• 𝚂𝚘𝚕𝚘 𝚎𝚗 𝚕𝚊𝚜 𝙲𝚊𝚕𝚕𝚎𝚜 ➺ 𝙸𝚗𝚝𝚛𝚘𝚍𝚞𝚌𝚌𝚒𝚘́𝚗

    Abandonado desde bebé, Nathan fue encontrado por un grupo de indigentes y pasó sus primeros años bajo su osco cuidado. Aprendió rápidamente a sobrevivir, pero también conoció el dolor, la traición y el abandono.

    A los 10 años cayó en las garras de la prostitución, fue inevitable. Los adultos que lo rodeaban lo explotaron, vendiéndolo por dinero y drogas, enseñándole a temprana edad que el mundo era despiadado y no debía confiar en nadie.

    Después de años de abuso y maltrato, Nathan comenzó a notar algo extraño en sí mismo. Siempre había sido bueno para leer a las personas, pero esa habilidad comenzó a ir más allá de la intuición.

    En un momento de desesperación, en una de sus noches más oscuras, pudo escuchar los pensamientos de uno de sus clientes, una habilidad que lo sorprendió y asustó a la vez. Pronto, esta capacidad para leer mentes y emociones se fue refinando. Empezó a comprender mejor a las personas que lo rodeaban, descubriendo sus secretos, deseos y miedos con solo mirarlos. Aunque esto le dio una ventaja en su entorno, también lo hizo sentir abrumado, cargando con el dolor y las emociones de otros cuando ni siquiera sabía lidiar con lo propio.

    No pasó mucho tiempo cuando, enredado en una pelea con su proxeneta, Nathan descubrió su capacidad de mover objetos con la mente. Fue un momento de pura adrenalina cuando, sin querer, empujó mentalmente una botella de vidrio que estaba a varios metros de distancia, golpeando a su agresor. Tan aterrorizado como intrigado, empezó a experimentar con sus poderes en secreto. Estos dones le ayudaron a deshacerse de la impotencia, como si finalmente tuviera algo de control sobre su propia vida.

    Para cuando alcanzó los 20 años, su vida había girado en torno al abuso de drogas y el alcohol. Consiguió trabajo como bartender en un club nocturno, donde su sensualidad y carácter provocador lo convirtieron en una figura atractiva, sin embargo, detrás de esa fachada, seguía siendo un niño roto, con un inmenso miedo al abandono y una rabia contenida hacia cualquier figura de autoridad.

    A pesar de todo, Nathan no puede escapar del ciclo de autodestrucción en el que vive.
    𝚂𝚘𝚕𝚘 𝚎𝚗 𝚕𝚊𝚜 𝙲𝚊𝚕𝚕𝚎𝚜 ➺ 𝙸𝚗𝚝𝚛𝚘𝚍𝚞𝚌𝚌𝚒𝚘́𝚗 Abandonado desde bebé, Nathan fue encontrado por un grupo de indigentes y pasó sus primeros años bajo su osco cuidado. Aprendió rápidamente a sobrevivir, pero también conoció el dolor, la traición y el abandono. A los 10 años cayó en las garras de la prostitución, fue inevitable. Los adultos que lo rodeaban lo explotaron, vendiéndolo por dinero y drogas, enseñándole a temprana edad que el mundo era despiadado y no debía confiar en nadie. Después de años de abuso y maltrato, Nathan comenzó a notar algo extraño en sí mismo. Siempre había sido bueno para leer a las personas, pero esa habilidad comenzó a ir más allá de la intuición. En un momento de desesperación, en una de sus noches más oscuras, pudo escuchar los pensamientos de uno de sus clientes, una habilidad que lo sorprendió y asustó a la vez. Pronto, esta capacidad para leer mentes y emociones se fue refinando. Empezó a comprender mejor a las personas que lo rodeaban, descubriendo sus secretos, deseos y miedos con solo mirarlos. Aunque esto le dio una ventaja en su entorno, también lo hizo sentir abrumado, cargando con el dolor y las emociones de otros cuando ni siquiera sabía lidiar con lo propio. No pasó mucho tiempo cuando, enredado en una pelea con su proxeneta, Nathan descubrió su capacidad de mover objetos con la mente. Fue un momento de pura adrenalina cuando, sin querer, empujó mentalmente una botella de vidrio que estaba a varios metros de distancia, golpeando a su agresor. Tan aterrorizado como intrigado, empezó a experimentar con sus poderes en secreto. Estos dones le ayudaron a deshacerse de la impotencia, como si finalmente tuviera algo de control sobre su propia vida. Para cuando alcanzó los 20 años, su vida había girado en torno al abuso de drogas y el alcohol. Consiguió trabajo como bartender en un club nocturno, donde su sensualidad y carácter provocador lo convirtieron en una figura atractiva, sin embargo, detrás de esa fachada, seguía siendo un niño roto, con un inmenso miedo al abandono y una rabia contenida hacia cualquier figura de autoridad. A pesar de todo, Nathan no puede escapar del ciclo de autodestrucción en el que vive.
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  • Carmina Valenti siempre había sentido una conexión profunda con su cabello cobrizo y rizado. Desde pequeña, lo había cuidado con esmero, aprendiendo a domar cada rizo rebelde y a darle forma según su estado de ánimo. Algunos días lo llevaba suelto, enmarañado y salvaje, mientras que otros prefería atarlo en una trenza o envolverlo en un pañuelo elegante. Para ella, su cabello era una extensión de su ser, una forma de expresión que reflejaba su fuerza y creatividad.

    Sin embargo, ese orgullo se convertía en un trago amargo cada vez que alguien la elogiaba por él. Las palabras "me encanta tu cabello" eran suficientes para que su sonrisa se congelara, y sus pensamientos volvieran a un rincón oscuro de su memoria. Era el mismo cabello que su madre había llevado, idéntico en color y textura. Una herencia que, en lugar de acercarla a un legado familiar positivo, la arrastraba hacia recuerdos que prefería dejar enterrados.

    Durante su adolescencia y hasta hace pocos años, Carmina había intentado escapar de esa conexión. A diario, tomaba la plancha de cabello y la deslizaba con rabia controlada sobre cada mechón rizado, alisando lo que para ella representaba un vínculo con su madre, una mujer atrapada en las sombras de la ciudad, enredada en el mundo de las drogas y la prostitución. Su madre había muerto joven, en las calles, dejando a su hija con más preguntas que respuestas. Para Carmina, su cabello era una marca visible de esa historia, una que no quería que otros vieran reflejada en ella.

    Planchar su cabello se había convertido en un ritual de distanciamiento, un intento de borrar cualquier semejanza con esa mujer de la que intentaba alejarse. Pero, un día, simplemente se cansó. No hubo un momento dramático ni una epifanía reveladora; solo el cansancio acumulado de intentar ser alguien distinta a lo que el destino le había dado. Dejó de luchar contra los rizos, dejó de alisar la historia que cargaba en cada mechón, aunque los recuerdos seguían ahí, incrustados en su mente.

    Aún adoraba su cabello y dedicaba tiempo a cuidarlo, pero cada vez que un cumplido llegaba, su interior se tensaba. "Gracias", solía decir, forzando una sonrisa, mientras por dentro deseaba que nadie más volviera a mencionarlo.
    Carmina Valenti siempre había sentido una conexión profunda con su cabello cobrizo y rizado. Desde pequeña, lo había cuidado con esmero, aprendiendo a domar cada rizo rebelde y a darle forma según su estado de ánimo. Algunos días lo llevaba suelto, enmarañado y salvaje, mientras que otros prefería atarlo en una trenza o envolverlo en un pañuelo elegante. Para ella, su cabello era una extensión de su ser, una forma de expresión que reflejaba su fuerza y creatividad. Sin embargo, ese orgullo se convertía en un trago amargo cada vez que alguien la elogiaba por él. Las palabras "me encanta tu cabello" eran suficientes para que su sonrisa se congelara, y sus pensamientos volvieran a un rincón oscuro de su memoria. Era el mismo cabello que su madre había llevado, idéntico en color y textura. Una herencia que, en lugar de acercarla a un legado familiar positivo, la arrastraba hacia recuerdos que prefería dejar enterrados. Durante su adolescencia y hasta hace pocos años, Carmina había intentado escapar de esa conexión. A diario, tomaba la plancha de cabello y la deslizaba con rabia controlada sobre cada mechón rizado, alisando lo que para ella representaba un vínculo con su madre, una mujer atrapada en las sombras de la ciudad, enredada en el mundo de las drogas y la prostitución. Su madre había muerto joven, en las calles, dejando a su hija con más preguntas que respuestas. Para Carmina, su cabello era una marca visible de esa historia, una que no quería que otros vieran reflejada en ella. Planchar su cabello se había convertido en un ritual de distanciamiento, un intento de borrar cualquier semejanza con esa mujer de la que intentaba alejarse. Pero, un día, simplemente se cansó. No hubo un momento dramático ni una epifanía reveladora; solo el cansancio acumulado de intentar ser alguien distinta a lo que el destino le había dado. Dejó de luchar contra los rizos, dejó de alisar la historia que cargaba en cada mechón, aunque los recuerdos seguían ahí, incrustados en su mente. Aún adoraba su cabello y dedicaba tiempo a cuidarlo, pero cada vez que un cumplido llegaba, su interior se tensaba. "Gracias", solía decir, forzando una sonrisa, mientras por dentro deseaba que nadie más volviera a mencionarlo.
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  • Bienvenido a américa, a la derecha tenemos droga, a la izquierda prostitución y en medio a un pendejo desdichado con su vida. Mucho gusto este pendejo es Ash si vienes de parte de Dino vete a la mierda, si vienes de parte de los japoneses y policías.... ¿No te demoraste para hacerle la entrevista?
    Habla sin miedo, este lince no te cortará la lengua por hablarle
    Bienvenido a américa, a la derecha tenemos droga, a la izquierda prostitución y en medio a un pendejo desdichado con su vida. Mucho gusto este pendejo es Ash si vienes de parte de Dino vete a la mierda, si vienes de parte de los japoneses y policías.... ¿No te demoraste para hacerle la entrevista? Habla sin miedo, este lince no te cortará la lengua por hablarle
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    ꔛ 𓈒 *˚ ᦃ𝐂𝐚𝐧𝐢𝐛𝐚𝐥𝐢𝐬𝐦𝐨•𝐂𝐫𝐢𝐦𝐞𝐧•𝐓𝐎𝐗𝐈𝐂•𝐧𝐨 𝐥𝐞𝐞𝐫.・ඞා
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    Al caer la noche, emergió Abismo de la oscuridad.
    Los pasos de tacones de sus zapatos charolados negros hacían resonar en eco las pisadas imponentes cada vez que avanzaba paso tras paso hacia su víctima.

    Portaba un traje elegante como era propio de él, alguien que gustaba de vestir bien y mantenerse impecable, con una postura derecha, mentón en alto, firme. Su expresión inexpresiva característica; apático, frío, aquellos ojos rasgados que miraban fijamente, parecía hambriento de carne, de sangre.

    De fondo se escuchaba el sonido de alguna rata al pasar, y las goteras que salpicaban en charcos que pronto se iban formando. El lugar era frío, roto, abandonado, oscuro, a los alrededores con un pastizal crecido, un lugar donde no corría ni un alma... Más que... Sus guardias cuidando a las afueras, y su asistente quien le brindaba las herramientas necesarias.

    Frente a él, había una persona con una bolsa negra en la cabeza, silenciado con mordaza, atado de pies y manos, completamente desnudo titiritando no nada más por el frío...
    Abismo simplemente le descubrió la cara para observarlo y verificar que no estuviese lastimado; efectivamente, todo estaba en orden...

    A sus pies se encontraba un hombre cuya información recolectada era la siguiente:
    • Yoon Kim, 46 años de edad.
    Casado con Soojin Bin de 38 años. Tiene hijos, una niña de 15 y un niño de 17. Un empresario más del montón quien tenía como segunda vida el lavado de dinero, y manejar la red de trata siendo un proxeneta de bajo nivel, sus victimas mayormente eran niñas jóvenes betas y omegas, dentro de esta jerarquía también habían niños. Muchos de ellos también fueron abusados por el, y también silenciaron casos de fallecimientos de estos mismos.

    Abismo tras leer la información recolectada se quedó un minuto de silencio observando el pedazo de papel entre sus manos, un torbellino de emociones invadió su mente, por supuesto que ya sabía de quién se trataba y qué hacia, después de todo él mismo lo había mandado a investigar.

    —Buenas noches Kim, de nuevo nos volvemos a encontrar.—

    Dijo para romper el silencio, anteriormente ya lo había visto en otras ocasiones en fiestas organizadas por las élites. Abismo aprovechaba las invitaciones para recolectar información y buscar nuevas "victimas" para cazar, mas bien denominados proxenetas. Abismo habiendo crecido parte de su infancia en un prostíbulo sabía cómo se manejaban y las cosas que pasaban, todas las personas que ejercían prostitución, habían sido olbigados porque iniciafon a base de secuestros, arreglos de cuentas, endeudamientos.
    Abismo no podia evitar compadecerse por esas personas y, recordar a su madre, a sus noonas, es por eso que cuando se convirtió en lider y escaló para obtener poder, se dedicó a combatir la red, tanto así que fundó una organización para aquellas victimas, donde les brindaban una cama, comida, techo, ropa, asistencia médica, psicológica, si era necesario educación, y los amparaban para que de esa manera pudieran reinsertarse en la sociedad y retomar sus vidas, vidas que les habían sido robadas, y por último se les ayudaba a conseguir empleo y se les daba una ayuda económica temporal hasta que finalmente se pudieran establecer por completo...

    Ese hombre solo temblaba y jadeaba, y al no obtener respuesta, Abismo le tomó del cabello para sacudirlo y darle una bofetada.

    —No seas descortés, salúdame como corresponde pedazo de imbécil.—

    Dijo soltando improperios para luego quitarle la mordaza, este de inmediato lo saludó y pasó a rogarle que no le hiciera daño con la clásica frase "tengo una hija, tengo un hijo una esposa, una familia, por favor, no me hagas daño!".

    Como respuesta, volteó sus ojos y extendió su diestra sin quitarle la mirada.

    —Traeme el fierro.—

    Le ordenó a su asistente quien de inmediato se lo pasó en mano en silencio, automáticamente como si fuse un bate de beisbol, lanzó un golpe lo suficientemente fuerte abrirle una herida en el cráneo y que de esa manera comenzara a salir una hemorragia abundante. Quedó aturdido por el golpe pues el mismo retumbó por el lugar emitiendo aquél característico vibrante sonido metálico.

    —Que pedazo de puta eres... Pides piedad porque tiene niños, pero no te importó prostituir, violar y matar a esos pequeños que secuestraste, basura...Voy a cortarte el maldito pene...Se acabó viejo.—

    Sentenció tajante dando aviso de que hoy sería su último día de vida mientras apretaba su entrepierna con su zapato lo más fuerte que podía para hacerlo chillar como a un cerdo, su sufrimiento era música para sus oídos.

    "¿¡Pero quien mierda te crees?! ¡Tú, un omega insignificante quien seguramente llegó a esa posición abriendo las piernas ! ¿Crees que serás más fuerte que un alfa? ¡En tus sueños, ahí afuera habrá un montón que te van a follar hasta dejarte muerto bastardo!"

    Exclamó entre improperios de la manera mas vulgar posible, incluso gotas de saliva eran expulsadas, y para la frutilla del postre, recibió un escupitajo en sus zapatos.
    Abismo solo tomó un bocado de aire y suspiró, decidió mantenerse en silencio y le pidió a su asistente que se retirara para dejarlo a solas, mientras tanto, encendió una radio para dejar música de ambiente; algo de género clásico que tanto le gustaba.

    —Me pregunto si a tu mujer y a tus hijos le gustará que le obsequie la cabeza de su padre.—

    Cuestionó a modo de broma, lo cual eso provocó más aquél hombre, quien a pesar de su temor no dejaba de gritar y maldecir al omega que rápidamente para silenciarlo le propinó varios golpes en su estómago.
    Kim, pesar de los golpes aun forzaba resistencia, por lo que continuó hablando pestes. Para estas alturas su cuerpo torturad ya estaba ensangrentado por las heridas y con hematomas.
    A veces era contradictorio el cómo lo maldecía con odio y luego rogaba por piedad, clemencia, desesperado de alguna manera tratando de convencerlo, pero Abismo no tenía piedad alguna.

    La música clásica era relajante a pesar de la situación y ciertamente no congeniaba con el momento ni el ambiente, sobre todo por el bullicio que provocaba aquel señor, sus gritos casi que opacaban la bella melodía de piano y violín; ambos instrumentos de cuerdas favoritos de el omega.

    De repente Abismo entró a reír enajenado, parecía que aquello era lo único que finalmente había hecho callar a ese alfa quien lo miró con extrañeza por su actitud tan delirante, llevaba alrededor de tres minutos riendo solo hasta que finalmente cesó y con ello articuló sus muñecas con la palma de sus manos extendidas mirando hacia arriba, y con un movimiento medio circular, inhaló profundo respirando las feromonas de aquél alfa.

    —Mnnh.... Huele a mierda.—

    Dijo referido a sus feromonas con una mirada frívola, unas palabras que como alfa seguramente le daban en el ego, pero en vez de enojarse se quedó callado con una mira llena de terror pues en ese entonces aquél hombre se percató que su hora llegaba con el pasar de los minutos pues pronto las uñas de Abismo crecieron, eran un par de garras, sus pupilas contraídas y sus colmillos crecieron.
    Aquél hombre comenzó a llorar jadeando, asustado, tanto así que se orinó encima, pero eso no fue impedimento para Abismo, quien llevaba muchos mese sin haber dado ni un solo bocado...

    Rápidamente se le abalanzó directo a la yugular y clavó sus colmillos enterrando en sus carnes, el grito desgarrador que emitió rompió sus propias cuerdas vocales, no sabía lo que estaría por padecer, un dolor indescriptible que le duraría quizás largos minutos de sufrimiento, o dependiendo de su resistencia, serían pocos pero que se le harían eternos.

    De un tirón arrancó parte de su carne conectada con su hombro y pecho, la sangre chorreaba, salía disparada, caía al suelo y bañaba aquella anatomía sentada.
    Abismo, un omega bestia que se alimentaba de carne de alfas, pero que estos tenían la particularidad de que, quienes eran victimas no eran nada más ni nada menos que unos delincuentes, una amenaza para la sociedad que atacaban a los más vulnerables, a los más débiles, aprovechándose de almas inocentes...

    Aquél trozo de carne desapareció en cuestión de minutos, su grito continuaba débilmente mientras aún se forzaba a resistirse a su obvio final. Este prosiguió y continuó del otro lado del cuello, los nervios colgaban, la piel, la carne, el masticar producía un sonido viscoso tal y como cuando un animal comía carne cruda, Abismo gruñía su rostro, sus manos y ropa estaba manchada de sangre.

    Prosiguió por los brazos dejando cada parte que comía con los huesos a la vista, para este momento los gritos desgarradores se apagaron poco a poco hasta que finalmente solo se podía escuchar el masticar del omega.
    Claramente no iba a poder comerse todo un cuerpo entero, pero había comido parte de su torso, brazos y cuello, prácticamente lo había dejado decapitado.

    Solo cuando logró llenarse y quedar satisfecho, fue que decidió detenerse y se quedó mirando fijo aquél cadáver que quedó irreconocible. Su momento de euforia y cambio de personalidad drástico se detuvo, fue entonces que apagó la música y salió en silencio de aquél lugar donde le esperaba su asistente para ocuparse del resto y ser llevado a casa.

    Las victimas de Yoon Kim habían sido rescatadas y trasladadas a la organización de Abismo para ser asistidas, todos los involucrados en la red de trata fueron asesinados por los empleados del omega.
    El cadáver de aquél hombre fue enterrado a las afueras de la ciudad, fue dado como desaparecido y luego tomaron como muerto despés de mucho tiempo de búsqueda sin ninguna suerte y que, debido a la insistencia de su esposa, se vio obligado a enviarle un mensaje...

    Cuando se le entregó la nota a la familia el contenido le confirmó y le dio aviso a la hora viuda que efectivamente había sido asesinado por un arreglo de cuentas, que nunca encontraría el cadaver y que no se metiera en los asuntos si no quería ser la siguiente y poner en riesgo a lo poco que le quedaba de familia.

    Esto para ella habís sido una amenaza, de la cual decidió dejar de insistir, claro que para Abismo solo fue un plan para asustarla y que no siguiera metiendo sus narices, después de todo él amaba a las mujeres y jamás le haría daño a una dama.

    Tiempo después se encargaron de sacar a la luz la noticia de la doble vida de Kim, revelando la red de trata que fue descubierta y dada de baja, con ello también hicieron justicia para los fallecidos y abusados que habían escondido y silenciado en aquel entonces.

    La sociedad coreana sin duda festejó este hecho de que finalmente se había dado justicia a las victimas y celebraban a la par la muerte de aquél hombre incluso si solo solo había sido ejecutado por un ajustes de cuentas. Las opiniones de internet y de los televidentes en general opinaban lo mismo, que "alguien asi debería morir".

    Abismo por otro lado, transitó su día a día como era de costumbre, donde de día se encargaba del manejo de la empresa farmacéutica y se encerraba en su oficina para hacer sus tareas correspondientes.

    En eso, la puerta sonó del otro lado dieron tres golpes y se presentó su asiste, Abismo al dar la orden de ingreso se abrió la puerta y entró. Este le entregó unos archivos informativos sobre un alfa llamado Lee sim Woo soltero de 38 años.

    De inmediato de puso a leer toda la información recoletada mientras escuchaba a su empleado remarcar los datos mas importantes en aquel resumen oral.
    Este dejó los papeles sobre la mesa una vez que terminó de darle una ojeada, observó a su colega un tanto indiferente como si realmente toda esta situación no fuese la gran cosa, claro que si lo era, pero estaba claro y bien marcado el carácter y personalidad de este.

    —Buen trabajo... Ya sabes que hacer...—

    Musito curveando una tenue sonrisa que permitió ver las puntas afiladas de sus colmillos.

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Sus guardias cuidando a las afueras, y su asistente quien le brindaba las herramientas necesarias. Frente a él, había una persona con una bolsa negra en la cabeza, silenciado con mordaza, atado de pies y manos, completamente desnudo titiritando no nada más por el frío... Abismo simplemente le descubrió la cara para observarlo y verificar que no estuviese lastimado; efectivamente, todo estaba en orden... A sus pies se encontraba un hombre cuya información recolectada era la siguiente: • Yoon Kim, 46 años de edad. Casado con Soojin Bin de 38 años. Tiene hijos, una niña de 15 y un niño de 17. Un empresario más del montón quien tenía como segunda vida el lavado de dinero, y manejar la red de trata siendo un proxeneta de bajo nivel, sus victimas mayormente eran niñas jóvenes betas y omegas, dentro de esta jerarquía también habían niños. Muchos de ellos también fueron abusados por el, y también silenciaron casos de fallecimientos de estos mismos. Abismo tras leer la información recolectada se quedó un minuto de silencio observando el pedazo de papel entre sus manos, un torbellino de emociones invadió su mente, por supuesto que ya sabía de quién se trataba y qué hacia, después de todo él mismo lo había mandado a investigar. —Buenas noches Kim, de nuevo nos volvemos a encontrar.— Dijo para romper el silencio, anteriormente ya lo había visto en otras ocasiones en fiestas organizadas por las élites. Abismo aprovechaba las invitaciones para recolectar información y buscar nuevas "victimas" para cazar, mas bien denominados proxenetas. Abismo habiendo crecido parte de su infancia en un prostíbulo sabía cómo se manejaban y las cosas que pasaban, todas las personas que ejercían prostitución, habían sido olbigados porque iniciafon a base de secuestros, arreglos de cuentas, endeudamientos. Abismo no podia evitar compadecerse por esas personas y, recordar a su madre, a sus noonas, es por eso que cuando se convirtió en lider y escaló para obtener poder, se dedicó a combatir la red, tanto así que fundó una organización para aquellas victimas, donde les brindaban una cama, comida, techo, ropa, asistencia médica, psicológica, si era necesario educación, y los amparaban para que de esa manera pudieran reinsertarse en la sociedad y retomar sus vidas, vidas que les habían sido robadas, y por último se les ayudaba a conseguir empleo y se les daba una ayuda económica temporal hasta que finalmente se pudieran establecer por completo... Ese hombre solo temblaba y jadeaba, y al no obtener respuesta, Abismo le tomó del cabello para sacudirlo y darle una bofetada. —No seas descortés, salúdame como corresponde pedazo de imbécil.— Dijo soltando improperios para luego quitarle la mordaza, este de inmediato lo saludó y pasó a rogarle que no le hiciera daño con la clásica frase "tengo una hija, tengo un hijo una esposa, una familia, por favor, no me hagas daño!". Como respuesta, volteó sus ojos y extendió su diestra sin quitarle la mirada. —Traeme el fierro.— Le ordenó a su asistente quien de inmediato se lo pasó en mano en silencio, automáticamente como si fuse un bate de beisbol, lanzó un golpe lo suficientemente fuerte abrirle una herida en el cráneo y que de esa manera comenzara a salir una hemorragia abundante. Quedó aturdido por el golpe pues el mismo retumbó por el lugar emitiendo aquél característico vibrante sonido metálico. —Que pedazo de puta eres... Pides piedad porque tiene niños, pero no te importó prostituir, violar y matar a esos pequeños que secuestraste, basura...Voy a cortarte el maldito pene...Se acabó viejo.— Sentenció tajante dando aviso de que hoy sería su último día de vida mientras apretaba su entrepierna con su zapato lo más fuerte que podía para hacerlo chillar como a un cerdo, su sufrimiento era música para sus oídos. "¿¡Pero quien mierda te crees?! ¡Tú, un omega insignificante quien seguramente llegó a esa posición abriendo las piernas ! ¿Crees que serás más fuerte que un alfa? ¡En tus sueños, ahí afuera habrá un montón que te van a follar hasta dejarte muerto bastardo!" Exclamó entre improperios de la manera mas vulgar posible, incluso gotas de saliva eran expulsadas, y para la frutilla del postre, recibió un escupitajo en sus zapatos. Abismo solo tomó un bocado de aire y suspiró, decidió mantenerse en silencio y le pidió a su asistente que se retirara para dejarlo a solas, mientras tanto, encendió una radio para dejar música de ambiente; algo de género clásico que tanto le gustaba. —Me pregunto si a tu mujer y a tus hijos le gustará que le obsequie la cabeza de su padre.— Cuestionó a modo de broma, lo cual eso provocó más aquél hombre, quien a pesar de su temor no dejaba de gritar y maldecir al omega que rápidamente para silenciarlo le propinó varios golpes en su estómago. Kim, pesar de los golpes aun forzaba resistencia, por lo que continuó hablando pestes. Para estas alturas su cuerpo torturad ya estaba ensangrentado por las heridas y con hematomas. A veces era contradictorio el cómo lo maldecía con odio y luego rogaba por piedad, clemencia, desesperado de alguna manera tratando de convencerlo, pero Abismo no tenía piedad alguna. La música clásica era relajante a pesar de la situación y ciertamente no congeniaba con el momento ni el ambiente, sobre todo por el bullicio que provocaba aquel señor, sus gritos casi que opacaban la bella melodía de piano y violín; ambos instrumentos de cuerdas favoritos de el omega. De repente Abismo entró a reír enajenado, parecía que aquello era lo único que finalmente había hecho callar a ese alfa quien lo miró con extrañeza por su actitud tan delirante, llevaba alrededor de tres minutos riendo solo hasta que finalmente cesó y con ello articuló sus muñecas con la palma de sus manos extendidas mirando hacia arriba, y con un movimiento medio circular, inhaló profundo respirando las feromonas de aquél alfa. —Mnnh.... 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De un tirón arrancó parte de su carne conectada con su hombro y pecho, la sangre chorreaba, salía disparada, caía al suelo y bañaba aquella anatomía sentada. Abismo, un omega bestia que se alimentaba de carne de alfas, pero que estos tenían la particularidad de que, quienes eran victimas no eran nada más ni nada menos que unos delincuentes, una amenaza para la sociedad que atacaban a los más vulnerables, a los más débiles, aprovechándose de almas inocentes... Aquél trozo de carne desapareció en cuestión de minutos, su grito continuaba débilmente mientras aún se forzaba a resistirse a su obvio final. Este prosiguió y continuó del otro lado del cuello, los nervios colgaban, la piel, la carne, el masticar producía un sonido viscoso tal y como cuando un animal comía carne cruda, Abismo gruñía su rostro, sus manos y ropa estaba manchada de sangre. Prosiguió por los brazos dejando cada parte que comía con los huesos a la vista, para este momento los gritos desgarradores se apagaron poco a poco hasta que finalmente solo se podía escuchar el masticar del omega. Claramente no iba a poder comerse todo un cuerpo entero, pero había comido parte de su torso, brazos y cuello, prácticamente lo había dejado decapitado. Solo cuando logró llenarse y quedar satisfecho, fue que decidió detenerse y se quedó mirando fijo aquél cadáver que quedó irreconocible. Su momento de euforia y cambio de personalidad drástico se detuvo, fue entonces que apagó la música y salió en silencio de aquél lugar donde le esperaba su asistente para ocuparse del resto y ser llevado a casa. Las victimas de Yoon Kim habían sido rescatadas y trasladadas a la organización de Abismo para ser asistidas, todos los involucrados en la red de trata fueron asesinados por los empleados del omega. El cadáver de aquél hombre fue enterrado a las afueras de la ciudad, fue dado como desaparecido y luego tomaron como muerto despés de mucho tiempo de búsqueda sin ninguna suerte y que, debido a la insistencia de su esposa, se vio obligado a enviarle un mensaje... Cuando se le entregó la nota a la familia el contenido le confirmó y le dio aviso a la hora viuda que efectivamente había sido asesinado por un arreglo de cuentas, que nunca encontraría el cadaver y que no se metiera en los asuntos si no quería ser la siguiente y poner en riesgo a lo poco que le quedaba de familia. Esto para ella habís sido una amenaza, de la cual decidió dejar de insistir, claro que para Abismo solo fue un plan para asustarla y que no siguiera metiendo sus narices, después de todo él amaba a las mujeres y jamás le haría daño a una dama. Tiempo después se encargaron de sacar a la luz la noticia de la doble vida de Kim, revelando la red de trata que fue descubierta y dada de baja, con ello también hicieron justicia para los fallecidos y abusados que habían escondido y silenciado en aquel entonces. La sociedad coreana sin duda festejó este hecho de que finalmente se había dado justicia a las victimas y celebraban a la par la muerte de aquél hombre incluso si solo solo había sido ejecutado por un ajustes de cuentas. Las opiniones de internet y de los televidentes en general opinaban lo mismo, que "alguien asi debería morir". Abismo por otro lado, transitó su día a día como era de costumbre, donde de día se encargaba del manejo de la empresa farmacéutica y se encerraba en su oficina para hacer sus tareas correspondientes. En eso, la puerta sonó del otro lado dieron tres golpes y se presentó su asiste, Abismo al dar la orden de ingreso se abrió la puerta y entró. Este le entregó unos archivos informativos sobre un alfa llamado Lee sim Woo soltero de 38 años. De inmediato de puso a leer toda la información recoletada mientras escuchaba a su empleado remarcar los datos mas importantes en aquel resumen oral. Este dejó los papeles sobre la mesa una vez que terminó de darle una ojeada, observó a su colega un tanto indiferente como si realmente toda esta situación no fuese la gran cosa, claro que si lo era, pero estaba claro y bien marcado el carácter y personalidad de este. —Buen trabajo... Ya sabes que hacer...— Musito curveando una tenue sonrisa que permitió ver las puntas afiladas de sus colmillos. ㅤ ︶ ͝ 𝅄︶ ͝ ⏝𝅄⏝ ͝ ︶𝅄⏝ ͝ ︶𝅄︶ ͝ ⏝𝅄︶ ͝ ⏝𝅄︶ ͝
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  • || Aunque está puesto en el fijado, sus recuerdo que Elettra es, al margen de bailarina de ballet, typical señorita que borda, teje, lee, toca un instrumento (solo uno), cocina y limpia. Ella considera que, como ama y señora de su casa, le corresponde a ella tenerla siempre ordenada y no le disgusta hacerlo. Recordemos que este ¿muro? Está ambientado en la segunda mitad del XIX. Al margen de su oficio (que por cierto, estaba muy relacionado con la prostitución y ella jamás la ha ejercido) quiere ser la perfecta esposa y aspira a ello.
    || Aunque está puesto en el fijado, sus recuerdo que Elettra es, al margen de bailarina de ballet, typical señorita que borda, teje, lee, toca un instrumento (solo uno), cocina y limpia. Ella considera que, como ama y señora de su casa, le corresponde a ella tenerla siempre ordenada y no le disgusta hacerlo. Recordemos que este ¿muro? Está ambientado en la segunda mitad del XIX. Al margen de su oficio (que por cierto, estaba muy relacionado con la prostitución y ella jamás la ha ejercido) quiere ser la perfecta esposa y aspira a ello.
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