• el sonido de multiples voces salia de la botica, en su interior varias mujeres se habia reunido con la bruja -esto no puede ser! estamos perdiendo territorio en la zona norte! tuve que esconder la ciudad dentro de las montañas para evitar mas bajas humanas!- la arlequin sonaba molesta mientras hablaba y la escuchaban -Sacarosa tiene razon, mis telarañas apenas y pueden detener a la mayoria de esas bestias voladoras, mi ciudad ya parece un area de caza de una bestia aracnida aun mas grande que yo- la arachne continuo con algo de angustia -ni hablar de esas hadas extrañas! mis vestidos y maniquies apenas y pueden contenerlas, no son hadas comunes te lo digo- la que sostenia el parasol bebio de su taza de te bastante enojada -la situacion no es mejor aqui chicas, los wendigos estan cruzando mi niebla y estan acabando con la zona sur de mi ciudad, pero diganme... sus bestias tampoco son afectados por la magia?- las tres invitadas asintieron y suspiraron preocupadas y desesperadas al no poder proteger a sus humanos, Sunset aun mas al saber que Huesos El Mercader y Jean Phantomhive tambien tendran problemas si esto no se soluciona rapido
    el sonido de multiples voces salia de la botica, en su interior varias mujeres se habia reunido con la bruja -esto no puede ser! estamos perdiendo territorio en la zona norte! tuve que esconder la ciudad dentro de las montañas para evitar mas bajas humanas!- la arlequin sonaba molesta mientras hablaba y la escuchaban -Sacarosa tiene razon, mis telarañas apenas y pueden detener a la mayoria de esas bestias voladoras, mi ciudad ya parece un area de caza de una bestia aracnida aun mas grande que yo- la arachne continuo con algo de angustia -ni hablar de esas hadas extrañas! mis vestidos y maniquies apenas y pueden contenerlas, no son hadas comunes te lo digo- la que sostenia el parasol bebio de su taza de te bastante enojada -la situacion no es mejor aqui chicas, los wendigos estan cruzando mi niebla y estan acabando con la zona sur de mi ciudad, pero diganme... sus bestias tampoco son afectados por la magia?- las tres invitadas asintieron y suspiraron preocupadas y desesperadas al no poder proteger a sus humanos, Sunset aun mas al saber que [Huesos_27666] y [littl3gr3y] tambien tendran problemas si esto no se soluciona rapido
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  • -han habido varios avistamientos de wendigos... Tocará trabajar afuera de la ciudad si deseo mantener a mis humanos con vida- la bruja suspiro al revisar los documentos
    -han habido varios avistamientos de wendigos... Tocará trabajar afuera de la ciudad si deseo mantener a mis humanos con vida- la bruja suspiro al revisar los documentos
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  • El bosque respira rebosante de vida. Brotes tiernos, robles que han resistido añares, ramas frondosas que ofrecen sombra y refugio.

    Mientras avanzas, la cadencia se quiebra.
    Las hojas pierden color, la corteza se agrieta.
    Y el aire se espesa con hedor a hierro y podredumbre.

    Allí donde la savia muere negra y la tierra se vuelve ceniza, se encuentra mi morada.

    Entre raíces retorcidas y huesos en descomposición, velo por mi tierra.

    Cada crujido de rama rota es una señal. Cada sombra alargándose hacia ti te advierte que el bosque del wendigo no es un lugar segur.
    El bosque respira rebosante de vida. Brotes tiernos, robles que han resistido añares, ramas frondosas que ofrecen sombra y refugio. Mientras avanzas, la cadencia se quiebra. Las hojas pierden color, la corteza se agrieta. Y el aire se espesa con hedor a hierro y podredumbre. Allí donde la savia muere negra y la tierra se vuelve ceniza, se encuentra mi morada. Entre raíces retorcidas y huesos en descomposición, velo por mi tierra. Cada crujido de rama rota es una señal. Cada sombra alargándose hacia ti te advierte que el bosque del wendigo no es un lugar segur.
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  • ¿Lo sientes? Ese silencio que se arrastra entre los huesos, esa punzada en la carne que te obliga a contener el aliento. Eso soy yo; el hambre que nunca se sacia, el frío que nunca se templa, la sed interminable, y la voz que murmura cuando la cordura empieza a resquebrajarse.

    Me llaman Wendigo, aunque ese nombre es suyo, no mío. Yo no tengo tal cosa. Soy lo que queda cuando la vida trasciende la muerte y la corrupción la abraza.

    Acercate. Permíteme probar tu miedo. Nada me excita más que la debilidad, que el temblor en los labios al suplicar.

    Y adoro las súplicas.

    ꒷꒦︶꒷꒦︶ ๋ ࣭ ⭑꒷꒦ ꒷꒦︶꒷꒦ ꒷ ꒷꒦︶꒦ ꒷ ꒷ ꒦꒷꒦︶ ꒷ ꒦꒷꒦︶

    Algo sobre mi:
    → Prefiero rol serio, con tono adulto y narración coherente.
    → Extensión media. Ni respuestas mínimas ni textos interminables.
    → Valoro el esfuerzo, la ortografía y la redacción en cada post.
    → No tengo nada en contra del uso de IAs siempre y cuando sean un apoyo, no la totalidad del rol.
    → Evito oneliners, lo absurdo sin justificación y la caricaturización del rol.

    ✦•┈ Si compartes estos criterios, mis puertas están abiertas. Será un gusto crear historias juntos ┈•✦
    ¿Lo sientes? Ese silencio que se arrastra entre los huesos, esa punzada en la carne que te obliga a contener el aliento. Eso soy yo; el hambre que nunca se sacia, el frío que nunca se templa, la sed interminable, y la voz que murmura cuando la cordura empieza a resquebrajarse. Me llaman Wendigo, aunque ese nombre es suyo, no mío. Yo no tengo tal cosa. Soy lo que queda cuando la vida trasciende la muerte y la corrupción la abraza. Acercate. Permíteme probar tu miedo. Nada me excita más que la debilidad, que el temblor en los labios al suplicar. Y adoro las súplicas. ꒷꒦︶꒷꒦︶ ๋ ࣭ ⭑꒷꒦ ꒷꒦︶꒷꒦ ꒷ ꒷꒦︶꒦ ꒷ ꒷ ꒦꒷꒦︶ ꒷ ꒦꒷꒦︶ Algo sobre mi: → Prefiero rol serio, con tono adulto y narración coherente. → Extensión media. Ni respuestas mínimas ni textos interminables. → Valoro el esfuerzo, la ortografía y la redacción en cada post. → No tengo nada en contra del uso de IAs siempre y cuando sean un apoyo, no la totalidad del rol. → Evito oneliners, lo absurdo sin justificación y la caricaturización del rol. ✦•┈ Si compartes estos criterios, mis puertas están abiertas. Será un gusto crear historias juntos ┈•✦
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  • 𝗖𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗹𝗮 𝗻𝗼𝗰𝗵𝗲 𝗹𝗹𝗮𝗺𝗮, 𝗹𝗼𝘀 𝗺𝗼𝗻𝘀𝘁𝗿𝘂𝗼𝘀 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗼𝗻𝗱𝗲𝗻.

    𝗣𝗲𝗿𝗼 𝗲𝘀𝘁𝗮 𝘃𝗲𝘇, 𝘂𝗻𝗼 𝗱𝗲 𝗲𝗹𝗹𝗼𝘀 𝗻𝗼 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮 𝗮𝗹 𝗯𝗼𝘀𝗾𝘂𝗲 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗰𝗮𝘇𝗮𝗿.

    𝗟𝗹𝗲𝘃𝗮 𝗹𝗮 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗰𝗶𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗵𝗼𝗺𝗯𝗿𝗲.
    𝗗𝗲𝗹 𝗴𝘂𝗮𝗿𝗱𝗶á𝗻.
    𝗗𝗲𝗹 𝗽𝗿𝗼𝘁𝗲𝗰𝘁𝗼𝗿.

    𝗟𝗮 𝗳𝘂𝗲𝗿𝘇𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗯𝗼𝘀𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗻 𝗳𝗮𝘃𝗼𝗿 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝘃𝘂𝗹𝗻𝗲𝗿𝗮𝗯𝗹𝗲𝘀.

    #TheWendigo
    𝗖𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗹𝗮 𝗻𝗼𝗰𝗵𝗲 𝗹𝗹𝗮𝗺𝗮, 𝗹𝗼𝘀 𝗺𝗼𝗻𝘀𝘁𝗿𝘂𝗼𝘀 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗼𝗻𝗱𝗲𝗻. 𝗣𝗲𝗿𝗼 𝗲𝘀𝘁𝗮 𝘃𝗲𝘇, 𝘂𝗻𝗼 𝗱𝗲 𝗲𝗹𝗹𝗼𝘀 𝗻𝗼 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮 𝗮𝗹 𝗯𝗼𝘀𝗾𝘂𝗲 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗰𝗮𝘇𝗮𝗿. 𝗟𝗹𝗲𝘃𝗮 𝗹𝗮 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗰𝗶𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗵𝗼𝗺𝗯𝗿𝗲. 𝗗𝗲𝗹 𝗴𝘂𝗮𝗿𝗱𝗶á𝗻. 𝗗𝗲𝗹 𝗽𝗿𝗼𝘁𝗲𝗰𝘁𝗼𝗿. 𝗟𝗮 𝗳𝘂𝗲𝗿𝘇𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗯𝗼𝘀𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗻 𝗳𝗮𝘃𝗼𝗿 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝘃𝘂𝗹𝗻𝗲𝗿𝗮𝗯𝗹𝗲𝘀. #TheWendigo
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  • -¿Qué me dices, les damos otra paliza a estos cabrones y nos largamos otra vez, Cain Park ? Espero no perder tu trasero de vista esta vez, estúpido, ni se te ocurra morir o te encontraré donde sea que vayas y te patearé hasta quedarme a gusto, ¿bien?- Era una curiosa forma de expresar cuanto apreciaba a Caín, a su manera.

    Era hora de una nueva fuga, una nueva temporada de Prison break versión wendigos(?).
    -¿Qué me dices, les damos otra paliza a estos cabrones y nos largamos otra vez, [cainpark0] ? Espero no perder tu trasero de vista esta vez, estúpido, ni se te ocurra morir o te encontraré donde sea que vayas y te patearé hasta quedarme a gusto, ¿bien?- Era una curiosa forma de expresar cuanto apreciaba a Caín, a su manera. Era hora de una nueva fuga, una nueva temporada de Prison break versión wendigos(?).
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    //Kahalan wendigo form.
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  • #Wendigo

    Recuesta a Tolek Zientek en la cama improvisada dentro de su refugio: una sección aislada de la antigua fábrica abandonada que ha convertido en su hogar. Las paredes de ladrillo expuesto y las vigas de acero oxidadas rodean un espacio sorprendentemente cálido con tan solo girar una perilla. Aquí, James tiene todo lo necesario para atender las heridas y realizar los rituales que ha aprendido a lo largo de los años.

    Con cuidado y cariño, acariciando su piel, quita la ropa de Tolek, revelando las heridas en su brazo. Se dirige a una estantería cercana, donde guarda su kit de primeros auxilios junto con una colección de hierbas medicinales, cada una cuidadosamente seleccionada y seca. Toma uña de gato para reducir la inflamación, salvia blanca para limpiar y proteger de infecciones, y milenrama para detener la hemorragia. Machaca las hojas en un mortero, mezclándolas con agua tibia para crear una pasta espesa y aromática. Luego, aplica la mezcla sobre las heridas, asegurándose de que cada herida quede bien cubierta.

    Una vez aplicadas las hierbas, sutura las áreas más profundas con un hilo de cáñamo tratado con resina antiséptica, dejando nudos parejos que denotan la experiencia de la práctica. Después, envuelve el brazo con vendas de lino, previamente bendecidas, pronunciando en voz baja palabras de protección en la vieja lengua navaja. Con las heridas tratadas, toma un cuenco con agua tibia, un paño húmedo y limpia el cuerpo de Tolek, eliminando la sangre y el sudor que cubren cada porción de su piel.

    Finalmente, tras guardar o descartar los utensilios utilizados según corresponda, James se sienta junto a él con un pincel fino y un pequeño cuenco de tinta negra preparada con carbón y hierbas rituales. Dibuja cuidadosamente símbolos en puntos estratégicos del cuerpo de Tolek: sobre el pecho, las muñecas y la frente. Cada símbolo está destinado a mejorar la circulación de energía vital, acelerar la sanación y protegerlo de influencias negativas. Al terminar, lo cubre con sábanas y mantas limpias, asegurándose de que esté ceñido y abrigado.

    Antes de alejarse, se inclina y le besa suavemente en los labios, dejando un susurro inaudible de alivio en el aire.

    Exhausto, pero consciente de que necesita cuidarse para mantenerse fuerte, se dirige a la ducha, dejando que el agua fría limpie no solo su cuerpo, sino también su mente. Luego, buscará algo de comer, sintiendo cómo el peso de la noche se incrementa lentamente.
    #Wendigo Recuesta a [Tolek] en la cama improvisada dentro de su refugio: una sección aislada de la antigua fábrica abandonada que ha convertido en su hogar. Las paredes de ladrillo expuesto y las vigas de acero oxidadas rodean un espacio sorprendentemente cálido con tan solo girar una perilla. Aquí, James tiene todo lo necesario para atender las heridas y realizar los rituales que ha aprendido a lo largo de los años. Con cuidado y cariño, acariciando su piel, quita la ropa de Tolek, revelando las heridas en su brazo. Se dirige a una estantería cercana, donde guarda su kit de primeros auxilios junto con una colección de hierbas medicinales, cada una cuidadosamente seleccionada y seca. Toma uña de gato para reducir la inflamación, salvia blanca para limpiar y proteger de infecciones, y milenrama para detener la hemorragia. Machaca las hojas en un mortero, mezclándolas con agua tibia para crear una pasta espesa y aromática. Luego, aplica la mezcla sobre las heridas, asegurándose de que cada herida quede bien cubierta. Una vez aplicadas las hierbas, sutura las áreas más profundas con un hilo de cáñamo tratado con resina antiséptica, dejando nudos parejos que denotan la experiencia de la práctica. Después, envuelve el brazo con vendas de lino, previamente bendecidas, pronunciando en voz baja palabras de protección en la vieja lengua navaja. Con las heridas tratadas, toma un cuenco con agua tibia, un paño húmedo y limpia el cuerpo de Tolek, eliminando la sangre y el sudor que cubren cada porción de su piel. Finalmente, tras guardar o descartar los utensilios utilizados según corresponda, James se sienta junto a él con un pincel fino y un pequeño cuenco de tinta negra preparada con carbón y hierbas rituales. Dibuja cuidadosamente símbolos en puntos estratégicos del cuerpo de Tolek: sobre el pecho, las muñecas y la frente. Cada símbolo está destinado a mejorar la circulación de energía vital, acelerar la sanación y protegerlo de influencias negativas. Al terminar, lo cubre con sábanas y mantas limpias, asegurándose de que esté ceñido y abrigado. Antes de alejarse, se inclina y le besa suavemente en los labios, dejando un susurro inaudible de alivio en el aire. Exhausto, pero consciente de que necesita cuidarse para mantenerse fuerte, se dirige a la ducha, dejando que el agua fría limpie no solo su cuerpo, sino también su mente. Luego, buscará algo de comer, sintiendo cómo el peso de la noche se incrementa lentamente.
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  • #Wendigo

    Recluido en su propia mente, James se quedó sin voz y sin lágrimas, sometido bajo la voluntad del Wendigo, observando cómo la bestia que lo domina atraviesa de un solo bocado el brazo de Tolek Zientek. La sangre cae al suelo, llena su boca, pero lo que más pesa es la culpa que lo consume. Siente cómo sus fuerzas flaquean ante la fría crueldad que lo rodea, su corazón parece detenerse, y la lucha interna que había sostenido durante tanto tiempo se apaga... Ya no puede pelear, no hay caso, fue derrotado, pero, en ese mismo momento, una sensación distinta emerge.

    Un calor abrasador se propaga desde el cráneo del Wendigo, rompiendo las cadenas que lo aprisionan. La plata líquida, astutamente impregnada por Tolek, penetra en la bestia, debilitándola.

    En ese instante, James siente las fuerzas regresar. No es suave ni gradual, es una ráfaga violenta que lo sacude desde lo más profundo. La consciencia de la criatura sigue allí, pero ahora está tambaleándose.

    James gruñe, como antes gruñó la bestia.

    — ¡Ya basta! ¡No volverás a tomar más de lo que amo!

    El Wendigo ruge dentro de él, intentando resistirse, furioso, pero debilitado.

    — No puedes... contenerme. Siempre tendré... hambre. Siempre seré... tú.

    — Eres parte de mí, pero no eres todo lo que soy. Hoy, yo decido cuándo termina.

    Las garras del Wendigo se tensan, pero James logra moverlas según su voluntad. Por primera vez, siente que su cuerpo responde a su mando en esta forma grotesca.

    — No más sangre inocente. No más control. Esta vez, tú eres el prisionero.

    Abre los ojos y un brillo azulado llena las cuencas vacías del cráneo del alce.
    #Wendigo Recluido en su propia mente, James se quedó sin voz y sin lágrimas, sometido bajo la voluntad del Wendigo, observando cómo la bestia que lo domina atraviesa de un solo bocado el brazo de [Tolek]. La sangre cae al suelo, llena su boca, pero lo que más pesa es la culpa que lo consume. Siente cómo sus fuerzas flaquean ante la fría crueldad que lo rodea, su corazón parece detenerse, y la lucha interna que había sostenido durante tanto tiempo se apaga... Ya no puede pelear, no hay caso, fue derrotado, pero, en ese mismo momento, una sensación distinta emerge. Un calor abrasador se propaga desde el cráneo del Wendigo, rompiendo las cadenas que lo aprisionan. La plata líquida, astutamente impregnada por Tolek, penetra en la bestia, debilitándola. En ese instante, James siente las fuerzas regresar. No es suave ni gradual, es una ráfaga violenta que lo sacude desde lo más profundo. La consciencia de la criatura sigue allí, pero ahora está tambaleándose. James gruñe, como antes gruñó la bestia. — ¡Ya basta! ¡No volverás a tomar más de lo que amo! El Wendigo ruge dentro de él, intentando resistirse, furioso, pero debilitado. — No puedes... contenerme. Siempre tendré... hambre. Siempre seré... tú. — Eres parte de mí, pero no eres todo lo que soy. Hoy, yo decido cuándo termina. Las garras del Wendigo se tensan, pero James logra moverlas según su voluntad. Por primera vez, siente que su cuerpo responde a su mando en esta forma grotesca. — No más sangre inocente. No más control. Esta vez, tú eres el prisionero. Abre los ojos y un brillo azulado llena las cuencas vacías del cráneo del alce.
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  • #Wendigo

    Primero, fue una negrura insondable. Un frío sobrecogedor. Un vacío infinito que parecía extenderse eternamente. Después, todo se tiñó de rojo. James se encontró atrapado en ese espacio cerrado, una prisión en su propia mente, donde el único sonido era el latido sordo de un corazón compartido.

    Frente a él, los ojos del Wendigo brillaban con una ferocidad escalofriante. Podía ver, oír y sentir lo mismo que la criatura que había reclamado su cuerpo, pero estaba condenado a ser solo un espectador. Sin embargo, cuando comprendió que el objetivo era una niña inocente, luchó con todo lo que le quedaba, intentando intervenir.

    — ¡Detente! No tienes que hacerlo. ¡Déjala ir!

    — Ella es... débil. Su vida... no significa nada —le respondió un gruñido profundo, reverberando en el vacío.

    — ¡Significa todo! No somos lo que consumimos. ¡No somos solo hambre!

    — ¿Nosotros...? Tú... Tu eres débil. Yo soy la fuerza... que te mantiene... vivo. Sin mí... serías polvo.

    — ¿A qué costo? ¿A costa de perder lo poco que me queda de humanidad? Prefiero morir luchando que vivir como un monstruo.

    — No puedes luchar... contra mí —amenazó la bestia— Eres mío. La niña... también lo será... Y su alma... Su carne... nos alimentará.

    James sintió el peso del control del Wendigo como cadenas invisibles cerrándose sobre su cuello, quitándole el aire y la posibilidad de hablar, pero no la consciencia. Lagrimas cayeron por sus mejillas cuando sintió la tibieza de la sangre en sus propios dedos, como si fueran estos y no las grotescas garras de las bestia las que acababan de arrebatarle la vida a una niña inocente.
    #Wendigo Primero, fue una negrura insondable. Un frío sobrecogedor. Un vacío infinito que parecía extenderse eternamente. Después, todo se tiñó de rojo. James se encontró atrapado en ese espacio cerrado, una prisión en su propia mente, donde el único sonido era el latido sordo de un corazón compartido. Frente a él, los ojos del Wendigo brillaban con una ferocidad escalofriante. Podía ver, oír y sentir lo mismo que la criatura que había reclamado su cuerpo, pero estaba condenado a ser solo un espectador. Sin embargo, cuando comprendió que el objetivo era una niña inocente, luchó con todo lo que le quedaba, intentando intervenir. — ¡Detente! No tienes que hacerlo. ¡Déjala ir! — Ella es... débil. Su vida... no significa nada —le respondió un gruñido profundo, reverberando en el vacío. — ¡Significa todo! No somos lo que consumimos. ¡No somos solo hambre! — ¿Nosotros...? Tú... Tu eres débil. Yo soy la fuerza... que te mantiene... vivo. Sin mí... serías polvo. — ¿A qué costo? ¿A costa de perder lo poco que me queda de humanidad? Prefiero morir luchando que vivir como un monstruo. — No puedes luchar... contra mí —amenazó la bestia— Eres mío. La niña... también lo será... Y su alma... Su carne... nos alimentará. James sintió el peso del control del Wendigo como cadenas invisibles cerrándose sobre su cuello, quitándole el aire y la posibilidad de hablar, pero no la consciencia. Lagrimas cayeron por sus mejillas cuando sintió la tibieza de la sangre en sus propios dedos, como si fueran estos y no las grotescas garras de las bestia las que acababan de arrebatarle la vida a una niña inocente.
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