• #MonoRol

    𝐶𝑟𝑖𝑡𝑖𝑐𝑎... 𝐴 𝑙𝑎 𝑠𝑢𝑝𝑒𝑟𝑓𝑖𝑐𝑖𝑎𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑦 𝑙𝑜 𝑣𝑎𝑐𝑖𝑜

    La música, que para los demás era un símbolo de alegría y celebración, para él joven peliblanco se convirtió en un telón de fondo para el dilema que comenzaba a consumirlo. Sus ojos, que antes buscaban escapar, ahora estaban fijos en... La chica que le gustaba....

    Jade.

    La veía con otros ojos, ojos cargados de una mezcla de tristeza y resentimiento.

    En la academia se había inaugurado un baile de celebración y él... Quería bailar con aquella chica pero... No sabía y aunque lo intentó...

    Ella prefirió el dulce veneno... Que al pan salado e incipido.

    La oportunidad perdida pesaba sobre él. No era solo el rechazo; era la herida que había llegado para quedarse, una marca que no desaparecería fácilmente. Dorian, en su juventud e inseguridad, se encontró atrapado en una pregunta que parecía tan antigua como el tiempo mismo:

    ¿Por qué las mujeres prefieren a los chicos malos?

    El chico popular que bailaba con Jade, con su porte robusto y su sonrisa pícara, era todo lo que Dorian no era. Elegante, audaz, seductor. Y mientras ella se movía al ritmo de la música en los brazos de aquel hombre, Dorian no podía evitar compararse, buscar en sí mismo las razones de su insuficiencia.

    "¿Qué me falta? ¿Por qué no soy suficiente?"

    Pensamientos que se repetían... Cada uno más doloroso que el anterior.

    La tristeza que lo invadió no era solo por Jade....

    Era por él mismo.

    Quizás ese dilema, no lo dejaría dormir esa noche. Porque, las heridas no solo se sienten; se quedan, se convierten en parte de quienes las llevan....
    #MonoRol 𝐶𝑟𝑖𝑡𝑖𝑐𝑎... 𝐴 𝑙𝑎 𝑠𝑢𝑝𝑒𝑟𝑓𝑖𝑐𝑖𝑎𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑦 𝑙𝑜 𝑣𝑎𝑐𝑖𝑜 La música, que para los demás era un símbolo de alegría y celebración, para él joven peliblanco se convirtió en un telón de fondo para el dilema que comenzaba a consumirlo. Sus ojos, que antes buscaban escapar, ahora estaban fijos en... La chica que le gustaba.... Jade. La veía con otros ojos, ojos cargados de una mezcla de tristeza y resentimiento. En la academia se había inaugurado un baile de celebración y él... Quería bailar con aquella chica pero... No sabía y aunque lo intentó... Ella prefirió el dulce veneno... Que al pan salado e incipido. La oportunidad perdida pesaba sobre él. No era solo el rechazo; era la herida que había llegado para quedarse, una marca que no desaparecería fácilmente. Dorian, en su juventud e inseguridad, se encontró atrapado en una pregunta que parecía tan antigua como el tiempo mismo: ¿Por qué las mujeres prefieren a los chicos malos? El chico popular que bailaba con Jade, con su porte robusto y su sonrisa pícara, era todo lo que Dorian no era. Elegante, audaz, seductor. Y mientras ella se movía al ritmo de la música en los brazos de aquel hombre, Dorian no podía evitar compararse, buscar en sí mismo las razones de su insuficiencia. "¿Qué me falta? ¿Por qué no soy suficiente?" Pensamientos que se repetían... Cada uno más doloroso que el anterior. La tristeza que lo invadió no era solo por Jade.... Era por él mismo. Quizás ese dilema, no lo dejaría dormir esa noche. Porque, las heridas no solo se sienten; se quedan, se convierten en parte de quienes las llevan....
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  • En su juventud también fue una rompecorazones.
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  • El sol acariciaba el cielo cuando ella descendió del Olimpo, con una ultima misión. Su risa aún tenía la inocencia de los siglos, pero sus ojos… sus ojos hablaban de experiencias que antes no conocía. Había cambiado. Ya no era solo la diosa de la juventud: era el resultado de haber sido herida… y haber renacido.

    Caminaba descalza sobre la hierba, y a cada paso, pequeñas flores brotaban bajo sus pies. Su cabello, largo y blanco como la paz eterna, flotaba con cada brisa, brillante, fuerte, indomable.

    —Antes creía que la juventud era eterna sólo por serlo —susurró, alzando un mechón entre sus dedos—. Pero aprendí que incluso la luz necesita cuidados para no apagarse.

    Se detuvo frente a un espejo de agua. Su reflejo era más que belleza: era resiliencia.

    —Me rompieron, sí… —dijo, sin bajar la mirada—. Pero me recompongo más fuerte. Y ahora, no hay sombra que me apague.

    A su lado, un frasco blanco con dorado del shampoo: Pantene, descansaba como un tesoro celestial. Ella lo alzó entre sus manos con la misma reverencia con la que brindaba néctar a los dioses.

    —Esto no es un simple shampoo. Es un escudo, un bálsamo, un recordatorio de que incluso las diosas necesitan cuidarse. Mi cabello no solo brilla… resiste. Vive. Habla de mí.

    Y con una sonrisa traviesa, pero decidida, se giró al espectador invisible que la miraba desde el mundo terrenal.

    —Si quieres sentirte radiante, viva… y fuerte, como yo… Elige bien. Pantene. Brilla con fuerza. Como una diosa.

    #momentopeloteo #desafiodivino
    El sol acariciaba el cielo cuando ella descendió del Olimpo, con una ultima misión. Su risa aún tenía la inocencia de los siglos, pero sus ojos… sus ojos hablaban de experiencias que antes no conocía. Había cambiado. Ya no era solo la diosa de la juventud: era el resultado de haber sido herida… y haber renacido. Caminaba descalza sobre la hierba, y a cada paso, pequeñas flores brotaban bajo sus pies. Su cabello, largo y blanco como la paz eterna, flotaba con cada brisa, brillante, fuerte, indomable. —Antes creía que la juventud era eterna sólo por serlo —susurró, alzando un mechón entre sus dedos—. Pero aprendí que incluso la luz necesita cuidados para no apagarse. Se detuvo frente a un espejo de agua. Su reflejo era más que belleza: era resiliencia. —Me rompieron, sí… —dijo, sin bajar la mirada—. Pero me recompongo más fuerte. Y ahora, no hay sombra que me apague. A su lado, un frasco blanco con dorado del shampoo: Pantene, descansaba como un tesoro celestial. Ella lo alzó entre sus manos con la misma reverencia con la que brindaba néctar a los dioses. —Esto no es un simple shampoo. Es un escudo, un bálsamo, un recordatorio de que incluso las diosas necesitan cuidarse. Mi cabello no solo brilla… resiste. Vive. Habla de mí. Y con una sonrisa traviesa, pero decidida, se giró al espectador invisible que la miraba desde el mundo terrenal. —Si quieres sentirte radiante, viva… y fuerte, como yo… Elige bien. Pantene. Brilla con fuerza. Como una diosa. #momentopeloteo #desafiodivino
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  • «Es hora, ahorita me toca a mi. ¡ah! Pero mi corazon esta loquito otra vez, ¡Por Zeus que no me muerda la lengua! Non, ¡Por Athena, bendiceme con tu sabiduría!»pensó antes de que Hikaru escuchara su respuesta. Todo estaba dicho sin palabras, pero ella ansiaba darle algo justo aunque no sabía como decirle todo lo que su corazón y alma significaba para todo lo dicho por él.

    Se rascó la nuca con nervios, desordenando con frustracion su larga melena blanca. «¡debo! ¡yo debo ser valiente también! ¡vamos, Hebe! ¡que la juventud nos ilumine que hoy para mi misma debo sacar vitalidad!»se echó ánimos a sí misma.
    «Es hora, ahorita me toca a mi. ¡ah! Pero mi corazon esta loquito otra vez, ¡Por Zeus que no me muerda la lengua! Non, ¡Por Athena, bendiceme con tu sabiduría!»pensó antes de que Hikaru escuchara su respuesta. Todo estaba dicho sin palabras, pero ella ansiaba darle algo justo aunque no sabía como decirle todo lo que su corazón y alma significaba para todo lo dicho por él. Se rascó la nuca con nervios, desordenando con frustracion su larga melena blanca. «¡debo! ¡yo debo ser valiente también! ¡vamos, Hebe! ¡que la juventud nos ilumine que hoy para mi misma debo sacar vitalidad!»se echó ánimos a sí misma. :STK-26:
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  • ❝A veces me permito dudar un instante, luego lo observo y si realmente mi corazón dicta que ayude a esa joven criatura, es cuando voy a ofrecerle un poco de fuerzas. Pero tal como dudo un instante, dudo también que deseen mi ayuda, hoy día nadie reza o da ofrendas ni por ni para la Diosa de la juventud y vitalidad..."
    ❝A veces me permito dudar un instante, luego lo observo y si realmente mi corazón dicta que ayude a esa joven criatura, es cuando voy a ofrecerle un poco de fuerzas. Pero tal como dudo un instante, dudo también que deseen mi ayuda, hoy día nadie reza o da ofrendas ni por ni para la Diosa de la juventud y vitalidad..."
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  • - Espero no me extrañen mucho...

    *Fueron mis palabras mientras terminaba de guardar el último abrigo en el bolso de viaje. Después de varios retrasos (uno bastante vergonzoso que incluyó alcohol y una declaración de amor que no fue correspondida), por fin iniciaria mi viaje al norte ¿El objetivo? Conseguir Mithirl, un material necesario para reparar mi espada.*

    - Debería dejar un mensaje por las dudas - Nuevamente me hablé a mi mismo, mirando a la ventana y lancé un suspiro, acompañado de una sonrisa - Creo que ella se enfadaría si parto sin aviso, en especial después que dije que la acompañaría.

    *Hablaba de Hebe, la pequeña juventud del Olimpo, a quien por esa misma ventana solía ver correr de aquí para allá organizando eventos, ahora con un tigre(cosas raras del Olimpo). La imagen me hizo sonreir, incluso flaqueé un poco en mi determinación pero me negué: Debía ser egoísta al menos por unos días. Con eso en mente, haciendo que a mi maleta la cargue y cubra el viento, tomé mi espada, maltrecha por batallas anteriores, para salir de mi habitación hacia el salón principal, donde deje un mensaje a la diosa de la noche.*

    "Querida familia del Olimpo, me iré dos días al norte, ni uno más, ni uno menos. Esperadme, si tienen algun mensaje que dar, Febo o la miama noche os ayudaran.

    Hermes"

    *Dejado el mensaje a la bella noche, sonreí con calma y partí del Olimpo, habiendo ya hecho mi sacrificio a Hestia para la buena ventura de la familia, mientras Febo asomaba sus rayos. Me despedí con un discreto saludo, encarando al frio norte.*
    - Espero no me extrañen mucho... *Fueron mis palabras mientras terminaba de guardar el último abrigo en el bolso de viaje. Después de varios retrasos (uno bastante vergonzoso que incluyó alcohol y una declaración de amor que no fue correspondida), por fin iniciaria mi viaje al norte ¿El objetivo? Conseguir Mithirl, un material necesario para reparar mi espada.* - Debería dejar un mensaje por las dudas - Nuevamente me hablé a mi mismo, mirando a la ventana y lancé un suspiro, acompañado de una sonrisa - Creo que ella se enfadaría si parto sin aviso, en especial después que dije que la acompañaría. *Hablaba de Hebe, la pequeña juventud del Olimpo, a quien por esa misma ventana solía ver correr de aquí para allá organizando eventos, ahora con un tigre(cosas raras del Olimpo). La imagen me hizo sonreir, incluso flaqueé un poco en mi determinación pero me negué: Debía ser egoísta al menos por unos días. Con eso en mente, haciendo que a mi maleta la cargue y cubra el viento, tomé mi espada, maltrecha por batallas anteriores, para salir de mi habitación hacia el salón principal, donde deje un mensaje a la diosa de la noche.* "Querida familia del Olimpo, me iré dos días al norte, ni uno más, ni uno menos. Esperadme, si tienen algun mensaje que dar, Febo o la miama noche os ayudaran. Hermes" *Dejado el mensaje a la bella noche, sonreí con calma y partí del Olimpo, habiendo ya hecho mi sacrificio a Hestia para la buena ventura de la familia, mientras Febo asomaba sus rayos. Me despedí con un discreto saludo, encarando al frio norte.*
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    ❝La juventud es una fuente inagotable de vitalidad… hasta que alguien decide probar si su dedo gordo del pie puede resistir la furia de un plumazo. Spoiler: no puede."

    *Los demás: ¿Porque no pueden?

    ⟩ Porque un plumazo suena elegante y ligero, pero en realidad, si alguien deja caer algo pesado (como una estatua, un jarrón olímpico o incluso un trono divino) sobre su dedo gordo del pie, la juventud y la vitalidad se desvanecen en un grito de dolor épico digno del Monte Olimpo.
    ❝La juventud es una fuente inagotable de vitalidad… hasta que alguien decide probar si su dedo gordo del pie puede resistir la furia de un plumazo. Spoiler: no puede." *Los demás: ¿Porque no pueden? ⟩ Porque un plumazo suena elegante y ligero, pero en realidad, si alguien deja caer algo pesado (como una estatua, un jarrón olímpico o incluso un trono divino) sobre su dedo gordo del pie, la juventud y la vitalidad se desvanecen en un grito de dolor épico digno del Monte Olimpo.
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  • ❝A veces las criaturas de tiempo limitado hablan tonterías ridículas, ¡Soy la Diosa de la Juventud y Vitalidad! ¡Odio que hagan vista gorda de mi presencia! —la molestia en su rostro era notorio— La resignación, el conformismo y la desesperación en que muchas criaturas se hunden con facilidad me incordian, ¡Jmp! teniendo cerca a la Diosa de la Eterna Juventud, es un chiste de mal gusto. Si tan solo dieran una ofrenda al fuego honrando mi nombre, su destino no sería tan trágico; pero está comprobado que hoy día, los humanos se han vuelto mas estúpidos e ignorantes.

    ¿Dónde quedó la fe y conocimiento? tener un Dios cerca les debería indicar que pueden pedir un favor de última esperanza; pero si lo que desean es morir, intervendré porque... Quiénes se ahogan con la ignorante resignación, tks... Solo hacen que mis manos quieran mostrarle lo que Némesis hará con ellos, pero, si su muerte las Moiras ya lo sabían, tampoco...es que pueda hacer algo. Si morir joven fue su destino, no le puedo sumar vida"
    ❝A veces las criaturas de tiempo limitado hablan tonterías ridículas, ¡Soy la Diosa de la Juventud y Vitalidad! ¡Odio que hagan vista gorda de mi presencia! —la molestia en su rostro era notorio— La resignación, el conformismo y la desesperación en que muchas criaturas se hunden con facilidad me incordian, ¡Jmp! teniendo cerca a la Diosa de la Eterna Juventud, es un chiste de mal gusto. Si tan solo dieran una ofrenda al fuego honrando mi nombre, su destino no sería tan trágico; pero está comprobado que hoy día, los humanos se han vuelto mas estúpidos e ignorantes. ¿Dónde quedó la fe y conocimiento? tener un Dios cerca les debería indicar que pueden pedir un favor de última esperanza; pero si lo que desean es morir, intervendré porque... Quiénes se ahogan con la ignorante resignación, tks... Solo hacen que mis manos quieran mostrarle lo que Némesis hará con ellos, pero, si su muerte las Moiras ya lo sabían, tampoco...es que pueda hacer algo. Si morir joven fue su destino, no le puedo sumar vida"
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  • —Buenos días espero lo esten teniendo, ¡Yo por fin estoy desperezando el cuerpo! Jajaja ~ —risueña saluda con un vestido sencillo y juvenil, Digno de ella, la Diosa de la Juventud y Vitalidad.
    —Buenos días espero lo esten teniendo, ¡Yo por fin estoy desperezando el cuerpo! Jajaja ~ —risueña saluda con un vestido sencillo y juvenil, Digno de ella, la Diosa de la Juventud y Vitalidad.
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  • RECUERDOS DEL PASADO

    La albina recuerda con una ternura, nervios y caos uno de sus pequeños berrinches -nombrados así por su Madre Hera-, pero simplemente para ella eran pequeñas travesuras que las hacía con la intención clara a manejar sus habilidades que la hacían distinta a sus demás "hermanos/as", porque haber sido reconocida como la Diosa de la Juventud y Vitalidad con solo nacer, fue un boom. ¿Qué cosas podría haber hecho para que su madre de pequeña la regañara por hacer berrinches? Oh, eso podría explicarse con motivo muy sencillo; recordaba perfectamente como su papá Zeus había estado discutiendo con Hefesto, una cosa llevó a otra y... Papá había tostado las flores favoritas de Madre, claramente papá huyó con las colas entre las patas al igual que Hefesto dejando a una niña albina de 10 años en la escena del crimen. Madre Hera no escatimó en notar que habían sido dañadas por unos rayos, con grito que estremeció por completo su piel blanca, la Reina le ordenó revitalizarlas con don. A presión, con miedo y nervios ¡Lo hizo!

    Pero al costo de un desmayo. No era ni dos o tres flores, sino que tres arbustos de flores favoritas. Ella siempre había jugado a otorgar y quitar la vitalidad de las plantas por aburrimiento a un numero muy escaso de una o dos flores, pero aquello había sido mucho para ella.

    Claramente, Zeus al estar viéndolo todo, escondido de la mirada de su querida Diosa y Reina, se sintió culpable por haber involucrado a su pequeña consentida en dicho aprieto. Hera enojada y complacida de haber notado que su hija logró recomponer su berrinche se marchó dejando sola a su hija, tirada en el suelo, con gotas de sudor y mejillas rojas por sobreesfuerzo hecho.

    Zeus aquel día mostró a la pequeña albina, el mundo mortal, llevando a comer unos deliciosos dangos. Siendo así, como había empezado su gula y curiosidad por el mundo humano, mas específicamente por las delicias culinarias. Y claro, todos estos viajes a la Tierra, un tiempo fueron secretos de padre e hija ante la Madre y esposa brava como Hera.

    —Que viejo recuerdo... Si, si, si~

    Sonríe con nostalgia la albina, mirando al cielo que la envuelve, refugiando sus ojos del sol bajo el dorso de su fina mano, disfrutando de estar en la tierra.
    RECUERDOS DEL PASADO La albina recuerda con una ternura, nervios y caos uno de sus pequeños berrinches -nombrados así por su Madre Hera-, pero simplemente para ella eran pequeñas travesuras que las hacía con la intención clara a manejar sus habilidades que la hacían distinta a sus demás "hermanos/as", porque haber sido reconocida como la Diosa de la Juventud y Vitalidad con solo nacer, fue un boom. ¿Qué cosas podría haber hecho para que su madre de pequeña la regañara por hacer berrinches? Oh, eso podría explicarse con motivo muy sencillo; recordaba perfectamente como su papá Zeus había estado discutiendo con Hefesto, una cosa llevó a otra y... Papá había tostado las flores favoritas de Madre, claramente papá huyó con las colas entre las patas al igual que Hefesto dejando a una niña albina de 10 años en la escena del crimen. Madre Hera no escatimó en notar que habían sido dañadas por unos rayos, con grito que estremeció por completo su piel blanca, la Reina le ordenó revitalizarlas con don. A presión, con miedo y nervios ¡Lo hizo! Pero al costo de un desmayo. No era ni dos o tres flores, sino que tres arbustos de flores favoritas. Ella siempre había jugado a otorgar y quitar la vitalidad de las plantas por aburrimiento a un numero muy escaso de una o dos flores, pero aquello había sido mucho para ella. Claramente, Zeus al estar viéndolo todo, escondido de la mirada de su querida Diosa y Reina, se sintió culpable por haber involucrado a su pequeña consentida en dicho aprieto. Hera enojada y complacida de haber notado que su hija logró recomponer su berrinche se marchó dejando sola a su hija, tirada en el suelo, con gotas de sudor y mejillas rojas por sobreesfuerzo hecho. Zeus aquel día mostró a la pequeña albina, el mundo mortal, llevando a comer unos deliciosos dangos. Siendo así, como había empezado su gula y curiosidad por el mundo humano, mas específicamente por las delicias culinarias. Y claro, todos estos viajes a la Tierra, un tiempo fueron secretos de padre e hija ante la Madre y esposa brava como Hera. —Que viejo recuerdo... Si, si, si~ Sonríe con nostalgia la albina, mirando al cielo que la envuelve, refugiando sus ojos del sol bajo el dorso de su fina mano, disfrutando de estar en la tierra.
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