Kaeya nunca ha estado tranquilo con respecto a su lugar de origen, era algo que resaltaba siempre que caminaba por mondstadt, hasta su visión se lo recordaba. A pesar de su tan amada libertad, sentía que estaba atrapado en los pensamientos destructivos sobre cosas que han ocurrido en el pasado. Entre ellos, el incidente de Crepus, parecía tranquilo pero es un resentimiento que a veces no lo deja dormir por las noches como desearía.
Tiene miedo de saber la respuesta, hoy es uno de esos días donde, como nunca, tiene la cabeza en las nubes por dejarse llevar por sus miedos. Por su puesto no es capaz de expresarlo, hasta que llega la noche y le toca navegar sobre las altas mareas del vino para poder nublar su mente, creía que con eso podría calmar sus pensamientos poniéndolo más alegre, pero no lo hace.
— Sólo quiero saber que no soy ese tal príncipe de Khaenri'ah...
Kaeya nunca ha estado tranquilo con respecto a su lugar de origen, era algo que resaltaba siempre que caminaba por mondstadt, hasta su visión se lo recordaba. A pesar de su tan amada libertad, sentía que estaba atrapado en los pensamientos destructivos sobre cosas que han ocurrido en el pasado. Entre ellos, el incidente de Crepus, parecía tranquilo pero es un resentimiento que a veces no lo deja dormir por las noches como desearía.
Tiene miedo de saber la respuesta, hoy es uno de esos días donde, como nunca, tiene la cabeza en las nubes por dejarse llevar por sus miedos. Por su puesto no es capaz de expresarlo, hasta que llega la noche y le toca navegar sobre las altas mareas del vino para poder nublar su mente, creía que con eso podría calmar sus pensamientos poniéndolo más alegre, pero no lo hace.
— Sólo quiero saber que no soy ese tal príncipe de Khaenri'ah...