• Ya había pasado más de un día y seguía sin reaccionar, sumido en un profundo sueño ante la poca energía que llevaba en su cuerpo al dedicarla toda a su bebé, su cuidado y protección tras la amenaza de aborto por alterarse tanto.

    Imposible decir cuanto tiempo estaría así, posiblemente hasta que su hijo naciera, con sus guardianes protegiéndolo con recelo dentro de aquella cámara en el palacio, escondido incluso de su esposo ahora que era más una amenaza tras el trato que había hecho.
    Ya había pasado más de un día y seguía sin reaccionar, sumido en un profundo sueño ante la poca energía que llevaba en su cuerpo al dedicarla toda a su bebé, su cuidado y protección tras la amenaza de aborto por alterarse tanto. Imposible decir cuanto tiempo estaría así, posiblemente hasta que su hijo naciera, con sus guardianes protegiéndolo con recelo dentro de aquella cámara en el palacio, escondido incluso de su esposo ahora que era más una amenaza tras el trato que había hecho.
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  • En cierta realidad, en la que no se aguantan la consciencia de las cosas, un pescador esbozó un trabalenguas con sus desglosados rezos, esos con forma de cordeles y carnadas, que ante mí exhibía, como si no fuera asunto de sus alevines. Retenía unos cuatro gusanos en su caja más preciada, con la que se anunció el reguero de sus besos sobre el lagomar de sus prudencias. El pescador me contemplaba convencido que era mi turno. Aventurarme en la pesca de espíritus corrosivos no endiosaba a ninguno. Demás que corrompían sus propios anhelos y se tornaban sombreados sus párpados, a medida que los más cautos, preparaban las redes.

    Mi barca, humilde y de estrechas lunas de dunas, fierros macizos de mansos génesis, se entreveía entre el ramaje de las aguas, en las que, para mi suerte, sometía el decorado de las sonrisas que en todos pastaban. ¿Era el alba o se decantaba el cantar de las estrellas entre nosotros? Conté una cantidad escasa de lunares sobre mi propio gen de eternidades. Tracé un dulce de albaricoque sobre la piedra más cercana y me hice el loco: no había más que decir.

    El pescador me estudió convencido; sorteó mis propios atavíos y coronó mi testa con una cuchilla de guadañas, que, ante la hechura de sus poderes de lirios de linajes, se atrevió a verme con otros ojos. Con más respeto que en el instante en el que forjé mis botas de lianas y bambúes. Me ajustó el gorrito. Ahí debía almacenar las presas. Junto a mis orejas, que tantas injurias han escuchado. Él me llama por mi nombre; “Qipaimnarr”, me dice. En nuestra lengua significa cachorro de luz que monta al higo de las montañas, en su brazal de seda.

    No lo hace por maldad. Él me hurtó de mi cuna; llegué a sus orillas y lo engañé con mi cola de pez de coloridas escamas.

    A sus noventa años aún es jovencito. Ríe pese a la escasez de sus dientes; es sabio y pasta ante mis turbios augurios; un umbral de cometas y tersas mañanas con aroma a eucalipto.

    “Qipaimnarr”, me llama. “Hoy habrá buena cosecha. En el amanecer de las cosechas se denota en la detonada de la esperanza de embelesos de tesura”.

    “Busca los ojos de los huracanes en el mar de hierba. El lagomar es a veces, ingrato y tozudo. Quieres ver la paz en él pero, en los siempre de los Para Siempre, siembra una lección a los más más cautos”.

    “¿Los más cautos saben de las lecciones que quiere impartir?”.

    “A veces aprehender a leerlo es como una desiderata. Siempre tiene algo que decir”.

    “¿Y quién llama a su puerta en cada momento? ¿No es la desiderata misma?”, pregunto con las uñas a flor de piel. Degusto una alhaja de lagomar.

    Él calla con la sabiduría pincelada en sus arrugas. Tensa el fuego de la fogata acuosa con la que nos protegemos. Un amuleto para la desiderata. Dos para los que somos nosotros los enclenques que la repasamos al despertar. Decir las erratas de la vida que nos gobierna es empíreo que nos gobierna, entre arroyos y arrullos, entre logística de números que contamos cada vez, y cada vez más, conforme desnudamos nuestras almas ante el terrario, comandan los barcos de escasez.

    Nuestra tersura de rostros alegra el tiempo de los tres tiempos.

    Un espíritu, muy parecido al mío, se alza a la deriva. Toca mis dedos y retrocedo; no temo.

    Mahenh, el pescador al que le debo más que las lecciones que me imparte, me anuncia que guarde silencio. Es abogado de la gracia de entre los seres que provienen de ese pasto acuoso que repta entre nosotros. Y como si se tratara de un objeto de inquisición, él escuda entre los arropes de lo solemne que se puede edificar. Tensa el sostén de sus mejillas contra la garra que le acaricia las entrañas. Se perfila sereno. No hay daño, tan sólo una aguarda la caricia que entre retienen el albor de sus estelas.

    Intriga la emoción. Lo corrosivo atrae; el cambio que eso conmueve. Aprieto los parpados hasta ver las luces que desprende cada uno, que se acerca, sin recato, desnudos con sus propias luminarias.

    Su inocencia me conmueve.

    Entreabro mis pupilas y, allí y sólo allí, deslizan en mis siluetas su fantasmal música. Doy brincos, me perfilo en este solemne sueño que me hechiza. Mi compañero de aventuras retiene el centro de mis núcleos. La inconsciencia reluce entre sus rasgos pero no ha sido derrotado: el pescador sostiene mis manazas, como león de añiles trigales; y no me deja marchar.

    Compone para mí un arrullo de cordialidad. La fineza de su vozarrón delineado como un arrullo entre los puentes de lo que es rito en esa realidad fantástica, no me concierne porque no es para mí el decoro de lo enunciado. Lo corroe un rastro de brea de eso que nos embruja y, pese a su gentil sonrisa en esos momentos de tensión, logro pescar lo que pronuncia con forma corpórea. Deslizo mi carcaj entre los hilos de la tierra y las carcajadas me atraen. Los espíritus revelan sus rostros. Macilento, quizá rebelde. Atraen mi atención y los seis que cuento con el alma en vilo, ante mis carencias, me penetran y rescatan.

    Y sobrevivo ante las afrentas de los más justos.

    El pescador, sometido al perpetuo en júbilo, me zarandea de entre los aparecidos.

    Observo un gris arbóreo en sus pupilas, en las que se asoma una sonrisa que decomisa mi miedo a perderme entre las brumas de los cuatro puntos cardinales. Él me abraza y gobierna mi silencio con una felicidad que viene a mí en forma de relicario. Lo cuelga entre uno de mis dedos; entreveo que es uno de los huesos que él mismo se ha retirado para darme protección. Está bañado con ocre. Adornado por perlas de luz. Ahí entreveo el pastizal del obsequio, que me demuestra con mi orgullo envalentonado, que he golpeado a mi propio proceder en el fértil terreno.

    El mar de hierba decora el rastro de la espera; habrá que esperar a las siguientes lecciones, y, en el instante en que me restriega una carantoña en la cabeza; me anuncia que pasé la prueba en la que todos recuperan la inocencia y el ser criaturas de bien, es el dominio que debo demostrar ahora, de todas mis tonadas musicales.

    Me doy cuenta, que estoy completo.
    En cierta realidad, en la que no se aguantan la consciencia de las cosas, un pescador esbozó un trabalenguas con sus desglosados rezos, esos con forma de cordeles y carnadas, que ante mí exhibía, como si no fuera asunto de sus alevines. Retenía unos cuatro gusanos en su caja más preciada, con la que se anunció el reguero de sus besos sobre el lagomar de sus prudencias. El pescador me contemplaba convencido que era mi turno. Aventurarme en la pesca de espíritus corrosivos no endiosaba a ninguno. Demás que corrompían sus propios anhelos y se tornaban sombreados sus párpados, a medida que los más cautos, preparaban las redes. Mi barca, humilde y de estrechas lunas de dunas, fierros macizos de mansos génesis, se entreveía entre el ramaje de las aguas, en las que, para mi suerte, sometía el decorado de las sonrisas que en todos pastaban. ¿Era el alba o se decantaba el cantar de las estrellas entre nosotros? Conté una cantidad escasa de lunares sobre mi propio gen de eternidades. Tracé un dulce de albaricoque sobre la piedra más cercana y me hice el loco: no había más que decir. El pescador me estudió convencido; sorteó mis propios atavíos y coronó mi testa con una cuchilla de guadañas, que, ante la hechura de sus poderes de lirios de linajes, se atrevió a verme con otros ojos. Con más respeto que en el instante en el que forjé mis botas de lianas y bambúes. Me ajustó el gorrito. Ahí debía almacenar las presas. Junto a mis orejas, que tantas injurias han escuchado. Él me llama por mi nombre; “Qipaimnarr”, me dice. En nuestra lengua significa cachorro de luz que monta al higo de las montañas, en su brazal de seda. No lo hace por maldad. Él me hurtó de mi cuna; llegué a sus orillas y lo engañé con mi cola de pez de coloridas escamas. A sus noventa años aún es jovencito. Ríe pese a la escasez de sus dientes; es sabio y pasta ante mis turbios augurios; un umbral de cometas y tersas mañanas con aroma a eucalipto. “Qipaimnarr”, me llama. “Hoy habrá buena cosecha. En el amanecer de las cosechas se denota en la detonada de la esperanza de embelesos de tesura”. “Busca los ojos de los huracanes en el mar de hierba. El lagomar es a veces, ingrato y tozudo. Quieres ver la paz en él pero, en los siempre de los Para Siempre, siembra una lección a los más más cautos”. “¿Los más cautos saben de las lecciones que quiere impartir?”. “A veces aprehender a leerlo es como una desiderata. Siempre tiene algo que decir”. “¿Y quién llama a su puerta en cada momento? ¿No es la desiderata misma?”, pregunto con las uñas a flor de piel. Degusto una alhaja de lagomar. Él calla con la sabiduría pincelada en sus arrugas. Tensa el fuego de la fogata acuosa con la que nos protegemos. Un amuleto para la desiderata. Dos para los que somos nosotros los enclenques que la repasamos al despertar. Decir las erratas de la vida que nos gobierna es empíreo que nos gobierna, entre arroyos y arrullos, entre logística de números que contamos cada vez, y cada vez más, conforme desnudamos nuestras almas ante el terrario, comandan los barcos de escasez. Nuestra tersura de rostros alegra el tiempo de los tres tiempos. Un espíritu, muy parecido al mío, se alza a la deriva. Toca mis dedos y retrocedo; no temo. Mahenh, el pescador al que le debo más que las lecciones que me imparte, me anuncia que guarde silencio. Es abogado de la gracia de entre los seres que provienen de ese pasto acuoso que repta entre nosotros. Y como si se tratara de un objeto de inquisición, él escuda entre los arropes de lo solemne que se puede edificar. Tensa el sostén de sus mejillas contra la garra que le acaricia las entrañas. Se perfila sereno. No hay daño, tan sólo una aguarda la caricia que entre retienen el albor de sus estelas. Intriga la emoción. Lo corrosivo atrae; el cambio que eso conmueve. Aprieto los parpados hasta ver las luces que desprende cada uno, que se acerca, sin recato, desnudos con sus propias luminarias. Su inocencia me conmueve. Entreabro mis pupilas y, allí y sólo allí, deslizan en mis siluetas su fantasmal música. Doy brincos, me perfilo en este solemne sueño que me hechiza. Mi compañero de aventuras retiene el centro de mis núcleos. La inconsciencia reluce entre sus rasgos pero no ha sido derrotado: el pescador sostiene mis manazas, como león de añiles trigales; y no me deja marchar. Compone para mí un arrullo de cordialidad. La fineza de su vozarrón delineado como un arrullo entre los puentes de lo que es rito en esa realidad fantástica, no me concierne porque no es para mí el decoro de lo enunciado. Lo corroe un rastro de brea de eso que nos embruja y, pese a su gentil sonrisa en esos momentos de tensión, logro pescar lo que pronuncia con forma corpórea. Deslizo mi carcaj entre los hilos de la tierra y las carcajadas me atraen. Los espíritus revelan sus rostros. Macilento, quizá rebelde. Atraen mi atención y los seis que cuento con el alma en vilo, ante mis carencias, me penetran y rescatan. Y sobrevivo ante las afrentas de los más justos. El pescador, sometido al perpetuo en júbilo, me zarandea de entre los aparecidos. Observo un gris arbóreo en sus pupilas, en las que se asoma una sonrisa que decomisa mi miedo a perderme entre las brumas de los cuatro puntos cardinales. Él me abraza y gobierna mi silencio con una felicidad que viene a mí en forma de relicario. Lo cuelga entre uno de mis dedos; entreveo que es uno de los huesos que él mismo se ha retirado para darme protección. Está bañado con ocre. Adornado por perlas de luz. Ahí entreveo el pastizal del obsequio, que me demuestra con mi orgullo envalentonado, que he golpeado a mi propio proceder en el fértil terreno. El mar de hierba decora el rastro de la espera; habrá que esperar a las siguientes lecciones, y, en el instante en que me restriega una carantoña en la cabeza; me anuncia que pasé la prueba en la que todos recuperan la inocencia y el ser criaturas de bien, es el dominio que debo demostrar ahora, de todas mis tonadas musicales. Me doy cuenta, que estoy completo.
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  • -Me parece sorprendente que sigas sin entender que soy luz... Luz en su mas pura expresión... Luz hecha mujer...

    Dijo lentamente como si acariciara cada palabra sin dejar de mirar a los ojos de su contrario.

    -Soy guía... Soy faro... Soy protección No soy pureza ni perfección porque soy human pero si soy una herramienta, un medio para que la diosa haga sus designios...
    -Me parece sorprendente que sigas sin entender que soy luz... Luz en su mas pura expresión... Luz hecha mujer... Dijo lentamente como si acariciara cada palabra sin dejar de mirar a los ojos de su contrario. -Soy guía... Soy faro... Soy protección No soy pureza ni perfección porque soy human pero si soy una herramienta, un medio para que la diosa haga sus designios...
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  • ༒☬𝐋𝐎𝐒𝐓 𝐆𝐀𝐌𝐄☬༒

    ── 𝐒𝐚𝐛í𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐫𝐚𝐬 𝐩é𝐬𝐢𝐦𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐥𝐚𝐬 𝐜𝐚𝐫𝐭𝐚𝐬, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐧𝐨 𝐩𝐞𝐧𝐬é 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐚𝐧𝐭𝐨...



    Kiev no miró directamente a Marcos, solo alzó la ceja cuando las cartas volaron frustradas sobre la mesa. El ruso, en contraste, ni se inmutó. Dejó caer con parsimonia sus propias cartas sobre el tapete: una escalera real de corazones.

    Hubo silencio por unos segundos, hasta que el resto de hombres empujaron sus sillas hacia atrás con fastidió. Habían perdido hasta la última ficha.

    Se encontraba en uno de sus casinos. Tomándose un tiempo de relajo, aunque probablemente hubiera terminado molesto si hubiera hecho equipo con su asistente. Después de la discusión con él italiano, la mansión parecía haberse inundando de un aire totalmente pesado.

    Pero dentro de ello había recordado una conversación con una dama.

    “¿Entonces qué te gusta hacer para divertirte o entretenerte?”

    Una pregunta simple. Casi banal. Y sin embargo, había removido algo. No recordaba la última vez que se permitió relajarse desde que había despertado. Aunque cuando se había decidido por ir, recordó que normalmente solía ir a ese casino con Ryan.

    Obviamente, no iba a llamarlo.

    Por eso había traído a Marcos. Aunque, al parecer, su asistente no era bueno para mucho fuera del trabajo.

    —Recuérdame no jugar contigo en el mismo equipo. Me habrías hecho perder dinero. — Dijo desinteresado, mientras aplastaba el cigarro en el cenicero. Era el tercero de la noche. Tal vez debería dejar de fumar tanto, tal vez.

    Tomó su vaso y bebió otro sorbo de vodka, antes de posar la mirada sobre el rostro frustrado de Marcos.

    —¿Conseguiste algo sobre ese chico?

    El pelinegro tardó unos segundos en reaccionar. Aún parecía procesar la derrota cuando uno de los hombres le alcanzó una carpeta. Kiev la tomó sin miramientos.

    —Su nombre es Joon y es detective —informó Marcos, aún algo ido.

    El ceño del ruso se frunció al instante.

    ¿Un detective?

    Abrió el archivo. Fotos, informes y conexiones. No le gustaba lo que veía.

    —¿Y la mujer de la fiesta? —preguntó sin apartar la mirada del documento.

    Marcos titubeó.

    —Todavía estoy revisando la lista de invitados. Era una peliblanca, así que probablemente ya demos con su nombre. Él señor Ryan no me dejó acercarme esa vez.

    Kiev cerró el portafolio, lo dejó sobre la mesa y terminó el vodka de un solo trago.

    —Vigila a Ryan. En este punto, es en quien menos confío.

    Marcos asintió con rigidez. Pero aún intentó:

    —Señor… ¿no cree que sería mejor evitar más peleas? Quizá si hablara con él—

    La mirada que recibió bastó para que callara de inmediato.

    —Él eligió su camino. — Dirigió su vista en el vaso.

    Un destello metálico brilló en su mano: el anillo que Sky le había dado seguía ahí, frío contra su piel. Un símbolo de protección.

    —Y si se cruza en el mío... — Siguió hablando, su tono se fue apagando. — Destrozare lo mas importante para él.

    Por un instante, logro visualizar la sangre del italiano en su mano. La imagen no se le había podido sacar de la cabeza y eso le frustraba. Porque muy a pesar en un fondo. Hubiera deseado no tener aquella reunión con él.

    Sin embargo, todo estaba hecho. Ryan mencionó algo que no debía, aquella comparación había sido un golpe bajo. Y el italiano lo sabia, sabía muy bien la historia de él. Habían sido años de una gran amistad. Y cada uno conocía sus puntos débiles tanto como las fuerte, y Ryan, había tocado algo que no debió.

    Se incorporó con lentitud, recogiendo el portafolio.

    —Quédate con eso —señaló las fichas del casino—. Y no olvides liberar mi agenda para reunirme con la señorita Lancaster.

    Con ello simplemente se marchó.
    ༒☬𝐋𝐎𝐒𝐓 𝐆𝐀𝐌𝐄☬༒ ── 𝐒𝐚𝐛í𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐫𝐚𝐬 𝐩é𝐬𝐢𝐦𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐥𝐚𝐬 𝐜𝐚𝐫𝐭𝐚𝐬, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐧𝐨 𝐩𝐞𝐧𝐬é 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐚𝐧𝐭𝐨... Kiev no miró directamente a Marcos, solo alzó la ceja cuando las cartas volaron frustradas sobre la mesa. El ruso, en contraste, ni se inmutó. Dejó caer con parsimonia sus propias cartas sobre el tapete: una escalera real de corazones. Hubo silencio por unos segundos, hasta que el resto de hombres empujaron sus sillas hacia atrás con fastidió. Habían perdido hasta la última ficha. Se encontraba en uno de sus casinos. Tomándose un tiempo de relajo, aunque probablemente hubiera terminado molesto si hubiera hecho equipo con su asistente. Después de la discusión con él italiano, la mansión parecía haberse inundando de un aire totalmente pesado. Pero dentro de ello había recordado una conversación con una dama. “¿Entonces qué te gusta hacer para divertirte o entretenerte?” Una pregunta simple. Casi banal. Y sin embargo, había removido algo. No recordaba la última vez que se permitió relajarse desde que había despertado. Aunque cuando se había decidido por ir, recordó que normalmente solía ir a ese casino con Ryan. Obviamente, no iba a llamarlo. Por eso había traído a Marcos. Aunque, al parecer, su asistente no era bueno para mucho fuera del trabajo. —Recuérdame no jugar contigo en el mismo equipo. Me habrías hecho perder dinero. — Dijo desinteresado, mientras aplastaba el cigarro en el cenicero. Era el tercero de la noche. Tal vez debería dejar de fumar tanto, tal vez. Tomó su vaso y bebió otro sorbo de vodka, antes de posar la mirada sobre el rostro frustrado de Marcos. —¿Conseguiste algo sobre ese chico? El pelinegro tardó unos segundos en reaccionar. Aún parecía procesar la derrota cuando uno de los hombres le alcanzó una carpeta. Kiev la tomó sin miramientos. —Su nombre es Joon y es detective —informó Marcos, aún algo ido. El ceño del ruso se frunció al instante. ¿Un detective? Abrió el archivo. Fotos, informes y conexiones. No le gustaba lo que veía. —¿Y la mujer de la fiesta? —preguntó sin apartar la mirada del documento. Marcos titubeó. —Todavía estoy revisando la lista de invitados. Era una peliblanca, así que probablemente ya demos con su nombre. Él señor Ryan no me dejó acercarme esa vez. Kiev cerró el portafolio, lo dejó sobre la mesa y terminó el vodka de un solo trago. —Vigila a Ryan. En este punto, es en quien menos confío. Marcos asintió con rigidez. Pero aún intentó: —Señor… ¿no cree que sería mejor evitar más peleas? Quizá si hablara con él— La mirada que recibió bastó para que callara de inmediato. —Él eligió su camino. — Dirigió su vista en el vaso. Un destello metálico brilló en su mano: el anillo que Sky le había dado seguía ahí, frío contra su piel. Un símbolo de protección. —Y si se cruza en el mío... — Siguió hablando, su tono se fue apagando. — Destrozare lo mas importante para él. Por un instante, logro visualizar la sangre del italiano en su mano. La imagen no se le había podido sacar de la cabeza y eso le frustraba. Porque muy a pesar en un fondo. Hubiera deseado no tener aquella reunión con él. Sin embargo, todo estaba hecho. Ryan mencionó algo que no debía, aquella comparación había sido un golpe bajo. Y el italiano lo sabia, sabía muy bien la historia de él. Habían sido años de una gran amistad. Y cada uno conocía sus puntos débiles tanto como las fuerte, y Ryan, había tocado algo que no debió. Se incorporó con lentitud, recogiendo el portafolio. —Quédate con eso —señaló las fichas del casino—. Y no olvides liberar mi agenda para reunirme con la señorita Lancaster. Con ello simplemente se marchó.
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  • ¡HEY, FICROLERS 3D!
    ¡Hoy tenemos una gran llegada de nuevos personajes 3D a la comunidad!

    Denle una cálida bienvenida a...

    ㅤㅤㅤㅤㅤ Dante Carrow

    Dante Carrow es el rugido que nunca se apaga, el reflejo de una generación marcada por la fuga y el fuego. Criado entre sombras familiares y viejos juramentos, este Wampus es pura determinación: feroz, impetuoso y guiado por un código que él mismo ha forjado. El legado no lo define… pero sí lo persigue. Y aunque huyó del peso de su apellido, en su mirada aún arde la chispa del guerrero que no teme enfrentarse a su destino.


    ㅤㅤㅤㅤㅤ 𝑚i𝑛e𝑟v𝑎 𝑘e𝑎n𝑒

    Minerva Keane no es solo una bruja neoyorquina: es una fuerza imparable. Thunderbird de corazón intrépido, auror internacional y aliada clave en operaciones mágicas alrededor del mundo, Minerva combina inteligencia, coraje y un fuerte instinto de protección. Desconfiada por naturaleza pero leal hasta el final, lleva la aventura en las venas y el peso de la familia como su mayor motor. Donde ella pisa, la oscuridad retrocede.


    ¡Bienvenid@s a FicRol! Nos alegra muchísimo teneros por aquí. Esta comunidad está llena de historias por descubrir, personajes con los que conectar y mucho espacio para que desarrolléis los vuestros a vuestro ritmo.


    Yo soy Caroline, vuestra RolSage, algo así como una guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada!


    Antes de lanzaros al rol, os dejo por aquí algunos enlaces útiles que os harán la vida más fácil:


    Normas básicas de la plataforma:
    https://ficrol.com/static/guidelines 


    Guías y miniguías para no perderse:
    https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS 


    Grupo exclusivo para Personajes 3D:
    https://ficrol.com/groups/Personajes3D


    Directorios para encontrar rol y fandoms afines
    Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS  
    Fandoms 3D en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL 


    Consejos para mejorar escritura y narración
    https://ficrol.com/pages/RinconEscritor 


    ¡Estamos deseando ver a vuestros personajes en acción!



    #RolSage3D #Bienvenida3D #NuevosPersonajes3D #ComunidadFicRol
    ✨ ¡HEY, FICROLERS 3D! ✨ ¡Hoy tenemos una gran llegada de nuevos personajes 3D a la comunidad! 🎉 Denle una cálida bienvenida a... ㅤㅤㅤㅤㅤ ✨ [CARR0W] Dante Carrow es el rugido que nunca se apaga, el reflejo de una generación marcada por la fuga y el fuego. Criado entre sombras familiares y viejos juramentos, este Wampus es pura determinación: feroz, impetuoso y guiado por un código que él mismo ha forjado. El legado no lo define… pero sí lo persigue. Y aunque huyó del peso de su apellido, en su mirada aún arde la chispa del guerrero que no teme enfrentarse a su destino. ㅤㅤㅤㅤㅤ ✨ [DOYOUSAYCHA0S] Minerva Keane no es solo una bruja neoyorquina: es una fuerza imparable. Thunderbird de corazón intrépido, auror internacional y aliada clave en operaciones mágicas alrededor del mundo, Minerva combina inteligencia, coraje y un fuerte instinto de protección. Desconfiada por naturaleza pero leal hasta el final, lleva la aventura en las venas y el peso de la familia como su mayor motor. Donde ella pisa, la oscuridad retrocede. 👋 ¡Bienvenid@s a FicRol! Nos alegra muchísimo teneros por aquí. Esta comunidad está llena de historias por descubrir, personajes con los que conectar y mucho espacio para que desarrolléis los vuestros a vuestro ritmo. 🧙‍♀️ Yo soy Caroline, vuestra RolSage, algo así como una guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada! 🧭 Antes de lanzaros al rol, os dejo por aquí algunos enlaces útiles que os harán la vida más fácil: 📌 Normas básicas de la plataforma: 🔗 https://ficrol.com/static/guidelines  📖 Guías y miniguías para no perderse: 🔗 https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS  🌍 Grupo exclusivo para Personajes 3D: 🔗 https://ficrol.com/groups/Personajes3D 📚 Directorios para encontrar rol y fandoms afines 🔗 Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS   🔗 Fandoms 3D en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL  ✍️ Consejos para mejorar escritura y narración 🔗 https://ficrol.com/pages/RinconEscritor  ¡Estamos deseando ver a vuestros personajes en acción! 🚀🔥 #RolSage3D #Bienvenida3D #NuevosPersonajes3D #ComunidadFicRol
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  • ── He pasado eones siendo una entidad sin involucrarme.
    Pero como Tyr, es mi deber y sí, ellas dos están bajo mi protección. (Aunque una de ellas crea que está a mi nivel)
    ── He pasado eones siendo una entidad sin involucrarme. Pero como Tyr, es mi deber y sí, ellas dos están bajo mi protección. (Aunque una de ellas crea que está a mi nivel)
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  • 陸峰 -
    𝐓𝐈𝐌𝐄 -


    Probablemente su vida era muy aburrida. No salía a beber con sus compañeros porque lo creían serio y alguien distante, algo que debía ser al ser la autoridad Suprema de protección civil. Tampoco salía a fiestas, los humanos no estaban de humor para hacer fiestas y era rara la vez que ocurría una. Así que no negaba cuando alguien le preguntaba cómo se divertía, no podía admitirlo directamente, pero lo hacía al visitar los bosques de especies mutantes.

    Tenían un encanto natural a pesar de ser muy distintos a los bosques comunes. Era como si visitara otro mundo de Flora y Fauna, aunque la Fauna era peligrosa. Lu Feng sabía que éstos mutantes trataban de proteger su ahora "hogar", sin embargo, por más que le pareciera maravilloso en un principio, estaban en guerra, la cual tenía un sólo objetivo para cada parte; sobrevivir, vivir o matar.
    陸峰 - 𝐓𝐈𝐌𝐄 - Probablemente su vida era muy aburrida. No salía a beber con sus compañeros porque lo creían serio y alguien distante, algo que debía ser al ser la autoridad Suprema de protección civil. Tampoco salía a fiestas, los humanos no estaban de humor para hacer fiestas y era rara la vez que ocurría una. Así que no negaba cuando alguien le preguntaba cómo se divertía, no podía admitirlo directamente, pero lo hacía al visitar los bosques de especies mutantes. Tenían un encanto natural a pesar de ser muy distintos a los bosques comunes. Era como si visitara otro mundo de Flora y Fauna, aunque la Fauna era peligrosa. Lu Feng sabía que éstos mutantes trataban de proteger su ahora "hogar", sin embargo, por más que le pareciera maravilloso en un principio, estaban en guerra, la cual tenía un sólo objetivo para cada parte; sobrevivir, vivir o matar.
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  • "Al menos un poco de frío."

    Suspira de alivio, ciertamente no le agrada mucho el verano ni la primavera por la sensación térmica tan ajena para un niño que nació y vivió en ecosistemas de inviernos eternos.

    Descubrió que al usar la protección elemental de frío frente a cualquier lugar donde el viento se comprime por el poco espacio, forma una brisa gélida que le recuerda a casa, sólo por eso está así, como un tenno fuera de su caparazón.

    El pelirrojo cierra los ojos dejándose llevar por la agradable sensación del aire frío que de contra su espalda, mientras su Warframe se mantiene inmóvil e inerte como una estatua.
    "Al menos un poco de frío." Suspira de alivio, ciertamente no le agrada mucho el verano ni la primavera por la sensación térmica tan ajena para un niño que nació y vivió en ecosistemas de inviernos eternos. Descubrió que al usar la protección elemental de frío frente a cualquier lugar donde el viento se comprime por el poco espacio, forma una brisa gélida que le recuerda a casa, sólo por eso está así, como un tenno fuera de su caparazón. El pelirrojo cierra los ojos dejándose llevar por la agradable sensación del aire frío que de contra su espalda, mientras su Warframe se mantiene inmóvil e inerte como una estatua.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    -Scáthach nunca había imaginado que su existencia podría cambiar de tal manera. Atrapada durante siglos en el mundo de las sombras, donde la penumbra y el frío eran sus únicos compañeros, ahora se encontraba dando un paso hacia la luz. Su invocador, había logrado que aceptará unirse al Gremio y traerla a este nuevo universo, uno donde la gente vitoreaba y celebraba su llegada como si fuera una héroe de leyenda.

    —Scáthach, ¡Scáthach! —gritaban—.

    La multitud rugía a su alrededor, los murales de colores vibrantes y el bullicio de las voces le resultaban extraños, casi abrumadores. Scáthach mantenía los labios apretados, sintiendo una mezcla de incomodidad y curiosidad. Había dejado atrás su armadura, esa que le había proporcionado protección y fuerza, para adoptar un atuendo más acorde con las costumbres de su nuevo compañero. Sin embargo, esta decisión la hizo sentir vulnerable, la suavidad del tejido contrastaba con la rigidez de su vestimenta habitual de combate, extrañaba empuñar su lanza en ese instante.

    —¿Qué es esto? —murmuró para sí misma, su voz casi ahogada por los gritos de júbilo.

    Mientras avanzaba junto a su maestro, observaba a las personas que les rodeaban desde un prudente segundo plano. Las luces brillantes que destellaban desde pequeñas cajas en manos de los presentes, esos extraños artefactos que capturaban momentos en un parpadeo, la hacían flaquear en su determinación. Ella había estado acostumbrada a la guerra, al silencio de las sombras y al aroma de la batalla, pero aquí, la risa y la alegría de la gente la envolvían como un abrigo que no estaba lista para usar.

    Su mirada se mantuvo baja, centrada en el suelo, evitando que los destellos de los flashes que pinchaban su piel. Una sensación de tensión recorría su cuerpo, e incluso la seguridad que sentía al lado de su invocador se veía amenazada por esta nueva realidad. Pero justo cuando una ola de dudas la invadía, Scáthach vio algo que la detuvo en seco, un niño.

    Estaba entre la multitud, con ojos grandes y llenos de asombro. La pureza de su sonrisa era un bálsamo para su alma cansada. En ese breve instante, la mirada del pequeño atrapó su corazón; un sentimiento de protección surgió de lo más profundo de su ser. Sin pensarlo dos veces, se dijo a sí misma: “Te protegeré”. Era una promesa, no solo al niño, sino también la había echo con su pueblo y a ella misma. En este nuevo mundo, en esta nueva vida, podría ser más que una guerrilla de las sombras, podría ser un faro de esperanza.
    -Scáthach nunca había imaginado que su existencia podría cambiar de tal manera. Atrapada durante siglos en el mundo de las sombras, donde la penumbra y el frío eran sus únicos compañeros, ahora se encontraba dando un paso hacia la luz. Su invocador, había logrado que aceptará unirse al Gremio y traerla a este nuevo universo, uno donde la gente vitoreaba y celebraba su llegada como si fuera una héroe de leyenda. —Scáthach, ¡Scáthach! —gritaban—. La multitud rugía a su alrededor, los murales de colores vibrantes y el bullicio de las voces le resultaban extraños, casi abrumadores. Scáthach mantenía los labios apretados, sintiendo una mezcla de incomodidad y curiosidad. Había dejado atrás su armadura, esa que le había proporcionado protección y fuerza, para adoptar un atuendo más acorde con las costumbres de su nuevo compañero. Sin embargo, esta decisión la hizo sentir vulnerable, la suavidad del tejido contrastaba con la rigidez de su vestimenta habitual de combate, extrañaba empuñar su lanza en ese instante. —¿Qué es esto? —murmuró para sí misma, su voz casi ahogada por los gritos de júbilo. Mientras avanzaba junto a su maestro, observaba a las personas que les rodeaban desde un prudente segundo plano. Las luces brillantes que destellaban desde pequeñas cajas en manos de los presentes, esos extraños artefactos que capturaban momentos en un parpadeo, la hacían flaquear en su determinación. Ella había estado acostumbrada a la guerra, al silencio de las sombras y al aroma de la batalla, pero aquí, la risa y la alegría de la gente la envolvían como un abrigo que no estaba lista para usar. Su mirada se mantuvo baja, centrada en el suelo, evitando que los destellos de los flashes que pinchaban su piel. Una sensación de tensión recorría su cuerpo, e incluso la seguridad que sentía al lado de su invocador se veía amenazada por esta nueva realidad. Pero justo cuando una ola de dudas la invadía, Scáthach vio algo que la detuvo en seco, un niño. Estaba entre la multitud, con ojos grandes y llenos de asombro. La pureza de su sonrisa era un bálsamo para su alma cansada. En ese breve instante, la mirada del pequeño atrapó su corazón; un sentimiento de protección surgió de lo más profundo de su ser. Sin pensarlo dos veces, se dijo a sí misma: “Te protegeré”. Era una promesa, no solo al niño, sino también la había echo con su pueblo y a ella misma. En este nuevo mundo, en esta nueva vida, podría ser más que una guerrilla de las sombras, podría ser un faro de esperanza.
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  • - Se escuchaba el ruido de la televisión de fondo mientras ella se estaba vistiendo con pantalón negro , camisa negra y un cinturon del mismo tono.

    " Noticias internacionales, el día de ayer en el lado oeste de Londres, la policía encontró, en el departamento de uno de los integrantes de la familia Carbone, una escena escalofriante.
    Aún se está investigando para saber si Paul Carbone que podría ser el cuerpo descuartizado que se encontró, junto a más de 8 de su equipo de seguridad.
    Las cámaras de seguridad no captaron nada solo hubo interferencia en ciertos puntos.
    Los vecinos del lugar tampoco vieron a nadie salir , ¿Será un asesinato perfectamente ejecutado, o un ataque de ira por parte del integrante de la familia Carbone?
    Lo sabremos dentro de los días "

    La mujer escucho la noticia mientras se preparaba un mokaccino, el café se había vuelto su mejor amigo estos meses para mantenerse despierta. En eso su teléfono suena , mira el número y reconoce el prefijo, Turquía -

    Aló..

    : En que diablos pensabas mujer!. Por esa razón mandaste a tu hijo conmigo?

    También es un gusto escucharte Asla, tanto tiempo.

    : no me cambies el tema, toma el primer vuelo y ven a casa. Necesito los detalles de lo que ocurre ... Hermana

    - esa palabra no la había escuchado en más de 20 años cuando a los 15 se fue de la protección de los Soykan.-

    Bien iré pero te responderé solo lo que puedas saber

    : Enviaré a Ati para que vaya a recogerte al aeropuerto.

    -del otro lado colgaron el teléfono, y la joven solo suspiro, Aslan era astuto pero impulsivo, no podía contarle todo si lo hacía podía involucrarlos en una guerra estúpida. Tomo su chaqueta , miro un momento la televisión y luego la apagó, saliendo de la habitación en dirección al aeropuerto -
    - Se escuchaba el ruido de la televisión de fondo mientras ella se estaba vistiendo con pantalón negro , camisa negra y un cinturon del mismo tono. " Noticias internacionales, el día de ayer en el lado oeste de Londres, la policía encontró, en el departamento de uno de los integrantes de la familia Carbone, una escena escalofriante. Aún se está investigando para saber si Paul Carbone que podría ser el cuerpo descuartizado que se encontró, junto a más de 8 de su equipo de seguridad. Las cámaras de seguridad no captaron nada solo hubo interferencia en ciertos puntos. Los vecinos del lugar tampoco vieron a nadie salir , ¿Será un asesinato perfectamente ejecutado, o un ataque de ira por parte del integrante de la familia Carbone? Lo sabremos dentro de los días " La mujer escucho la noticia mientras se preparaba un mokaccino, el café se había vuelto su mejor amigo estos meses para mantenerse despierta. En eso su teléfono suena , mira el número y reconoce el prefijo, Turquía - Aló.. 📱: En que diablos pensabas mujer!. Por esa razón mandaste a tu hijo conmigo? También es un gusto escucharte Asla, tanto tiempo. 📱: no me cambies el tema, toma el primer vuelo y ven a casa. Necesito los detalles de lo que ocurre ... Hermana - esa palabra no la había escuchado en más de 20 años cuando a los 15 se fue de la protección de los Soykan.- Bien iré pero te responderé solo lo que puedas saber 📱: Enviaré a Ati para que vaya a recogerte al aeropuerto. -del otro lado colgaron el teléfono, y la joven solo suspiro, Aslan era astuto pero impulsivo, no podía contarle todo si lo hacía podía involucrarlos en una guerra estúpida. Tomo su chaqueta , miro un momento la televisión y luego la apagó, saliendo de la habitación en dirección al aeropuerto -
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