• Entonces susurro el salmo de tu nombre. Me pregunto cuántas veces no te vi arrodillado ante mi tempestad hecha templo reverdecido con lo hipócrita de los santos que no son más que bufones de otras tierras que no silban al morir.

    Materializo mis manos con los estigmas del dios en el que crees; pulcritud en tus vestires, pronuncio tu nombre como el amante que reta a la vida por retener de vuelta a lo inexplorado; pero te exploro como un lienzo en filoso paganismo. Tarareo una melodía de jauría de lobos; un maullido, ronroneo a la espera de tu espuelas talladas en mi carne; porque cuando me hago corporeidad; brindo gotas de savia vitae en tu boca que se asemeja al cáliz que tanto tu religión busca con delirio.

    Pero tú, eres cáliz y mis prudencias se persignan con tu gozo. Suspiro y degollo tu cuerpo con el éxtasis al que pretendo someterte. Me hundo en tu virginidad; sé que soy el primero y el único, pero sé que te has tocado en el nombre de mi nombre.

    Me conociste como una lluvia de plata; de impura llama; llano recuerdo desde que fuiste mío bajo los árboles de cerezos donde me atreví a retarte y a emborracharte con la lumbre de mi ombligo hecho oro de pretensiones sólo nacidas de la inocencia de haberte hallado.

    Delineo el abad de tus muñecas, busco tensar la humanidad que no es tuya; porque hace mucho tiempo mi simiente te dejó fluir. Torpe alimaña que soy, te busco entre mis ritos y rasgo tu piel con sigilos prohibidos. Este no es el fin, es la mañana, la tarde y la noche hechas una y echadas a su suerte.

    Maldigo el tiempo y te hago el amor con una cadencia secreta. Abro tus puertas con una oración entre nosotros. No soy macho o hembra, soy un ser que no tiene identidad; pero me llaman el dios madre; el Silonthis Izmigoln, tatuado en tus corazones.

    Me abro ante el pasaje de la realidad y te observo, desde arriba con mis doce cabezas que perdonan el rencor de tus pecados. Puedes verme; me descompongo incorrupto; alabeo de rectitud que penetra tu garganta. Provoco que nuestras extremidades se enlacen como si fuéramos uno y una danza de brujos y cisnes, nos elevamos perennes sobre el altar en el que te desposo.

    Reparto monedas sobre tus ojos, los horado al desengañar tu cuerpo; ese sagrado como mío; y te permito vislumbrarme de porte inenarrable, como un halo de arcoíris de medianoche. Como tú, como el hombre al que besas en tus sueños sin decirlo; escuchas el tic tac de los relojes que marcan tu existencia como mía y al amarte con todos tus ruegos obscenos, me deleito y rio un río de estrellas.

    Te encandilo y pienso en morir a tu lado. Repaso el ejemplo de tu voz; disfruto modular tus ruegos, disfruto hacerte trizas sin dañarte. Susurro, ronroneo con mis dedos sobre tu estampa de dédalos de matices áureos sollozantes.

    Hablo contigo desde tus globos oculares, y rehuso el huso horario de tus denarios; me disfrazo de azucena, porte firme de camelia; hago una nada con las trincheras de tu ser siendo doncel creado por pensamientos y gozo de quebrantados huesos.

    Mi lengua se enlaza con la tuya en arropo de delicia; te ofrezco albaricoques, presas de futuros en almíbar. Ah, si te endiosara no serías capaz de retenerme porque sería tu mismo. Soy la rueda del tiempo, la rueca que hila tus hilares mudos; enarbolados como una manta que nace con el sol que eres.

    Se da un vals; se da en tu nombre y mis susurros se hacen tangibles que escuchas a mi amor desbocado en equilibrio frontal cuál mástil indecoroso. Busco que te retuerzas, las tuercas de tus relojes de tiempos, de tiempos, de tiempos. Tres veces me derramo en ti como la miel de un higo; si fueras hembra estarías preñada de mi pureza hecha calvario. Te amo tanto como adoro mi locura; renazco y tomo las hebras de tu testa y las colecciono entre mis uñas. Recorro lo silvestre que hay en ti y te llamo por tu nombre.

    El verdadero.

    "Aminthedez Polzyrio, ¿por qué te ocultaste tanto tiempo? En cada realidad tiemblo en el tiempo por soñarte; ahora que estás aquí, lo único que amanecerá en ti será el vástago sin amores; un eléboro que retoñará en este sacrificio".

    Te observo. Tu belleza es deslumbrante y lloro; con la amargura de abrazarte ya santificado.

    "Mírame sólo a mí, en esta pieza que juzga tu génesis. No hice más que soñarte hasta este momento. Escúchame. Pide. Reza por tu salvación, porque a mi lado serás el cordero de tu dios que quita el pecado del mundo".

    Verso y delineo tus labios con mis extremidades.

    "Eres tal y cómo te recuerdo; en mis memorias. Eres yo y yo soy tú. Eres mi promesa; la bruma indecorosa que me enloquece".

    Me edifico en la aurora de tu nombre; de tez y voto, de tul y gen de primaveras con aroma a sándalo; materializo mis monstruosidades y confecciono el andar de los orzuelos de mis mejillas; pronto la tinta se derrama como líneas zigzagueantes sobre ti; soberano mi sinuosidad sobre la geografía de tu cuerpo es un pecado original que no decae por más que te sorprendo con mis telares en tu son de tentarme.

    Tomo el augurio de una seda y la ato a tus tobillos para inmovilizarte; me atrevo a hacerlo porque sé que mis oraciones atraerán a las delicias de los imperios que te esconden. Delineo tu hombría con mi voz hecha céfiro; entremezclo las entrañas de las sombras en el centro de tu ombligo al que doy una caricia; y pese a que te hago el amor no me ves; aún no.

    Versa el reguero de mis besos por tu torso y no recapacito; trago y relamo la presencia de tus manualidades; mis dagas de carne te perforan y te anudan y mis alas se baten una dos y tres veces cuando empujo dentro de ti el resto de lo que poseo.

    Impregno mi aroma a limón, a miel y mandarinas sobre el tronco de tu cuello; reparo en tus lunares de tenerlos y empujo nueve veces en ondas de océanos de bruna sal; serpenteo y busco, me inmiscuyo en los cordeles que ato a tu cuello como collares.

    Me rehuso a renunciar a ti, por tu porte; tus afrentas, tu dolor hecho placeres de pura seda. Uno mis labios y aparezco como un genio de gran poder; de ojos lilas y albos cabellos que se derraman sobre ti como una cascada, una ternura que no controlo.

    Te beso al derecho y al revés, verso besos en tu abdomen y ejemplifico otros desordenes de mis memorias desde el pensamiento que te creo. Mis ojos raptan tu silueta y mis alas te protegen; escudan a tu ser, desean todo lo casto para ti como si fuese un deseo de cumpleaños. Susurro y termino de despojar del vestir a tu alma. Tejo un chal sobre tu rostro; o un velo quizá, no lo sé pero sé que te pertenece...como yo te pertenezco.

    Riego tu verdor y te digo, en vilo reestablecido:

    "Ante tu majestad, siempre puedo soñarla como mía; pero este instante es sólo nuestro; esta unión ante el altar. Ellos te entregaron y no habrá marcha atrás; Cayemnar".

    Entonces susurro el salmo de tu nombre. Me pregunto cuántas veces no te vi arrodillado ante mi tempestad hecha templo reverdecido con lo hipócrita de los santos que no son más que bufones de otras tierras que no silban al morir. Materializo mis manos con los estigmas del dios en el que crees; pulcritud en tus vestires, pronuncio tu nombre como el amante que reta a la vida por retener de vuelta a lo inexplorado; pero te exploro como un lienzo en filoso paganismo. Tarareo una melodía de jauría de lobos; un maullido, ronroneo a la espera de tu espuelas talladas en mi carne; porque cuando me hago corporeidad; brindo gotas de savia vitae en tu boca que se asemeja al cáliz que tanto tu religión busca con delirio. Pero tú, eres cáliz y mis prudencias se persignan con tu gozo. Suspiro y degollo tu cuerpo con el éxtasis al que pretendo someterte. Me hundo en tu virginidad; sé que soy el primero y el único, pero sé que te has tocado en el nombre de mi nombre. Me conociste como una lluvia de plata; de impura llama; llano recuerdo desde que fuiste mío bajo los árboles de cerezos donde me atreví a retarte y a emborracharte con la lumbre de mi ombligo hecho oro de pretensiones sólo nacidas de la inocencia de haberte hallado. Delineo el abad de tus muñecas, busco tensar la humanidad que no es tuya; porque hace mucho tiempo mi simiente te dejó fluir. Torpe alimaña que soy, te busco entre mis ritos y rasgo tu piel con sigilos prohibidos. Este no es el fin, es la mañana, la tarde y la noche hechas una y echadas a su suerte. Maldigo el tiempo y te hago el amor con una cadencia secreta. Abro tus puertas con una oración entre nosotros. No soy macho o hembra, soy un ser que no tiene identidad; pero me llaman el dios madre; el Silonthis Izmigoln, tatuado en tus corazones. Me abro ante el pasaje de la realidad y te observo, desde arriba con mis doce cabezas que perdonan el rencor de tus pecados. Puedes verme; me descompongo incorrupto; alabeo de rectitud que penetra tu garganta. Provoco que nuestras extremidades se enlacen como si fuéramos uno y una danza de brujos y cisnes, nos elevamos perennes sobre el altar en el que te desposo. Reparto monedas sobre tus ojos, los horado al desengañar tu cuerpo; ese sagrado como mío; y te permito vislumbrarme de porte inenarrable, como un halo de arcoíris de medianoche. Como tú, como el hombre al que besas en tus sueños sin decirlo; escuchas el tic tac de los relojes que marcan tu existencia como mía y al amarte con todos tus ruegos obscenos, me deleito y rio un río de estrellas. Te encandilo y pienso en morir a tu lado. Repaso el ejemplo de tu voz; disfruto modular tus ruegos, disfruto hacerte trizas sin dañarte. Susurro, ronroneo con mis dedos sobre tu estampa de dédalos de matices áureos sollozantes. Hablo contigo desde tus globos oculares, y rehuso el huso horario de tus denarios; me disfrazo de azucena, porte firme de camelia; hago una nada con las trincheras de tu ser siendo doncel creado por pensamientos y gozo de quebrantados huesos. Mi lengua se enlaza con la tuya en arropo de delicia; te ofrezco albaricoques, presas de futuros en almíbar. Ah, si te endiosara no serías capaz de retenerme porque sería tu mismo. Soy la rueda del tiempo, la rueca que hila tus hilares mudos; enarbolados como una manta que nace con el sol que eres. Se da un vals; se da en tu nombre y mis susurros se hacen tangibles que escuchas a mi amor desbocado en equilibrio frontal cuál mástil indecoroso. Busco que te retuerzas, las tuercas de tus relojes de tiempos, de tiempos, de tiempos. Tres veces me derramo en ti como la miel de un higo; si fueras hembra estarías preñada de mi pureza hecha calvario. Te amo tanto como adoro mi locura; renazco y tomo las hebras de tu testa y las colecciono entre mis uñas. Recorro lo silvestre que hay en ti y te llamo por tu nombre. El verdadero. "Aminthedez Polzyrio, ¿por qué te ocultaste tanto tiempo? En cada realidad tiemblo en el tiempo por soñarte; ahora que estás aquí, lo único que amanecerá en ti será el vástago sin amores; un eléboro que retoñará en este sacrificio". Te observo. Tu belleza es deslumbrante y lloro; con la amargura de abrazarte ya santificado. "Mírame sólo a mí, en esta pieza que juzga tu génesis. No hice más que soñarte hasta este momento. Escúchame. Pide. Reza por tu salvación, porque a mi lado serás el cordero de tu dios que quita el pecado del mundo". Verso y delineo tus labios con mis extremidades. "Eres tal y cómo te recuerdo; en mis memorias. Eres yo y yo soy tú. Eres mi promesa; la bruma indecorosa que me enloquece". Me edifico en la aurora de tu nombre; de tez y voto, de tul y gen de primaveras con aroma a sándalo; materializo mis monstruosidades y confecciono el andar de los orzuelos de mis mejillas; pronto la tinta se derrama como líneas zigzagueantes sobre ti; soberano mi sinuosidad sobre la geografía de tu cuerpo es un pecado original que no decae por más que te sorprendo con mis telares en tu son de tentarme. Tomo el augurio de una seda y la ato a tus tobillos para inmovilizarte; me atrevo a hacerlo porque sé que mis oraciones atraerán a las delicias de los imperios que te esconden. Delineo tu hombría con mi voz hecha céfiro; entremezclo las entrañas de las sombras en el centro de tu ombligo al que doy una caricia; y pese a que te hago el amor no me ves; aún no. Versa el reguero de mis besos por tu torso y no recapacito; trago y relamo la presencia de tus manualidades; mis dagas de carne te perforan y te anudan y mis alas se baten una dos y tres veces cuando empujo dentro de ti el resto de lo que poseo. Impregno mi aroma a limón, a miel y mandarinas sobre el tronco de tu cuello; reparo en tus lunares de tenerlos y empujo nueve veces en ondas de océanos de bruna sal; serpenteo y busco, me inmiscuyo en los cordeles que ato a tu cuello como collares. Me rehuso a renunciar a ti, por tu porte; tus afrentas, tu dolor hecho placeres de pura seda. Uno mis labios y aparezco como un genio de gran poder; de ojos lilas y albos cabellos que se derraman sobre ti como una cascada, una ternura que no controlo. Te beso al derecho y al revés, verso besos en tu abdomen y ejemplifico otros desordenes de mis memorias desde el pensamiento que te creo. Mis ojos raptan tu silueta y mis alas te protegen; escudan a tu ser, desean todo lo casto para ti como si fuese un deseo de cumpleaños. Susurro y termino de despojar del vestir a tu alma. Tejo un chal sobre tu rostro; o un velo quizá, no lo sé pero sé que te pertenece...como yo te pertenezco. Riego tu verdor y te digo, en vilo reestablecido: "Ante tu majestad, siempre puedo soñarla como mía; pero este instante es sólo nuestro; esta unión ante el altar. Ellos te entregaron y no habrá marcha atrás; Cayemnar".
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  • La oficina de Darren estaba sumida en sombras**, con la única luz proveniente de la pantalla del monitor parpadeando sobre sus gafas. El ventilador giraba lento, empujando el calor acumulado de un día largo y silencioso.
    Darren se quitó los lentes un momento, se frotó el rostro y los volvió a colocar con firmeza.

    —Vamos, muéstrame lo que escondes… —susurró mientras abría la base de datos médica privada a la que no debería tener acceso.

    **Paciente: Aisha •••••• .**
    **Edad: 11 años.**
    **Condición: Enfermedad autoinmune degenerativa – Clase KX.**
    **Tratamiento actual: Fármaco KX-32.**
    **Precio actual por tratamiento mensual: \$21,300 USD.**
    **Proyección para el siguiente trimestre: \$24,800 USD.**
    **Incremento acumulado anual: +74%.**

    Darren se quedó inmóvil.

    —¿Veinti... qué demonios? —apretó el puño y dio un golpe al escritorio—. ¿Cómo lo pagas, Doe?

    Pasó al historial de pagos: ocho depósitos exactos, uno cada mes, ingresados a través de clínicas privadas y organizaciones sin fines de lucro. Efectivo. Códigos sin origen. Al menos cuatro ciudades distintas. Todo perfectamente "legal".

    Pero Darren ya había visto ese patrón antes.

    —Limpio. Demasiado limpio. Como tus escenas, ¿no? —se burló, tomando una nota.

    Escribió con rabia controlada:
    **"Ningún hombre que cobra por limpiar sangre puede pagar esto..."**

    Darren se levantó y cruzó el cuarto, encendiendo la luz sobre su tablón de corcho.
    Fotos, nombres, documentos.
    Tres escenas con patrones similares.
    Mismo tipo de víctimas: criminales de bajo perfil, deudas con gente pesada, sin familia que los reclamara.

    El detective sostuvo una de las fotos, la de una escena en el río, y murmuró:

    —No estás cometiendo errores, John... pero estás dejándome rastros. Y yo los sigo como un perro con hambre.

    Abrió su libreta, escribió con letras grandes:
    **DOE = LIMPIADOR = EJECUTOR.**
    Luego, con una caligrafía más pequeña y más sombría:
    **Motivación: su hija.**
    **Detonante potencial: pérdida del tratamiento.**

    —Eres un padre. Eso no te hace menos peligroso. De hecho... te hace mucho más.
    Porque si te quitan lo único que amas, ¿qué te queda?

    Apagó la luz, dejando solo la pantalla encendida, y se sentó de nuevo, contemplando el expediente de Aisha.

    —No voy a lastimarla, John. No soy como tú. Pero juro que te sacaré del agujero donde te escondes.
    Y cuando lo haga… —sus ojos brillaron tras las gafas—, te haré elegir entre tu alma… y ella.
    La oficina de Darren estaba sumida en sombras**, con la única luz proveniente de la pantalla del monitor parpadeando sobre sus gafas. El ventilador giraba lento, empujando el calor acumulado de un día largo y silencioso. Darren se quitó los lentes un momento, se frotó el rostro y los volvió a colocar con firmeza. —Vamos, muéstrame lo que escondes… —susurró mientras abría la base de datos médica privada a la que no debería tener acceso. **Paciente: Aisha •••••• .** **Edad: 11 años.** **Condición: Enfermedad autoinmune degenerativa – Clase KX.** **Tratamiento actual: Fármaco KX-32.** **Precio actual por tratamiento mensual: \$21,300 USD.** **Proyección para el siguiente trimestre: \$24,800 USD.** **Incremento acumulado anual: +74%.** Darren se quedó inmóvil. —¿Veinti... qué demonios? —apretó el puño y dio un golpe al escritorio—. ¿Cómo lo pagas, Doe? Pasó al historial de pagos: ocho depósitos exactos, uno cada mes, ingresados a través de clínicas privadas y organizaciones sin fines de lucro. Efectivo. Códigos sin origen. Al menos cuatro ciudades distintas. Todo perfectamente "legal". Pero Darren ya había visto ese patrón antes. —Limpio. Demasiado limpio. Como tus escenas, ¿no? —se burló, tomando una nota. Escribió con rabia controlada: **"Ningún hombre que cobra por limpiar sangre puede pagar esto..."** Darren se levantó y cruzó el cuarto, encendiendo la luz sobre su tablón de corcho. Fotos, nombres, documentos. Tres escenas con patrones similares. Mismo tipo de víctimas: criminales de bajo perfil, deudas con gente pesada, sin familia que los reclamara. El detective sostuvo una de las fotos, la de una escena en el río, y murmuró: —No estás cometiendo errores, John... pero estás dejándome rastros. Y yo los sigo como un perro con hambre. Abrió su libreta, escribió con letras grandes: **DOE = LIMPIADOR = EJECUTOR.** Luego, con una caligrafía más pequeña y más sombría: **Motivación: su hija.** **Detonante potencial: pérdida del tratamiento.** —Eres un padre. Eso no te hace menos peligroso. De hecho... te hace mucho más. Porque si te quitan lo único que amas, ¿qué te queda? Apagó la luz, dejando solo la pantalla encendida, y se sentó de nuevo, contemplando el expediente de Aisha. —No voy a lastimarla, John. No soy como tú. Pero juro que te sacaré del agujero donde te escondes. Y cuando lo haga… —sus ojos brillaron tras las gafas—, te haré elegir entre tu alma… y ella.
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  • —¿Sabes que es lo más raro de todo esto? —

    Murmuró a la nada, o quizás al peluche, o quizás a esa sombra que siempre está en el borde de su visión.

    —No son los colores demasiado brillantes, que parecen como si alguien hubiera pintado la realidad con crayones.

    Tampoco las voces demasiado nítidas...

    Es esa otra cosa

    Saber que algo falta. Una ausencia... —

    Observó sus manos, demasiado lisas, demasiado humanas. Las giró como si esperara ver otra cosa en su piel. Algo como... ¿tinta? ¿estrellas? No lo sabe. Solo sabe que cuando intenta recordar que debería estar ahí, su mente resbala como en un sueño dentro de otro sueño.

    —Siento un hueco bajo mis costillas... como si me hubieran robado un órgano y en su lugar, hubieran dejado un manual de instrucciones en un idioma muerto... A veces... incluso recuerdo cosas que nunca pasaron.

    Un templo que no existe. Un dios que no conozco. Un susurro que me dice 'Sacerdotisa'... ¿por qué esa palabra? —

    ¿Y por qué duele tanto? Si todo está bien. Todo está perfecto. Demasiado perfecto.

    —Ademas, la ausencia... —pausa—...Siento que alguien más debería estar aquí. Alguien que susurra verdades que arden como hielo, y que entiende idiomas antiguos... —

    Pero no dice su nombre. No puede. Es como intentar agarrar humo con las manos. Y es que ni siquiera lo sabe. No sabe quién falta. No sabe que falta. No sabe que está cama no es su cama, que sus recuerdos están incompletos. No sabe que vive una mentira, un sueño tan perfecto que hasta el vacío en su pecho parece parte del decorado.
    —¿Sabes que es lo más raro de todo esto? — Murmuró a la nada, o quizás al peluche, o quizás a esa sombra que siempre está en el borde de su visión. —No son los colores demasiado brillantes, que parecen como si alguien hubiera pintado la realidad con crayones. Tampoco las voces demasiado nítidas... Es esa otra cosa Saber que algo falta. Una ausencia... — Observó sus manos, demasiado lisas, demasiado humanas. Las giró como si esperara ver otra cosa en su piel. Algo como... ¿tinta? ¿estrellas? No lo sabe. Solo sabe que cuando intenta recordar que debería estar ahí, su mente resbala como en un sueño dentro de otro sueño. —Siento un hueco bajo mis costillas... como si me hubieran robado un órgano y en su lugar, hubieran dejado un manual de instrucciones en un idioma muerto... A veces... incluso recuerdo cosas que nunca pasaron. Un templo que no existe. Un dios que no conozco. Un susurro que me dice 'Sacerdotisa'... ¿por qué esa palabra? — ¿Y por qué duele tanto? Si todo está bien. Todo está perfecto. Demasiado perfecto. —Ademas, la ausencia... —pausa—...Siento que alguien más debería estar aquí. Alguien que susurra verdades que arden como hielo, y que entiende idiomas antiguos... — Pero no dice su nombre. No puede. Es como intentar agarrar humo con las manos. Y es que ni siquiera lo sabe. No sabe quién falta. No sabe que falta. No sabe que está cama no es su cama, que sus recuerdos están incompletos. No sabe que vive una mentira, un sueño tan perfecto que hasta el vacío en su pecho parece parte del decorado.
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  • Datos curiosos del imperio Basilio

    Los alimentos que más se consumen en Basilia, la carne de conejo, el chocolate y el vino de arándanos Basilios

    El negocio más lucrativo que se conoce en el imperio Basilio es la perfumería, siendo la casa Zeilen la que más ganancias reporta anualmente, el libre comercio es amplio y existen otras casas productoras de perfume, la mayoría de estás producen su perfume de forma industrial utilizando equipos de tecnología para ayudarse en la plantación de flores y especies, mientras que la casa Zeilen produce sus perfumes de manera artesanal, el mismo Rey Basilio Zet planta las flores y especies a mano y de esa misma manera las cosecha, también es responsable de destilar dichas fragancias.
    La más vendida es la Fragancia Daris, un perfume exquisito y raro de color dorado, tanto su envase como su diseño de venta promociona una rosa dorada, sin embargo la flor original del cual proviene su origen es blanca, una orquídea rara que el Basilios Zet encontró en las montañas pertenecientes a un clan de Dragones dorados con los que hizo amistad en una ocasión, el clan Seiryu, el varón Basilio aprovecho el color de la fragancia destilada para ocultar el diseño de la flor original y así evitar la imitación de su perfume .
    Apesar de que la producción de perfumes por parte de Zet es mucho menor comparado con la competencia sus fragancias tienen un costo mucho mayor y las más raras llegan a valer hasta cien veces más que una producida de manera industrial, aún tomando en cuenta su alto costo no evita que se agoten pocos días despues de llegar a las tiendas
    Datos curiosos del imperio Basilio Los alimentos que más se consumen en Basilia, la carne de conejo, el chocolate y el vino de arándanos Basilios El negocio más lucrativo que se conoce en el imperio Basilio es la perfumería, siendo la casa Zeilen la que más ganancias reporta anualmente, el libre comercio es amplio y existen otras casas productoras de perfume, la mayoría de estás producen su perfume de forma industrial utilizando equipos de tecnología para ayudarse en la plantación de flores y especies, mientras que la casa Zeilen produce sus perfumes de manera artesanal, el mismo Rey Basilio Zet planta las flores y especies a mano y de esa misma manera las cosecha, también es responsable de destilar dichas fragancias. La más vendida es la Fragancia Daris, un perfume exquisito y raro de color dorado, tanto su envase como su diseño de venta promociona una rosa dorada, sin embargo la flor original del cual proviene su origen es blanca, una orquídea rara que el Basilios Zet encontró en las montañas pertenecientes a un clan de Dragones dorados con los que hizo amistad en una ocasión, el clan Seiryu, el varón Basilio aprovecho el color de la fragancia destilada para ocultar el diseño de la flor original y así evitar la imitación de su perfume . Apesar de que la producción de perfumes por parte de Zet es mucho menor comparado con la competencia sus fragancias tienen un costo mucho mayor y las más raras llegan a valer hasta cien veces más que una producida de manera industrial, aún tomando en cuenta su alto costo no evita que se agoten pocos días despues de llegar a las tiendas
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Hoy he dicho "escribido" igual es algo que me pasa anualmente.... todos los 25 de marzo
    Hoy he dicho "escribido" igual es algo que me pasa anualmente.... todos los 25 de marzo
    #Dublin
    De nuevo teniendo que buscar sinónimos porque no se me ocurre ninguno. ¿Se me estará secando el cerebro?
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  • En un amplio salón, donde la luz del día entraba a raudales, se hallaba una larga y llamativa mesa con un mantel blanco. Sobre esta había platos vacíos y, sentados, varios jurados mirando hacia el frente, es decir, hacia los concursantes presentes.

    —Bienvenidos al concurso anual de cocina —presentó Jean, quien era el único que no estaba sentado en el jurado, dado que estaba a cargo de la explicación.
    —Como es habitual, los participantes cocinarán un platillo y lo presentarán al jurado para que lo evalúe.

    Carraspeó, bebió un poco de agua y continuó:

    —En la primera instancia tendrán 40 minutos y, a medida que vayan avanzando, este tiempo irá aumentando, así como nuestra exigencia. ¿Ha quedado claro?

    En un amplio salón, donde la luz del día entraba a raudales, se hallaba una larga y llamativa mesa con un mantel blanco. Sobre esta había platos vacíos y, sentados, varios jurados mirando hacia el frente, es decir, hacia los concursantes presentes. —Bienvenidos al concurso anual de cocina —presentó Jean, quien era el único que no estaba sentado en el jurado, dado que estaba a cargo de la explicación. —Como es habitual, los participantes cocinarán un platillo y lo presentarán al jurado para que lo evalúe. Carraspeó, bebió un poco de agua y continuó: —En la primera instancia tendrán 40 minutos y, a medida que vayan avanzando, este tiempo irá aumentando, así como nuestra exigencia. ¿Ha quedado claro?
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Hemos optimizado y mejorado la redacción de los lineamientos de FicRol, puedes echar un vistazo aquí: https://ficrol.com/static/guidelines

    Resumen de los cambios más importantes:

    Se ha separado las secciones de acuerdo al orden desde mayor a menor sanción en las categorías de reportes.

    Las cuentas "Nuevas" que no tienen actividad por más de 1 a 2 semanas, serán consideradas "Hit and Run" las cual serán eliminadas de la plataforma manualmente, por lo que solicitamos a las nuevas cuentas de personajes a comprometerse en la plataforma y mantener actividad, nadie aquí le gustaría ilusionarse con nuevos personajes que son fantasmas o no responderán nunca, por eso el alto compromiso de tener un directorio de personajes altamente activo.

    En caso de detectarse cuentas de personajes que permanecen sin imagen de apariencia por largo tiempo, se reiniciará el estado de la cuenta a "recién comenzando" para que el roleplayer aplique una imagen respectiva a la cuenta del personaje. Las cuentas no pueden quedarse sin imagen de apariencia por periodos largos de tiempo.

    Subir imágenes de infantes ya no se considera Ban de cuenta y restricción de IP, pero SÍ en su segunda reincidencia se aplicará un Shadowban de 7 días, esto sigue siendo prohibido en la plataforma para mantener un lugar alejado de usuarios de dudosa intención.

    Les recordamos que todos estos lineamientos son para mantener a FicRol un lugar alejado a la toxicidad y contenido irrelevante o pornográfico como lo es X (Ex-Twitter) y otras plataformas.

    El contenido erótico y de alto impacto sigue siendo permitido mientras esté difuminado ante otros roleplayers.

    Agradecemos el compromiso de los roleplayers con FicRol y así mantener un lugar cómodo para el rol narrativo.

    Atentamente:

    Administrador de FicRol.

    Hemos optimizado y mejorado la redacción de los lineamientos de FicRol, puedes echar un vistazo aquí: https://ficrol.com/static/guidelines Resumen de los cambios más importantes: Se ha separado las secciones de acuerdo al orden desde mayor a menor sanción en las categorías de reportes. Las cuentas "Nuevas" que no tienen actividad por más de 1 a 2 semanas, serán consideradas "Hit and Run" las cual serán eliminadas de la plataforma manualmente, por lo que solicitamos a las nuevas cuentas de personajes a comprometerse en la plataforma y mantener actividad, nadie aquí le gustaría ilusionarse con nuevos personajes que son fantasmas o no responderán nunca, por eso el alto compromiso de tener un directorio de personajes altamente activo. En caso de detectarse cuentas de personajes que permanecen sin imagen de apariencia por largo tiempo, se reiniciará el estado de la cuenta a "recién comenzando" para que el roleplayer aplique una imagen respectiva a la cuenta del personaje. Las cuentas no pueden quedarse sin imagen de apariencia por periodos largos de tiempo. Subir imágenes de infantes ya no se considera Ban de cuenta y restricción de IP, pero SÍ en su segunda reincidencia se aplicará un Shadowban de 7 días, esto sigue siendo prohibido en la plataforma para mantener un lugar alejado de usuarios de dudosa intención. Les recordamos que todos estos lineamientos son para mantener a FicRol un lugar alejado a la toxicidad y contenido irrelevante o pornográfico como lo es X (Ex-Twitter) y otras plataformas. El contenido erótico y de alto impacto sigue siendo permitido mientras esté difuminado ante otros roleplayers. Agradecemos el compromiso de los roleplayers con FicRol y así mantener un lugar cómodo para el rol narrativo. Atentamente: Administrador de FicRol.
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  • Bound to Damnation
    Fandom Oc
    Categoría Suspenso

    ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ‍⤹ Rol con Belial

    —Arthur llevaba noches sin dormir. Rara vez lo hacía sin Nyx acurrucado en la cama con él y, lo cierto es, que nunca lo hacía solo, ya fuera con su familiar o con otra persona, siempre dormía acompañado. Eso, normalmente, mantenía las pesadillas a raya. Pero llevaba unas cuantas noches que ni eso ayudaba. Se despertaba en mitad de la noche, sudores fríos recorriendo su espalda, susurros que se filtraban entre los muros, que parecían seguir escuchándose a pesar de haber despertado ya de su sueño.

    Se frotó los ojos, antes de bufar, cansado ya de aquella situación. Se levantó de golpe, poniéndose su bata de seda para salir de la habitación. Nyx, para no variar, se fue detrás de él. Su primera parada fue en la cocina. No iba a poder pegar ojo, así que tampoco iba a intentarlo ya. Se hizo un buen café, cargado, con bastante leche y azúcar, aunque acabó cogiendo tanto la cafetera, como el cartón de leche y el tarro del azúcar; y se fue con este a la biblioteca. Tomó asiento, un libro, y comenzó a leer. Por supuesto era todo sobre magia, y temas bastante específicos.

    Tenía la sensación de que aquellas pesadillas y aquellos susurros no eran solo eso, que había algo detrás de todo aquello. El zorro lo notaba también, pues siempre que se despertaba lo veía mirando a todos lados, con el pelaje del lomo erizado y enseñando los dientes. Algo o alguien era responsable de aquel tormento y el brujo estaba más que dispuesto a averiguar de qué se trataba y ponerle fin. Y, aunque sabía mucho por los años que había pasado leyendo cada libro, tomo y manual de aquella biblioteca, aún había cosas que se le escapaban. Aquello parecía ser una de ellas.

    Poco a poco, la mesa que tenía delante se iba llenando de libros y la cafetera se iba vaciando poco a poco. Pero Arthur seguía despierto y sin averiguar nada sustancial. Ya había leído sobre todo tipo de casas encantadas, espíritus vengativos y demás, nada que no supiera ya, y nada que encajase del todo con lo que estaba pasando. Había algún detalle que desconocía, una pieza sin la cual no podía completar el rompecabezas. Y no la iba a encontrar en aquellos libros, eso estaba claro—
    ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ‍ ‍⤹ Rol con [999Belial666] —Arthur llevaba noches sin dormir. Rara vez lo hacía sin Nyx acurrucado en la cama con él y, lo cierto es, que nunca lo hacía solo, ya fuera con su familiar o con otra persona, siempre dormía acompañado. Eso, normalmente, mantenía las pesadillas a raya. Pero llevaba unas cuantas noches que ni eso ayudaba. Se despertaba en mitad de la noche, sudores fríos recorriendo su espalda, susurros que se filtraban entre los muros, que parecían seguir escuchándose a pesar de haber despertado ya de su sueño. Se frotó los ojos, antes de bufar, cansado ya de aquella situación. Se levantó de golpe, poniéndose su bata de seda para salir de la habitación. Nyx, para no variar, se fue detrás de él. Su primera parada fue en la cocina. No iba a poder pegar ojo, así que tampoco iba a intentarlo ya. Se hizo un buen café, cargado, con bastante leche y azúcar, aunque acabó cogiendo tanto la cafetera, como el cartón de leche y el tarro del azúcar; y se fue con este a la biblioteca. Tomó asiento, un libro, y comenzó a leer. Por supuesto era todo sobre magia, y temas bastante específicos. Tenía la sensación de que aquellas pesadillas y aquellos susurros no eran solo eso, que había algo detrás de todo aquello. El zorro lo notaba también, pues siempre que se despertaba lo veía mirando a todos lados, con el pelaje del lomo erizado y enseñando los dientes. Algo o alguien era responsable de aquel tormento y el brujo estaba más que dispuesto a averiguar de qué se trataba y ponerle fin. Y, aunque sabía mucho por los años que había pasado leyendo cada libro, tomo y manual de aquella biblioteca, aún había cosas que se le escapaban. Aquello parecía ser una de ellas. Poco a poco, la mesa que tenía delante se iba llenando de libros y la cafetera se iba vaciando poco a poco. Pero Arthur seguía despierto y sin averiguar nada sustancial. Ya había leído sobre todo tipo de casas encantadas, espíritus vengativos y demás, nada que no supiera ya, y nada que encajase del todo con lo que estaba pasando. Había algún detalle que desconocía, una pieza sin la cual no podía completar el rompecabezas. Y no la iba a encontrar en aquellos libros, eso estaba claro—
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    0 turnos 0 maullidos
  • Una vida acaba y la otra empieza.
    Fandom Ninguno.
    Categoría Original
    "Introduction"

    -A veces las consecuencias de los actos que nos llevan a estar donde estamos. Son algo que nosotros mismos nos buscamos.-

    *Eso es culpa de no tener un ejemplo qué seguir*

    -Eso se decía Niles a sí mismo sentado en ese lugar.
    Lleno de humedad; Sucio, lleno de goteras, con apenas luz, una bandeja de comida tirada en el suelo con un engrudo sin gracia y un pan más duro que las paredes.
    Si ropa estaba sucia, olía tal cual que una persona que no se había bañado en unas semanas... ¿Puede que un mes?-

    *Maldita suerte*

    -Cosas que Murmuraba entre dientes, esperando así desahogar su frustración... ¿Pero quien cojones le había mandado a robarle 14 millones de dólares a ese maldito Yakuza?
    Sin duda alguna era un gilipollas de manual.
    Muy arrogante para ver la soga al cuello que se estaba poniendo... Porque no le iban a dejar ahí, no señor. Estaban esperando recuperar el dinero con la información que les había dado.

    Una vez tengan todo el dinero de vuelta no le iban a soltar. Tenía su sentencia de muerte pintada en la cara; todos esos golpes a diario. La sangre seca en su ropa, la tela rajada y sobre todo el par de costillas rotas que le provocaban un dolor insoportable al gritar por golpes que divertían a sus captores.-

    *Sí me golpeo la cabeza contra la pared, con suerte me rompa el cuello y acabo con todo*

    -Lagrimas rodaban por sus mejillas. Empañando sus ojos y haciendo más amarga su espera.
    Habría sido mejor morir de un disparo en la frente. Así no sentir nada más... Solo dejarse caer en la oscuridad y en la nada.
    Porque no creía en un Dios que no ve ni intercede por nadie. Solo en lo que sus manos podían hacer.-

    *Puede que la policía me busque y venga a por mí... Tienen buenos agentes en sus agencias federales.*

    -Ríe amargamente pensando que esos cabrones solo saben rascarse los huevos y rogar que por suerte den con quien buscan antes de encontrar su fiambre en una cuneta o flotando en un lago helado.-

    *Solo espero que mi hermana no sepa nunca lo que me pasó. Que no tenga que pasar por otra muerte más. Ya perdimos a nuestros padres hace poco y ahora yo... ¡JODER!*

    -Días pasaron, o eso creía, la puta ventana estaba cerrada, solo una bombilla que chisporrotea, enciende y apaga, le da luz.

    Un hombre de unos 50 años entra con una cara de pocos amigos. Le ata las manos a la espalda con una bridas. Le levanta por el cuello sin ninguna delicadeza. Le empuja y le saca de la celda.
    Hacía mucho que no veía otra cosa que esa celda en la que estaba.
    Le llevan hasta una sala amplia, con una silla en el centro, un foco que apunta a la misma, una cámara de vídeo en frente y unos tipos parados en la penumbra.-

    *Ya está, este es mi fin...*

    -Se dijo para sí mismo en un susurro.
    Pensando en que solo le quedaba resignarse, no había como escapar.
    Le sientan en la silla, le ponen unos grilletes en los pies. Una cinta en el pecho y una bolsa de tela negra en la cabeza.

    Un profundo gemido ahogado en miedo sale de su garganta con la boca entre abierta.
    Cierra los ojos y busca el recuerdo más feliz que pueda evocar.-

    *Cariño no corras cerca de la piscina, te puedes caer*

    -Recuerda la voz de su madre cuando él era pequeño...-

    *Deja que se divierta y si se cae, aprenderá solo qué es lo que debe y no hacer*

    -Ahora suena la voz de su padre. El mismo que sentado desde una tumbona estaba leyendo una revista de motos.-

    *Bueno ahora puede que me reúna con ellos... Que esta pesadilla acabe y todo esté bien... ¿No? *

    -La aceptación era lo único que le quedaba en su lista de fases por pasar.

    Se escuchan voces en japonés. Se notaban molestos, no sabía lo que estaba diciendo pero sonaban molestos...
    Nota un sonido metálico y sordo. Un arma de fuego. Por tener la cabeza tapada no supo qué era. Pero qué más daba saberlo o no.

    Su momento estaba marcado. No había mas...

    Quiso suplicar que le perdonasen la vida, prometer que nunca iba a volver a hacerlo y que no le iba a contar nada a nadie de lo que había pasado... Pero son Yakuzas... De nada le iba a servir suplicar por su vida.-

    *Solo espero que sea rápido... No podría aguantar otro agonico día. *

    -Siente en la gente que algo se apoya y le empuja levemente la cabeza para atrás. La garganta se le hace un nudo, la mente se le llena de cosas... Su vida pasa como los carretes de película de esos filmes antiguos, todo en color sepia, con un sonido lejano y difuminado.

    Los cumpleaños; Los momentos felices y tristes, las risas, los abrazos, las excursiones y los castigos.

    Todo aquello parecía desvanecerse en una bruma densa y se iba a perder en el olvido.-

    *Yego tu ola maldito vastaldo, vas a molil como el pelo que eles... Con nosotlos no se juega y menos se le puede lobal sin pagal con la vida.*

    -Dice la voz en una mala entonación del idioma. Puede que en otro momento hubiera arrancado en risas y hecho la burla. Pero esas eran las últimas palabras que iba a escuchar... Maldita ironia... Su muerte iba a ser una puta burla.

    Podria jurar que esos segundos le parecieron horas. Quería que se acabe, pero también que no lo haga.
    Hasta que a lo lejos se escuchan unos gritos, luego unos disparos y finalmente un golpe en la puerta de la sala donde se encuentra.

    Lo que supone que es el cañón de la pistola que tiene en la frente se desvía un poco ante el giro que hace su verdugo.
    Se escucha el disparo justo contra su oreja. Y un ardor le pasa por el lado de cabeza, por encima de la oreja.
    Un pitido hace que no pueda escuchar bien los gritos y disparos que se producen y hacen eco en esa sala.

    Finalmente se hace el silencio, algo que dura poco. Luego unos pasos acercarse.
    Le toman por la cabeza y lo mueven.
    Le quitan la bolsa de la cabeza y con los ojos entrecerrados, intenta enfocar y solo ve a un tipo en frente suyo.
    Le grita cosas, las entiende, solo sacude la cabeza asíntiendo y todo se apaga.-

    *¡SIGUE VIVO, ESTÁ HERIDO, ESTABA CONSCIENTE PERO AHORA SE HA DESMAYADO, LLEVEMOSLO AHORA!*

    -Fue lo último que pudo escuchar antes de que todo se apagase, no escuchara nada y a los pocos días despierte en una cama lleno de vendas, con una gasa en la cabeza y tapado hasta el cuello con una manta.
    No sentía su ropa, aunque ya no olía como un establo lleno de cerdos.
    Mira con dificultad ya que la luz le molesta, intentando enfocar y reconocer donde está.
    Estaba solo en aquel lugar.

    Pero estaba vivo, estaba curado y tenía otro día para poder vivir.-


    "Esto es el comienzo de su vida anterior y de su nueva vida, solo queda esperar que su pasado no le reclame aquello que se le escapó."


    Monorol 1 de varios.
    "Introduction" -A veces las consecuencias de los actos que nos llevan a estar donde estamos. Son algo que nosotros mismos nos buscamos.- *Eso es culpa de no tener un ejemplo qué seguir* -Eso se decía Niles a sí mismo sentado en ese lugar. Lleno de humedad; Sucio, lleno de goteras, con apenas luz, una bandeja de comida tirada en el suelo con un engrudo sin gracia y un pan más duro que las paredes. Si ropa estaba sucia, olía tal cual que una persona que no se había bañado en unas semanas... ¿Puede que un mes?- *Maldita suerte* -Cosas que Murmuraba entre dientes, esperando así desahogar su frustración... ¿Pero quien cojones le había mandado a robarle 14 millones de dólares a ese maldito Yakuza? Sin duda alguna era un gilipollas de manual. Muy arrogante para ver la soga al cuello que se estaba poniendo... Porque no le iban a dejar ahí, no señor. Estaban esperando recuperar el dinero con la información que les había dado. Una vez tengan todo el dinero de vuelta no le iban a soltar. Tenía su sentencia de muerte pintada en la cara; todos esos golpes a diario. La sangre seca en su ropa, la tela rajada y sobre todo el par de costillas rotas que le provocaban un dolor insoportable al gritar por golpes que divertían a sus captores.- *Sí me golpeo la cabeza contra la pared, con suerte me rompa el cuello y acabo con todo* -Lagrimas rodaban por sus mejillas. Empañando sus ojos y haciendo más amarga su espera. Habría sido mejor morir de un disparo en la frente. Así no sentir nada más... Solo dejarse caer en la oscuridad y en la nada. Porque no creía en un Dios que no ve ni intercede por nadie. Solo en lo que sus manos podían hacer.- *Puede que la policía me busque y venga a por mí... Tienen buenos agentes en sus agencias federales.* -Ríe amargamente pensando que esos cabrones solo saben rascarse los huevos y rogar que por suerte den con quien buscan antes de encontrar su fiambre en una cuneta o flotando en un lago helado.- *Solo espero que mi hermana no sepa nunca lo que me pasó. Que no tenga que pasar por otra muerte más. Ya perdimos a nuestros padres hace poco y ahora yo... ¡JODER!* -Días pasaron, o eso creía, la puta ventana estaba cerrada, solo una bombilla que chisporrotea, enciende y apaga, le da luz. Un hombre de unos 50 años entra con una cara de pocos amigos. Le ata las manos a la espalda con una bridas. Le levanta por el cuello sin ninguna delicadeza. Le empuja y le saca de la celda. Hacía mucho que no veía otra cosa que esa celda en la que estaba. Le llevan hasta una sala amplia, con una silla en el centro, un foco que apunta a la misma, una cámara de vídeo en frente y unos tipos parados en la penumbra.- *Ya está, este es mi fin...* -Se dijo para sí mismo en un susurro. Pensando en que solo le quedaba resignarse, no había como escapar. Le sientan en la silla, le ponen unos grilletes en los pies. Una cinta en el pecho y una bolsa de tela negra en la cabeza. Un profundo gemido ahogado en miedo sale de su garganta con la boca entre abierta. Cierra los ojos y busca el recuerdo más feliz que pueda evocar.- *Cariño no corras cerca de la piscina, te puedes caer* -Recuerda la voz de su madre cuando él era pequeño...- *Deja que se divierta y si se cae, aprenderá solo qué es lo que debe y no hacer* -Ahora suena la voz de su padre. El mismo que sentado desde una tumbona estaba leyendo una revista de motos.- *Bueno ahora puede que me reúna con ellos... Que esta pesadilla acabe y todo esté bien... ¿No? * -La aceptación era lo único que le quedaba en su lista de fases por pasar. Se escuchan voces en japonés. Se notaban molestos, no sabía lo que estaba diciendo pero sonaban molestos... Nota un sonido metálico y sordo. Un arma de fuego. Por tener la cabeza tapada no supo qué era. Pero qué más daba saberlo o no. Su momento estaba marcado. No había mas... Quiso suplicar que le perdonasen la vida, prometer que nunca iba a volver a hacerlo y que no le iba a contar nada a nadie de lo que había pasado... Pero son Yakuzas... De nada le iba a servir suplicar por su vida.- *Solo espero que sea rápido... No podría aguantar otro agonico día. * -Siente en la gente que algo se apoya y le empuja levemente la cabeza para atrás. La garganta se le hace un nudo, la mente se le llena de cosas... Su vida pasa como los carretes de película de esos filmes antiguos, todo en color sepia, con un sonido lejano y difuminado. Los cumpleaños; Los momentos felices y tristes, las risas, los abrazos, las excursiones y los castigos. Todo aquello parecía desvanecerse en una bruma densa y se iba a perder en el olvido.- *Yego tu ola maldito vastaldo, vas a molil como el pelo que eles... Con nosotlos no se juega y menos se le puede lobal sin pagal con la vida.* -Dice la voz en una mala entonación del idioma. Puede que en otro momento hubiera arrancado en risas y hecho la burla. Pero esas eran las últimas palabras que iba a escuchar... Maldita ironia... Su muerte iba a ser una puta burla. Podria jurar que esos segundos le parecieron horas. Quería que se acabe, pero también que no lo haga. Hasta que a lo lejos se escuchan unos gritos, luego unos disparos y finalmente un golpe en la puerta de la sala donde se encuentra. Lo que supone que es el cañón de la pistola que tiene en la frente se desvía un poco ante el giro que hace su verdugo. Se escucha el disparo justo contra su oreja. Y un ardor le pasa por el lado de cabeza, por encima de la oreja. Un pitido hace que no pueda escuchar bien los gritos y disparos que se producen y hacen eco en esa sala. Finalmente se hace el silencio, algo que dura poco. Luego unos pasos acercarse. Le toman por la cabeza y lo mueven. Le quitan la bolsa de la cabeza y con los ojos entrecerrados, intenta enfocar y solo ve a un tipo en frente suyo. Le grita cosas, las entiende, solo sacude la cabeza asíntiendo y todo se apaga.- *¡SIGUE VIVO, ESTÁ HERIDO, ESTABA CONSCIENTE PERO AHORA SE HA DESMAYADO, LLEVEMOSLO AHORA!* -Fue lo último que pudo escuchar antes de que todo se apagase, no escuchara nada y a los pocos días despierte en una cama lleno de vendas, con una gasa en la cabeza y tapado hasta el cuello con una manta. No sentía su ropa, aunque ya no olía como un establo lleno de cerdos. Mira con dificultad ya que la luz le molesta, intentando enfocar y reconocer donde está. Estaba solo en aquel lugar. Pero estaba vivo, estaba curado y tenía otro día para poder vivir.- "Esto es el comienzo de su vida anterior y de su nueva vida, solo queda esperar que su pasado no le reclame aquello que se le escapó." Monorol 1 de varios.
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  • —Ammm,¿Jefe,no tienes un manual para armarte?,es tedioso tene que encajar tus partes por hora y media...
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