• Almenaras de Caramelo
    Fondo Musical: https://youtu.be/ICIFp5foCqw?si=nmunP8W-_ByTIME2

    Dedico el ahora a llorarte, dediqué el pasado a resplandecer dentro de ti. Dedicaba el futuro a entrever el socorro de tu ausencia. Aliento dulce con ojos prestos a vislumbrarte entre ingratos higos de mis frascos de azúcar, de tus labios decoro de mis noches de alborozada luna de sangre. Tu tumba es evanescente en mi memoria; tumba que llorarte no reconozco. Repaso tu rostro en los bordados que perfecciono a pesar de mi ceguera; fuiste el que cegó mis vivencias de almendrados sigilos; en la costura y en el principado en el que tejo tu furia fantasmal en la que retengo tu victoria.

    Rosñorzanor, ¿qué nos hiciste? Tu muerte es olvido para la victoria de los que deambulan sin coronarte ante el Sol de mis prudencias. Almendoniz, ahogado de mis sueños y suelos de frutos secos, ¿quién retiene tu carne? ¿A quién adornas con tus diamantes y tu oro de azucenas? ¿Por qué no me perdonaste? ¿Por qué me segaste la vida?

    Soy tu tumba, una muñeca viva, algodón dentro de mi boca; extremidades renuentes a fallar con algarabía. Me desvanezco, me desvanezco, me desvanezco perenne entre tus pupilas. Soy un Hibisco ultrajado por la suerte, entreveo en mis predicciones tu edén de ingrata cuna y desde esta cárcel, de cuatro paredes acolchadas, esta torre en lo alto del Ivarionlo, me presto a rezarte como un Santo de Bondad, Amor. Bondad. Amor en tus amatorias pérdidas. Soy un oráculo, mis canciones son mudos astros de espejismos con aroma a cielos ultrajados, por tus nubes abaleadas por mis siniestras oraciones.

    Esta guerra necesitaba de tu rostro, imperio de ébano y carmín. Respiro el opio de tus huesos cada vez que cabalgo tu tumba. Preso de ese último beso a tu cabeza, fui un parásito para tu felicidad. Sobre los tejados de tus casonas de tristes lluvias, fuiste hechicero de principados abismos, abiertos de lado a lado, regados sobre las praderas que cultivamos con los muñones de nuestras extremidades. Tempestad de osadías pretenciosas, pagaste un precio por tu confianza. Leyenda que piensa con el pienso del mañana; tejo en mi vientre una flor y la arropo con tus sombreros hilados en vacíos finitos. Infinito santificado, de fracaso reposo repaso en ti mi cosmos y lo relleno con tus recuerdos.

    No pude encariñarme contigo. No pude más y esgrimí tu desdicha de aroma a lustre y relumbre sollozo de sedas. Príncipe durmiente, fuiste mi ruina; elogiaste mis presuntuosas hazañas y me coronas con hojas de laureles, tomillo y cúrcuma como paraíso edificado con delicias tristes, y también, en deliciosos jardines surrealistas. Veneno en llamativos socorros. Tu principio. Mi fin.
    Almenaras de Caramelo Fondo Musical: https://youtu.be/ICIFp5foCqw?si=nmunP8W-_ByTIME2 Dedico el ahora a llorarte, dediqué el pasado a resplandecer dentro de ti. Dedicaba el futuro a entrever el socorro de tu ausencia. Aliento dulce con ojos prestos a vislumbrarte entre ingratos higos de mis frascos de azúcar, de tus labios decoro de mis noches de alborozada luna de sangre. Tu tumba es evanescente en mi memoria; tumba que llorarte no reconozco. Repaso tu rostro en los bordados que perfecciono a pesar de mi ceguera; fuiste el que cegó mis vivencias de almendrados sigilos; en la costura y en el principado en el que tejo tu furia fantasmal en la que retengo tu victoria. Rosñorzanor, ¿qué nos hiciste? Tu muerte es olvido para la victoria de los que deambulan sin coronarte ante el Sol de mis prudencias. Almendoniz, ahogado de mis sueños y suelos de frutos secos, ¿quién retiene tu carne? ¿A quién adornas con tus diamantes y tu oro de azucenas? ¿Por qué no me perdonaste? ¿Por qué me segaste la vida? Soy tu tumba, una muñeca viva, algodón dentro de mi boca; extremidades renuentes a fallar con algarabía. Me desvanezco, me desvanezco, me desvanezco perenne entre tus pupilas. Soy un Hibisco ultrajado por la suerte, entreveo en mis predicciones tu edén de ingrata cuna y desde esta cárcel, de cuatro paredes acolchadas, esta torre en lo alto del Ivarionlo, me presto a rezarte como un Santo de Bondad, Amor. Bondad. Amor en tus amatorias pérdidas. Soy un oráculo, mis canciones son mudos astros de espejismos con aroma a cielos ultrajados, por tus nubes abaleadas por mis siniestras oraciones. Esta guerra necesitaba de tu rostro, imperio de ébano y carmín. Respiro el opio de tus huesos cada vez que cabalgo tu tumba. Preso de ese último beso a tu cabeza, fui un parásito para tu felicidad. Sobre los tejados de tus casonas de tristes lluvias, fuiste hechicero de principados abismos, abiertos de lado a lado, regados sobre las praderas que cultivamos con los muñones de nuestras extremidades. Tempestad de osadías pretenciosas, pagaste un precio por tu confianza. Leyenda que piensa con el pienso del mañana; tejo en mi vientre una flor y la arropo con tus sombreros hilados en vacíos finitos. Infinito santificado, de fracaso reposo repaso en ti mi cosmos y lo relleno con tus recuerdos. No pude encariñarme contigo. No pude más y esgrimí tu desdicha de aroma a lustre y relumbre sollozo de sedas. Príncipe durmiente, fuiste mi ruina; elogiaste mis presuntuosas hazañas y me coronas con hojas de laureles, tomillo y cúrcuma como paraíso edificado con delicias tristes, y también, en deliciosos jardines surrealistas. Veneno en llamativos socorros. Tu principio. Mi fin.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Si las lágrimas te nublan
    La vista y el corazón
    Haz un trasvase de agua
    Al miedo, escúpelo
    Y si crees que en el olvido
    Se anestesia un mal de amor
    No hay peor remedio
    Que la soledad.
    Si las lágrimas te nublan La vista y el corazón Haz un trasvase de agua Al miedo, escúpelo Y si crees que en el olvido Se anestesia un mal de amor No hay peor remedio Que la soledad.
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  • Acepto con honor y lealtad desempeñar este cargo que se me ha conferido.

    #nvsv
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  • #inkfest #dia8

    —Se desperezó. Empezaba a acostumbrarse a dormir hasta tarde, pero es que se sentía realmente agotado, a pesar de que los dolores ya no eran tan terribles como al principio, indicativo de que tanto él como Rummy, se encontraban mejor. Sin embargo, se incorporó, bostezando y estirando los brazos hacia arriba.

    Aburrido, desvió un momento los ojos hacia la mesilla de noche, extrañaba a Husk y a sus buenos días con bonitas notas repletas de palabras dulces y pequeños regalos. Todos sus ojos se abrieron unos instantes al ver un frasquito con un líquido rosa que parecía contener purpurina por dentro. Lo tomó por curiosidad preguntándose si era un regalo de Husk y si, venía con una nota:

    “Bébeme”

    —Pues vale. —respondió y se bebió el perfumado líquido que, a pesar de su aroma dulce, su sabor era de lo más ácido. Obviamente torció el gesto y hasta sacó la lengua

    —¿Pero que coño es esta mier..?—y se desmayó…

    Para cuando recobró el conocimiento, se dio cuenta de que por suerte estaba sobre su cama, desmadejado como un muñeco de trapo pero así era, aunque se sentía diferente. Para empezar, se veía más bajito y se notaba más blandito, ademas no pudo evitar darse un susto al ver su cola moviéndose con inquietud…

    Un momento ¿Cola? Y era como la de Husk, sin entender que sucedía la tomó entre sus manos que por cierto eran solo dos. Como era de esperar, al ver esto, corrió al baño a verse en el espejo y… estalló a carcajadas, ahora era un tipo de demonio mucho más parecido a Husk y además tan andrógino que parecía una hembra.

    Tal era así, que le entraron ganas de subir al tejado, a cantar “la gata sobre el tejado”—
    #inkfest #dia8 —Se desperezó. Empezaba a acostumbrarse a dormir hasta tarde, pero es que se sentía realmente agotado, a pesar de que los dolores ya no eran tan terribles como al principio, indicativo de que tanto él como Rummy, se encontraban mejor. Sin embargo, se incorporó, bostezando y estirando los brazos hacia arriba. Aburrido, desvió un momento los ojos hacia la mesilla de noche, extrañaba a Husk y a sus buenos días con bonitas notas repletas de palabras dulces y pequeños regalos. Todos sus ojos se abrieron unos instantes al ver un frasquito con un líquido rosa que parecía contener purpurina por dentro. Lo tomó por curiosidad preguntándose si era un regalo de Husk y si, venía con una nota: “Bébeme” —Pues vale. —respondió y se bebió el perfumado líquido que, a pesar de su aroma dulce, su sabor era de lo más ácido. Obviamente torció el gesto y hasta sacó la lengua —¿Pero que coño es esta mier..?—y se desmayó… Para cuando recobró el conocimiento, se dio cuenta de que por suerte estaba sobre su cama, desmadejado como un muñeco de trapo pero así era, aunque se sentía diferente. Para empezar, se veía más bajito y se notaba más blandito, ademas no pudo evitar darse un susto al ver su cola moviéndose con inquietud… Un momento ¿Cola? Y era como la de Husk, sin entender que sucedía la tomó entre sus manos que por cierto eran solo dos. Como era de esperar, al ver esto, corrió al baño a verse en el espejo y… estalló a carcajadas, ahora era un tipo de demonio mucho más parecido a Husk y además tan andrógino que parecía una hembra. Tal era así, que le entraron ganas de subir al tejado, a cantar “la gata sobre el tejado”—
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  • La nieve caía sin descanso, cubriendo las calles desiertas de la ciudad en ruinas, la oscuridad eterna del cielo se mezclaba con los copos que danzaban en el viento; todo era frío, silencioso y desolado. Sora caminaba despreocupadamente, marcando pequeñas huellas en la nieve fresca, sus orejas afiladas detectaban cada crujido a su alrededor, mientras que su nariz felina captaba el aroma del hielo mezclado con algo más... algo extraño.

    De pronto, algo llamó su atención; una figura yacía en medio de la nieve, inmóvil; los mechones de cabello oscuro de aquel ser contrastaban con el blanco que lo rodeaba. Sora ladeó la cabeza, curioso; se acercó con su andar tranquilo, transformándose a medida que lo hacía, sus suaves rasgos felinos desvaneciéndose mientras su forma humana tomaba lugar.

    Frente a la figura tirada, se agachó y lo observó más de cerca, era un joven, apenas respirando, cubierto por la nieve que seguía acumulándose sobre su cuerpo. Sora extendió una mano, dándole un pequeño empujón en el hombro, como si probara si estaba vivo o solo dormía.

    —¿Estás bien? —preguntó, con ese tono juguetón que siempre lo acompañaba, como si realmente no esperara una respuesta seria.

    El viento susurraba a su alrededor, pero el joven no reaccionaba. Sora suspiró, levantándose y mirando a su alrededor; el lugar estaba vacío, pero había algo en el aire que lo ponía nervioso; sus ojos, siempre brillantes y curiosos, ahora se fijaban de nuevo en el joven, indeciso sobre si seguir su camino o hacer algo por él.

    Off: Si continuan el rol que sea por chat XD
    La nieve caía sin descanso, cubriendo las calles desiertas de la ciudad en ruinas, la oscuridad eterna del cielo se mezclaba con los copos que danzaban en el viento; todo era frío, silencioso y desolado. Sora caminaba despreocupadamente, marcando pequeñas huellas en la nieve fresca, sus orejas afiladas detectaban cada crujido a su alrededor, mientras que su nariz felina captaba el aroma del hielo mezclado con algo más... algo extraño. De pronto, algo llamó su atención; una figura yacía en medio de la nieve, inmóvil; los mechones de cabello oscuro de aquel ser contrastaban con el blanco que lo rodeaba. Sora ladeó la cabeza, curioso; se acercó con su andar tranquilo, transformándose a medida que lo hacía, sus suaves rasgos felinos desvaneciéndose mientras su forma humana tomaba lugar. Frente a la figura tirada, se agachó y lo observó más de cerca, era un joven, apenas respirando, cubierto por la nieve que seguía acumulándose sobre su cuerpo. Sora extendió una mano, dándole un pequeño empujón en el hombro, como si probara si estaba vivo o solo dormía. —¿Estás bien? —preguntó, con ese tono juguetón que siempre lo acompañaba, como si realmente no esperara una respuesta seria. El viento susurraba a su alrededor, pero el joven no reaccionaba. Sora suspiró, levantándose y mirando a su alrededor; el lugar estaba vacío, pero había algo en el aire que lo ponía nervioso; sus ojos, siempre brillantes y curiosos, ahora se fijaban de nuevo en el joven, indeciso sobre si seguir su camino o hacer algo por él. Off: Si continuan el rol que sea por chat XD
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  • https://youtu.be/yUUosVmYxMU?si=L9wfffKjsuC9397z


    "Arrastrandome hacia ti"
    https://youtu.be/yUUosVmYxMU?si=L9wfffKjsuC9397z "Arrastrandome hacia ti"
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  • Carmina se sentó en su rincón favorito, donde la luz del atardecer entraba a raudales por la ventana, tiñendo la habitación de tonos dorados. Con los ojos cerrados, dejó que la melodía de la canción romántica que había escuchado unos momentos antes resonara en su mente. La voz suave del cantante hablaba de susurros, promesas y abrazos, y ella se sintió transportada a un mundo que, hasta entonces, le era ajeno.

    Mientras la música envolvía su ser, Carmina meditaba sobre la idea del amor. A su edad, nunca había estado en una relación; su vida había estado marcada por la rutina de la escuela de mujeres, donde las conversaciones sobre corazones y pasiones eran más bien susurros en la penumbra. En su entorno, el amor parecía un concepto etéreo, un bello sueño del que solo podía ser espectadora.

    Aun así, la letra de la canción la hizo reflexionar. Se preguntó cómo sería experimentar ese cosquilleo en el estómago que todos parecían describir. Se imaginó compartiendo momentos sencillos, como caminar de la mano, reírse de las mismas tonterías y sentir la calidez de un abrazo sincero. Pensó en las miradas cómplices, en la complicidad de un amor que florece en el día a día.

    Carmina comprendió que, aunque no había vivido esa experiencia, su corazón aún podía anhelarla. El amor no era solo un vínculo físico; era una conexión profunda, un entendimiento sin palabras. Se dio cuenta de que sus sentimientos, sus sueños y sus anhelos podían existir incluso en la soledad de su habitación, en la quietud de su vida cotidiana.

    A medida que la canción llegaba a su fin, Carmina sintió una mezcla de melancolía y esperanza. A veces, el amor parecía un horizonte distante, pero también era un campo fértil de posibilidades. Y tal vez, algún día, cuando menos lo esperara, el amor llegaría a su vida. Con esa idea en mente, sonrió suavemente, dejando que la música se desvaneciera en el aire, llevando consigo su meditación sobre el amor.
    Carmina se sentó en su rincón favorito, donde la luz del atardecer entraba a raudales por la ventana, tiñendo la habitación de tonos dorados. Con los ojos cerrados, dejó que la melodía de la canción romántica que había escuchado unos momentos antes resonara en su mente. La voz suave del cantante hablaba de susurros, promesas y abrazos, y ella se sintió transportada a un mundo que, hasta entonces, le era ajeno. Mientras la música envolvía su ser, Carmina meditaba sobre la idea del amor. A su edad, nunca había estado en una relación; su vida había estado marcada por la rutina de la escuela de mujeres, donde las conversaciones sobre corazones y pasiones eran más bien susurros en la penumbra. En su entorno, el amor parecía un concepto etéreo, un bello sueño del que solo podía ser espectadora. Aun así, la letra de la canción la hizo reflexionar. Se preguntó cómo sería experimentar ese cosquilleo en el estómago que todos parecían describir. Se imaginó compartiendo momentos sencillos, como caminar de la mano, reírse de las mismas tonterías y sentir la calidez de un abrazo sincero. Pensó en las miradas cómplices, en la complicidad de un amor que florece en el día a día. Carmina comprendió que, aunque no había vivido esa experiencia, su corazón aún podía anhelarla. El amor no era solo un vínculo físico; era una conexión profunda, un entendimiento sin palabras. Se dio cuenta de que sus sentimientos, sus sueños y sus anhelos podían existir incluso en la soledad de su habitación, en la quietud de su vida cotidiana. A medida que la canción llegaba a su fin, Carmina sintió una mezcla de melancolía y esperanza. A veces, el amor parecía un horizonte distante, pero también era un campo fértil de posibilidades. Y tal vez, algún día, cuando menos lo esperara, el amor llegaría a su vida. Con esa idea en mente, sonrió suavemente, dejando que la música se desvaneciera en el aire, llevando consigo su meditación sobre el amor.
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  • Somna, Carry y Blossom se encontraban acompañados de sus pokemon, caminaban con calma hacia la torre de comunicaciones, la unica conexio que la region tenia con el exterior -estas segura de esto Carry?- Blossom ladeo su cabeza pensando en las consecuencias -no dudes Bloss, es la primera causa del fracaso- Blossom unicamente suspiro por el comentario de Somna, pero decidio no dudar de su amiga, -hagamos esto, la organizacion animalium, ya no volvera a pisar nuestra tierra- con estas palabras una flor Union aparecio la cual se extendio hacía Carry y su toxtricity, el pelo de carry antes castaño cambio frente a los ojos de Somna y Blossom, su tono castaño se desvanecia dominado por un violeta oscuro igual al de su pokemon, dos pequeños cuerpos salieron de la cabeza de Carry, parecia que esta era su batalla especial

    Blossom suspiro y sacudio la cabeza -Bueno, por la vida que tenemos y la que tendremos- la flor union de Blossom empezo a brillar -por los sueños que nos quitaron y los neuvos que creamos- la flor de Somna creio un poco mas -por nuestra gente y la que esta por venir- la flor de carry empezo a extenderse y de esta empezo a salir una musica que hiba a corde con Carry y su pokemon -Bueno, es hora de usar nuestras nuevas habilidades, Jellicent, al ataque- Blossom hizo aparecer una brubuja de agua la cual tomo forma de una espada, junto a su jellicent se avalanzaron contra los guardias del lugar permitiendo el paso a sus amigas -bueno, es mi turno cariño, sera mejor que lo logres idiota no me quiero quedar sin novia- Somna le lanzo un beso a carry haciendo que esta se ria una poco antes de avanzar, Somna soplaba un humo venenoso que explotaba cuando las llamas de su drampa lo encendian.

    En lo alto de la torre Carry se encontro con la cabezilla de comunicaciones -mi pequeña niña... lo lograste- la mujer suspiro y abrazo a Carry -acaba con esta guerra estupida, tu madre ya no soporta estar encadenada a lo que ah hecho- Carry abrazo por ultimavez a su madre, apesar de no saber lo que la ataba sabia que ese abrazo era lo ultimo que tendria de ella, pues su madre fellecio en ese momento por sobredosis, parecia que la mujer prefirio morir antes que dañar a su hija mas de lo que ya lo habia hecho, la flor union de Carry crecio atravez de la torre tomando el cuerpo de su madre para preservarlo en aquel lugar.

    esa noche un mensaje llego a las demas regiones "la guerra a terminado, las fronteras estan abiertas nuevamente, visiten con precausion", aquella torre de comunicaciones ahora se encontraba en el distrito del conocimiento, aquel lugar que carry controlaba para compartir informacon con todo aquel que la pidiera

    https://youtu.be/f4gODZFkTJg?si=AVVnZsA3EyK2ifXF
    Somna, Carry y Blossom se encontraban acompañados de sus pokemon, caminaban con calma hacia la torre de comunicaciones, la unica conexio que la region tenia con el exterior -estas segura de esto Carry?- Blossom ladeo su cabeza pensando en las consecuencias -no dudes Bloss, es la primera causa del fracaso- Blossom unicamente suspiro por el comentario de Somna, pero decidio no dudar de su amiga, -hagamos esto, la organizacion animalium, ya no volvera a pisar nuestra tierra- con estas palabras una flor Union aparecio la cual se extendio hacía Carry y su toxtricity, el pelo de carry antes castaño cambio frente a los ojos de Somna y Blossom, su tono castaño se desvanecia dominado por un violeta oscuro igual al de su pokemon, dos pequeños cuerpos salieron de la cabeza de Carry, parecia que esta era su batalla especial Blossom suspiro y sacudio la cabeza -Bueno, por la vida que tenemos y la que tendremos- la flor union de Blossom empezo a brillar -por los sueños que nos quitaron y los neuvos que creamos- la flor de Somna creio un poco mas -por nuestra gente y la que esta por venir- la flor de carry empezo a extenderse y de esta empezo a salir una musica que hiba a corde con Carry y su pokemon -Bueno, es hora de usar nuestras nuevas habilidades, Jellicent, al ataque- Blossom hizo aparecer una brubuja de agua la cual tomo forma de una espada, junto a su jellicent se avalanzaron contra los guardias del lugar permitiendo el paso a sus amigas -bueno, es mi turno cariño, sera mejor que lo logres idiota no me quiero quedar sin novia- Somna le lanzo un beso a carry haciendo que esta se ria una poco antes de avanzar, Somna soplaba un humo venenoso que explotaba cuando las llamas de su drampa lo encendian. En lo alto de la torre Carry se encontro con la cabezilla de comunicaciones -mi pequeña niña... lo lograste- la mujer suspiro y abrazo a Carry -acaba con esta guerra estupida, tu madre ya no soporta estar encadenada a lo que ah hecho- Carry abrazo por ultimavez a su madre, apesar de no saber lo que la ataba sabia que ese abrazo era lo ultimo que tendria de ella, pues su madre fellecio en ese momento por sobredosis, parecia que la mujer prefirio morir antes que dañar a su hija mas de lo que ya lo habia hecho, la flor union de Carry crecio atravez de la torre tomando el cuerpo de su madre para preservarlo en aquel lugar. esa noche un mensaje llego a las demas regiones "la guerra a terminado, las fronteras estan abiertas nuevamente, visiten con precausion", aquella torre de comunicaciones ahora se encontraba en el distrito del conocimiento, aquel lugar que carry controlaba para compartir informacon con todo aquel que la pidiera https://youtu.be/f4gODZFkTJg?si=AVVnZsA3EyK2ifXF
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  • *Hace años conocí a un mortal peculiar, se lograba distinguir entre miles de ellos, los aldeanos decían que fue marcado por Dios debido a su don; sin embargo, era despreciado por dicha manera de ser.
    Logré establecerme por unos cuantos meses en aquel lugar, donde viví en concordia, el joven era bastante curioso, más de una ocasión me di cuenta de su presencia, siguiéndome sigilosamente, a cualquier lugar al que iba, supo inmediatamente que era yo, sus enormes orbes oscuros me lo dijeron en el momento que mis pies tocaron esta tierra. Al paso de los días la primera conversación de varias, se dio, su nombre era Navine, le faltaban unos cuantos meses para cumplir 17 y vivía con sus abuelos enfermos en lo más alto del sitio. 
    Respondí a unas cuantas dudas, llamando mi atención un par de preguntas. *

    — ¿Eres la muerte?
    — Tal vez. 
    — ¿Veré a mi madre cuando muera?
    — Tal vez.

    *Esa fue mi contestación, seguí mi camino a casa y lo vi quedarse atrás, dio media vuelta con una sonrisa tímida en los labios, marchándose de nuevo a su destino con un tal vez que salió de mi boca.  El tiempo no se detuvo, las noches se hicieron cortas y la presencia de Navine hacía falta, me acostumbré a sus preguntas e historias infantiles, no pude evitar preocuparme, desvaneciendo mi cuerpo, tomé el viento como medio de transporte, siendo ese humo ligero guiada por el sendero y las pequeñas luces de las luciérnagas que danzaban armoniosamente, entré por las rejillas de aquella casa vieja y apolillada, el joven estaba postrado sobre una cama individual, ambos abuelos oraban por su sanación. 

    El alado que lo protegía no me permitió acercarme a él, el ser el rey demonio de las almas perdidas me limitaba a muchas cosas, tomé la apariencia de aquella madre amorosa de la que me habló, permitiendo que solo esos ojos oscuros pudieran ver, las palabras de aliento salieron, confortando los últimos instantes de vida en esta tierra del menor. El alado que seguía tomando la mano del Navine, estaba confundido, yo era un demonio, que estaba a la presencia de un alma pura, el joven mortal sonrió viéndome, soltó aquel aliento largo y pocos segundos después se fue. El llanto de los abuelos se dejó escuchar, primero su hija y ahora su adorado nieto. 

    Yo, solo me mantuve unos cuantos días ahí, después... seguí mi camino, como de costumbre. *
    *Hace años conocí a un mortal peculiar, se lograba distinguir entre miles de ellos, los aldeanos decían que fue marcado por Dios debido a su don; sin embargo, era despreciado por dicha manera de ser. Logré establecerme por unos cuantos meses en aquel lugar, donde viví en concordia, el joven era bastante curioso, más de una ocasión me di cuenta de su presencia, siguiéndome sigilosamente, a cualquier lugar al que iba, supo inmediatamente que era yo, sus enormes orbes oscuros me lo dijeron en el momento que mis pies tocaron esta tierra. Al paso de los días la primera conversación de varias, se dio, su nombre era Navine, le faltaban unos cuantos meses para cumplir 17 y vivía con sus abuelos enfermos en lo más alto del sitio.  Respondí a unas cuantas dudas, llamando mi atención un par de preguntas. * — ¿Eres la muerte? — Tal vez.  — ¿Veré a mi madre cuando muera? — Tal vez. *Esa fue mi contestación, seguí mi camino a casa y lo vi quedarse atrás, dio media vuelta con una sonrisa tímida en los labios, marchándose de nuevo a su destino con un tal vez que salió de mi boca.  El tiempo no se detuvo, las noches se hicieron cortas y la presencia de Navine hacía falta, me acostumbré a sus preguntas e historias infantiles, no pude evitar preocuparme, desvaneciendo mi cuerpo, tomé el viento como medio de transporte, siendo ese humo ligero guiada por el sendero y las pequeñas luces de las luciérnagas que danzaban armoniosamente, entré por las rejillas de aquella casa vieja y apolillada, el joven estaba postrado sobre una cama individual, ambos abuelos oraban por su sanación.  El alado que lo protegía no me permitió acercarme a él, el ser el rey demonio de las almas perdidas me limitaba a muchas cosas, tomé la apariencia de aquella madre amorosa de la que me habló, permitiendo que solo esos ojos oscuros pudieran ver, las palabras de aliento salieron, confortando los últimos instantes de vida en esta tierra del menor. El alado que seguía tomando la mano del Navine, estaba confundido, yo era un demonio, que estaba a la presencia de un alma pura, el joven mortal sonrió viéndome, soltó aquel aliento largo y pocos segundos después se fue. El llanto de los abuelos se dejó escuchar, primero su hija y ahora su adorado nieto.  Yo, solo me mantuve unos cuantos días ahí, después... seguí mi camino, como de costumbre. *
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  • "Mi personalidad no va a cambiar
    Porque alguien diga cómo tengo que actuar
    Pero yo no permito que a mí nadie me mande
    Yo no soy el hijo de Hernández
    No voy a ser otro porque a usted le conviene
    Y aunque mi declaración me condene
    Sé quien soy y ande donde ande
    Yo no soy el hijo de Hernández"

    (https://youtu.be/QSV_U2DAweY?si=EyIDpJYrHljpG-HH)
    "Mi personalidad no va a cambiar Porque alguien diga cómo tengo que actuar Pero yo no permito que a mí nadie me mande Yo no soy el hijo de Hernández No voy a ser otro porque a usted le conviene Y aunque mi declaración me condene Sé quien soy y ande donde ande Yo no soy el hijo de Hernández" (https://youtu.be/QSV_U2DAweY?si=EyIDpJYrHljpG-HH)
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