• Hacía mucho que no había gozado de tanta paz. Llevaba un tiempo sin que los problemas asomarán por su templo o sus allegados. Y, aquel día, no era diferente. Esa noche había nevado con cierta intensidad en el monte Inari, dejando un bello manto blanco que había cuajado.

    Kazuo aprovechó aquella magnífica tarde para colocar algunos ofudas de protección ante espíritus malignos. Ahora más que nunca tenía mucho que proteger y perder.
    Hacía mucho que no había gozado de tanta paz. Llevaba un tiempo sin que los problemas asomarán por su templo o sus allegados. Y, aquel día, no era diferente. Esa noche había nevado con cierta intensidad en el monte Inari, dejando un bello manto blanco que había cuajado. Kazuo aprovechó aquella magnífica tarde para colocar algunos ofudas de protección ante espíritus malignos. Ahora más que nunca tenía mucho que proteger y perder.
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  • "Cloud City", "City in the Sky", o simplemente "Ciudad en las Nubes". Un testimonio del resultado de la cooperación entre la tecnología y la magia. La solución de un clan frente a los problemas de vivir en el desierto, la reclusión como protección y aislamiento de las consecuencias tóxicas de vivir en una comunidad cada vez más humana.

    Este es mi hogar y el de mi familia, mi clan. Pero no sólo nosotros disfrutamos de las ventajas y comodidades de vivir aquí, tú también puedes venir.

    Te esperamos en Lugares de rol.
    "Cloud City", "City in the Sky", o simplemente "Ciudad en las Nubes". Un testimonio del resultado de la cooperación entre la tecnología y la magia. La solución de un clan frente a los problemas de vivir en el desierto, la reclusión como protección y aislamiento de las consecuencias tóxicas de vivir en una comunidad cada vez más humana. Este es mi hogar y el de mi familia, mi clan. Pero no sólo nosotros disfrutamos de las ventajas y comodidades de vivir aquí, tú también puedes venir. Te esperamos en Lugares de rol.
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  • —Sabe que la morena está fuera del bunker, estudiando, por lo que aprovecha ese momento para inmiscuirse de forma disimulada en el dormitorio de la morena. No le hace gracia invadir la intimidad de nadie, pero es por una buena causa. Y es que quiere dejar sutilmente un regalo de cumpleaños sobre el escritorio de la loba.

    Prefiere la sutileza de un regalo sorpresa que recibir halagos y vítores en persona. Es una persona bastante modesta, por lo que deja la pequeña cajita de madera envuelta en un sutil papel de regalo blanco con un lazo dorado. En su interior un anillo de piedra de lapislázuli: símbolo de protección y que, gracias a Hope, será una especie de alarma entre la loba y Sam. Asi él sabrá cuando ella está en peligro. Siempre. —

    ...

    —Al lado una sencilla nota: Felicidades Hats. Sam —

    Hati Fenrirdottir

    #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    —Sabe que la morena está fuera del bunker, estudiando, por lo que aprovecha ese momento para inmiscuirse de forma disimulada en el dormitorio de la morena. No le hace gracia invadir la intimidad de nadie, pero es por una buena causa. Y es que quiere dejar sutilmente un regalo de cumpleaños sobre el escritorio de la loba. Prefiere la sutileza de un regalo sorpresa que recibir halagos y vítores en persona. Es una persona bastante modesta, por lo que deja la pequeña cajita de madera envuelta en un sutil papel de regalo blanco con un lazo dorado. En su interior un anillo de piedra de lapislázuli: símbolo de protección y que, gracias a Hope, será una especie de alarma entre la loba y Sam. Asi él sabrá cuando ella está en peligro. Siempre. — ... —Al lado una sencilla nota: Felicidades Hats. Sam — [moonwolf] #Personajes3D #3D #Comunidad3D
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  • -La brisa era suave, pero fría, acariciando las mejillas de un joven Coke mientras permanecía inmóvil en el patio polvoriento del pequeño poblado donde había crecido. En sus manos sostenía con firmeza una espada demasiado pesada para su tamaño, un arma que había heredado de su padre y que aún llevaba las marcas de innumerables batallas. Sus dedos, cubiertos de polvo y pequeñas heridas, se aferraban al mango con una determinación que desmentía su corta edad.-

    No te detengas ahora, Coke

    -dijo una voz severa detrás de él. Era la de su maestro, un viejo soldado que, a pesar de su retiro, aún conservaba la rigidez y la exigencia de su tiempo en el campo de batalla. Sus ojos seguían cada movimiento del chico con precisión, evaluando cada paso, cada intento de blandir la espada.-

    Si quieres sobrevivir en este mundo, tendrás que aprender a luchar. No habrá lugar para la debilidad.

    -Coke apretó los labios, ignorando el ardor en sus brazos y el sudor que le resbalaba por la frente. Cada palabra de su maestro era como una daga, clavándose en su joven corazón. Desde que tenía memoria, había estado solo. Sus padres habían muerto cuando aún era un niño demasiado pequeño para comprender el peso de la pérdida. Había crecido bajo la protección de aquel viejo soldado, quien le enseñó que la vida era dura, que los débiles no sobrevivían, y que la única manera de avanzar era volviéndose más fuerte que los demás.-

    ¿Por qué tengo que hacer esto?

    -preguntó una vez, con la voz rota por el cansancio y la frustración. Pero su maestro no le respondió. En lugar de eso, le entregó la espada nuevamente y señaló al horizonte. Allí, donde el cielo se encontraba con la tierra, se alzaban montañas oscuras que parecían tocar el infinito.-

    Allí fuera

    -le dijo el anciano-

    no habrá nadie para protegerte. Si quieres algo, tendrás que tomarlo. Si alguien te lo arrebata, tendrás que recuperarlo. Y si quieres vivir, tendrás que luchar.

    -Coke no dijo nada. Pero esa noche, mientras el cielo se llenaba de estrellas, se quedó despierto, mirando la espada junto a su lecho improvisado. Había algo en esas palabras que le pesaba más que cualquier golpe. En el fondo de su corazón, deseaba algo más. Deseaba una vida donde no tuviera que pelear, donde no tuviera que ser fuerte todo el tiempo. Deseaba alguien que pudiera sostenerlo, aunque fuera por un momento, y decirle que estaba bien ser débil.-
    -La brisa era suave, pero fría, acariciando las mejillas de un joven Coke mientras permanecía inmóvil en el patio polvoriento del pequeño poblado donde había crecido. En sus manos sostenía con firmeza una espada demasiado pesada para su tamaño, un arma que había heredado de su padre y que aún llevaba las marcas de innumerables batallas. Sus dedos, cubiertos de polvo y pequeñas heridas, se aferraban al mango con una determinación que desmentía su corta edad.- No te detengas ahora, Coke -dijo una voz severa detrás de él. Era la de su maestro, un viejo soldado que, a pesar de su retiro, aún conservaba la rigidez y la exigencia de su tiempo en el campo de batalla. Sus ojos seguían cada movimiento del chico con precisión, evaluando cada paso, cada intento de blandir la espada.- Si quieres sobrevivir en este mundo, tendrás que aprender a luchar. No habrá lugar para la debilidad. -Coke apretó los labios, ignorando el ardor en sus brazos y el sudor que le resbalaba por la frente. Cada palabra de su maestro era como una daga, clavándose en su joven corazón. Desde que tenía memoria, había estado solo. Sus padres habían muerto cuando aún era un niño demasiado pequeño para comprender el peso de la pérdida. Había crecido bajo la protección de aquel viejo soldado, quien le enseñó que la vida era dura, que los débiles no sobrevivían, y que la única manera de avanzar era volviéndose más fuerte que los demás.- ¿Por qué tengo que hacer esto? -preguntó una vez, con la voz rota por el cansancio y la frustración. Pero su maestro no le respondió. En lugar de eso, le entregó la espada nuevamente y señaló al horizonte. Allí, donde el cielo se encontraba con la tierra, se alzaban montañas oscuras que parecían tocar el infinito.- Allí fuera -le dijo el anciano- no habrá nadie para protegerte. Si quieres algo, tendrás que tomarlo. Si alguien te lo arrebata, tendrás que recuperarlo. Y si quieres vivir, tendrás que luchar. -Coke no dijo nada. Pero esa noche, mientras el cielo se llenaba de estrellas, se quedó despierto, mirando la espada junto a su lecho improvisado. Había algo en esas palabras que le pesaba más que cualquier golpe. En el fondo de su corazón, deseaba algo más. Deseaba una vida donde no tuviera que pelear, donde no tuviera que ser fuerte todo el tiempo. Deseaba alguien que pudiera sostenerlo, aunque fuera por un momento, y decirle que estaba bien ser débil.-
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  • #DuoRol

    𝑺𝒖 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂𝒑𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒂𝒍𝒃𝒊𝒏𝒂...

    Hace algunas semanas ocurrió aquel incidente en su apartamento: el momento en que Paranox cruzó caminos con su asesina, la agente Illyiv Drakov su contraparte albina.

    Desde aquel momento, el descanso le ha sido esquivo, noches sin dormir debido a su "superpoder".

    :Ø: Te va a matar cuando menos te lo esperes... Tu curiosidad sera tu tumba Dorian.

    Y grandes problemas en su espalda, problemas como que la policía había descubierto su ubicación y la agencia le tuvo que brindar de mayor protección y blindaje, algo que le costó muchísimo dinero. pero su curiosidad por conocerla no cesaba. Con ayuda de Valentina, su fiel compañera dentro de la agencia y empleadora, consiguió averiguar la ubicación exacta del empleo de la asesina que pudo matarlo, pero que por alguna razón decidió no hacerlo.

    Al cruzar la puerta de la cafetería, una brisa ligera rozó su delgado rostro, mezclándose con el perfume de las flores frescas y el aroma a café recién hecho, sus penetrantes ojos verdes se clavaron en ella al instante. La había identificado, y con su cubrebocas y semblante inexpresivo. Avanzó lentamente y se sentó en una mesa cercana, lo suficientemente lejos para no alarmarla, pero lo bastante cerca para sentir la sutil fragancia de su perfume femenino y ver el tenue brillo de su piel bajo la luz difusa.

    Con un jugueteo de manos esperó pacientemente que ella le atendiera...
    #DuoRol 𝑺𝒖 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂𝒑𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒂𝒍𝒃𝒊𝒏𝒂... Hace algunas semanas ocurrió aquel incidente en su apartamento: el momento en que Paranox cruzó caminos con su asesina, la agente [Illyivdrakov00] su contraparte albina. Desde aquel momento, el descanso le ha sido esquivo, noches sin dormir debido a su "superpoder". :Ø: Te va a matar cuando menos te lo esperes... Tu curiosidad sera tu tumba Dorian. Y grandes problemas en su espalda, problemas como que la policía había descubierto su ubicación y la agencia le tuvo que brindar de mayor protección y blindaje, algo que le costó muchísimo dinero. pero su curiosidad por conocerla no cesaba. Con ayuda de Valentina, su fiel compañera dentro de la agencia y empleadora, consiguió averiguar la ubicación exacta del empleo de la asesina que pudo matarlo, pero que por alguna razón decidió no hacerlo. Al cruzar la puerta de la cafetería, una brisa ligera rozó su delgado rostro, mezclándose con el perfume de las flores frescas y el aroma a café recién hecho, sus penetrantes ojos verdes se clavaron en ella al instante. La había identificado, y con su cubrebocas y semblante inexpresivo. Avanzó lentamente y se sentó en una mesa cercana, lo suficientemente lejos para no alarmarla, pero lo bastante cerca para sentir la sutil fragancia de su perfume femenino y ver el tenue brillo de su piel bajo la luz difusa. Con un jugueteo de manos esperó pacientemente que ella le atendiera...
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  • Aquellos tiempos
    Fandom NanatsuNoTaizai/Oc/Cossover
    Categoría Anime / Mangas
    Eran aquellos tiempos en donde el rey hada Harlequin vivía , en bosque de las hadas vivie en paz dónde había un acuerdo de paz con los humanos donde de tempian el gran poder de rey .

    Aquel día dónde las hadas , vivían si. Preocupaciones donde se sentían seguros bajo la protección del rey y el reino de las hadas allí vibia Rey Harlequin junto a su hermana y amigos

    Lo bueno de es vivir así

    Hermano sabes que tienes reposabolidad como el rey de las hadas

    Lo se Eliane ,pero es mejor que vivamos así y no hay un humano que se atreba a molestar está paz .

    El rey de las hadas, Harlequin sabía que ningun humano se atrevería a traer romper ese tratado de paz aún así el difutaba esa paz ya que era 3 rey de las hadas Harlequin.
    Eran aquellos tiempos en donde el rey hada Harlequin vivía , en bosque de las hadas vivie en paz dónde había un acuerdo de paz con los humanos donde de tempian el gran poder de rey . Aquel día dónde las hadas , vivían si. Preocupaciones donde se sentían seguros bajo la protección del rey y el reino de las hadas allí vibia Rey Harlequin junto a su hermana y amigos Lo bueno de es vivir así Hermano sabes que tienes reposabolidad como el rey de las hadas Lo se Eliane ,pero es mejor que vivamos así y no hay un humano que se atreba a molestar está paz . El rey de las hadas, Harlequin sabía que ningun humano se atrevería a traer romper ese tratado de paz aún así el difutaba esa paz ya que era 3 rey de las hadas Harlequin.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    10
    Estado
    Disponible
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  • Hace unas cuantas lunas era solamente yo, viajando por este continente.
    Metiéndome en criptas, ruinas e incluso dentro de lugares sagrados.
    Ahora somos un equipo y me atrevo a decir que una peculiar familia.

    No tenemos un destino, o al menos yo no lo tengo. Probablemente en algún momento alguna de las chicas diga adiós, o tal vez Emil.

    Mentiría si digo que no me importa, me he acostumbrado a dormir plácidamente gracias a la protección de Abby, tambien a los deliciosos desayunos de Sasa.

    Supongo que estaremos juntos por muchos años, o al menos hasta que nuestros ideales lo permitan.
    Hace unas cuantas lunas era solamente yo, viajando por este continente. Metiéndome en criptas, ruinas e incluso dentro de lugares sagrados. Ahora somos un equipo y me atrevo a decir que una peculiar familia. No tenemos un destino, o al menos yo no lo tengo. Probablemente en algún momento alguna de las chicas diga adiós, o tal vez Emil. Mentiría si digo que no me importa, me he acostumbrado a dormir plácidamente gracias a la protección de Abby, tambien a los deliciosos desayunos de Sasa. Supongo que estaremos juntos por muchos años, o al menos hasta que nuestros ideales lo permitan.
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  • ❝ 𝑶𝒋𝒂𝒍á 𝒆𝒍 𝒂𝒈𝒖𝒂 𝒑𝒖𝒅𝒊𝒆𝒓𝒂 𝒍𝒍𝒆𝒗𝒂𝒓𝒔𝒆 𝒂𝒒𝒖𝒆𝒍𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆 𝒂𝒕𝒐𝒓𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂, 𝒂𝒖𝒏𝒒𝒖𝒆 𝒂𝒉𝒐𝒓𝒂 𝒔𝒐𝒍𝒐 𝒎𝒆 𝒔𝒊𝒓𝒗𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒕𝒓𝒂𝒏𝒒𝒖𝒊𝒍𝒊𝒛𝒂𝒓𝒎𝒆 𝒎𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕á𝒏𝒆𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆. ❞





    Una ducha. Solo deseaba el alivio de una ducha tibia para calmar sus nervios. Eran apenas las tres de la madrugada cuando despertó de golpe, jadeante y sudorosa, atrapada por los restos de una pesadilla que la dejó temblando. Se aferró a las mantas, intentando controlar su respiración mientras luchaba por evitar el inicio de un ataque de pánico.

    La sensación de su garganta siendo degollada todavía ardía en su mente, y aquella mirada penetrante se negaba a desaparecer. Cerró los ojos con fuerza, abrazándose a sí misma como un acto de desesperada autoprotección. El temblor en su cuerpo delataba el miedo que no podía contener, y su cabello rojo, desordenado, le cubría el rostro, creando un pequeño refugio contra la oscuridad que la rodeaba.

    Pero entonces, lo escuchó. Una voz masculina, baja y susurrante, hizo que cada músculo de su cuerpo se tensara. Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas mientras una figura negra empezaba a formarse en la esquina de la habitación. Con un grito sofocado y un impulso desesperado, tomó la lámpara de la mesita de noche y la lanzó contra la sombra. El sonido del vidrio rompiéndose llenó el aire, esparciendo los trozos por el suelo.

    Respiró profundamente, intentando recuperar el control. Se cubrió el rostro con las manos temblorosas y se levantó de la cama, dejando atrás el desastre. Sin detenerse, tomó una de las toallas blancas con bordados de alguna palabra en italiano del armario y se dirigió al baño.

    Una vez dentro, se despojó de su ropa rápidamente y abrió la ducha, dejando que el agua tibia recorriera su cuerpo, aún frío por el miedo. Cerró los ojos bajo el chorro, tratando de calmarse y enfocarse en lo que realmente importaba: el motivo por el cual estaba en Roma. Tenía que terminar el acuerdo con Elisabetta y luego partir en busca de Ryan y Vanya. No podía permitirse distracciones, no ahora.

    El golpe en la puerta de su habitación la sacó de sus pensamientos. Supuso que serían los empleados del hotel, preocupados por el estruendo. Soltó un último suspiro, se dio un par de palmaditas en las mejillas, antes de tomar la bata y salir de ahí.
    ❝ 𝑶𝒋𝒂𝒍á 𝒆𝒍 𝒂𝒈𝒖𝒂 𝒑𝒖𝒅𝒊𝒆𝒓𝒂 𝒍𝒍𝒆𝒗𝒂𝒓𝒔𝒆 𝒂𝒒𝒖𝒆𝒍𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆 𝒂𝒕𝒐𝒓𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂, 𝒂𝒖𝒏𝒒𝒖𝒆 𝒂𝒉𝒐𝒓𝒂 𝒔𝒐𝒍𝒐 𝒎𝒆 𝒔𝒊𝒓𝒗𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒕𝒓𝒂𝒏𝒒𝒖𝒊𝒍𝒊𝒛𝒂𝒓𝒎𝒆 𝒎𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕á𝒏𝒆𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆. ❞ Una ducha. Solo deseaba el alivio de una ducha tibia para calmar sus nervios. Eran apenas las tres de la madrugada cuando despertó de golpe, jadeante y sudorosa, atrapada por los restos de una pesadilla que la dejó temblando. Se aferró a las mantas, intentando controlar su respiración mientras luchaba por evitar el inicio de un ataque de pánico. La sensación de su garganta siendo degollada todavía ardía en su mente, y aquella mirada penetrante se negaba a desaparecer. Cerró los ojos con fuerza, abrazándose a sí misma como un acto de desesperada autoprotección. El temblor en su cuerpo delataba el miedo que no podía contener, y su cabello rojo, desordenado, le cubría el rostro, creando un pequeño refugio contra la oscuridad que la rodeaba. Pero entonces, lo escuchó. Una voz masculina, baja y susurrante, hizo que cada músculo de su cuerpo se tensara. Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas mientras una figura negra empezaba a formarse en la esquina de la habitación. Con un grito sofocado y un impulso desesperado, tomó la lámpara de la mesita de noche y la lanzó contra la sombra. El sonido del vidrio rompiéndose llenó el aire, esparciendo los trozos por el suelo. Respiró profundamente, intentando recuperar el control. Se cubrió el rostro con las manos temblorosas y se levantó de la cama, dejando atrás el desastre. Sin detenerse, tomó una de las toallas blancas con bordados de alguna palabra en italiano del armario y se dirigió al baño. Una vez dentro, se despojó de su ropa rápidamente y abrió la ducha, dejando que el agua tibia recorriera su cuerpo, aún frío por el miedo. Cerró los ojos bajo el chorro, tratando de calmarse y enfocarse en lo que realmente importaba: el motivo por el cual estaba en Roma. Tenía que terminar el acuerdo con Elisabetta y luego partir en busca de Ryan y Vanya. No podía permitirse distracciones, no ahora. El golpe en la puerta de su habitación la sacó de sus pensamientos. Supuso que serían los empleados del hotel, preocupados por el estruendo. Soltó un último suspiro, se dio un par de palmaditas en las mejillas, antes de tomar la bata y salir de ahí.
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  • Astra había estado inquieta, debía moverme y dejar el pueblo atrás. Extrañaría a mis amigos. Pero un deber me exigía moverme, mi loba pedía que buscara un aroma.

    «¿Buscar un aroma?»
    Sí, debía encontrar un lobo. Y no uno simplemente salvaje, sino un licantropo como mi linaje materno alemán. Lo peor es que mi instinto solo sabía que debía dejar todo atrás para emprender esa nueva misión.

    Por lo que, a cada uno de mis allegados mas fieles les escribí una carta y me despedí mediante palabras cordiales, nada podía hacer cuando mi vida parecía tener un objetivo. Suspiré al ver Los ingredientes que había preparado para hacer los postres con Elizabeth, mire el charco de agua por el cual solía hablar con Santi, observé el regalo de cumpleaños de Sigma, dejaría mi casa encastrada aquí, a mi inquilino probablemente lo dejaría sin casa, después de todo sin mi... Mi hogar no autorizaba desconocidos en este.

    Miré por última vez todo, puse el hechizo de bloqueo y protección, dejé que las cartas fueran enviadas por mis aliados de vientos, y sin más me fui. Perdiendo el rastro de todos a quienes conocí para embarcarme en una nueva aventura.

    Y ese era: "Encontrar al lobo Alfa de la leyenda" , si Astra lo exigía, yo no podía ir en contra de mi destino.

    Agarré mi mochila entre mi hocico, y traspasé el portal a otro lugar.
    Tan solo esperaba que no fuera solicitada porque no me enteraría de nada, solo si fuera a volver, lo cual lo dudaba.
    Astra había estado inquieta, debía moverme y dejar el pueblo atrás. Extrañaría a mis amigos. Pero un deber me exigía moverme, mi loba pedía que buscara un aroma. «¿Buscar un aroma?» Sí, debía encontrar un lobo. Y no uno simplemente salvaje, sino un licantropo como mi linaje materno alemán. Lo peor es que mi instinto solo sabía que debía dejar todo atrás para emprender esa nueva misión. Por lo que, a cada uno de mis allegados mas fieles les escribí una carta y me despedí mediante palabras cordiales, nada podía hacer cuando mi vida parecía tener un objetivo. Suspiré al ver Los ingredientes que había preparado para hacer los postres con Elizabeth, mire el charco de agua por el cual solía hablar con Santi, observé el regalo de cumpleaños de Sigma, dejaría mi casa encastrada aquí, a mi inquilino probablemente lo dejaría sin casa, después de todo sin mi... Mi hogar no autorizaba desconocidos en este. Miré por última vez todo, puse el hechizo de bloqueo y protección, dejé que las cartas fueran enviadas por mis aliados de vientos, y sin más me fui. Perdiendo el rastro de todos a quienes conocí para embarcarme en una nueva aventura. Y ese era: "Encontrar al lobo Alfa de la leyenda" , si Astra lo exigía, yo no podía ir en contra de mi destino. Agarré mi mochila entre mi hocico, y traspasé el portal a otro lugar. Tan solo esperaba que no fuera solicitada porque no me enteraría de nada, solo si fuera a volver, lo cual lo dudaba.
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  • Que Xipe sigue y proteja nuestro comino, solo los que siguen la armonía contara con la protección de la diosa.
    Que Xipe sigue y proteja nuestro comino, solo los que siguen la armonía contara con la protección de la diosa.
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