• Yo solo se , que se hacerca una guerrera y aún así me siento que no podré hacer nada ......
    Eso me hace sentir molesta, se que se presenta personas inocentes¿Que beneficios hay en esto?
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    Pasaban los días, semanas, meses : La gloria y poder de "Ulises el Tirano" crecían al igual que la fama de la pelirroja que peleaba y dirigía su ejército en su nombre, uno que estaba compuesto por guerrilleros que eran perros falderos de Ulises igual de detestables que él, y otra gran parte esclavos como ella que peleaban para sobrevivir.

    La autoridad de Elizabeth en el campo de batalla era tal que nadie cuestionaba sus estrategias marciales, su palabra era la final y se ejecutaba al pie de la letra. Pronto ese prestigio trascendió más allá de las guerras combativas, al calabozo donde ella encadenada reponía fuerzas cada noche empezaron a llegar mensajes escondidos entre el pan, debajo del plato de la cena o bien enviados con las criadas que por las mañanas a escondidas de su amo iban a bañarla y darle ropas nuevas.
    Los mensajes aludían a una insurrección, el primero que llegó decía : "𝘓𝘢 𝘭𝘪𝘣𝘦𝘳𝘵𝘢𝘥 𝘯𝘶𝘯𝘤𝘢 𝘦𝘴 𝘥𝘢𝘥𝘢; 𝘴𝘦 𝘨𝘢𝘯𝘢. 𝐸𝑠𝑡𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑖𝑔𝑜"
    Por primera vez Liz entre sus planes de venganza pudo ver mas factible que se cumplieran, no estaba sola.
    Desde ese evento, pacientemente esperaba que llegaran los recados, algunos con información importante, otros sólo para confirmar que la revolución seguía en pie

    -"𝑆𝑜𝑚𝑜𝑠 𝑠𝑒𝑡𝑒𝑛𝑡𝑎"
    -"𝘚𝘪 𝘯𝘰 𝘩𝘢𝘺 𝘫𝘶𝘴𝘵𝘪𝘤𝘪𝘢 𝘯𝘰 𝘩𝘢𝘺 𝘭𝘪𝘣𝘦𝘳𝘵𝘢𝘥"
    -"𝘔á𝘴 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘮𝘪𝘵𝘢𝘥 𝘥𝘦 𝘤𝘳𝘪𝘢𝘥𝘰𝘴 𝘦𝘴𝘵á𝘯 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘤𝘢𝘶𝘴𝘢, 𝘢𝘣𝘳𝘦 𝘣𝘪𝘦𝘯 𝘭𝘰𝘴 𝘰𝘫𝘰𝘴, 𝘭𝘰𝘴 𝘯𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰𝘴 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦𝘯 𝘶𝘯 𝘤𝘪𝘯𝘵𝘰 𝘳𝘰𝘫𝘰"
    -"𝘏𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘢𝘩𝘰𝘳𝘢 𝘴𝘰𝘮𝘰𝘴 164, 𝘵𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘭𝘶𝘤𝘩𝘢𝘳𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘣𝘢𝘫𝘰 𝘭𝘢 𝘓𝘭𝘢𝘮𝘢 𝘥𝘦 𝘚𝘢𝘯𝘨𝘳𝘦"

    -"𝘔𝘢ñ𝘢𝘯𝘢. 𝘈𝘵𝘦𝘯𝘵𝘢, 𝘭𝘢𝘴 𝘤𝘢𝘥𝘦𝘯𝘢𝘴 𝘲𝘶𝘦𝘥𝘢𝘳á𝘯 𝘢𝘣𝘪𝘦𝘳𝘵𝘢𝘴"
    El día había llegado, era ahora o nunca. Luego de una contienda pequeña en el valle de Linaris, un grupo de guerreros aislaron al cazador con la lanza envenenada y lo mataron en una lucha de 5 contra 1, quedando su cuerpo perdido entre los caídos en batalla, Ulises no notaría su ausencia después de unas cuantas horas.
    Tres esclavos escoltaron a Elizabeth a su mazmorra, pudo observar que dos de ellos llevaban el cinto rojo, expectante esperaba la señal para actuar, ingresaron y se disponían a preparar los grilletes para atarla, con una mirada fugaz el par de aliados asintieron y redujeron al tercer siervo, dejando libre así a la pelirroja, uno de ellos se dirige a ella y grita efusivamente

    ▔ Corre! y busca la venganza. Nos levantaremos en armas. Hoy la tiranía muere bajo tu mano

    Liz con la adrenalina apoderándose de su cuerpo tomó su espada y se escabullía entre las tiendas que poco a poco empezaban a sumergirse en un estruendoso ruido de espadas chocando y gente gritando por muerte o victoria. En esta instancia sólo existían esas dos opciones, ella avanzaba rápido quemando todo a su paso, discerniendo entre la multitud recientemente alborotada quien era aliado y enemigo, buscaba el cinto rojo en cada uno de ellos, de inmediato su grupo se acoplaba detrás de ella luchando mano a mano con los que se levantaban en su contra, era un espectáculo digno de ver, como los esclavos en su debilidad luchaban con las fuerzas desgastadas pero con el alma hambrienta de libertad, en este punto el número había ascendido a unos cientos. El objetivo estaba claro: Ulises, quien a estas alturas ya estaba enterado del motín y se había encerrado resguardado por sus más hábiles mercenarios (alias : perros falderos) . Elizabeth no tuvo piedad y junto con los otros esclavos avasallaron el lugar dando muerte a cada uno, en el fondo se podía ver al Tirano sentado en su trono desde donde se autoproclamaba gobernador de todo los terrenos de Oriente que había "ganado". La pelirroja sin dudar lanzaba fuego al que se le interponía en su camino, mientras los demás peleaban también ferozmente con el mismo propósito.
    Al estar frente a frente la pelirroja pudo ver el miedo en los ojos cobardes de Ulises, lo tomó del cuello y atravesó el cuerpo del Tirano

    ── Morirás bajo tu capricho, una llama de Sangre no es para tu beneficio. Tu nombre muere contigo maldito.

    En las afueras, la guerra menguaba, las pérdidas humanas dieron frutos, ahora eran libres. Muchos de los partidarios de Ulises al ver que él había muerto huyeron.

    ▔ ¡Larga vida a la Reina Escarlata!
    ▔ ¡Larga vida!
    ▔ ¡Que viva!

    La gente vitoreaba, Elizabeth completamente emocionada de por fin ser libre después de meses de calvario se sentó en el trono manchado de sangre con el cuerpo de su captor a sus pies, asimilando todo lo que había acontecido. El apodo de "La Reina Escarlata" nació ahí y se esparció por todo el continente, la guerrera esclava que fue parte de la revolución de Oriente.
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    Un hombre alto y fornido se asomó entre las sombras del calabozo en el que Elizabeth había pasado encadenada la última semana sobreviviendo con trozos de pan mohoso y a penas una pequeña cacerola de agua de dudosa procedencia. A pesar de lo débil y deshidratada que estaba por el intenso calor que era común en el Reino de Oriente como pudo se irguió con mirada desafiante frente a su captor que comenzaba a hablarle

    ☬ ── No sabes cuanto quise ver con mis ojos a una Llama de Sangre, hoy la espera terminó y eres mía. Vas a pelear en mi nombre: ¡El poderoso Ulises el gran Tirano! y así expandiré mis dominios

    ── No soy propiedad de nadie, no puedes obligarme a hacerlo [Decía mientras trataba de zafarse de las cadenas que con el movimiento hacía que se incrustaran pequeñas espinas con veneno de dragón de Komodo, generando un gran ardor en la piel que quemaba hasta su cabeza inhabilitando por completo su poder]

    ☬ ── Ah, claro que puedo y lo haré porque si no accedes morirás... SIMPLE

    El hombre daba el veredicto final con un golpe seco en las costillas y otro en la cabeza de la pelirroja, quedando ella inconsciente hasta el día siguiente donde junto con el amanecer, otros esclavos con grilletes la fueron a buscar, la mujer traía una fuente con agua para que se bañase y los otros dos cargaban su espada y una armadura que Ulises demandaba que usara.
    La batalla inminente entre clanes enemigos se desarrolló al ocaso. Liz como hábil guerrera quemaba y descuartizaba a cualquiera que le hacía frente siempre vigilada a unos metros por un cazador y su lanza con veneno en el caso de que ella intentara escapar en medio de la batalla.

    Entre los demás guerreros fue creciendo un reconocimiento y respeto por Elizabeth quienes decidieron que ella fuera la que lidere en combate yendo al frente
    La dinámica siempre era luchar al ocaso, a la pelirroja la encerraban y encadenaban para luego al día siguiente emprender marcha junto a los demás hacia el norte ganando más tierras para Ulises.
    El odio y la sed de venganza crecían en Elizabeth quien por las noches planeaba una forma de escapar y darle al Tirano su merecido, sólo hacía falta tiempo y el momento perfecto


    // Parte 3 de : https://ficrol.com/posts/185545 & https://ficrol.com/posts/185232


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  • ¿Quien soy?
    Facil Soy la Soberana que trae la noche y de las Sombras de la oscuridad,también una guerrera de la noche eterna.

    Soy Nyx o para ti , quizás una creatura de la noche
    ¿Quien soy? Facil Soy la Soberana que trae la noche y de las Sombras de la oscuridad,también una guerrera de la noche eterna. Soy Nyx o para ti , quizás una creatura de la noche
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  • Lo siento. No estoy interesado en un duelo. Tengo mejores cosas que hacer.

    ◇El hombre caminaba entremedio de una multitud de guerreros y guerreras que buscaban desafiarlo. Esto debido a que rumores se esparcieron, mencionando que, quien logre derrotarlo, obtendría un deseo. Claro que eran solo rumores al ver un extranjero en sus tierras y que anteriormente había acabado con un clan que buscaba desterrarlo◇
    Lo siento. No estoy interesado en un duelo. Tengo mejores cosas que hacer. ◇El hombre caminaba entremedio de una multitud de guerreros y guerreras que buscaban desafiarlo. Esto debido a que rumores se esparcieron, mencionando que, quien logre derrotarlo, obtendría un deseo. Claro que eran solo rumores al ver un extranjero en sus tierras y que anteriormente había acabado con un clan que buscaba desterrarlo◇
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  • Ave.. Basilia, amada mía, mi sueño y mi paraíso, tesoro de un corazón de acero, imperio dónde el varón trabaja con su mano la tierra, mujeres virtuosas y poderosas guerreras, tu sol ardiente marca nuestros días, milenios enteros y en nuestro paso un par de días, la casa de dos lunas, Basilia.. eterna y ardiente tu antorcha jamás se extinguirá, reyes caerán y reyes vendrán pero tú pueblo prevalecerá, bendecidos por el amado Primigenio, su sabiduría siempre habite en vuestros corazones, Imperio de estrellas, tierra de gigantes y nobles doncellas, las bestias inclinan su rostro a tu poder, amada Basilia, mi privilegio fue en vida el ser testigo de tu providencia, me enamore de tus mares y enfrente tus tormentas, fuiste implacable y yo sobreviví para cantarte, Ave Basilia, amor y pasión, invierno destructor, historias miles para contar, versos cientos para recitar y que diré de canciones si yo he oido la multitud de corazones, sus llantos y deseos, sus pasiones y también sus caidas, de todo aprendí, en el dia que mis ojos no vuelvan a verte quiero mi alma grabada con la cancion de David y la Reina Ara, la verdad me gustaría volver a cantarla, Basilia mi jaula y libertad, cuando el corazón deje de latir quiero una lápida con la inscripción aquí descansa el Rey Dragón .
    Ave.. Basilia, amada mía, mi sueño y mi paraíso, tesoro de un corazón de acero, imperio dónde el varón trabaja con su mano la tierra, mujeres virtuosas y poderosas guerreras, tu sol ardiente marca nuestros días, milenios enteros y en nuestro paso un par de días, la casa de dos lunas, Basilia.. eterna y ardiente tu antorcha jamás se extinguirá, reyes caerán y reyes vendrán pero tú pueblo prevalecerá, bendecidos por el amado Primigenio, su sabiduría siempre habite en vuestros corazones, Imperio de estrellas, tierra de gigantes y nobles doncellas, las bestias inclinan su rostro a tu poder, amada Basilia, mi privilegio fue en vida el ser testigo de tu providencia, me enamore de tus mares y enfrente tus tormentas, fuiste implacable y yo sobreviví para cantarte, Ave Basilia, amor y pasión, invierno destructor, historias miles para contar, versos cientos para recitar y que diré de canciones si yo he oido la multitud de corazones, sus llantos y deseos, sus pasiones y también sus caidas, de todo aprendí, en el dia que mis ojos no vuelvan a verte quiero mi alma grabada con la cancion de David y la Reina Ara, la verdad me gustaría volver a cantarla, Basilia mi jaula y libertad, cuando el corazón deje de latir quiero una lápida con la inscripción aquí descansa el Rey Dragón .
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    " Zelina Zeilen, hija de la Ferida Ana Vilardi y el Rey Basilio Zet Zeilen .
    La princesa Basilia es la joya más valiosa en la corona del Rey Zet, diferente a todo Basilio conocido, adorna de inocente belleza el palacio Basil, una damita inteligente, juguetona y siempre sonriente, no le gustan los zapatos y ama la lectura, amistosa con todo el mundo, adora los animales y siempre anda corriendo por todas partes, se ha ganado el cariño de la Reina Elena y el de las Feridas a excepción de su madre quien solo la ve como una decepción, protegida y educada por Elena, Zelina no es para nada lo que Ana esperaba, por otro lado es la consentida de su padre, con una personalidad dulce y un alma curiosa, Zelina no quiere ser una guerrera, su anhelo es conocer el mundo y vivir muchas aventuras .
    " Zelina Zeilen, hija de la Ferida Ana Vilardi y el Rey Basilio Zet Zeilen . La princesa Basilia es la joya más valiosa en la corona del Rey Zet, diferente a todo Basilio conocido, adorna de inocente belleza el palacio Basil, una damita inteligente, juguetona y siempre sonriente, no le gustan los zapatos y ama la lectura, amistosa con todo el mundo, adora los animales y siempre anda corriendo por todas partes, se ha ganado el cariño de la Reina Elena y el de las Feridas a excepción de su madre quien solo la ve como una decepción, protegida y educada por Elena, Zelina no es para nada lo que Ana esperaba, por otro lado es la consentida de su padre, con una personalidad dulce y un alma curiosa, Zelina no quiere ser una guerrera, su anhelo es conocer el mundo y vivir muchas aventuras .
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  • - Es el tiempo en silencio quien me enseña, si no estás dispuesto a caer entonces no te levantes, porque la vida es eso, una guerrera constante, sin descanso, con tiempos de gloria y días de mierda, pero no morirán los sueños, perseverar es lo único que queda, si no existe la oportunidad crearemos una, y así sea una en mil, la abrazaremos con el alma, hoy es el tiempo que mañana recordaremos .
    - Es el tiempo en silencio quien me enseña, si no estás dispuesto a caer entonces no te levantes, porque la vida es eso, una guerrera constante, sin descanso, con tiempos de gloria y días de mierda, pero no morirán los sueños, perseverar es lo único que queda, si no existe la oportunidad crearemos una, y así sea una en mil, la abrazaremos con el alma, hoy es el tiempo que mañana recordaremos .
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  • La fuerza lo es todo, para conquistar naciones y hacer la voluntad de tu diamante, todo lo demás es insignificante para una guerrera como yo.
    La fuerza lo es todo, para conquistar naciones y hacer la voluntad de tu diamante, todo lo demás es insignificante para una guerrera como yo.
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  • 𝕄𝕠𝕟𝕠𝕣𝕠𝕝: "𝔼𝕝 𝕧𝕚𝕒𝕛𝕖" ℙ𝕥.2
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    Se encontraba reposando en aquel extraño bosque de abedules rojos. Su estadía en ese lugar le traía recuerdos de antaño, no los más agradables, pero la nostalgia era inevitable. Ella solo esperaba la visita de alguien más, alguien que, quisiera o no, sabía que iba a estar presente hasta su muerte.

    Agatha:
    —Mejor sal de las sombras. Me has visitado tantas veces en un breve lapso de tiempo que algo querrás, lo presiento.

    A pesar de sus palabras, nadie aparecía, dejando a la mujer hablando sola en medio del bosque.

    Agatha:
    —Por favor, ya aparece. Nadie te ve además de mí... qué bueno que este bosque no es muy visitado, sino me verían con otros ojos. Ya apúrate y manifiéstame, Orión.

    Una vez Agatha pronunció ese nombre, el lugar fue sacudido por el azote del viento, una ráfaga espontánea que se desvaneció tras unos segundos.

    La mujer miró a su derecha y vio a un hombre pálido, con una larga cabellera roja y una extraña marca en la frente; vestía una armadura oscura, como la de un caballero.

    Orión:
    —He llegado por quien llorabas... es raro que desees verme, querida Agatha.
    (El extraño hombre manifestó con un aire burlón.)

    Agatha:
    —No erras en eso, pero el lugar y la fecha lo ameritan, ¿no lo crees?
    (Señalando el bosque que los rodeaba.)

    Orión:
    —Este lugar... sí, lo recuerdo como si hubiera sido ayer, aunque ya han pasado seis mil años, si no me equivoco.

    Agatha:
    —A pesar de tu personalidad, nunca fallas. Este lugar sigue igual desde la última vez que estuvimos aquí...

    Orión:
    —Sí, es extraño, ¿no? La última vez que nos encontramos, tú moriste.
    (Pronunció con una sonrisa inocente en el rostro.)

    Agatha:
    —Sí, y en ese mismo día el mundo perdió a su pilar del alma. Después de todos estos años, sigo sin entenderlo. ¿Por qué?

    Orión:
    —Mis capacidades son muchas, como bien conoces. Una de ellas es saber cómo y cuándo van a morir todos ustedes... y ese no era el momento de tu partida, mi niña.

    Agatha:
    —Y por eso me trajiste de nuevo, quedándote dentro de mí como un cascarón, siendo mi muerte tu liberación... pero ahora que lo pienso, es algo poético; la muerte es el comienzo de algo nuevo.

    Orión:
    —¿Entonces por qué te quejas? Has tenido una larga vida llena de lujos.

    Agatha:
    —¿Llena de lujos? Mi vida entera la pasé sirviendo a un reino al cual creí que le debía todo, y ahora ese mismo reino es irreconocible para mí. En la misma mesa en donde trabajo con mis supuestos compañeros, solo dos de ellos me apoyan y los otros siete conspiran contra mí.

    Orión:
    —Ya veo, el caballero de bronce sigue tras de ti. Es un hombre muy inteligente; ha escalado muy bien las escaleras, logrando cosas que no me imaginaba, aunque con la condición de hacer cosas horribles.

    Agatha:
    —Y a pesar de eso lo aman, logró ocultar muy bien su sombra. Pero ni siquiera sirve hablar de él, ya nada sirve.

    Orión:
    —¿Acaso escucho rendición? ¿Tú, Agatha? No me lo esperaba... oh, ya entiendo por qué estás aquí.

    Agatha:
    —En lo profundo de este bosque hay un hermoso estanque. Tal vez sería una pequeña compensación por lo que haré.

    Orión:
    —Entonces ve, si eso es lo que tanto anhelas. Ni yo ni nadie va a detenerte. Eres la única en decidir.

    Agatha:
    —A veces eres detestable; no te importa quién se va o quién no.

    Orión:
    —Cariño, escúchate. Soy la unión entre lo terrenal y lo espiritual. La muerte es solo otra puerta, es un ciclo que nadie puede detener, algo hermoso, yo diría.

    Agatha:
    —Qué decir, tienes razón otra vez. Tal vez no sea malo; al fin veré a mis tan ansiados tíos.
    (Se levanta lentamente, lista para dirigirse al estanque.)

    Orión:
    —¿Ya te vas? Bueno, significa que yo también. Aunque, sabes, pensé que iba a ser diferente, tal vez a lo grande, volando alto hacia las estrellas, pero cayendo, sin dejar de ser esa noble guerrera.
    (Manifestó con la mirada en el cielo azul.)

    Agatha:
    —Ya basta, ambos sabemos muy bien que no debes y es muy malo contarle la muerte a las personas; y aunque me halagas, no tenía intenciones de saberlo, así que ya esfumate.

    Orión:
    —Si eso es lo que quieres, no volveremos a vernos si así lo decides. Espero que disfrutes tu baño; solamente no olvides despertar.
    (Riéndose mientras hablaba.)

    Agatha:
    —Gracias por el consejo...

    Orión:
    —Siempre estaré para ti...
    (Desapareciendo de la escena, tal y como había aparecido por primera vez.)

    Agatha:
    —Hasta pronto, Orión...

    Una vez terminó aquella charla, la mujer desabrochó su capa, dejándola caer en el suelo. El único testigo de su partida fue el bosque que la rodeaba, mientras ella se dirigía al estanque que ahora tanto anhelaba.
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    𝕄𝕠𝕟𝕠𝕣𝕠𝕝: "𝔼𝕝 𝕧𝕚𝕒𝕛𝕖" ℙ𝕥.2 <×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×> Se encontraba reposando en aquel extraño bosque de abedules rojos. Su estadía en ese lugar le traía recuerdos de antaño, no los más agradables, pero la nostalgia era inevitable. Ella solo esperaba la visita de alguien más, alguien que, quisiera o no, sabía que iba a estar presente hasta su muerte. Agatha: —Mejor sal de las sombras. Me has visitado tantas veces en un breve lapso de tiempo que algo querrás, lo presiento. A pesar de sus palabras, nadie aparecía, dejando a la mujer hablando sola en medio del bosque. Agatha: —Por favor, ya aparece. Nadie te ve además de mí... qué bueno que este bosque no es muy visitado, sino me verían con otros ojos. Ya apúrate y manifiéstame, Orión. Una vez Agatha pronunció ese nombre, el lugar fue sacudido por el azote del viento, una ráfaga espontánea que se desvaneció tras unos segundos. La mujer miró a su derecha y vio a un hombre pálido, con una larga cabellera roja y una extraña marca en la frente; vestía una armadura oscura, como la de un caballero. Orión: —He llegado por quien llorabas... es raro que desees verme, querida Agatha. (El extraño hombre manifestó con un aire burlón.) Agatha: —No erras en eso, pero el lugar y la fecha lo ameritan, ¿no lo crees? (Señalando el bosque que los rodeaba.) Orión: —Este lugar... sí, lo recuerdo como si hubiera sido ayer, aunque ya han pasado seis mil años, si no me equivoco. Agatha: —A pesar de tu personalidad, nunca fallas. Este lugar sigue igual desde la última vez que estuvimos aquí... Orión: —Sí, es extraño, ¿no? La última vez que nos encontramos, tú moriste. (Pronunció con una sonrisa inocente en el rostro.) Agatha: —Sí, y en ese mismo día el mundo perdió a su pilar del alma. Después de todos estos años, sigo sin entenderlo. ¿Por qué? Orión: —Mis capacidades son muchas, como bien conoces. Una de ellas es saber cómo y cuándo van a morir todos ustedes... y ese no era el momento de tu partida, mi niña. Agatha: —Y por eso me trajiste de nuevo, quedándote dentro de mí como un cascarón, siendo mi muerte tu liberación... pero ahora que lo pienso, es algo poético; la muerte es el comienzo de algo nuevo. Orión: —¿Entonces por qué te quejas? Has tenido una larga vida llena de lujos. Agatha: —¿Llena de lujos? Mi vida entera la pasé sirviendo a un reino al cual creí que le debía todo, y ahora ese mismo reino es irreconocible para mí. En la misma mesa en donde trabajo con mis supuestos compañeros, solo dos de ellos me apoyan y los otros siete conspiran contra mí. Orión: —Ya veo, el caballero de bronce sigue tras de ti. Es un hombre muy inteligente; ha escalado muy bien las escaleras, logrando cosas que no me imaginaba, aunque con la condición de hacer cosas horribles. Agatha: —Y a pesar de eso lo aman, logró ocultar muy bien su sombra. Pero ni siquiera sirve hablar de él, ya nada sirve. Orión: —¿Acaso escucho rendición? ¿Tú, Agatha? No me lo esperaba... oh, ya entiendo por qué estás aquí. Agatha: —En lo profundo de este bosque hay un hermoso estanque. Tal vez sería una pequeña compensación por lo que haré. Orión: —Entonces ve, si eso es lo que tanto anhelas. Ni yo ni nadie va a detenerte. Eres la única en decidir. Agatha: —A veces eres detestable; no te importa quién se va o quién no. Orión: —Cariño, escúchate. Soy la unión entre lo terrenal y lo espiritual. La muerte es solo otra puerta, es un ciclo que nadie puede detener, algo hermoso, yo diría. Agatha: —Qué decir, tienes razón otra vez. Tal vez no sea malo; al fin veré a mis tan ansiados tíos. (Se levanta lentamente, lista para dirigirse al estanque.) Orión: —¿Ya te vas? Bueno, significa que yo también. Aunque, sabes, pensé que iba a ser diferente, tal vez a lo grande, volando alto hacia las estrellas, pero cayendo, sin dejar de ser esa noble guerrera. (Manifestó con la mirada en el cielo azul.) Agatha: —Ya basta, ambos sabemos muy bien que no debes y es muy malo contarle la muerte a las personas; y aunque me halagas, no tenía intenciones de saberlo, así que ya esfumate. Orión: —Si eso es lo que quieres, no volveremos a vernos si así lo decides. Espero que disfrutes tu baño; solamente no olvides despertar. (Riéndose mientras hablaba.) Agatha: —Gracias por el consejo... Orión: —Siempre estaré para ti... (Desapareciendo de la escena, tal y como había aparecido por primera vez.) Agatha: —Hasta pronto, Orión... Una vez terminó aquella charla, la mujer desabrochó su capa, dejándola caer en el suelo. El único testigo de su partida fue el bosque que la rodeaba, mientras ella se dirigía al estanque que ahora tanto anhelaba. <×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>
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