planes de venganza pudo ver mas factible que se cumplieran, no estaba sola.
    Desde ese evento, pacientemente esperaba que llegaran los recados, algunos con información importante, otros sólo para confirmar que la revolución seguía en pie

    -"𝑆𝑜𝑚𝑜𝑠 𝑠𝑒𝑡𝑒𝑛𝑡𝑎"
    -"𝘚𝘪 𝘯𝘰 𝘩𝘢𝘺 𝘫𝘶𝘴𝘵𝘪𝘤𝘪𝘢 𝘯𝘰 𝘩𝘢𝘺 𝘭𝘪𝘣𝘦𝘳𝘵𝘢𝘥"
    -"𝘔á𝘴 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘮𝘪𝘵𝘢𝘥 𝘥𝘦 𝘤𝘳𝘪𝘢𝘥𝘰𝘴 𝘦𝘴𝘵á𝘯 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘤𝘢𝘶𝘴𝘢, 𝘢𝘣𝘳𝘦 𝘣𝘪𝘦𝘯 𝘭𝘰𝘴 𝘰𝘫𝘰𝘴, 𝘭𝘰𝘴 𝘯𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰𝘴 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦𝘯 𝘶𝘯 𝘤𝘪𝘯𝘵𝘰 𝘳𝘰𝘫𝘰"
    -"𝘏𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘢𝘩𝘰𝘳𝘢 𝘴𝘰𝘮𝘰𝘴 164, 𝘵𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘭𝘶𝘤𝘩𝘢𝘳𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘣𝘢𝘫𝘰 𝘭𝘢 𝘓𝘭𝘢𝘮𝘢 𝘥𝘦 𝘚𝘢𝘯𝘨𝘳𝘦"

    -"𝘔𝘢ñ𝘢𝘯𝘢. 𝘈𝘵𝘦𝘯𝘵𝘢, 𝘭𝘢𝘴 𝘤𝘢𝘥𝘦𝘯𝘢𝘴 𝘲𝘶𝘦𝘥𝘢𝘳á𝘯 𝘢𝘣𝘪𝘦𝘳𝘵𝘢𝘴"
    El día había llegado, era ahora o nunca. Luego de una contienda pequeña en el valle de Linaris, un grupo de guerreros aislaron al cazador con la lanza envenenada y lo mataron en una lucha de 5 contra 1, quedando su cuerpo perdido entre los caídos en batalla, Ulises no notaría su ausencia después de unas cuantas horas.
    Tres esclavos escoltaron a Elizabeth a su mazmorra, pudo observar que dos de ellos llevaban el cinto rojo, expectante esperaba la señal para actuar, ingresaron y se disponían a preparar los grilletes para atarla, con una mirada fugaz el par de aliados asintieron y redujeron al tercer siervo, dejando libre así a la pelirroja, uno de ellos se dirige a ella y grita efusivamente

    ▔ Corre! y busca la venganza. Nos levantaremos en armas. Hoy la tiranía muere bajo tu mano

    Liz con la adrenalina apoderándose de su cuerpo tomó su espada y se escabullía entre las tiendas que poco a poco empezaban a sumergirse en un estruendoso ruido de espadas chocando y gente gritando por muerte o victoria. En esta instancia sólo existían esas dos opciones, ella avanzaba rápido quemando todo a su paso, discerniendo entre la multitud recientemente alborotada quien era aliado y enemigo, buscaba el cinto rojo en cada uno de ellos, de inmediato su grupo se acoplaba detrás de ella luchando mano a mano con los que se levantaban en su contra, era un espectáculo digno de ver, como los esclavos en su debilidad luchaban con las fuerzas desgastadas pero con el alma hambrienta de libertad, en este punto el número había ascendido a unos cientos. El objetivo estaba claro: Ulises, quien a estas alturas ya estaba enterado del motín y se había encerrado resguardado por sus más hábiles mercenarios (alias : perros falderos) . Elizabeth no tuvo piedad y junto con los otros esclavos avasallaron el lugar dando muerte a cada uno, en el fondo se podía ver al Tirano sentado en su trono desde donde se autoproclamaba gobernador de todo los terrenos de Oriente que había "ganado". La pelirroja sin dudar lanzaba fuego al que se le interponía en su camino, mientras los demás peleaban también ferozmente con el mismo propósito.
    Al estar frente a frente la pelirroja pudo ver el miedo en los ojos cobardes de Ulises, lo tomó del cuello y atravesó el cuerpo del Tirano

    ── Morirás bajo tu capricho, una llama de Sangre no es para tu beneficio. Tu nombre muere contigo maldito.

    En las afueras, la guerra menguaba, las pérdidas humanas dieron frutos, ahora eran libres. Muchos de los partidarios de Ulises al ver que él había muerto huyeron.

    ▔ ¡Larga vida a la Reina Escarlata!
    ▔ ¡Larga vida!
    ▔ ¡Que viva!

    La gente vitoreaba, Elizabeth completamente emocionada de por fin ser libre después de meses de calvario se sentó en el trono manchado de sangre con el cuerpo de su captor a sus pies, asimilando todo lo que había acontecido. El apodo de "La Reina Escarlata" nació ahí y se esparció por todo el continente, la guerrera esclava que fue parte de la revolución de Oriente.
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    || Una disculpa a todos con los que llevo rol, en especial con aquellos que hemos arreglado el desarrollo de la historia de "Venganza". Han sido días complicados pero seguiré mandando respuestas de manera lenta. Créanme que realmente me está emocionando esto porque ya será la segunda etapa de todo. Así que pido un poco de paciencia.
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    [Por desgracia, aquí estoy de nuevo para reclamarlo una vez más. Yo, Godfrey, ¡El primer Señor del Círculo]

    Godfrey es considerado como el primer Señor del Círculo de la Orden Dorada, y ex consorte de la Reina Márika la Eterna. Godfrey fue una vez un guerrero feroz, pero cuando juró sus votos para convertirse en Señor, comenzó a llevar a la bestia regente Serosh a sus espaldas, con el fin de calmar su incesante deseo de batalla.

    Por orden de Márika, Godfrey lideró la guerra contra los gigantes, pasando a los gigantes por la espada y confinando su llama en la cima de los Picos de los gigantes.Esta guerra marcó el nacimiento del Árbol Áureo,una época que sería gobernada por la Reina Márika y su Señor del Círculo.

    Godfrey y su descendencia con la Reina Márika se convirtieron en los primeros semidioses, considerados como el Linaje Dorado. La imagen de Serosh se convirtió en un emblema del Linaje Dorado, actuando como consejero y guía para ellos. Miembros notables del Linaje Dorado incluyen a Godwyn el Dorado, los gemelos Augurios Mohg y Morgott, y el débil Godrick, el último del Linaje Dorado.

    Antes de que llegara a ser una personificación del Orden, todo estaba en oposición al Árbol Áureo.Esta época comenzó en medio de conflictos y Godfrey era considerado el Señor de la Batalla. Empuñaba una gran hacha de dos hojas en la batalla, un arma que simbolizaba la promesa de actuar como un señor y que más tarde se convertiría en un símbolo del Linaje Dorado.La ornamentación del hacha también se convertiría en un símbolo del caballero Ordovis, quien comandó a los caballeros del crisol bajo el mando de Godfrey.
    Como Señor de la Batalla, Godfrey luchó en muchos conflictos. Durante el asedio al castillo de Morne, Godfrey venció a un héroe solitario que luchó por venganza. Además de liderar la guerra contra los gigantes, se enfrentó solo al Señor de la Tormenta. Sin embargo, cuando cayó su último enemigo, según dice la historia, el color de los ojos de Godfrey se desvaneció. Al final de su campaña, aunque sus ejércitos dorados permanecían invencibles e incólumes, encontró su Gracia perdida, deteriorada y marchita.Él y sus guerreros fueron abordados por la Reina Márika, quien les informó que los había despojado de su Gracia. Les ordenó que abandonaran las Tierras Intermedias para hacer la guerra en una tierra lejana, donde vivirían y morirían. Así, Godfrey y sus parientes se convirtieron en los primeros Sinluz,y abandonaron juntos las Tierras Intermedias en una peregrinación conocida como la Larga Marcha, al final de la cual Godfrey se despojó de la realeza y se convirtió una vez más en un simple guerrero

    [Marika : Mi señor. Os despojo a ti y a tus hombres de la Gracia.
    Con la mirada teñida de oscuro, seréis expulsados de las Tierras Intermedias.
    Guerrearéis en una tierra lejana, donde viviréis y moriréis.]
    [Por desgracia, aquí estoy de nuevo para reclamarlo una vez más. Yo, Godfrey, ¡El primer Señor del Círculo] Godfrey es considerado como el primer Señor del Círculo de la Orden Dorada, y ex consorte de la Reina Márika la Eterna. Godfrey fue una vez un guerrero feroz, pero cuando juró sus votos para convertirse en Señor, comenzó a llevar a la bestia regente Serosh a sus espaldas, con el fin de calmar su incesante deseo de batalla. Por orden de Márika, Godfrey lideró la guerra contra los gigantes, pasando a los gigantes por la espada y confinando su llama en la cima de los Picos de los gigantes.Esta guerra marcó el nacimiento del Árbol Áureo,una época que sería gobernada por la Reina Márika y su Señor del Círculo. Godfrey y su descendencia con la Reina Márika se convirtieron en los primeros semidioses, considerados como el Linaje Dorado. La imagen de Serosh se convirtió en un emblema del Linaje Dorado, actuando como consejero y guía para ellos. Miembros notables del Linaje Dorado incluyen a Godwyn el Dorado, los gemelos Augurios Mohg y Morgott, y el débil Godrick, el último del Linaje Dorado. Antes de que llegara a ser una personificación del Orden, todo estaba en oposición al Árbol Áureo.Esta época comenzó en medio de conflictos y Godfrey era considerado el Señor de la Batalla. Empuñaba una gran hacha de dos hojas en la batalla, un arma que simbolizaba la promesa de actuar como un señor y que más tarde se convertiría en un símbolo del Linaje Dorado.La ornamentación del hacha también se convertiría en un símbolo del caballero Ordovis, quien comandó a los caballeros del crisol bajo el mando de Godfrey. Como Señor de la Batalla, Godfrey luchó en muchos conflictos. Durante el asedio al castillo de Morne, Godfrey venció a un héroe solitario que luchó por venganza. Además de liderar la guerra contra los gigantes, se enfrentó solo al Señor de la Tormenta. Sin embargo, cuando cayó su último enemigo, según dice la historia, el color de los ojos de Godfrey se desvaneció. Al final de su campaña, aunque sus ejércitos dorados permanecían invencibles e incólumes, encontró su Gracia perdida, deteriorada y marchita.Él y sus guerreros fueron abordados por la Reina Márika, quien les informó que los había despojado de su Gracia. Les ordenó que abandonaran las Tierras Intermedias para hacer la guerra en una tierra lejana, donde vivirían y morirían. Así, Godfrey y sus parientes se convirtieron en los primeros Sinluz,y abandonaron juntos las Tierras Intermedias en una peregrinación conocida como la Larga Marcha, al final de la cual Godfrey se despojó de la realeza y se convirtió una vez más en un simple guerrero [Marika : Mi señor. Os despojo a ti y a tus hombres de la Gracia. Con la mirada teñida de oscuro, seréis expulsados de las Tierras Intermedias. Guerrearéis en una tierra lejana, donde viviréis y moriréis.]
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    Elizabeth la homúnculo, Jana la clérigo y Brunhilde la sirvienta.

    Necesito un villano por el simple hecho de serlo, sin pasado de venganza, ni redención, solo un enorme placer de herir por herir.
    Tal vez una entidad con el carisma de Ted Bundy pero en femenino. (porque todos sabemos que aquí los hombres son ignorados y no se diga el yaoi aún más.)
    Elizabeth la homúnculo, Jana la clérigo y Brunhilde la sirvienta. Necesito un villano por el simple hecho de serlo, sin pasado de venganza, ni redención, solo un enorme placer de herir por herir. Tal vez una entidad con el carisma de Ted Bundy pero en femenino. (porque todos sabemos que aquí los hombres son ignorados y no se diga el yaoi aún más.)
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  • (Analepsis.)

    "𝑽𝒆𝒏𝒈𝒂𝒏𝒛𝒂" _ 𝑷𝒂𝒓𝒕𝒆 1

    Se había vengado. ¿Por qué entonces se sentía tan vacío?

    Aquella mañana había salido a recolectar madera, tal como su madre le había pedido; era necesaria para calentar el hogar por las noches y para preparar la comida. Su vida era sencilla; no necesitaba más. Tenía una familia que lo amaba, y para él, eso era suficiente. Lo querían como si fuera de su propia sangre. Al haberse convertido en el mayor de los cuatro hermanos, asumió la responsabilidad de cuidarlos y protegerlos de cualquier amenaza.

    Se agachaba para coger otra rama cuando lo olió. Ese olor pesado que dejaba un regusto metálico en la boca: sangre. Se incorporó y dejó caer la carga de madera que había recogido, desperdigando todo su esfuerzo por el suelo. Corrió. Corrió hasta que sus pulmones ardieron por el esfuerzo. Recordó esa misma sensación que había experimentado años atrás, cuando siendo un zorro, había huido de las llamas. El olor se hacía cada vez más intenso.

    —No, no, no... —murmuraba sin dejar de correr, sintiendo cómo su mandíbula se tensaba con cada segundo.

    Llegó al claro donde se encontraba su pequeña casa, respirando de forma irregular, con una mano en el pecho, luchando contra las náuseas. La lluvia comenzó a caer tímidamente, como si presagiara la tragedia, intensificándose a medida que pasaban los minutos.

    Caminaba apresuradamente hacia la casa, tropezando varias veces en el trayecto, mientras su mente iba más rápido de lo que su cuerpo podía seguir. Cuando llegó, la puerta estaba abierta, y el hedor de la sangre le impacto como una bofetada en la cara, haciéndole sentir que iba a devolver lo que había desayunado esa mañana. Se acercó y asomó la cabeza, encontrando una escena grotesca.

    Su respiración, agitada, se cortó de golpe, como si el filo de un cuchillo hubiese cortado el conducto que llevaba de aire sus pulmones. Su padre yacía boca abajo en el suelo, inmóvil, en un charco de sangre. En su mano sostenía una hoz impecable, lo que indicaba que ni siquiera había tenido la oportunidad de defenderse. Al fondo su madre, aferrada sobre los cuerpos de sus tres hermanos, como si hubiera intentado protegerlos a toda costa, sin éxito. Al igual que su padre, todos tenían múltiples heridas, incompatibles con la vida. Kazuo cayó de rodillas, impotente ante la escena. Un grito contenido salió de su garganta, desgarrador, sintiendo cómo su voz arañaba su traquea por dentro.

    Estaban muertos. Su amada familia estaba muerta. "¿Por qué?, ¿Por qué ellos?, ¿Qué habían hecho?". Las preguntas se agolpaban en la mente del zorro, entrando en un bucle inconexo mientras intentaba comprender lo sucedido. La tristeza se entrelazaba con una furia creciente, una furia que hacía brotar llamas azules a su alrededor mientras este se ponía en pie. Las llamas emitían un calor abrasador y voraz. La madera bajo sus pies crepitaba, y pronto la casa que había sido su hogar ardió engullida por las llamas. Kazuo caminó fuera lentamente, con el rostro empapado por la lluvia y sus lágrimas. Por primera vez, sus ojos habían perdido ese brillo característico, esa luz que los hacía tan especiales. Su cuerpo comenzó a transformarse. Las llamas danzaban por su piel, dejando una estela de pelaje color de luna, blanco y brillante. Su tamaño aumentó hasta que una criatura celestial emergió de las llamas: un gigantesco zorro blanco con dos colas oscilantes. Después tantos años su instinto lo había devuelto a su forma más primitiva, y también más poderosa.

    Olfateó el aire, y de inmediato su rostro se dirigió hacia una dirección concreta. Un gruñido gutural resonó en el bosque, proveniente de su pecho. Tras eso emprende una frenética carrera en esa dirección, donde había detectado el rastro de los culpables de tal agravio. Flanqueado por sus llamas color zafiro, este corría a través del bosque de una forma rápida y salvaje. Su juicio, nublado por la rabia, solo podía pensar en una cosa: "venganza".
    (Analepsis.) "𝑽𝒆𝒏𝒈𝒂𝒏𝒛𝒂" _ 𝑷𝒂𝒓𝒕𝒆 1 Se había vengado. ¿Por qué entonces se sentía tan vacío? Aquella mañana había salido a recolectar madera, tal como su madre le había pedido; era necesaria para calentar el hogar por las noches y para preparar la comida. Su vida era sencilla; no necesitaba más. Tenía una familia que lo amaba, y para él, eso era suficiente. Lo querían como si fuera de su propia sangre. Al haberse convertido en el mayor de los cuatro hermanos, asumió la responsabilidad de cuidarlos y protegerlos de cualquier amenaza. Se agachaba para coger otra rama cuando lo olió. Ese olor pesado que dejaba un regusto metálico en la boca: sangre. Se incorporó y dejó caer la carga de madera que había recogido, desperdigando todo su esfuerzo por el suelo. Corrió. Corrió hasta que sus pulmones ardieron por el esfuerzo. Recordó esa misma sensación que había experimentado años atrás, cuando siendo un zorro, había huido de las llamas. El olor se hacía cada vez más intenso. —No, no, no... —murmuraba sin dejar de correr, sintiendo cómo su mandíbula se tensaba con cada segundo. Llegó al claro donde se encontraba su pequeña casa, respirando de forma irregular, con una mano en el pecho, luchando contra las náuseas. La lluvia comenzó a caer tímidamente, como si presagiara la tragedia, intensificándose a medida que pasaban los minutos. Caminaba apresuradamente hacia la casa, tropezando varias veces en el trayecto, mientras su mente iba más rápido de lo que su cuerpo podía seguir. Cuando llegó, la puerta estaba abierta, y el hedor de la sangre le impacto como una bofetada en la cara, haciéndole sentir que iba a devolver lo que había desayunado esa mañana. Se acercó y asomó la cabeza, encontrando una escena grotesca. Su respiración, agitada, se cortó de golpe, como si el filo de un cuchillo hubiese cortado el conducto que llevaba de aire sus pulmones. Su padre yacía boca abajo en el suelo, inmóvil, en un charco de sangre. En su mano sostenía una hoz impecable, lo que indicaba que ni siquiera había tenido la oportunidad de defenderse. Al fondo su madre, aferrada sobre los cuerpos de sus tres hermanos, como si hubiera intentado protegerlos a toda costa, sin éxito. Al igual que su padre, todos tenían múltiples heridas, incompatibles con la vida. Kazuo cayó de rodillas, impotente ante la escena. Un grito contenido salió de su garganta, desgarrador, sintiendo cómo su voz arañaba su traquea por dentro. Estaban muertos. Su amada familia estaba muerta. "¿Por qué?, ¿Por qué ellos?, ¿Qué habían hecho?". Las preguntas se agolpaban en la mente del zorro, entrando en un bucle inconexo mientras intentaba comprender lo sucedido. La tristeza se entrelazaba con una furia creciente, una furia que hacía brotar llamas azules a su alrededor mientras este se ponía en pie. Las llamas emitían un calor abrasador y voraz. La madera bajo sus pies crepitaba, y pronto la casa que había sido su hogar ardió engullida por las llamas. Kazuo caminó fuera lentamente, con el rostro empapado por la lluvia y sus lágrimas. Por primera vez, sus ojos habían perdido ese brillo característico, esa luz que los hacía tan especiales. Su cuerpo comenzó a transformarse. Las llamas danzaban por su piel, dejando una estela de pelaje color de luna, blanco y brillante. Su tamaño aumentó hasta que una criatura celestial emergió de las llamas: un gigantesco zorro blanco con dos colas oscilantes. Después tantos años su instinto lo había devuelto a su forma más primitiva, y también más poderosa. Olfateó el aire, y de inmediato su rostro se dirigió hacia una dirección concreta. Un gruñido gutural resonó en el bosque, proveniente de su pecho. Tras eso emprende una frenética carrera en esa dirección, donde había detectado el rastro de los culpables de tal agravio. Flanqueado por sus llamas color zafiro, este corría a través del bosque de una forma rápida y salvaje. Su juicio, nublado por la rabia, solo podía pensar en una cosa: "venganza".
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    Un hombre alto y fornido se asomó entre las sombras del calabozo en el que Elizabeth había pasado encadenada la última semana sobreviviendo con trozos de pan mohoso y a penas una pequeña cacerola de agua de dudosa procedencia. A pesar de lo débil y deshidratada que estaba por el intenso calor que era común en el Reino de Oriente como pudo se irguió con mirada desafiante frente a su captor que comenzaba a hablarle

    ☬ ── No sabes cuanto quise ver con mis ojos a una Llama de Sangre, hoy la espera terminó y eres mía. Vas a pelear en mi nombre: ¡El poderoso Ulises el gran Tirano! y así expandiré mis dominios

    ── No soy propiedad de nadie, no puedes obligarme a hacerlo [Decía mientras trataba de zafarse de las cadenas que con el movimiento hacía que se incrustaran pequeñas espinas con veneno de dragón de Komodo, generando un gran ardor en la piel que quemaba hasta su cabeza inhabilitando por completo su poder]

    ☬ ── Ah, claro que puedo y lo haré porque si no accedes morirás... SIMPLE

    El hombre daba el veredicto final con un golpe seco en las costillas y otro en la cabeza de la pelirroja, quedando ella inconsciente hasta el día siguiente donde junto con el amanecer, otros esclavos con grilletes la fueron a buscar, la mujer traía una fuente con agua para que se bañase y los otros dos cargaban su espada y una armadura que Ulises demandaba que usara.
    La batalla inminente entre clanes enemigos se desarrolló al ocaso. Liz como hábil guerrera quemaba y descuartizaba a cualquiera que le hacía frente siempre vigilada a unos metros por un cazador y su lanza con veneno en el caso de que ella intentara escapar en medio de la batalla.

    Entre los demás guerreros fue creciendo un reconocimiento y respeto por Elizabeth quienes decidieron que ella fuera la que lidere en combate yendo al frente
    La dinámica siempre era luchar al ocaso, a la pelirroja la encerraban y encadenaban para luego al día siguiente emprender marcha junto a los demás hacia el norte ganando más tierras para Ulises.
    El odio y la sed de venganza crecían en Elizabeth quien por las noches planeaba una forma de escapar y darle al Tirano su merecido, sólo hacía falta tiempo y el momento perfecto


    // Parte 3 de : https://ficrol.com/posts/185545 & https://ficrol.com/posts/185232


    🄲🄰🄿. 🄸🄸🄸 ≫ ──────── ≪•◦ ❈ ◦•≫──────── ≪ Un hombre alto y fornido se asomó entre las sombras del calabozo en el que Elizabeth había pasado encadenada la última semana sobreviviendo con trozos de pan mohoso y a penas una pequeña cacerola de agua de dudosa procedencia. A pesar de lo débil y deshidratada que estaba por el intenso calor que era común en el Reino de Oriente como pudo se irguió con mirada desafiante frente a su captor que comenzaba a hablarle ☬ ── No sabes cuanto quise ver con mis ojos a una Llama de Sangre, hoy la espera terminó y eres mía. Vas a pelear en mi nombre: ¡El poderoso Ulises el gran Tirano! y así expandiré mis dominios 🌹── No soy propiedad de nadie, no puedes obligarme a hacerlo [Decía mientras trataba de zafarse de las cadenas que con el movimiento hacía que se incrustaran pequeñas espinas con veneno de dragón de Komodo, generando un gran ardor en la piel que quemaba hasta su cabeza inhabilitando por completo su poder] ☬ ── Ah, claro que puedo y lo haré porque si no accedes morirás... SIMPLE El hombre daba el veredicto final con un golpe seco en las costillas y otro en la cabeza de la pelirroja, quedando ella inconsciente hasta el día siguiente donde junto con el amanecer, otros esclavos con grilletes la fueron a buscar, la mujer traía una fuente con agua para que se bañase y los otros dos cargaban su espada y una armadura que Ulises demandaba que usara. La batalla inminente entre clanes enemigos se desarrolló al ocaso. Liz como hábil guerrera quemaba y descuartizaba a cualquiera que le hacía frente siempre vigilada a unos metros por un cazador y su lanza con veneno en el caso de que ella intentara escapar en medio de la batalla. Entre los demás guerreros fue creciendo un reconocimiento y respeto por Elizabeth quienes decidieron que ella fuera la que lidere en combate yendo al frente La dinámica siempre era luchar al ocaso, a la pelirroja la encerraban y encadenaban para luego al día siguiente emprender marcha junto a los demás hacia el norte ganando más tierras para Ulises. El odio y la sed de venganza crecían en Elizabeth quien por las noches planeaba una forma de escapar y darle al Tirano su merecido, sólo hacía falta tiempo y el momento perfecto // Parte 3 de : https://ficrol.com/posts/185545 & https://ficrol.com/posts/185232
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  • La venganza no es un camino directo. Es un bosque, y como en un bosque es facil perder el camino... olvidar de donde has venido.
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