• En las vísperas de estas fiestas quería aprovechar de agradecer por estar aquí.

    Un regalo llegó por adelantado, desde que entré al mundo de Ficrol, para mi sorpresa en esta plataforma encontré gente maravillosa con las que hemos creado historias que me han mantenido en vela durante toda una noche por la ansiedad de saber que pasará, me han sacado risas y también una que otra lagrimita.

    Ha sido un lugar que me ha ayudado a sortear días difíciles. Que increíble lo que puede hacer una buen relato ¿no?

    Mi deseo para todos ustedes es que siempre puedan encontrar un espacio en donde sientan que pertenecen

    A todxs con lxs que roleo habitualmente y lxs que vendrán: Gracias, gracias, gracias!

    - de parte de Liz y la user ♥


    En las vísperas de estas fiestas quería aprovechar de agradecer por estar aquí. Un regalo llegó por adelantado, desde que entré al mundo de Ficrol, para mi sorpresa en esta plataforma encontré gente maravillosa con las que hemos creado historias que me han mantenido en vela durante toda una noche por la ansiedad de saber que pasará, me han sacado risas y también una que otra lagrimita. Ha sido un lugar que me ha ayudado a sortear días difíciles. Que increíble lo que puede hacer una buen relato ¿no? Mi deseo para todos ustedes es que siempre puedan encontrar un espacio en donde sientan que pertenecen A todxs con lxs que roleo habitualmente y lxs que vendrán: Gracias, gracias, gracias! - de parte de Liz y la user ♥
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    𝐅𝐨𝐭𝐨𝐠𝐫𝐚𝐟𝐢́𝐚𝐬, 𝐝𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐬𝐞 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞𝐧 𝐫𝐞𝐩𝐞𝐭𝐢𝐫.

    𝐂𝐚𝐧𝐨𝐧

    Cuando el joven Maximillian escapó de su hogar, apenas tuvo tiempo de reunir unas pocas pertenencias. Entre armas viejas y harapos desgastados, rescató lo único que realmente importaba: una fotografía. A primera vista, era apenas un papel gastado y descolorido, con los bordes maltratados por el tiempo y los viajes. Pero para Maximillian, aquella imagen era un ancla, un pedazo irremplazable de su historia.

    En la fotografía aparecía él, un niño pequeño de rostro marcado por el polvo y las lágrimas, abrazado por la única figura que había sido su refugio: su abuelo. Era más joven en esa imagen, aunque ya portaba su imponente cabellera plateada y aquella mirada severa, pero bondadosa. El día capturado en esa instantánea fue un momento donde todo pudo haber terminado: un Maximillian demasiado curioso y torpe había terminado en un aprieto mortal, pero su abuelo llegó justo a tiempo para salvarlo. La escena quedó sellada en esa foto, que luego conservaron como una especie de chiste familiar, un símbolo de la cercanía que los unía.

    Pero ahora, ya no quedaban más bromas. El abuelo había caído tiempo después, arrebatado por el consulado en un acto de traición que dejó a Maximillian con lágrimas en los ojos y el corazón endurecido. Aquel último recuerdo feliz —un rescate, una sonrisa, y una mano fuerte que lo sostenía— era todo lo que le quedaba.

    Desde entonces, Maximillian nunca partía sin observar aquella fotografía una vez más. Cada arruga y mancha le devolvía las palabras de su abuelo:
    —“Nunca te perderás mientras puedas recordar de dónde vienes.”

    Ahora, bajo el nombre de Corvus, el narrador de historias y maestro de ilusiones, aquella fotografía seguía con él. Antes de subir al escenario, donde las luces y sombras daban forma a su magia, la sacaba con cuidado. La mirada de su abuelo en la imagen seguía dándole fuerzas, como si lo alentara a seguir adelante.

    Los espectadores lo veían como un cuentacuentos excéntrico, un ilusionista astuto que podía hechizarlos con una sonrisa enigmática y relatos que parecían demasiado reales. Pero cuando las cortinas caían y la audiencia se desvanecía en la noche, Corvus volvía a sostener aquella fotografía, sus dedos recorriendo con ternura la imagen del hombre que le enseñó a sobrevivir.

    Porque aquella foto no era solo un recuerdo; era su promesa. Una promesa de que seguiría contando historias, seguiría sobreviviendo y que, de algún modo, el abuelo seguiría vivo en cada palabra que él susurrara al viento.
    𝐅𝐨𝐭𝐨𝐠𝐫𝐚𝐟𝐢́𝐚𝐬, 𝐝𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐬𝐞 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞𝐧 𝐫𝐞𝐩𝐞𝐭𝐢𝐫. 𝐂𝐚𝐧𝐨𝐧 Cuando el joven Maximillian escapó de su hogar, apenas tuvo tiempo de reunir unas pocas pertenencias. Entre armas viejas y harapos desgastados, rescató lo único que realmente importaba: una fotografía. A primera vista, era apenas un papel gastado y descolorido, con los bordes maltratados por el tiempo y los viajes. Pero para Maximillian, aquella imagen era un ancla, un pedazo irremplazable de su historia. En la fotografía aparecía él, un niño pequeño de rostro marcado por el polvo y las lágrimas, abrazado por la única figura que había sido su refugio: su abuelo. Era más joven en esa imagen, aunque ya portaba su imponente cabellera plateada y aquella mirada severa, pero bondadosa. El día capturado en esa instantánea fue un momento donde todo pudo haber terminado: un Maximillian demasiado curioso y torpe había terminado en un aprieto mortal, pero su abuelo llegó justo a tiempo para salvarlo. La escena quedó sellada en esa foto, que luego conservaron como una especie de chiste familiar, un símbolo de la cercanía que los unía. Pero ahora, ya no quedaban más bromas. El abuelo había caído tiempo después, arrebatado por el consulado en un acto de traición que dejó a Maximillian con lágrimas en los ojos y el corazón endurecido. Aquel último recuerdo feliz —un rescate, una sonrisa, y una mano fuerte que lo sostenía— era todo lo que le quedaba. Desde entonces, Maximillian nunca partía sin observar aquella fotografía una vez más. Cada arruga y mancha le devolvía las palabras de su abuelo: —“Nunca te perderás mientras puedas recordar de dónde vienes.” Ahora, bajo el nombre de Corvus, el narrador de historias y maestro de ilusiones, aquella fotografía seguía con él. Antes de subir al escenario, donde las luces y sombras daban forma a su magia, la sacaba con cuidado. La mirada de su abuelo en la imagen seguía dándole fuerzas, como si lo alentara a seguir adelante. Los espectadores lo veían como un cuentacuentos excéntrico, un ilusionista astuto que podía hechizarlos con una sonrisa enigmática y relatos que parecían demasiado reales. Pero cuando las cortinas caían y la audiencia se desvanecía en la noche, Corvus volvía a sostener aquella fotografía, sus dedos recorriendo con ternura la imagen del hombre que le enseñó a sobrevivir. Porque aquella foto no era solo un recuerdo; era su promesa. Una promesa de que seguiría contando historias, seguiría sobreviviendo y que, de algún modo, el abuelo seguiría vivo en cada palabra que él susurrara al viento.
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  • ━━━༻❁༺━━━━━━━━━━━━
    Cuánto tiempo. . . Aliada. . .

    [ A través de los míticos y largos años, los ancianos narraban con voces quebradas historias de una Reina Escarlata, historias de una Reina que conquistó, con el furor de su espada, un reino opresivo y esclavista. Lo irónico es que subyugó a quienes la habían subyugado. Según los relatos transmitidos de boca en boca por tiempo de dias y largura de noches, esta reina era la única llama de sangre, una raza sumamente poderosa que fue tachada de brujos y herejes, enseguida perseguída, esclavizada y casi aniquilada.

    Se decía que su poder era tan inmenso que podía doblegar a los más fuertes con solo una mirada, una mirada de llama, porque ese era su poder, la llama.

    Sin embargo, parecía que desde las profundidades de la oscuridad, se urdían planes meticulosos, cada movimiento de la pelirroja reina fue calculado con precisión por algo. La reina escarlata, aunque poderosa, no estaba sola en su lucha. Fuerzas invisibles guiaban su camino, asegurándose de que cada obstáculo fuera superado, cada enemigo derrotado. Era como si un maestro titiritero dirigiera una obra épica, o como si un celebre pintor ilustrara un cuadro, donde la reina era la protagonista, pero no la única arquitecta de su destino. En las sombras, el verdadero artífice del triunfo observaba, satisfecho con el desenlace de su manipulada trama.

    Al menos, estas eran las teorías de conspiración que se desplegaban por la población. Las calles murmullos, cada rincón albergaba una nueva versión de los eventos. Lo que comenzó como simples rumores, pronto se convirtió en una narrativa colectiva, donde cada persona añadía su propio toque, haciendo que la leyenda de la reina escarlata y su enigmático benefactor pareciera más tangible, más auténtica. En cada relato, la línea entre la realidad y la ficción se desdibujaba, alimentando la imaginación de todos aquellos que escuchaban.

    La reina escarlata ahora estaba asentada en su trono de gloria, rodeada por el resplandor de su victoria. Sin embargo, en lo más profundo de su ser, sabía que debía regresar a Gazú, su benefactor en las sombras. Ahora, con la corona sobre su cabeza y el reino a sus pies, sentía la necesidad de rendir homenaje a quien había sido su guía y protector. Gazú, Maestro de las sombras, Maestro titiritero y Pintor del Cuadro, había sido fundamental en su ascenso.

    ¿Cómo será ese reencuentro de Aliados? ¿El tiempo ha apañado su alianza? ¿Porque hubo un silencio entre ambos?

    La respuesta como siempre. . . . La dará el tiempo ]

    𝑬𝒍𝒊𝒛𝒂𝒃𝒆𝒕𝒉 ✴ 𝑩𝒍𝒐𝒐𝒅𝒇𝒍𝒂𝒎𝒆
    ━━━༻❁༺━━━━━━━━━━━━ 🌹 Cuánto tiempo. . . Aliada. . . [ A través de los míticos y largos años, los ancianos narraban con voces quebradas historias de una Reina Escarlata, historias de una Reina que conquistó, con el furor de su espada, un reino opresivo y esclavista. Lo irónico es que subyugó a quienes la habían subyugado. Según los relatos transmitidos de boca en boca por tiempo de dias y largura de noches, esta reina era la única llama de sangre, una raza sumamente poderosa que fue tachada de brujos y herejes, enseguida perseguída, esclavizada y casi aniquilada. Se decía que su poder era tan inmenso que podía doblegar a los más fuertes con solo una mirada, una mirada de llama, porque ese era su poder, la llama. Sin embargo, parecía que desde las profundidades de la oscuridad, se urdían planes meticulosos, cada movimiento de la pelirroja reina fue calculado con precisión por algo. La reina escarlata, aunque poderosa, no estaba sola en su lucha. Fuerzas invisibles guiaban su camino, asegurándose de que cada obstáculo fuera superado, cada enemigo derrotado. Era como si un maestro titiritero dirigiera una obra épica, o como si un celebre pintor ilustrara un cuadro, donde la reina era la protagonista, pero no la única arquitecta de su destino. En las sombras, el verdadero artífice del triunfo observaba, satisfecho con el desenlace de su manipulada trama. Al menos, estas eran las teorías de conspiración que se desplegaban por la población. Las calles murmullos, cada rincón albergaba una nueva versión de los eventos. Lo que comenzó como simples rumores, pronto se convirtió en una narrativa colectiva, donde cada persona añadía su propio toque, haciendo que la leyenda de la reina escarlata y su enigmático benefactor pareciera más tangible, más auténtica. En cada relato, la línea entre la realidad y la ficción se desdibujaba, alimentando la imaginación de todos aquellos que escuchaban. La reina escarlata ahora estaba asentada en su trono de gloria, rodeada por el resplandor de su victoria. Sin embargo, en lo más profundo de su ser, sabía que debía regresar a Gazú, su benefactor en las sombras. Ahora, con la corona sobre su cabeza y el reino a sus pies, sentía la necesidad de rendir homenaje a quien había sido su guía y protector. Gazú, Maestro de las sombras, Maestro titiritero y Pintor del Cuadro, había sido fundamental en su ascenso. ¿Cómo será ese reencuentro de Aliados? ¿El tiempo ha apañado su alianza? ¿Porque hubo un silencio entre ambos? La respuesta como siempre. . . . La dará el tiempo ] [Liz_bloodFlame] 🌹
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  • https://youtu.be/HlF0EokynRg?si=UBIMSlqo1d6YU78T

    {MonoRol} Parte 1. { La oveja. }

    Monstruo, lamebotas, desalmado, miserable, bastardo, engendro de vileza, sabandija, desgraciado, escoria, perro rastrero, sangano, pez muerto, carroñero, gaznápiro presuntuoso, chambergo sin decoro, víbora de sonrisa pérfida...

    Esos y aún más, los insultos, los calificativos despectivos que Knight ha recibido de los demás por su obligada labor eterna. Por que sí, a pesar de haber cometido los crímenes más atroces contra la humanidad, todos absolutamente todos los culpables deben ser sometidos a juicio y con ello, tener un abogado. Ahí es donde entra Constantine Knight, el abogado de aquellos que nadie desea defender. Aquel que no importa lo cruel de los actos, leerá el informe de principio a fin, revisará minuciosamente fotografías, evidencias y testimonios, todo lo que sea necesario para encontrar una grieta, una oportunidad de tal vez no salvación, pero si una condena menos severa.

    No es por placer, mucho menos morbo; Knight no tiene un alma que le permita conocer ese tipo de inclinaciones con intenciones ocultas. Fue creado específicamente para ese trabajo, siendo él quien despues de los acontecimientos de cierto traidor Bíblico fue creado gracias a la idea colectiva de la gente.

    Y obviamente, lhay ideas son a prueba del tiempo, continentes, genero, edad o religión.

    Pero entonces, vino la particularidad; un caso que llegó a su responsabilidad que marcaría un antes y un después en Knight.

    "Femenina de entre los 25 y 28 años"
    Claro, no sería la primera vez que representa a una mujer.
    "Ella ha confesado el asesinato de más de diez hombres desaparecidos."
    Ahi, la mente de Knight comenzó a maquinar, no era especial, muchos confiezan sus crímenes por motivos específicos.
    "Además, se le declara autora intelectual del envenenamiento de 20 hombres del cuartel general *Delta*, el incendio en el bar de caballeros *Foxxxy* en donde 8 hombres fallecieron y para terminar, la desaparición de un camión de estudiantes de una escuela solo para varones. "

    En este punto, era mas que obvio.
    Eran solo victimas masculinas, de edades entre los 21 y los 40 años de edad.

    No habia mucho que decir, ella ya no deseaba un proceso largo y tedioso solo esperaba poder elegir su "última" comida con sus condiciones predilectas y ya.
    Cada que alguien le preguntaba, ella solo respondia con una serie de nombres femeninos, como si fuese una especie de mantra.


    Aceptó a ver a Knight, por obligación, trámite y cierta formalidad.
    Una mujer de no mas del metro sesenta... tal vez sesenta y cinco, pero no más; facciones algo cuadradas, claramente hija de inmigrantes de otro pais, cabellos con varias tonalidades de rubio, labios partidos y blancos, ojos azules de mirada muy expresiva, podria decirse incluso que sus ojos eran saltones, con severas ojeras y parpados delgados que dejaban ver algunas venas, asi como algunas espinillas producto de estres y cambios hormonales.

    Las manos asperas, las uñas pequeñas y chuecas, los dedos con padrastros y zonas de carne roja, dejando en evidencia habitos de morder uñas y quitarse la piel.

    Cuerpo emcorvado, manos al frente, una peculiar humildad e inocencia que haria a mas de uno dudar que ella ha cometido aquellos crímenes con total conocimiento.

    — No pierda su tiempo en mi, en cuanto pueda, me voy a declarar culpable. Quiero, que me declares culpable, pero también quiero... que expliques quienes fueron ellos, todos los que asesiné y que todos sepan, que no lo hice por orgullo, si no para ayudar. —

    Surreal, apenas si Knight estaba por hacer las formalidades de presentarse, hablar y explicar la situación, cuanso ya habia sido recibido con órdenes.
    ¿Le molestaba? No.
    Era mejor asi.

    ———Entendido.
    Respondió Knight, sacando de su maletín una pequeña maquina de escribir y papel, se preparaba para tomar nota de todo lo que estaba por escuchar.
    Sería una noche larga, en donde incluso el psiquiatra con la mente menos permeable podria sufrir pesadillas.

    Y así, comenzó el relato de la oveja forzada a ser perro.
    https://youtu.be/HlF0EokynRg?si=UBIMSlqo1d6YU78T {MonoRol} Parte 1. { La oveja. } Monstruo, lamebotas, desalmado, miserable, bastardo, engendro de vileza, sabandija, desgraciado, escoria, perro rastrero, sangano, pez muerto, carroñero, gaznápiro presuntuoso, chambergo sin decoro, víbora de sonrisa pérfida... Esos y aún más, los insultos, los calificativos despectivos que Knight ha recibido de los demás por su obligada labor eterna. Por que sí, a pesar de haber cometido los crímenes más atroces contra la humanidad, todos absolutamente todos los culpables deben ser sometidos a juicio y con ello, tener un abogado. Ahí es donde entra Constantine Knight, el abogado de aquellos que nadie desea defender. Aquel que no importa lo cruel de los actos, leerá el informe de principio a fin, revisará minuciosamente fotografías, evidencias y testimonios, todo lo que sea necesario para encontrar una grieta, una oportunidad de tal vez no salvación, pero si una condena menos severa. No es por placer, mucho menos morbo; Knight no tiene un alma que le permita conocer ese tipo de inclinaciones con intenciones ocultas. Fue creado específicamente para ese trabajo, siendo él quien despues de los acontecimientos de cierto traidor Bíblico fue creado gracias a la idea colectiva de la gente. Y obviamente, lhay ideas son a prueba del tiempo, continentes, genero, edad o religión. Pero entonces, vino la particularidad; un caso que llegó a su responsabilidad que marcaría un antes y un después en Knight. "Femenina de entre los 25 y 28 años" Claro, no sería la primera vez que representa a una mujer. "Ella ha confesado el asesinato de más de diez hombres desaparecidos." Ahi, la mente de Knight comenzó a maquinar, no era especial, muchos confiezan sus crímenes por motivos específicos. "Además, se le declara autora intelectual del envenenamiento de 20 hombres del cuartel general *Delta*, el incendio en el bar de caballeros *Foxxxy* en donde 8 hombres fallecieron y para terminar, la desaparición de un camión de estudiantes de una escuela solo para varones. " En este punto, era mas que obvio. Eran solo victimas masculinas, de edades entre los 21 y los 40 años de edad. No habia mucho que decir, ella ya no deseaba un proceso largo y tedioso solo esperaba poder elegir su "última" comida con sus condiciones predilectas y ya. Cada que alguien le preguntaba, ella solo respondia con una serie de nombres femeninos, como si fuese una especie de mantra. Aceptó a ver a Knight, por obligación, trámite y cierta formalidad. Una mujer de no mas del metro sesenta... tal vez sesenta y cinco, pero no más; facciones algo cuadradas, claramente hija de inmigrantes de otro pais, cabellos con varias tonalidades de rubio, labios partidos y blancos, ojos azules de mirada muy expresiva, podria decirse incluso que sus ojos eran saltones, con severas ojeras y parpados delgados que dejaban ver algunas venas, asi como algunas espinillas producto de estres y cambios hormonales. Las manos asperas, las uñas pequeñas y chuecas, los dedos con padrastros y zonas de carne roja, dejando en evidencia habitos de morder uñas y quitarse la piel. Cuerpo emcorvado, manos al frente, una peculiar humildad e inocencia que haria a mas de uno dudar que ella ha cometido aquellos crímenes con total conocimiento. — No pierda su tiempo en mi, en cuanto pueda, me voy a declarar culpable. Quiero, que me declares culpable, pero también quiero... que expliques quienes fueron ellos, todos los que asesiné y que todos sepan, que no lo hice por orgullo, si no para ayudar. — Surreal, apenas si Knight estaba por hacer las formalidades de presentarse, hablar y explicar la situación, cuanso ya habia sido recibido con órdenes. ¿Le molestaba? No. Era mejor asi. ———Entendido. Respondió Knight, sacando de su maletín una pequeña maquina de escribir y papel, se preparaba para tomar nota de todo lo que estaba por escuchar. Sería una noche larga, en donde incluso el psiquiatra con la mente menos permeable podria sufrir pesadillas. Y así, comenzó el relato de la oveja forzada a ser perro.
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  • 〔«No temes mostrar tus sentimientos, el cómo eres. No ocultas tu esencia tras una máscara, eres real. Y por ello, mantendré mi lucha si así, logro que dejes de mirar al pasado y puedes alzar la mirada hacia el presente.»

    —…

    «Temes el cambio, pero has de confiar. Sin él no podrás abrir los ojos, no podrás ver lo que verdaderamente te rodea, alcanzar lo que deseas. ¿No ansías, pues, elevar tus hojas a las estrellas?»

    —Las luces nocturnas nunca podré rozar… Se encuentran lejos, inalcanzables. Y aquel ojo que siempre me observa se ríe, divertida por la desgracia ajena.

    «La luna no es tu enemiga, pues su luz se encuentra iluminando tu camino. Es el reflejo de tu alma, tu espejo. ¿Por qué crees que su luz sólo ilumina tus hojas?»

    —Entonces… ¿Qué de hacer?

    «Tan solo deja que el viento te lleve a donde te quiera hacer llegar.»〕

    Cerró el libro con un leve clic y lo mantuvo entre sus manos, sus dedos deslizandose con delicadeza sobre la tapa como si acariciara un recuerdo querido. Levantó la mirada hacia él, sus ojos brillando con una mezcla de curiosidad y diversión, mientras una suave sonrisa curvaba sus labios.

    〈 —Relato de una Rosa Azul, by 12 year old me. 〉
    〔«No temes mostrar tus sentimientos, el cómo eres. No ocultas tu esencia tras una máscara, eres real. Y por ello, mantendré mi lucha si así, logro que dejes de mirar al pasado y puedes alzar la mirada hacia el presente.» —… «Temes el cambio, pero has de confiar. Sin él no podrás abrir los ojos, no podrás ver lo que verdaderamente te rodea, alcanzar lo que deseas. ¿No ansías, pues, elevar tus hojas a las estrellas?» —Las luces nocturnas nunca podré rozar… Se encuentran lejos, inalcanzables. Y aquel ojo que siempre me observa se ríe, divertida por la desgracia ajena. «La luna no es tu enemiga, pues su luz se encuentra iluminando tu camino. Es el reflejo de tu alma, tu espejo. ¿Por qué crees que su luz sólo ilumina tus hojas?» —Entonces… ¿Qué de hacer? «Tan solo deja que el viento te lleve a donde te quiera hacer llegar.»〕 Cerró el libro con un leve clic y lo mantuvo entre sus manos, sus dedos deslizandose con delicadeza sobre la tapa como si acariciara un recuerdo querido. Levantó la mirada hacia él, sus ojos brillando con una mezcla de curiosidad y diversión, mientras una suave sonrisa curvaba sus labios. 〈 —Relato de una Rosa Azul, by 12 year old me. 〉
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  • "𝕽𝖊𝖈𝖚𝖊𝖗𝖉𝖔𝖘 𝖉𝖊 𝖚𝖓 𝖅𝖔𝖗𝖗𝖔" (Memorias pasadas de Kazuo)

    La primera vez que Kazuo besó a alguien fue con un chico de la aldea más cercana a su hogar. Su madre lo alentaba a relacionarse con jóvenes de su edad, ahora que dominaba bien el lenguaje humano. Las chicas de su generación ya eran futuras esposas y amas de casa, por lo que no solían convivir con el grupo habitual de jóvenes solteros.

    Kazuo era arrebatadoramente hermoso, y, como era de esperar, no pasaba inadvertido para las mujeres, pero tampoco para los hombres. Aquella tarde se había quedado más tiempo en la aldea, saliendo y bebiendo algo en la posada local. Uno de los chicos del grupo, llamado Kayto, era alto como Kazuo, tenía ojos color avellana y una espalda más ancha que la del kitsune.

    Mientras el grupo avanzaba, Kazuo y Kayto se quedaron rezagados. El joven, algo ebrio, pasó un brazo por encima de los hombros del zorro para apoyarse en él. Kazuo, en cambio, apenas notaba el alcohol ingerido. De forma casi imprevista, Kayto usó su corpulento cuerpo para llevar a Kazuo hacia un callejón estrecho, entre dos edificios de madera. Allí lo atrapó, inmovilizándolo contra la pared con su cuerpo. En ese entonces, el yōkai no había experimentado ningún tipo de contacto físico.

    —¿Por qué eres tan hermoso? —inquirió Kayto en un susurro ronco, imponiendo su presencia sobre Kazuo.
    —¿Qué…? —respondió este, totalmente desorientado. No sabía qué estaba ocurriendo ni cómo reaccionar.

    Aunque sus padres, en los ocho años que llevaban juntos, le habían enseñado muchas cosas, jamás lo prepararon para una situación así, y menos aún con un chico.

    —Tus ojos… No puedo dejar de pensar en ellos —continuó Kayto, acercándose aún más. Sus labios apenas rozaban los de Kazuo mientras susurraba.

    Kazuo permanecía en silencio. No sabía qué hacer ni qué decir. Todo aquello era completamente nuevo para él, y la dominación que ejercía el joven sobre su inexperiencia era absoluta.

    Kayto aplacó la distancia y capturó los labios de Kazuo con un beso de forma rapaz. Este, sorprendido, se quedó inmóvil, con los ojos abiertos de par en par. ¿Qué era esto? ¿Por qué lo hacía? Además, eran dos chicos. Kazuo había oído hablar de los besos y el cortejo, pero siempre entre un hombre y una mujer. ¿Qué significaba esto?

    Poco a poco, comenzó a experimentar sensaciones desconocidas. Era cálido, húmedo… La lengua de Kayto se adentró con confianza en su boca, dominándola por completo. Se sintió extraño, pero también placentero, como cuando sus pies tocaban la hierba húmeda de la mañana. A eso olía Kayto: a hierba fresca y tierra, recordándole al bosque.

    Impulsado por un repentino subidón de adrenalina, Kazuo empujó a Kayto contra la pared opuesta, tomando ahora él el control. Lo besó con confianza, de forma salvaje y voraz. Kayto quedó cohibido ante el inesperado arrebato de Kazuo. Lo que no sabía era que, en el interior de Kazuo, latía una naturaleza salvaje. La magia arcana que fluía por sus venas intensificaba cada sensación, despertando al zorro que dormitaba en su interior y lo hacía reaccionar por puro instinto.

    Abrumado, Kayto lo apartó de forma brusca. Los ojos de Kazuo centelleaban con una mezcla de confusión y deseo. Ambos jadeaban, y durante unos segundos permanecieron en silencio.

    —A… aquí no ha pasado nada, rarito del bosque. ¿Vale? —dijo Kayto con voz mordaz—. Volvamos con los demás, y ni se te ocurre decir una palabra, si no quieres problemas.—

    Kazuo no respondió. Permaneció callado mientras Kayto salía del callejón y aceleraba el paso para reunirse con sus amigos. En ese momento comenzó a llover, y Kazuo permaneció en el callejón durante largos minutos, dejando que el agua empapara su cabello, mientras la tinta negra se deslizaba, revelando su verdadero color plateado.

    Solo salió del callejón cuando se aseguró de que no había nadie por las calles. Su madre siempre le había insistido en ocultar su cabello, plateado como la luna, para no llamar la atención y evitar problemas. Pero, incluso siendo cuidadoso, los problemas le habían encontrado.

    Así fue su primer beso: robado, sin amor; un beso que entregó sin reservas, pero que se convirtió en un recuerdo amargo.

    Bajo la densa lluvia, Kazuo caminaba perdido en sus pensamientos. Se preguntaba qué había hecho mal, si lo que había ocurrido era normal y qué pasaría a partir de entonces. Sin embargo, todos esos pensamientos se desvanecieron cuando el olor metálico de la sangre invadió sus sentidos, alojándose pesadamente en la parte trasera de su paladar.

    —Mamá… Papá… —susurró mientras empezaba a acelerar el paso—. Shouta… Masaru…

    Kazuo comenzó a correr frenéticamente. La lluvia no cesaba; Caía con más intensidad, pero no era suficiente para disipar el olor penetrante de sangre que venía de su hogar.

    ———————————————————————

    Continuación de relato;

    Venganza Parte 1;
    https://ficrol.com/posts/187508

    Venganza Parte 2;
    https://ficrol.com/posts/194855


    "𝕽𝖊𝖈𝖚𝖊𝖗𝖉𝖔𝖘 𝖉𝖊 𝖚𝖓 𝖅𝖔𝖗𝖗𝖔" (Memorias pasadas de Kazuo) La primera vez que Kazuo besó a alguien fue con un chico de la aldea más cercana a su hogar. Su madre lo alentaba a relacionarse con jóvenes de su edad, ahora que dominaba bien el lenguaje humano. Las chicas de su generación ya eran futuras esposas y amas de casa, por lo que no solían convivir con el grupo habitual de jóvenes solteros. Kazuo era arrebatadoramente hermoso, y, como era de esperar, no pasaba inadvertido para las mujeres, pero tampoco para los hombres. Aquella tarde se había quedado más tiempo en la aldea, saliendo y bebiendo algo en la posada local. Uno de los chicos del grupo, llamado Kayto, era alto como Kazuo, tenía ojos color avellana y una espalda más ancha que la del kitsune. Mientras el grupo avanzaba, Kazuo y Kayto se quedaron rezagados. El joven, algo ebrio, pasó un brazo por encima de los hombros del zorro para apoyarse en él. Kazuo, en cambio, apenas notaba el alcohol ingerido. De forma casi imprevista, Kayto usó su corpulento cuerpo para llevar a Kazuo hacia un callejón estrecho, entre dos edificios de madera. Allí lo atrapó, inmovilizándolo contra la pared con su cuerpo. En ese entonces, el yōkai no había experimentado ningún tipo de contacto físico. —¿Por qué eres tan hermoso? —inquirió Kayto en un susurro ronco, imponiendo su presencia sobre Kazuo. —¿Qué…? —respondió este, totalmente desorientado. No sabía qué estaba ocurriendo ni cómo reaccionar. Aunque sus padres, en los ocho años que llevaban juntos, le habían enseñado muchas cosas, jamás lo prepararon para una situación así, y menos aún con un chico. —Tus ojos… No puedo dejar de pensar en ellos —continuó Kayto, acercándose aún más. Sus labios apenas rozaban los de Kazuo mientras susurraba. Kazuo permanecía en silencio. No sabía qué hacer ni qué decir. Todo aquello era completamente nuevo para él, y la dominación que ejercía el joven sobre su inexperiencia era absoluta. Kayto aplacó la distancia y capturó los labios de Kazuo con un beso de forma rapaz. Este, sorprendido, se quedó inmóvil, con los ojos abiertos de par en par. ¿Qué era esto? ¿Por qué lo hacía? Además, eran dos chicos. Kazuo había oído hablar de los besos y el cortejo, pero siempre entre un hombre y una mujer. ¿Qué significaba esto? Poco a poco, comenzó a experimentar sensaciones desconocidas. Era cálido, húmedo… La lengua de Kayto se adentró con confianza en su boca, dominándola por completo. Se sintió extraño, pero también placentero, como cuando sus pies tocaban la hierba húmeda de la mañana. A eso olía Kayto: a hierba fresca y tierra, recordándole al bosque. Impulsado por un repentino subidón de adrenalina, Kazuo empujó a Kayto contra la pared opuesta, tomando ahora él el control. Lo besó con confianza, de forma salvaje y voraz. Kayto quedó cohibido ante el inesperado arrebato de Kazuo. Lo que no sabía era que, en el interior de Kazuo, latía una naturaleza salvaje. La magia arcana que fluía por sus venas intensificaba cada sensación, despertando al zorro que dormitaba en su interior y lo hacía reaccionar por puro instinto. Abrumado, Kayto lo apartó de forma brusca. Los ojos de Kazuo centelleaban con una mezcla de confusión y deseo. Ambos jadeaban, y durante unos segundos permanecieron en silencio. —A… aquí no ha pasado nada, rarito del bosque. ¿Vale? —dijo Kayto con voz mordaz—. Volvamos con los demás, y ni se te ocurre decir una palabra, si no quieres problemas.— Kazuo no respondió. Permaneció callado mientras Kayto salía del callejón y aceleraba el paso para reunirse con sus amigos. En ese momento comenzó a llover, y Kazuo permaneció en el callejón durante largos minutos, dejando que el agua empapara su cabello, mientras la tinta negra se deslizaba, revelando su verdadero color plateado. Solo salió del callejón cuando se aseguró de que no había nadie por las calles. Su madre siempre le había insistido en ocultar su cabello, plateado como la luna, para no llamar la atención y evitar problemas. Pero, incluso siendo cuidadoso, los problemas le habían encontrado. Así fue su primer beso: robado, sin amor; un beso que entregó sin reservas, pero que se convirtió en un recuerdo amargo. Bajo la densa lluvia, Kazuo caminaba perdido en sus pensamientos. Se preguntaba qué había hecho mal, si lo que había ocurrido era normal y qué pasaría a partir de entonces. Sin embargo, todos esos pensamientos se desvanecieron cuando el olor metálico de la sangre invadió sus sentidos, alojándose pesadamente en la parte trasera de su paladar. —Mamá… Papá… —susurró mientras empezaba a acelerar el paso—. Shouta… Masaru… Kazuo comenzó a correr frenéticamente. La lluvia no cesaba; Caía con más intensidad, pero no era suficiente para disipar el olor penetrante de sangre que venía de su hogar. ——————————————————————— Continuación de relato; Venganza Parte 1; https://ficrol.com/posts/187508 Venganza Parte 2; https://ficrol.com/posts/194855
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  • ℌ𝔦𝔡𝔢 𝔞𝔫𝔡 𝔖𝔢𝔢𝔨 (c/Calamitus)
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    ㅤCurioso rumor circulaba de boca en boca estos últimos días, moviéndose entre susurros deformados del bajo mundo dónde las atrocidades más grandes se mostraban orgullosas, pero por debajo de la mesa, las palabras que hablaban de él se movían con cautela, como si mencionarlo estuviera prohibido, como si el que lo supiera estuviera condenado.

    ㅤPor los bosques cercanos los no muertos por la noche merodeaban, almas que no encontraban su descanso se alimentaban de aquellos que temían a lo que en la oscuridad acechaba. Marionetas fúnebres y almas que se deslizaban llenas con resentimiento dejando una estela de aroma fétido a su paso, listos para abalanzarse contra el primer desafortunado que perdía los pasos a casa, así habían sido los últimos cien años, tierra de muertos que los dioses no deseaban tocar, pues era mejor tenerlos allí que dispersar fantasmas y espíritus a una ciudad que había perdido la habilidad de lidiar con ellos en los últimos dos milenios.

    ㅤPero los rumores no iban de las criaturas nocturnas que allí eran olvidadas, iba más bien de lo que se había descubierto hace poco tiempo, aquello que nadie sabía desde hace cuánto había estado sucediendo, pero sin duda cuando las cosas se dieron a conocer, más de un cuerpo tembló en su lugar.

    ㅤ¿Cómo podría explicarlo?¿Quién podría explicarlo? Las voces que llegaban eran bajas y temblorosas, pero lo que Lixue había escuchado era algo parecido a un mito, pues las palabras no eran claras pero rezaban sobre cómo aquello que habitaba en las penumbras eran aterrorizados por algo más grande, más peligroso que la propia muerte. Todas las historias iniciaban con el relato de un joven extranjero, que perdido en altas horas de la madrugada decidió usar el bosque como su atajo, escéptico de las leyendas, no creía en fantasmas, pero a medio camino algo lo interceptó, espíritus furiosos que se atravesaron en su camino, decapitados y descorazonados, fantasmas que parecieron morir en formas horribles querían unir al muchacho a aquel desafortunado grupo, pero tal como aparecieron, tal se desvanecieron, el joven suspiró aliviado, pero aquel aliento fue devuelto y contenido en su pecho junto con cada latido de su corazón… Aquí es dónde la historia varía y las voces se desaniman.

    ㅤAlgunos dicen que el joven salió de aquel bosque gritando aterrado, diciendo que había una criatura de cinco metros que quiso devorarlo, otros dicen que fue arrojado de entre los árboles y que entre las oscuridad de aquel lugar unos ojos rojos los observaban desde unos respetables tres metros. Muchos especulan de que se trata, ¿un demonio?¿Una criatura mágica?¿un hombre lobo? Sea lo que sea, ahora estaba en los musitos de todos, esa criatura que era capaz de espantar a aquellos que no tienen miedo, de ahuyentar la muerte y atravesar la oscuridad.

    ㅤTodos querían saber qué era pero nadie se atrevía a entrar a aquel lugar.

    ㅤO casi nadie.

    ㅤEn aquel bajo lugar, una figura parecía no pertenecer a aquel mundo. Una joven de cabello negro recogido en un peinado de corona poseía un aspecto fino y delicado, con una tez blanquecina que contrastaba elegante con el abanico negro en su mano. Parecía una muñeca de porcelana ajena a todo lo que ocurría a su alrededor. Pero aunque su vista no se levantaba de la copa de vino tinto, escuchaba con atención cada palabra, cada detalle, sonriendo en sus adentros.

    ㅤLixue… o debería decir, Yingzi, era una reconocida cazadora del mercado negro (no un mercado negro común, por supuesto, ella estaba aún más bajo de que eso) esperando con paciencia la llegada de un cliente, pero aunque se aproximaba un trabajo que dejaría una de sus mayores ganancias, no podía no pensar en la revelación que ante sus oídos ahora se develaba. ¿A qué criatura estarán haciendo referencia todos los cazafortunas de aquel espantoso lugar?

    ㅤFinalmente, al frente suyo, un hombre vestido de negro con ojos agraviados se presentó llegando por parte de Lixue, quién se suponia era su socio. El trabajo era sencillo, pero coincidentemente le llevaría al bosque de pesadilla, el pago sería doble ya que nadie dentro del negocio deseaba inmiscuir sus asuntos en aquel lugar, pero como Lixue pregaba con tanta facilidad, si el precio es justo, no hay tarea que no se pueda llevar a cabo y por supuesto, ahora tenía una excusa para adentrarse en lo profundo, fingiendo que tenía una asunto pendiente además de la curiosidad por aquella bestia.

    ㅤYingzi sonrió y tomó el pago asegurando que esa misma noche iniciaría su labor, levantándose despreocupada de la mesa, saludó y se retiró dejando aquel par de ojos, ahora atónitos detrás. No solo era la curiosidad la que le impulsaba a adelantar el plazo, saber que algo grande le esperaba en las sombras, algo que representaba un posible gran ingreso en su futuro provocaba que se mordiera el labio ante la impaciencia y expectativa.

    ㅤSolo eran cuarenta minutos hasta las afueras, y en todo ese tiempo el camino pareció alargarse hasta la eternidad, lograba divisar los árboles a lo lejos pero parecía nunca llegar a ellos.

    ㅤFinalmente, el aire pesaba y aquella sensación quería absorberla hasta lo más profundo, hasta el corazón de aquel lugar. Los vehículos no llegaban hasta allí, los hombres pasaban kilómetros lejos de aquella zona, pero LiXue había aprendido la discreción y aunque el espíritu de aquel zorro era de utilidad, pues poder adoptar otra forma era una ventaja en sus negocios, aún se colocó una máscara de zorro que cubría la mayor parte de su rostro.

    ㅤEl vestido no era el adecuado ni el usual para la ocasión, aún así creía que no sería molestia aunque al adentrarse algunas ramas se atoraran en la inflada falda.

    ㅤEl silencio reinaba en el lugar, para nada lo habitual según lo que recordaba, los lamentos que en cada ocasión rondaban por el lugar esta vez se hacían notables gracias a su ausencia, el olor de las ánimas tampoco se infiltraba por su desarrollado olfato que podría distinguir a una persona en un kilómetro. Sin dudas algo había cambiado, pero lejos de alterarle, robó de sus labios una sonrisa, ¿En serio los muertos se ocultaban por miedo a algo más grande?

    ㅤEn silencio y con agilidad trepó a un árbol quedando a lo que lucian aproximadamente tres metros de altura, la visión mejoraba pero aún así su objetivo no estaba a la vista, y esa otra cosa tampoco; aunque si lo pensaba bien, no sabía ni siquiera como se veía.

    ㅤCon un talismán de contención en una mano, arrojó una cerilla encendida al suelo antes de materializar una daga mediana en su diestra libre. El suelo debajo empezaba a arder, la llama inicial era especial, alimentado con la energía de un núcleo de fuego era el cebo perfecto para las criaturas hambrientas de calor espiritual, o en su defecto, lo que sea que habitara ese lugar tendría que apresurarse si no deseaba que su hogar se redujera a cenizas. Sea cuál sea, LiXue miraba hacía abajo, con su figura oculta en las sombras, esperando con paciencia y expectativa el desarrollo de esta noche.

    Yan Zhan Xie
    ㅤCurioso rumor circulaba de boca en boca estos últimos días, moviéndose entre susurros deformados del bajo mundo dónde las atrocidades más grandes se mostraban orgullosas, pero por debajo de la mesa, las palabras que hablaban de él se movían con cautela, como si mencionarlo estuviera prohibido, como si el que lo supiera estuviera condenado. ㅤPor los bosques cercanos los no muertos por la noche merodeaban, almas que no encontraban su descanso se alimentaban de aquellos que temían a lo que en la oscuridad acechaba. Marionetas fúnebres y almas que se deslizaban llenas con resentimiento dejando una estela de aroma fétido a su paso, listos para abalanzarse contra el primer desafortunado que perdía los pasos a casa, así habían sido los últimos cien años, tierra de muertos que los dioses no deseaban tocar, pues era mejor tenerlos allí que dispersar fantasmas y espíritus a una ciudad que había perdido la habilidad de lidiar con ellos en los últimos dos milenios. ㅤPero los rumores no iban de las criaturas nocturnas que allí eran olvidadas, iba más bien de lo que se había descubierto hace poco tiempo, aquello que nadie sabía desde hace cuánto había estado sucediendo, pero sin duda cuando las cosas se dieron a conocer, más de un cuerpo tembló en su lugar. ㅤ¿Cómo podría explicarlo?¿Quién podría explicarlo? Las voces que llegaban eran bajas y temblorosas, pero lo que Lixue había escuchado era algo parecido a un mito, pues las palabras no eran claras pero rezaban sobre cómo aquello que habitaba en las penumbras eran aterrorizados por algo más grande, más peligroso que la propia muerte. Todas las historias iniciaban con el relato de un joven extranjero, que perdido en altas horas de la madrugada decidió usar el bosque como su atajo, escéptico de las leyendas, no creía en fantasmas, pero a medio camino algo lo interceptó, espíritus furiosos que se atravesaron en su camino, decapitados y descorazonados, fantasmas que parecieron morir en formas horribles querían unir al muchacho a aquel desafortunado grupo, pero tal como aparecieron, tal se desvanecieron, el joven suspiró aliviado, pero aquel aliento fue devuelto y contenido en su pecho junto con cada latido de su corazón… Aquí es dónde la historia varía y las voces se desaniman. ㅤAlgunos dicen que el joven salió de aquel bosque gritando aterrado, diciendo que había una criatura de cinco metros que quiso devorarlo, otros dicen que fue arrojado de entre los árboles y que entre las oscuridad de aquel lugar unos ojos rojos los observaban desde unos respetables tres metros. Muchos especulan de que se trata, ¿un demonio?¿Una criatura mágica?¿un hombre lobo? Sea lo que sea, ahora estaba en los musitos de todos, esa criatura que era capaz de espantar a aquellos que no tienen miedo, de ahuyentar la muerte y atravesar la oscuridad. ㅤTodos querían saber qué era pero nadie se atrevía a entrar a aquel lugar. ㅤO casi nadie. ㅤEn aquel bajo lugar, una figura parecía no pertenecer a aquel mundo. Una joven de cabello negro recogido en un peinado de corona poseía un aspecto fino y delicado, con una tez blanquecina que contrastaba elegante con el abanico negro en su mano. Parecía una muñeca de porcelana ajena a todo lo que ocurría a su alrededor. Pero aunque su vista no se levantaba de la copa de vino tinto, escuchaba con atención cada palabra, cada detalle, sonriendo en sus adentros. ㅤLixue… o debería decir, Yingzi, era una reconocida cazadora del mercado negro (no un mercado negro común, por supuesto, ella estaba aún más bajo de que eso) esperando con paciencia la llegada de un cliente, pero aunque se aproximaba un trabajo que dejaría una de sus mayores ganancias, no podía no pensar en la revelación que ante sus oídos ahora se develaba. ¿A qué criatura estarán haciendo referencia todos los cazafortunas de aquel espantoso lugar? ㅤFinalmente, al frente suyo, un hombre vestido de negro con ojos agraviados se presentó llegando por parte de Lixue, quién se suponia era su socio. El trabajo era sencillo, pero coincidentemente le llevaría al bosque de pesadilla, el pago sería doble ya que nadie dentro del negocio deseaba inmiscuir sus asuntos en aquel lugar, pero como Lixue pregaba con tanta facilidad, si el precio es justo, no hay tarea que no se pueda llevar a cabo y por supuesto, ahora tenía una excusa para adentrarse en lo profundo, fingiendo que tenía una asunto pendiente además de la curiosidad por aquella bestia. ㅤYingzi sonrió y tomó el pago asegurando que esa misma noche iniciaría su labor, levantándose despreocupada de la mesa, saludó y se retiró dejando aquel par de ojos, ahora atónitos detrás. No solo era la curiosidad la que le impulsaba a adelantar el plazo, saber que algo grande le esperaba en las sombras, algo que representaba un posible gran ingreso en su futuro provocaba que se mordiera el labio ante la impaciencia y expectativa. ㅤSolo eran cuarenta minutos hasta las afueras, y en todo ese tiempo el camino pareció alargarse hasta la eternidad, lograba divisar los árboles a lo lejos pero parecía nunca llegar a ellos. ㅤFinalmente, el aire pesaba y aquella sensación quería absorberla hasta lo más profundo, hasta el corazón de aquel lugar. Los vehículos no llegaban hasta allí, los hombres pasaban kilómetros lejos de aquella zona, pero LiXue había aprendido la discreción y aunque el espíritu de aquel zorro era de utilidad, pues poder adoptar otra forma era una ventaja en sus negocios, aún se colocó una máscara de zorro que cubría la mayor parte de su rostro. ㅤEl vestido no era el adecuado ni el usual para la ocasión, aún así creía que no sería molestia aunque al adentrarse algunas ramas se atoraran en la inflada falda. ㅤEl silencio reinaba en el lugar, para nada lo habitual según lo que recordaba, los lamentos que en cada ocasión rondaban por el lugar esta vez se hacían notables gracias a su ausencia, el olor de las ánimas tampoco se infiltraba por su desarrollado olfato que podría distinguir a una persona en un kilómetro. Sin dudas algo había cambiado, pero lejos de alterarle, robó de sus labios una sonrisa, ¿En serio los muertos se ocultaban por miedo a algo más grande? ㅤEn silencio y con agilidad trepó a un árbol quedando a lo que lucian aproximadamente tres metros de altura, la visión mejoraba pero aún así su objetivo no estaba a la vista, y esa otra cosa tampoco; aunque si lo pensaba bien, no sabía ni siquiera como se veía. ㅤCon un talismán de contención en una mano, arrojó una cerilla encendida al suelo antes de materializar una daga mediana en su diestra libre. El suelo debajo empezaba a arder, la llama inicial era especial, alimentado con la energía de un núcleo de fuego era el cebo perfecto para las criaturas hambrientas de calor espiritual, o en su defecto, lo que sea que habitara ese lugar tendría que apresurarse si no deseaba que su hogar se redujera a cenizas. Sea cuál sea, LiXue miraba hacía abajo, con su figura oculta en las sombras, esperando con paciencia y expectativa el desarrollo de esta noche. [legend_malachite_lobster_769]
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  • — ¿Quieres escuchar un relato?
    《Reader》, debes saber del relato humoristico de cierto hombre que temía a la muerte y trato de superarla.

    Buscando la hierba mistica de la inmortalidad, no como Rey o Héroe... fue el unico viaje completado como un hombre ordinario.

    Largo... Un largo viaje más grande que su propia vida y finalmente obtuvo la hierba mística.

    Era un sentimiento de enorme logro, satisfacción, alegria...
    Se podría decir que finalmente se entero del significado de la vida.
    Sin embargo...

    En el último día de su viaje para regresar a casa con la hierba mistica se baño en un intento de presumir antes de regresar a su país, y una serpiente ordinaria robo la hierba mistica.

    El cumplimiento de la vida, la alegría de vivir, la gloria para continuar desde allí...
    Todo desapareció en un instante.
    Pero...
    Lo que salio de la boca del hombre no fue una voz de ira...
    Fue una risa.

    Se volvió tremendamente divertido y se río.
    Se tomó toda su vida para obtener algo y lo perdió.
    A pesar de perderlo todo, todavía ve la luz de otro día.

    La figura de un hombre autoritario era ridículamente divertida.
    Realmente era una comedia.
    Justo al borde de la muerte finalmente entendió el mundo del hombre, los humanos pueden florecer infinitamente.

    Eso no cambia un segundo antes de que termine su duración de vida.
    Hasta el final, el estado del corazón de uno es acumulativo.
    La historia humana es algo similar...
    — ¿Quieres escuchar un relato? 《Reader》, debes saber del relato humoristico de cierto hombre que temía a la muerte y trato de superarla. Buscando la hierba mistica de la inmortalidad, no como Rey o Héroe... fue el unico viaje completado como un hombre ordinario. Largo... Un largo viaje más grande que su propia vida y finalmente obtuvo la hierba mística. Era un sentimiento de enorme logro, satisfacción, alegria... Se podría decir que finalmente se entero del significado de la vida. Sin embargo... En el último día de su viaje para regresar a casa con la hierba mistica se baño en un intento de presumir antes de regresar a su país, y una serpiente ordinaria robo la hierba mistica. El cumplimiento de la vida, la alegría de vivir, la gloria para continuar desde allí... Todo desapareció en un instante. Pero... Lo que salio de la boca del hombre no fue una voz de ira... Fue una risa. Se volvió tremendamente divertido y se río. Se tomó toda su vida para obtener algo y lo perdió. A pesar de perderlo todo, todavía ve la luz de otro día. La figura de un hombre autoritario era ridículamente divertida. Realmente era una comedia. Justo al borde de la muerte finalmente entendió el mundo del hombre, los humanos pueden florecer infinitamente. Eso no cambia un segundo antes de que termine su duración de vida. Hasta el final, el estado del corazón de uno es acumulativo. La historia humana es algo similar...
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    // Hola gente. Me gustaría subir más relatos sobre Kazuo. Pero tengo un poco de bloqueo narrativo. ¿Hay algo del personaje que os intigre o quisierais saber?. Para hacer un relato más detallado y extenso. Incluso he pensado en hacer algunos en primera persona. Directamente Kazuo narrando y expresando lo que siente.

    Me encantaría que participaseis en esta dinámica. Gracias de antemano ♥️//
    // Hola gente. Me gustaría subir más relatos sobre Kazuo. Pero tengo un poco de bloqueo narrativo. ¿Hay algo del personaje que os intigre o quisierais saber?. Para hacer un relato más detallado y extenso. Incluso he pensado en hacer algunos en primera persona. Directamente Kazuo narrando y expresando lo que siente. Me encantaría que participaseis en esta dinámica. Gracias de antemano ☺️♥️// :STK-13:
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  • Originɑl Chɑrɑcter; 𝑨𝒍𝒗𝒊𝒔 𝑪𝒉𝒓𝒐𝒏𝒊𝒄𝒍𝒆𝒔: [ Ⅰ ]
    ——¨✦ 𝐸𝑙 𝑟𝑒𝑙𝑎𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑂𝑛𝑐𝑒.
    Alvis: Maestre... Me puede contar de nuevo la historia de los 11 Caballeros. Preguntó un pequeño y jubiloso Alvis, era apenas un niño de no más de 6 años que escuchaba fascinado las historias de caballería de su maestro, el caballero sin nombre y miembro de aquel grupo legendario conformado por once miembros.

    S.N: Estás muy insistente hoy, ¿eh, renacuajo? Ya te la he contado varias veces. Vas a gastar la historia y dejará de sonar épica.
    Alvis: ¡Por favor! Nunca dejará de ser épica. —Imploró el joven.

    S.N: Vale, vale... Pero terminando la historia te vas pirando a dormir a tu casa, que tu madre debe estar preocupada.

    Alvis: Lo haré. Palabra de caballero. —Enfatizo levantando el puño al pecho, cuán promesa real de un Sir.

    S.N: Si supieras cuántos problemas me ha dado esa tontería de la palabra de caballero, no la dirías con tanta facilidad. —Contestó con un par de carcajadas recordando historias que de momento sólo el caballero entendía.

    S.N: Pues bien... te la contaré una vez más.

    Hacía ya un par de ayeres.... <No muchos, tan viejo no soy> Una batalla para posteridad se dio en la montaña carmesí. El Rey Dragón, Xopranis. Le declaró la guerra al Reino de los Elfos y al de los humanos ante una sed de venganza por la muerte de su hija, que terminó en una contienda de sangre y llamas.

    La guerra dio inició y cernió los cielos en muerte. Todos los dragones danzaban con estrepito agotando su aliento convertido en llamas. No había noche en la que el fuego de la venganza de los dragones no se presentara en cada luna, destruyendo y asesinando a familias enteras por doquier. A estos días se le conoció como Las Noches de Sangre y Fuego. Nunca existió más miedo al anochecer que en aquellos tiempos. No importaba si el alto consejo mago buscaba el dialogo pues sólo encontraban acuerdos de paz convertidos en cenizas y el rechazo total del Rey Dragón a cualquier intento reconciliación.

    No fue hasta que el Rey de los Elfos, Thaerus de Unova, y la Reina Mortal, Simeria Montefio, profundamente dolidos por la muerte de su gente; crearon una alianza y formaron al ejército más grande jamás visto, que encabezo la batalla para defender a su pueblo y derrocar al Rey Xopranis. Dentro de esta armada, fueron elegidos 11 guerreros legendarios; todos venían de pueblos y reinos diferentes, pero tenían en común ser Caballeros Andantes. Si bien, no todos eran expertos en cazar dragones, su amplio conocimiento, su lealtad y astucia, fueron suficientes para que se distinguieran entre el resto. Por lo que se les conoció a partir de entonces como los "Once"

    Estos valientes guerreros, se les fue encomendada la difícil y casi imposible tarea de enfrentándose directamente contra Xopranis. Infiltrándose en el Reino de los Dragones hasta lograr encontrarlo y tenderle una trampa mortal. Un ataque sorpresa que terminó en una de las batallas más peligrosas y míticas de la historia.

    1. ——¨✦
    𝑶𝒄𝒂𝒓𝒊𝒐𝒏, 𝒆𝒍 𝑷𝒓𝒊𝒎𝒆𝒓𝒐. Protegió con impetú y nadie murió esa noche.
    Alvis: ¡Su escudo es enorme! Y él una montaña.
    2. ——¨✦
    𝑺𝒂𝒍𝒂𝒛𝒂𝒓, 𝒆𝒍 𝑺𝒆𝒈𝒖𝒏𝒅𝒐. Su audacia logró el ataque sorpresa que necesitábamos.
    Alvis: El más astuto, el de los planes. Preparó el ataque a Xopranis.
    3. ——¨✦
    𝑰𝒓𝒊𝒔, 𝒍𝒂 𝒕𝒆𝒓𝒄𝒆𝒓𝒂. Su poderosa magia y su arco nos indicaron el camino.
    Alvis: Iris, sus flechas nunca fallan, cegaron a la bestia con sólo una flecha.
    4. ——¨✦
    𝑨𝒍𝒆𝒙𝒂𝒏𝒅𝒆𝒓, 𝒆𝒍 𝒄𝒖𝒂𝒓𝒕𝒐. Su elocuencia engañó dragones y mortales por igual.
    Alvis: El más apuesto, el de la lengua afilada y su daga aún más.
    5. ——¨✦
    𝑳𝒆𝒏𝒐𝒓𝒆, 𝒍𝒂 𝑸𝒖𝒊𝒏𝒕𝒂. Sus sombras nos escondieron del enemigo.
    Alvis: La hechicera oscura… Da miedo, pero es poderosa y justa.
    6. ——¨✦
    𝑼𝒔𝒂𝒓𝒌, 𝒆𝒍 𝑺𝒆𝒙𝒕𝒐. No había nada que su hacha no pudiera destrozar.
    Alvis: ¡El más salvaje! Nunca se rinde e intimidó incluso al Rey Dragón.
    7. ——¨✦
    𝑺𝒊𝒏 𝑵𝒐𝒎𝒃𝒓𝒆, 𝒆𝒍 𝑺𝒆́𝒑𝒕𝒊𝒎𝒐. Su valentía y coraje dieron la fuerza para afrontar la batalla.
    Alvis: ¡Ese eres tú! ¡El Caballero sin nombre! El más valiente.
    S.N: Así es muchacho y el más apuesto también.
    Alvis: Ese es Alexander.
    S.N: Maldito crío… En fin, continuemos.
    8. ——¨✦
    𝑭𝒂𝒓𝒐𝒏𝒆𝒚, 𝒆𝒍 𝑶𝒄𝒕𝒂𝒗𝒐. Su ferocidad sometía al villano y protegió al justo.
    Alvis: El hombre bestia. Sus garras podían traspasar la piel del dragón
    9. ——¨✦
    𝑳𝒚𝒓𝒂, 𝒍𝒂 𝑵𝒐𝒗𝒆𝒏𝒂. Su belleza y el filo de su estoque, una combinación letal.
    Alvis: ¡La Princesa guerrera! Noble y poderosa, mantuvo la unidad del grupo.
    10. ——¨✦
    𝑻𝒊𝒛𝒊𝒂𝒏𝒐, 𝒆𝒍 𝑫𝒆́𝒄𝒊𝒎𝒐. Su azote aturdió hasta al Rey de los Dragones.
    Alvis: Dicen que peleaba contra dragones sólo usando sus manos.
    11. ——¨✦
    𝑨𝒔𝒕𝒓𝒊𝒅, 𝒍𝒂 𝒐𝒏𝒄𝒆𝒂𝒗𝒂. La más veloz y joven del grupo, el corte que atravesó su corazón.
    Alvis: ¡La mejor! La más rápida, la que perforó el corazón de Xopranis.
    S.N: ¿Oye niño no debería ser yo tú Maestro, el mejor? Sabandija traicionera.
    Alvis: Lo eres, después de Astrid.
    S.N: Ni siquiera la conoces. Ah, olvídalo, es inútil intentar ganarte. Sigamos…
    ¨✦

    Y bueno cómo ya sabrás, juntos lograron derrotar al Rey Xopranis, y su muerte trajo a su vez, el fin de la guerra. Ese día, el grupo de los once caballeros fueron nombrados como tal y se les entregaron armas legendarias dignas de su batalla. Nunca más volvieron a librar un combate en compañía, pero siguen luchando sus propias disputas buscando la justicia alrededor del mundo como caballeros andantes. Quién sabe, quizás en un paseo en la mañana… o un día en tu ciudad o aldea, uno de estos nobles guerreros se presente frente tu… ¿Niño? ¿Me escuchas? Ah, cárajo. Te quedaste dormido otra vez, mocoso.

    ***
    Terminado el relato, el caballero sin nombre llevo al pequeño Alvis en brazos junto a su Madre. No sería la última vez que le contaría aquella historia, pero siempre terminaba durmiendo con una sonrisa.
    “𝑃𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑜 𝑟𝑒𝑛𝑎𝑐𝑢𝑎𝑗𝑜, 𝑎𝑙𝑔𝑢́𝑛 𝑑𝑖́𝑎 𝑒𝑠𝑐𝑟𝑖𝑏𝑖𝑟𝑎́𝑠 𝑡𝑢 𝑝𝑟𝑜𝑝𝑖𝑎 𝑙𝑒𝑦𝑒𝑛𝑑𝑎. 𝑀𝑖𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎𝑠 𝑡𝑎𝑛𝑡𝑜… 𝑠𝑖𝑔𝑢𝑒 𝑑𝑢𝑟𝑚𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑦 𝑠𝑜𝑛̃𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑐𝑜𝑛 𝑒𝑙 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑎𝑠 𝑣𝑖𝑣𝑖𝑟 𝑡𝑢𝑠 𝑎𝑣𝑒𝑛𝑡𝑢𝑟𝑎𝑠. “
    Originɑl Chɑrɑcter; 𝑨𝒍𝒗𝒊𝒔 𝑪𝒉𝒓𝒐𝒏𝒊𝒄𝒍𝒆𝒔: [ Ⅰ ] ——¨✦ 𝐸𝑙 𝑟𝑒𝑙𝑎𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑂𝑛𝑐𝑒. Alvis: Maestre... Me puede contar de nuevo la historia de los 11 Caballeros. Preguntó un pequeño y jubiloso Alvis, era apenas un niño de no más de 6 años que escuchaba fascinado las historias de caballería de su maestro, el caballero sin nombre y miembro de aquel grupo legendario conformado por once miembros. S.N: Estás muy insistente hoy, ¿eh, renacuajo? Ya te la he contado varias veces. Vas a gastar la historia y dejará de sonar épica. Alvis: ¡Por favor! Nunca dejará de ser épica. —Imploró el joven. S.N: Vale, vale... Pero terminando la historia te vas pirando a dormir a tu casa, que tu madre debe estar preocupada. Alvis: Lo haré. Palabra de caballero. —Enfatizo levantando el puño al pecho, cuán promesa real de un Sir. S.N: Si supieras cuántos problemas me ha dado esa tontería de la palabra de caballero, no la dirías con tanta facilidad. —Contestó con un par de carcajadas recordando historias que de momento sólo el caballero entendía. S.N: Pues bien... te la contaré una vez más. Hacía ya un par de ayeres.... <No muchos, tan viejo no soy> Una batalla para posteridad se dio en la montaña carmesí. El Rey Dragón, Xopranis. Le declaró la guerra al Reino de los Elfos y al de los humanos ante una sed de venganza por la muerte de su hija, que terminó en una contienda de sangre y llamas. La guerra dio inició y cernió los cielos en muerte. Todos los dragones danzaban con estrepito agotando su aliento convertido en llamas. No había noche en la que el fuego de la venganza de los dragones no se presentara en cada luna, destruyendo y asesinando a familias enteras por doquier. A estos días se le conoció como Las Noches de Sangre y Fuego. Nunca existió más miedo al anochecer que en aquellos tiempos. No importaba si el alto consejo mago buscaba el dialogo pues sólo encontraban acuerdos de paz convertidos en cenizas y el rechazo total del Rey Dragón a cualquier intento reconciliación. No fue hasta que el Rey de los Elfos, Thaerus de Unova, y la Reina Mortal, Simeria Montefio, profundamente dolidos por la muerte de su gente; crearon una alianza y formaron al ejército más grande jamás visto, que encabezo la batalla para defender a su pueblo y derrocar al Rey Xopranis. Dentro de esta armada, fueron elegidos 11 guerreros legendarios; todos venían de pueblos y reinos diferentes, pero tenían en común ser Caballeros Andantes. Si bien, no todos eran expertos en cazar dragones, su amplio conocimiento, su lealtad y astucia, fueron suficientes para que se distinguieran entre el resto. Por lo que se les conoció a partir de entonces como los "Once" Estos valientes guerreros, se les fue encomendada la difícil y casi imposible tarea de enfrentándose directamente contra Xopranis. Infiltrándose en el Reino de los Dragones hasta lograr encontrarlo y tenderle una trampa mortal. Un ataque sorpresa que terminó en una de las batallas más peligrosas y míticas de la historia. 1. ——¨✦ 𝑶𝒄𝒂𝒓𝒊𝒐𝒏, 𝒆𝒍 𝑷𝒓𝒊𝒎𝒆𝒓𝒐. Protegió con impetú y nadie murió esa noche. Alvis: ¡Su escudo es enorme! Y él una montaña. 2. ——¨✦ 𝑺𝒂𝒍𝒂𝒛𝒂𝒓, 𝒆𝒍 𝑺𝒆𝒈𝒖𝒏𝒅𝒐. Su audacia logró el ataque sorpresa que necesitábamos. Alvis: El más astuto, el de los planes. Preparó el ataque a Xopranis. 3. ——¨✦ 𝑰𝒓𝒊𝒔, 𝒍𝒂 𝒕𝒆𝒓𝒄𝒆𝒓𝒂. Su poderosa magia y su arco nos indicaron el camino. Alvis: Iris, sus flechas nunca fallan, cegaron a la bestia con sólo una flecha. 4. ——¨✦ 𝑨𝒍𝒆𝒙𝒂𝒏𝒅𝒆𝒓, 𝒆𝒍 𝒄𝒖𝒂𝒓𝒕𝒐. Su elocuencia engañó dragones y mortales por igual. Alvis: El más apuesto, el de la lengua afilada y su daga aún más. 5. ——¨✦ 𝑳𝒆𝒏𝒐𝒓𝒆, 𝒍𝒂 𝑸𝒖𝒊𝒏𝒕𝒂. Sus sombras nos escondieron del enemigo. Alvis: La hechicera oscura… Da miedo, pero es poderosa y justa. 6. ——¨✦ 𝑼𝒔𝒂𝒓𝒌, 𝒆𝒍 𝑺𝒆𝒙𝒕𝒐. No había nada que su hacha no pudiera destrozar. Alvis: ¡El más salvaje! Nunca se rinde e intimidó incluso al Rey Dragón. 7. ——¨✦ 𝑺𝒊𝒏 𝑵𝒐𝒎𝒃𝒓𝒆, 𝒆𝒍 𝑺𝒆́𝒑𝒕𝒊𝒎𝒐. Su valentía y coraje dieron la fuerza para afrontar la batalla. Alvis: ¡Ese eres tú! ¡El Caballero sin nombre! El más valiente. S.N: Así es muchacho y el más apuesto también. Alvis: Ese es Alexander. S.N: Maldito crío… En fin, continuemos. 8. ——¨✦ 𝑭𝒂𝒓𝒐𝒏𝒆𝒚, 𝒆𝒍 𝑶𝒄𝒕𝒂𝒗𝒐. Su ferocidad sometía al villano y protegió al justo. Alvis: El hombre bestia. Sus garras podían traspasar la piel del dragón 9. ——¨✦ 𝑳𝒚𝒓𝒂, 𝒍𝒂 𝑵𝒐𝒗𝒆𝒏𝒂. Su belleza y el filo de su estoque, una combinación letal. Alvis: ¡La Princesa guerrera! Noble y poderosa, mantuvo la unidad del grupo. 10. ——¨✦ 𝑻𝒊𝒛𝒊𝒂𝒏𝒐, 𝒆𝒍 𝑫𝒆́𝒄𝒊𝒎𝒐. Su azote aturdió hasta al Rey de los Dragones. Alvis: Dicen que peleaba contra dragones sólo usando sus manos. 11. ——¨✦ 𝑨𝒔𝒕𝒓𝒊𝒅, 𝒍𝒂 𝒐𝒏𝒄𝒆𝒂𝒗𝒂. La más veloz y joven del grupo, el corte que atravesó su corazón. Alvis: ¡La mejor! La más rápida, la que perforó el corazón de Xopranis. S.N: ¿Oye niño no debería ser yo tú Maestro, el mejor? Sabandija traicionera. Alvis: Lo eres, después de Astrid. S.N: Ni siquiera la conoces. Ah, olvídalo, es inútil intentar ganarte. Sigamos… ¨✦ Y bueno cómo ya sabrás, juntos lograron derrotar al Rey Xopranis, y su muerte trajo a su vez, el fin de la guerra. Ese día, el grupo de los once caballeros fueron nombrados como tal y se les entregaron armas legendarias dignas de su batalla. Nunca más volvieron a librar un combate en compañía, pero siguen luchando sus propias disputas buscando la justicia alrededor del mundo como caballeros andantes. Quién sabe, quizás en un paseo en la mañana… o un día en tu ciudad o aldea, uno de estos nobles guerreros se presente frente tu… ¿Niño? ¿Me escuchas? Ah, cárajo. Te quedaste dormido otra vez, mocoso. *** Terminado el relato, el caballero sin nombre llevo al pequeño Alvis en brazos junto a su Madre. No sería la última vez que le contaría aquella historia, pero siempre terminaba durmiendo con una sonrisa. “𝑃𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑜 𝑟𝑒𝑛𝑎𝑐𝑢𝑎𝑗𝑜, 𝑎𝑙𝑔𝑢́𝑛 𝑑𝑖́𝑎 𝑒𝑠𝑐𝑟𝑖𝑏𝑖𝑟𝑎́𝑠 𝑡𝑢 𝑝𝑟𝑜𝑝𝑖𝑎 𝑙𝑒𝑦𝑒𝑛𝑑𝑎. 𝑀𝑖𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎𝑠 𝑡𝑎𝑛𝑡𝑜… 𝑠𝑖𝑔𝑢𝑒 𝑑𝑢𝑟𝑚𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑦 𝑠𝑜𝑛̃𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑐𝑜𝑛 𝑒𝑙 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑎𝑠 𝑣𝑖𝑣𝑖𝑟 𝑡𝑢𝑠 𝑎𝑣𝑒𝑛𝑡𝑢𝑟𝑎𝑠. “
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