— Amo, eres famoso —grazna Lester, desde las alturas.
— Y ahora qué demonios quieres... —responde el brujo, en tono cansado.
Pronto, el cuervo aterriza sobre el piso del estacionamiento del bar donde deja un periódico que luce mucho más grande y pesado de lo que cualquier cuervo podría cargar.
Las ventajas de ser mágico.
— ¿Qué? —Exclama, entre sorprendido y asustado—. No... no me digas que...
Con manos temblorosas toma el periódico y busca la columna de J. B. Lee rápida y hábilmente, su rostro llenándose de alivio conforme va avanzando en el reporte.
— Ya, ya... Sí, son buenas noticias —admite, en tono cálido.
Luego, vuelve a enrollar el periódico para usarlo para darle un golpecito en la cabeza al ave.
— Eso es por asustarme, hijo de cuerva.
#ElBrujoCojo James Benjamin Blackwood
— Y ahora qué demonios quieres... —responde el brujo, en tono cansado.
Pronto, el cuervo aterriza sobre el piso del estacionamiento del bar donde deja un periódico que luce mucho más grande y pesado de lo que cualquier cuervo podría cargar.
Las ventajas de ser mágico.
— ¿Qué? —Exclama, entre sorprendido y asustado—. No... no me digas que...
Con manos temblorosas toma el periódico y busca la columna de J. B. Lee rápida y hábilmente, su rostro llenándose de alivio conforme va avanzando en el reporte.
— Ya, ya... Sí, son buenas noticias —admite, en tono cálido.
Luego, vuelve a enrollar el periódico para usarlo para darle un golpecito en la cabeza al ave.
— Eso es por asustarme, hijo de cuerva.
#ElBrujoCojo James Benjamin Blackwood
— Amo, eres famoso —grazna Lester, desde las alturas.
— Y ahora qué demonios quieres... —responde el brujo, en tono cansado.
Pronto, el cuervo aterriza sobre el piso del estacionamiento del bar donde deja un periódico que luce mucho más grande y pesado de lo que cualquier cuervo podría cargar.
Las ventajas de ser mágico.
— ¿Qué? —Exclama, entre sorprendido y asustado—. No... no me digas que...
Con manos temblorosas toma el periódico y busca la columna de J. B. Lee rápida y hábilmente, su rostro llenándose de alivio conforme va avanzando en el reporte.
— Ya, ya... Sí, son buenas noticias —admite, en tono cálido.
Luego, vuelve a enrollar el periódico para usarlo para darle un golpecito en la cabeza al ave.
— Eso es por asustarme, hijo de cuerva.
#ElBrujoCojo [Wendigo]