• ¡FELIZ DÍA DE LA JUVENTUD!
    Espero que la vitalidad y la esperanza en sus pieles duren por mil años o más. Jóvenes, pequeñines inmortales y mayores antiguos. ¡Que jamás nadie le niegue su energía vital ni hoy ni nunca!

    Bienvenida Primavera y dulce juventud, disfruten de cada experiencia. Les desea la misma Diosa de la Juventud y Vitalidad.
    ¡FELIZ DÍA DE LA JUVENTUD! Espero que la vitalidad y la esperanza en sus pieles duren por mil años o más. Jóvenes, pequeñines inmortales y mayores antiguos. ¡Que jamás nadie le niegue su energía vital ni hoy ni nunca! Bienvenida Primavera y dulce juventud, disfruten de cada experiencia. Les desea la misma Diosa de la Juventud y Vitalidad. 🌸
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  • Como olvidar la juventud....las almas que torture...que bueno tiempos
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  • ⠀⠀La noche se había adueñado de la ciudad, pero las luces de la iglesia de San Miguel brillaban iluminando la calle en penumbra. Kazuha se detuvo frente a la verja. Era una espectadora silenciosa en un culto ajeno.

    ⠀⠀Desde el interior, llegaba el murmullo de una oración colectiva, un sonido que le erizó la piel. No por devoción, sino por una molesta familiaridad.

    "𝘗𝘢𝘥𝘳𝘦 𝘕𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰, 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘴 𝘦𝘯 𝘭𝘰𝘴 𝘤𝘪𝘦𝘭𝘰𝘴..."

    ⠀⠀Una sonrisa torcida se dibujó en sus labios. ¿En los cielos? Ella provenía de un linaje que se decía ser descendiente de una entidad que habitaba en los sueños. Aeloria, Guardiana de los Sueños. Una leyenda tan antigua y difusa como el propio concepto de Dios para estos humanos.

    "𝘚𝘢𝘯𝘵𝘪𝘧𝘪𝘤𝘢𝘥𝘰 𝘴𝘦𝘢 𝘵𝘶 𝘯𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦..."

    ⠀⠀Ellos tenían su libro sagrado, su Biblia, con reglas escritas en piedra y mandamientos entregados en una montaña. Los Aelorianos tenían un Código de Ética. Un reglamento seco, frío, escrito por un Consejo de Ancianos temerosos que decidieron que el miedo era una buena base para la moral. "No usar el poder para ventaja personal. No alterar el equilibrio mágico en el mundo" Tsk, ¿quién decidió qué era el "equilibrio"? ¿Un puñado de viejos asustados que añoraban los días en que eran venerados como dioses menores?

    "𝘋𝘢𝘯𝘰𝘴 𝘩𝘰𝘺 𝘯𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰 𝘱𝘢𝘯 𝘥𝘦 𝘤𝘢𝘥𝘢 𝘥𝘪𝘢..."

    ⠀⠀Ellos pedían pan. Sus clientes pedían amor, poder, venganza. ¿Era tan distinto? Ambos suplicaban a una fuerza superior para llenar un vacío. La única diferencia era el intermediario. Ellos tenían sacerdotes que prometían una recompensa después de la muerte. Y ella era como una sacerdotisa que cobraba antes de conceder el milagro, y advertía que el cielo podía caerte encima en cualquier momento.

    «Aeloria no nos dió este poder para que lo usaramos, sino para que lo entendieramos". La frase, una de las tantas que le habían repetido hasta el cansancio en su juventud. ¿Entenderlo? ¿Entender el caos? Era como intentar entender un huracán metiéndose en el ojo de la tormenta. ¡Absurdo!. El poder era para usarse. Para sentirlo arder en las venas, para moldear la realidad a voluntad. ¿Acaso no era eso entenderlo verdaderamente? Abrazar su naturaleza depredadora, en lugar de intentar domarla con reglas hipócritas.

    ⠀⠀Un Código de Ética escrito por un puñado de viejos cobardes era su biblia. Y ella era como la serpiente del Edén, prefería ofrecer la manzana del conocimiento prohibido, aunque a cambio de un precio que respnaría en los ecos del alma.

    ⠀⠀Una mariposa roja se materializó y se posó en un barrotes justo frente a su rostro.

    —¿Lo ves? —murmuró, y su voz se perdió en el canto de los feligreces— ellos rezan a un dios que no contesta. Y nosotros... somos los dioses que contestamos. Por eso nos temen más que a su propio dios silente, hmph.

    ⠀⠀Giró sobre sus talones y se alejó de la luz de la iglesia. No había respuestas para ella en ese lugar, solo el eco reconfortante de su propia herejía. Ella era una creyente más fiel que todos ellos. Porque creía en el poder mismo. Y no en las reglas que los hombres, humanos o Aelorianos, inventaban para sentirse menos aterrados de la oscuridad que llevaban dentro.

    ⠀⠀El eco de un "Amén" colectivo la persiguió calle abajo. Ella no necesitaba amén. Tenía el sonido de las mariposas rojas aleteando siempre cerca de ella.
    ⠀⠀La noche se había adueñado de la ciudad, pero las luces de la iglesia de San Miguel brillaban iluminando la calle en penumbra. Kazuha se detuvo frente a la verja. Era una espectadora silenciosa en un culto ajeno. ⠀⠀Desde el interior, llegaba el murmullo de una oración colectiva, un sonido que le erizó la piel. No por devoción, sino por una molesta familiaridad. "𝘗𝘢𝘥𝘳𝘦 𝘕𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰, 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘴 𝘦𝘯 𝘭𝘰𝘴 𝘤𝘪𝘦𝘭𝘰𝘴..." ⠀⠀Una sonrisa torcida se dibujó en sus labios. ¿En los cielos? Ella provenía de un linaje que se decía ser descendiente de una entidad que habitaba en los sueños. Aeloria, Guardiana de los Sueños. Una leyenda tan antigua y difusa como el propio concepto de Dios para estos humanos. "𝘚𝘢𝘯𝘵𝘪𝘧𝘪𝘤𝘢𝘥𝘰 𝘴𝘦𝘢 𝘵𝘶 𝘯𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦..." ⠀⠀Ellos tenían su libro sagrado, su Biblia, con reglas escritas en piedra y mandamientos entregados en una montaña. Los Aelorianos tenían un Código de Ética. Un reglamento seco, frío, escrito por un Consejo de Ancianos temerosos que decidieron que el miedo era una buena base para la moral. "No usar el poder para ventaja personal. No alterar el equilibrio mágico en el mundo" Tsk, ¿quién decidió qué era el "equilibrio"? ¿Un puñado de viejos asustados que añoraban los días en que eran venerados como dioses menores? "𝘋𝘢𝘯𝘰𝘴 𝘩𝘰𝘺 𝘯𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰 𝘱𝘢𝘯 𝘥𝘦 𝘤𝘢𝘥𝘢 𝘥𝘪𝘢..." ⠀⠀Ellos pedían pan. Sus clientes pedían amor, poder, venganza. ¿Era tan distinto? Ambos suplicaban a una fuerza superior para llenar un vacío. La única diferencia era el intermediario. Ellos tenían sacerdotes que prometían una recompensa después de la muerte. Y ella era como una sacerdotisa que cobraba antes de conceder el milagro, y advertía que el cielo podía caerte encima en cualquier momento. «Aeloria no nos dió este poder para que lo usaramos, sino para que lo entendieramos". La frase, una de las tantas que le habían repetido hasta el cansancio en su juventud. ¿Entenderlo? ¿Entender el caos? Era como intentar entender un huracán metiéndose en el ojo de la tormenta. ¡Absurdo!. El poder era para usarse. Para sentirlo arder en las venas, para moldear la realidad a voluntad. ¿Acaso no era eso entenderlo verdaderamente? Abrazar su naturaleza depredadora, en lugar de intentar domarla con reglas hipócritas. ⠀⠀Un Código de Ética escrito por un puñado de viejos cobardes era su biblia. Y ella era como la serpiente del Edén, prefería ofrecer la manzana del conocimiento prohibido, aunque a cambio de un precio que respnaría en los ecos del alma. ⠀⠀Una mariposa roja se materializó y se posó en un barrotes justo frente a su rostro. —¿Lo ves? —murmuró, y su voz se perdió en el canto de los feligreces— ellos rezan a un dios que no contesta. Y nosotros... somos los dioses que contestamos. Por eso nos temen más que a su propio dios silente, hmph. ⠀⠀Giró sobre sus talones y se alejó de la luz de la iglesia. No había respuestas para ella en ese lugar, solo el eco reconfortante de su propia herejía. Ella era una creyente más fiel que todos ellos. Porque creía en el poder mismo. Y no en las reglas que los hombres, humanos o Aelorianos, inventaban para sentirse menos aterrados de la oscuridad que llevaban dentro. ⠀⠀El eco de un "Amén" colectivo la persiguió calle abajo. Ella no necesitaba amén. Tenía el sonido de las mariposas rojas aleteando siempre cerca de ella.
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  • 𝐋𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐌𝐮𝐦𝐲𝐨𝐮: 𝐞𝐥 "𝐒𝐢𝐧 𝐧𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞".

    Kurogiri Mumyou no siempre fue conocido por ese nombre. En su juventud, ingresó al Cuerpo de Exterminio con el entusiasmo de un guerrero convencido de que el sacrificio era un precio justo por la victoria. Tenía un escuadrón, camaradas con los que compartía entrenamientos, risas y el juramento de proteger la vida de los inocentes.

    Su primera misión importante los llevó a un pueblo montañoso, donde rumores hablaban de desapariciones nocturnas. El aire era espeso, y el silencio de la aldea, perturbador. Esa noche, la luna apenas iluminaba el sendero cuando el demonio apareció. Era más fuerte de lo que cualquier informe había advertido, un monstruo despiadado que parecía disfrutar prolongando el sufrimiento.

    La batalla fue rápida, brutal. Uno tras otro, sus compañeros fueron cayendo. El joven Kurogiri luchó con todas sus fuerzas, pero pronto comprendió que moriría igual que ellos. El instinto, o quizás el miedo, lo llevó a esconderse entre las sombras, aguardando un momento, una apertura. Allí, vio cómo sus amigos eran devorados, cómo gritaban sus nombres entre la oscuridad, rogando no ser olvidados.

    Cuando el demonio bajó la guardia, él emergió de su escondite. Con un golpe preciso, casi desesperado, logró herirlo lo suficiente para obligarlo a huir hacia la noche. Fue el único que quedó en pie.

    Al regresar, los superiores le preguntaron por lo sucedido. Le pidieron los nombres de los caídos, para registrar su sacrificio en los libros del Cuerpo. Fue entonces cuando ocurrió lo imperdonable: en medio de su trauma, de su dolor y de la adrenalina que aún le corría por las venas, Kurogiri no pudo recordar todos los nombres. Algunos se desvanecieron de su memoria como si nunca hubieran existido.

    Ese vacío lo destrozó más que la batalla misma. La idea de haber sobrevivido gracias al silencio, gracias a esconderse, mientras los demás murieron con dignidad… era un peso insoportable.

    Cuando le preguntaron por su propio nombre, respondió con voz quebrada:

    —Ellos murieron con nombre. Yo sigo vivo sin merecer el mío. Desde entonces, llámenme Mumyou… el que no merece ser recordado.

    Desde ese día, se convirtió en una figura sombría dentro del Cuerpo. Peleaba con fiereza, salvaba vidas, pero jamás buscó gloria. Rehuía los honores, las ceremonias, incluso los vínculos demasiado cercanos. Porque cada vez que alguien pronunciaba su nombre, él lo sentía vacío, un recordatorio de que estaba vivo gracias a las sombras y al olvido.

    El joven que una vez creyó en la justicia se transformó en el hombre que aprendió a vivir en silencio. Así nació Kurogiri Mumyou, el Pilar de la Sombra en ese entonces, marcado por la tragedia y por los nombres que no pudo recordar.
    𝐋𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐌𝐮𝐦𝐲𝐨𝐮: 𝐞𝐥 "𝐒𝐢𝐧 𝐧𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞". Kurogiri Mumyou no siempre fue conocido por ese nombre. En su juventud, ingresó al Cuerpo de Exterminio con el entusiasmo de un guerrero convencido de que el sacrificio era un precio justo por la victoria. Tenía un escuadrón, camaradas con los que compartía entrenamientos, risas y el juramento de proteger la vida de los inocentes. Su primera misión importante los llevó a un pueblo montañoso, donde rumores hablaban de desapariciones nocturnas. El aire era espeso, y el silencio de la aldea, perturbador. Esa noche, la luna apenas iluminaba el sendero cuando el demonio apareció. Era más fuerte de lo que cualquier informe había advertido, un monstruo despiadado que parecía disfrutar prolongando el sufrimiento. La batalla fue rápida, brutal. Uno tras otro, sus compañeros fueron cayendo. El joven Kurogiri luchó con todas sus fuerzas, pero pronto comprendió que moriría igual que ellos. El instinto, o quizás el miedo, lo llevó a esconderse entre las sombras, aguardando un momento, una apertura. Allí, vio cómo sus amigos eran devorados, cómo gritaban sus nombres entre la oscuridad, rogando no ser olvidados. Cuando el demonio bajó la guardia, él emergió de su escondite. Con un golpe preciso, casi desesperado, logró herirlo lo suficiente para obligarlo a huir hacia la noche. Fue el único que quedó en pie. Al regresar, los superiores le preguntaron por lo sucedido. Le pidieron los nombres de los caídos, para registrar su sacrificio en los libros del Cuerpo. Fue entonces cuando ocurrió lo imperdonable: en medio de su trauma, de su dolor y de la adrenalina que aún le corría por las venas, Kurogiri no pudo recordar todos los nombres. Algunos se desvanecieron de su memoria como si nunca hubieran existido. Ese vacío lo destrozó más que la batalla misma. La idea de haber sobrevivido gracias al silencio, gracias a esconderse, mientras los demás murieron con dignidad… era un peso insoportable. Cuando le preguntaron por su propio nombre, respondió con voz quebrada: —Ellos murieron con nombre. Yo sigo vivo sin merecer el mío. Desde entonces, llámenme Mumyou… el que no merece ser recordado. Desde ese día, se convirtió en una figura sombría dentro del Cuerpo. Peleaba con fiereza, salvaba vidas, pero jamás buscó gloria. Rehuía los honores, las ceremonias, incluso los vínculos demasiado cercanos. Porque cada vez que alguien pronunciaba su nombre, él lo sentía vacío, un recordatorio de que estaba vivo gracias a las sombras y al olvido. El joven que una vez creyó en la justicia se transformó en el hombre que aprendió a vivir en silencio. Así nació Kurogiri Mumyou, el Pilar de la Sombra en ese entonces, marcado por la tragedia y por los nombres que no pudo recordar.
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  • Sigo en pijama y no tiene nada de malo solo disfrutare de mi juventud a mi manera
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  • Cómo me veía mi juventud..por eso mis hijos se me parecen mucho ..
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  • "Melinoë está muy emocionada a qué llegue pronto octubre-noviembre(halloween), mientras que yo... Aún sigo sin decidirme, como estallar con la emoción del mes de septiembre (Mes de la Juventud)." *Observa con la mirada perdida al horizonte, pero murmura divertida negando un poco con la cabeza*..."Menos nervios... Ya luego se verá si todo sale bien, ¡Estoy emocionada por empezar con la maratón de energía y lluvia de súper juegos!"
    "Melinoë está muy emocionada a qué llegue pronto octubre-noviembre(halloween), mientras que yo... Aún sigo sin decidirme, como estallar con la emoción del mes de septiembre (Mes de la Juventud)." *Observa con la mirada perdida al horizonte, pero murmura divertida negando un poco con la cabeza*..."Menos nervios... Ya luego se verá si todo sale bien, ¡Estoy emocionada por empezar con la maratón de energía y lluvia de súper juegos!"
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  • 𝕷𝖆 𝖛𝖎𝖉𝖆 𝖓𝖔 𝖛𝖆𝖑𝖊 𝖓𝖆𝖉𝖆 | 𝕻𝖗𝖔𝖑𝖔𝖌𝖚𝖊 — 𝕮𝖍𝖆𝖕𝖙𝖊𝖗 [𝟎𝟐]

    La juventud comenzaba a brindar sus frutos teniendo en cuenta el sufrimiento causado y los constantes maltratos que sufría diariamente en la calle.

    ❝ 𝐋𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐧𝐨 𝐯𝐚𝐥𝐞 𝐧𝐚𝐝𝐚 ❞

    Esas eran las palabras que se repetía así mismo; desde que era un infante con ilusiones y metas por cumplir que terminó convirtiéndose en solo alguien que deseaba una sola cosa : Morir. El argentino siempre vagaba en esas calles; sin oficio ni rumbo alguno, entregándose completamente a lo más bajo que tenía a su alcance.

    Ya hacía poco que la policía lo buscaba por el asesinato cometido al vagabundo que intentó atracarlo, pero, no tomaba importancia a ello, solo buscaba un sitio de reposo. Aún sus manos y ropas yacían cubiertas por la sangre seca del primer pecado cometido.

    ──── 𝘈𝘨𝘶𝘢. . . 𝘕𝘦𝘤𝘦𝘴𝘪𝘵𝘰 𝘢𝘨𝘶𝘢. ────

    Mencionaba por lo bajo, con una voz y respiración agitada. La noche cayó, el frío lo torturaba teniendo en cuenta las heridas que no terminaron de sanar y para él era un infierno absoluto. Encontró un lugar, un pequeño parque donde reposar en una silla pero al momento de sentarse escucho una voz que lo sentenció : ¡Alto ahí!

    Al levantar la vista, se percató de la presencia de dos policías cuáles no dudaron en golpearlo hasta provocarle una lesión en la nariz. Ya estando él en el suelo, uno le apunto directamente con su 9mm en la frente. Santiago, con la mirada ya cansada de todo solo alcanzó a decir.

    ──── 𝘝𝘢𝘮𝘰𝘴 𝘩𝘪𝘫𝘰 𝘥𝘦 𝘱𝘶𝘵𝘢. . . 𝘋𝘪𝘴𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘥𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘮𝘢𝘭𝘥𝘪𝘵𝘢 𝘷𝘦𝘻. 𝘕𝘰 𝘵𝘦𝘯𝘨𝘰 𝘯𝘢𝘥𝘢 𝘮á𝘴 𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘷𝘪𝘷𝘪𝘳. . . 𝘓𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢, 𝘯𝘰 𝘷𝘢𝘭𝘦 𝘯𝘢𝘥𝘢. 𝘈𝘴í 𝘲𝘶𝘦, 𝘫𝘢𝘭𝘢 𝘦𝘴𝘦 𝘱𝘶𝘵𝘰 𝘨𝘢𝘵𝘪𝘭𝘭𝘰. ────
    𝕷𝖆 𝖛𝖎𝖉𝖆 𝖓𝖔 𝖛𝖆𝖑𝖊 𝖓𝖆𝖉𝖆 | 𝕻𝖗𝖔𝖑𝖔𝖌𝖚𝖊 — 𝕮𝖍𝖆𝖕𝖙𝖊𝖗 [𝟎𝟐] La juventud comenzaba a brindar sus frutos teniendo en cuenta el sufrimiento causado y los constantes maltratos que sufría diariamente en la calle. ❝ 𝐋𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐧𝐨 𝐯𝐚𝐥𝐞 𝐧𝐚𝐝𝐚 ❞ Esas eran las palabras que se repetía así mismo; desde que era un infante con ilusiones y metas por cumplir que terminó convirtiéndose en solo alguien que deseaba una sola cosa : Morir. El argentino siempre vagaba en esas calles; sin oficio ni rumbo alguno, entregándose completamente a lo más bajo que tenía a su alcance. Ya hacía poco que la policía lo buscaba por el asesinato cometido al vagabundo que intentó atracarlo, pero, no tomaba importancia a ello, solo buscaba un sitio de reposo. Aún sus manos y ropas yacían cubiertas por la sangre seca del primer pecado cometido. ──── 𝘈𝘨𝘶𝘢. . . 𝘕𝘦𝘤𝘦𝘴𝘪𝘵𝘰 𝘢𝘨𝘶𝘢. ──── Mencionaba por lo bajo, con una voz y respiración agitada. La noche cayó, el frío lo torturaba teniendo en cuenta las heridas que no terminaron de sanar y para él era un infierno absoluto. Encontró un lugar, un pequeño parque donde reposar en una silla pero al momento de sentarse escucho una voz que lo sentenció : ¡Alto ahí! Al levantar la vista, se percató de la presencia de dos policías cuáles no dudaron en golpearlo hasta provocarle una lesión en la nariz. Ya estando él en el suelo, uno le apunto directamente con su 9mm en la frente. Santiago, con la mirada ya cansada de todo solo alcanzó a decir. ──── 𝘝𝘢𝘮𝘰𝘴 𝘩𝘪𝘫𝘰 𝘥𝘦 𝘱𝘶𝘵𝘢. . . 𝘋𝘪𝘴𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘥𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘮𝘢𝘭𝘥𝘪𝘵𝘢 𝘷𝘦𝘻. 𝘕𝘰 𝘵𝘦𝘯𝘨𝘰 𝘯𝘢𝘥𝘢 𝘮á𝘴 𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘷𝘪𝘷𝘪𝘳. . . 𝘓𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢, 𝘯𝘰 𝘷𝘢𝘭𝘦 𝘯𝘢𝘥𝘢. 𝘈𝘴í 𝘲𝘶𝘦, 𝘫𝘢𝘭𝘢 𝘦𝘴𝘦 𝘱𝘶𝘵𝘰 𝘨𝘢𝘵𝘪𝘭𝘭𝘰. ────
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  • Ficha – Evangeline
    Información básica

    Nombre completo: Evangeline Evans

    Edad: 24 años

    Cumpleaños: 15 de enero

    Orientación sexual: Bisexual

    Nacionalidad: ¿?

    Ocupación: Exorcista independiente, trabaja para el Vaticano indirectamente, pocas personas saben que trabaja en eso pero para el mundo ella es una abogada.

    Estado civil: Soltera

    Apariencia

    Cabello: Blanco plateado, largo hasta la cintura, ligeramente ondulado.

    Ojos: Azul grisáceo, intensos y fríos.

    Altura: 1.63

    Estilo de ropa: Mezcla entre práctico y rebelde; suele usar negro, botas pesadas, chaquetas grandes.

    Marcas notables: Tiene cicatrices en el torso y espalda por rituales pasados. Siempre lleva un rosario negro y un tatuaje con símbolos protectores en el brazo izquierdo.

    Personalidad

    Carácter general: Evangeline es trabajadora de, le gusta ayudar a los demás, a veces piensa en ella misma pero aún así no deja de ayudar a los demás. Es seductora, carismática, sarcástica y bromista pero la mayor parte del tiempo se le ve seria o eso trata de aparentar al principio


    Historia

    Evangeline Evans parecía una chica normal… hasta que un demonio le arruinó la vida familiar matando a su padre. Gracias a eso, su mamá, que sabía más de lo sobrenatural que cualquier manual de exorcismos, le enseñó desde pequeña a ver espíritus, defenderse y no morir en el intento. Básicamente, Evangeline creció entrenada para convivir con fantasmas mientras los demás niños aprendían a andar en bici.

    Durante su juventud, combinaba la vida “normal” con lo paranormal: estudiaba derecho para no morir de hambre y hacía limpias energéticas y canalizaciones para pagar la universidad. Era un trabajo decente… hasta que dejó de serlo. Una noche, una señora desesperada la buscó y lo que parecía un trabajo rutinario se convirtió en un desastre absoluto: un adolescente con los ojos completamente negros y una sonrisa que decia "De esta no te salvas" estaba poseído, y no había cura rápida ni sacerdote disponible.

    Evangeline, que nunca había hecho un exorcismo real, tuvo que improvisar usando todo lo que su madre le había enseñado y un poquito de pura desesperación. Esa noche salvó al chico y descubrió algo que ya no podía ignorar: tenía un talento especial para enfrentarse a demonios sedientos de sangre. Desde entonces, decidió ser exorcista independiente, mientras al mundo le vende la historia de que es solo una abogada.

    El Vaticano por harté de magia se enteró de su acto de "caridad" y sus maravillosos dones, hablaron con ella la trataron de convencer de trabajar en su iglesia rara pero ella no estaba convencida ni tampoco le gustaba el Vaticano, al final quedaron en un acuerdo, ella ayuda gente pero a cambio ellos no la tratan de convertir en parte de su iglesia.
    Ficha – Evangeline Información básica Nombre completo: Evangeline Evans Edad: 24 años Cumpleaños: 15 de enero Orientación sexual: Bisexual Nacionalidad: ¿? Ocupación: Exorcista independiente, trabaja para el Vaticano indirectamente, pocas personas saben que trabaja en eso pero para el mundo ella es una abogada. Estado civil: Soltera Apariencia Cabello: Blanco plateado, largo hasta la cintura, ligeramente ondulado. Ojos: Azul grisáceo, intensos y fríos. Altura: 1.63 Estilo de ropa: Mezcla entre práctico y rebelde; suele usar negro, botas pesadas, chaquetas grandes. Marcas notables: Tiene cicatrices en el torso y espalda por rituales pasados. Siempre lleva un rosario negro y un tatuaje con símbolos protectores en el brazo izquierdo. Personalidad Carácter general: Evangeline es trabajadora de, le gusta ayudar a los demás, a veces piensa en ella misma pero aún así no deja de ayudar a los demás. Es seductora, carismática, sarcástica y bromista pero la mayor parte del tiempo se le ve seria o eso trata de aparentar al principio Historia Evangeline Evans parecía una chica normal… hasta que un demonio le arruinó la vida familiar matando a su padre. Gracias a eso, su mamá, que sabía más de lo sobrenatural que cualquier manual de exorcismos, le enseñó desde pequeña a ver espíritus, defenderse y no morir en el intento. Básicamente, Evangeline creció entrenada para convivir con fantasmas mientras los demás niños aprendían a andar en bici. Durante su juventud, combinaba la vida “normal” con lo paranormal: estudiaba derecho para no morir de hambre y hacía limpias energéticas y canalizaciones para pagar la universidad. Era un trabajo decente… hasta que dejó de serlo. Una noche, una señora desesperada la buscó y lo que parecía un trabajo rutinario se convirtió en un desastre absoluto: un adolescente con los ojos completamente negros y una sonrisa que decia "De esta no te salvas" estaba poseído, y no había cura rápida ni sacerdote disponible. Evangeline, que nunca había hecho un exorcismo real, tuvo que improvisar usando todo lo que su madre le había enseñado y un poquito de pura desesperación. Esa noche salvó al chico y descubrió algo que ya no podía ignorar: tenía un talento especial para enfrentarse a demonios sedientos de sangre. Desde entonces, decidió ser exorcista independiente, mientras al mundo le vende la historia de que es solo una abogada. El Vaticano por harté de magia se enteró de su acto de "caridad" y sus maravillosos dones, hablaron con ella la trataron de convencer de trabajar en su iglesia rara pero ella no estaba convencida ni tampoco le gustaba el Vaticano, al final quedaron en un acuerdo, ella ayuda gente pero a cambio ellos no la tratan de convertir en parte de su iglesia.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    BATALLA SUPREMA

    Crimson Zeraphys vs Ignia Ishtar – El Rugido del Fuego y la Sangre

    Escenario
    La Arena Carmesí de los Dioses Caídos, un coliseo infinito forjado con huesos de titanes y columnas de obsidiana bañadas en fuego eterno. El cielo arde en tonos escarlata, atravesado por relámpagos negros que caen sin cesar. Miles de sombras ancestrales observan en silencio desde las gradas, sedientas de destrucción y gloria.

    El Choque

    Las puertas del coliseo se abren con estruendo.
    ➙ Crimson Zeraphys aparece envuelto en un aura oscura y sofocante, cada paso suyo hace temblar el suelo como si la tierra misma temiera su presencia. De su boca emana humo carmesí, y en sus ojos arde la sabiduría cruel de incontables eras.

    ➙ Frente a él, Ignia Ishtar, el guerrero ígneo del linaje Ishtar, se abre paso entre cadenas ardientes que lo rodean como serpientes de fuego. Su cuerpo resplandece con la furia de un volcán despierto, y su sonrisa desafiante hace que incluso los espíritus del público retrocedan.

    El choque inicia con un estruendo que sacude dimensiones: la sangre ancestral contra el fuego eterno.

    Habilidades
    ▴Crimson Zeraphys▴

    ◈ Sangre Carmesí: su vitalidad se convierte en un arma, curando sus heridas mientras impregna el campo de batalla con una niebla de locura y muerte.
    ◈ Aura de Dominio: su sola presencia aplastar la voluntad de quienes lo enfrentan.
    ◈ Puño del Eclipse: concentra energía oscura en sus manos, capaces de pulverizar montañas con un golpe.
    ◈ Resurrección del Abismo: puede volver de la muerte alimentándose de la desesperación y la sangre derramada.

    ♨ Ignia Ishtar ♨

    ♢ Llamas Eternas: manipula el fuego primordial, un fuego que nunca se extingue y consume incluso la oscuridad.
    ♢ Cadenas del Infierno: invoca cadenas ardientes que inmovilizan y desgarran a sus enemigos.
    ♢ Corazón Ígneo: cuanto más se prolonga la batalla, más fuerte se vuelve, aumentando su poder con cada herida recibida.
    ♢ Erupción Final: libera toda la energía de su cuerpo en una explosión volcánica capaz de borrar ciudades enteras.

    Clímax

    La arena se convierte en un infierno viviente. Ignia lanza una tormenta de llamas que arrasan con columnas enteras, pero Zeraphys atraviesa el fuego con una risa grave, absorbiendo la energía ardiente con su Sangre Carmesí.

    El guerrero Ishtar, encadenando el cuerpo de su rival, lo arrastra al aire y lo estrella contra el suelo en una erupción de magma, pero el anciano carmesí se levanta, regenerando sus heridas con la sangre que gotea de las sombras del coliseo.

    El duelo se vuelve un intercambio brutal: fuego contra oscuridad, juventud desafiante contra sabiduría letal.

    🔥 BATALLA SUPREMA Crimson Zeraphys vs Ignia Ishtar – El Rugido del Fuego y la Sangre 🌌 Escenario La Arena Carmesí de los Dioses Caídos, un coliseo infinito forjado con huesos de titanes y columnas de obsidiana bañadas en fuego eterno. El cielo arde en tonos escarlata, atravesado por relámpagos negros que caen sin cesar. Miles de sombras ancestrales observan en silencio desde las gradas, sedientas de destrucción y gloria. ⚔️ El Choque Las puertas del coliseo se abren con estruendo. ➙ Crimson Zeraphys aparece envuelto en un aura oscura y sofocante, cada paso suyo hace temblar el suelo como si la tierra misma temiera su presencia. De su boca emana humo carmesí, y en sus ojos arde la sabiduría cruel de incontables eras. ➙ Frente a él, Ignia Ishtar, el guerrero ígneo del linaje Ishtar, se abre paso entre cadenas ardientes que lo rodean como serpientes de fuego. Su cuerpo resplandece con la furia de un volcán despierto, y su sonrisa desafiante hace que incluso los espíritus del público retrocedan. El choque inicia con un estruendo que sacude dimensiones: la sangre ancestral contra el fuego eterno. 🔥 Habilidades ▴Crimson Zeraphys▴ ◈ Sangre Carmesí: su vitalidad se convierte en un arma, curando sus heridas mientras impregna el campo de batalla con una niebla de locura y muerte. ◈ Aura de Dominio: su sola presencia aplastar la voluntad de quienes lo enfrentan. ◈ Puño del Eclipse: concentra energía oscura en sus manos, capaces de pulverizar montañas con un golpe. ◈ Resurrección del Abismo: puede volver de la muerte alimentándose de la desesperación y la sangre derramada. ♨ Ignia Ishtar ♨ ♢ Llamas Eternas: manipula el fuego primordial, un fuego que nunca se extingue y consume incluso la oscuridad. ♢ Cadenas del Infierno: invoca cadenas ardientes que inmovilizan y desgarran a sus enemigos. ♢ Corazón Ígneo: cuanto más se prolonga la batalla, más fuerte se vuelve, aumentando su poder con cada herida recibida. ♢ Erupción Final: libera toda la energía de su cuerpo en una explosión volcánica capaz de borrar ciudades enteras. ⚡ Clímax La arena se convierte en un infierno viviente. Ignia lanza una tormenta de llamas que arrasan con columnas enteras, pero Zeraphys atraviesa el fuego con una risa grave, absorbiendo la energía ardiente con su Sangre Carmesí. El guerrero Ishtar, encadenando el cuerpo de su rival, lo arrastra al aire y lo estrella contra el suelo en una erupción de magma, pero el anciano carmesí se levanta, regenerando sus heridas con la sangre que gotea de las sombras del coliseo. El duelo se vuelve un intercambio brutal: fuego contra oscuridad, juventud desafiante contra sabiduría letal.
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