• “Corre el rumor.”

    Aquella noche no era diferente de cualquier otra; Kazuo dormía junto a su prometida. Pero algo lo hizo inquietarse, haciendo que abriera sus brillantes ojos azules, los cuales resplandecían como los de un felino en la oscuridad.

    Se incorporó, sintiendo una leve taquicardia en el pecho. Miró a Elizabeth, cerciorándose de que todo estaba en orden. Su mirada se arrastró lentamente por su figura hasta que se detuvo en su vientre. Habían pasado ya más del primer trimestre, y su embarazo era más que evidente a estas alturas.

    Fue entonces cuando sintió una punzada de miedo. Aún no había encontrado a nadie que pudiera darle información sobre su caso. La descendencia de demonios era muy escasa, y la de humanos con estos, algo muy raro de ver.

    Se deslizó hasta salir del lecho, como una culebra silenciosa, teniendo especial cuidado en no despertar a Elizabeth de su profundo sueño. Como un gato, caminó hacia el exterior sin hacer un solo ruido. Era tan silencioso que ni siquiera la madera protestaba bajo el peso de sus pies.
    Caminó descalzo, sintiendo la hierba y la humedad de la tierra bajo sus pies. La noche estaba bastante iluminada, ya que tan solo faltaban cinco días para que la luna estuviera en su total plenitud.

    Siguió caminando, bajando una pequeña cuesta hasta dar con el torii de madera que daba la bienvenida a su templo. Tras este, un recorrido de escaleras de piedra descendía para permitir bajar del monte.
    Kazuo dirigió sus pasos hasta la estructura de madera, de un rojo desgastado por el paso de los siglos. Soltó un trémulo suspiro antes de flanquear sus columnas. Una luz cálida lo recibió, al igual que un bullicio constante. Había llegado al mundo de los espíritus.

    Se encontraba en una ciudad estancada en una perpetua noche. Yōkais, espíritus y criaturas de todas las clases y reinos deambulaban por sus calles. Puestos de comida, comercios y espectáculos callejeros eran los protagonistas, convirtiendo aquella ciudad en un festival sin intención de tocar fin.

    Así de fácil era para Kazuo caminar entre dos mundos, como si de alguna forma no fuera capaz de pertenecer del todo a ninguno de los dos.

    Caminó por la arteria principal de aquella ciudad nocturna, poniendo especial atención en las conversaciones que lo rodeaban. Su intención no era escuchar lo ajeno, sino buscar respuestas al desasosiego de su corazón.

    Mientras caminaba, no se hicieron esperar los seres que lo invitaban a sus negocios: mercaderes, restaurantes de comida… incluso un burdel que le ofrecía opio y buena compañía. En todas esas ocasiones, Kazuo declinó las ofertas con esa amabilidad que tanto lo caracterizaba.

    Pero el zorro no estaba allí por ocio. Había ido con un claro objetivo: buscar respuestas.
    El yōkai siguió recorriendo las intrincadas calles. Estas estaban tejidas de una forma que parecía que aquella ciudad no tuviese ni un principio ni un fin. Cualquier alma descarriada se habría perdido en la eternidad de estas, sin ser consciente del tiempo que había pasado en ellas. Por suerte, Kazuo no era un mero visitante.

    Frustrado al no obtener respuestas, se dirigió a la parte más alta de la ciudad. Allí observó cómo su luz iluminaba el cielo de una forma que ninguna otra ciudad podía hacer, ni siquiera las modernas que había podido ver en otros planos temporales. Necesitaba respuestas, y con la mayor premura posible.

    Kazuo juntó sus manos, dejando un hueco entre ellas, como si quisiera arropar algo. De pronto, un suave brillo dorado emergió desde el interior de sus manos, filtrándose la luz a través de los huecos entre sus dedos, como si un amanecer intentase abrirse paso entre un cielo encapotado por densas nubes.

    —Corre el rumor de que la semilla de un zorro floreció en el vientre de una joven humana… —comenzó a decir Kazuo, con los labios cerca de aquellas manos bañadas por el oro.

    —Corre el rumor de que este busca respuestas sobre cómo terminará todo aquello… —su voz vibraba de una forma diferente, como si la intención de esta calase como un antiguo hechizo.
    Kazuo comenzó a abrir sus manos lentamente, dejando salir el brillo de estas, acompañado de unos pétalos de cerezo que alzaron vuelo con la primera brisa del viento.

    El zorro siguió con la mirada cómo estos volaban, impregnados con una súplica.

    —Divulgad mi mensaje. Sed mis oídos en todas partes. Traedme lo que busco, pues lo anhelo con desespero. Solo y cuando hayáis finalizado vuestro cometido, seréis libres de marchitaros… —No era una orden como tal; más bien, se trataba de una súplica.

    Kazuo observó cómo los pétalos de sakura se dispersaban en movimientos suaves, bajando hasta la ciudad, donde pensaban divulgar aquel rumor y así escuchar lo que los demonios y espíritus tenían que decir sobre aquello.
    Era su última esperanza. Si aun así no obtenía respuestas, el futuro que le esperaba a él y a su amada Elizabeth era totalmente incierto.
    “Corre el rumor.” Aquella noche no era diferente de cualquier otra; Kazuo dormía junto a su prometida. Pero algo lo hizo inquietarse, haciendo que abriera sus brillantes ojos azules, los cuales resplandecían como los de un felino en la oscuridad. Se incorporó, sintiendo una leve taquicardia en el pecho. Miró a Elizabeth, cerciorándose de que todo estaba en orden. Su mirada se arrastró lentamente por su figura hasta que se detuvo en su vientre. Habían pasado ya más del primer trimestre, y su embarazo era más que evidente a estas alturas. Fue entonces cuando sintió una punzada de miedo. Aún no había encontrado a nadie que pudiera darle información sobre su caso. La descendencia de demonios era muy escasa, y la de humanos con estos, algo muy raro de ver. Se deslizó hasta salir del lecho, como una culebra silenciosa, teniendo especial cuidado en no despertar a Elizabeth de su profundo sueño. Como un gato, caminó hacia el exterior sin hacer un solo ruido. Era tan silencioso que ni siquiera la madera protestaba bajo el peso de sus pies. Caminó descalzo, sintiendo la hierba y la humedad de la tierra bajo sus pies. La noche estaba bastante iluminada, ya que tan solo faltaban cinco días para que la luna estuviera en su total plenitud. Siguió caminando, bajando una pequeña cuesta hasta dar con el torii de madera que daba la bienvenida a su templo. Tras este, un recorrido de escaleras de piedra descendía para permitir bajar del monte. Kazuo dirigió sus pasos hasta la estructura de madera, de un rojo desgastado por el paso de los siglos. Soltó un trémulo suspiro antes de flanquear sus columnas. Una luz cálida lo recibió, al igual que un bullicio constante. Había llegado al mundo de los espíritus. Se encontraba en una ciudad estancada en una perpetua noche. Yōkais, espíritus y criaturas de todas las clases y reinos deambulaban por sus calles. Puestos de comida, comercios y espectáculos callejeros eran los protagonistas, convirtiendo aquella ciudad en un festival sin intención de tocar fin. Así de fácil era para Kazuo caminar entre dos mundos, como si de alguna forma no fuera capaz de pertenecer del todo a ninguno de los dos. Caminó por la arteria principal de aquella ciudad nocturna, poniendo especial atención en las conversaciones que lo rodeaban. Su intención no era escuchar lo ajeno, sino buscar respuestas al desasosiego de su corazón. Mientras caminaba, no se hicieron esperar los seres que lo invitaban a sus negocios: mercaderes, restaurantes de comida… incluso un burdel que le ofrecía opio y buena compañía. En todas esas ocasiones, Kazuo declinó las ofertas con esa amabilidad que tanto lo caracterizaba. Pero el zorro no estaba allí por ocio. Había ido con un claro objetivo: buscar respuestas. El yōkai siguió recorriendo las intrincadas calles. Estas estaban tejidas de una forma que parecía que aquella ciudad no tuviese ni un principio ni un fin. Cualquier alma descarriada se habría perdido en la eternidad de estas, sin ser consciente del tiempo que había pasado en ellas. Por suerte, Kazuo no era un mero visitante. Frustrado al no obtener respuestas, se dirigió a la parte más alta de la ciudad. Allí observó cómo su luz iluminaba el cielo de una forma que ninguna otra ciudad podía hacer, ni siquiera las modernas que había podido ver en otros planos temporales. Necesitaba respuestas, y con la mayor premura posible. Kazuo juntó sus manos, dejando un hueco entre ellas, como si quisiera arropar algo. De pronto, un suave brillo dorado emergió desde el interior de sus manos, filtrándose la luz a través de los huecos entre sus dedos, como si un amanecer intentase abrirse paso entre un cielo encapotado por densas nubes. —Corre el rumor de que la semilla de un zorro floreció en el vientre de una joven humana… —comenzó a decir Kazuo, con los labios cerca de aquellas manos bañadas por el oro. —Corre el rumor de que este busca respuestas sobre cómo terminará todo aquello… —su voz vibraba de una forma diferente, como si la intención de esta calase como un antiguo hechizo. Kazuo comenzó a abrir sus manos lentamente, dejando salir el brillo de estas, acompañado de unos pétalos de cerezo que alzaron vuelo con la primera brisa del viento. El zorro siguió con la mirada cómo estos volaban, impregnados con una súplica. —Divulgad mi mensaje. Sed mis oídos en todas partes. Traedme lo que busco, pues lo anhelo con desespero. Solo y cuando hayáis finalizado vuestro cometido, seréis libres de marchitaros… —No era una orden como tal; más bien, se trataba de una súplica. Kazuo observó cómo los pétalos de sakura se dispersaban en movimientos suaves, bajando hasta la ciudad, donde pensaban divulgar aquel rumor y así escuchar lo que los demonios y espíritus tenían que decir sobre aquello. Era su última esperanza. Si aun así no obtenía respuestas, el futuro que le esperaba a él y a su amada Elizabeth era totalmente incierto.
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  • • Night of madness
    - Friends


    Tenía un grupo de amigos y junto a ellos acordaban visitar lugares exóticos casi todas las noches, lugares no aptos para ellos, pero de ahí nacían las más grandes e inolvidables aventuras.

    Esa noche iban sin rumbo por el subterráneo, dónde uno de ellos se asustó todo el camino debido a la oscuridad. Era un subterráneo abandonado, los autos tomaban otra ruta ya que desconfiaban de ese lugar por lo desolado que estaba. Mientras que ellos caminaban tranquilamente, era la manera más rápida de llegar a su destino, el cual residía en el otro extremo de la ciudad.

    Lo cruzaron sin peligro y Asher tuvo que consolar con su hombro a su amiga que había estado llorando por el miedo. Cabía decir que era un asco siendo de suporte, pero con su amiga tenía confianza, todos sus amigos eran como hermanos perdidos.

    Pero la noche era joven y el subterráneo era lo principal, ahora irían a visitar locales y lugares nocturnos, se habían cansado de ir a los mismos de siempre. Asher no ponía objeción, siempre se dejaba llevar por ellos y por eso se había divertido mucho, aunque a veces se metían el problemas, pensaba que haberse hecho amigo de éstos humanos había valido completamente la pena en su vida, no se arrepentía de nada ya que no había motivos para hacerlo.
    • Night of madness - Friends Tenía un grupo de amigos y junto a ellos acordaban visitar lugares exóticos casi todas las noches, lugares no aptos para ellos, pero de ahí nacían las más grandes e inolvidables aventuras. Esa noche iban sin rumbo por el subterráneo, dónde uno de ellos se asustó todo el camino debido a la oscuridad. Era un subterráneo abandonado, los autos tomaban otra ruta ya que desconfiaban de ese lugar por lo desolado que estaba. Mientras que ellos caminaban tranquilamente, era la manera más rápida de llegar a su destino, el cual residía en el otro extremo de la ciudad. Lo cruzaron sin peligro y Asher tuvo que consolar con su hombro a su amiga que había estado llorando por el miedo. Cabía decir que era un asco siendo de suporte, pero con su amiga tenía confianza, todos sus amigos eran como hermanos perdidos. Pero la noche era joven y el subterráneo era lo principal, ahora irían a visitar locales y lugares nocturnos, se habían cansado de ir a los mismos de siempre. Asher no ponía objeción, siempre se dejaba llevar por ellos y por eso se había divertido mucho, aunque a veces se metían el problemas, pensaba que haberse hecho amigo de éstos humanos había valido completamente la pena en su vida, no se arrepentía de nada ya que no había motivos para hacerlo.
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  • • Night of madness
    #libre


    No diría que no estaba cansado luego de su jornada de estudio, pero sus amigos le invitaron a salir y no pudo decir que no. Habían acordado hace aproximadamente una media hora, pero ellos nunca habían llegado. Se aburrió luego de maldecirlos y se puso a jugar un juego de máquina que había cerca del establecimiento porque los muy infelices nunca habían llegado. Debía admitir que era Asher quién se tardaba milenios en llegar a las salidas y los hacía esperar, ahora comenzaba a sospechar sobre el que ellos se estaban vengando de él...

    Entrecerró sus ojos en la pequeña figura de conejo diabólico color blanco con morado que parecía burlarse de él debido a sus anteriores intentos fallidos y nuevamente cuando la garra mecánica la había sujetado, su mano resbaló sobre el control y la garra soltó la figura, quería decir, por octava vez. Asher se frotó el cabello frustrado mientras maldecía y algunas personas le daban miradas juzgándolo.

    — Maldita sea, debería de simplemente romper el maldito cristal.

    Murmuró observando fijamente el cristal que separaba esa figura de su mano, la cual ya la tenía cerrada en un puño. No había ningún inspector cerca, así que si rompía el cristal y tomaba la figura y luego huía, seguramente funcionaría. Además que su fuerza y velocidad era extrema al no ser humano, consideraba seriamente en intentarlo, no era un ser de paciencia.
    • Night of madness #libre No diría que no estaba cansado luego de su jornada de estudio, pero sus amigos le invitaron a salir y no pudo decir que no. Habían acordado hace aproximadamente una media hora, pero ellos nunca habían llegado. Se aburrió luego de maldecirlos y se puso a jugar un juego de máquina que había cerca del establecimiento porque los muy infelices nunca habían llegado. Debía admitir que era Asher quién se tardaba milenios en llegar a las salidas y los hacía esperar, ahora comenzaba a sospechar sobre el que ellos se estaban vengando de él... Entrecerró sus ojos en la pequeña figura de conejo diabólico color blanco con morado que parecía burlarse de él debido a sus anteriores intentos fallidos y nuevamente cuando la garra mecánica la había sujetado, su mano resbaló sobre el control y la garra soltó la figura, quería decir, por octava vez. Asher se frotó el cabello frustrado mientras maldecía y algunas personas le daban miradas juzgándolo. — Maldita sea, debería de simplemente romper el maldito cristal. Murmuró observando fijamente el cristal que separaba esa figura de su mano, la cual ya la tenía cerrada en un puño. No había ningún inspector cerca, así que si rompía el cristal y tomaba la figura y luego huía, seguramente funcionaría. Además que su fuerza y velocidad era extrema al no ser humano, consideraba seriamente en intentarlo, no era un ser de paciencia.
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  • Slyther , mi pequeño consentido, te tengo una sorpresa~

    Se acercó poco a poco para mostrarle a la serpiente rosada que llevaba entre manos, sabiendo cuan celoso podría ser con otros animales, ni que decir de Bambi, pero esperando fuera la excepción.

    —Ya que he visto que recorres solo, pensé que sería una buena idea darte una compañera de aventuras.
    Una hermanita, para ser más precisos~
    Su nombre es Kiri~
    —[S1yther], mi pequeño consentido, te tengo una sorpresa~ Se acercó poco a poco para mostrarle a la serpiente rosada que llevaba entre manos, sabiendo cuan celoso podría ser con otros animales, ni que decir de Bambi, pero esperando fuera la excepción. —Ya que he visto que recorres solo, pensé que sería una buena idea darte una compañera de aventuras. Una hermanita, para ser más precisos~ Su nombre es Kiri~
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  • Creo que jamás de podré decir que no , bueno supongo que me lo gane ~

    - comento mientras estaba con la peluca y lentes de contacto, ya que estaba en central -
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  • Between Gods and Men - HalfBlood Camp
    Fandom Jujutsu Kaisen/Percy Jackson.
    Categoría Aventura
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Campamento Mestizo, 12:04 hs
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Cabaña Principal.

    ⠀⠀Bajo la luz que Apolo daba a la humanidad, bajo el techo que los dioses propiciaron a sus hijos de icor más diluida, y frente a quien el encargo de cuidado fue dado. La luz que albergaba el lugar, la divinidad que guardaba cual tesorería sus almas; ahora mismo, su luminiscencia presentaba una mácula, una grieta, una oscuridad mordaz y jovial, que parecía querer acapararlo todo.
    ⠀⠀Desde esos ojos malva con los que enfrentó al centauro milenario, determinado como ningún hombre o bestia... ¡Podría decir que su misión fue un éxito!

    ⠀⠀Volvió a mostrar una reverencia ante el maestro de héroes, mostrándose humilde. ⸻ "Por supuesto, Quirón. No pienso intervenir si no me es pedido, era un mero ofrecimiento, un <pago> si así lo deseas ver."
    ⸻ Podría ser astuto y un gran actor, pero hablaba con la verdad, Tascio no planeaba intervenir en el plan de dioses que no lo conciernen, sus creaciones, por otro lado, poseen el libre albedrío de elegir tomar su ayuda... o no, como lo fue este caso.
    ⠀⠀Tascio estaba consciente de lo que era él, un garabato en un dibujo, la espina clavada en la mano que eres incapaz de ver a simple vista, el sonido del silencio que no debería estar allí. Nada evitaría sus metas, no dejaría que eso suceda.

    ⠀⠀¡Aún así...! Consiguió lo que buscaba, podría quedarse a explorar y entender más la cultura mestiza griega antigua, y quizá sacar leyendas perdidas en tiempos no registrados. Nada podía salir mal...
    ⠀⠀Siguió a su nueva compañera, la hija de Athena, tal y como se lo ordenaron. La diferencia de edad no era mucha, puesto que Tascio apenas estaba en sus veintes, tal vez haría la convivencia más amena.

    ⠀⠀Una vez lejos de la estructura donde residía el centauro, volvió a colocarse su <máscara>, volvió a surgir ese payaso irremediable que no veía vergüenza o arrepentimiento de sus palabras. ¡Hasta le tomó de las manos a la semidiosa, con ojos llorosos! ⸻ "¡Lo logramos, Annabeth!" ⸻ En realidad, estaba seguro que ella estaba más bien irritada por la presión que le hizo pasar...

    ⠀⠀¡Pero no importaba, como mucho se comería un golpe o dos! Lo importante era que tenía días enteros para estudiar la mitología griega desde otra perspectiva.

    αηηαвєтн ¢нαѕє
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Campamento Mestizo, 12:04 hs ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Cabaña Principal. ⠀ ⠀⠀Bajo la luz que Apolo daba a la humanidad, bajo el techo que los dioses propiciaron a sus hijos de icor más diluida, y frente a quien el encargo de cuidado fue dado. La luz que albergaba el lugar, la divinidad que guardaba cual tesorería sus almas; ahora mismo, su luminiscencia presentaba una mácula, una grieta, una oscuridad mordaz y jovial, que parecía querer acapararlo todo. ⠀⠀Desde esos ojos malva con los que enfrentó al centauro milenario, determinado como ningún hombre o bestia... ¡Podría decir que su misión fue un éxito! ⠀⠀Volvió a mostrar una reverencia ante el maestro de héroes, mostrándose humilde. ⸻ "Por supuesto, Quirón. No pienso intervenir si no me es pedido, era un mero ofrecimiento, un <pago> si así lo deseas ver." ⸻ Podría ser astuto y un gran actor, pero hablaba con la verdad, Tascio no planeaba intervenir en el plan de dioses que no lo conciernen, sus creaciones, por otro lado, poseen el libre albedrío de elegir tomar su ayuda... o no, como lo fue este caso. ⠀⠀Tascio estaba consciente de lo que era él, un garabato en un dibujo, la espina clavada en la mano que eres incapaz de ver a simple vista, el sonido del silencio que no debería estar allí. Nada evitaría sus metas, no dejaría que eso suceda. ⠀⠀¡Aún así...! Consiguió lo que buscaba, podría quedarse a explorar y entender más la cultura mestiza griega antigua, y quizá sacar leyendas perdidas en tiempos no registrados. Nada podía salir mal... ⠀⠀Siguió a su nueva compañera, la hija de Athena, tal y como se lo ordenaron. La diferencia de edad no era mucha, puesto que Tascio apenas estaba en sus veintes, tal vez haría la convivencia más amena. ⠀⠀Una vez lejos de la estructura donde residía el centauro, volvió a colocarse su <máscara>, volvió a surgir ese payaso irremediable que no veía vergüenza o arrepentimiento de sus palabras. ¡Hasta le tomó de las manos a la semidiosa, con ojos llorosos! ⸻ "¡Lo logramos, Annabeth!" ⸻ En realidad, estaba seguro que ella estaba más bien irritada por la presión que le hizo pasar... ⠀⠀¡Pero no importaba, como mucho se comería un golpe o dos! Lo importante era que tenía días enteros para estudiar la mitología griega desde otra perspectiva. ⠀ [annabeth_chase]
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    Grupal
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  • ────No pierdas las esperanzas en el amor. Esa persona a la que quieras decirle "tu eres el trauma del que quiero hablarle a mi psicólogo", llegará
    ────No pierdas las esperanzas en el amor. Esa persona a la que quieras decirle "tu eres el trauma del que quiero hablarle a mi psicólogo", llegará
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  • Después del terrible susto que nos llevamos, me alegra poder decir que todo está bien...
    Evan Park saldrá del hospital esta noche y lo más importante de todo...
    Estoy tan emocionado
    Después del terrible susto que nos llevamos, me alegra poder decir que todo está bien... [Park_space12] saldrá del hospital esta noche y lo más importante de todo... Estoy tan emocionado :STK-62:
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  • (voz baja, pausada, como un suspiro):
    “Un nuevo día... aunque, a decir verdad, todos los días aquí se sienten igual. El reloj avanza, pero el tiempo... no cambia.”

    [Toma su cofia con delicadeza, la acomoda sobre su cabello plateado.]

    “Perfecto. Ni una arruga, ni una falla. Las apariencias son lo único que permanece intacto en esta casa... incluso cuando todo lo demás se descompone.”

    [Camina hacia la puerta del pasillo principal, sus dedos rozan la pared.]

    “El polvo ha regresado. Otra vez. Aunque lo limpie cien veces, siempre vuelve. Como los recuerdos…”

    [Se detiene frente a una ventana, mirando hacia el jardín abandonado.]

    “Las flores no han florecido desde hace… ¿cuánto ya? Bah, da igual. Aunque renacieran, ¿quién las admiraría? ¿Quién tendría el valor de cruzar ese umbral maldito?”

    [Suspira con calma, no con tristeza, sino con resignación aprendida.]

    “Poco importa. El té debe estar caliente antes de la primera hora. Las reglas deben cumplirse, incluso si nadie más las recuerda. Incluso si solo yo quedo para obedecerlas.”

    [Su mirada se endurece apenas un instante, antes de sonreír otra vez con suavidad.]

    “Sí… Un nuevo día. El mismo ritual. La misma soledad. Y sin embargo, aquí sigo. Porque mientras yo respire… esta casa no dormirá del todo."
    (voz baja, pausada, como un suspiro): “Un nuevo día... aunque, a decir verdad, todos los días aquí se sienten igual. El reloj avanza, pero el tiempo... no cambia.” [Toma su cofia con delicadeza, la acomoda sobre su cabello plateado.] “Perfecto. Ni una arruga, ni una falla. Las apariencias son lo único que permanece intacto en esta casa... incluso cuando todo lo demás se descompone.” [Camina hacia la puerta del pasillo principal, sus dedos rozan la pared.] “El polvo ha regresado. Otra vez. Aunque lo limpie cien veces, siempre vuelve. Como los recuerdos…” [Se detiene frente a una ventana, mirando hacia el jardín abandonado.] “Las flores no han florecido desde hace… ¿cuánto ya? Bah, da igual. Aunque renacieran, ¿quién las admiraría? ¿Quién tendría el valor de cruzar ese umbral maldito?” [Suspira con calma, no con tristeza, sino con resignación aprendida.] “Poco importa. El té debe estar caliente antes de la primera hora. Las reglas deben cumplirse, incluso si nadie más las recuerda. Incluso si solo yo quedo para obedecerlas.” [Su mirada se endurece apenas un instante, antes de sonreír otra vez con suavidad.] “Sí… Un nuevo día. El mismo ritual. La misma soledad. Y sin embargo, aquí sigo. Porque mientras yo respire… esta casa no dormirá del todo."
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  • Dante Son Of Sparda Y como no decirle no a estos detalles hay Darling
    [solar_yellow_frog_924] Y como no decirle no a estos detalles hay Darling
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