—Oye...¿Te cuento un sueño super raro que tuve anoche? —juega con un hilo suelto de su suéter.
—¿Otro? —su amigo rie, pero sus ojos no se arrugan como deberían— Ina, podrías vender tus sueños como películas de terror...
—¡Jajá! Bueno, está vez soñé que el cielo era...violeta~ Y una voz me llamaba...¿sacerdotisa? Waah, que nombre más edgy, ¿no?
Ina se rasca una mano, y por un segundo, tres líneas de tinta aparecen y se desvanecen.
—Creo que estás estresada por los exámenes...
—¡Seguro! Aunque... —mira su reflejo en la botella de agua, su reflejo le guiña. Ella parpadea y lo ignora— Qué imaginación tengo, ¿eh? ¡Hasta soñé que tenía tentáculos! —se rie.
Es un mundo diferente. Un mundo tranquilo, sin sombras, sin abismos, dónde su vida tiene contornos humanos, dónde su madre la espera en casa con el almuerzo listo y su padre cuenta chistes mientras ella ríe. Y aunque no lo sabe, este mundo es solo un sueño. Mientras tanto, el abismo espera. Porque el abismo nunca se rinde.
—Oye...¿Te cuento un sueño super raro que tuve anoche? —juega con un hilo suelto de su suéter.
—¿Otro? —su amigo rie, pero sus ojos no se arrugan como deberían— Ina, podrías vender tus sueños como películas de terror...
—¡Jajá! Bueno, está vez soñé que el cielo era...violeta~ Y una voz me llamaba...¿sacerdotisa? Waah, que nombre más edgy, ¿no?
Ina se rasca una mano, y por un segundo, tres líneas de tinta aparecen y se desvanecen.
—Creo que estás estresada por los exámenes...
—¡Seguro! Aunque... —mira su reflejo en la botella de agua, su reflejo le guiña. Ella parpadea y lo ignora— Qué imaginación tengo, ¿eh? ¡Hasta soñé que tenía tentáculos! —se rie.
Es un mundo diferente. Un mundo tranquilo, sin sombras, sin abismos, dónde su vida tiene contornos humanos, dónde su madre la espera en casa con el almuerzo listo y su padre cuenta chistes mientras ella ríe. Y aunque no lo sabe, este mundo es solo un sueño. Mientras tanto, el abismo espera. Porque el abismo nunca se rinde.