• Apareciendo en la guarida de Cerbero, para acariciar al animal.
    - Hola mi fiel amigo. Hoy es tu día, feliz día de los animales. Gracias por tu protección y vigilancia. Gracias por proteger a mi familia. Aquí tienes mis regalos:

    1. Collar de las Tres Voluntades

    Un collar forjado en obsidiana líquida, con tres gemas: una roja, una negra y una blanca.
    Cada una representa una de sus cabezas — ira, lealtad y sabiduría oscura.
    Otorga a Cerbero la capacidad de ver tanto los pecados como los arrepentimientos de las almas.

    2. Banquete del Guardián

    Un regalo ceremonial: carne etérea de titán, huesos de los condenados convertidos en dulces, y vino negro del Leteo.
    Un festín que solo los guardianes del inframundo pueden disfrutar sin ser consumidos por su poder.
    hades Greek Mitology
    Apareciendo en la guarida de Cerbero, para acariciar al animal. - Hola mi fiel amigo. Hoy es tu día, feliz día de los animales. Gracias por tu protección y vigilancia. Gracias por proteger a mi familia. Aquí tienes mis regalos: 1. Collar de las Tres Voluntades Un collar forjado en obsidiana líquida, con tres gemas: una roja, una negra y una blanca. Cada una representa una de sus cabezas — ira, lealtad y sabiduría oscura. Otorga a Cerbero la capacidad de ver tanto los pecados como los arrepentimientos de las almas. 2. Banquete del Guardián Un regalo ceremonial: carne etérea de titán, huesos de los condenados convertidos en dulces, y vino negro del Leteo. Un festín que solo los guardianes del inframundo pueden disfrutar sin ser consumidos por su poder. [quasar_yellow_whale_469]
    Me encocora
    Me gusta
    7
    3 turnos 0 maullidos
  • 𝐃𝐞𝐬𝐜𝐫𝐢𝐩𝐜𝐢𝐨𝐧 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐌𝐚𝐧𝐬𝐢𝐨𝐧 𝐓𝐡𝐨𝐫𝐧

    La Mansión Thorn no es solo una construcción antigua perdida entre los árboles, es una entidad viva, un ser consciente hecho de piedra, madera y sombras. Respira a través del viento que se filtra por sus pasillos, siente mediante los crujidos de sus suelos y observa desde los retratos que decoran sus muros. Su existencia está entrelazada con la de Arielle Thorn, el cual es es el guardian de la gran mansión y el protector de los seres que en ella habitan, sin embargo el origen de esta es desconocido incluso hasta para las personas mas cercanas a él.

    Se sabe que por generacionesa Mansión Thorn ha servido como un refugio que acoge a quienes buscan paz, pero también enfrenta a cada huésped con la verdad que intenta ocultar. Arielle se encarga de reclutar toda clase de creaturas con diversas habilidades, no solo para protegerlas del mundo exterior, sino para unir sus fuerzas y alimentar el espíritu ancestral que habita en la propia mansión. Cada ser que cruza su umbral aporta una chispa de energía vital, un fragmento de esencia que se entrelaza con la estructura viva del lugar, reforzando sus muros, su magia y su conexión con el plano espiritual.

    Arielle es consciente de su vínculo con la casa, actúa como mediador entre ambos, guiando a las criaturas hacia una coexistencia, ellas encuentran protección y refugio, mientras la mansión alimentada por su poder colectivo se fortalece, extendiendo su influencia más allá del bosque que la rodea.

    Dentro de la mansión las paredes parecen hechas de piedra oscura, pero bajo la luz de las velas se revelan vetas que laten con un brillo sutil, como si un pulso recorriera todo el edificio. Cada rincón guarda un eco, un susurro o una sombra que parece moverse con propósito debido a los espíritus que la habitan.

    El suelo está cubierto por alfombras de tonos verdosos y azul profundo, gastadas pero nunca polvorientas. Candelabros de hierro cuelgan del techo, proyectando una luz temblorosa que hace bailar las sombras en las paredes. Los retratos de antiguos Thorn rostros severos y figuras enigmáticas observan con ojos que parecen seguir al visitante. A veces, sus expresiones cambian levemente cuando alguien pasa frente a ellos.

    Muebles tallados a mano, espejos enmarcados en plata ennegrecida y vitrales de colores sombríos llenan los pasillos. Esta mansión cuenta con un gran jardín, un cementerio y múltiples habitaciones las cuales guardan interminables secretos.
    𝐃𝐞𝐬𝐜𝐫𝐢𝐩𝐜𝐢𝐨𝐧 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐌𝐚𝐧𝐬𝐢𝐨𝐧 𝐓𝐡𝐨𝐫𝐧 La Mansión Thorn no es solo una construcción antigua perdida entre los árboles, es una entidad viva, un ser consciente hecho de piedra, madera y sombras. Respira a través del viento que se filtra por sus pasillos, siente mediante los crujidos de sus suelos y observa desde los retratos que decoran sus muros. Su existencia está entrelazada con la de Arielle Thorn, el cual es es el guardian de la gran mansión y el protector de los seres que en ella habitan, sin embargo el origen de esta es desconocido incluso hasta para las personas mas cercanas a él. Se sabe que por generacionesa Mansión Thorn ha servido como un refugio que acoge a quienes buscan paz, pero también enfrenta a cada huésped con la verdad que intenta ocultar. Arielle se encarga de reclutar toda clase de creaturas con diversas habilidades, no solo para protegerlas del mundo exterior, sino para unir sus fuerzas y alimentar el espíritu ancestral que habita en la propia mansión. Cada ser que cruza su umbral aporta una chispa de energía vital, un fragmento de esencia que se entrelaza con la estructura viva del lugar, reforzando sus muros, su magia y su conexión con el plano espiritual. Arielle es consciente de su vínculo con la casa, actúa como mediador entre ambos, guiando a las criaturas hacia una coexistencia, ellas encuentran protección y refugio, mientras la mansión alimentada por su poder colectivo se fortalece, extendiendo su influencia más allá del bosque que la rodea. Dentro de la mansión las paredes parecen hechas de piedra oscura, pero bajo la luz de las velas se revelan vetas que laten con un brillo sutil, como si un pulso recorriera todo el edificio. Cada rincón guarda un eco, un susurro o una sombra que parece moverse con propósito debido a los espíritus que la habitan. El suelo está cubierto por alfombras de tonos verdosos y azul profundo, gastadas pero nunca polvorientas. Candelabros de hierro cuelgan del techo, proyectando una luz temblorosa que hace bailar las sombras en las paredes. Los retratos de antiguos Thorn rostros severos y figuras enigmáticas observan con ojos que parecen seguir al visitante. A veces, sus expresiones cambian levemente cuando alguien pasa frente a ellos. Muebles tallados a mano, espejos enmarcados en plata ennegrecida y vitrales de colores sombríos llenan los pasillos. Esta mansión cuenta con un gran jardín, un cementerio y múltiples habitaciones las cuales guardan interminables secretos.
    0 turnos 0 maullidos
  • Le molesta un poco el calor al tenno por lo que pronto elige el color cyan y tras un rugido activa la protección elemental asociado con ese rango de colores, una fina película de hielo comienza a formarse en la armadura de la criatura y hasta toma asiento para dejar que el aire que circula desde la entrada de la cueva descienda su temperatura y haga la sección de la misma a una temperatura más fresca y templada.

    - Uff hace tiempo que no salia.

    Comenta para si mismo el tenno, que yace de pie, frente a frente de su Warframe, no es tan frio como su vida en la luna de Europa, pero pasable para estirarse un poco y recordar sus propios musculos, mientras Chroma yace sentado en el suelo, inmovil como una estatua.
    Le molesta un poco el calor al tenno por lo que pronto elige el color cyan y tras un rugido activa la protección elemental asociado con ese rango de colores, una fina película de hielo comienza a formarse en la armadura de la criatura y hasta toma asiento para dejar que el aire que circula desde la entrada de la cueva descienda su temperatura y haga la sección de la misma a una temperatura más fresca y templada. - Uff hace tiempo que no salia. Comenta para si mismo el tenno, que yace de pie, frente a frente de su Warframe, no es tan frio como su vida en la luna de Europa, pero pasable para estirarse un poco y recordar sus propios musculos, mientras Chroma yace sentado en el suelo, inmovil como una estatua.
    Me gusta
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • Este collar tiene una aurq extraña.

    -Comentó al sentarse mientras miraba ese collar, el cual encontró en uno de sus tantos viajes, lo tomaba con cuidado pues no sabe que clase de energía tenía, no sabía si es dañina o no pero lo mejor es prevenir que lamentar. -

    Tengo que estudiarla un poco.

    -Se levanta y fue rumbo al templo de Xipe para tener la protección de la Eon-
    Este collar tiene una aurq extraña. -Comentó al sentarse mientras miraba ese collar, el cual encontró en uno de sus tantos viajes, lo tomaba con cuidado pues no sabe que clase de energía tenía, no sabía si es dañina o no pero lo mejor es prevenir que lamentar. - Tengo que estudiarla un poco. -Se levanta y fue rumbo al templo de Xipe para tener la protección de la Eon-
    Me gusta
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • Historia de Nerezza

    Nerezza nació junto con Lysander, no como un animal común, sino como la manifestación de su dualidad celestial y tengu. Su forma es la de una serpiente blanca, símbolo ancestral de protección, pureza y conexión espiritual.

    Su cuerpo es largo y grácil, con escamas que parecen hechas de marfil bruñido; a la luz, se iluminan con un brillo perlado que recuerda a las plumas de un ave celestial. Sus ojos son plateados, profundos, y en ellos late una sabiduría que trasciende la vida terrenal.

    Nerezza vive dentro de Lysander, enroscada en su pecho como si fuera su segundo corazón. Puede moverse a lo largo de su cuerpo, deslizándose bajo la piel como una corriente de energía pura. Lysander siente su andar como un cosquilleo helado o cálido que recorre su nuca, sus brazos o incluso sus alas cuando se manifiestan.

    Cuando el peligro acecha, Nerezza puede salir de él, emergiendo desde sus brazos, hombros o incluso de sus ojos como un resplandor blanco que toma la forma de una serpiente espectral. En este estado, se mueve con fluidez, suspendida en el aire como si nadara en un océano invisible, siempre rodeada de un halo suave de luz.

    Su naturaleza es la de una guardiana protectora: Nerezza detecta espíritus hostiles, maldiciones o intenciones ocultas mucho antes de que Lysander lo note. Sus siseos interiores —que él escucha en la mente como un eco lejano— son advertencias o guías. No necesita palabras; su sola presencia es consuelo y escudo.

    Muchos creen que las serpientes blancas son heraldos de los dioses o guardianes de los templos. En el caso de Lysander, Nerezza es el símbolo de que, aunque viva dividido entre el cielo y la tierra, nunca está solo: ella es su compañera eterna, un espíritu nacido de su propio ser pero con voluntad independiente, destinada a protegerlo hasta el fin.
    Historia de Nerezza Nerezza nació junto con Lysander, no como un animal común, sino como la manifestación de su dualidad celestial y tengu. Su forma es la de una serpiente blanca, símbolo ancestral de protección, pureza y conexión espiritual. Su cuerpo es largo y grácil, con escamas que parecen hechas de marfil bruñido; a la luz, se iluminan con un brillo perlado que recuerda a las plumas de un ave celestial. Sus ojos son plateados, profundos, y en ellos late una sabiduría que trasciende la vida terrenal. Nerezza vive dentro de Lysander, enroscada en su pecho como si fuera su segundo corazón. Puede moverse a lo largo de su cuerpo, deslizándose bajo la piel como una corriente de energía pura. Lysander siente su andar como un cosquilleo helado o cálido que recorre su nuca, sus brazos o incluso sus alas cuando se manifiestan. Cuando el peligro acecha, Nerezza puede salir de él, emergiendo desde sus brazos, hombros o incluso de sus ojos como un resplandor blanco que toma la forma de una serpiente espectral. En este estado, se mueve con fluidez, suspendida en el aire como si nadara en un océano invisible, siempre rodeada de un halo suave de luz. Su naturaleza es la de una guardiana protectora: Nerezza detecta espíritus hostiles, maldiciones o intenciones ocultas mucho antes de que Lysander lo note. Sus siseos interiores —que él escucha en la mente como un eco lejano— son advertencias o guías. No necesita palabras; su sola presencia es consuelo y escudo. Muchos creen que las serpientes blancas son heraldos de los dioses o guardianes de los templos. En el caso de Lysander, Nerezza es el símbolo de que, aunque viva dividido entre el cielo y la tierra, nunca está solo: ella es su compañera eterna, un espíritu nacido de su propio ser pero con voluntad independiente, destinada a protegerlo hasta el fin.
    Me gusta
    Me encocora
    Me shockea
    5
    0 turnos 0 maullidos
  • -Al encontrar un alma con detalles algo singulares que provocan que uno adore su labor como overlord,
    En mis travesías a través de otras dimensiones, me topó con este ser que le dejó una profunda impresión.-

    De acuerdo, mi estimado colega, en este acuerdo se detalla todo lo que pactamos, y disfrutarás de varios privilegios; por supuesto, a cambio, como ya mencioné, tu alma estará bajo mi protección. Un método simple y claro: una transacción equitativa, para ser precisos.

    -Me acerco, reduciendo la distancia entre nosotros, haciendo suaves toques en su torso con mi micrófono.-

    Es una situación beneficiosa para ambos, no hay manera de perder, jxjxjxjx. El triunfo asegurado de una simple firma.

    [orbit_purple_magpie_159]
    -Al encontrar un alma con detalles algo singulares que provocan que uno adore su labor como overlord, En mis travesías a través de otras dimensiones, me topó con este ser que le dejó una profunda impresión.- De acuerdo, mi estimado colega, en este acuerdo se detalla todo lo que pactamos, y disfrutarás de varios privilegios; por supuesto, a cambio, como ya mencioné, tu alma estará bajo mi protección. Un método simple y claro: una transacción equitativa, para ser precisos. -Me acerco, reduciendo la distancia entre nosotros, haciendo suaves toques en su torso con mi micrófono.- Es una situación beneficiosa para ambos, no hay manera de perder, jxjxjxjx. El triunfo asegurado de una simple firma. [orbit_purple_magpie_159]
    Me gusta
    Me endiabla
    Me shockea
    Me enjaja
    12
    14 turnos 0 maullidos
  • La noche caía sobre la mansión de Yūrei, y las sombras se alargaban por los pasillos como si quisieran susurrarle secretos olvidados. Sentada frente a un antiguo escritorio de madera, sus dedos rozaban con delicadeza un pergamino amarillento, repasando los nombres y rostros de aquellos que, hace años, intentaron arrebatarle lo más sagrado que poseía: sus hijos.

    Nunca había buscado venganza, ni siquiera justicia en el sentido humano. Aquellos padres que alguna vez caminaron cerca de sus hijos pensaron que podrían manipularlos, controlarlos, o incluso destruirlos. No entendían que en Yūrei convergían fuerzas que ningún mortal podía comprender: demoníacas, celestiales, yokai y espirituales. Y cuando intentaron actuar… desaparecieron. No fue un castigo sádico, sino un acto de protección, silencioso y definitivo. Los ecos de su desaparición nunca alcanzaron la tierra humana; eran secretos que ella guardaba con el mismo cuidado con el que cuidaba los latidos de sus hijos.

    Su mirada se perdió en la ventana, donde la luz de la luna iluminaba los jardines congelados en el tiempo. Cada estrella parecía recordarle la eternidad de su existencia, y el precio que había pagado por permitir que sus hijos vivieran sin cargar con su peso completo. La furia contenida en su ser podía ser devastadora, pero siempre la contuvo, siempre la canalizó para proteger sin mostrarlo.

    —Nunca entenderán… —susurró, la voz apenas un eco en la sala—. Pero ellos… ellos viven. Y eso basta.

    El silencio de la mansión parecía responderle con complicidad. Sus hijos, lejos, seguramente dormían, ajenos a la tormenta que Yūrei había contenido por ellos desde las sombras. Y aun así, no sentía culpa, sino la certeza serena de que lo imposible podía ser protegido si uno estaba dispuesto a pagar el precio.

    Y en ese instante, la madre de lo imposible volvió a cerrar los ojos, dejando que la eternidad de su existencia se entrelazara con la seguridad silenciosa de quienes más amaba.
    La noche caía sobre la mansión de Yūrei, y las sombras se alargaban por los pasillos como si quisieran susurrarle secretos olvidados. Sentada frente a un antiguo escritorio de madera, sus dedos rozaban con delicadeza un pergamino amarillento, repasando los nombres y rostros de aquellos que, hace años, intentaron arrebatarle lo más sagrado que poseía: sus hijos. Nunca había buscado venganza, ni siquiera justicia en el sentido humano. Aquellos padres que alguna vez caminaron cerca de sus hijos pensaron que podrían manipularlos, controlarlos, o incluso destruirlos. No entendían que en Yūrei convergían fuerzas que ningún mortal podía comprender: demoníacas, celestiales, yokai y espirituales. Y cuando intentaron actuar… desaparecieron. No fue un castigo sádico, sino un acto de protección, silencioso y definitivo. Los ecos de su desaparición nunca alcanzaron la tierra humana; eran secretos que ella guardaba con el mismo cuidado con el que cuidaba los latidos de sus hijos. Su mirada se perdió en la ventana, donde la luz de la luna iluminaba los jardines congelados en el tiempo. Cada estrella parecía recordarle la eternidad de su existencia, y el precio que había pagado por permitir que sus hijos vivieran sin cargar con su peso completo. La furia contenida en su ser podía ser devastadora, pero siempre la contuvo, siempre la canalizó para proteger sin mostrarlo. —Nunca entenderán… —susurró, la voz apenas un eco en la sala—. Pero ellos… ellos viven. Y eso basta. El silencio de la mansión parecía responderle con complicidad. Sus hijos, lejos, seguramente dormían, ajenos a la tormenta que Yūrei había contenido por ellos desde las sombras. Y aun así, no sentía culpa, sino la certeza serena de que lo imposible podía ser protegido si uno estaba dispuesto a pagar el precio. Y en ese instante, la madre de lo imposible volvió a cerrar los ojos, dejando que la eternidad de su existencia se entrelazara con la seguridad silenciosa de quienes más amaba.
    Me gusta
    Me encocora
    2
    0 turnos 0 maullidos
  • Cuando el dios del sol me eligió, vio en mí algo que no tienen los demás, un lobo nacido de la sombra con un corazón de luz. El blanco de mi pelaje no es belleza ni pureza, es contradicción, es el equilibrio imposible entre la bestia y la divinidad.

    Mientras otros licántropos se esconden bajo el gris o el negro de la oscuridad, yo brillo como un reflejo lunar que no puede ignorarse. En la batalla, mi pelaje me distingue, me convierte en un faro que despierta miedo en mis enemigos y esperanza en los pocos que merecen mi protección.

    No soy como otras manadas, soy el lobo que camina en solitario, el que Apolo marcó con su luz para cazar a las criaturas de la sombra. Mi blanco no es debilidad… es el peligro de que, cuando me muestro, la oscuridad no tiene dónde ocultarse, mis ojos plateados son el sello de esa verdad, una mirada que desnuda el alma, que intimida, que no permite mentiras, veo la verdad
    Cuando el dios del sol me eligió, vio en mí algo que no tienen los demás, un lobo nacido de la sombra con un corazón de luz. El blanco de mi pelaje no es belleza ni pureza, es contradicción, es el equilibrio imposible entre la bestia y la divinidad. Mientras otros licántropos se esconden bajo el gris o el negro de la oscuridad, yo brillo como un reflejo lunar que no puede ignorarse. En la batalla, mi pelaje me distingue, me convierte en un faro que despierta miedo en mis enemigos y esperanza en los pocos que merecen mi protección. No soy como otras manadas, soy el lobo que camina en solitario, el que Apolo marcó con su luz para cazar a las criaturas de la sombra. Mi blanco no es debilidad… es el peligro de que, cuando me muestro, la oscuridad no tiene dónde ocultarse, mis ojos plateados son el sello de esa verdad, una mirada que desnuda el alma, que intimida, que no permite mentiras, veo la verdad
    Me gusta
    Me encocora
    7
    0 turnos 0 maullidos
  • 𖤐 Presentación de Kurogane

    A la sombra de Kaelith Veiryth siempre está Kurogane, su lobo espiritual y compañero inseparable. No es solo un guardián; es una extensión viva del poder híbrido de Kaelith, nacido junto a él y vinculado a su alma desde el primer instante.

    De pelaje plateado con destellos oscuros que recorren su lomo y patas, Kurogane posee ojos azul eléctrico que brillan en la noche como dos faros sobrenaturales. Su presencia impone respeto y una sensación de vigilancia constante; aunque se mantenga quieto o en reposo, siempre percibe el peligro antes que cualquier otro.

    Kurogane puede manifestarse a voluntad en tamaño y fuerza, alternando entre un lobo de tamaño medio y un colosal espíritu protector que refleja la esencia de Kaelith. Sus movimientos son silenciosos, casi etéreos, y su lealtad hacia su Alfa es absoluta. En batalla o en momentos de peligro, Kurogane actúa con instinto y precisión, siendo tanto escudo como espada.

    Más allá de la protección, Kurogane también es compañero emocional. Con Kaelith comparte un vínculo que trasciende palabras: emociones, intenciones y alertas se transmiten sin necesidad de hablar, creando una sincronía perfecta entre humano y espíritu. Su existencia es un recordatorio de que Kaelith no camina solo, incluso cuando decide adentrarse en la soledad de la noche o los caminos más peligrosos.

    Kurogane no es visible para cualquiera; solo aquellos sensibles a lo sobrenatural pueden percibir su forma. Para los demás, es un aura de poder y misterio que acompaña a Kaelith, aunque nadie pueda nombrarlo ni tocarlo.

    En esencia, Kurogane representa la parte más salvaje y pura de Kaelith, su instinto protector, su poder latente y la conexión profunda con su naturaleza híbrida. Mientras Kaelith camine entre luces y sombras, Kurogane siempre estará a su lado, firme, silencioso y listo para actuar.
    𖤐 Presentación de Kurogane A la sombra de Kaelith Veiryth siempre está Kurogane, su lobo espiritual y compañero inseparable. No es solo un guardián; es una extensión viva del poder híbrido de Kaelith, nacido junto a él y vinculado a su alma desde el primer instante. De pelaje plateado con destellos oscuros que recorren su lomo y patas, Kurogane posee ojos azul eléctrico que brillan en la noche como dos faros sobrenaturales. Su presencia impone respeto y una sensación de vigilancia constante; aunque se mantenga quieto o en reposo, siempre percibe el peligro antes que cualquier otro. Kurogane puede manifestarse a voluntad en tamaño y fuerza, alternando entre un lobo de tamaño medio y un colosal espíritu protector que refleja la esencia de Kaelith. Sus movimientos son silenciosos, casi etéreos, y su lealtad hacia su Alfa es absoluta. En batalla o en momentos de peligro, Kurogane actúa con instinto y precisión, siendo tanto escudo como espada. Más allá de la protección, Kurogane también es compañero emocional. Con Kaelith comparte un vínculo que trasciende palabras: emociones, intenciones y alertas se transmiten sin necesidad de hablar, creando una sincronía perfecta entre humano y espíritu. Su existencia es un recordatorio de que Kaelith no camina solo, incluso cuando decide adentrarse en la soledad de la noche o los caminos más peligrosos. Kurogane no es visible para cualquiera; solo aquellos sensibles a lo sobrenatural pueden percibir su forma. Para los demás, es un aura de poder y misterio que acompaña a Kaelith, aunque nadie pueda nombrarlo ni tocarlo. En esencia, Kurogane representa la parte más salvaje y pura de Kaelith, su instinto protector, su poder latente y la conexión profunda con su naturaleza híbrida. Mientras Kaelith camine entre luces y sombras, Kurogane siempre estará a su lado, firme, silencioso y listo para actuar.
    0 turnos 0 maullidos
  • Café de Llamas Ocultas
    Fandom OC
    Categoría Original
    El aroma del café recién molido se mezclaba con el tenue humo de las velas y la iluminación cálida del local. Razhiel Noah Veiryth, conocido para todos como Noah, se movía con la elegancia natural de un Alfa, ajustando con cuidado la disposición de las mesas mientras su zorro etéreo, Inari, descansaba sobre el mostrador, observando todo con ojos que parecían brillar en la penumbra.

    Un cliente desconocido cruzó la puerta y la campanilla anunció su llegada. Noah se acercó, un leve destello carmesí reflejándose en su mirada, sin perder la sonrisa que ocultaba la intensidad de su naturaleza híbrida.

    —Bienvenido —dijo, con voz cálida pero firme—. Espero que encuentres aquí lo que buscas. No es un café común, pero para quienes saben mirar, cada rincón tiene su propósito.

    Inari se estiró y un brillo rojizo recorrió su pelaje mientras, casi imperceptiblemente, unas colas etéreas danzaban en el aire, como recordatorio silencioso del poder que compartían. Noah observó al visitante con atención, evaluando instintos y aura, mientras servía una bebida especial que sólo los verdaderamente atentos podrían notar.

    —Siéntate —continuó—, y mientras lo haces, respira. Aquí estás seguro… aunque nada es tan simple como parece.

    Un aura de misterio, calidez y poder envolvía a Noah, dejando claro que aquel lugar no era simplemente un café, sino un refugio donde lo sobrenatural y lo humano se encontraban bajo la protección de un Alfa que conocía cada secreto de su reino.
    El aroma del café recién molido se mezclaba con el tenue humo de las velas y la iluminación cálida del local. Razhiel Noah Veiryth, conocido para todos como Noah, se movía con la elegancia natural de un Alfa, ajustando con cuidado la disposición de las mesas mientras su zorro etéreo, Inari, descansaba sobre el mostrador, observando todo con ojos que parecían brillar en la penumbra. Un cliente desconocido cruzó la puerta y la campanilla anunció su llegada. Noah se acercó, un leve destello carmesí reflejándose en su mirada, sin perder la sonrisa que ocultaba la intensidad de su naturaleza híbrida. —Bienvenido —dijo, con voz cálida pero firme—. Espero que encuentres aquí lo que buscas. No es un café común, pero para quienes saben mirar, cada rincón tiene su propósito. Inari se estiró y un brillo rojizo recorrió su pelaje mientras, casi imperceptiblemente, unas colas etéreas danzaban en el aire, como recordatorio silencioso del poder que compartían. Noah observó al visitante con atención, evaluando instintos y aura, mientras servía una bebida especial que sólo los verdaderamente atentos podrían notar. —Siéntate —continuó—, y mientras lo haces, respira. Aquí estás seguro… aunque nada es tan simple como parece. Un aura de misterio, calidez y poder envolvía a Noah, dejando claro que aquel lugar no era simplemente un café, sino un refugio donde lo sobrenatural y lo humano se encontraban bajo la protección de un Alfa que conocía cada secreto de su reino.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    0 turnos 0 maullidos
Ver más resultados
Patrocinados