• Noche perpetua, un cielo negro que se pierde más allá de la vista.
    Un campo de rosas, pétalos carmesí, gotas escarlatas que se extienden hasta el oscuro horizonte.
    Allí yace Hansel Russo, de rodillas en medio de estatuas grotescamente troceadas y con sus restos esparcidos de un lado a otro.
    Otra vez estaba ahí, en ese mundo odioso y onírico. Pero ésta vez era diferente, pues en una de sus manos se encuentra enredado un peculiar hilo rojizo.

    —Mi pequeño y miserable Hansel, ¿Sabes qué es eso?—

    Russo alzó la mirada con el ceño fruncido, odiaba con su alma aquella voz burlona y arrogante.
    Al verlo notó que el hilo pasa por el lado de ese monstruo y se extiende hasta más allá de noche perpetua. No supo que responder, por lo que guardó silencio.

    —Es una distracción, Hansel, eso es. En algún futuro tratara de hacerte olvidar tu glorioso propósito.—

    —¿Cuál propósito, sufrir hasta los ochenta?—

    —¡Exacto!—

    Russo apretó los dientes, mientras cerraba sus manos en puños que tiemblan de rabia.

    —Pero no te preocupes, mi pequeño y miserable Hansel. Sé perfectamente cómo arreglarlo. —

    Hansel Russo presenció como ese monstruo tomó el hilo rojo desde dos alejados extremos con sus negras zarpas. Él tiró del hilo, lo tensó y lo estiró. Pero en su último intento lo cortó, tuvo que usar tanta fuerza que hizo temblar a Noche perpetua.

    Por un segundo, exactamente uno, Hansel Russo sintió frío, sintió como una aguda punzada atravesó su corazón y lo obligó a detenerse en ese corto momento. Por alguna razón se sentía vacío, como si le faltara algo, sentía un frío totalmente ajeno al que provocaba Noche perpetua.
    El hilo rojo se contrajo hasta perderse en el cielo negro, mientras que la parte de Russo quedó colgando en aquellas negras zarpas. Su brillo rojizo estaba muriendo, cada vez se tornaba más y más opaco.

    —¿Qué... Qué hiciste?—

    Tartamudeó el confundido Russo, quien miraba sin entender nada. Mientras que el monstruo, él sonreía, mostraba sus puntiagudos dientes en una sonrisa retorcida y demencial.

    —Tenía que ver con algo del destino, una cosa sin importancia; Algo con encontrarse con alguien especial. — Su respuesta iba cargada con aquella burla, con aquella arrogancia que le recordaba a Russo la enorme diferencia entre un humano y un ente de ese tipo.

    —Hansel Russo, aquel que marqué para ser mi punto de conexión con el mundo terrenal. Tu propósito es dar a conocer mi existencia, por cualquier medio que sea necesario. —

    El hombre de la marcas sintió como el aire era despojado de sus pulmones, de una forma tan agresiva que lo hizo caer de cara entre las rosas carmesí. No importa cuánto intentara, el aire simplemente no volvía y de a poco perdía la conciencia.

    —Así como te salvé de que cobraran tu alma en ese mugroso departamento, o como hiciste hace años en ese hospital psiquiátrico. Noche perpetua debe ser conocido, luego mi nombre será revelado. —

    Y eso fue lo último que escuchó Russo, luego de eso se hundió en un profundo silencio entre aquel mar de sangre y pétalos.

    .
    .
    .





    //Cualquiera diría que nomás ando torturando a Hansel a lo wey-
    PERO! Let me cook boy, todo va a tener su sentido- Si es que consigo dárselo

    Noche perpetua, un cielo negro que se pierde más allá de la vista. Un campo de rosas, pétalos carmesí, gotas escarlatas que se extienden hasta el oscuro horizonte. Allí yace Hansel Russo, de rodillas en medio de estatuas grotescamente troceadas y con sus restos esparcidos de un lado a otro. Otra vez estaba ahí, en ese mundo odioso y onírico. Pero ésta vez era diferente, pues en una de sus manos se encuentra enredado un peculiar hilo rojizo. —Mi pequeño y miserable Hansel, ¿Sabes qué es eso?— Russo alzó la mirada con el ceño fruncido, odiaba con su alma aquella voz burlona y arrogante. Al verlo notó que el hilo pasa por el lado de ese monstruo y se extiende hasta más allá de noche perpetua. No supo que responder, por lo que guardó silencio. —Es una distracción, Hansel, eso es. En algún futuro tratara de hacerte olvidar tu glorioso propósito.— —¿Cuál propósito, sufrir hasta los ochenta?— —¡Exacto!— Russo apretó los dientes, mientras cerraba sus manos en puños que tiemblan de rabia. —Pero no te preocupes, mi pequeño y miserable Hansel. Sé perfectamente cómo arreglarlo. — Hansel Russo presenció como ese monstruo tomó el hilo rojo desde dos alejados extremos con sus negras zarpas. Él tiró del hilo, lo tensó y lo estiró. Pero en su último intento lo cortó, tuvo que usar tanta fuerza que hizo temblar a Noche perpetua. Por un segundo, exactamente uno, Hansel Russo sintió frío, sintió como una aguda punzada atravesó su corazón y lo obligó a detenerse en ese corto momento. Por alguna razón se sentía vacío, como si le faltara algo, sentía un frío totalmente ajeno al que provocaba Noche perpetua. El hilo rojo se contrajo hasta perderse en el cielo negro, mientras que la parte de Russo quedó colgando en aquellas negras zarpas. Su brillo rojizo estaba muriendo, cada vez se tornaba más y más opaco. —¿Qué... Qué hiciste?— Tartamudeó el confundido Russo, quien miraba sin entender nada. Mientras que el monstruo, él sonreía, mostraba sus puntiagudos dientes en una sonrisa retorcida y demencial. —Tenía que ver con algo del destino, una cosa sin importancia; Algo con encontrarse con alguien especial. — Su respuesta iba cargada con aquella burla, con aquella arrogancia que le recordaba a Russo la enorme diferencia entre un humano y un ente de ese tipo. —Hansel Russo, aquel que marqué para ser mi punto de conexión con el mundo terrenal. Tu propósito es dar a conocer mi existencia, por cualquier medio que sea necesario. — El hombre de la marcas sintió como el aire era despojado de sus pulmones, de una forma tan agresiva que lo hizo caer de cara entre las rosas carmesí. No importa cuánto intentara, el aire simplemente no volvía y de a poco perdía la conciencia. —Así como te salvé de que cobraran tu alma en ese mugroso departamento, o como hiciste hace años en ese hospital psiquiátrico. Noche perpetua debe ser conocido, luego mi nombre será revelado. — Y eso fue lo último que escuchó Russo, luego de eso se hundió en un profundo silencio entre aquel mar de sangre y pétalos. . . . //Cualquiera diría que nomás ando torturando a Hansel a lo wey- PERO! Let me cook boy, todo va a tener su sentido- Si es que consigo dárselo :STK-21:
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  • -Se ha hecho fan de los dramas chinos(?) y ahora, cada noche, no puede dejar de ver aunque sea un capítulo.

    Ahora está viendo un drama, donde un príncipe busca a su amor perdido, pero lo obligan a casarse con una mujer que odia y por eso la maltrata y tortura, sin saber que es justamente la mujer que está buscando...

    —Maldito... no la mereces... —
    -Se ha hecho fan de los dramas chinos(?) y ahora, cada noche, no puede dejar de ver aunque sea un capítulo. Ahora está viendo un drama, donde un príncipe busca a su amor perdido, pero lo obligan a casarse con una mujer que odia y por eso la maltrata y tortura, sin saber que es justamente la mujer que está buscando... —Maldito... no la mereces... —
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  • No consiguió dormir demasiado pero aquello tenía una razón en partícular.
    Su celo había vuelto y, por suerte, sería el último del año pero no dejaba de ser algo molesto cuando debía de reprimirlo.

    —Ah~ Será una tortura de dos semanas...
    No consiguió dormir demasiado pero aquello tenía una razón en partícular. Su celo había vuelto y, por suerte, sería el último del año pero no dejaba de ser algo molesto cuando debía de reprimirlo. —Ah~ Será una tortura de dos semanas...
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  • —Ahh... Ya me siento agotado.

    Se quedó trabajando mientras, prácticamente, todo el infierno dormía.
    Una ventaja para él pues los cambios y las obras no se verían entorpecidos por la gente, al menos no por tanta como quienes trasnochaban a lo loco, igual que él.

    Tomó asiento, necesitaba un respiro pues todo ese trabajo terminaba consumiendo buena parte de su energía, sumado a que su espalda seguía doliendo y era una tortura moverse, pero no podía simple y sencillamente quedar invalidado cuando fue su propia elección, aunque más le preocupaba no tener noticia alguna desde que dio su regalo.
    —Ahh... Ya me siento agotado. Se quedó trabajando mientras, prácticamente, todo el infierno dormía. Una ventaja para él pues los cambios y las obras no se verían entorpecidos por la gente, al menos no por tanta como quienes trasnochaban a lo loco, igual que él. Tomó asiento, necesitaba un respiro pues todo ese trabajo terminaba consumiendo buena parte de su energía, sumado a que su espalda seguía doliendo y era una tortura moverse, pero no podía simple y sencillamente quedar invalidado cuando fue su propia elección, aunque más le preocupaba no tener noticia alguna desde que dio su regalo.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    ||Inuyasha rechazando a Alucard y yo por dentro muriendo de que me le hagan esos desplantes a mi vampirito asjdslkjfklasjfslkaf
    Esto de llevar un perro orgulloso que va contra mis deseos es una tortura interna
    ||Inuyasha rechazando a Alucard y yo por dentro muriendo de que me le hagan esos desplantes a mi vampirito asjdslkjfklasjfslkaf Esto de llevar un perro orgulloso que va contra mis deseos es una tortura interna :STK-16:
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  • —Mi reina, deberías cubrirte un poco o te va a dar una pulmonía(?)

    No puede evitar mirar a su pecho, suspirando y respirando profundo para mantener los bajos instintos calmados, aunque no deja de ser una tortura.

    —Además no quiero mirones viendo a mi hermosa esposa.

    Alastor Dëmøń
    —Mi reina, deberías cubrirte un poco o te va a dar una pulmonía(?) No puede evitar mirar a su pecho, suspirando y respirando profundo para mantener los bajos instintos calmados, aunque no deja de ser una tortura. —Además no quiero mirones viendo a mi hermosa esposa. [Dem0n]
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  • -Despues de haberlo dejado decir sus últimas palabras, ella también le dijo algo al hombre aterrorizado y torturado por horas que tiene de rodillas frente a ella con una clara sonrisa sarcástica-

    Te l'avevo detto che ti avrei trovato, maledetto ratto, ora pagherai per avermi preso in giro.

    -Sin más, disparó su arma dándole un tiro certero en la cabeza, la sangre salpicó en su angelical rostro, estiró su mano y enseguida recibió un pañuelo el cual usó para limpiarse de aquella asquerosa sangre, luego se dió media vuelta y dijo-

    Sbarazzati di tutto, lascia che non rimanga nulla né di quel bastardo né di questo posto, se sbagli ti succederà la stessa cosa.

    -Guardó su arma y salió de ahí sin siquiera mirar atras-
    -Despues de haberlo dejado decir sus últimas palabras, ella también le dijo algo al hombre aterrorizado y torturado por horas que tiene de rodillas frente a ella con una clara sonrisa sarcástica- Te l'avevo detto che ti avrei trovato, maledetto ratto, ora pagherai per avermi preso in giro. -Sin más, disparó su arma dándole un tiro certero en la cabeza, la sangre salpicó en su angelical rostro, estiró su mano y enseguida recibió un pañuelo el cual usó para limpiarse de aquella asquerosa sangre, luego se dió media vuelta y dijo- Sbarazzati di tutto, lascia che non rimanga nulla né di quel bastardo né di questo posto, se sbagli ti succederà la stessa cosa. -Guardó su arma y salió de ahí sin siquiera mirar atras-
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    -Yae se sentía aburrida de siempre lo mismo en sus días solitarios. Estaba cansada de la monotonía y comenzó a plantearse la idea de buscar un (masoca,papucho,pareja, marido )que pudiera atormentar sus días y aguantarla, haciéndole la vida una verdadera tortura. Quería alguien que pudiera alegrarle su existencia de una forma peculiar.
    Y decidió salir a buscar a ese hombre que estuviera dispuesto a soportarla, aunque fuera para hacer de su vida un infierno. Comenzó a investigar en diferentes círculos sociales, buscando un candidato que cumpliera con sus requisitos. ()
    🌸-Yae se sentía aburrida de siempre lo mismo en sus días solitarios. Estaba cansada de la monotonía y comenzó a plantearse la idea de buscar un (masoca,papucho,pareja, marido )que pudiera atormentar sus días y aguantarla, haciéndole la vida una verdadera tortura. Quería alguien que pudiera alegrarle su existencia de una forma peculiar. Y decidió salir a buscar a ese hombre que estuviera dispuesto a soportarla, aunque fuera para hacer de su vida un infierno. Comenzó a investigar en diferentes círculos sociales, buscando un candidato que cumpliera con sus requisitos. (😂) :STK-34:
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  • ( ꩜ ᯅ ꩜;)  𝐻𝑎𝑖𝑟 𝑜𝑓 𝑑𝑜𝑜𝑚!
    ❛  ✦     ✦  ❜
          

    Nobara se había puesto unas extensiones que había conseguido en SHEIN(?). Estaba satisfecha con el resultado y le quedaba bonito el cabello largo. Seguramente así llamaría más la atención para ser contemplada en algún proyecto de modelaje o mejor aún, quizá hasta para una campaña publicitaria de productos para el cuidado capilar.

    Pero todo lo que bien empieza, tiene un final. Si bien se veía preciosa con una cabellera larga, ésto tenía su precio. Resultó que pese a ser extensiones, el cabello largo requería de muchos cuidados, el aire lo enmarañaba, el pelo falso se caía como si se tratase de muda de pelaje. Y cómo hechicera, no era conveniente en lo absoluto durante una batalla... Ser bella costaba caro.

    Quería gritar y arrancarse esas extensiones. —¡NUNCA MÁS! NO SOY EL MEJOR SOLDADO PARA SOPORTAR ÉSTA CLASE DE TORTURA!— Gritaba con desagrado frente al espejo, extrañaba su cabello corto.

    (𝐿𝑎 𝑖𝑑𝑒𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑡𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜𝑠 𝑦 𝑑𝑖𝑣𝑖𝑠𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑏𝑜𝑛𝑖𝑡𝑜𝑠 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑖𝑛𝑠𝑝𝑖𝑟𝑎𝑑𝑎𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑚𝑖 𝑝𝑖𝑐𝑖𝑜𝑠𝑜 𝑀𝑒𝑔𝑢𝑚𝑖 (?) 𝐺𝑟𝑎𝑐𝑖𝑎𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑡𝑎𝑛𝑡𝑜 𝑦 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑜́𝑛 𝑝𝑜𝑟 𝑡𝑎𝑛 𝑝𝑜𝑐𝑜.)
    ( ꩜ ᯅ ꩜;)  𝐻𝑎𝑖𝑟 𝑜𝑓 𝑑𝑜𝑜𝑚! ❛  ✦  🎀   ✦  ❜        Nobara se había puesto unas extensiones que había conseguido en SHEIN(?). Estaba satisfecha con el resultado y le quedaba bonito el cabello largo. Seguramente así llamaría más la atención para ser contemplada en algún proyecto de modelaje o mejor aún, quizá hasta para una campaña publicitaria de productos para el cuidado capilar. Pero todo lo que bien empieza, tiene un final. Si bien se veía preciosa con una cabellera larga, ésto tenía su precio. Resultó que pese a ser extensiones, el cabello largo requería de muchos cuidados, el aire lo enmarañaba, el pelo falso se caía como si se tratase de muda de pelaje. Y cómo hechicera, no era conveniente en lo absoluto durante una batalla... Ser bella costaba caro. Quería gritar y arrancarse esas extensiones. —¡NUNCA MÁS! NO SOY EL MEJOR SOLDADO PARA SOPORTAR ÉSTA CLASE DE TORTURA!— Gritaba con desagrado frente al espejo, extrañaba su cabello corto. (𝐿𝑎 𝑖𝑑𝑒𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑡𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜𝑠 𝑦 𝑑𝑖𝑣𝑖𝑠𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑏𝑜𝑛𝑖𝑡𝑜𝑠 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑖𝑛𝑠𝑝𝑖𝑟𝑎𝑑𝑎𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑚𝑖 𝑝𝑖𝑐𝑖𝑜𝑠𝑜 𝑀𝑒𝑔𝑢𝑚𝑖 (?) 𝐺𝑟𝑎𝑐𝑖𝑎𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑡𝑎𝑛𝑡𝑜 𝑦 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑜́𝑛 𝑝𝑜𝑟 𝑡𝑎𝑛 𝑝𝑜𝑐𝑜.)
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  • Descanso y Reflexión

    #wendigo #oneshot

    -----Rancho "El Espíritu del Bosque". Eureka, Montana.

    El sol apenas se asoma sobre el horizonte cuando llega al rancho de unos viejos y muy buenos amigos. Las primeras luces del día pintan el cielo de tonos rosados y naranjas, y el aire matutino tiene una frescura revitalizante. El sonido de los caballos y el crujido de la grava bajo sus botas le dan una sensación de bienvenida y familiaridad, le devuelven la tranquilidad que perdió en su última investigación.

    James se siente abrumado por la tensión acumulada en las últimas semanas, entre la investigación de la mansión y su lucha constante con la maldición que le tortura. Sabe que necesita descansar para recuperar el equilibrio.

    Al llegar al corral, es recibido por el anciano patriarca, cuya mirada siempre ha reflejado una profunda sabiduría y serenidad.

    — James, es bueno verte —dice con una sonrisa cálida—. Supongo que vienes a buscar un poco de paz.

    — Chayton —James apura unos pasos para abrazar a su viejo amigo— ¿Cuánto a sido? ¿Seis meses? Sí, necesito un respiro. Estuve a punto de perder el control. Fue más difícil de lo que esperaba, más que otras veces. Pude sentir su aliento en la nuca. Estaba al borde de convertirme en aquello que siempre he temido ser.

    Chayton asiente lentamente, su mirada fija en James, sin rastro de juicio en sus ojos.

    — El control es una batalla constante, mi amigo. El hecho de que hayas sentido la amenaza significa que aún eres consciente de quién eres y lo que puedes llegar a ser. El wendigo te consume, pero también te recuerda cada día que aún luchas.

    James baja la mirada, avergonzado, mientras comienza a relatarle a Chayton lo que ocurrió. El viento sopla suavemente a través del campo, moviendo las hojas de los árboles, pero la mente de James está atrapada en el momento en que perdió el control.

    — Estaba muy molesto. No me di cuenta de lo que estaba haciendo. Regañé a esta persona, alguien que realmente me importa… y en mi enojo, algo pasó. No quería hacerlo, pero... usé el poder del wendigo sin querer. Entré en su mente, afecté sus emociones.

    Chayton, con su expresión siempre serena, observa a James con atención, dejando que termine su confesión antes de responder.

    — Cuéntame más, James. ¿Qué pasó cuando entraste en su mente? ¿Qué sintió?

    James suspira, frotándose el puente de la nariz como si intentara aliviar un dolor invisible.

    — No mucho, no lo noté. No fue como cuando la maldición me impulsa a cazar o a alimentarme. Luego él me dijo que, en lugar de molestarse por mi actuar, sintió ternura.

    Chayton frunce el ceño, claramente intrigado por la situación.

    — El wendigo no es conocido por inspirar ternura, James. Es una criatura de hambre, de ira y desesperación. Si esta persona sintió ternura, podría significar que algo más está sucediendo. Tal vez esos sentimientos ya existían y simplemente fueron amplificados por tu presencia, o tal vez... algo en ti, algo que no es del todo el wendigo, se manifestó en ese momento.

    James se queda en silencio por un largo momento, el peso de lo que Chayton ha sugerido cayendo sobre él como una revelación inesperada. La posibilidad de que la ternura que sintió aquella persona importante fuera auténtica, y no simplemente una manipulación del wendigo, lo toma por sorpresa.

    Sus ojos se abren un poco más, y su respiración se vuelve casi imperceptible mientras procesa la idea. Es un pensamiento que no había permitido entrar completamente en su mente hasta ahora.

    — ¿Auténtica…? —murmura, casi para sí mismo, como si el concepto le resultara completamente ajeno en ese contexto, pero no es así, de hecho, solo con pensarlo un momento, conectado esto con otros muchos gestos que aquella persona ha tenido... Tiene tanto sentido como peso.

    Chayton observa la reacción de James, reconociendo la profundidad de su sorpresa.

    — Las emociones no siempre tienen riendas, James. No todo es producto de la maldición, no todo en ti está corrompido. Quizás… esa persona vio algo en ti que tú mismo no has visto.

    James traga saliva, luchando por encontrar las palabras adecuadas.

    — Es... difícil.

    Chayton lo observa con una mirada comprensiva.

    — Lo que importa ahora, James, es que no puedes dejarte consumir por la duda

    — ¿Y si la próxima vez no soy tan fuerte? ¿Y si… cedo?

    Chayton apoya una mano sobre el hombro de James, su agarre es firme a pesar de su avanzada edad.

    — Mientras sigas preguntándotelo, seguirás teniendo la fuerza para resistir. Pero no tienes que hacerlo solo. La tierra tiene su propia energía, y tú sabes cómo conectarte con ella. Deja que te ayude a equilibrar tu espíritu.

    James asiente, agradecido por la comprensión y el consejo de su viejo amigo. Hablar de sus temores siempre ha sido difícil, pero Chayton tiene una forma de hacer que todo parezca más manejable.

    — Gracias. Necesitaba escuchar eso.

    El anciano sonríe levemente, asiente y lo guía hacia las caballerizas. Juntos preparan a “Lobo”, un majestuoso mustang que James ha montado desde su juventud. El caballo relincha suavemente, reconociendo a su viejo amigo.

    — Recuerda, James —dice Chayton mientras ajusta la montura—, cuando sientas que estás por colapsar, vuelve a tus raíces y encuentra tu centro. La tierra, el viento y los espíritus de nuestros ancestros te guiarán.

    James asiente, sintiendo el poder de esas palabras resonar en su corazón. Monta a Lobo con destreza y sale al galope, dejando que el viento en su rostro y el ritmo del caballo bajo él lo reconecten con su espíritu.

    Cabalga a través de los vastos campos y colinas, el sonido de los cascos golpeando la tierra es como un mantra que le ayuda a despejar su mente. Los olores del pasto fresco, el polvo y la brisa le traen recuerdos de su niñez, cuando la vida era más simple y sus problemas parecían más pequeños.

    Después de un rato, James llega a un claro cerca de un arroyo. Detiene a Lobo y desmonta, dejando que el caballo beba del agua fresca. Se sienta en la orilla del arroyo, observando el flujo constante del agua, recordando las historias y enseñanzas que Chayton y otros ancianos le contaron cuando era niño.

    — Recuerda quién eres, James —se dice a sí mismo en voz baja—. Eres más fuerte de lo que piensas. No estás solo.

    Descanso y Reflexión #wendigo #oneshot -----Rancho "El Espíritu del Bosque". Eureka, Montana. El sol apenas se asoma sobre el horizonte cuando llega al rancho de unos viejos y muy buenos amigos. Las primeras luces del día pintan el cielo de tonos rosados y naranjas, y el aire matutino tiene una frescura revitalizante. El sonido de los caballos y el crujido de la grava bajo sus botas le dan una sensación de bienvenida y familiaridad, le devuelven la tranquilidad que perdió en su última investigación. James se siente abrumado por la tensión acumulada en las últimas semanas, entre la investigación de la mansión y su lucha constante con la maldición que le tortura. Sabe que necesita descansar para recuperar el equilibrio. Al llegar al corral, es recibido por el anciano patriarca, cuya mirada siempre ha reflejado una profunda sabiduría y serenidad. — James, es bueno verte —dice con una sonrisa cálida—. Supongo que vienes a buscar un poco de paz. — Chayton —James apura unos pasos para abrazar a su viejo amigo— ¿Cuánto a sido? ¿Seis meses? Sí, necesito un respiro. Estuve a punto de perder el control. Fue más difícil de lo que esperaba, más que otras veces. Pude sentir su aliento en la nuca. Estaba al borde de convertirme en aquello que siempre he temido ser. Chayton asiente lentamente, su mirada fija en James, sin rastro de juicio en sus ojos. — El control es una batalla constante, mi amigo. El hecho de que hayas sentido la amenaza significa que aún eres consciente de quién eres y lo que puedes llegar a ser. El wendigo te consume, pero también te recuerda cada día que aún luchas. James baja la mirada, avergonzado, mientras comienza a relatarle a Chayton lo que ocurrió. El viento sopla suavemente a través del campo, moviendo las hojas de los árboles, pero la mente de James está atrapada en el momento en que perdió el control. — Estaba muy molesto. No me di cuenta de lo que estaba haciendo. Regañé a esta persona, alguien que realmente me importa… y en mi enojo, algo pasó. No quería hacerlo, pero... usé el poder del wendigo sin querer. Entré en su mente, afecté sus emociones. Chayton, con su expresión siempre serena, observa a James con atención, dejando que termine su confesión antes de responder. — Cuéntame más, James. ¿Qué pasó cuando entraste en su mente? ¿Qué sintió? James suspira, frotándose el puente de la nariz como si intentara aliviar un dolor invisible. — No mucho, no lo noté. No fue como cuando la maldición me impulsa a cazar o a alimentarme. Luego él me dijo que, en lugar de molestarse por mi actuar, sintió ternura. Chayton frunce el ceño, claramente intrigado por la situación. — El wendigo no es conocido por inspirar ternura, James. Es una criatura de hambre, de ira y desesperación. Si esta persona sintió ternura, podría significar que algo más está sucediendo. Tal vez esos sentimientos ya existían y simplemente fueron amplificados por tu presencia, o tal vez... algo en ti, algo que no es del todo el wendigo, se manifestó en ese momento. James se queda en silencio por un largo momento, el peso de lo que Chayton ha sugerido cayendo sobre él como una revelación inesperada. La posibilidad de que la ternura que sintió aquella persona importante fuera auténtica, y no simplemente una manipulación del wendigo, lo toma por sorpresa. Sus ojos se abren un poco más, y su respiración se vuelve casi imperceptible mientras procesa la idea. Es un pensamiento que no había permitido entrar completamente en su mente hasta ahora. — ¿Auténtica…? —murmura, casi para sí mismo, como si el concepto le resultara completamente ajeno en ese contexto, pero no es así, de hecho, solo con pensarlo un momento, conectado esto con otros muchos gestos que aquella persona ha tenido... Tiene tanto sentido como peso. Chayton observa la reacción de James, reconociendo la profundidad de su sorpresa. — Las emociones no siempre tienen riendas, James. No todo es producto de la maldición, no todo en ti está corrompido. Quizás… esa persona vio algo en ti que tú mismo no has visto. James traga saliva, luchando por encontrar las palabras adecuadas. — Es... difícil. Chayton lo observa con una mirada comprensiva. — Lo que importa ahora, James, es que no puedes dejarte consumir por la duda — ¿Y si la próxima vez no soy tan fuerte? ¿Y si… cedo? Chayton apoya una mano sobre el hombro de James, su agarre es firme a pesar de su avanzada edad. — Mientras sigas preguntándotelo, seguirás teniendo la fuerza para resistir. Pero no tienes que hacerlo solo. La tierra tiene su propia energía, y tú sabes cómo conectarte con ella. Deja que te ayude a equilibrar tu espíritu. James asiente, agradecido por la comprensión y el consejo de su viejo amigo. Hablar de sus temores siempre ha sido difícil, pero Chayton tiene una forma de hacer que todo parezca más manejable. — Gracias. Necesitaba escuchar eso. El anciano sonríe levemente, asiente y lo guía hacia las caballerizas. Juntos preparan a “Lobo”, un majestuoso mustang que James ha montado desde su juventud. El caballo relincha suavemente, reconociendo a su viejo amigo. — Recuerda, James —dice Chayton mientras ajusta la montura—, cuando sientas que estás por colapsar, vuelve a tus raíces y encuentra tu centro. La tierra, el viento y los espíritus de nuestros ancestros te guiarán. James asiente, sintiendo el poder de esas palabras resonar en su corazón. Monta a Lobo con destreza y sale al galope, dejando que el viento en su rostro y el ritmo del caballo bajo él lo reconecten con su espíritu. Cabalga a través de los vastos campos y colinas, el sonido de los cascos golpeando la tierra es como un mantra que le ayuda a despejar su mente. Los olores del pasto fresco, el polvo y la brisa le traen recuerdos de su niñez, cuando la vida era más simple y sus problemas parecían más pequeños. Después de un rato, James llega a un claro cerca de un arroyo. Detiene a Lobo y desmonta, dejando que el caballo beba del agua fresca. Se sienta en la orilla del arroyo, observando el flujo constante del agua, recordando las historias y enseñanzas que Chayton y otros ancianos le contaron cuando era niño. — Recuerda quién eres, James —se dice a sí mismo en voz baja—. Eres más fuerte de lo que piensas. No estás solo.
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