• —》"Detesto las reuniones innecesarias, mi tiempo es muy valioso para ellas... En fin."
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  • Can we stay here...?
    Fandom The Legend of Zelda
    Categoría Fantasía
    || Rol priv. con Link ||

    Tres de la tarde. El océano brillaba rebosante de vida, meciéndose tranquilo como si fuera encantado por la dulce melodía proveniente del reino a unos metros de altura. Suerte que las nubes habían decidido ser perezosas y no trabajar ese día, porque todo el plan de Sidón dependía específicamente de que el sol ahuyentara por una horas el frío del invierno.

    —Muy bien, casi seis horas son más que suficientes para gozar —dijo para sí mismo, apoyado en un balcón del palacio con una sonrisa enérgica.

    Habían pasado un par de días desde la última vez que vio a Link para su competencia. Desde entonces, sus visitas con el rubio eran un poco más cortas, siempre ajetreado, pero gozando en sobremanera cada una de ellas. Por otro lado, desde antier no había podido sentarse a charlar cómodamente con el mayor (aún era extraño pensarlo), pues se había decidido a adelantar cuantos deberes pudiese. Los registros, planes para el futuro, escuchar las peticiones y demás detalles. Si lo habían visto salir el palacio tres veces en cuarenta y ocho horas había sido demasiado. Se volvió todo un tiburón de biblioteca.

    Todo era por una buena causa. Después de todo, recordaba que las vacaciones de Link estaban prontas a terminar y deseaba poder tener un día entero de charla fluida. Sin estar corriendo por salir de reuniones, o sin tener que apresurar las charlas por el temor al reloj. Quería poder enserio tener un encuentro tranquilo, divertido y lejos del ojo público. Especialmente eso último sospechaba era lo que más necesitaba el pobre héroe, que lo veía cada vez más relajado entre menos le decían héroe y más le decían solo Link.

    —Volveré mañana —informó a su consejero—. Saldré con el héroe y luego iré a revisar el mar, quiero asegurarme de que todo siga en orden.

    El terreno de la guerra se había vuelto su excusa favorita esos días. Había prohibición de visitar la zona y el único guardia con permiso de ir era el propio rey. Nadie sospechaba de sus noches oculto, porque todos pensaban que estaba velando por el bien de su reino.

    Maldito mentiroso.

    Salió del palacio, con un poco menos de ornamentos de lo usual, queriendo llamar la menor atención posible para ir a la playa. Había mandado una nota al héroe de cabellos dorados para citarlo, pidiéndole que no trajera sus abrigos porque quería mostrarle algo.

    Como siempre, Sidón había llegado antes de la hora señalada, esperando con gusto en el agua templada. Hasta que escuchó un par de pasos, asomó solo los ojos cual tiburón en cacería, mismos ojos que se iluminaron con júbilo al reconocer al héroe.

    —¡Viniste! —¿por qué no lo haría? Terminó de ponerse de pie. El agua le llegaba a la mitad de los muslos— ¿Cómo has estado?
    || Rol priv. con Link || Tres de la tarde. El océano brillaba rebosante de vida, meciéndose tranquilo como si fuera encantado por la dulce melodía proveniente del reino a unos metros de altura. Suerte que las nubes habían decidido ser perezosas y no trabajar ese día, porque todo el plan de Sidón dependía específicamente de que el sol ahuyentara por una horas el frío del invierno. —Muy bien, casi seis horas son más que suficientes para gozar —dijo para sí mismo, apoyado en un balcón del palacio con una sonrisa enérgica. Habían pasado un par de días desde la última vez que vio a Link para su competencia. Desde entonces, sus visitas con el rubio eran un poco más cortas, siempre ajetreado, pero gozando en sobremanera cada una de ellas. Por otro lado, desde antier no había podido sentarse a charlar cómodamente con el mayor (aún era extraño pensarlo), pues se había decidido a adelantar cuantos deberes pudiese. Los registros, planes para el futuro, escuchar las peticiones y demás detalles. Si lo habían visto salir el palacio tres veces en cuarenta y ocho horas había sido demasiado. Se volvió todo un tiburón de biblioteca. Todo era por una buena causa. Después de todo, recordaba que las vacaciones de Link estaban prontas a terminar y deseaba poder tener un día entero de charla fluida. Sin estar corriendo por salir de reuniones, o sin tener que apresurar las charlas por el temor al reloj. Quería poder enserio tener un encuentro tranquilo, divertido y lejos del ojo público. Especialmente eso último sospechaba era lo que más necesitaba el pobre héroe, que lo veía cada vez más relajado entre menos le decían héroe y más le decían solo Link. —Volveré mañana —informó a su consejero—. Saldré con el héroe y luego iré a revisar el mar, quiero asegurarme de que todo siga en orden. El terreno de la guerra se había vuelto su excusa favorita esos días. Había prohibición de visitar la zona y el único guardia con permiso de ir era el propio rey. Nadie sospechaba de sus noches oculto, porque todos pensaban que estaba velando por el bien de su reino. Maldito mentiroso. Salió del palacio, con un poco menos de ornamentos de lo usual, queriendo llamar la menor atención posible para ir a la playa. Había mandado una nota al héroe de cabellos dorados para citarlo, pidiéndole que no trajera sus abrigos porque quería mostrarle algo. Como siempre, Sidón había llegado antes de la hora señalada, esperando con gusto en el agua templada. Hasta que escuchó un par de pasos, asomó solo los ojos cual tiburón en cacería, mismos ojos que se iluminaron con júbilo al reconocer al héroe. —¡Viniste! —¿por qué no lo haría? Terminó de ponerse de pie. El agua le llegaba a la mitad de los muslos— ¿Cómo has estado?
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  • Odio las reuniones familiares...aunque los chismes estan buenos
    Odio las reuniones familiares...aunque los chismes estan buenos
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  • Reunion de Aldeanos Tenebre ::::
    Empezaba la temporada del Viejo panzón, existía el rumor de que durante 2 meses un tipo gordo con traje rojo y sombrero de borlacho esclavizaba seres mágicos para crear obsequios que luego repartiría entre los niños de la dimensión humana.
    Para esta época ya todo era paz y tranquilidad en tenebra así que los seres se unieron para ir al castillo de la reina a contarle que el tipo panzón vendría a tomarles de esclavos y que tendría que evitarlo como fuere
    Reunion de Aldeanos Tenebre :::: Empezaba la temporada del Viejo panzón, existía el rumor de que durante 2 meses un tipo gordo con traje rojo y sombrero de borlacho esclavizaba seres mágicos para crear obsequios que luego repartiría entre los niños de la dimensión humana. Para esta época ya todo era paz y tranquilidad en tenebra así que los seres se unieron para ir al castillo de la reina a contarle que el tipo panzón vendría a tomarles de esclavos y que tendría que evitarlo como fuere
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  • —El jardín era amplio, impecable, y bañado por la suave luz del mediodía. Las mesas estaban dispuestas con una perfección casi obsesiva, adornadas con flores frescas y vajilla de porcelana que reflejaba el brillo del sol. El evento parecía sacado de una revista de lujo.

    La chica observaba desde la sombra de un limonero mientras los invitados se congregaban alrededor de la larga mesa principal. Conversaciones llenas de risas educadas y comentarios sobre la última tendencia en la bolsa de valores llenaban el aire. Ella había llegado temprano, como siempre, ayudando a supervisar los detalles finales. No era su trabajo, pero alguien tenía que hacerlo.

    —¿Estás disfrutando? —preguntó él, apareciendo a su lado con dos copas de vino. Su sonrisa era tan encantadora como siempre, pero ella la veía cada vez más como una máscara.

    —Claro —mintió, aceptando la copa y fingiendo un interés que ya no sentía.

    Él no pareció notar la falsedad en su respuesta. Dio un sorbo a su copa y giró su atención al grupo más cercano, donde un par de empresarios discutían sobre mercados emergentes. Ella sabía lo que vendría después: él se deslizaría entre las conversaciones, tejiendo su red de contactos y cerrando acuerdos disfrazados de charlas casuales.

    Desde fuera, todo parecía una simple reunión social. Pero para ella, las reuniones de mediodía tenían una cualidad distinta a las fiestas nocturnas. Durante la noche, al menos, había algo de desenfreno y diversión. Durante el día, las transacciones eran más evidentes. Aquí se trazaban líneas invisibles de poder y se intercambiaban promesas con sonrisas calculadas.

    Mientras los platos principales se servían y la charla se hacía más animada, él desapareció, como era habitual. Probablemente en el estudio, con una puerta cerrada y un selecto grupo de personas que no estaban allí por casualidad.

    Ella miró su plato, el filet mignon perfectamente cocinado, y sintió que apenas podía probarlo. ¿Qué estaba haciendo allí realmente?

    Levantándose con un gesto discreto, se escabulló hacia la casa. La fiesta seguiría sin ella. Nadie notaría su ausencia, ni siquiera él, demasiado ocupado cerrando tratos para percatarse de que la chica que lo había acompañado a tantas de estas reuniones ya no estaba dispuesta a ser solo parte del decorado.—


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    —El jardín era amplio, impecable, y bañado por la suave luz del mediodía. Las mesas estaban dispuestas con una perfección casi obsesiva, adornadas con flores frescas y vajilla de porcelana que reflejaba el brillo del sol. El evento parecía sacado de una revista de lujo. La chica observaba desde la sombra de un limonero mientras los invitados se congregaban alrededor de la larga mesa principal. Conversaciones llenas de risas educadas y comentarios sobre la última tendencia en la bolsa de valores llenaban el aire. Ella había llegado temprano, como siempre, ayudando a supervisar los detalles finales. No era su trabajo, pero alguien tenía que hacerlo. —¿Estás disfrutando? —preguntó él, apareciendo a su lado con dos copas de vino. Su sonrisa era tan encantadora como siempre, pero ella la veía cada vez más como una máscara. —Claro —mintió, aceptando la copa y fingiendo un interés que ya no sentía. Él no pareció notar la falsedad en su respuesta. Dio un sorbo a su copa y giró su atención al grupo más cercano, donde un par de empresarios discutían sobre mercados emergentes. Ella sabía lo que vendría después: él se deslizaría entre las conversaciones, tejiendo su red de contactos y cerrando acuerdos disfrazados de charlas casuales. Desde fuera, todo parecía una simple reunión social. Pero para ella, las reuniones de mediodía tenían una cualidad distinta a las fiestas nocturnas. Durante la noche, al menos, había algo de desenfreno y diversión. Durante el día, las transacciones eran más evidentes. Aquí se trazaban líneas invisibles de poder y se intercambiaban promesas con sonrisas calculadas. Mientras los platos principales se servían y la charla se hacía más animada, él desapareció, como era habitual. Probablemente en el estudio, con una puerta cerrada y un selecto grupo de personas que no estaban allí por casualidad. Ella miró su plato, el filet mignon perfectamente cocinado, y sintió que apenas podía probarlo. ¿Qué estaba haciendo allí realmente? Levantándose con un gesto discreto, se escabulló hacia la casa. La fiesta seguiría sin ella. Nadie notaría su ausencia, ni siquiera él, demasiado ocupado cerrando tratos para percatarse de que la chica que lo había acompañado a tantas de estas reuniones ya no estaba dispuesta a ser solo parte del decorado.— #Personajes3D #3D #Comunidad3D
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  • *Mientras que [Gazu122101] y [Silfide] estaban de Luna de Miel por el mundo. Ella estaba en la Mansión de su padre encargándose de todo el papeleo y algunas reuniones, llevando el vestido. Quería que todo estuviera en orden al regreso de ambos.*
    *Mientras que [Gazu122101] y [Silfide] estaban de Luna de Miel por el mundo. Ella estaba en la Mansión de su padre encargándose de todo el papeleo y algunas reuniones, llevando el vestido. Quería que todo estuviera en orden al regreso de ambos.*
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  • " 𝐁𝐞𝐧𝐝𝐢𝐭𝐨 𝐭𝐫𝐚𝐛𝐚𝐣𝐨 𝐝𝐞 𝐦𝐢𝐞𝐫𝐝𝐚. "




    El agotamiento era visible. No había tenido descanso alguno desde hace días y su rostro reflejaba aquello. No solo tuvo que encargarse de "Limpiar" la ciudad, de los tipos que seguían a Rubí, si no también de verificar que los flujos de tráfico de drogas y armas, estuviera fluyendo de forma tranquila sin interrupciones por parte de la policía.

    Los múltiples negocios que manejaba crecían de forma rápida, gracias a un plan administrativo en la que trabajo Ryan. El problema era que tenía que comenzar a revisar ciertos papeles y asistir a ciertas reuniones de negocios que le quitaban horas de libertad y sueño, estaba totalmente irritado. Tenía que terminar con ello rápidamente si deseaba descansar cuando Ryan y Rubí se fueran de viaje por separado. Ambos eran esenciales para el manejo de la mafia, pero podría con ello solo.

    Terminó por apagar el cigarro que había estado consumiendo en el cenicero de su escritorio, y su vista se dirigío hacia las 3 filas de papeles que había ahí, esto era su peor pesadilla.

    — Проклятие... — Murmuró para si mismo. Dejo las cosas a un lado y se fijó en los papeles de permiso de vacaciones que tenía que firmar.

    Uno era de Rubí, que solicitaba sus vacaciones para irse al país más seguro de este planeta, Suiza. Esto para no solo mantenerse segura, si no porque también ya llegaba el día especial de ella. Tomó un bolígrafo y simplemente lo firmó para aceptar el permiso de vacaciones. Luego, miró los papeles de Ryan, Vanya le había dado la idea de que el rubio necesitaba sus vacaciones, estar en un ambiente totalmente diferente para poder sanar mentalmente. Era bien sabido que desde ese incidente con él psiquiatra, la cosas habían estado muy mal para él, tomar drogas felices no iban hacer la solución a este problema, él necesitaba poder estar en un ambiente sano que lo ayudara a salir del abismo en el que estaba atrapado, y aunque pudiera verse "normal" en realidad su amigo estaba sufriendo por ello.

    Estaba a punto de firmar los papeles cuando recibió un mensaje del susodicho, el cual leyó algo extrañado.

    "Hey! Mira que encontré"

    Junto al mensaje, había un vídeo, el cual termino por reproducir solo para escuchar la parte de una canción que decía : ¿Que paso con el que dijo que te amaba? ¿Acaso se fue y te ha dejado ilusionada?


    El teléfono terminó por caer al suelo, se mantuvo quieto mientras aún se escuchaba de fondo el resto de la canción. Hasta que simplemente comenzó a reír a carcajadas.

    — JAJAJA Maldito hijo de perra, agradece de que eres mi amigo y no te haya matado aún. — Miro los papeles con una sonrisa nada amistosa. Sus dedos golpeaban el escritorio de forma constantemente mientras miraba el papel de enfrente. No, no lo iba a firmar. Si quería esas vacaciones, se las tenía que ganar.

    — Marco, manda alistar las motos. Y envíale un mensaje a Ryan para verlo fuera de la ciudad, si quiere jugar, vamos a jugar en mis términos. — Ordenó mientras ponía los papeles del rubio a un lado, dejo por ahí su pluma y tomo los papeles de la pelirroja, iba a llevárselos y de paso pedirle un favor. Su asistente quien había estado mirándolo de lejos, se mantuvo quieto y movió su cabeza asintiendo en la petición, no iba a mencionar nada más, quería evitar hacerlo enojar ya que notaba que su jefe no andaba nada bien desde que cierta rubia habia desaparecido sin decir nada.
    " 𝐁𝐞𝐧𝐝𝐢𝐭𝐨 𝐭𝐫𝐚𝐛𝐚𝐣𝐨 𝐝𝐞 𝐦𝐢𝐞𝐫𝐝𝐚. " El agotamiento era visible. No había tenido descanso alguno desde hace días y su rostro reflejaba aquello. No solo tuvo que encargarse de "Limpiar" la ciudad, de los tipos que seguían a Rubí, si no también de verificar que los flujos de tráfico de drogas y armas, estuviera fluyendo de forma tranquila sin interrupciones por parte de la policía. Los múltiples negocios que manejaba crecían de forma rápida, gracias a un plan administrativo en la que trabajo Ryan. El problema era que tenía que comenzar a revisar ciertos papeles y asistir a ciertas reuniones de negocios que le quitaban horas de libertad y sueño, estaba totalmente irritado. Tenía que terminar con ello rápidamente si deseaba descansar cuando Ryan y Rubí se fueran de viaje por separado. Ambos eran esenciales para el manejo de la mafia, pero podría con ello solo. Terminó por apagar el cigarro que había estado consumiendo en el cenicero de su escritorio, y su vista se dirigío hacia las 3 filas de papeles que había ahí, esto era su peor pesadilla. — Проклятие... — Murmuró para si mismo. Dejo las cosas a un lado y se fijó en los papeles de permiso de vacaciones que tenía que firmar. Uno era de Rubí, que solicitaba sus vacaciones para irse al país más seguro de este planeta, Suiza. Esto para no solo mantenerse segura, si no porque también ya llegaba el día especial de ella. Tomó un bolígrafo y simplemente lo firmó para aceptar el permiso de vacaciones. Luego, miró los papeles de Ryan, Vanya le había dado la idea de que el rubio necesitaba sus vacaciones, estar en un ambiente totalmente diferente para poder sanar mentalmente. Era bien sabido que desde ese incidente con él psiquiatra, la cosas habían estado muy mal para él, tomar drogas felices no iban hacer la solución a este problema, él necesitaba poder estar en un ambiente sano que lo ayudara a salir del abismo en el que estaba atrapado, y aunque pudiera verse "normal" en realidad su amigo estaba sufriendo por ello. Estaba a punto de firmar los papeles cuando recibió un mensaje del susodicho, el cual leyó algo extrañado. "Hey! Mira que encontré" Junto al mensaje, había un vídeo, el cual termino por reproducir solo para escuchar la parte de una canción que decía : ¿Que paso con el que dijo que te amaba? ¿Acaso se fue y te ha dejado ilusionada? El teléfono terminó por caer al suelo, se mantuvo quieto mientras aún se escuchaba de fondo el resto de la canción. Hasta que simplemente comenzó a reír a carcajadas. — JAJAJA Maldito hijo de perra, agradece de que eres mi amigo y no te haya matado aún. — Miro los papeles con una sonrisa nada amistosa. Sus dedos golpeaban el escritorio de forma constantemente mientras miraba el papel de enfrente. No, no lo iba a firmar. Si quería esas vacaciones, se las tenía que ganar. — Marco, manda alistar las motos. Y envíale un mensaje a Ryan para verlo fuera de la ciudad, si quiere jugar, vamos a jugar en mis términos. — Ordenó mientras ponía los papeles del rubio a un lado, dejo por ahí su pluma y tomo los papeles de la pelirroja, iba a llevárselos y de paso pedirle un favor. Su asistente quien había estado mirándolo de lejos, se mantuvo quieto y movió su cabeza asintiendo en la petición, no iba a mencionar nada más, quería evitar hacerlo enojar ya que notaba que su jefe no andaba nada bien desde que cierta rubia habia desaparecido sin decir nada.
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  • ▭▬▬ ▬ ▬▬▬▬▛ ▜▬▬▬▬ ▬

    (TEMA SENSIBLE NO APTO PARA TODO PÚBLICO)

    𝑹𝒆𝒅 𝑷𝒂𝒓𝒕𝒊𝒆𝒔 ꧂





    Las "Fiestas Rojas" por su traducción del inglés, son ostentosas reuniones donde solo asisten, la crema de la crema, la Elite.

    Dentro de las paredes de esa fiesta se esconden: pactos satánicos, rituales virginales, ab*sos y v*olaciones de todo tipo, sacrificios y derramamiento de sangre, pr*stitucion y redes de tr*fico de toda indole.

    También se pactan el exito de artistas, compañías, políticos, ideologías, personas influyentes como también el fracaso, la ruina incluso la muerte de cualquier estorbo a los intereses de la Elite 𝕴𝖑𝖑𝖚𝖒𝖎𝖓𝖆𝖙𝖎.

    Solo celebra una vez al año...

    Y todo invitado tiene que vestir una túnica roja simbolizando una sola cosa:

    Ellos están manchados de sangre de sus víctimas, sangre que acumulan para 𝐿𝑢𝑐𝑖𝑓𝑒𝑟 𝑜 𝐵𝑎𝑝ℎ𝑜𝑚𝑒𝑡

    ɪʟʟᴜᴍɪɴᴀᴛɪ
    ◢✥𝐆azú✥◣
    ▭▬▬ ▬ ▬▬▬▬▛ 👁️ ▜▬▬▬▬ ▬ (TEMA SENSIBLE NO APTO PARA TODO PÚBLICO) ⸻🍷 𝑹𝒆𝒅 𝑷𝒂𝒓𝒕𝒊𝒆𝒔 ꧂ 🎃 Las "Fiestas Rojas" por su traducción del inglés, son ostentosas reuniones donde solo asisten, la crema de la crema, la Elite. Dentro de las paredes de esa fiesta se esconden: pactos satánicos, rituales virginales, ab*sos y v*olaciones de todo tipo, sacrificios y derramamiento de sangre, pr*stitucion y redes de tr*fico de toda indole. También se pactan el exito de artistas, compañías, políticos, ideologías, personas influyentes como también el fracaso, la ruina incluso la muerte de cualquier estorbo a los intereses de la Elite 𝕴𝖑𝖑𝖚𝖒𝖎𝖓𝖆𝖙𝖎. Solo celebra una vez al año... Y todo invitado tiene que vestir una túnica roja simbolizando una sola cosa: Ellos están manchados de sangre de sus víctimas, sangre que acumulan para 𝐿𝑢𝑐𝑖𝑓𝑒𝑟 𝑜 𝐵𝑎𝑝ℎ𝑜𝑚𝑒𝑡 ɪʟʟᴜᴍɪɴᴀᴛɪ ◢✥𝐆azú✥◣
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  • [ La estrategia: ]

    << Las luces en el exterior parecían no tener descanso pues siempre debían atraer a nuevos clientes que gustaban de malgastar su dinero en apuestas y bebidas para poder pasar el rato, así como servicios adicionales que uno ya podría imaginar al colocar a un hombre motivado por el alcohol y a una joven de atractivas facciones con un atuendo realmente provocador.

    En una de las recurrentes reuniones que Giovanni tenía con algunos clientetes que recurrían a sus servicios para obtener sustancias ilícitas, alcohol, armas de la más alta calidad, incluso a una "compañía" para pasar el rato o para uso más personal, aquellos había acordado a tener una partida amistosa de ajedrez.

    La partida había transcurrido de manera aceptable, el oponente realmente no era de los más brillantes pues en un pequeño descuido había perdido a sus dos "Caballos" y a su "Reina", haciéndole sentir algo de presión, aunque el oponente hizo algo totalmente imprevisto...

    — Espera un minuto... ¿Qué es esto?— Cuestionó Giovanni al mirar el tablero, el desprecio y asco eran notables en su expresión.
    —Tomo tu alfil...— respondió aquel hombre que era claramente mayor en tamaño y con un tono serio.

    —Hablo de tu estrategia. ¿Qué estás jugando? ¿El Ataque Pelagatti? ¿El Contragambito Archizer-Meyer? ¿Der Hammerschlag? ¿El Zigzag Zugzwang? ¿El Pingüino Furtivo? ¿La Tartakowera Borrachera? ¿Una variación a medias de la Defensa Clavada Mareada? ¿Damas…?— era claro que le estaba molestando, pero no más de lo que él se molestaba al ver tan vacías estrategias y sin sentido.
    —Yo... tomé tu alfil...— dijo espaciado el contrario en una clara mueca de molestia.

    —¿Dónde aprendiste a jugar? ¿En una cueva?— Pregunta el Di Vincenzo con un aire de superioridad mientras mantenía su porte elegante, pero su rostro mostraba cierta molestia al fruncir su entrecejo.
    —En una trinchera.— responde, seguro que era un veterano de las fuerzas armadas y sobreviviente.

    —Claro... en la suciedad. Eso lo explica todo.— palabras de un claro desprecio hacia aquel que era su cliente, pero antes rival en el juego. Se había molestado el gran hombre y tomado el tablero en desesperación por no poder contener la ira. Lanzó el tablero con todo y piezas a un costado, sin ver a quién golpeaba. Estaba claro que iba a golpear al italo-ruso en el rostro como respuesta a sus provocaciónes. Los humos entre ambos aumentaba, ambos parecían dispuesto a iniciar un intercambio de balas.

    —Ahí está... la ofensiva "Viktoriana". — agregó "Vanni", más un estruendo captó la atención de ambos jugadores al ver que uno de los acompañantes de aquel hombre de nombre "Viktor" se había desplomado al recibir el impacto del tablero de madera macizo en la cabeza y caer sobre una mesa de centro de cristal, ahora hecha añicos por el hombre inconsciente.

    — Ah... Me pregunto por qué nunca se formalizó el aspecto balístico de este juego...— dijo con un dejo de ironía y desinterés en la condición de aquel que se había desplomado. >>
    [ La estrategia: ] << Las luces en el exterior parecían no tener descanso pues siempre debían atraer a nuevos clientes que gustaban de malgastar su dinero en apuestas y bebidas para poder pasar el rato, así como servicios adicionales que uno ya podría imaginar al colocar a un hombre motivado por el alcohol y a una joven de atractivas facciones con un atuendo realmente provocador. En una de las recurrentes reuniones que Giovanni tenía con algunos clientetes que recurrían a sus servicios para obtener sustancias ilícitas, alcohol, armas de la más alta calidad, incluso a una "compañía" para pasar el rato o para uso más personal, aquellos había acordado a tener una partida amistosa de ajedrez. La partida había transcurrido de manera aceptable, el oponente realmente no era de los más brillantes pues en un pequeño descuido había perdido a sus dos "Caballos" y a su "Reina", haciéndole sentir algo de presión, aunque el oponente hizo algo totalmente imprevisto... — Espera un minuto... ¿Qué es esto?— Cuestionó Giovanni al mirar el tablero, el desprecio y asco eran notables en su expresión. —Tomo tu alfil...— respondió aquel hombre que era claramente mayor en tamaño y con un tono serio. —Hablo de tu estrategia. ¿Qué estás jugando? ¿El Ataque Pelagatti? ¿El Contragambito Archizer-Meyer? ¿Der Hammerschlag? ¿El Zigzag Zugzwang? ¿El Pingüino Furtivo? ¿La Tartakowera Borrachera? ¿Una variación a medias de la Defensa Clavada Mareada? ¿Damas…?— era claro que le estaba molestando, pero no más de lo que él se molestaba al ver tan vacías estrategias y sin sentido. —Yo... tomé tu alfil...— dijo espaciado el contrario en una clara mueca de molestia. —¿Dónde aprendiste a jugar? ¿En una cueva?— Pregunta el Di Vincenzo con un aire de superioridad mientras mantenía su porte elegante, pero su rostro mostraba cierta molestia al fruncir su entrecejo. —En una trinchera.— responde, seguro que era un veterano de las fuerzas armadas y sobreviviente. —Claro... en la suciedad. Eso lo explica todo.— palabras de un claro desprecio hacia aquel que era su cliente, pero antes rival en el juego. Se había molestado el gran hombre y tomado el tablero en desesperación por no poder contener la ira. Lanzó el tablero con todo y piezas a un costado, sin ver a quién golpeaba. Estaba claro que iba a golpear al italo-ruso en el rostro como respuesta a sus provocaciónes. Los humos entre ambos aumentaba, ambos parecían dispuesto a iniciar un intercambio de balas. —Ahí está... la ofensiva "Viktoriana". — agregó "Vanni", más un estruendo captó la atención de ambos jugadores al ver que uno de los acompañantes de aquel hombre de nombre "Viktor" se había desplomado al recibir el impacto del tablero de madera macizo en la cabeza y caer sobre una mesa de centro de cristal, ahora hecha añicos por el hombre inconsciente. — Ah... Me pregunto por qué nunca se formalizó el aspecto balístico de este juego...— dijo con un dejo de ironía y desinterés en la condición de aquel que se había desplomado. >>
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  • Mala noche
    Fandom Multifandom
    Categoría Drama
    > Durante días, había convivido con aquel ser; tenías múltiples salidas y sus clases sobre las estrellas nunca cesaron; cada noche le visitaba, quedándose en su hogar hasta que el sol alumbraba. Permanecieron con esa rutina por mucho tiempo. Tanto Heinrich como Gorou, conocieron la vida del otro, siendo más unidos. El hecho de que todas sus reuniones sean meramente enseñanza, provoca que ésta sea totalmente distinta. Heinrich le había invitado a dormir sin algo de por medio, solo pasar una noche tranquila. Aquello emocionó al híbrido. Los sentimientos hacia el mayor nunca se apagaron, al contrario, crecieron conforme pasaba el tiempo junto al vampiro; nunca sintió miedo hacia él, sino una enorme admiración y extraño amor.

    > A las horas ya se encontraba en el hogar ajeno; disfrutaron de una dulce cena, juegos agradables. Gorou llevó una laptop/computadora para ver películas con el mayor, algunas de terror y otras románticas. Pasó bastante tiempo, el híbrido estaba agotado; nunca tuvo la costumbre de desvelarse. Se cambió, vistiendo una clase de kimono celeste; la libertad que brindaba a su cola era fantástica. Se recostó en la cama junto al pelirrojo. Anteriormente había dormido en la misma cama, así que sus nervios por ello disminuyeron, aunque algo de ellos siguen ahí.

    — Fue una linda noche; gracias por esto. Hay que repetirlo, me divertí mucho. El tiempo a tu lado acelera mi corazón, es hermoso; no hay que dejar de estar juntos sin un estudio de por medio, solo pasar una tarde disfrutando de nuestra compañía. Descansa, Heinrich.

    > Abrazó su cola, como si fuese un peluche. No demoró en quedar plácidamente dormido; la noche estaba tranquila, hasta que escuchó murmullos, que fueron aumentando en volumen; también sintió movimientos bruscos; se despertó por ello, asustado, creía que alguien entró a la casa para robar o atacar a Heinrich. Se levantó precipitado; su temor cambió a notable preocupación: era el vampiro quien se retorcía. Lo tocó por el hombro, sacudiendo un poco su cuerpo para despertarlo.

    — Oye, ¿qué tienes? ¿Qué pasa? ¡Heinrich, despierta!
    > Durante días, había convivido con aquel ser; tenías múltiples salidas y sus clases sobre las estrellas nunca cesaron; cada noche le visitaba, quedándose en su hogar hasta que el sol alumbraba. Permanecieron con esa rutina por mucho tiempo. Tanto Heinrich como Gorou, conocieron la vida del otro, siendo más unidos. El hecho de que todas sus reuniones sean meramente enseñanza, provoca que ésta sea totalmente distinta. Heinrich le había invitado a dormir sin algo de por medio, solo pasar una noche tranquila. Aquello emocionó al híbrido. Los sentimientos hacia el mayor nunca se apagaron, al contrario, crecieron conforme pasaba el tiempo junto al vampiro; nunca sintió miedo hacia él, sino una enorme admiración y extraño amor. > A las horas ya se encontraba en el hogar ajeno; disfrutaron de una dulce cena, juegos agradables. Gorou llevó una laptop/computadora para ver películas con el mayor, algunas de terror y otras románticas. Pasó bastante tiempo, el híbrido estaba agotado; nunca tuvo la costumbre de desvelarse. Se cambió, vistiendo una clase de kimono celeste; la libertad que brindaba a su cola era fantástica. Se recostó en la cama junto al pelirrojo. Anteriormente había dormido en la misma cama, así que sus nervios por ello disminuyeron, aunque algo de ellos siguen ahí. — Fue una linda noche; gracias por esto. Hay que repetirlo, me divertí mucho. El tiempo a tu lado acelera mi corazón, es hermoso; no hay que dejar de estar juntos sin un estudio de por medio, solo pasar una tarde disfrutando de nuestra compañía. Descansa, Heinrich. > Abrazó su cola, como si fuese un peluche. No demoró en quedar plácidamente dormido; la noche estaba tranquila, hasta que escuchó murmullos, que fueron aumentando en volumen; también sintió movimientos bruscos; se despertó por ello, asustado, creía que alguien entró a la casa para robar o atacar a Heinrich. Se levantó precipitado; su temor cambió a notable preocupación: era el vampiro quien se retorcía. Lo tocó por el hombro, sacudiendo un poco su cuerpo para despertarlo. — Oye, ¿qué tienes? ¿Qué pasa? ¡Heinrich, despierta!
    Tipo
    Individual
    Líneas
    50
    Estado
    Disponible
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