• estoy leyendo darling Pero si solo quieres un abrazo bien no tengo problema en dártelo

    Mmmm o oye do dónde e estás tocando ..

    -Sin poder concentrarse en su lectura -
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  • A Ohime nunca le había interesado de forma activa la lectura, a veces leía mangas, sobretodo romance, dramas o fantasía, pero libros como tal no. Esta vez quiso leer, empezaría por una novela para no abrumarse demasiado, ese interés al parecer no había nacido por si sólo.
    A Ohime nunca le había interesado de forma activa la lectura, a veces leía mangas, sobretodo romance, dramas o fantasía, pero libros como tal no. Esta vez quiso leer, empezaría por una novela para no abrumarse demasiado, ese interés al parecer no había nacido por si sólo.
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    𝗜𝗻𝘀𝘁𝗮𝗴𝗿𝗮𝗺 𝗣𝗼𝘀𝘁 « @.e.swan

    Una buena lectura
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    ︎──────────────────
    ︎≡ ↴ ⌂ ⌕ ⊞ ♡
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  • Lisa sostenía la taza de té entre las manos, disfrutando del calor reconfortante que se filtraba a través de la porcelana. La biblioteca estaba en absoluto silencio, solo roto por el ocasional crujir de las páginas al pasar. El aroma a hierbas flotaba en el aire, mezclándose con el sutil olor a libros antiguos. Bebió un sorbo, cerrando los ojos por un instante, saboreando la calma. Afuera, el mundo seguía su curso, pero aquí dentro, todo parecía suspendido en una armonía perfecta. Apoyó la taza en la mesa y retomó su lectura, sumergiéndose de nuevo en su propio refugio.
    Lisa sostenía la taza de té entre las manos, disfrutando del calor reconfortante que se filtraba a través de la porcelana. La biblioteca estaba en absoluto silencio, solo roto por el ocasional crujir de las páginas al pasar. El aroma a hierbas flotaba en el aire, mezclándose con el sutil olor a libros antiguos. Bebió un sorbo, cerrando los ojos por un instante, saboreando la calma. Afuera, el mundo seguía su curso, pero aquí dentro, todo parecía suspendido en una armonía perfecta. Apoyó la taza en la mesa y retomó su lectura, sumergiéndose de nuevo en su propio refugio.
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    || Pensando seriamente si irme a Hiatus, así me dedicaría a la lectura sana(?)

    https://vm.tiktok.com/ZMkpWXPNB/
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  • 30 a 300 líneas por Semana
    Fandom
    El príncipe cruel
    Búsqueda de
    Personaje
    Estado
    Disponible
    ¡Aclaración!: La imagen pertenece a @frostbite.studios
    NO será un personaje 2D, pero la ilustración ayudará a la elección de su face character. Y relacionado con el número de líneas, no hay un máximo.

    A continuación, escribiré un resumen sobre Cardan. Así no será necesario la lectura de los libros. Y obviamente, cualquier cambio (razonable) será aceptado.

    ------
    Información General
    Nombre completo: Cardan Greenbriar
    Raza: Feérico (Hada)
    Ocupación: Rey de Elfhame
    Residencia: El Palacio Real
    ------

    Cardan Greenbriar es el príncipe de Elfhame. Su vida está marcada por el poder, la intriga, y las traiciones, características propias del mundo feérico en el que vive.

    Es hijo del Alto Rey de Elfhame. Desde pequeño, su vida estuvo marcada por la violencia, los abusos y los juegos de poder. Lo educaron hasta convertirlo en una persona cruel y despiadada. A lo largo de su infancia, Cardan fue víctima de las manipulaciones de sus padres y del maltrato de su hermano, Dain, quien también buscaba llegar al trono.

    Su relación con Jude: se convierte en uno de los principales antagonistas de Jude Duarte, la humana que a pesar de no tener magia, busca su lugar en la Corte de Elfhame. Desde el inicio, Cardan es extremadamente cruel con ella, humillándola y haciéndola sentir inferior debido a su condición humana. Sin embargo, Jude, a pesar de sus abusos y, por razones de supervivencia y ambición, se ve obligada a formar una relación tensa con él.

    Después de todo, Cardan no es solo un príncipe cruel y arrogante. A lo largo de las intrigas de la Corte, se va revelando su vulnerabilidad y sus inseguridades, especialmente en relación con su familia, su madre y las expectativas que tienen sobre él. Su evolución es marcada por su creciente interacción con Jude, ya que, aunque comienza siendo su opresor, empieza a desarrollarse una compleja relación de respeto, amor y poder mutuo.

    Cardan se ve obligado a tomar el trono de Elfhame tras la muerte de su hermano, Dain, y después de una serie de traiciones. Sin embargo, su reinado está lejos de ser seguro. Cardan, aunque ahora es rey, se enfrenta a constantes amenazas, tanto internas como externas, mientras lucha por mantener el control de su reino. A lo largo de este proceso, su relación con Jude se vuelve más cercana y complicada, comenzando a transformarse en algo más allá de la animosidad.

    Cardan es un personaje que busca demostrar que es más que un "rey malvado". Mientras se enfrenta a las realidades de gobernar y a los desafíos de su relación con Jude. Su desarrollo lo lleva a descubrir que, aunque puede ser despiadado y controlado por su destino, también tiene la capacidad de cambiar y ser más que un simple peón en la Corte de las Hadas.

    Se enfrenta a su destino y toma decisiones cruciales para el futuro de Elfhame, Jude y su propia vida. Al final, toma el control de su vida y del reino de una manera que refleja su verdadera naturaleza, capaz de hacer sacrificios y luchar por lo que realmente importa.
    ¡Aclaración!: La imagen pertenece a @frostbite.studios NO será un personaje 2D, pero la ilustración ayudará a la elección de su face character. Y relacionado con el número de líneas, no hay un máximo. A continuación, escribiré un resumen sobre Cardan. Así no será necesario la lectura de los libros. Y obviamente, cualquier cambio (razonable) será aceptado. ------ Información General Nombre completo: Cardan Greenbriar Raza: Feérico (Hada) Ocupación: Rey de Elfhame Residencia: El Palacio Real ------ Cardan Greenbriar es el príncipe de Elfhame. Su vida está marcada por el poder, la intriga, y las traiciones, características propias del mundo feérico en el que vive. Es hijo del Alto Rey de Elfhame. Desde pequeño, su vida estuvo marcada por la violencia, los abusos y los juegos de poder. Lo educaron hasta convertirlo en una persona cruel y despiadada. A lo largo de su infancia, Cardan fue víctima de las manipulaciones de sus padres y del maltrato de su hermano, Dain, quien también buscaba llegar al trono. Su relación con Jude: se convierte en uno de los principales antagonistas de Jude Duarte, la humana que a pesar de no tener magia, busca su lugar en la Corte de Elfhame. Desde el inicio, Cardan es extremadamente cruel con ella, humillándola y haciéndola sentir inferior debido a su condición humana. Sin embargo, Jude, a pesar de sus abusos y, por razones de supervivencia y ambición, se ve obligada a formar una relación tensa con él. Después de todo, Cardan no es solo un príncipe cruel y arrogante. A lo largo de las intrigas de la Corte, se va revelando su vulnerabilidad y sus inseguridades, especialmente en relación con su familia, su madre y las expectativas que tienen sobre él. Su evolución es marcada por su creciente interacción con Jude, ya que, aunque comienza siendo su opresor, empieza a desarrollarse una compleja relación de respeto, amor y poder mutuo. Cardan se ve obligado a tomar el trono de Elfhame tras la muerte de su hermano, Dain, y después de una serie de traiciones. Sin embargo, su reinado está lejos de ser seguro. Cardan, aunque ahora es rey, se enfrenta a constantes amenazas, tanto internas como externas, mientras lucha por mantener el control de su reino. A lo largo de este proceso, su relación con Jude se vuelve más cercana y complicada, comenzando a transformarse en algo más allá de la animosidad. Cardan es un personaje que busca demostrar que es más que un "rey malvado". Mientras se enfrenta a las realidades de gobernar y a los desafíos de su relación con Jude. Su desarrollo lo lleva a descubrir que, aunque puede ser despiadado y controlado por su destino, también tiene la capacidad de cambiar y ser más que un simple peón en la Corte de las Hadas. Se enfrenta a su destino y toma decisiones cruciales para el futuro de Elfhame, Jude y su propia vida. Al final, toma el control de su vida y del reino de una manera que refleja su verdadera naturaleza, capaz de hacer sacrificios y luchar por lo que realmente importa.
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  • 𝓟𝓻𝓲𝓷𝓬𝓮𝓼𝓪 𝓑𝓮𝓻𝓲𝓽
    Fandom OC
    Categoría Drama
    · 2013 ·

    Los tacones de la directora repiqueteaban a toda velocidad por el pasillo principal de la escuela, tratando de apurar el paso y además, no perder el equilibrio que pudiese poner en riesgo su integridad. Estaba completamente fuera de sus cabales y solo tenía en la mente una imagen de a quién buscar y a quién responsabilizar.

    —Oh, Rider... ¡ahora sí que te la has cargado!

    Algunos alumnos que pululaban por el pasillo sintieron la curiosidad picar en sus nucas, girándose para ver a la enfadadísima directora yendo hacia la salida del edificio, por la puerta trasera, que llevaba a las instalaciones deportivas. Si aquél anónimo decía la verdad, iba a terminar de una vez por todas con el problema número uno de su colegio: Berit Rider.

    No aminoró el paso al llegar al campo de futbol, viendo que efectivamente, el anónimo no se había equivocado ni un poquito: un buen puñado de alumnos y alumnas estaban armando jaleo en el campo, mirando todos a la misma dirección. En uno de los postes, colgado con lo que parecían toallas y cuerdas, uno de los alumnos del último curso, Blake Shordan, estaba atado y suplicando que por favor lo soltasen. Las risas y las voces amortiguaban la voz principal, de la animadora que estaba claramente llevando la situación y a la que rodeaba la muchedumbre, justo enfrente de su víctima.

    —¿Vas a decirles la verdad?— dijo Berit con un chorro de voz potente— Vamos, Blake...
    —¡Berit, suéltame! ¡Diles que me bajen, por favor!
    —¡No te escucho! ¿Vas a contar lo que realmente pasó o no? Podemos dejarte aquí toda la noche...
    —¡De eso nada!

    La voz de Marisa Field, la directora, sonó atronadora entre las súplicas de Blake y las reclamaciones de Berit. Todos se giraron hacia ella y los rostros de terror comenzaron a poblar entre la multitud... menos la de Rider, que se mantuvo con media sonrisa de absoluta superioridad.


    En cuanto llegaron al despacho, tras soltar a Shordan y darle un trato de derechos humanos básico (ergo, dejarle ducharse y vestirse), ambos adolescentes estaban sentados a una distancia prudente frente a la directora, que ya había dado aviso a los padres de ambos. Para Berit, era un trámite más, no sentía la más mínima preocupación por estar allí sentada, mientras que su contra parte estaba aterrorizado y con motivos. La señora Field sacó el expediente de la rubia, soltándolo con violencia sobre su escritorio: no era lo que consideraría nadie una "lectura ligera".

    —Berit, esto es el colmo. Esto es insostenible, ¡esto se tiene que terminar!
    —¿Acaso sabe por qué hemos terminado en esas condiciones? —respondió la menor, sonriendo— Quizás mi compañero tiene cosas que explicar...

    Ante el silencio de Blake, junto con su expresión de miedo absoluto, la directora volvió a dirigirse a ella.

    —Rider, estoy harta de tener que llamar a tus padres. Estoy agotada de soportar tus tonterías. Estoy al borde de una baja por depresión, única y exclusivamente por tu culpa. Te has peleado, has faltado a clase, has incendiado uno de los dormitorios, has inundado los baños, te has escapado de noche... ¿Es que no piensas parar nunca?
    —Señora, con todos mis respetos, entiendo que le he dado bastante por saco estos años... pero esta vez, no he hecho nada malo. Solamente me he defendido.

    No le sorprendía a Marisa la seguridad que Berit siempre mostraba al exponer sus argumentos, su firmeza al hacerse cargo de sus acciones y sobre todo, admitir sin ningún ápice de remordimiento las cosas que hacía. Lo único diferente era la admisión de su defensa propia.

    —¿Cómo dices?
    —Así es, —dijo al cruzarse de brazos, mirando al muchacho— ¿Por qué no lo explicas tú, Blake?

    Por unos momentos, Blake respiró tranquilo creyéndose a salvo de la situación, siendo solo una víctima. Pero cuando la conversación vuelve hacia él, se hunde en su silla.

    —¿Y bien? —bramó la directora, impaciente— ¿Qué ha pasado, Shonder?
    —Yo no he hecho nada. Yo estaba en los vestuarios, cuando mis compañeros me hicieron una encerrona y...
    —Ha mentido, —espetó Berit de golpe, cortándole la palabra al ver que estaba desvariando— ha mentido y ha dicho por todo el colegio que nos hemos acostado y que soy una cualquiera

    La cara de Blake palideció ante la contundente respuesta de Berit, que había hasta movido su mano en un gesto casi autoritario, mandándole callar con un simple manotazo al aire.

    —Ha contado por ahí que nos hemos acostado, lo cual no tendría nada de malo si fuese verdad, pero no lo es. Y si me van a tratar de fácil, que al menos sea porque me lo he pasado bien y no con un idiota como él, que es patético.

    Con los años, la señora Field aprendió que si interrumpía a Berit, tendría el mismo efecto que si no lo hiciese: ella siempre acabaría su argumento y su falta de preocupación por las consecuencias era arrolladora. Pero aún así, siempre cumplía con sus castigos, lo cual era aún más curioso. Jamás, pensó Marisa, llegaría a comprender a Berit Rider y había hecho las paces con ese pensamiento.

    —¿Es eso cierto, Shonder?— preguntó por fin Field— Es mejor que cuentes la verdad, porque abriré una investigación y lo sabré igualmente y tendrás doble castig...
    —¡Si! ¿Vale? ¡Lo hice! ¡Pensé que no se descontrolaría de esta forma! Solo me gusta Berit y ella no me hacía ni caso, así que me inventé que si habíamos quedado...

    La sonrisa de satisfacción de la rubia ensanchó sus labios y miró con superioridad a la directora. Nunca un "ya te lo dije" sin pronunciar había ofendido tanto a nadie.


    Los señores Berit, como era costumbre desde hacía unos años, tan solo coincidían en los juzgados y en el colegio de sus hijas. Por suerte, Bernice estaba siendo una alumna competente y los problemas eran inexistentes... pero Berit estaba llenando ella sola el cupo de las dos. Cuando salieron del despacho de la directora (seguidos de Blake, sus padres y un parte de expulsión de tres días), caminaron los tres juntos hasta el dormitorio de la joven donde siempre acudían para charlar tranquilamente sobre las faltas de su hija. Y en esos pequeños instantes, que tanto adoraba Berit, veía de nuevo a sus padres juntos.

    —Bibi, esta vez creo que lo has llevado a un límite insostenible, cielo

    La voz de su padre jamás había adoptado un tono elevado ni serio, siempre era un carro de dulzura para sus hijas. Pero trataba de inculcarle algo de sentido y razón a sus acciones.

    —Papá, ha sido él. Él la ha cagado y yo le he enseñado que no se habla así de una mujer
    —Lo sabemos, cielo, —dijo su madre mientras colocaba un mechón de su cabello tras su oreja— pero es que ha sido salvajismo... lo habéis colgado de la portería, eso es... Inaudito

    Con sus padres sentados a ambos lados, en la cama, ofreciéndole toda su atención a ella, casi no podía ni borrar su sonrisa.

    —Berit... creo que esta ha sido la última travesura, cielo.
    —La directora se ha cansado realmente, Bibi. Y no hay dinero que tape esto... la próxima falta que tengas, tendrás expulsión directa. Y te quedas sin graduar

    Sintió un golpe en el pecho que la dejó sin aire durante unos segundos. ¿Sin graduar? ¿Expulsión? Tan solo el eco de esas palabras le producían terror. Miró con miedo a sus padres, alternando de uno a otro. Y una preocupación latente que dejó desvelar.

    —Pero... ¿Entonces no os veré juntos nunca más?
    —Oh, Bibi...— Lawrence miró a su ex-mujer, casi con un sentimiento de culpa— Tendrás que idear otra manera, pero no con más travesuras, ¿está bien?

    Besó su cabeza y su madre la abrazó fugazmente. Aquella pequeña reunión Rider terminó casi tan rápido como había comenzado: su padre seguramente tenía que volver con su nueva novia a Florida, su madre tendría que regresar con su nuevo marido a Palm Springs... mientras, ella seguiría allí encadenada, junto con su hermana, en San Francisco. Les vio marcharse, casi como si tuviesen prisa y por primera vez en muchos años, Berit comprendió que la soledad de la que tanto huía seguiría allí, siendo su mayor compañía. Y cuanto antes entendiese que necesitaba salir adelante sola, antes conseguiría superar el vacío constante que ocupaba en su corazón.
    · 2013 · Los tacones de la directora repiqueteaban a toda velocidad por el pasillo principal de la escuela, tratando de apurar el paso y además, no perder el equilibrio que pudiese poner en riesgo su integridad. Estaba completamente fuera de sus cabales y solo tenía en la mente una imagen de a quién buscar y a quién responsabilizar. —Oh, Rider... ¡ahora sí que te la has cargado! Algunos alumnos que pululaban por el pasillo sintieron la curiosidad picar en sus nucas, girándose para ver a la enfadadísima directora yendo hacia la salida del edificio, por la puerta trasera, que llevaba a las instalaciones deportivas. Si aquél anónimo decía la verdad, iba a terminar de una vez por todas con el problema número uno de su colegio: Berit Rider. No aminoró el paso al llegar al campo de futbol, viendo que efectivamente, el anónimo no se había equivocado ni un poquito: un buen puñado de alumnos y alumnas estaban armando jaleo en el campo, mirando todos a la misma dirección. En uno de los postes, colgado con lo que parecían toallas y cuerdas, uno de los alumnos del último curso, Blake Shordan, estaba atado y suplicando que por favor lo soltasen. Las risas y las voces amortiguaban la voz principal, de la animadora que estaba claramente llevando la situación y a la que rodeaba la muchedumbre, justo enfrente de su víctima. —¿Vas a decirles la verdad?— dijo Berit con un chorro de voz potente— Vamos, Blake... —¡Berit, suéltame! ¡Diles que me bajen, por favor! —¡No te escucho! ¿Vas a contar lo que realmente pasó o no? Podemos dejarte aquí toda la noche... —¡De eso nada! La voz de Marisa Field, la directora, sonó atronadora entre las súplicas de Blake y las reclamaciones de Berit. Todos se giraron hacia ella y los rostros de terror comenzaron a poblar entre la multitud... menos la de Rider, que se mantuvo con media sonrisa de absoluta superioridad. En cuanto llegaron al despacho, tras soltar a Shordan y darle un trato de derechos humanos básico (ergo, dejarle ducharse y vestirse), ambos adolescentes estaban sentados a una distancia prudente frente a la directora, que ya había dado aviso a los padres de ambos. Para Berit, era un trámite más, no sentía la más mínima preocupación por estar allí sentada, mientras que su contra parte estaba aterrorizado y con motivos. La señora Field sacó el expediente de la rubia, soltándolo con violencia sobre su escritorio: no era lo que consideraría nadie una "lectura ligera". —Berit, esto es el colmo. Esto es insostenible, ¡esto se tiene que terminar! —¿Acaso sabe por qué hemos terminado en esas condiciones? —respondió la menor, sonriendo— Quizás mi compañero tiene cosas que explicar... Ante el silencio de Blake, junto con su expresión de miedo absoluto, la directora volvió a dirigirse a ella. —Rider, estoy harta de tener que llamar a tus padres. Estoy agotada de soportar tus tonterías. Estoy al borde de una baja por depresión, única y exclusivamente por tu culpa. Te has peleado, has faltado a clase, has incendiado uno de los dormitorios, has inundado los baños, te has escapado de noche... ¿Es que no piensas parar nunca? —Señora, con todos mis respetos, entiendo que le he dado bastante por saco estos años... pero esta vez, no he hecho nada malo. Solamente me he defendido. No le sorprendía a Marisa la seguridad que Berit siempre mostraba al exponer sus argumentos, su firmeza al hacerse cargo de sus acciones y sobre todo, admitir sin ningún ápice de remordimiento las cosas que hacía. Lo único diferente era la admisión de su defensa propia. —¿Cómo dices? —Así es, —dijo al cruzarse de brazos, mirando al muchacho— ¿Por qué no lo explicas tú, Blake? Por unos momentos, Blake respiró tranquilo creyéndose a salvo de la situación, siendo solo una víctima. Pero cuando la conversación vuelve hacia él, se hunde en su silla. —¿Y bien? —bramó la directora, impaciente— ¿Qué ha pasado, Shonder? —Yo no he hecho nada. Yo estaba en los vestuarios, cuando mis compañeros me hicieron una encerrona y... —Ha mentido, —espetó Berit de golpe, cortándole la palabra al ver que estaba desvariando— ha mentido y ha dicho por todo el colegio que nos hemos acostado y que soy una cualquiera La cara de Blake palideció ante la contundente respuesta de Berit, que había hasta movido su mano en un gesto casi autoritario, mandándole callar con un simple manotazo al aire. —Ha contado por ahí que nos hemos acostado, lo cual no tendría nada de malo si fuese verdad, pero no lo es. Y si me van a tratar de fácil, que al menos sea porque me lo he pasado bien y no con un idiota como él, que es patético. Con los años, la señora Field aprendió que si interrumpía a Berit, tendría el mismo efecto que si no lo hiciese: ella siempre acabaría su argumento y su falta de preocupación por las consecuencias era arrolladora. Pero aún así, siempre cumplía con sus castigos, lo cual era aún más curioso. Jamás, pensó Marisa, llegaría a comprender a Berit Rider y había hecho las paces con ese pensamiento. —¿Es eso cierto, Shonder?— preguntó por fin Field— Es mejor que cuentes la verdad, porque abriré una investigación y lo sabré igualmente y tendrás doble castig... —¡Si! ¿Vale? ¡Lo hice! ¡Pensé que no se descontrolaría de esta forma! Solo me gusta Berit y ella no me hacía ni caso, así que me inventé que si habíamos quedado... La sonrisa de satisfacción de la rubia ensanchó sus labios y miró con superioridad a la directora. Nunca un "ya te lo dije" sin pronunciar había ofendido tanto a nadie. Los señores Berit, como era costumbre desde hacía unos años, tan solo coincidían en los juzgados y en el colegio de sus hijas. Por suerte, Bernice estaba siendo una alumna competente y los problemas eran inexistentes... pero Berit estaba llenando ella sola el cupo de las dos. Cuando salieron del despacho de la directora (seguidos de Blake, sus padres y un parte de expulsión de tres días), caminaron los tres juntos hasta el dormitorio de la joven donde siempre acudían para charlar tranquilamente sobre las faltas de su hija. Y en esos pequeños instantes, que tanto adoraba Berit, veía de nuevo a sus padres juntos. —Bibi, esta vez creo que lo has llevado a un límite insostenible, cielo La voz de su padre jamás había adoptado un tono elevado ni serio, siempre era un carro de dulzura para sus hijas. Pero trataba de inculcarle algo de sentido y razón a sus acciones. —Papá, ha sido él. Él la ha cagado y yo le he enseñado que no se habla así de una mujer —Lo sabemos, cielo, —dijo su madre mientras colocaba un mechón de su cabello tras su oreja— pero es que ha sido salvajismo... lo habéis colgado de la portería, eso es... Inaudito Con sus padres sentados a ambos lados, en la cama, ofreciéndole toda su atención a ella, casi no podía ni borrar su sonrisa. —Berit... creo que esta ha sido la última travesura, cielo. —La directora se ha cansado realmente, Bibi. Y no hay dinero que tape esto... la próxima falta que tengas, tendrás expulsión directa. Y te quedas sin graduar Sintió un golpe en el pecho que la dejó sin aire durante unos segundos. ¿Sin graduar? ¿Expulsión? Tan solo el eco de esas palabras le producían terror. Miró con miedo a sus padres, alternando de uno a otro. Y una preocupación latente que dejó desvelar. —Pero... ¿Entonces no os veré juntos nunca más? —Oh, Bibi...— Lawrence miró a su ex-mujer, casi con un sentimiento de culpa— Tendrás que idear otra manera, pero no con más travesuras, ¿está bien? Besó su cabeza y su madre la abrazó fugazmente. Aquella pequeña reunión Rider terminó casi tan rápido como había comenzado: su padre seguramente tenía que volver con su nueva novia a Florida, su madre tendría que regresar con su nuevo marido a Palm Springs... mientras, ella seguiría allí encadenada, junto con su hermana, en San Francisco. Les vio marcharse, casi como si tuviesen prisa y por primera vez en muchos años, Berit comprendió que la soledad de la que tanto huía seguiría allí, siendo su mayor compañía. Y cuanto antes entendiese que necesitaba salir adelante sola, antes conseguiría superar el vacío constante que ocupaba en su corazón.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Terminado
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  • Lisa, la bibliotecaria de Mondstadt, descansaba en su escritorio, hojeando un grimorio con una sonrisa perezosa. Afuera, el viento susurraba entre las hojas, pero dentro, la biblioteca se mantenía en un silencio armonioso, interrumpido solo por el leve chasquido de páginas pasadas. Con un dedo envuelto en relámpagos, cerró suavemente un libro olvidado sobre la mesa de lectura. "Los libros también necesitan descanso", murmuró. Mientras los aventureros llegaban en busca de conocimiento, Lisa, con su elegante languidez, les recibía con una advertencia amable:
    — Retrasar la devolución de un libro tiene consecuencias… y no querrás conocerlas, ¿verdad? —
    Lisa, la bibliotecaria de Mondstadt, descansaba en su escritorio, hojeando un grimorio con una sonrisa perezosa. Afuera, el viento susurraba entre las hojas, pero dentro, la biblioteca se mantenía en un silencio armonioso, interrumpido solo por el leve chasquido de páginas pasadas. Con un dedo envuelto en relámpagos, cerró suavemente un libro olvidado sobre la mesa de lectura. "Los libros también necesitan descanso", murmuró. Mientras los aventureros llegaban en busca de conocimiento, Lisa, con su elegante languidez, les recibía con una advertencia amable: — Retrasar la devolución de un libro tiene consecuencias… y no querrás conocerlas, ¿verdad? —
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  • - estaba canzada de aprende magia por su BisAbuela Frigg, o por cualquier otro dios asi qué se tomo un tiempo para ella y leer un poco de lectura bajo de los árboles. -

    Al fin un poco de tiempo para mi y paz .
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  • Una lectura para relajarme es lo que necesito

    -Tomo un libro de poemas y se disposo a leer un momento mientras su hijo descansa-
    Una lectura para relajarme es lo que necesito -Tomo un libro de poemas y se disposo a leer un momento mientras su hijo descansa-
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