Lisa, la bibliotecaria de Mondstadt, descansaba en su escritorio, hojeando un grimorio con una sonrisa perezosa. Afuera, el viento susurraba entre las hojas, pero dentro, la biblioteca se mantenía en un silencio armonioso, interrumpido solo por el leve chasquido de páginas pasadas. Con un dedo envuelto en relámpagos, cerró suavemente un libro olvidado sobre la mesa de lectura. "Los libros también necesitan descanso", murmuró. Mientras los aventureros llegaban en busca de conocimiento, Lisa, con su elegante languidez, les recibía con una advertencia amable:
— Retrasar la devolución de un libro tiene consecuencias… y no querrás conocerlas, ¿verdad? —
Lisa, la bibliotecaria de Mondstadt, descansaba en su escritorio, hojeando un grimorio con una sonrisa perezosa. Afuera, el viento susurraba entre las hojas, pero dentro, la biblioteca se mantenía en un silencio armonioso, interrumpido solo por el leve chasquido de páginas pasadas. Con un dedo envuelto en relámpagos, cerró suavemente un libro olvidado sobre la mesa de lectura. "Los libros también necesitan descanso", murmuró. Mientras los aventureros llegaban en busca de conocimiento, Lisa, con su elegante languidez, les recibía con una advertencia amable: — Retrasar la devolución de un libro tiene consecuencias… y no querrás conocerlas, ¿verdad? —
Me encocora
Me shockea
3
5 turnos 0 maullidos 201 vistas
Patrocinados
Patrocinados