• Fue durante el último equinoccio de primavera que Tolek invocó las fuerzas del clan Chérnikov, una práctica que sólo es necesaria cuando se trata de hechizos poderosos. Su clan está muerto, pero sus fantasmas aún pueden caminar la tierra de los vivos y son especialmente poderosos durante estas épocas tan cercanas a la noche de los muertos.

    El brujo ha preparado un círculo de invocación en aquella zona más especial del bosque que custodia: el manantial. Allí, bajo la atenta mirada de una familia de curiosos kitsune, un par dríades y ninfas, y alguna que otra criatura peculiar más, el clan Chérnikov se reúne entorno a una hoguera mágica que arde con un fuego de color blanco poco común. El fantasma de los hombres más cercanos de su clan, quienes son su padre y los hermanos de su padre, rodean el fuego más de cerca que las mujeres, quienes mantienen un coro de protección e invocación alrededor.

    Es a su padre a quien Tolek ofrece un anillo dorado adornado con una tierna florecilla púrpura, que acaba de retirar de su dedo, antes despidiéndose de este con un beso. El hombre lo recibe con cuidado y recita las mismas palabras que las mujeres, uniéndose al coro por un momento, justo antes de lanzarlo a la hoguera.

    Las llamas se avivan y crecen tornándose doradas por un momento.

    Luego, el brujo ofrece un colgante que retira de su cuello y que despide del mismo modo, con un sentido beso, antes de ofrecérselo a su padre.

    Las llamas lo reciben con otra explosión de brillo dorado.
    El espectáculo de luces fascina a las criaturas que lo atestiguan, lejos de quemar a nadie ni de ponerles en riesgo.
    Por otro lado, el brujo ya es incapaz de contener las lágrimas que le ahogan los ojos.

    Lo siguiente es un anillo de plata rosa, una coronita que despide con una lágrima que cae sin querer, antes de ofrecerlo a su padre. El brujo se limpia los ojos con el revés de la manga justo a tiempo para ver la explosión de humo rosa que deja a todos ciegos alrededor, inundados, además, por un penetrante olor a chicle.

    Esta vez, todas los espectadores vivos tosen.

    Finalmente, el brujo se quita su característico abrigo de piel... pero le cuesta entregarlo. Antes, se abraza y aferra la prenda con un profundo cariño, y luego la deja ir con la vista otra vez empañada, pero le da igual. De todos modos, nadie ve nada por culpa de la nube rosa chicle, hasta que el siguiente estallido eleva las llamas a lo más alto y por encima de las copas de los árboles, lenguas de fuego de color negro que abrasan el aire circundante capaces de consumir todo a su alrededor. Pero el canto de las mujeres no es en vano, nada ni nadie se quema ni sufre.

    Y así, el brujo agacha la cabeza como si la nuca le pesara mucho más de la cuenta, un peso que pronto desaparece, sin embargo. Creyendo que todo ha terminado, el brujo se extraña al escuchar que el canto persiste, aunque ha cambiado de letra y ritmo, y que su padre aún espera frente a él.

    — No tengo nada más que entregar... —pronuncia Tolek.

    Su padre le mira el pecho.

    — No, la amatista se queda —declara el brujo, con voz tajante.

    Pero su padre aún le mira el pecho.
    Al parecer, lo que sea que esté sucediendo no tiene algo que ver con la amatista.

    Entonces, frente a los ojos del brujo, su padre parece cambiar de forma. Su rostro se desfigura, su cráneo queda expuesto, de su cabeza crecen grandes astas y su cabello se alarga en negras hebras. Su espalda se encorva, pero a la vez se estira dándole mucha más altura de la normal, sus manos se convierten en garras y sus piernas son las de una cabra. Y sin embargo, Tolek no muestra miedo, al contrario, se arrodilla al igual que lo hacen todos los demás de su clan alrededor, aunque con cierta dificultad debido a su cojera.

    El que se encuentra frente a él no es otra más que una de las formas que adopta el dios patrono de los Chérnikov, Weles. Y el que se presente en ese momento es un honor que toma por sorpresa al único que no lo esperaba, el brujo cojo.

    Weles, rodeado de un aura de misterio y quietud aterradora, extiende una mano para posarla sobre la cabeza del brujo cojo frente a él. Tolek siente la rugosa presión de los dedos del dios y sólo puede pensar en que ha venido a por su alma, al fin, como castigo por la ingratitud que acaba de cometer al sacrificar los recuerdos de sus seres queridos. Pero no puede estar más equivocado, el dios se muestra paciente al esperar un momento de travieso suspenso antes de obrar, y Tolek puede sentir como su pantorrilla izquierda se endurece y cruje como si estuviera hecha de madera, de raíces que se retuercen flexibles, pero a la vez rígidas bajo su piel. Y de pronto, como si al fin se deshiciera de una sanguijuela que llevara pegada a la pierna constantemente, el dolor desaparece.

    #ElBrujoCojo
    Fue durante el último equinoccio de primavera que Tolek invocó las fuerzas del clan Chérnikov, una práctica que sólo es necesaria cuando se trata de hechizos poderosos. Su clan está muerto, pero sus fantasmas aún pueden caminar la tierra de los vivos y son especialmente poderosos durante estas épocas tan cercanas a la noche de los muertos. El brujo ha preparado un círculo de invocación en aquella zona más especial del bosque que custodia: el manantial. Allí, bajo la atenta mirada de una familia de curiosos kitsune, un par dríades y ninfas, y alguna que otra criatura peculiar más, el clan Chérnikov se reúne entorno a una hoguera mágica que arde con un fuego de color blanco poco común. El fantasma de los hombres más cercanos de su clan, quienes son su padre y los hermanos de su padre, rodean el fuego más de cerca que las mujeres, quienes mantienen un coro de protección e invocación alrededor. Es a su padre a quien Tolek ofrece un anillo dorado adornado con una tierna florecilla púrpura, que acaba de retirar de su dedo, antes despidiéndose de este con un beso. El hombre lo recibe con cuidado y recita las mismas palabras que las mujeres, uniéndose al coro por un momento, justo antes de lanzarlo a la hoguera. Las llamas se avivan y crecen tornándose doradas por un momento. Luego, el brujo ofrece un colgante que retira de su cuello y que despide del mismo modo, con un sentido beso, antes de ofrecérselo a su padre. Las llamas lo reciben con otra explosión de brillo dorado. El espectáculo de luces fascina a las criaturas que lo atestiguan, lejos de quemar a nadie ni de ponerles en riesgo. Por otro lado, el brujo ya es incapaz de contener las lágrimas que le ahogan los ojos. Lo siguiente es un anillo de plata rosa, una coronita que despide con una lágrima que cae sin querer, antes de ofrecerlo a su padre. El brujo se limpia los ojos con el revés de la manga justo a tiempo para ver la explosión de humo rosa que deja a todos ciegos alrededor, inundados, además, por un penetrante olor a chicle. Esta vez, todas los espectadores vivos tosen. Finalmente, el brujo se quita su característico abrigo de piel... pero le cuesta entregarlo. Antes, se abraza y aferra la prenda con un profundo cariño, y luego la deja ir con la vista otra vez empañada, pero le da igual. De todos modos, nadie ve nada por culpa de la nube rosa chicle, hasta que el siguiente estallido eleva las llamas a lo más alto y por encima de las copas de los árboles, lenguas de fuego de color negro que abrasan el aire circundante capaces de consumir todo a su alrededor. Pero el canto de las mujeres no es en vano, nada ni nadie se quema ni sufre. Y así, el brujo agacha la cabeza como si la nuca le pesara mucho más de la cuenta, un peso que pronto desaparece, sin embargo. Creyendo que todo ha terminado, el brujo se extraña al escuchar que el canto persiste, aunque ha cambiado de letra y ritmo, y que su padre aún espera frente a él. — No tengo nada más que entregar... —pronuncia Tolek. Su padre le mira el pecho. — No, la amatista se queda —declara el brujo, con voz tajante. Pero su padre aún le mira el pecho. Al parecer, lo que sea que esté sucediendo no tiene algo que ver con la amatista. Entonces, frente a los ojos del brujo, su padre parece cambiar de forma. Su rostro se desfigura, su cráneo queda expuesto, de su cabeza crecen grandes astas y su cabello se alarga en negras hebras. Su espalda se encorva, pero a la vez se estira dándole mucha más altura de la normal, sus manos se convierten en garras y sus piernas son las de una cabra. Y sin embargo, Tolek no muestra miedo, al contrario, se arrodilla al igual que lo hacen todos los demás de su clan alrededor, aunque con cierta dificultad debido a su cojera. El que se encuentra frente a él no es otra más que una de las formas que adopta el dios patrono de los Chérnikov, Weles. Y el que se presente en ese momento es un honor que toma por sorpresa al único que no lo esperaba, el brujo cojo. Weles, rodeado de un aura de misterio y quietud aterradora, extiende una mano para posarla sobre la cabeza del brujo cojo frente a él. Tolek siente la rugosa presión de los dedos del dios y sólo puede pensar en que ha venido a por su alma, al fin, como castigo por la ingratitud que acaba de cometer al sacrificar los recuerdos de sus seres queridos. Pero no puede estar más equivocado, el dios se muestra paciente al esperar un momento de travieso suspenso antes de obrar, y Tolek puede sentir como su pantorrilla izquierda se endurece y cruje como si estuviera hecha de madera, de raíces que se retuercen flexibles, pero a la vez rígidas bajo su piel. Y de pronto, como si al fin se deshiciera de una sanguijuela que llevara pegada a la pierna constantemente, el dolor desaparece. #ElBrujoCojo
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  • 𝑺𝒂𝒃𝒐𝒓 𝒂 𝑪𝒖𝒓𝒊𝒐𝒔𝒊𝒅𝒂𝒅: Un té con Ciel Phantomhive
    Categoría Otros
    El día había llegado. No pude evitar sentir una extraña mezcla de nervios y curiosidad mientras caminaba por el sendero que llevaba a la mansión Phantomhive. Por medio de unas cartas y gracias a la suerte o eso sentia por el joven había accedido a mi humilde propuesta de una merienda.

    El sol seguía alto en el cielo, y aunque normalmente este sería un momento que evitaría a toda costa, me había preparado. Mi capa cubría cada parte de mi piel, y el parasol que sostenía en una mano me ofrecía una protección extra contra los letales rayos solares. En la otra mano, sostenía la canasta de delicias que había preparado con esmero. Panecillos recién horneados, mermelada de frutas silvestres, algunos pasteles típicos de mi tierra natal.... Todo debía estar perfecto.

    Al menos, pensaba, Ciel no vive en un lugar demasiado poblado. Eso me tranquilizaba. La mansión se alzaba majestuosa y solitaria, y aunque no había estado en esta parte de Inglaterra muchas veces, me sentía extrañamente a gusto con la tranquilidad del entorno.

    Finalmente, me detuve frente a las enormes puertas de la mansión, tomando una respiración profunda. Mis manos tensas aferraban el mango del parasol. ¿Estaba nervioso? Quizás. Ciel era un joven intrigante, y aunque mi naturaleza me forzaba a mantenerme distante, no pude evitar sentir cierta curiosidad por lo que vendría.

    Levanté una mano, tocando la puerta suavemente, pero con la fuerza suficiente para hacerme notar. Ahora, solo quedaba esperar.
    El día había llegado. No pude evitar sentir una extraña mezcla de nervios y curiosidad mientras caminaba por el sendero que llevaba a la mansión Phantomhive. Por medio de unas cartas y gracias a la suerte o eso sentia por el joven había accedido a mi humilde propuesta de una merienda. El sol seguía alto en el cielo, y aunque normalmente este sería un momento que evitaría a toda costa, me había preparado. Mi capa cubría cada parte de mi piel, y el parasol que sostenía en una mano me ofrecía una protección extra contra los letales rayos solares. En la otra mano, sostenía la canasta de delicias que había preparado con esmero. Panecillos recién horneados, mermelada de frutas silvestres, algunos pasteles típicos de mi tierra natal.... Todo debía estar perfecto. Al menos, pensaba, Ciel no vive en un lugar demasiado poblado. Eso me tranquilizaba. La mansión se alzaba majestuosa y solitaria, y aunque no había estado en esta parte de Inglaterra muchas veces, me sentía extrañamente a gusto con la tranquilidad del entorno. Finalmente, me detuve frente a las enormes puertas de la mansión, tomando una respiración profunda. Mis manos tensas aferraban el mango del parasol. ¿Estaba nervioso? Quizás. Ciel era un joven intrigante, y aunque mi naturaleza me forzaba a mantenerme distante, no pude evitar sentir cierta curiosidad por lo que vendría. Levanté una mano, tocando la puerta suavemente, pero con la fuerza suficiente para hacerme notar. Ahora, solo quedaba esperar.
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  • - Los Mártires no saben Nadar con Salvavidas -

    Fondo Musical: https://youtu.be/blyK-QkZkQ8?si=ceOh0679WEmpcy3w

    "Tus ojos, lágrimas y rezos me protegen. Devastadora Ilusión. Demencia durmiente de mis albores de seda. Soy uno contigo".

    En la recámara de mis huesos astados, persiste el eco, que confabula a los solariegos de mis entrañas. Quiera Él que ejecute lo desbocado. Quiera Él que monte el mundo desde estos predestinados ejes cardinales. Esa mantra que no abandona a mis testas de cristal.

    Doy un sorbo a tu savia vitae, tan azul como un firmamento que reverdece en lo pútrido que reviste las pieles sumisas de las criaturas que parí. Trecemesinos. Soy el amado. Persisto en la línea de la vida; rebeldía de las colas de cerdo que asoman en cada santificada pared de su existencia.

    Abro el armario del magnánimo; beso su miembro; unto su anatomía y lo abrigo con las cortinas que brotan de mi velo. Los gusanos de seda, juegos en mis hombros; él se retuerce. Tú me visitas desde el centro de mi existencia. Me susurras al oído que no renazca en el miedo que perdura entre nosotros.

    En el hoy que es hoy. En el mañana que es mañana. En la tarde que es tarde recito tus génesis. Persisto en el éxtasis. Las visiones, los heraldos de Amor por amor a mis moradas. En esta vez veo a un edificio sonriente, beso el ectoplasma de tu anatomía. Terso tu ombligo y devoro los restos que me ofrece.

    Suena la campanilla de plata que cuelga de mi cintura, junto a lo curtido de mi athame y las tres cabezas cuyos labios son la delicia de mi reino interior. Textuales son las apariciones que entreveo en el ojo de mi edén. Tiento al orgullo, redirecciono tus principios ante el poniente. Enfrasco recuerdos dentro de recuerdos, dentro de recuerdos. Trabajo para tu causa.

    En mi morada, el velo que me arropa te envuelve. Mi desnudez perpetua por tus noches de esmeraldas. Soy el principio del fin. Ente silente de tus abismos de nácar. Estoy aquí, ahora. En el ayer, hoy, mañana. Te busco, te anuncio; resuena tu voz en mi testa como el trueno dentro de un trueno de tambores de escarlatas.

    Danzo en mis sueños para ti. Mis suelos de mándalas redescubren nuestros principios y fines. Un espectro. Las notas que perlan tus ojos y las cuentas con las que perdono al dios astado sólo huyen ante mis almas de piedras preciosas.

    Alzo mi cabeza. Te veo. Te escudo. Te anuncio. Hoy te venero. Hacemos el Amor en nuestras memorias. Mentes pasadas, presentes, futuras. Escribo a tu conjunción de astros, delato tu existencia. Mis rostros pintados con el lema de tu protección me dan una razón para existir.

    Soy el astado encerrado en esta anquilosada anatomía. Un instrumento de tu paz. De tu hegemonía.

    Una pulga, jején, ladilla, gusano, piojo que raya con delicias de susurros.

    Una pulga, jején, ladilla, gusano, piojo que entona los cánticos con los que estremeces mi existencia demolida.

    Una pulga, jején, ladilla, gusano, piojo que se escuda en el centro de mi pecho como crecientes lunares.

    Nuestros amatorios ecos liberan al universo. Montamos el mundo con tu voz y mi existencia destellada, amistad entre las liendras de nuestras cabezas. Principios y fines desolados. Un vientre distendido me anunció en forma de cuentas de lluvia.

    Genuino sonido de maracas. Envalentona la búsqueda entre nuestras etéreas corporeidades. Nuestra etérea corporeidad hace el amor con las estrellas. Hacemos el Amor con el sigilo que pintamos con henna en nuestras ramas.

    Gris verdor en mis muñecas. Rosadas mejillas en las estelas de mis brumas. Ejecuto tu monólogo de hambre. Revisto al regente de mis sueños. Ese al que siempre puedo soñar en mis sueños con aroma a chinches sobre plumas de cisnes y gansos. Soy el oro, mirra y tafetán que enarbolo y atisbo ante el altar de tu presencia.

    Sólo soy el instrumento de tu homónima paz. Una perla de tu luz. Creciente lucero de la mañana.
    - Los Mártires no saben Nadar con Salvavidas - Fondo Musical: https://youtu.be/blyK-QkZkQ8?si=ceOh0679WEmpcy3w "Tus ojos, lágrimas y rezos me protegen. Devastadora Ilusión. Demencia durmiente de mis albores de seda. Soy uno contigo". En la recámara de mis huesos astados, persiste el eco, que confabula a los solariegos de mis entrañas. Quiera Él que ejecute lo desbocado. Quiera Él que monte el mundo desde estos predestinados ejes cardinales. Esa mantra que no abandona a mis testas de cristal. Doy un sorbo a tu savia vitae, tan azul como un firmamento que reverdece en lo pútrido que reviste las pieles sumisas de las criaturas que parí. Trecemesinos. Soy el amado. Persisto en la línea de la vida; rebeldía de las colas de cerdo que asoman en cada santificada pared de su existencia. Abro el armario del magnánimo; beso su miembro; unto su anatomía y lo abrigo con las cortinas que brotan de mi velo. Los gusanos de seda, juegos en mis hombros; él se retuerce. Tú me visitas desde el centro de mi existencia. Me susurras al oído que no renazca en el miedo que perdura entre nosotros. En el hoy que es hoy. En el mañana que es mañana. En la tarde que es tarde recito tus génesis. Persisto en el éxtasis. Las visiones, los heraldos de Amor por amor a mis moradas. En esta vez veo a un edificio sonriente, beso el ectoplasma de tu anatomía. Terso tu ombligo y devoro los restos que me ofrece. Suena la campanilla de plata que cuelga de mi cintura, junto a lo curtido de mi athame y las tres cabezas cuyos labios son la delicia de mi reino interior. Textuales son las apariciones que entreveo en el ojo de mi edén. Tiento al orgullo, redirecciono tus principios ante el poniente. Enfrasco recuerdos dentro de recuerdos, dentro de recuerdos. Trabajo para tu causa. En mi morada, el velo que me arropa te envuelve. Mi desnudez perpetua por tus noches de esmeraldas. Soy el principio del fin. Ente silente de tus abismos de nácar. Estoy aquí, ahora. En el ayer, hoy, mañana. Te busco, te anuncio; resuena tu voz en mi testa como el trueno dentro de un trueno de tambores de escarlatas. Danzo en mis sueños para ti. Mis suelos de mándalas redescubren nuestros principios y fines. Un espectro. Las notas que perlan tus ojos y las cuentas con las que perdono al dios astado sólo huyen ante mis almas de piedras preciosas. Alzo mi cabeza. Te veo. Te escudo. Te anuncio. Hoy te venero. Hacemos el Amor en nuestras memorias. Mentes pasadas, presentes, futuras. Escribo a tu conjunción de astros, delato tu existencia. Mis rostros pintados con el lema de tu protección me dan una razón para existir. Soy el astado encerrado en esta anquilosada anatomía. Un instrumento de tu paz. De tu hegemonía. Una pulga, jején, ladilla, gusano, piojo que raya con delicias de susurros. Una pulga, jején, ladilla, gusano, piojo que entona los cánticos con los que estremeces mi existencia demolida. Una pulga, jején, ladilla, gusano, piojo que se escuda en el centro de mi pecho como crecientes lunares. Nuestros amatorios ecos liberan al universo. Montamos el mundo con tu voz y mi existencia destellada, amistad entre las liendras de nuestras cabezas. Principios y fines desolados. Un vientre distendido me anunció en forma de cuentas de lluvia. Genuino sonido de maracas. Envalentona la búsqueda entre nuestras etéreas corporeidades. Nuestra etérea corporeidad hace el amor con las estrellas. Hacemos el Amor con el sigilo que pintamos con henna en nuestras ramas. Gris verdor en mis muñecas. Rosadas mejillas en las estelas de mis brumas. Ejecuto tu monólogo de hambre. Revisto al regente de mis sueños. Ese al que siempre puedo soñar en mis sueños con aroma a chinches sobre plumas de cisnes y gansos. Soy el oro, mirra y tafetán que enarbolo y atisbo ante el altar de tu presencia. Sólo soy el instrumento de tu homónima paz. Una perla de tu luz. Creciente lucero de la mañana.
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  • Mis tributos bajaron de la noche a la mañana ¿Por qué será?

    — Itto recuerda como ha estado golpeando a unos subditos solo por traer menos tesoros de los acostumbrados, además de quitarles la protección por varios días —.

    ... Quizás no los estoy presionando demasiado. Debe ser eso
    Mis tributos bajaron de la noche a la mañana ¿Por qué será? — Itto recuerda como ha estado golpeando a unos subditos solo por traer menos tesoros de los acostumbrados, además de quitarles la protección por varios días —. ... Quizás no los estoy presionando demasiado. Debe ser eso
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  • Espera ¿Buscas protección de mi parte? Jaja, perdóname, pero sabes que los servicios de protección tienen costo, y el mío es elevado ¿Que vas a ofrecer por tu seguridad? Impresiona al "Dios de la protección"?

    — Se sentó como todo un mafioso con una sonrisa algo presumida a esperar la respuesta que le dieran. Por una parte estaba sintiéndose poderoso y por otra, estaba pensando cuántos tributos obtendría si fue venerado como una deidad —.
    Espera ¿Buscas protección de mi parte? Jaja, perdóname, pero sabes que los servicios de protección tienen costo, y el mío es elevado ¿Que vas a ofrecer por tu seguridad? Impresiona al "Dios de la protección"? — Se sentó como todo un mafioso con una sonrisa algo presumida a esperar la respuesta que le dieran. Por una parte estaba sintiéndose poderoso y por otra, estaba pensando cuántos tributos obtendría si fue venerado como una deidad —.
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  • Les demostraré , no necesito más protección y lucharé mis propias batallas en esta guerra aunque eso me cueste mi propia vida .
    Les demostraré , no necesito más protección y lucharé mis propias batallas en esta guerra aunque eso me cueste mi propia vida .
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  • ★ Zagreus, Hypnos, Megaera y Thanatos ♡
    Aquellos que se atrevan a atentar contra alguien bajo mi protección recordará por que no se puede escapar de la misma noche.
    .
    .
    .
    .
    /Me costó tanto encontrar una foto donde no fueran niños.../
    ★ Zagreus, Hypnos, Megaera y Thanatos ♡ Aquellos que se atrevan a atentar contra alguien bajo mi protección recordará por que no se puede escapar de la misma noche. . . . . /Me costó tanto encontrar una foto donde no fueran niños.../
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  • Te siento, Mi amor
    Fandom backrooms
    Categoría Drama
    Ø₦Ɇ₴ⱧØ₮ || ₦₴₣₩

    §iძ𝑬, sentada en una esquina de las Backrooms, donde la luz tenía un tono pálido y sofocante, se dedicaba a peinar con atención la trenza que Tolek le había hecho, con el objetivo de formar el rodete que llevaba habitualmente. ɘloHʞɔɒlꓭ, como de costumbre, vestía su menudo cuerpo dando forma a una sudadera mullida y holgada, y unos leggins del mismo color bien ceñido a sus piernas.

    Con una suave vibración, el demonio habló a través del tejido.

    ×͜× : ¿Por qué piensas tanto en el hombre quemado?

    Al sentir la pregunta a través de la ropa que la cubría, §iძ𝑬 se encogió de hombros. Era incapaz de poner en palabras sus emociones, de este modo, sus pensamientos eludían la eterna vigilancia del simbionte.

    ×͜× : Es un ser ordinario.

    En aquel instante, se percató de que las ropas comenzaban a moverse, ajustándose y aflojándose, acariciando su cuerpo con una delicadeza inusitada. Al reconocer la habilidad de ɘloHʞɔɒlꓭ, sonrió y se relajó, dejándose envolver por la atención que le mostraba.

    ⋆୨୧˚ : Es igual a mi. Ordinario y roto. El mundo le olvidó.

    ×͜× : También me gusta.

    §iძ𝑬 sintió una punzada de preocupación.

    ⋆୨୧˚ : ¿Vas a comerlo...?

    ɘloHʞɔɒlꓭ, dando un respiro a través de la sudadera, que estremeció por completo el cuerpo de §iძ𝑬, respondió:

    ×͜× : No. Blackhole no come brujos. La magia pudre la carne. Es veneno.

    §iძ𝑬 se sorprendió y emocionó al descubrir que el hombre quemado era, de hecho, un brujo. Percibiendo su creciente interés, ɘloHʞɔɒlꓭ se prestó a complacerle compartiendo cuanto sabía.

    ×͜× : Puedo sentir la magia que brota de él, pero no sé de donde proviene su poder. No puedo decir qué es capaz de hacer.

    A medida que la ropa seguía acariciando su cuerpo, §iძ𝑬 pudo sentir cómo el espíritu protector de ɘloHʞɔɒlꓭ la envolvía y apretaba posesivamente.

    ×͜× : Side no debe temer. Blackhole cuidará de Side... Siempre.

    §iძ𝑬 cerró los ojos y se dejó llevar por la promesa y el placer provocado por las suaves caricias de ɘloHʞɔɒlꓭ. La sudadera se movía de manera cautelosa y delicada sobre su cuerpo, acariciándola y ajustándose alrededor de sus senos, hombros, y cadera, provocando que se estremeciera con cada movimiento.

    El tacto de ɘloHʞɔɒlꓭ, siempre tan minucioso, lograba crear una sensación de seguridad y de protección, alejándola de los temores y dudas. Sin importar la intensidad del demonio, §iძ𝑬 sabía que estaría bien con él.

    ɘloHʞɔɒlꓭ correspondió a esos sentimientos tornando más íntimo el contacto. La ropa se movió lentamente hacia abajo, acariciando los muslos de la niña. La presión comenzó a aumentar entre sus piernas. ɘloHʞɔɒlꓭ comenzó a penetrar suavemente su cuerpo, invadiendo su intimidad, hundiéndose poco a poco entre sus carnes, acariciando con delicadeza.

    A medida que ɘloHʞɔɒlꓭ se hundía en su intimidad, §iძ𝑬 sintió una mezcla de emoción y sorpresa. Este acto, un gesto de posesión, lo sintió como la demostración de un afecto profundo, la sensación de protección y cuidado que siempre experimentaba con su amado demonio.

    Bajo el gentil ataque, que la hacía sentirse más querida y protegida que nunca, §iძ𝑬 cayó en un delicado estado de éxtasis. Su conciencia, liberada de la tensión del mundo, se concentró en las sensaciones. Las vibraciones que la tela transmitía a través de su cuerpo la llevaron a una confesión espontánea, la más fehaciente verdad de sus emociones, entre pequeños suspiros y jadeos de placer.

    ⋆୨୧˚ : No importa cuan lindo sea el hombre quemado, Blackhole siempre será mi favorito, my love.

    #creepy #gore #demon #mature #backrooms #oneshot
    ⚠️ Ø₦Ɇ₴ⱧØ₮ || ₦₴₣₩ ⚠️ §iძ𝑬, sentada en una esquina de las Backrooms, donde la luz tenía un tono pálido y sofocante, se dedicaba a peinar con atención la trenza que Tolek le había hecho, con el objetivo de formar el rodete que llevaba habitualmente. ɘloHʞɔɒlꓭ, como de costumbre, vestía su menudo cuerpo dando forma a una sudadera mullida y holgada, y unos leggins del mismo color bien ceñido a sus piernas. Con una suave vibración, el demonio habló a través del tejido. ×͜× : ¿Por qué piensas tanto en el hombre quemado? Al sentir la pregunta a través de la ropa que la cubría, §iძ𝑬 se encogió de hombros. Era incapaz de poner en palabras sus emociones, de este modo, sus pensamientos eludían la eterna vigilancia del simbionte. ×͜× : Es un ser ordinario. En aquel instante, se percató de que las ropas comenzaban a moverse, ajustándose y aflojándose, acariciando su cuerpo con una delicadeza inusitada. Al reconocer la habilidad de ɘloHʞɔɒlꓭ, sonrió y se relajó, dejándose envolver por la atención que le mostraba. ⋆୨୧˚ : Es igual a mi. Ordinario y roto. El mundo le olvidó. ×͜× : También me gusta. §iძ𝑬 sintió una punzada de preocupación. ⋆୨୧˚ : ¿Vas a comerlo...? ɘloHʞɔɒlꓭ, dando un respiro a través de la sudadera, que estremeció por completo el cuerpo de §iძ𝑬, respondió: ×͜× : No. Blackhole no come brujos. La magia pudre la carne. Es veneno. §iძ𝑬 se sorprendió y emocionó al descubrir que el hombre quemado era, de hecho, un brujo. Percibiendo su creciente interés, ɘloHʞɔɒlꓭ se prestó a complacerle compartiendo cuanto sabía. ×͜× : Puedo sentir la magia que brota de él, pero no sé de donde proviene su poder. No puedo decir qué es capaz de hacer. A medida que la ropa seguía acariciando su cuerpo, §iძ𝑬 pudo sentir cómo el espíritu protector de ɘloHʞɔɒlꓭ la envolvía y apretaba posesivamente. ×͜× : Side no debe temer. Blackhole cuidará de Side... Siempre. §iძ𝑬 cerró los ojos y se dejó llevar por la promesa y el placer provocado por las suaves caricias de ɘloHʞɔɒlꓭ. La sudadera se movía de manera cautelosa y delicada sobre su cuerpo, acariciándola y ajustándose alrededor de sus senos, hombros, y cadera, provocando que se estremeciera con cada movimiento. El tacto de ɘloHʞɔɒlꓭ, siempre tan minucioso, lograba crear una sensación de seguridad y de protección, alejándola de los temores y dudas. Sin importar la intensidad del demonio, §iძ𝑬 sabía que estaría bien con él. ɘloHʞɔɒlꓭ correspondió a esos sentimientos tornando más íntimo el contacto. La ropa se movió lentamente hacia abajo, acariciando los muslos de la niña. La presión comenzó a aumentar entre sus piernas. ɘloHʞɔɒlꓭ comenzó a penetrar suavemente su cuerpo, invadiendo su intimidad, hundiéndose poco a poco entre sus carnes, acariciando con delicadeza. A medida que ɘloHʞɔɒlꓭ se hundía en su intimidad, §iძ𝑬 sintió una mezcla de emoción y sorpresa. Este acto, un gesto de posesión, lo sintió como la demostración de un afecto profundo, la sensación de protección y cuidado que siempre experimentaba con su amado demonio. Bajo el gentil ataque, que la hacía sentirse más querida y protegida que nunca, §iძ𝑬 cayó en un delicado estado de éxtasis. Su conciencia, liberada de la tensión del mundo, se concentró en las sensaciones. Las vibraciones que la tela transmitía a través de su cuerpo la llevaron a una confesión espontánea, la más fehaciente verdad de sus emociones, entre pequeños suspiros y jadeos de placer. ⋆୨୧˚ : No importa cuan lindo sea el hombre quemado, Blackhole siempre será mi favorito, my love. #creepy #gore #demon #mature #backrooms #oneshot
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  • ◇Logras completar aquel ritual que te permite contactar con una deidad que deseabas conocer. Tu deseo puede ser cumplido o moriras intentandolo, pero tu desesperación hace ver la más mínima pizca de esperanza a tu favor, como si todo fuera a salir bien para ti◇

    Dejame adivinar si algunas de las siguientes múltiples razones encajan con tu llegada...

    ¿Deseas obtener mi protección? ¿Cambiar de bando? ¿O tal vez algún deseo en particular?

    ◇El ser te observaba sin ningún tipo de expresión y al parecer, no le sorprendía tu llegada. La atmosfera en el lugar era pesada, y la energía oscura que emanaba era intoxicante a tal punto que sentías la necesidad de doblegarte ante él◇
    ◇Logras completar aquel ritual que te permite contactar con una deidad que deseabas conocer. Tu deseo puede ser cumplido o moriras intentandolo, pero tu desesperación hace ver la más mínima pizca de esperanza a tu favor, como si todo fuera a salir bien para ti◇ Dejame adivinar si algunas de las siguientes múltiples razones encajan con tu llegada... ¿Deseas obtener mi protección? ¿Cambiar de bando? ¿O tal vez algún deseo en particular? ◇El ser te observaba sin ningún tipo de expresión y al parecer, no le sorprendía tu llegada. La atmosfera en el lugar era pesada, y la energía oscura que emanaba era intoxicante a tal punto que sentías la necesidad de doblegarte ante él◇
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  • ¿ₚᵤₑdₑₛ ₛₑₙₜᵢᵣ ₘᵢ gᵣₐₜᵢₜᵤd?
    Fandom backrooms
    Categoría Otros
    The Couch Room

    En un movimiento fluido, ɘloHʞɔɒlꓭ envuelve a §iძ𝑬 y su amante en sus tentáculos, apretándolos con una mezcla de protección y posesividad. Al desplegar unas enormes patas como de araña, el demonio los lleva rápidamente por los pasillos más desolados de las backrooms, reptando por techos y paredes con una facilidad antinatural. El mundo a su alrededor se vuelve una borrosa sucesión de sombras y luces apagadas, mientras ɘloHʞɔɒlꓭ avanza a gran velocidad, guiándolos a través del laberinto olvidado.

    §iძ𝑬, aprovechando la cercanía y el momento, comienza a explorar el cuerpo de su amante con sus pequeñas manos. Sus dedos recorren con curiosidad y deseo cada contorno, desde los hombros hasta el pecho, dibujando lentamente líneas de caricias sobre la ropa.

    Finalmente, llegan a un espacio abandonado, un rincón solitario y oculto donde el tiempo parece haberse detenido. En el centro del lugar, un viejo sofá se erige como único mueble, desgastado por los años pero aún firme. Con delicadeza sorprendente, ɘloHʞɔɒlꓭ deposita a §iძ𝑬 y al hombre sobre el sofá, ofreciéndoles un momento de intimidad.

    #creepy #gore #demon #mature #backrooms Tolek Zientek
    🛋️ The Couch Room En un movimiento fluido, ɘloHʞɔɒlꓭ envuelve a §iძ𝑬 y su amante en sus tentáculos, apretándolos con una mezcla de protección y posesividad. Al desplegar unas enormes patas como de araña, el demonio los lleva rápidamente por los pasillos más desolados de las backrooms, reptando por techos y paredes con una facilidad antinatural. El mundo a su alrededor se vuelve una borrosa sucesión de sombras y luces apagadas, mientras ɘloHʞɔɒlꓭ avanza a gran velocidad, guiándolos a través del laberinto olvidado. §iძ𝑬, aprovechando la cercanía y el momento, comienza a explorar el cuerpo de su amante con sus pequeñas manos. Sus dedos recorren con curiosidad y deseo cada contorno, desde los hombros hasta el pecho, dibujando lentamente líneas de caricias sobre la ropa. Finalmente, llegan a un espacio abandonado, un rincón solitario y oculto donde el tiempo parece haberse detenido. En el centro del lugar, un viejo sofá se erige como único mueble, desgastado por los años pero aún firme. Con delicadeza sorprendente, ɘloHʞɔɒlꓭ deposita a §iძ𝑬 y al hombre sobre el sofá, ofreciéndoles un momento de intimidad. #creepy #gore #demon #mature #backrooms [tolek]
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