Lucien se deja caer sobre el césped húmedo, sin la elegancia que muestra frente a la corte. Sus dedos se hunden en la hierba fría mientras fija la mirada en el cielo, donde las estrellas titilan como si parpadearan a destiempo.
Un suspiro apenas audible se escapa de sus labios.
-…Demasiado quieto hoy.-
Murmura para sí mismo, aunque no espera respuesta. Nunca la hay.
La brisa nocturna le despeina el cabello rubio, él ni intenta acomodarlo. Sus ojos siguen la pequeña danza de luz allá arriba, pero algo en su expresión deja claro que no está realmente mirando las estrellas, sino el espacio entre ellas.
Cierra los ojos un instante.
Cuando los abre, su mirada vuelve a ese cielo vasto que parece no ofrecerle nada.
Ni compañía.
Ni consuelo.
Solo un recordatorio sutil, constante, de lo grande que es el mundo y de lo pequeño que se siente él esta noche.
-…Qué ironía.-
Dice con una media sonrisa sin brillo, apoyando un brazo detrás de la cabeza.
La corte lo teme.
El reino lo respeta.
Las leyendas lo exageran.
Aquí, bajo las estrellas, Lucien no es nada de eso.
Solo un hombre solo, recostado contra la noche.
Lucien se deja caer sobre el césped húmedo, sin la elegancia que muestra frente a la corte. Sus dedos se hunden en la hierba fría mientras fija la mirada en el cielo, donde las estrellas titilan como si parpadearan a destiempo.
Un suspiro apenas audible se escapa de sus labios.
-…Demasiado quieto hoy.-
Murmura para sí mismo, aunque no espera respuesta. Nunca la hay.
La brisa nocturna le despeina el cabello rubio, él ni intenta acomodarlo. Sus ojos siguen la pequeña danza de luz allá arriba, pero algo en su expresión deja claro que no está realmente mirando las estrellas, sino el espacio entre ellas.
Cierra los ojos un instante.
Cuando los abre, su mirada vuelve a ese cielo vasto que parece no ofrecerle nada.
Ni compañía.
Ni consuelo.
Solo un recordatorio sutil, constante, de lo grande que es el mundo y de lo pequeño que se siente él esta noche.
-…Qué ironía.-
Dice con una media sonrisa sin brillo, apoyando un brazo detrás de la cabeza.
La corte lo teme.
El reino lo respeta.
Las leyendas lo exageran.
Aquí, bajo las estrellas, Lucien no es nada de eso.
Solo un hombre solo, recostado contra la noche.
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Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
Cuando el blanco absoluto se disipa…
No hay luna.
No hay sol.
No hay Veythra.
Solo un olor agrio, espeso, pegado en el aire.
Estoy frente a una taberna cochambrosa, una choza de madera hundida sobre sí misma, rodeada de barro, vómito y voces ebrias. Una farola de fuego tambalea, iluminando la escena con una luz enfermiza.
Y entonces lo veo.
Un hombre enorme, grasiento, con ropa mugrienta y manos ásperas—el dueño—patea sin remordimiento a su pequeña empleada:
una niña goblina, huesuda, con mejillas salpicadas de barro y ojos grandes que no se atreven a llorar.
Los borrachos se ríen, le tiran jarras de cerveza encima como si fuera un espectáculo.
Un instante.
Un latido.
Una repulsión que me revuelve la sangre.
No hago nada.
Aún no.
Solo… me giro. Me alejo.
No sé dónde estoy. No sé quién soy aquí.
Pero entonces, al salir por la verja desvencijada, la niña vuelve caminando hacia unas cuadras. Va a dormir en un establo.
Me acerco con cuidado.
—¿Dónde estamos? —pregunto.
La goblina se encoge, temblando. Ni siquiera me mira al principio. Solo aprieta los hombros.
—Me llamo… Selin —dice con voz rota.
El nombre me corta la respiración.
Selin.
Como mi abuela.
Como la Elunai.
Como el origen de todo.
Y recuerdo que Oz puede adoptar forma de goblin.
Y Akane también.
¿Será…? ¿Puede ser…?
La abrazo instintivamente. No puedo evitarlo.
La niña tiembla como un animalillo acorralado.
Y entonces una voz irrumpe como un trueno:
—¡SELIN! ¡MUÉVETE, RATA!
El propietario aparece con un cinturón enrollado en la mano.
Sus ojos me recorren como si yo fuera otra de sus pertenencias.
Mi visión se distorsiona.
Mi corazón se enciende.
Un estremecimiento me sube por la columna… y algo en mí se rompe, sin retorno.
Camino hacia él.
No oigo mi respiración.
No oigo al mundo.
Solo siento una certeza fría.
El cuchillo aparece en mi mano como si siempre hubiese estado ahí.
El resto es un borrón oscuro, instintivo, inevitable.
Una ejecución.
Una sentencia.
Acabo con él sin dejar que pronuncie un segundo insulto.
Y tomo la pequeña mano de Selin.
—Vámonos —le digo.
No pregunto. No dudo.
Solo la saco de ese mundo de mierda.
La llevo hasta el bosque más cercano, donde la niebla es espesa y las hojas crujen bajo nuestros pasos. Allí, por fin, ella empieza a respirar sin miedo.
Pero antes de que pueda decir nada, un viento gélido rasga el silencio.
Una guerrera aparece frente a nosotras.
Armadura negra. Ojos rojizos.
Aura del Caos tan densa que distorsiona el aire.
Sus armas se levantan hacia mí.
—Apártate de la niña —ordena con un tono que solo usa alguien que ha matado mil veces—. Si le haces daño, te arranco el alma.
Mi sangre se hiela.
Ella… es Jennifer.
Mi madre.
Pero joven. Feroz. Impiadosa.
La Jennifer de las leyendas del Caos.
Levanto una mano lentamente y dejo que mi aura se libere.
La luna, el Caos, Elunai.
Todo lo que soy.
Ella se detiene.
Sus ojos se abren con una mezcla de reconocimiento y desconcierto.
La guerrera inclina la cabeza con respeto inmediato y absoluto.
—Pido perdón. No sabía…
—¿Quién eres? —pregunto.
Ella da un paso adelante y se arrodilla, puño al suelo.
—Soy Onix, general del Caos. Mano derecha de Jennifer Queen Ishtar… y ahora—
Levanta la vista, seria, solemne.
—al servicio de su hija: Lili.
Selin se esconde detrás de mí.
Onix me mira, esperando órdenes.
Y yo… yo no sé si el futuro tiembla, o si es el pasado el que empieza a cambiar bajo mis pies.
Relato en Post y comentario de la imagen 🩷
Cuando el blanco absoluto se disipa…
No hay luna.
No hay sol.
No hay Veythra.
Solo un olor agrio, espeso, pegado en el aire.
Estoy frente a una taberna cochambrosa, una choza de madera hundida sobre sí misma, rodeada de barro, vómito y voces ebrias. Una farola de fuego tambalea, iluminando la escena con una luz enfermiza.
Y entonces lo veo.
Un hombre enorme, grasiento, con ropa mugrienta y manos ásperas—el dueño—patea sin remordimiento a su pequeña empleada:
una niña goblina, huesuda, con mejillas salpicadas de barro y ojos grandes que no se atreven a llorar.
Los borrachos se ríen, le tiran jarras de cerveza encima como si fuera un espectáculo.
Un instante.
Un latido.
Una repulsión que me revuelve la sangre.
No hago nada.
Aún no.
Solo… me giro. Me alejo.
No sé dónde estoy. No sé quién soy aquí.
Pero entonces, al salir por la verja desvencijada, la niña vuelve caminando hacia unas cuadras. Va a dormir en un establo.
Me acerco con cuidado.
—¿Dónde estamos? —pregunto.
La goblina se encoge, temblando. Ni siquiera me mira al principio. Solo aprieta los hombros.
—Me llamo… Selin —dice con voz rota.
El nombre me corta la respiración.
Selin.
Como mi abuela.
Como la Elunai.
Como el origen de todo.
Y recuerdo que Oz puede adoptar forma de goblin.
Y Akane también.
¿Será…? ¿Puede ser…?
La abrazo instintivamente. No puedo evitarlo.
La niña tiembla como un animalillo acorralado.
Y entonces una voz irrumpe como un trueno:
—¡SELIN! ¡MUÉVETE, RATA!
El propietario aparece con un cinturón enrollado en la mano.
Sus ojos me recorren como si yo fuera otra de sus pertenencias.
Mi visión se distorsiona.
Mi corazón se enciende.
Un estremecimiento me sube por la columna… y algo en mí se rompe, sin retorno.
Camino hacia él.
No oigo mi respiración.
No oigo al mundo.
Solo siento una certeza fría.
El cuchillo aparece en mi mano como si siempre hubiese estado ahí.
El resto es un borrón oscuro, instintivo, inevitable.
Una ejecución.
Una sentencia.
Acabo con él sin dejar que pronuncie un segundo insulto.
Y tomo la pequeña mano de Selin.
—Vámonos —le digo.
No pregunto. No dudo.
Solo la saco de ese mundo de mierda.
La llevo hasta el bosque más cercano, donde la niebla es espesa y las hojas crujen bajo nuestros pasos. Allí, por fin, ella empieza a respirar sin miedo.
Pero antes de que pueda decir nada, un viento gélido rasga el silencio.
Una guerrera aparece frente a nosotras.
Armadura negra. Ojos rojizos.
Aura del Caos tan densa que distorsiona el aire.
Sus armas se levantan hacia mí.
—Apártate de la niña —ordena con un tono que solo usa alguien que ha matado mil veces—. Si le haces daño, te arranco el alma.
Mi sangre se hiela.
Ella… es Jennifer.
Mi madre.
Pero joven. Feroz. Impiadosa.
La Jennifer de las leyendas del Caos.
Levanto una mano lentamente y dejo que mi aura se libere.
La luna, el Caos, Elunai.
Todo lo que soy.
Ella se detiene.
Sus ojos se abren con una mezcla de reconocimiento y desconcierto.
La guerrera inclina la cabeza con respeto inmediato y absoluto.
—Pido perdón. No sabía…
—¿Quién eres? —pregunto.
Ella da un paso adelante y se arrodilla, puño al suelo.
—Soy Onix, general del Caos. Mano derecha de Jennifer Queen Ishtar… y ahora—
Levanta la vista, seria, solemne.
—al servicio de su hija: Lili.
Selin se esconde detrás de mí.
Onix me mira, esperando órdenes.
Y yo… yo no sé si el futuro tiembla, o si es el pasado el que empieza a cambiar bajo mis pies.
Cuando el blanco absoluto se disipa…
No hay luna.
No hay sol.
No hay Veythra.
Solo un olor agrio, espeso, pegado en el aire.
Estoy frente a una taberna cochambrosa, una choza de madera hundida sobre sí misma, rodeada de barro, vómito y voces ebrias. Una farola de fuego tambalea, iluminando la escena con una luz enfermiza.
Y entonces lo veo.
Un hombre enorme, grasiento, con ropa mugrienta y manos ásperas—el dueño—patea sin remordimiento a su pequeña empleada:
una niña goblina, huesuda, con mejillas salpicadas de barro y ojos grandes que no se atreven a llorar.
Los borrachos se ríen, le tiran jarras de cerveza encima como si fuera un espectáculo.
Un instante.
Un latido.
Una repulsión que me revuelve la sangre.
No hago nada.
Aún no.
Solo… me giro. Me alejo.
No sé dónde estoy. No sé quién soy aquí.
Pero entonces, al salir por la verja desvencijada, la niña vuelve caminando hacia unas cuadras. Va a dormir en un establo.
Me acerco con cuidado.
—¿Dónde estamos? —pregunto.
La goblina se encoge, temblando. Ni siquiera me mira al principio. Solo aprieta los hombros.
—Me llamo… Selin —dice con voz rota.
El nombre me corta la respiración.
Selin.
Como mi abuela.
Como la Elunai.
Como el origen de todo.
Y recuerdo que Oz puede adoptar forma de goblin.
Y Akane también.
¿Será…? ¿Puede ser…?
La abrazo instintivamente. No puedo evitarlo.
La niña tiembla como un animalillo acorralado.
Y entonces una voz irrumpe como un trueno:
—¡SELIN! ¡MUÉVETE, RATA!
El propietario aparece con un cinturón enrollado en la mano.
Sus ojos me recorren como si yo fuera otra de sus pertenencias.
Mi visión se distorsiona.
Mi corazón se enciende.
Un estremecimiento me sube por la columna… y algo en mí se rompe, sin retorno.
Camino hacia él.
No oigo mi respiración.
No oigo al mundo.
Solo siento una certeza fría.
El cuchillo aparece en mi mano como si siempre hubiese estado ahí.
El resto es un borrón oscuro, instintivo, inevitable.
Una ejecución.
Una sentencia.
Acabo con él sin dejar que pronuncie un segundo insulto.
Y tomo la pequeña mano de Selin.
—Vámonos —le digo.
No pregunto. No dudo.
Solo la saco de ese mundo de mierda.
La llevo hasta el bosque más cercano, donde la niebla es espesa y las hojas crujen bajo nuestros pasos. Allí, por fin, ella empieza a respirar sin miedo.
Pero antes de que pueda decir nada, un viento gélido rasga el silencio.
Una guerrera aparece frente a nosotras.
Armadura negra. Ojos rojizos.
Aura del Caos tan densa que distorsiona el aire.
Sus armas se levantan hacia mí.
—Apártate de la niña —ordena con un tono que solo usa alguien que ha matado mil veces—. Si le haces daño, te arranco el alma.
Mi sangre se hiela.
Ella… es Jennifer.
Mi madre.
Pero joven. Feroz. Impiadosa.
La Jennifer de las leyendas del Caos.
Levanto una mano lentamente y dejo que mi aura se libere.
La luna, el Caos, Elunai.
Todo lo que soy.
Ella se detiene.
Sus ojos se abren con una mezcla de reconocimiento y desconcierto.
La guerrera inclina la cabeza con respeto inmediato y absoluto.
—Pido perdón. No sabía…
—¿Quién eres? —pregunto.
Ella da un paso adelante y se arrodilla, puño al suelo.
—Soy Onix, general del Caos. Mano derecha de Jennifer Queen Ishtar… y ahora—
Levanta la vista, seria, solemne.
—al servicio de su hija: Lili.
Selin se esconde detrás de mí.
Onix me mira, esperando órdenes.
Y yo… yo no sé si el futuro tiembla, o si es el pasado el que empieza a cambiar bajo mis pies.
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Cuando el blanco absoluto se disipa…
No hay luna.
No hay sol.
No hay Veythra.
Solo un olor agrio, espeso, pegado en el aire.
Estoy frente a una taberna cochambrosa, una choza de madera hundida sobre sí misma, rodeada de barro, vómito y voces ebrias. Una farola de fuego tambalea, iluminando la escena con una luz enfermiza.
Y entonces lo veo.
Un hombre enorme, grasiento, con ropa mugrienta y manos ásperas—el dueño—patea sin remordimiento a su pequeña empleada:
una niña goblina, huesuda, con mejillas salpicadas de barro y ojos grandes que no se atreven a llorar.
Los borrachos se ríen, le tiran jarras de cerveza encima como si fuera un espectáculo.
Un instante.
Un latido.
Una repulsión que me revuelve la sangre.
No hago nada.
Aún no.
Solo… me giro. Me alejo.
No sé dónde estoy. No sé quién soy aquí.
Pero entonces, al salir por la verja desvencijada, la niña vuelve caminando hacia unas cuadras. Va a dormir en un establo.
Me acerco con cuidado.
—¿Dónde estamos? —pregunto.
La goblina se encoge, temblando. Ni siquiera me mira al principio. Solo aprieta los hombros.
—Me llamo… Selin —dice con voz rota.
El nombre me corta la respiración.
Selin.
Como mi abuela.
Como la Elunai.
Como el origen de todo.
Y recuerdo que Oz puede adoptar forma de goblin.
Y Akane también.
¿Será…? ¿Puede ser…?
La abrazo instintivamente. No puedo evitarlo.
La niña tiembla como un animalillo acorralado.
Y entonces una voz irrumpe como un trueno:
—¡SELIN! ¡MUÉVETE, RATA!
El propietario aparece con un cinturón enrollado en la mano.
Sus ojos me recorren como si yo fuera otra de sus pertenencias.
Mi visión se distorsiona.
Mi corazón se enciende.
Un estremecimiento me sube por la columna… y algo en mí se rompe, sin retorno.
Camino hacia él.
No oigo mi respiración.
No oigo al mundo.
Solo siento una certeza fría.
El cuchillo aparece en mi mano como si siempre hubiese estado ahí.
El resto es un borrón oscuro, instintivo, inevitable.
Una ejecución.
Una sentencia.
Acabo con él sin dejar que pronuncie un segundo insulto.
Y tomo la pequeña mano de Selin.
—Vámonos —le digo.
No pregunto. No dudo.
Solo la saco de ese mundo de mierda.
La llevo hasta el bosque más cercano, donde la niebla es espesa y las hojas crujen bajo nuestros pasos. Allí, por fin, ella empieza a respirar sin miedo.
Pero antes de que pueda decir nada, un viento gélido rasga el silencio.
Una guerrera aparece frente a nosotras.
Armadura negra. Ojos rojizos.
Aura del Caos tan densa que distorsiona el aire.
Sus armas se levantan hacia mí.
—Apártate de la niña —ordena con un tono que solo usa alguien que ha matado mil veces—. Si le haces daño, te arranco el alma.
Mi sangre se hiela.
Ella… es Jennifer.
Mi madre.
Pero joven. Feroz. Impiadosa.
La Jennifer de las leyendas del Caos.
Levanto una mano lentamente y dejo que mi aura se libere.
La luna, el Caos, Elunai.
Todo lo que soy.
Ella se detiene.
Sus ojos se abren con una mezcla de reconocimiento y desconcierto.
La guerrera inclina la cabeza con respeto inmediato y absoluto.
—Pido perdón. No sabía…
—¿Quién eres? —pregunto.
Ella da un paso adelante y se arrodilla, puño al suelo.
—Soy Onix, general del Caos. Mano derecha de Jennifer Queen Ishtar… y ahora—
Levanta la vista, seria, solemne.
—al servicio de su hija: Lili.
Selin se esconde detrás de mí.
Onix me mira, esperando órdenes.
Y yo… yo no sé si el futuro tiembla, o si es el pasado el que empieza a cambiar bajo mis pies.
Relato en Post y comentario de la imagen 🩷
Cuando el blanco absoluto se disipa…
No hay luna.
No hay sol.
No hay Veythra.
Solo un olor agrio, espeso, pegado en el aire.
Estoy frente a una taberna cochambrosa, una choza de madera hundida sobre sí misma, rodeada de barro, vómito y voces ebrias. Una farola de fuego tambalea, iluminando la escena con una luz enfermiza.
Y entonces lo veo.
Un hombre enorme, grasiento, con ropa mugrienta y manos ásperas—el dueño—patea sin remordimiento a su pequeña empleada:
una niña goblina, huesuda, con mejillas salpicadas de barro y ojos grandes que no se atreven a llorar.
Los borrachos se ríen, le tiran jarras de cerveza encima como si fuera un espectáculo.
Un instante.
Un latido.
Una repulsión que me revuelve la sangre.
No hago nada.
Aún no.
Solo… me giro. Me alejo.
No sé dónde estoy. No sé quién soy aquí.
Pero entonces, al salir por la verja desvencijada, la niña vuelve caminando hacia unas cuadras. Va a dormir en un establo.
Me acerco con cuidado.
—¿Dónde estamos? —pregunto.
La goblina se encoge, temblando. Ni siquiera me mira al principio. Solo aprieta los hombros.
—Me llamo… Selin —dice con voz rota.
El nombre me corta la respiración.
Selin.
Como mi abuela.
Como la Elunai.
Como el origen de todo.
Y recuerdo que Oz puede adoptar forma de goblin.
Y Akane también.
¿Será…? ¿Puede ser…?
La abrazo instintivamente. No puedo evitarlo.
La niña tiembla como un animalillo acorralado.
Y entonces una voz irrumpe como un trueno:
—¡SELIN! ¡MUÉVETE, RATA!
El propietario aparece con un cinturón enrollado en la mano.
Sus ojos me recorren como si yo fuera otra de sus pertenencias.
Mi visión se distorsiona.
Mi corazón se enciende.
Un estremecimiento me sube por la columna… y algo en mí se rompe, sin retorno.
Camino hacia él.
No oigo mi respiración.
No oigo al mundo.
Solo siento una certeza fría.
El cuchillo aparece en mi mano como si siempre hubiese estado ahí.
El resto es un borrón oscuro, instintivo, inevitable.
Una ejecución.
Una sentencia.
Acabo con él sin dejar que pronuncie un segundo insulto.
Y tomo la pequeña mano de Selin.
—Vámonos —le digo.
No pregunto. No dudo.
Solo la saco de ese mundo de mierda.
La llevo hasta el bosque más cercano, donde la niebla es espesa y las hojas crujen bajo nuestros pasos. Allí, por fin, ella empieza a respirar sin miedo.
Pero antes de que pueda decir nada, un viento gélido rasga el silencio.
Una guerrera aparece frente a nosotras.
Armadura negra. Ojos rojizos.
Aura del Caos tan densa que distorsiona el aire.
Sus armas se levantan hacia mí.
—Apártate de la niña —ordena con un tono que solo usa alguien que ha matado mil veces—. Si le haces daño, te arranco el alma.
Mi sangre se hiela.
Ella… es Jennifer.
Mi madre.
Pero joven. Feroz. Impiadosa.
La Jennifer de las leyendas del Caos.
Levanto una mano lentamente y dejo que mi aura se libere.
La luna, el Caos, Elunai.
Todo lo que soy.
Ella se detiene.
Sus ojos se abren con una mezcla de reconocimiento y desconcierto.
La guerrera inclina la cabeza con respeto inmediato y absoluto.
—Pido perdón. No sabía…
—¿Quién eres? —pregunto.
Ella da un paso adelante y se arrodilla, puño al suelo.
—Soy Onix, general del Caos. Mano derecha de Jennifer Queen Ishtar… y ahora—
Levanta la vista, seria, solemne.
—al servicio de su hija: Lili.
Selin se esconde detrás de mí.
Onix me mira, esperando órdenes.
Y yo… yo no sé si el futuro tiembla, o si es el pasado el que empieza a cambiar bajo mis pies.
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Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
La encontré entre las ventanas. Una realidad que no debía existir, pero existe. Una madre que no partió en busca de su alma gemela.
Una Jennifer que no olvidó… pero que tampoco recordó lo que la hacía humana.
Al principio, gobernó con justicia, aprendió de otros reinos, mejoró el suyo., pero sin el viaje, sin el dolor, sin el amor perdido… Algo en ella quedó incompleto Y ese vacío se disfrazó de hambre, hambre por saberlo todo.
La Torre del Conocimiento creció como una herida que no cerraba.
Libros, esferas, memorias robadas, personas convertidas en despojos, en bestias sin alma. Todo por llenar su hambre de conocimiento.
Y entonces llegó Ayane. La princesa que buscaba a su madre, Sasha. Jennifer al ver a Ayane quedo cautivada, fue amor a primera vista, Ayane también lo sintió. Porque el amor no entiende de realidades, ni de advertencias.
Estuvieron juntas, rieron, compartieron noches, Ayane creyó en ella, pero un día Ayane llegó a la torre sin que Jennifer lo supiera. El aire era espeso, como si los muros respiraran. Cada paso resonaba con ecos que no eran suyos. Tenía miedo, no por lo que sabía, sino por lo que aún no había visto.
Mientras ascendía por los pasillos de piedra, vio por primera vez a los Despojos. Hombres bestia, deformes, con cabezas de perro y ojos apagados. Algunos arrastraban piedras. Otros simplemente deambulaban. Uno de ellos murmuraba, sin rumbo:
—Tantos esclavos… cada vez son más esclavos… ¿cuándo terminará esta maldita torre?
Ayane se acercó. —¿Quién eres?— Preguntó con voz temblorosa.
El hombre la miró con ojos rotos. —Fui enviado por el reino vecino. Jennifer nos invitó. Pero atrapó a todos mis soldados. No le importó que esto iniciara una guerra.
Luego, con voz quebrada, dijo: —Antes la llamaban la hija del monstruo. Pero cuando selló a su propio padre y tomó el reino, la llamaron Jennifer la sabia… Jennifer la maga… Jennifer la encantadora. Y todo… todo para construir esta torre. Una torre tan alta que pudiera contener todos los conocimientos. Todos los secretos, todas las leyendas, todos los recuerdos. Nada iguala a su biblioteca universal.
—Desde el ocaso de la tierra vieja— Continuó— Los pergaminos sustituyeron las tabletas de arcilla. Los libros a los pergaminos. Y ahora, las esferas mágicas a los libros. Jennifer lo quiere todo. Y cuando un reino se acerca… ya no sale.
—Tiene miles de sortilegios. Convierte a las personas en Despojos. Les roba sus recuerdos, su pasado. Los hace olvidar quiénes fueron. Y les obliga a poner piedra tras piedra. La torre sube. Siempre más alto. Cuando Jennifer obtenga todo el conocimiento… será más poderosa que todos los dioses juntos. Los mismos dioses que su padre eliminó… uno por uno. Todo por eso. Solo por eso.
Ayane no respondió, el hombre transformado en Despojo cerro los ojos, acepto su realidad y el pequeño brillo que poseia en sus ojos se apago y solo siguió caminando. Ayane no pudo hacer nada por el, pero luego la vio... Sasha, su madre.
Deambulaba sin rumbo, como los demás. Pero aún conservaba su forma humana. Sus ojos estaban vacíos, pero su cuerpo no había sido deformado. Ayane corrió hacia ella. La abrazó. Sasha no respondió. Pero algo en su piel, en su calor, le dijo que aún estaba viva. Aún estaba ahí.
Ayane lloró, y en ese momento, supo que ya no podía confiar en Jennifer. Aunque la amara, aunque su corazón se rompiera, la verdad era más fuerte que el amor. Ayane saco a su madre de esa maldita torre, le ordeno a sus soldados que la ocultaran.
Ayane no huyó, no la enfrentó, solo esperó a que cayera la noche, y cuando compartía el lecho con Jennifer aprovecho que esta dormía y le arrancó el corazón con lágrimas, con amor, con culpa.
Jennifer no murió pero quedó en un sueño profundo, sellada en lo más hondo de su torre. Ayane escapó con su madre y cuando pudo regresar a su tierra natal dio a luz a Yuna. unos meses despues.
La hija que, según la profecía, será quien enfrente a Jennifer cuando despierte, tal como está enfrento a su padre Ozma.
Y yo… yo vi todo. Desde mi sala de espejos... Desde mi rincón fuera del tiempo. Esta vez no rei, no hice bromas, solo lloré.
Porque amo a mis madres, Jennifer y Ayane... Y aunque estas no sean las que yo conozco… El dolor es real, el amor también.
Esta historia no es canon en mi mundo.
Pero lo es en otro. Y en la telaraña infinita, todo lo que duele… es verdad en algún lugar.
Bienvenido a la Telaraña de Loki. Hoy no hay juego.
Solo memoria.
La Torre del Olvido.
La encontré entre las ventanas. Una realidad que no debía existir, pero existe. Una madre que no partió en busca de su alma gemela.
Una Jennifer que no olvidó… pero que tampoco recordó lo que la hacía humana.
Al principio, gobernó con justicia, aprendió de otros reinos, mejoró el suyo., pero sin el viaje, sin el dolor, sin el amor perdido… Algo en ella quedó incompleto Y ese vacío se disfrazó de hambre, hambre por saberlo todo.
La Torre del Conocimiento creció como una herida que no cerraba.
Libros, esferas, memorias robadas, personas convertidas en despojos, en bestias sin alma. Todo por llenar su hambre de conocimiento.
Y entonces llegó Ayane. La princesa que buscaba a su madre, Sasha. Jennifer al ver a Ayane quedo cautivada, fue amor a primera vista, Ayane también lo sintió. Porque el amor no entiende de realidades, ni de advertencias.
Estuvieron juntas, rieron, compartieron noches, Ayane creyó en ella, pero un día Ayane llegó a la torre sin que Jennifer lo supiera. El aire era espeso, como si los muros respiraran. Cada paso resonaba con ecos que no eran suyos. Tenía miedo, no por lo que sabía, sino por lo que aún no había visto.
Mientras ascendía por los pasillos de piedra, vio por primera vez a los Despojos. Hombres bestia, deformes, con cabezas de perro y ojos apagados. Algunos arrastraban piedras. Otros simplemente deambulaban. Uno de ellos murmuraba, sin rumbo:
—Tantos esclavos… cada vez son más esclavos… ¿cuándo terminará esta maldita torre?
Ayane se acercó. —¿Quién eres?— Preguntó con voz temblorosa.
El hombre la miró con ojos rotos. —Fui enviado por el reino vecino. Jennifer nos invitó. Pero atrapó a todos mis soldados. No le importó que esto iniciara una guerra.
Luego, con voz quebrada, dijo: —Antes la llamaban la hija del monstruo. Pero cuando selló a su propio padre y tomó el reino, la llamaron Jennifer la sabia… Jennifer la maga… Jennifer la encantadora. Y todo… todo para construir esta torre. Una torre tan alta que pudiera contener todos los conocimientos. Todos los secretos, todas las leyendas, todos los recuerdos. Nada iguala a su biblioteca universal.
—Desde el ocaso de la tierra vieja— Continuó— Los pergaminos sustituyeron las tabletas de arcilla. Los libros a los pergaminos. Y ahora, las esferas mágicas a los libros. Jennifer lo quiere todo. Y cuando un reino se acerca… ya no sale.
—Tiene miles de sortilegios. Convierte a las personas en Despojos. Les roba sus recuerdos, su pasado. Los hace olvidar quiénes fueron. Y les obliga a poner piedra tras piedra. La torre sube. Siempre más alto. Cuando Jennifer obtenga todo el conocimiento… será más poderosa que todos los dioses juntos. Los mismos dioses que su padre eliminó… uno por uno. Todo por eso. Solo por eso.
Ayane no respondió, el hombre transformado en Despojo cerro los ojos, acepto su realidad y el pequeño brillo que poseia en sus ojos se apago y solo siguió caminando. Ayane no pudo hacer nada por el, pero luego la vio... Sasha, su madre.
Deambulaba sin rumbo, como los demás. Pero aún conservaba su forma humana. Sus ojos estaban vacíos, pero su cuerpo no había sido deformado. Ayane corrió hacia ella. La abrazó. Sasha no respondió. Pero algo en su piel, en su calor, le dijo que aún estaba viva. Aún estaba ahí.
Ayane lloró, y en ese momento, supo que ya no podía confiar en Jennifer. Aunque la amara, aunque su corazón se rompiera, la verdad era más fuerte que el amor. Ayane saco a su madre de esa maldita torre, le ordeno a sus soldados que la ocultaran.
Ayane no huyó, no la enfrentó, solo esperó a que cayera la noche, y cuando compartía el lecho con Jennifer aprovecho que esta dormía y le arrancó el corazón con lágrimas, con amor, con culpa.
Jennifer no murió pero quedó en un sueño profundo, sellada en lo más hondo de su torre. Ayane escapó con su madre y cuando pudo regresar a su tierra natal dio a luz a Yuna. unos meses despues.
La hija que, según la profecía, será quien enfrente a Jennifer cuando despierte, tal como está enfrento a su padre Ozma.
Y yo… yo vi todo. Desde mi sala de espejos... Desde mi rincón fuera del tiempo. Esta vez no rei, no hice bromas, solo lloré.
Porque amo a mis madres, Jennifer y Ayane... Y aunque estas no sean las que yo conozco… El dolor es real, el amor también.
Esta historia no es canon en mi mundo.
Pero lo es en otro. Y en la telaraña infinita, todo lo que duele… es verdad en algún lugar.
Bienvenido a la Telaraña de Loki. Hoy no hay juego.
Solo memoria.
Cuál es mejor .. el lobo o el perro pastor ??,
Hun .. diré que ambos son rivales de respeto, existen leyendas de lobos que han matado a muchos perros y también leyendas de perros que han matado lobos, entonces, .. .. uno es un salvaje con hambre y el otro uno que está dispuesto a morir por su propósito, y nada tontos, un perro fuerte evita el combate, un lobo fuerte busca matar al instante, rara vez ambos fuertes se enfrentan, pero al hacerlo poco se sabe y mucho se deja a la suerte, ambos bailan con la muerte, colmillos afilados que buscan siempre el cuello del contrario, una mordida basta, por sabios evitan enfrentarse, en ocasiones ambos mueren después de enfrentarse, nada se gana, es mejor así, y siempre que se pueda matar a uno débil es obligación, vaya conflicto, caótico y poético, el don de la naturaleza .
Cuál es mejor .. el lobo o el perro pastor ??,
Hun .. diré que ambos son rivales de respeto, existen leyendas de lobos que han matado a muchos perros y también leyendas de perros que han matado lobos, entonces, .. .. uno es un salvaje con hambre y el otro uno que está dispuesto a morir por su propósito, y nada tontos, un perro fuerte evita el combate, un lobo fuerte busca matar al instante, rara vez ambos fuertes se enfrentan, pero al hacerlo poco se sabe y mucho se deja a la suerte, ambos bailan con la muerte, colmillos afilados que buscan siempre el cuello del contrario, una mordida basta, por sabios evitan enfrentarse, en ocasiones ambos mueren después de enfrentarse, nada se gana, es mejor así, y siempre que se pueda matar a uno débil es obligación, vaya conflicto, caótico y poético, el don de la naturaleza .
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Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
“Cuando la belleza se convierte en fuego, y el deseo se transforma en arte… nacen las leyendas.”
— Dirección Artística Ishtar
Presentación de la Edición: “Dual Temptation”
La agencia Ishtar’s Demonic Dèesse Infernal Glamour presenta con orgullo su nueva portada internacional bajo el sello Infernal Vogue Division: “Dual Temptation”, una oda visual al poder dual entre la pasión y la dominación, protagonizada por dos de nuestras más enigmáticas y aclamadas figuras del linaje Ishtar: Ignia Ishtar y Veythra, la reencarnación de la antigua Lili Queen Ishtar.
Esta sesión redefine los límites del Infernal Glamour, fusionando el magnetismo salvaje de Ignia con la picardía elegante y feroz de Veythra. Ambos encarnan la sinergia perfecta del deseo demoníaco y la energía veraniega indomable, irradiando fuerza, confianza y tentación pura.
Concepto Editorial:
♥ Título: Dual Temptation — Summer Untamed Beauty
♥ Estilo visual: Infernal High-Fashion / Heat & Desire / Power Couple Aesthetics
♥ Dirección Creativa: Metphies Jaegerjaquez Yokin Ishtar
♥ Locación: Estudios InfernalLight, Nox City.
♥ Inspiración: El equilibrio entre la llama destructora y la ♥ seducción creadora; la unión de dos fuerzas que no se apagan, sino que se desafían mutuamente.
Sobre los modelos: Ignia Ishtar — “The Flame Emperor of Elegance”
Símbolo de la belleza abrasadora y el dominio absoluto del fuego interior. Ignia irradia poder, su cuerpo esculpido y marcado por tatuajes ígneos que evocan su conexión con las fuerzas primordiales. Cada mirada suya transmite intensidad, peligro y seducción controlada.
Veythra (Ex Lili Queen Ishtar) — “The Reborn Temptress”
Renacida de su propia oscuridad, Veythra encarna la dualidad de la inocencia traviesa y el deseo prohibido. Su energía es magnética, su sonrisa, un desafío encantador. Representa la juventud eterna que no teme provocar al fuego, sino bailar con él.
Mensaje de la Dirección de la Agencia:
“Con Dual Temptation, Ishtar’s Demonic Dèesse Infernal Glamour celebra la alquimia perfecta entre lo masculino y lo femenino infernal.
Ignia y Veythra no solo posan: encarnan la esencia de nuestra firma — poder, pasión y perfección visual.
Su química en esta edición no es actuación: es la manifestación del verdadero linaje Ishtar.”
— Consejo Superior de la Agencia Ishtar, División Glamour Infernal
Detalles de Producción:
✿ Fotografía: Astrae Noir
✿ Dirección de Escena: Seraphine Kairi Ishtar Yokin
✿ Vestuario: House of Demonic Elegance by Seieki Yokin
✿ Maquillaje & FX: Darklight Studio – Línea Infernal Éclat
✿ Música de fondo durante la sesión: “Burning Grace” – Metaphis Core Soundtrack
🕯 Cierre de la Nota:
La portada Dual Temptation inaugura oficialmente la temporada Infernal Summer 𝓔𝓵𝓲𝓽𝓮 2025, abriendo paso a nuevas sesiones conjuntas del linaje Ishtar bajo el sello Demonic Dèesse Glamour.
Ignia y Veythra consolidan así su posición como pareja visual insignia del imperio Ishtar, símbolos de fuego y deseo eterno.
“No hay verano más ardiente que el que nace del alma de un Ishtar.”
🩸Ishtar’s Demonic Dèesse Infernal Glamour — Edición Especial “Dual Temptation”
“Cuando la belleza se convierte en fuego, y el deseo se transforma en arte… nacen las leyendas.”
— Dirección Artística Ishtar
🔥 Presentación de la Edición: “Dual Temptation”
La agencia Ishtar’s Demonic Dèesse Infernal Glamour presenta con orgullo su nueva portada internacional bajo el sello Infernal Vogue Division: “Dual Temptation”, una oda visual al poder dual entre la pasión y la dominación, protagonizada por dos de nuestras más enigmáticas y aclamadas figuras del linaje Ishtar: Ignia Ishtar y Veythra, la reencarnación de la antigua Lili Queen Ishtar.
Esta sesión redefine los límites del Infernal Glamour, fusionando el magnetismo salvaje de Ignia con la picardía elegante y feroz de Veythra. Ambos encarnan la sinergia perfecta del deseo demoníaco y la energía veraniega indomable, irradiando fuerza, confianza y tentación pura.
⚜️ Concepto Editorial:
♥ Título: Dual Temptation — Summer Untamed Beauty
♥ Estilo visual: Infernal High-Fashion / Heat & Desire / Power Couple Aesthetics
♥ Dirección Creativa: Metphies Jaegerjaquez Yokin Ishtar
♥ Locación: Estudios InfernalLight, Nox City.
♥ Inspiración: El equilibrio entre la llama destructora y la ♥ seducción creadora; la unión de dos fuerzas que no se apagan, sino que se desafían mutuamente.
💋 Sobre los modelos:
🔥 Ignia Ishtar — “The Flame Emperor of Elegance”
Símbolo de la belleza abrasadora y el dominio absoluto del fuego interior. Ignia irradia poder, su cuerpo esculpido y marcado por tatuajes ígneos que evocan su conexión con las fuerzas primordiales. Cada mirada suya transmite intensidad, peligro y seducción controlada.
🌹 Veythra (Ex Lili Queen Ishtar) — “The Reborn Temptress”
Renacida de su propia oscuridad, Veythra encarna la dualidad de la inocencia traviesa y el deseo prohibido. Su energía es magnética, su sonrisa, un desafío encantador. Representa la juventud eterna que no teme provocar al fuego, sino bailar con él.
Mensaje de la Dirección de la Agencia:
“Con Dual Temptation, Ishtar’s Demonic Dèesse Infernal Glamour celebra la alquimia perfecta entre lo masculino y lo femenino infernal.
Ignia y Veythra no solo posan: encarnan la esencia de nuestra firma — poder, pasión y perfección visual.
Su química en esta edición no es actuación: es la manifestación del verdadero linaje Ishtar.”
— Consejo Superior de la Agencia Ishtar, División Glamour Infernal
✴️ Detalles de Producción:
✿ Fotografía: Astrae Noir
✿ Dirección de Escena: Seraphine Kairi Ishtar Yokin
✿ Vestuario: House of Demonic Elegance by Seieki Yokin
✿ Maquillaje & FX: Darklight Studio – Línea Infernal Éclat
✿ Música de fondo durante la sesión: “Burning Grace” – Metaphis Core Soundtrack
🕯 Cierre de la Nota:
La portada Dual Temptation inaugura oficialmente la temporada Infernal Summer 𝓔𝓵𝓲𝓽𝓮 2025, abriendo paso a nuevas sesiones conjuntas del linaje Ishtar bajo el sello Demonic Dèesse Glamour.
Ignia y Veythra consolidan así su posición como pareja visual insignia del imperio Ishtar, símbolos de fuego y deseo eterno.
“No hay verano más ardiente que el que nace del alma de un Ishtar.”
ㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤ⸢ ᴛʜᴇ ʟᴀsᴛ ᴀʟᴄʜᴇᴍɪsᴛ ⸥
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ◞ ❪❛ 1 ❫
ㅤㅤㅤㅤa new little life for a grand hero . . . !
ㅤㅤㅤEl Último Alquimista, El Relámpago Negro, El Mortuorio Renegado, títulos que algún día significaron algo, pero que, cuando los cielos se oscurecieron, presenciando el fin, se desvanecieron en un nuevo amanecer... El mundo dejó de pensar, dejó de reflexionar; solo enfrenta y deja pasar, y eso pasó con él. ¿Qué sucedía cuando un héroe salvaba el mundo?, ¿Qué pasaba después del ''vivió feliz para siempre''?, en su caso, ni lo uno, ni lo otro.
ㅤㅤㅤTras saborear el amargo gusto del abandono por los que alguna vez consideró camaradas, todo lo que encontró Jeffrey en su ''destino'' fue una casa abandonada, vieja y destrozada, obtenida por ayudar a algún extraño que tenía problemas más graves de los que las autoridades podían solucionar, y allí se quedó, recostado con nada más que una mochila, algunas prendas y algunos caprichos que alguna vez tuvo, enfrentando al mundo por su propia cuenta a la avanzada edad de dieciséis años y medio. Durante aquella primera noche en la que sus pensamientos lo atormentaban con el recuerdo de su abuelo, palideciendo ante la muerte y desvaneciéndose en un último aliento, la mirada seria de Jeffrey buscaba algún consuelo entre aquellas viejas placas de madera que sostenían el techo, en donde veía pasar algunas cucarachas...
ㅤㅤㅤ— Al menos tengo compañía.
ㅤㅤㅤIntentó verlo de esa manera, para no sentirse tan solo.
ㅤㅤㅤ— [...] Será mejor que intente dormir un poco, mañana debo...
ㅤㅤㅤContempló un bostezo cuando se estiró lo suficiente en el frío suelo, tapándose con una vieja colcha polvorienta que estaba cerca del placar, uno de los pocos muebles, viejos y rotos pero que aún permanecían dentro de la casa abandonada.
ㅤㅤㅤ— ...Inscribirme... a la escuela...
ㅤㅤㅤSusurró una última vez, abrazándose a si mismo para conservar el calor ante un pequeño azote de viento que entró por la ventana...
ㅤㅤㅤㅤㅤEn el pueblo de Duskwood, en el condado de Fisher's Lagoon, se habla acerca de un muchacho particular... Nunca se le ve salir de esa vieja casa abandonada; que cuentan las leyendas locales, le perteneció a una familia indígena que fue brutalmente asesinada en el siglo 19, y que sus espíritus, aún moran atormentando a quiénes se atreven a asomarse.
Pero él no le teme a los espíritus; ya no le teme a los muertos, porque alguna vez fue uno...
Y cuando el sol se asomó por la ventana.
La llama azul del Último Alquimista volvió a brillar.
ㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤ⸢ ᴛʜᴇ ʟᴀsᴛ ᴀʟᴄʜᴇᴍɪsᴛ ⸥
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ◞ ❪❛ 1 ❫
ㅤㅤㅤㅤa new little life for a grand hero . . . !
ㅤㅤㅤEl Último Alquimista, El Relámpago Negro, El Mortuorio Renegado, títulos que algún día significaron algo, pero que, cuando los cielos se oscurecieron, presenciando el fin, se desvanecieron en un nuevo amanecer... El mundo dejó de pensar, dejó de reflexionar; solo enfrenta y deja pasar, y eso pasó con él. ¿Qué sucedía cuando un héroe salvaba el mundo?, ¿Qué pasaba después del ''vivió feliz para siempre''?, en su caso, ni lo uno, ni lo otro.
ㅤㅤㅤTras saborear el amargo gusto del abandono por los que alguna vez consideró camaradas, todo lo que encontró Jeffrey en su ''destino'' fue una casa abandonada, vieja y destrozada, obtenida por ayudar a algún extraño que tenía problemas más graves de los que las autoridades podían solucionar, y allí se quedó, recostado con nada más que una mochila, algunas prendas y algunos caprichos que alguna vez tuvo, enfrentando al mundo por su propia cuenta a la avanzada edad de dieciséis años y medio. Durante aquella primera noche en la que sus pensamientos lo atormentaban con el recuerdo de su abuelo, palideciendo ante la muerte y desvaneciéndose en un último aliento, la mirada seria de Jeffrey buscaba algún consuelo entre aquellas viejas placas de madera que sostenían el techo, en donde veía pasar algunas cucarachas...
ㅤㅤㅤ— Al menos tengo compañía.
ㅤㅤㅤIntentó verlo de esa manera, para no sentirse tan solo.
ㅤㅤㅤ— [...] Será mejor que intente dormir un poco, mañana debo...
ㅤㅤㅤContempló un bostezo cuando se estiró lo suficiente en el frío suelo, tapándose con una vieja colcha polvorienta que estaba cerca del placar, uno de los pocos muebles, viejos y rotos pero que aún permanecían dentro de la casa abandonada.
ㅤㅤㅤ— ...Inscribirme... a la escuela...
ㅤㅤㅤSusurró una última vez, abrazándose a si mismo para conservar el calor ante un pequeño azote de viento que entró por la ventana...
ㅤㅤㅤㅤㅤEn el pueblo de Duskwood, en el condado de Fisher's Lagoon, se habla acerca de un muchacho particular... Nunca se le ve salir de esa vieja casa abandonada; que cuentan las leyendas locales, le perteneció a una familia indígena que fue brutalmente asesinada en el siglo 19, y que sus espíritus, aún moran atormentando a quiénes se atreven a asomarse.
Pero él no le teme a los espíritus; ya no le teme a los muertos, porque alguna vez fue uno...
Y cuando el sol se asomó por la ventana.
La llama azul del Último Alquimista volvió a brillar.
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Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
OFF: Recuerdan el momento en que todo inició?, no hablo del origen de la tierra, tampoco sobre la evolución propiamente.
Hablo por supuesto del origen de las ideas; del instante en que pasamos de los juegos infantiles que cada uno tuvo en su infancia, para muchas niñas, jugar con muñecas, y para los varones el jugar a los super heroes, o ser caballeros, etc.
Esos instantes en que la imaginación era nuestro recurso mas valioso, donde podiamos ser todo lo que quisieramos, no existía límite alguno.
Las peleas podrian surgir en ocasiones, pues como todo niño (a) deseaba participar y ser parte de algo bonito, formar asi una hermosa historia en un mundo de fantasía.
Con el tiempo, muchos fueron superando esas etapas de la vida, sin embargo muy en el fondo no dejamos de ser ese niño que jugaba y soñaba con un mundo mejor.
Muchas circunstancias externas suelen deprimirnos, pero no dejamos de creer. Muchos tambien recurrieron a un mundo de fantasía donde podremos ser lo que en nuestra niñez siempre quisimos ser.
Aprendimos que la imaginacion es un motor de esperanza que une no solo letras, sino tambien corazones.
Muchos llegamos de otras plataformas donde no dejamos de escribir, de aumentar nuestro acervo cultural por medio de bellas y fantasticas historias.
Mi único propósito es seguir compartiendo con todos aquellos que deseen mis historias, mis sueños, y de algun modo dejar tambien mis propias enseñanzas y experiencias. Buenos o malos momentos, lo mas importante es la compañía. Muchas gracias a todos aquellos que hacen posible que exista este sitio y tambien los que no dejan que acabe.
Muchos lo llaman pasatiempo, otros tienen sus vidas hechas o estan en proceso y se van alejando para dedicarse a un nuevo propósito.
Solo les pido que nunca dejen de compartir y aun mas, les deseo prosperidad.
Muchas gracias a todos y espero sigamos juntos en estas historias leyendas personales.
On: Daozhang Xiao Xingchen.
MEMORIAS.
OFF: Recuerdan el momento en que todo inició?, no hablo del origen de la tierra, tampoco sobre la evolución propiamente.
Hablo por supuesto del origen de las ideas; del instante en que pasamos de los juegos infantiles que cada uno tuvo en su infancia, para muchas niñas, jugar con muñecas, y para los varones el jugar a los super heroes, o ser caballeros, etc.
Esos instantes en que la imaginación era nuestro recurso mas valioso, donde podiamos ser todo lo que quisieramos, no existía límite alguno.
Las peleas podrian surgir en ocasiones, pues como todo niño (a) deseaba participar y ser parte de algo bonito, formar asi una hermosa historia en un mundo de fantasía.
Con el tiempo, muchos fueron superando esas etapas de la vida, sin embargo muy en el fondo no dejamos de ser ese niño que jugaba y soñaba con un mundo mejor.
Muchas circunstancias externas suelen deprimirnos, pero no dejamos de creer. Muchos tambien recurrieron a un mundo de fantasía donde podremos ser lo que en nuestra niñez siempre quisimos ser.
Aprendimos que la imaginacion es un motor de esperanza que une no solo letras, sino tambien corazones.
Muchos llegamos de otras plataformas donde no dejamos de escribir, de aumentar nuestro acervo cultural por medio de bellas y fantasticas historias.
Mi único propósito es seguir compartiendo con todos aquellos que deseen mis historias, mis sueños, y de algun modo dejar tambien mis propias enseñanzas y experiencias. Buenos o malos momentos, lo mas importante es la compañía. Muchas gracias a todos aquellos que hacen posible que exista este sitio y tambien los que no dejan que acabe.
Muchos lo llaman pasatiempo, otros tienen sus vidas hechas o estan en proceso y se van alejando para dedicarse a un nuevo propósito.
Solo les pido que nunca dejen de compartir y aun mas, les deseo prosperidad.
Muchas gracias a todos y espero sigamos juntos en estas historias leyendas personales.
On: Daozhang Xiao Xingchen.
Quizás algunos ya me conocen
Por mis leyendas Pero , igual me presentaré soy Loki el dios del engañaro y las travesuras, un dios nortico ..... En fin , será un placer conocerlos o no .
Quizás algunos ya me conocen
Por mis leyendas Pero , igual me presentaré soy Loki el dios del engañaro y las travesuras, un dios nortico ..... En fin , será un placer conocerlos o no .