• —No me quiero levantar...

    Pasó toda la noche en vela otra vez, bostezando y acurrucandose más a la cama, abrazando sus peluches.

    —Sólo un par de horas más... total ¿Qué puede pasar?

    Si supiera, no estaría tan tranquilo.
    De nuevo se sentía agotado, con el exceso de energía comenzando a desgastar también el cuerpo de tela de a poco.
    Por suerte una semana más, o eso esperaba, y su cuerpo finalmente estaría regenerado para él.
    —No me quiero levantar... Pasó toda la noche en vela otra vez, bostezando y acurrucandose más a la cama, abrazando sus peluches. —Sólo un par de horas más... total ¿Qué puede pasar? Si supiera, no estaría tan tranquilo. De nuevo se sentía agotado, con el exceso de energía comenzando a desgastar también el cuerpo de tela de a poco. Por suerte una semana más, o eso esperaba, y su cuerpo finalmente estaría regenerado para él.
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  • Ven cariñito ♡ Prometo solo tomar tu sangre si me la ofreces primero.
    También me alimento de emociones y calor corporal, claro si eso endulza el trato para ti ~♡

    #SeductiveSunday
    Ven cariñito ♡ Prometo solo tomar tu sangre si me la ofreces primero. También me alimento de emociones y calor corporal, claro si eso endulza el trato para ti ~♡ #SeductiveSunday
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  • La estación orbital Aurora estaba abarrotada como nunca. Los viajeros se agolpaban en los corredores, mirando las pantallas holográficas que anunciaban el evento del año: un concierto de Robin, la voz que había conquistado galaxias enteras. Su música era más que entretenimiento; era un puente que conectaba a seres de diferentes mundos, un idioma universal que resonaba con el corazón de todos.

    Robin estaba en su camerino, ajustándose el último detalle de su atuendo: un vestido que parecía estar hecho de nebulosas en movimiento, diseñado por un famoso artista de Andrómeda. Frente al espejo, respiró profundamente. A pesar de los años de experiencia, aún sentía ese cosquilleo antes de salir al escenario.

    “Cinco minutos, Robin,” anunció su asistente, una androide llamada Selene con voz melodiosa y ojos que brillaban como pequeñas lunas.

    “Gracias, Selene,” respondió Robin, tomando un momento para mirar por la ventana hacia el espacio infinito. Cada estrella que veía le recordaba una historia, un rostro, una emoción que había capturado en sus canciones.

    Cuando las luces del escenario se encendieron y el público rugió, Robin dio un paso adelante. Desde la primera nota, el ambiente cambió. Las galaxias parecían detenerse para escuchar. Su voz era un torbellino de emociones: la calidez de un amanecer, la tristeza de una despedida, la esperanza de un nuevo comienzo.

    Entre las canciones, Robin habló al público. “He viajado por muchos lugares, visto maravillas que nunca olvidaré, pero siempre me sorprende lo que la música puede hacer. No importa de dónde vengamos, quiénes somos o qué hemos vivido. Aquí, en este momento, somos uno.”

    El público respondió con una ovación que hizo temblar los muros de la estación. Robin continuó, tocando su balada más famosa, una canción que había inspirado a exploradores a cruzar galaxias y a soñadores a nunca rendirse.

    Cuando el concierto terminó, Robin se quedó un momento más en el escenario, mirando a los miles de rostros emocionados frente a ella. Sabía que, aunque su vida estaba llena de viajes y luces brillantes, lo que realmente importaba era la conexión que creaba con cada palabra y cada nota.

    Al salir del escenario, Selene la esperaba con una toalla y una sonrisa. “El universo sigue hablando de ti, Robin.”

    Robin sonrió, agotada pero feliz. “Es porque, en el fondo, todos necesitamos una canción que nos haga sentir menos solos.”

    Y así, la estrella que iluminaba galaxias volvió a perderse entre las luces del cosmos, dejando a su paso una melodía que nunca se apagaría.

    La estación orbital Aurora estaba abarrotada como nunca. Los viajeros se agolpaban en los corredores, mirando las pantallas holográficas que anunciaban el evento del año: un concierto de Robin, la voz que había conquistado galaxias enteras. Su música era más que entretenimiento; era un puente que conectaba a seres de diferentes mundos, un idioma universal que resonaba con el corazón de todos. Robin estaba en su camerino, ajustándose el último detalle de su atuendo: un vestido que parecía estar hecho de nebulosas en movimiento, diseñado por un famoso artista de Andrómeda. Frente al espejo, respiró profundamente. A pesar de los años de experiencia, aún sentía ese cosquilleo antes de salir al escenario. “Cinco minutos, Robin,” anunció su asistente, una androide llamada Selene con voz melodiosa y ojos que brillaban como pequeñas lunas. “Gracias, Selene,” respondió Robin, tomando un momento para mirar por la ventana hacia el espacio infinito. Cada estrella que veía le recordaba una historia, un rostro, una emoción que había capturado en sus canciones. Cuando las luces del escenario se encendieron y el público rugió, Robin dio un paso adelante. Desde la primera nota, el ambiente cambió. Las galaxias parecían detenerse para escuchar. Su voz era un torbellino de emociones: la calidez de un amanecer, la tristeza de una despedida, la esperanza de un nuevo comienzo. Entre las canciones, Robin habló al público. “He viajado por muchos lugares, visto maravillas que nunca olvidaré, pero siempre me sorprende lo que la música puede hacer. No importa de dónde vengamos, quiénes somos o qué hemos vivido. Aquí, en este momento, somos uno.” El público respondió con una ovación que hizo temblar los muros de la estación. Robin continuó, tocando su balada más famosa, una canción que había inspirado a exploradores a cruzar galaxias y a soñadores a nunca rendirse. Cuando el concierto terminó, Robin se quedó un momento más en el escenario, mirando a los miles de rostros emocionados frente a ella. Sabía que, aunque su vida estaba llena de viajes y luces brillantes, lo que realmente importaba era la conexión que creaba con cada palabra y cada nota. Al salir del escenario, Selene la esperaba con una toalla y una sonrisa. “El universo sigue hablando de ti, Robin.” Robin sonrió, agotada pero feliz. “Es porque, en el fondo, todos necesitamos una canción que nos haga sentir menos solos.” Y así, la estrella que iluminaba galaxias volvió a perderse entre las luces del cosmos, dejando a su paso una melodía que nunca se apagaría.
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  • Hoy toca ir de compras con la mas guapa de todo galar

    Bea
    Hoy toca ir de compras con la mas guapa de todo galar [eclipse_topaz_eagle_612]
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  • -Es hora de ir a un evento por eso Robin se estaba arreglando para ir, hizo llegar una invitación a Lute , pues como es desde siempre su mejor amiga, hasta cuando el cielo estaba habitado, ella siempre estuvo a su lado, aunque por su carácter dosis, aveces sacaba de sus casilla a la exterminadora.

    Aunque esta vez planea ir a un evento asi con ella, ya sin dios, la ángel Robin, ahora trabajaba para Xipe, Aeon de la armonía o diosa de la armonía como se quiera decir.

    Viaja ahora entre galaxias para llevar la armonía en sus canciones y esta vez no será diferente, arreglandose para ir a Jairo un mundo antes dominado por el hielo y aislado, con su regreso la comunicación, Robin opto por llevarles un concierto y evento.

    Sabía que Lute solo conocía el cielo, infierno y tierra, por lo que le Podría emocionar conocer otro lugar ajeno a esos.

    Solo queda esperar que acepte ir porque, una vez lista ira al trasporte qué la llevara a Jairo -.
    -Es hora de ir a un evento por eso Robin se estaba arreglando para ir, hizo llegar una invitación a [Lute1], pues como es desde siempre su mejor amiga, hasta cuando el cielo estaba habitado, ella siempre estuvo a su lado, aunque por su carácter dosis, aveces sacaba de sus casilla a la exterminadora. Aunque esta vez planea ir a un evento asi con ella, ya sin dios, la ángel Robin, ahora trabajaba para Xipe, Aeon de la armonía o diosa de la armonía como se quiera decir. Viaja ahora entre galaxias para llevar la armonía en sus canciones y esta vez no será diferente, arreglandose para ir a Jairo un mundo antes dominado por el hielo y aislado, con su regreso la comunicación, Robin opto por llevarles un concierto y evento. Sabía que Lute solo conocía el cielo, infierno y tierra, por lo que le Podría emocionar conocer otro lugar ajeno a esos. Solo queda esperar que acepte ir porque, una vez lista ira al trasporte qué la llevara a Jairo -.
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  • — ¿Recuerdas cuando preguntaste si conocía a la bruja Soleil? Pues te tengo noticias, pero... ¿Sabes guardar un secreto? ¡Qué bien! Porque yo también sé, así que no te lo diré.
    — ¿Recuerdas cuando preguntaste si conocía a la bruja Soleil? Pues te tengo noticias, pero... ¿Sabes guardar un secreto? ¡Qué bien! Porque yo también sé, así que no te lo diré.
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  • — Espero que mis alumnos aprendan

    Estar así no es tan malo. Obviamente antes de llegar a esto la jodió un poco
    — Espero que mis alumnos aprendan Estar así no es tan malo. Obviamente antes de llegar a esto la jodió un poco
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  • Disfrutando de mis pocos momentos lejos del trabajo y el estrés.
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  • El sol apenas asomaba por el horizonte cuando Carmina se levantó. Era domingo, el único día que podía disfrutar de un poco de tranquilidad antes de que la tienda debajo cobrara vida. En silencio, se dirigió a la pequeña cocina del apartamento. Su abuela todavía dormía, y Carmina se permitió tomar el mando del espacio. Preparó café y una rebanada de pan con mantequilla mientras escuchaba el murmullo distante de la ciudad despertándose. Desde la ventana, veía cómo los primeros rayos de sol iluminaban las calles vacías. Con su taza en mano, se sentó a la mesa, disfrutando de la paz efímera.

    El sol apenas asomaba por el horizonte cuando Carmina se levantó. Era domingo, el único día que podía disfrutar de un poco de tranquilidad antes de que la tienda debajo cobrara vida. En silencio, se dirigió a la pequeña cocina del apartamento. Su abuela todavía dormía, y Carmina se permitió tomar el mando del espacio. Preparó café y una rebanada de pan con mantequilla mientras escuchaba el murmullo distante de la ciudad despertándose. Desde la ventana, veía cómo los primeros rayos de sol iluminaban las calles vacías. Con su taza en mano, se sentó a la mesa, disfrutando de la paz efímera.
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  • Gazú Bonetti Que hermosa retrato, me encanta... ¿Lo colocarás en la sala de las obras de arte, mi amafo Gazú?.
    [Gazu122101] Que hermosa retrato, me encanta... ¿Lo colocarás en la sala de las obras de arte, mi amafo Gazú?.
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