• Esta vez..
    Tendré novia, así mi historia podrá tener futuro
    — aún no tiene amigas no conoce otras dragonas.—
    Esta vez.. Tendré novia, así mi historia podrá tener futuro — aún no tiene amigas no conoce otras dragonas.—
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  • Funny day
    Fandom Oc propio
    Categoría Contemporáneo
    @𝐃ɑlı̲ɑ

    Había sido un día pesado solo quería descansar dormir un poco pero ocurrieron dos cosas

    Una promesa Y Cerbero

    Cerbero deseaba salir a pasear y eran de esos paseos largos más de lo que me gustaría la verdad y yo .. había prometido a una cocnida , amiga no se cómo decirle más bien que le invitaría aún café y a la feria, la verdad no era que no quisiera salir con ella haia tenido misión tras misión y apenas voy en un día libre logré salir, mientras me preparaba con aún atuendo casual jeans y camiseta para poder salir busque mi teléfono para poder sacarlo y mandar mensaje a esa chica

    >> Hola ... Me recuerdas Leon ..estás libre hoy para una vuelta para un cafe y la feria?.

    Solo faltaba esperar a su respuesta y sobre todo que quisiera ir , en todo caso igual saldría con Cerbero.

    Me era raro salir con gente , convivir por lo mismo talvez era que sentía ligeramente nervios de salir, la multitud me ponía alerta.
    @[butterfly0] Había sido un día pesado solo quería descansar dormir un poco pero ocurrieron dos cosas Una promesa Y Cerbero Cerbero deseaba salir a pasear y eran de esos paseos largos más de lo que me gustaría la verdad y yo .. había prometido a una cocnida , amiga no se cómo decirle más bien que le invitaría aún café y a la feria, la verdad no era que no quisiera salir con ella haia tenido misión tras misión y apenas voy en un día libre logré salir, mientras me preparaba con aún atuendo casual jeans y camiseta para poder salir busque mi teléfono para poder sacarlo y mandar mensaje a esa chica 📱>> Hola ... Me recuerdas Leon ..estás libre hoy para una vuelta para un cafe y la feria?. Solo faltaba esperar a su respuesta y sobre todo que quisiera ir , en todo caso igual saldría con Cerbero. Me era raro salir con gente , convivir por lo mismo talvez era que sentía ligeramente nervios de salir, la multitud me ponía alerta.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    4
    Estado
    Disponible
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  • Inseguridades:

    -Ante sus ojos se alzaba una vasta escena de verdor y agua. Altas cascadas caían en múltiples niveles por escarpadas paredes de roca oscura, sus aguas blancas y espumosas creando un eco constante en el aire. Los árboles frondosos enmarcaban la vista, con sus raíces aferrándose al suelo. A lo lejos, el sonido del agua cayendo se mezclaba con el susurro de la brisa que cruzaba el bosque. denso follaje, creando un juego de sombras-

    -Star y Luna Noxferis se encontraban sentadas en el borde de una de esas grandes montañas de roca, observando en silencio el paisaje frente a ellas. El rostro de Star estaba marcado por una evidente molestia; sus cejas fruncidas y una mueca en los labios revelaban su estado de ánimo. De repente, Star soltó un bufido de frustración, rompiendo el silencio.-

    Star : ¡Qué estupidez! No puedo creer todavía lo que escuché ese día.

    -Las palabras salen con un tono amargo. Se cruzó de brazos, cerrándose aún más en su propio enfado, mientras inclinaba ligeramente el cuerpo hacia adelante-

    -A su lado, Luna, su fiel compañera, observaba a Star con una expresión de preocupación. Sin decir nada al principio, alzó su mano y comenzó a acariciar suavemente la espalda de Star, moviéndola de arriba hacia abajo en un intento por reconfortarla. Después de aclarar levemente la garganta para captar su atención, se acercó un poco más y le habló con voz suave.-

    Luna : Bueno, cariño… Si me explicas más o menos de qué va todo este tornado en tu cabecita, tal vez pueda ayudarte un poco.

    -Star lanzó una breve mirada de reojo hacia Luna, notando el apoyo en sus ojos. Exhaló un suspiro largo y cambió la posición de sus brazos, apoyando ahora los codos en sus muslos. Sus manos se posaron en los costados de su cabeza-

    Star: Es Max… Dijo que iba a adoptar a un… “peluche”.

    -Luna alzó una ceja, claramente confundida, y ladeó un poco la cabeza.-

    Luna : ¿Un peluche? ¿Qué quieres decir con un peluche?

    -De repente, Star se levantó de un salto, como si la pregunta de Luna hubiera detonado una energía incontrolable dentro de ella. Empezó a caminar de un lado a otro en el borde de la montaña, sus pasos rápidos y nerviosos dejando huellas en la hierba. Sus brazos se agitaban mientras hablaba-

    Star : Va a adoptar a un wey que es súper peludito y parece muy adorable, pero lo hizo sin siquiera hacerme una presentación formal o siquiera ablandarme para ello.

    -Llevó sus manos a su cabeza y comenzó a desordenarse el cabello de forma desesperada, tirando de él y moviéndolo de atrás hacia adelante. Su rostro mostraba una expresión casi de psicosis; los ojos amplios, la respiración rápida y los labios apretados en una mueca que delataba la intensidad de sus emociones.-

    Star : ¡Y simplemente quedaré en el pasado! . ¡Y me va a cambiar! ¡Y se va a alejar de mí!¡Porque soy reemplazable!

    -De repente, sus ojos se fijaron en Luna, quien la observaba con sorpresa y preocupación. Luna entreabrió los labios, queriendo decir algo, pero dejó que Star continuara desahogándose.-

    Star : ¿Sabes? Ni siquiera Rhett ha vuelto. Lo más seguro es que también hizo la misma gracia que Azren. ¡¿Pero él tiene derecho, sabes?! ¡De todos modos, no somos nada! ¡Y ahora Max hará lo mismo!

    -Con un movimiento desesperado, Star bajó sus manos por su cara, arrastrándolas con tanta fuerza que dejaron líneas rojas en su piel al descubrir nuevamente su rostro. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas que brotaron sin poder contenerlas-

    -Luna dejó escapar un suspiro profundo, resignada, como si finalmente comprendiera la magnitud del conflicto interno de su amiga. Sin decir nada, se levantó y se acercó a Star, extendiendo sus brazos y envolviéndola en un abrazo firme alrededor de su abdomen. Luna sintió el temblor en el cuerpo de Star, percibiendo la fragilidad detrás de su ira. La sostuvo con fuerza, anclándola en ese momento, como si quisiera transmitirle toda la seguridad que le faltaba.-

    Luna : Star… Sabes bien que Max jamás te haría eso. No eres reemplazable para él.
    -Mientras hablaba, sus manos recorrían la espalda de Star en un gesto suave y tranquilizador. Subían y bajaban con ternura, como una caricia que intentaba calmar la tormenta que Star llevaba en el pecho. Luna apoyó su cabeza en el pecho de Star, buscando la cercanía necesaria para que ella sintiera su apoyo-

    Luna : No todas las personas son como Azren… Hay personas que realmente valoran tu compañía. Me incluyo en ellas.

    -Con cuidado, Luna se separó un poco, solo lo suficiente para poder ver el rostro de Star. Colocó sus manos en sus mejillas, limpiando las lágrimas con el pulgar en un movimiento delicado. Hizo que Star la mirara, sus ojos enrojecidos y cansados ​​ahora reflejando una expresión un poco más relajada, vulnerable pero más receptiva a sus palabras.-

    Luna : Mi niña… Todo está bien. Y este “peluche” del que hablas, también puede llegar a ser muy importante en tu vida, y tú en la de él. Podrías encontrar en él otra forma de cariño, como una hermosa familia.

    -Star bajó la mirada, sus párpados entrecerrados mientras absorbía esas palabras. El dolor aún estaba allí, pero parecía menos intenso, más soportable. A medida que las lágrimas se secaban en sus mejillas, sintió que algo dentro de ella también se apaciguaba, como si el abrazo y las palabras de Luna hubieran comenzado a cicatrizar un poco las heridas de sus inseguridades.-
    Inseguridades: -Ante sus ojos se alzaba una vasta escena de verdor y agua. Altas cascadas caían en múltiples niveles por escarpadas paredes de roca oscura, sus aguas blancas y espumosas creando un eco constante en el aire. Los árboles frondosos enmarcaban la vista, con sus raíces aferrándose al suelo. A lo lejos, el sonido del agua cayendo se mezclaba con el susurro de la brisa que cruzaba el bosque. denso follaje, creando un juego de sombras- -Star y [shadow_emerald_kangaroo_486] se encontraban sentadas en el borde de una de esas grandes montañas de roca, observando en silencio el paisaje frente a ellas. El rostro de Star estaba marcado por una evidente molestia; sus cejas fruncidas y una mueca en los labios revelaban su estado de ánimo. De repente, Star soltó un bufido de frustración, rompiendo el silencio.- Star : ¡Qué estupidez! No puedo creer todavía lo que escuché ese día. -Las palabras salen con un tono amargo. Se cruzó de brazos, cerrándose aún más en su propio enfado, mientras inclinaba ligeramente el cuerpo hacia adelante- -A su lado, Luna, su fiel compañera, observaba a Star con una expresión de preocupación. Sin decir nada al principio, alzó su mano y comenzó a acariciar suavemente la espalda de Star, moviéndola de arriba hacia abajo en un intento por reconfortarla. Después de aclarar levemente la garganta para captar su atención, se acercó un poco más y le habló con voz suave.- Luna : Bueno, cariño… Si me explicas más o menos de qué va todo este tornado en tu cabecita, tal vez pueda ayudarte un poco. -Star lanzó una breve mirada de reojo hacia Luna, notando el apoyo en sus ojos. Exhaló un suspiro largo y cambió la posición de sus brazos, apoyando ahora los codos en sus muslos. Sus manos se posaron en los costados de su cabeza- Star: Es Max… Dijo que iba a adoptar a un… “peluche”. -Luna alzó una ceja, claramente confundida, y ladeó un poco la cabeza.- Luna : ¿Un peluche? ¿Qué quieres decir con un peluche? -De repente, Star se levantó de un salto, como si la pregunta de Luna hubiera detonado una energía incontrolable dentro de ella. Empezó a caminar de un lado a otro en el borde de la montaña, sus pasos rápidos y nerviosos dejando huellas en la hierba. Sus brazos se agitaban mientras hablaba- Star : Va a adoptar a un wey que es súper peludito y parece muy adorable, pero lo hizo sin siquiera hacerme una presentación formal o siquiera ablandarme para ello. -Llevó sus manos a su cabeza y comenzó a desordenarse el cabello de forma desesperada, tirando de él y moviéndolo de atrás hacia adelante. Su rostro mostraba una expresión casi de psicosis; los ojos amplios, la respiración rápida y los labios apretados en una mueca que delataba la intensidad de sus emociones.- Star : ¡Y simplemente quedaré en el pasado! . ¡Y me va a cambiar! ¡Y se va a alejar de mí!¡Porque soy reemplazable! -De repente, sus ojos se fijaron en Luna, quien la observaba con sorpresa y preocupación. Luna entreabrió los labios, queriendo decir algo, pero dejó que Star continuara desahogándose.- Star : ¿Sabes? Ni siquiera Rhett ha vuelto. Lo más seguro es que también hizo la misma gracia que Azren. ¡¿Pero él tiene derecho, sabes?! ¡De todos modos, no somos nada! ¡Y ahora Max hará lo mismo! -Con un movimiento desesperado, Star bajó sus manos por su cara, arrastrándolas con tanta fuerza que dejaron líneas rojas en su piel al descubrir nuevamente su rostro. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas que brotaron sin poder contenerlas- -Luna dejó escapar un suspiro profundo, resignada, como si finalmente comprendiera la magnitud del conflicto interno de su amiga. Sin decir nada, se levantó y se acercó a Star, extendiendo sus brazos y envolviéndola en un abrazo firme alrededor de su abdomen. Luna sintió el temblor en el cuerpo de Star, percibiendo la fragilidad detrás de su ira. La sostuvo con fuerza, anclándola en ese momento, como si quisiera transmitirle toda la seguridad que le faltaba.- Luna : Star… Sabes bien que Max jamás te haría eso. No eres reemplazable para él. -Mientras hablaba, sus manos recorrían la espalda de Star en un gesto suave y tranquilizador. Subían y bajaban con ternura, como una caricia que intentaba calmar la tormenta que Star llevaba en el pecho. Luna apoyó su cabeza en el pecho de Star, buscando la cercanía necesaria para que ella sintiera su apoyo- Luna : No todas las personas son como Azren… Hay personas que realmente valoran tu compañía. Me incluyo en ellas. -Con cuidado, Luna se separó un poco, solo lo suficiente para poder ver el rostro de Star. Colocó sus manos en sus mejillas, limpiando las lágrimas con el pulgar en un movimiento delicado. Hizo que Star la mirara, sus ojos enrojecidos y cansados ​​ahora reflejando una expresión un poco más relajada, vulnerable pero más receptiva a sus palabras.- Luna : Mi niña… Todo está bien. Y este “peluche” del que hablas, también puede llegar a ser muy importante en tu vida, y tú en la de él. Podrías encontrar en él otra forma de cariño, como una hermosa familia. -Star bajó la mirada, sus párpados entrecerrados mientras absorbía esas palabras. El dolor aún estaba allí, pero parecía menos intenso, más soportable. A medida que las lágrimas se secaban en sus mejillas, sintió que algo dentro de ella también se apaciguaba, como si el abrazo y las palabras de Luna hubieran comenzado a cicatrizar un poco las heridas de sus inseguridades.-
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  • A sus veintipocos, Carmina siempre responde lo mismo cuando alguien le pregunta si ha estado enamorada: "No, nunca. Nunca me ha pasado." Lo dice con una sonrisa y el tono de quien ha olvidado el sabor de ese sentimiento o de quien, simplemente, jamás lo ha probado. Y cualquiera podría creerle. Al menos hasta que Carmina se queda en silencio, y sus ojos, por unos instantes, parecen viajar a otro tiempo, a otras tardes donde el sol era más cálido y el aire olía a pan fresco.

    Cuando tenía diecisiete años, Carmina se enamoró de Nicolás, su vecino. Era el hijo mayor de la familia que administraba la panadería del vecindario, un lugar al que todos iban en busca de pan recién horneado y, para algunos, de una charla amable. Nicolás era un joven alto, de piel bronceada por el sol, con el cabello castaño largo y despeinado, y unos ojos negros que parecían guardar secretos y sueños. Él cuidaba de los gatos callejeros, que lo seguían por las calles como si fuera uno de ellos. Carmina, intrigada por su forma serena y bondadosa, se había acercado al principio por curiosidad, y luego por una conexión que no entendía del todo.

    Siempre se limitó a ser su amiga, a escucharle con atención cuando él hablaba de lo orgulloso que estaba de su familia o de sus planes para ayudar más en la panadería. Jamás confesó el cariño inmenso que sentía por él. ¿Para qué decirlo?, pensaba. Bastaba con estar cerca y compartir momentos sencillos, con esa paz que le traía el sonido de su voz o la risa que le escapaba cuando un gato le subía al hombro.

    Sin embargo, había momentos en que Nicolás parecía sentir lo mismo. A veces, él dejaba caer palabras tímidas o miradas que parecían decir más de lo que ella estaba dispuesta a aceptar. Como aquella vez, tras una tarde cuidando gatos, cuando se quedaron en silencio y Nicolás, con las mejillas levemente sonrojadas, le confesó que le gustaba estar cerca de ella. Carmina había desviado la mirada, riendo con nerviosismo, hablando de otra cosa, como si esas palabras no hubieran sido lo que realmente eran: una confesión disfrazada.

    La noche antes de que Nicolás desapareciera, él le había propuesto ir a tomar un café juntos el fin de semana. Carmina, con el corazón en la garganta, apenas pudo asentir, pensando que tal vez ese sería el momento en que ambos dejarían de esconder sus sentimientos. Pero el destino tenía otros planes.

    A la mañana siguiente, Nicolás ya no estaba. Desapareció sin dejar rastro, y aunque nadie sabía qué le había ocurrido exactamente, el vecindario asumió lo peor, al tratarse de un asunto que involucraba problemas con la mafia. Se decía que, sin tener culpa, se había visto atrapado en problemas por culpa de amigos que lo arrastraron sin quererlo a asuntos oscuros. Nicolás siempre fue un joven honesto y trabajador, alguien que quería ayudar a su familia, nada más. Carmina, al enterarse, sintió cómo su mundo se volvía gris. Las palabras de él, su invitación, resonaron en su mente como una broma amarga. Aquel café, aquella posibilidad, se desvaneció antes de poder ser real.

    La noticia le trajo también un eco doloroso del pasado. Recordó cómo su madre, años atrás, había arruinado la vida de su familia al involucrarse con un hombre que estaba ligado a la mafia. Carmina había crecido con el miedo constante de perderlo todo, de que el caos de esa vida secreta estallara un día y los devorara. Ahora, el ciclo parecía repetirse de un modo cruel, llevándose a Nicolás, otro inocente atrapado en una red de la que no pudo escapar.

    En las semanas que siguieron, Carmina visitaba la panadería en silencio, intentando mantenerse fuerte mientras veía a la familia de Nicolás seguir adelante con tristeza en los ojos. A veces, se acercaba a los gatos, los mismos que él había cuidado, como si en ellos pudiera encontrar algo de él, un último vestigio de aquel amor que guardó en silencio.

    Ahora, cuando alguien le pregunta si alguna vez se ha enamorado, Carmina recuerda el brillo de los ojos de Nicolás, sus palabras temblorosas y su invitación. Pero sigue negándolo, porque hablar de ese amor es como abrir una herida que aún no sana, una herida marcada por una promesa rota y una vida truncada por los errores de otros. Así, aquel amor permanece escondido entre las sombras de los años y en la fragancia del pan recién horneado que aún flota en su memoria.

    Sin embargo, guarda dos tesoros que no ha dejado que el tiempo borre: una de las pocas fotos que se tomaron juntos, donde él sonríe y la mira de reojo, y los gatos del vecindario, a quienes cuida como una promesa silenciosa, una manera de mantener vivo el recuerdo de aquel primer y único amor.
    A sus veintipocos, Carmina siempre responde lo mismo cuando alguien le pregunta si ha estado enamorada: "No, nunca. Nunca me ha pasado." Lo dice con una sonrisa y el tono de quien ha olvidado el sabor de ese sentimiento o de quien, simplemente, jamás lo ha probado. Y cualquiera podría creerle. Al menos hasta que Carmina se queda en silencio, y sus ojos, por unos instantes, parecen viajar a otro tiempo, a otras tardes donde el sol era más cálido y el aire olía a pan fresco. Cuando tenía diecisiete años, Carmina se enamoró de Nicolás, su vecino. Era el hijo mayor de la familia que administraba la panadería del vecindario, un lugar al que todos iban en busca de pan recién horneado y, para algunos, de una charla amable. Nicolás era un joven alto, de piel bronceada por el sol, con el cabello castaño largo y despeinado, y unos ojos negros que parecían guardar secretos y sueños. Él cuidaba de los gatos callejeros, que lo seguían por las calles como si fuera uno de ellos. Carmina, intrigada por su forma serena y bondadosa, se había acercado al principio por curiosidad, y luego por una conexión que no entendía del todo. Siempre se limitó a ser su amiga, a escucharle con atención cuando él hablaba de lo orgulloso que estaba de su familia o de sus planes para ayudar más en la panadería. Jamás confesó el cariño inmenso que sentía por él. ¿Para qué decirlo?, pensaba. Bastaba con estar cerca y compartir momentos sencillos, con esa paz que le traía el sonido de su voz o la risa que le escapaba cuando un gato le subía al hombro. Sin embargo, había momentos en que Nicolás parecía sentir lo mismo. A veces, él dejaba caer palabras tímidas o miradas que parecían decir más de lo que ella estaba dispuesta a aceptar. Como aquella vez, tras una tarde cuidando gatos, cuando se quedaron en silencio y Nicolás, con las mejillas levemente sonrojadas, le confesó que le gustaba estar cerca de ella. Carmina había desviado la mirada, riendo con nerviosismo, hablando de otra cosa, como si esas palabras no hubieran sido lo que realmente eran: una confesión disfrazada. La noche antes de que Nicolás desapareciera, él le había propuesto ir a tomar un café juntos el fin de semana. Carmina, con el corazón en la garganta, apenas pudo asentir, pensando que tal vez ese sería el momento en que ambos dejarían de esconder sus sentimientos. Pero el destino tenía otros planes. A la mañana siguiente, Nicolás ya no estaba. Desapareció sin dejar rastro, y aunque nadie sabía qué le había ocurrido exactamente, el vecindario asumió lo peor, al tratarse de un asunto que involucraba problemas con la mafia. Se decía que, sin tener culpa, se había visto atrapado en problemas por culpa de amigos que lo arrastraron sin quererlo a asuntos oscuros. Nicolás siempre fue un joven honesto y trabajador, alguien que quería ayudar a su familia, nada más. Carmina, al enterarse, sintió cómo su mundo se volvía gris. Las palabras de él, su invitación, resonaron en su mente como una broma amarga. Aquel café, aquella posibilidad, se desvaneció antes de poder ser real. La noticia le trajo también un eco doloroso del pasado. Recordó cómo su madre, años atrás, había arruinado la vida de su familia al involucrarse con un hombre que estaba ligado a la mafia. Carmina había crecido con el miedo constante de perderlo todo, de que el caos de esa vida secreta estallara un día y los devorara. Ahora, el ciclo parecía repetirse de un modo cruel, llevándose a Nicolás, otro inocente atrapado en una red de la que no pudo escapar. En las semanas que siguieron, Carmina visitaba la panadería en silencio, intentando mantenerse fuerte mientras veía a la familia de Nicolás seguir adelante con tristeza en los ojos. A veces, se acercaba a los gatos, los mismos que él había cuidado, como si en ellos pudiera encontrar algo de él, un último vestigio de aquel amor que guardó en silencio. Ahora, cuando alguien le pregunta si alguna vez se ha enamorado, Carmina recuerda el brillo de los ojos de Nicolás, sus palabras temblorosas y su invitación. Pero sigue negándolo, porque hablar de ese amor es como abrir una herida que aún no sana, una herida marcada por una promesa rota y una vida truncada por los errores de otros. Así, aquel amor permanece escondido entre las sombras de los años y en la fragancia del pan recién horneado que aún flota en su memoria. Sin embargo, guarda dos tesoros que no ha dejado que el tiempo borre: una de las pocas fotos que se tomaron juntos, donde él sonríe y la mira de reojo, y los gatos del vecindario, a quienes cuida como una promesa silenciosa, una manera de mantener vivo el recuerdo de aquel primer y único amor.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Buenas soy Bea y soy nueva por aqui, me uní por culpa de una amiga pero bueno espero pasarmelo bien con vosotros, nos vemos!
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  • Carmina miraba la fotografía que su amiga Jade le había tomado en un momento de distracción. La imagen mostraba su figura desde la espalda, con el cabello cayendo en ondas largas y doradas sobre su vestido blanco, mientras observaba un plano de una embarcación en la pared, perdida en sus pensamientos. Había una suavidad en la escena, una especie de nostalgia que impregnaba la imagen con una calidez distante. Sin embargo, al mirarla, Carmina sentía que aquella persona capturada en el instante no era realmente ella.

    Era una sensación extraña. Carmina observaba cada detalle: la silla antigua en la que estaba sentada, el suave brillo que caía sobre su cabello y el reflejo difuso del atardecer iluminando la habitación. Aquel lugar, aquella pose, aquella serenidad que desprendía la imagen, parecían pertenecer a alguien más. ¿Cuándo había dejado de reconocerse en las fotografías? ¿En qué momento se había convertido en una espectadora de su propia vida?

    Jade, con quien había entablado una amistad no hacía mucho, había capturado la imagen con cariño, buscando mostrar una faceta de Carmina que ella misma parecía haber olvidado. No compartían recuerdos de infancia ni aventuras pasadas, pero Jade tenía una habilidad especial para captar momentos que reflejaban la esencia de las personas. Aun así, al ver la imagen, Carmina solo sentía un vacío. La mujer de la fotografía parecía tranquila, en paz, como si estuviera soñando con mares lejanos y aventuras que aún no vivía. Sin embargo, ella misma se sentía atrapada, como si los sueños de esa versión idealizada de sí misma estuvieran tan lejos como el horizonte al que miraba.

    —¿De verdad soy yo? —murmuró, sin esperar una respuesta.

    Carmina cerró los ojos, intentando reconectar con esa parte de ella que una vez se sintió libre y soñadora. Quizás algún día, se convencería de que aquella imagen no era solo una ilusión. Tal vez, con el tiempo, lograría volver a sentirse tan llena de paz como la mujer que veía en la fotografía.
    Carmina miraba la fotografía que su amiga Jade le había tomado en un momento de distracción. La imagen mostraba su figura desde la espalda, con el cabello cayendo en ondas largas y doradas sobre su vestido blanco, mientras observaba un plano de una embarcación en la pared, perdida en sus pensamientos. Había una suavidad en la escena, una especie de nostalgia que impregnaba la imagen con una calidez distante. Sin embargo, al mirarla, Carmina sentía que aquella persona capturada en el instante no era realmente ella. Era una sensación extraña. Carmina observaba cada detalle: la silla antigua en la que estaba sentada, el suave brillo que caía sobre su cabello y el reflejo difuso del atardecer iluminando la habitación. Aquel lugar, aquella pose, aquella serenidad que desprendía la imagen, parecían pertenecer a alguien más. ¿Cuándo había dejado de reconocerse en las fotografías? ¿En qué momento se había convertido en una espectadora de su propia vida? Jade, con quien había entablado una amistad no hacía mucho, había capturado la imagen con cariño, buscando mostrar una faceta de Carmina que ella misma parecía haber olvidado. No compartían recuerdos de infancia ni aventuras pasadas, pero Jade tenía una habilidad especial para captar momentos que reflejaban la esencia de las personas. Aun así, al ver la imagen, Carmina solo sentía un vacío. La mujer de la fotografía parecía tranquila, en paz, como si estuviera soñando con mares lejanos y aventuras que aún no vivía. Sin embargo, ella misma se sentía atrapada, como si los sueños de esa versión idealizada de sí misma estuvieran tan lejos como el horizonte al que miraba. —¿De verdad soy yo? —murmuró, sin esperar una respuesta. Carmina cerró los ojos, intentando reconectar con esa parte de ella que una vez se sintió libre y soñadora. Quizás algún día, se convencería de que aquella imagen no era solo una ilusión. Tal vez, con el tiempo, lograría volver a sentirse tan llena de paz como la mujer que veía en la fotografía.
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  • ──── ❝ Debes ser la amiga de mi hija ¿Verdad? Ven, pasa, ella te esta esperando en su habitación. ❞ ────

    ||• Santi si tuviera a su hija cuál tendría ella unos 20 años y él siempre amoroso como buen padre viudo. ♡ (Es el verdadero : Ven a mi, abuelito [?] )
    ──── ❝ Debes ser la amiga de mi hija ¿Verdad? Ven, pasa, ella te esta esperando en su habitación. ❞ ──── ||• Santi si tuviera a su hija cuál tendría ella unos 20 años y él siempre amoroso como buen padre viudo. ♡ (Es el verdadero : Ven a mi, abuelito [?] )
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  • —Sirius no sabia como encontrar mas hombres,los cuarteles de la nacion duplicaron su seguridad y fueron autorizados a usar armamento letal y de guerra,por lo que tomarlos seria sumamente complicado,en ese entonces tuvo una idea,recordo que su padre se alio con un ejército privado que estuvo en su contra,La Legion 501 ya no existia pero si habia algo que quedaba de los restos de esa legion,Los Dixers de la A.A.M,el ya sabia como convencerlos sin que se dispare una sola bala—


    —Sirius ubico la central de descanso de los Dixers,sabia que lo reconocerian con su armadura,pero si se quitaba el casco se le haria muy complicado alzar la voz enfrente de miles de hombres y mujeres,este se metio a las zonas descanso de los generales y los tomo como rehenes a todos,este fue hasta las zonas de descanso comunes,las cuales eran para los soldados novatos,los sargentos y comandantes.Todos observaron a los generales tomados como rehenes y decidieron no atacar—


    —¡Damas y Caballeros!,estoy aqui para ofrecerles algo que en la A.A.M no les dara jamas:¡DIGNIDAD E IMPORTANCIA!,¿¡NO ESTAN HARTOS DE QUE TODO EL CREDITO DE SUS SACRIFICIOS SE LOS LLEVEN LOS NEXUS?!


    —Todos pasaron de estar alertas ante la potente amenaza de Sirius a escucharlo atentamente,incluyendo a los generales que estaban de rehenes—


    —¿¡NO ESTAN CANSADOS DE QUE SIEMPRE LOS USEN DE CARNE DE CAÑON,DE QUE LOS TRATEN DE NADA MIENTRAS USTEDES HACEN EL TRABAJO SUCIO POR ELLOS,DE DORMIR EN UN CORRAL COMO ANIMALES?!


    —Algunos movian la cabeza diciendo que si con vergüenza—


    —Vengo a ofrecerles libertad,respeto como lo merecen todos los soldados del mundo,yo no vengo como una amenza,si no como un amigo,y los amigos se ayudan y se cuidan el uno al otro...quienes quieran unirse a mi familia,que de un paso al frente...


    —Hubo un silencio rotundo,Sirius solto a los generales para ver si ellos tambien se unian,algunos soldados caminaron hasta Sirius,este los recibio con un abrazo y una palmada en la espalda,poco a poco,grupos y grupos de soldados se unian a el,hasta que finalmente todos esten de su lado—


    —Mis amigos y amigas....hoy seran parte de la historia..
    —Sirius no sabia como encontrar mas hombres,los cuarteles de la nacion duplicaron su seguridad y fueron autorizados a usar armamento letal y de guerra,por lo que tomarlos seria sumamente complicado,en ese entonces tuvo una idea,recordo que su padre se alio con un ejército privado que estuvo en su contra,La Legion 501 ya no existia pero si habia algo que quedaba de los restos de esa legion,Los Dixers de la A.A.M,el ya sabia como convencerlos sin que se dispare una sola bala— —Sirius ubico la central de descanso de los Dixers,sabia que lo reconocerian con su armadura,pero si se quitaba el casco se le haria muy complicado alzar la voz enfrente de miles de hombres y mujeres,este se metio a las zonas descanso de los generales y los tomo como rehenes a todos,este fue hasta las zonas de descanso comunes,las cuales eran para los soldados novatos,los sargentos y comandantes.Todos observaron a los generales tomados como rehenes y decidieron no atacar— —¡Damas y Caballeros!,estoy aqui para ofrecerles algo que en la A.A.M no les dara jamas:¡DIGNIDAD E IMPORTANCIA!,¿¡NO ESTAN HARTOS DE QUE TODO EL CREDITO DE SUS SACRIFICIOS SE LOS LLEVEN LOS NEXUS?! —Todos pasaron de estar alertas ante la potente amenaza de Sirius a escucharlo atentamente,incluyendo a los generales que estaban de rehenes— —¿¡NO ESTAN CANSADOS DE QUE SIEMPRE LOS USEN DE CARNE DE CAÑON,DE QUE LOS TRATEN DE NADA MIENTRAS USTEDES HACEN EL TRABAJO SUCIO POR ELLOS,DE DORMIR EN UN CORRAL COMO ANIMALES?! —Algunos movian la cabeza diciendo que si con vergüenza— —Vengo a ofrecerles libertad,respeto como lo merecen todos los soldados del mundo,yo no vengo como una amenza,si no como un amigo,y los amigos se ayudan y se cuidan el uno al otro...quienes quieran unirse a mi familia,que de un paso al frente... —Hubo un silencio rotundo,Sirius solto a los generales para ver si ellos tambien se unian,algunos soldados caminaron hasta Sirius,este los recibio con un abrazo y una palmada en la espalda,poco a poco,grupos y grupos de soldados se unian a el,hasta que finalmente todos esten de su lado— —Mis amigos y amigas....hoy seran parte de la historia..
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  • A mi querida hija:

    Te oculté de todos, enemigos y aliados.
    Inclusive de mi propia sombra y el amor de mi vida.
    Tu existencia, un completo secreto para todos.
    Siempre quise presumirte, mi deseo más grande fue que tu padre y mis mejores amigas te cargaran en brazos.
    Que volaras en las alas del último dragón de oro.
    O que aprendieras a verte con una bandida de pistolas.
    A bailar con la luna y desayunar los platillos más deliciosos hechos por nuestro grupo.
    Que te avergonzaras de ver a tus dos padres darse besos como un par de adolescentes.
    Que aprendieras directamente de mi el cómo cuidar a las flores, los libros y a no tropezar como una ladrona como yo lo fui.

    Pero nada de eso pasó.

    Te dejé en manos de las nodrizas de la comitiva de búhos, ellas y tú viven en una dimensión apartada de esta. Ellas ha jurado protegerte sin importar a dónde y con quién viajes.

    Mi tesoro y mi adoración, escribo esta carta mientras te veo en tu cuna aún gruñona por no poder dormir más a mi lado, se que no podré conocerte, ni verte crecer para convertirte en una hermosa señorita, pero he dejado en el mundo muchos libros y objetos para que tú encuentres y aprendas lo que ha ocurrido.

    Espero vivas en una época de "aburrida" paz.
    Con todo el amor del esta y mis siguientes vidas. .-Ileria.

    https://youtube.com/watch?v=5X7MKKHEWTY&si=WFo22B2Tgs5r366g
    A mi querida hija: Te oculté de todos, enemigos y aliados. Inclusive de mi propia sombra y el amor de mi vida. Tu existencia, un completo secreto para todos. Siempre quise presumirte, mi deseo más grande fue que tu padre y mis mejores amigas te cargaran en brazos. Que volaras en las alas del último dragón de oro. O que aprendieras a verte con una bandida de pistolas. A bailar con la luna y desayunar los platillos más deliciosos hechos por nuestro grupo. Que te avergonzaras de ver a tus dos padres darse besos como un par de adolescentes. Que aprendieras directamente de mi el cómo cuidar a las flores, los libros y a no tropezar como una ladrona como yo lo fui. Pero nada de eso pasó. Te dejé en manos de las nodrizas de la comitiva de búhos, ellas y tú viven en una dimensión apartada de esta. Ellas ha jurado protegerte sin importar a dónde y con quién viajes. Mi tesoro y mi adoración, escribo esta carta mientras te veo en tu cuna aún gruñona por no poder dormir más a mi lado, se que no podré conocerte, ni verte crecer para convertirte en una hermosa señorita, pero he dejado en el mundo muchos libros y objetos para que tú encuentres y aprendas lo que ha ocurrido. Espero vivas en una época de "aburrida" paz. Con todo el amor del esta y mis siguientes vidas. .-Ileria. https://youtube.com/watch?v=5X7MKKHEWTY&si=WFo22B2Tgs5r366g
    Me entristece
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  • La oscuridad siempre ha sido mi fiel amiga

    Fotografía hecha por mi diablesa Ivanna 𝑺𝒑𝒆𝒍𝒍𝒎𝒂𝒏

    #SeductiveSunday
    La oscuridad siempre ha sido mi fiel amiga Fotografía hecha por mi diablesa [ThxGreen] #SeductiveSunday
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    Me encocora
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