• ㅤ⸻ Tan...ni siquiera encuentro palabras para describirlo.
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  • A veces había momentos donde él desde altos sitios observaba la ciudad, un pueblo, cualquier clase de localidad, miraba a las personas caminando en las calles, haciendo sus respectivas vidas y continuando con sus existencias. Pero no había un fin en ello, ni nada especial, era como observar un terrario por horas y ver como los insectos hacen su vida en esa prisión, o ver una pecera y a los peces en lo suyo. El observar animales en un zoológico también podría servir como una comparación buena a esa clase de observación.

    No sabría si describirlo como una afición, o simplemente una costumbre, para muchos sería perder el tiempo inútilmente, no tener nada mejor que hacer. Pero cuando la vida de alguien es extensa, por no decir, longeva o incluso tratarse de inmortalidad, el concepto de perder el tiempo y derrocharlo deja de tener sentido.

    Esa aparente tranquilidad finalizaría con el sonido de su teléfono móvil, al cual presto atención al mirar la pantalla de este. — Supongo que se acabó la tranquilidad.
    A veces había momentos donde él desde altos sitios observaba la ciudad, un pueblo, cualquier clase de localidad, miraba a las personas caminando en las calles, haciendo sus respectivas vidas y continuando con sus existencias. Pero no había un fin en ello, ni nada especial, era como observar un terrario por horas y ver como los insectos hacen su vida en esa prisión, o ver una pecera y a los peces en lo suyo. El observar animales en un zoológico también podría servir como una comparación buena a esa clase de observación. No sabría si describirlo como una afición, o simplemente una costumbre, para muchos sería perder el tiempo inútilmente, no tener nada mejor que hacer. Pero cuando la vida de alguien es extensa, por no decir, longeva o incluso tratarse de inmortalidad, el concepto de perder el tiempo y derrocharlo deja de tener sentido. Esa aparente tranquilidad finalizaría con el sonido de su teléfono móvil, al cual presto atención al mirar la pantalla de este. — Supongo que se acabó la tranquilidad.
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    ||Lo maravillado y feliz que está Lulu, no lo puedo describir...
    Así que pondré una imagen que lo exprese mejor como el "Antes" y el "Después"
    ||Lo maravillado y feliz que está Lulu, no lo puedo describir... Así que pondré una imagen que lo exprese mejor como el "Antes" y el "Después" :STK-9:
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  • Humanos estúpidos.....

    -no recuerda cuando fue la última vez que se sintió tan mal ¿Triste, deprimido? Bueno no sabe cómo describir como se siente solo sabía que no va a salir de su nido el único lugar en dónde se siente seguro en el mundo al fin de cuentas estaba solo en ese mundo su padre tenía su propia familia a la cual cuidar y el.... Tenía vida, por desgracia -
    Humanos estúpidos..... -no recuerda cuando fue la última vez que se sintió tan mal ¿Triste, deprimido? Bueno no sabe cómo describir como se siente solo sabía que no va a salir de su nido el único lugar en dónde se siente seguro en el mundo al fin de cuentas estaba solo en ese mundo su padre tenía su propia familia a la cual cuidar y el.... Tenía vida, por desgracia -
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  • -𝑻𝒓𝒂𝒎𝒂 𝑴𝒂́𝒈𝒊𝒄𝒂-


    La habitación de Junior no se limitaba a un dormitorio con una cama, una cómoda y un escritorio. Estaba compuesta, en realidad, por un complejo de habitaciones que harían en total unos tres cuartos unidos entre sí: un salón pequeño, con sillones, una mesa y lo que compone un salón en general; el dormitorio propiamente dicho, con un baño y un cambiador —lo que podría agregar dos habitaciones más a su complejo—, y su parte favorita: un estudio, que no podía compararse al de su padre, pero que estaba bien provisto con un escritorio, unas estanterías con libros que le habían sido obsequiados, y una sección donde hacía sus experimentos, dotado de un microscopio y diversas herramientas más propias de un científico que de un niño.

    Pero el chico en cuestión no estaba realizando ninguna actividad como esa. En realidad, hacia la actividad opuesta, algo que hace tan solo unos días habría pensado como mera fantasía.

    Sentado en la silla de su escritorio, de espaldas a la puerta, mirando hacia el ventanal; tenía los ojos cerrados y parecía sumido en sueños, pero estaba bien despierto, practicando manejar los hilos de la magia presentes en el ambiente.

    Aquella bruja llamada Bloom le había enseñado cómo interactuar con la magia, y Junior estaba en proceso de aprendizaje, tanteando esos hilos tímidamente.
    Pero, de repente, sintió algo que lo hizo saltar de su asiento, abrir los ojos y mirar hacia atrás.

    Era extraño, pero si pudiera describirlo con palabras, había experimentado una sensación oscura y siniestra. Y estaba detrás de esa puerta.

    De hecho, unos segundos después, escuchó unos golpes, suaves y acompasados.

    Junior lo reconoció como el mayordomo, por lo que se calmó.
    —Adelante —contestó, aún afectado por esa sensación extraña.

    La puerta fue abierta, y quien ingresó fue Sebastián, portando su característica sonrisa gentil.

    —Joven amo —dijo, trayendo en un carrito té y bocadillos.
    —Le he traído algo para comer. Es tarde y usted ha pasado mucho tiempo aquí sin comer nada.

    Sus palabras transmitían preocupación y, una vez más, Sebastián demostraba ser un mayordomo atento. Sin embargo, Junior todavía seguía sintiéndose extraño.
    Algo parecía decirle que estaba frente a un ser peligroso, maligno y retorcido.

    Junior veía el rostro sonriente de Sebastián con recelo, y se había quedado en su asiento quieto como una estatua, como si moverse implicara que la bestia frente a él se lanzara para devorarlo.

    Pero rápidamente se dio cuenta de lo absurdo que eran sus pensamientos.
    “Qué sinsentido. Sebastián es Sebastián”, pensó, asintiéndole con la cabeza al mayordomo, moviéndose y acomodándose para poder comer.

    El mayordomo se acercó y dispuso todo en la mesa, pero Junior seguía sintiendo ese aura proveniente de él, y estando tan cerca, la sensación se había intensificado. Fue agobiante: como si él mismo estuviera siendo corrompido por esa oscuridad que parecía rodear al sirviente.

    Corrió la cara hacia un lado, como si así pudiera evitar al hombre.

    Sebastián pareció notar su inquietud.
    —¿Se encuentra bien? —preguntó, con una ceja alzada en señal de preocupación.

    Junior asintió, restando importancia con un gesto de la mano.
    —Estoy bien. Puedes retirarte —indicó, deseando que se fuera lo antes posible.

    El mayordomo obedeció, lo reverenció y se retiró sin decir mucho más junto el carrito vacío.

    Cuando se hubo ido, y alejado lo suficiente, Junior soltó un suspiro de alivio. Se llevó una mano al corazón, que todavía latía de manera frenética.

    —¿Qué acaba de suceder? —se preguntó, perplejo.

    ¿Había sido la magia? ¿Había hecho algo malo tratando de invocarla?

    —Tal vez —pensó en voz alta. —Estaba queriendo decirme algo importante.
    -𝑻𝒓𝒂𝒎𝒂 𝑴𝒂́𝒈𝒊𝒄𝒂- La habitación de Junior no se limitaba a un dormitorio con una cama, una cómoda y un escritorio. Estaba compuesta, en realidad, por un complejo de habitaciones que harían en total unos tres cuartos unidos entre sí: un salón pequeño, con sillones, una mesa y lo que compone un salón en general; el dormitorio propiamente dicho, con un baño y un cambiador —lo que podría agregar dos habitaciones más a su complejo—, y su parte favorita: un estudio, que no podía compararse al de su padre, pero que estaba bien provisto con un escritorio, unas estanterías con libros que le habían sido obsequiados, y una sección donde hacía sus experimentos, dotado de un microscopio y diversas herramientas más propias de un científico que de un niño. Pero el chico en cuestión no estaba realizando ninguna actividad como esa. En realidad, hacia la actividad opuesta, algo que hace tan solo unos días habría pensado como mera fantasía. Sentado en la silla de su escritorio, de espaldas a la puerta, mirando hacia el ventanal; tenía los ojos cerrados y parecía sumido en sueños, pero estaba bien despierto, practicando manejar los hilos de la magia presentes en el ambiente. Aquella bruja llamada Bloom le había enseñado cómo interactuar con la magia, y Junior estaba en proceso de aprendizaje, tanteando esos hilos tímidamente. Pero, de repente, sintió algo que lo hizo saltar de su asiento, abrir los ojos y mirar hacia atrás. Era extraño, pero si pudiera describirlo con palabras, había experimentado una sensación oscura y siniestra. Y estaba detrás de esa puerta. De hecho, unos segundos después, escuchó unos golpes, suaves y acompasados. Junior lo reconoció como el mayordomo, por lo que se calmó. —Adelante —contestó, aún afectado por esa sensación extraña. La puerta fue abierta, y quien ingresó fue Sebastián, portando su característica sonrisa gentil. —Joven amo —dijo, trayendo en un carrito té y bocadillos. —Le he traído algo para comer. Es tarde y usted ha pasado mucho tiempo aquí sin comer nada. Sus palabras transmitían preocupación y, una vez más, Sebastián demostraba ser un mayordomo atento. Sin embargo, Junior todavía seguía sintiéndose extraño. Algo parecía decirle que estaba frente a un ser peligroso, maligno y retorcido. Junior veía el rostro sonriente de Sebastián con recelo, y se había quedado en su asiento quieto como una estatua, como si moverse implicara que la bestia frente a él se lanzara para devorarlo. Pero rápidamente se dio cuenta de lo absurdo que eran sus pensamientos. “Qué sinsentido. Sebastián es Sebastián”, pensó, asintiéndole con la cabeza al mayordomo, moviéndose y acomodándose para poder comer. El mayordomo se acercó y dispuso todo en la mesa, pero Junior seguía sintiendo ese aura proveniente de él, y estando tan cerca, la sensación se había intensificado. Fue agobiante: como si él mismo estuviera siendo corrompido por esa oscuridad que parecía rodear al sirviente. Corrió la cara hacia un lado, como si así pudiera evitar al hombre. Sebastián pareció notar su inquietud. —¿Se encuentra bien? —preguntó, con una ceja alzada en señal de preocupación. Junior asintió, restando importancia con un gesto de la mano. —Estoy bien. Puedes retirarte —indicó, deseando que se fuera lo antes posible. El mayordomo obedeció, lo reverenció y se retiró sin decir mucho más junto el carrito vacío. Cuando se hubo ido, y alejado lo suficiente, Junior soltó un suspiro de alivio. Se llevó una mano al corazón, que todavía latía de manera frenética. —¿Qué acaba de suceder? —se preguntó, perplejo. ¿Había sido la magia? ¿Había hecho algo malo tratando de invocarla? —Tal vez —pensó en voz alta. —Estaba queriendo decirme algo importante.
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    || Lucicuriosidad no...¿en qué Lucicuriosidad vamos?, npi...como sea...

    Esto no sé si ya lo dije pero si no, aquí va y si sí, pues nada, es un refuerzo xD

    Lucifer no puede saborear la comida humana en principio porque no la necesita, no le hace falta para subsistir, pero también porque como un ser divino (porque sí, su esencia es divina aunque corrupta) nunca ha experimentado cosas como los sabores o las sensaciones, es por ello por lo que difícilmente puede describir a qué sabe algo. El café y el licor le gustan porque son amargos y eso es lo único que reconoce.

    No le gusta comer pero lo hace para no parecer más raro de lo normal, sin embargo, todo lo vomita horas después de ingerirlo.
    || Lucicuriosidad no...¿en qué Lucicuriosidad vamos?, npi...como sea... Esto no sé si ya lo dije pero si no, aquí va y si sí, pues nada, es un refuerzo xD Lucifer no puede saborear la comida humana en principio porque no la necesita, no le hace falta para subsistir, pero también porque como un ser divino (porque sí, su esencia es divina aunque corrupta) nunca ha experimentado cosas como los sabores o las sensaciones, es por ello por lo que difícilmente puede describir a qué sabe algo. El café y el licor le gustan porque son amargos y eso es lo único que reconoce. No le gusta comer pero lo hace para no parecer más raro de lo normal, sin embargo, todo lo vomita horas después de ingerirlo.
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    Puntualizaciones sobre Lucifer.

    1. Lucifer no entiende mucho de emociones humanas, ni siquiera es capaz de describir las propias, para él cosas como la ternura, la alegría, o cosas por el estilo, si bien las experimenta, no las sabe reconocer por lo cual a veces resulta en una tremenda falta de empatía.

    2. No es tonto ni pretende serlo, simplemente, no comprende cuando hace algo "mal" porque en su esquema de "valores", hay muchas cosas que no están mal, por ejemplo: Lucifer bien podría andar desnudo por la vida porque para él, la desnudez no es algo que debiera causarle pudor o vergüenza (de hecho no lo hace), pero se viste porque le gusta cómo se ve y el tinte divertido que eso le da al momento del sexo.

    3. Lucifer actúa básicamente por deseo, si quiere algo, lo obtendrá y punto. No se va a poner a meditar si hace bien o mal, porque para él, esos son parámetros que no existen.

    4. Es capaz de sentir amor, sí, sí puede, porque lo experimentó una vez de forma profunda e intensa. Sin embargo, actualmente su forma de amar ha cambiado, no es especialmente celoso ni nada por el estilo, tiende a "obedecer" lo que su pareja le pida, es decir, si su pareja le dice que desea una relación monógama, Lucifer lo hará, si le dice que quiere una orgía, lo hará, esto no porque no sea capaz de pensar por sí mismo, sino porque piensa que de esa forma podrá satisfacer mejor a su compañero o compañera pues estará haciendo justo lo que le piden.

    5. Su sexualidad. NO ES NI GAY NI HETERO NI NADA QUE SE LE PAREZCA. Es un ángel, caído y lo que sea pero a fin de cuentas ángel, en ese sentido, tampoco tiene un género definido aunque al tomar forma terrenal prefiera verse como hombre. Para él, el sexo es algo tan natural que no tendría porqué haber limitaciones en cuanto a con cuántos y cada cuándo hacerlo, esto complica mucho sus relaciones porque todas las personas, en su mayoría, esperan de él una relación monógama y casi célibe (teniendo en cuenta la frecuencia con la que suele tener relaciones).

    6. Lucifer NECESITA sentir dolor como parte del placer, esto también lo hace casi incompatible con muchos seres porque no están habituados a ello, sin embargo, para Lucifer es casi que indispensable. Cuando hablamos de dolor nos referimos a que lo muerdan (como si le quisieran arrancar un trozo de piel), o cualquier tipo de lesión que lo haga sangrar. Para él, una noche de sexo satisfactorio termina con sus sábanas llenas de sangre y su habitación plagada del olor a sangre y sexo, de lo contrario podrá decir que lo pasó bien, pero no que lo disfrutó.

    7. ¿Tiene límites?, sí. Jamás lastimaría a un niño o a un anciano, no abusa físicamente de nadie ni obliga a nadie a hacer nada que no desee, por sobre todas las cosas, Lucifer valora demasiado la libertad tanto propia como ajena.

    Espero que esto ayude a que entiendan por qué Lucifer se mueve cómo lo hace y no tachen a mi pequeño engendro de idiota manipulador. Léanlo y tomen notas.
    Puntualizaciones sobre Lucifer. 1. Lucifer no entiende mucho de emociones humanas, ni siquiera es capaz de describir las propias, para él cosas como la ternura, la alegría, o cosas por el estilo, si bien las experimenta, no las sabe reconocer por lo cual a veces resulta en una tremenda falta de empatía. 2. No es tonto ni pretende serlo, simplemente, no comprende cuando hace algo "mal" porque en su esquema de "valores", hay muchas cosas que no están mal, por ejemplo: Lucifer bien podría andar desnudo por la vida porque para él, la desnudez no es algo que debiera causarle pudor o vergüenza (de hecho no lo hace), pero se viste porque le gusta cómo se ve y el tinte divertido que eso le da al momento del sexo. 3. Lucifer actúa básicamente por deseo, si quiere algo, lo obtendrá y punto. No se va a poner a meditar si hace bien o mal, porque para él, esos son parámetros que no existen. 4. Es capaz de sentir amor, sí, sí puede, porque lo experimentó una vez de forma profunda e intensa. Sin embargo, actualmente su forma de amar ha cambiado, no es especialmente celoso ni nada por el estilo, tiende a "obedecer" lo que su pareja le pida, es decir, si su pareja le dice que desea una relación monógama, Lucifer lo hará, si le dice que quiere una orgía, lo hará, esto no porque no sea capaz de pensar por sí mismo, sino porque piensa que de esa forma podrá satisfacer mejor a su compañero o compañera pues estará haciendo justo lo que le piden. 5. Su sexualidad. NO ES NI GAY NI HETERO NI NADA QUE SE LE PAREZCA. Es un ángel, caído y lo que sea pero a fin de cuentas ángel, en ese sentido, tampoco tiene un género definido aunque al tomar forma terrenal prefiera verse como hombre. Para él, el sexo es algo tan natural que no tendría porqué haber limitaciones en cuanto a con cuántos y cada cuándo hacerlo, esto complica mucho sus relaciones porque todas las personas, en su mayoría, esperan de él una relación monógama y casi célibe (teniendo en cuenta la frecuencia con la que suele tener relaciones). 6. Lucifer NECESITA sentir dolor como parte del placer, esto también lo hace casi incompatible con muchos seres porque no están habituados a ello, sin embargo, para Lucifer es casi que indispensable. Cuando hablamos de dolor nos referimos a que lo muerdan (como si le quisieran arrancar un trozo de piel), o cualquier tipo de lesión que lo haga sangrar. Para él, una noche de sexo satisfactorio termina con sus sábanas llenas de sangre y su habitación plagada del olor a sangre y sexo, de lo contrario podrá decir que lo pasó bien, pero no que lo disfrutó. 7. ¿Tiene límites?, sí. Jamás lastimaría a un niño o a un anciano, no abusa físicamente de nadie ni obliga a nadie a hacer nada que no desee, por sobre todas las cosas, Lucifer valora demasiado la libertad tanto propia como ajena. Espero que esto ayude a que entiendan por qué Lucifer se mueve cómo lo hace y no tachen a mi pequeño engendro de idiota manipulador. Léanlo y tomen notas.
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  • Carmina se sentó en su rincón favorito, donde la luz del atardecer entraba a raudales por la ventana, tiñendo la habitación de tonos dorados. Con los ojos cerrados, dejó que la melodía de la canción romántica que había escuchado unos momentos antes resonara en su mente. La voz suave del cantante hablaba de susurros, promesas y abrazos, y ella se sintió transportada a un mundo que, hasta entonces, le era ajeno.

    Mientras la música envolvía su ser, Carmina meditaba sobre la idea del amor. A su edad, nunca había estado en una relación; su vida había estado marcada por la rutina de la escuela de mujeres, donde las conversaciones sobre corazones y pasiones eran más bien susurros en la penumbra. En su entorno, el amor parecía un concepto etéreo, un bello sueño del que solo podía ser espectadora.

    Aun así, la letra de la canción la hizo reflexionar. Se preguntó cómo sería experimentar ese cosquilleo en el estómago que todos parecían describir. Se imaginó compartiendo momentos sencillos, como caminar de la mano, reírse de las mismas tonterías y sentir la calidez de un abrazo sincero. Pensó en las miradas cómplices, en la complicidad de un amor que florece en el día a día.

    Carmina comprendió que, aunque no había vivido esa experiencia, su corazón aún podía anhelarla. El amor no era solo un vínculo físico; era una conexión profunda, un entendimiento sin palabras. Se dio cuenta de que sus sentimientos, sus sueños y sus anhelos podían existir incluso en la soledad de su habitación, en la quietud de su vida cotidiana.

    A medida que la canción llegaba a su fin, Carmina sintió una mezcla de melancolía y esperanza. A veces, el amor parecía un horizonte distante, pero también era un campo fértil de posibilidades. Y tal vez, algún día, cuando menos lo esperara, el amor llegaría a su vida. Con esa idea en mente, sonrió suavemente, dejando que la música se desvaneciera en el aire, llevando consigo su meditación sobre el amor.
    Carmina se sentó en su rincón favorito, donde la luz del atardecer entraba a raudales por la ventana, tiñendo la habitación de tonos dorados. Con los ojos cerrados, dejó que la melodía de la canción romántica que había escuchado unos momentos antes resonara en su mente. La voz suave del cantante hablaba de susurros, promesas y abrazos, y ella se sintió transportada a un mundo que, hasta entonces, le era ajeno. Mientras la música envolvía su ser, Carmina meditaba sobre la idea del amor. A su edad, nunca había estado en una relación; su vida había estado marcada por la rutina de la escuela de mujeres, donde las conversaciones sobre corazones y pasiones eran más bien susurros en la penumbra. En su entorno, el amor parecía un concepto etéreo, un bello sueño del que solo podía ser espectadora. Aun así, la letra de la canción la hizo reflexionar. Se preguntó cómo sería experimentar ese cosquilleo en el estómago que todos parecían describir. Se imaginó compartiendo momentos sencillos, como caminar de la mano, reírse de las mismas tonterías y sentir la calidez de un abrazo sincero. Pensó en las miradas cómplices, en la complicidad de un amor que florece en el día a día. Carmina comprendió que, aunque no había vivido esa experiencia, su corazón aún podía anhelarla. El amor no era solo un vínculo físico; era una conexión profunda, un entendimiento sin palabras. Se dio cuenta de que sus sentimientos, sus sueños y sus anhelos podían existir incluso en la soledad de su habitación, en la quietud de su vida cotidiana. A medida que la canción llegaba a su fin, Carmina sintió una mezcla de melancolía y esperanza. A veces, el amor parecía un horizonte distante, pero también era un campo fértil de posibilidades. Y tal vez, algún día, cuando menos lo esperara, el amor llegaría a su vida. Con esa idea en mente, sonrió suavemente, dejando que la música se desvaneciera en el aire, llevando consigo su meditación sobre el amor.
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  • No lo puedo evitar
    Fandom Libre
    Categoría Romance
    *Conocí una bella señorita...
    Una bella criatura. Cuyos ojos irresistibles me hechizaron desde el primer momento, y su cabello dorado resplandecía como el sol...
    No lo puedo evitar. Me enamoré de ella. ¿Cómo podría no desear abrazarla, y besar sus labios tiernos? Su ternura me hacía sentir un fuerte impulso de tomarla en mis brazos y entregarle mi amor, sin miramientos, abrir mi corazón y dejarla habitar en él...
    Una flor, es lo más aproximado para describirla. Una flor tierna y delicada, a la que protegería de cualquiera que quisiera dañarla. Una flor que quiero cultivar, una flor a la que entregar mi amor...
    Y al mirarla me quedo sin habla, porque no hay palabras suficientes para describir, para expresar todo lo que ella me hace sentir...
    Pero aunque no pueda decirlo, me lo gritan las entrañas. Me lo grita el corazón y por eso sé que es bien real todo lo que siento por ella.
    La deseo. Quiero que sea mía. Que sea sólo para mí...
    Quiero abrazarla y nunca soltarla. Quiero llenarla de besos por toda su carita bonita, quiero escuchar su voz, que sus ojos sean la luz que ilumine mi vida y sea todo mi mundo. Quiero eso y más, mucho mucho más. Tantas cosas, y el espacio aquí es insuficiente para decirlo todo.
    Estoy como un loco que ha perdido la cabeza. Pero no me culpes, me enamoré de ella... ¿Y qué es eso, si no enloquecer por la persona que amas?*

    #ElJardinDeLasFloresYLosCorazones
    *Conocí una bella señorita... Una bella criatura. Cuyos ojos irresistibles me hechizaron desde el primer momento, y su cabello dorado resplandecía como el sol... No lo puedo evitar. Me enamoré de ella. ¿Cómo podría no desear abrazarla, y besar sus labios tiernos? Su ternura me hacía sentir un fuerte impulso de tomarla en mis brazos y entregarle mi amor, sin miramientos, abrir mi corazón y dejarla habitar en él... Una flor, es lo más aproximado para describirla. Una flor tierna y delicada, a la que protegería de cualquiera que quisiera dañarla. Una flor que quiero cultivar, una flor a la que entregar mi amor... Y al mirarla me quedo sin habla, porque no hay palabras suficientes para describir, para expresar todo lo que ella me hace sentir... Pero aunque no pueda decirlo, me lo gritan las entrañas. Me lo grita el corazón y por eso sé que es bien real todo lo que siento por ella. La deseo. Quiero que sea mía. Que sea sólo para mí... Quiero abrazarla y nunca soltarla. Quiero llenarla de besos por toda su carita bonita, quiero escuchar su voz, que sus ojos sean la luz que ilumine mi vida y sea todo mi mundo. Quiero eso y más, mucho mucho más. Tantas cosas, y el espacio aquí es insuficiente para decirlo todo. Estoy como un loco que ha perdido la cabeza. Pero no me culpes, me enamoré de ella... ¿Y qué es eso, si no enloquecer por la persona que amas?* #ElJardinDeLasFloresYLosCorazones
    Tipo
    Individual
    Líneas
    2
    Estado
    Disponible
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  • No puedo describir la sensación de estar en las alturas. Quizá un peligro o una búsqueda completa por aquella adrenalina que hace disfrutar todavía más la vida. Veo el abismo esperando una respuesta hasta lanzarme teniendo la fé certera de que mis actos me seguirán cuidando y mi destino cual tren, va en una sola dirección... O quizá solamente soy demasiado confiada en ese aspecto. ¿Quien sabe?
    No puedo describir la sensación de estar en las alturas. Quizá un peligro o una búsqueda completa por aquella adrenalina que hace disfrutar todavía más la vida. Veo el abismo esperando una respuesta hasta lanzarme teniendo la fé certera de que mis actos me seguirán cuidando y mi destino cual tren, va en una sola dirección... O quizá solamente soy demasiado confiada en ese aspecto. ¿Quien sabe?
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