• "𝑴𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒚 𝒓𝒆𝒏𝒂𝒄𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐."

    Un día simplemente me sacaron de mi lugar, me hicieron desaparecer del mapa, fue un secuestro. ¿Quién lo diría? El problema es que no ofrecían un precio para que pudieran llevarme de vuelta, diría que simplemente lo hicieron porque se les dio la gana, no debería extrañarme, este mundo está lleno de individuos con una mente retorcida, enferma, desequilibrada, donde mucho de sus actos carecen de toda lógica y sentido, aunque también pudo haber sido una venganza personal orquestada por alguien.

    Desperté en una habitación oscura y fría, donde unos sujetos con acentos extraños me hacían preguntas, creo que lo primero que dije debió ser un insulto porque recuerdo muy bien la golpiza que me dieron. Estaba de manos atadas así que no pude hacer nada para defenderme, solo recibir y recibir mientras mi rostro se hinchaba por esos puñetazos, aunque también recuerdo que me golpearon en el pecho.

    Me hicieron preguntas de cosas que desconocía, exportación ilegal de armas que no estaban relacionadas a mí, tratos con políticos, cosas de ese ámbito. Como no podía responder al no tener conocimiento de lo que se referían, lo que quisieron era obvio, recibí otra golpiza más, empezaba a convertirse en una costumbre andar escupiendo sangre por cada puñetazo y patada que me daban.

    Pasaron un par de días, estos idiotas apenas me dieron de comer. Comenzaron a hacerme preguntas de mi familia, aunque estaba bien jodido no pensaba en responderles, a esas alturas ya todo me valía una mierda, pero sobre mi familia no iba a responder nada, primero muerto antes que ser un puto soplón. La lluvia de golpes continuo, estoy seguro de que debí de recibir más de una contusión por tanta paliza, pero no se quedaría en eso. También empezaron a torturarme con electroshock en varias ocasiones, me volvía a desmayar.

    Muchos de esos días quedaron borrosos, había perdido la noción del tiempo. Supongo que es el precio de tanto recibir tanto castigo, pero también comencé a olvidar caras, nombres, el retrato de esa persona importante se iba borrando de mi mente en cada momento, hasta que ya solo veía una figura sin rostro, pero luego de eso, nada.

    Me aferre al nombre de mi hermana, de mis hermanos, era lo único que podía hacer, si no, iba a perderlo todo, y ya había perdido mucho en ese entonces.

    Me preguntaba porque seguía vivo, porque estos tipos no simplemente me mataban y acababan con mi miserable vida, aunque seguramente eran unos putos sádicos que les gustaba hacerme sufrir, se deleitaban con ello.

    Pasaron varios días más, no sé cuántos, estaba perdido.

    Dejaron de interrogarme, apalizarme y torturarme, me encerraron en una prisión que tenían. No era el único ahí, había muchas otras personas. Ladrones, asesinos, violadores, otros mafiosos y mentes maestras como yo, creo que incluso políticos que se creían muertos, era un asunto que me superaba y superaba todo lo que había hecho antes en las actividades de mi familia.

    Nos hacían trabajar como esclavos en un ambiente bastante hostil y frío, por como se veía todo, al parecer estábamos en algún lugar de Rusia, pero no lo podía asegurar, solo lo pensaba por la nieve que había en esa zona montañosa. Picando y excavando en las minas, moviendo rocas, a quienes no podían mantener el ritmo los dejaban a su suerte, muchos murieron de esa forma y no permitían a nadie auxiliarlos. Después, simplemente quemaban los cadáveres amontonados en una especie de hoguera.

    De alguna forma pude seguir, roto, quebrado, perdido, aún así pude seguir, algo me mantenía vivo en ese infierno.

    Un día se dio la oportunidad, alguien comenzó a hacer disturbios en esa prisión, la energía se apagó y las celdas se abrieron, inicio un motín. No iba a desperdiciar la oportunidad de salir de ahí, ese día me sentí eufórico, feliz, la adrenalina se me subió como nunca.

    Empecé a apalizar a guardias, a todo lo que se me cruzaba, robe sus armas y las use contra ellos mientras mucha gente moría a mi alrededor, el lugar se había vuelto una masacre. Volví a reír, aunque estuviera cubierto de sangre, sentí lo más cercano a algo que pensé que no volvería a sentir de nuevo en mi vida, felicidad.

    Toda mi ira y mi frustración fueron descargadas en ese momento, incluso mate a uno de esos malditos hijos de puta que me apalizaba todos los días, fue una venganza tan deliciosa, diría que el gozo que se sintió supera con creces a lo que es recibir el afecto íntimo de una mujer, no hay comparación alguna.

    Quería matar a los otros que me habían hecho sufrir, pero ella se me adelanto, esa mujer los mato antes. No voy a negar que en su momento fue frustrante, pero al final me resigne y lo acepte, al parecer ella estaba ahí por algún motivo, mi mente estaba tan confundida que no sabría decir si fue para rescatarme y sacarme de ahí, o porque tenía que matar a esos tipos, tal vez fueron ambas razones.

    De esa forma pude escapar, pase varios días refugiado en un pueblo donde me rehabilite de alguna posible lesión, malestar o consecuencia. Físicamente pude recuperarme, pero mentalmente había perdido demasiado, hay memorias que nunca voy a poder recuperar. Hay muchas caras que olvide, experiencias que fueron borradas de mi mente, al final no me quedo más que aceptarlo, de todas formas, logre mantener los nombres y los rostros de mis hermanos, también el de ese viejo de mierda de mi padre, aunque no recuerdo muy bien el porque me desagrada, pero tampoco quería indagar demasiado en el tema. Se que mi madre murió hace tiempo, pero no lo puedo recordar, supongo que es una de las cosas importantes que perdí.

    Voy a regresar a casa, no sé que tipo de rumbo tomara mi vida a partir de ahora, pero hay una cosa segura, voy a tomar todo lo que se me plazca, voy a hacer que el poder y la influencia de mi familia crezca a niveles que nunca antes había alcanzado. Y también, a todo el que quiera obstaculizar mis objetivos, a todo el que me amenazase a mí y a los míos, los voy a destruir.

    Posiblemente corra mucha sangre, es inevitable.

    Pero ya no habrá dudas, no habrá piedad ni misericordia.
    "𝑴𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒚 𝒓𝒆𝒏𝒂𝒄𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐." Un día simplemente me sacaron de mi lugar, me hicieron desaparecer del mapa, fue un secuestro. ¿Quién lo diría? El problema es que no ofrecían un precio para que pudieran llevarme de vuelta, diría que simplemente lo hicieron porque se les dio la gana, no debería extrañarme, este mundo está lleno de individuos con una mente retorcida, enferma, desequilibrada, donde mucho de sus actos carecen de toda lógica y sentido, aunque también pudo haber sido una venganza personal orquestada por alguien. Desperté en una habitación oscura y fría, donde unos sujetos con acentos extraños me hacían preguntas, creo que lo primero que dije debió ser un insulto porque recuerdo muy bien la golpiza que me dieron. Estaba de manos atadas así que no pude hacer nada para defenderme, solo recibir y recibir mientras mi rostro se hinchaba por esos puñetazos, aunque también recuerdo que me golpearon en el pecho. Me hicieron preguntas de cosas que desconocía, exportación ilegal de armas que no estaban relacionadas a mí, tratos con políticos, cosas de ese ámbito. Como no podía responder al no tener conocimiento de lo que se referían, lo que quisieron era obvio, recibí otra golpiza más, empezaba a convertirse en una costumbre andar escupiendo sangre por cada puñetazo y patada que me daban. Pasaron un par de días, estos idiotas apenas me dieron de comer. Comenzaron a hacerme preguntas de mi familia, aunque estaba bien jodido no pensaba en responderles, a esas alturas ya todo me valía una mierda, pero sobre mi familia no iba a responder nada, primero muerto antes que ser un puto soplón. La lluvia de golpes continuo, estoy seguro de que debí de recibir más de una contusión por tanta paliza, pero no se quedaría en eso. También empezaron a torturarme con electroshock en varias ocasiones, me volvía a desmayar. Muchos de esos días quedaron borrosos, había perdido la noción del tiempo. Supongo que es el precio de tanto recibir tanto castigo, pero también comencé a olvidar caras, nombres, el retrato de esa persona importante se iba borrando de mi mente en cada momento, hasta que ya solo veía una figura sin rostro, pero luego de eso, nada. Me aferre al nombre de mi hermana, de mis hermanos, era lo único que podía hacer, si no, iba a perderlo todo, y ya había perdido mucho en ese entonces. Me preguntaba porque seguía vivo, porque estos tipos no simplemente me mataban y acababan con mi miserable vida, aunque seguramente eran unos putos sádicos que les gustaba hacerme sufrir, se deleitaban con ello. Pasaron varios días más, no sé cuántos, estaba perdido. Dejaron de interrogarme, apalizarme y torturarme, me encerraron en una prisión que tenían. No era el único ahí, había muchas otras personas. Ladrones, asesinos, violadores, otros mafiosos y mentes maestras como yo, creo que incluso políticos que se creían muertos, era un asunto que me superaba y superaba todo lo que había hecho antes en las actividades de mi familia. Nos hacían trabajar como esclavos en un ambiente bastante hostil y frío, por como se veía todo, al parecer estábamos en algún lugar de Rusia, pero no lo podía asegurar, solo lo pensaba por la nieve que había en esa zona montañosa. Picando y excavando en las minas, moviendo rocas, a quienes no podían mantener el ritmo los dejaban a su suerte, muchos murieron de esa forma y no permitían a nadie auxiliarlos. Después, simplemente quemaban los cadáveres amontonados en una especie de hoguera. De alguna forma pude seguir, roto, quebrado, perdido, aún así pude seguir, algo me mantenía vivo en ese infierno. Un día se dio la oportunidad, alguien comenzó a hacer disturbios en esa prisión, la energía se apagó y las celdas se abrieron, inicio un motín. No iba a desperdiciar la oportunidad de salir de ahí, ese día me sentí eufórico, feliz, la adrenalina se me subió como nunca. Empecé a apalizar a guardias, a todo lo que se me cruzaba, robe sus armas y las use contra ellos mientras mucha gente moría a mi alrededor, el lugar se había vuelto una masacre. Volví a reír, aunque estuviera cubierto de sangre, sentí lo más cercano a algo que pensé que no volvería a sentir de nuevo en mi vida, felicidad. Toda mi ira y mi frustración fueron descargadas en ese momento, incluso mate a uno de esos malditos hijos de puta que me apalizaba todos los días, fue una venganza tan deliciosa, diría que el gozo que se sintió supera con creces a lo que es recibir el afecto íntimo de una mujer, no hay comparación alguna. Quería matar a los otros que me habían hecho sufrir, pero ella se me adelanto, esa mujer los mato antes. No voy a negar que en su momento fue frustrante, pero al final me resigne y lo acepte, al parecer ella estaba ahí por algún motivo, mi mente estaba tan confundida que no sabría decir si fue para rescatarme y sacarme de ahí, o porque tenía que matar a esos tipos, tal vez fueron ambas razones. De esa forma pude escapar, pase varios días refugiado en un pueblo donde me rehabilite de alguna posible lesión, malestar o consecuencia. Físicamente pude recuperarme, pero mentalmente había perdido demasiado, hay memorias que nunca voy a poder recuperar. Hay muchas caras que olvide, experiencias que fueron borradas de mi mente, al final no me quedo más que aceptarlo, de todas formas, logre mantener los nombres y los rostros de mis hermanos, también el de ese viejo de mierda de mi padre, aunque no recuerdo muy bien el porque me desagrada, pero tampoco quería indagar demasiado en el tema. Se que mi madre murió hace tiempo, pero no lo puedo recordar, supongo que es una de las cosas importantes que perdí. Voy a regresar a casa, no sé que tipo de rumbo tomara mi vida a partir de ahora, pero hay una cosa segura, voy a tomar todo lo que se me plazca, voy a hacer que el poder y la influencia de mi familia crezca a niveles que nunca antes había alcanzado. Y también, a todo el que quiera obstaculizar mis objetivos, a todo el que me amenazase a mí y a los míos, los voy a destruir. Posiblemente corra mucha sangre, es inevitable. Pero ya no habrá dudas, no habrá piedad ni misericordia.
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  • »» El retumbar de los gritos, el olor sangre que podía sentirse a lo largo de los pasillos mientras escapaba; Aquel lugar era un laberinto del cual muchos no solían escapar...
    No le importaba nada. Solo quería huir de allí; Estaba cansada, aun no estaba segura de como pudo escapar de su prisión pero lo ahora que lo había hecho, no pensaba dejar de correr para encontrar la salida de aquella prisión. Incluso si le llevaba la vida conseguirlo.

    Llegó a un pasillo, aún más oscuro que los demás ya que este ni siquiera por las antorchas era iluminado. Podía oír el eco de voces provenientes de su espalda. Se si quedaba allí sufriría un nuevo encierro, sino, debía arriesgarse a correr a oscuras...

    No importaba...

    Recuperó el aliento y, armada de valor, se adentró en la oscuridad; Pero más se adentraba, más podía sentir como ésta la rodeaba cuál brazos sosteniéndole firmemente, queriendo no dejarle escapar

    Hasta que una lo logró...
    Podía sentir como una mano la sujetaba del cuello impidiéndole respirar; Era imposible no sentir como se elevaba del suelo, como si este agarre la elevase contra su voluntad mientras ella forcejeaba

    " Te dije que no podrías escapar de aquí; Este es tu hogar, Sacerdotisa, te quedarás aquí para siempre"

    Aquella voz resonaba con eco, era firme pero con tono bajo... Ella comenzó a perder el conocimiento poco a poco y se fue cerrando sus ojos, no podía pelear más««


    Se despertó ahogada, abriendo grande los ojos, asustada, aterrada, mirando para todos lados, como buscando una respuesta, saber donde se encontraba; Cuando notó que estaba segura en su 'hogar', se tranquilizó; Se levantó despacio y se asomó a su ventanal para observar el nuevo día, cruzada de brazos. Cerró los ojos un momento, tocando el collar que llevaba puesto, como un acto reflejo.

    Aquel viejo recuerdo la atormentaba a diario y era lo que la motivaba a seguir adelante. Pero siempre huyendo, desconfiada...Escuchando historias sobre un mentira esparcida en el viento....
    »» El retumbar de los gritos, el olor sangre que podía sentirse a lo largo de los pasillos mientras escapaba; Aquel lugar era un laberinto del cual muchos no solían escapar... No le importaba nada. Solo quería huir de allí; Estaba cansada, aun no estaba segura de como pudo escapar de su prisión pero lo ahora que lo había hecho, no pensaba dejar de correr para encontrar la salida de aquella prisión. Incluso si le llevaba la vida conseguirlo. Llegó a un pasillo, aún más oscuro que los demás ya que este ni siquiera por las antorchas era iluminado. Podía oír el eco de voces provenientes de su espalda. Se si quedaba allí sufriría un nuevo encierro, sino, debía arriesgarse a correr a oscuras... No importaba... Recuperó el aliento y, armada de valor, se adentró en la oscuridad; Pero más se adentraba, más podía sentir como ésta la rodeaba cuál brazos sosteniéndole firmemente, queriendo no dejarle escapar Hasta que una lo logró... Podía sentir como una mano la sujetaba del cuello impidiéndole respirar; Era imposible no sentir como se elevaba del suelo, como si este agarre la elevase contra su voluntad mientras ella forcejeaba " Te dije que no podrías escapar de aquí; Este es tu hogar, Sacerdotisa, te quedarás aquí para siempre" Aquella voz resonaba con eco, era firme pero con tono bajo... Ella comenzó a perder el conocimiento poco a poco y se fue cerrando sus ojos, no podía pelear más«« Se despertó ahogada, abriendo grande los ojos, asustada, aterrada, mirando para todos lados, como buscando una respuesta, saber donde se encontraba; Cuando notó que estaba segura en su 'hogar', se tranquilizó; Se levantó despacio y se asomó a su ventanal para observar el nuevo día, cruzada de brazos. Cerró los ojos un momento, tocando el collar que llevaba puesto, como un acto reflejo. Aquel viejo recuerdo la atormentaba a diario y era lo que la motivaba a seguir adelante. Pero siempre huyendo, desconfiada...Escuchando historias sobre un mentira esparcida en el viento....
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  • -Veía a la gente pasar, algunos visitando a algún paciente, otros de salida.

    Se sentía algo frustrada por la falta de algo interesante que la sacara de su aburrimiento.

    Ya sin pensarlo tanto, se sentó en la cama y buscó el porta suero. Esperó un poco para no marearse y luego, se puso de pie, dando pequeños pasitos hacia el pasillo para sentarse en una banca ahí afuera y olvidarse un momento de su evidente soledad.-
    -Veía a la gente pasar, algunos visitando a algún paciente, otros de salida. Se sentía algo frustrada por la falta de algo interesante que la sacara de su aburrimiento. Ya sin pensarlo tanto, se sentó en la cama y buscó el porta suero. Esperó un poco para no marearse y luego, se puso de pie, dando pequeños pasitos hacia el pasillo para sentarse en una banca ahí afuera y olvidarse un momento de su evidente soledad.-
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  • No desperdicies tu vida en ideales que lleven a desgracias.
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  • “𝑺𝒄𝒉𝒆𝒊ß𝒆 ... 𝑬𝒔𝒕𝒐 𝒏𝒐 𝒔𝒆 𝒗𝒆 𝒏𝒂𝒅𝒂 𝒃𝒊𝒆𝒏.”







    La joven Alemana miraba la escena con curiosidad, varios hombres muertos dentro de un callejón.


    Dio unos cuantos pasos acercándose al lugar, se agachó y reviso un cuerpo; le habían degollado la garganta de una forma tan perfecta, que la sorprendió un poco. Tomo su cigarro y lo apagó en la mano de aquel frío ser.

    Soltó un suspiro,no podía creer que se le habían adelantado. Agarro un palito de por ahí y picoteo los cuerpos.

    — ¿siguen vivos? O ¿De verdad están tiesos, de tiesos?

    Obviamente no recibió respuesta, volvió a suspirar frustrada. Dibujo una cruz en el aire y reviso su celular. El alma de estos seres sin vida, ya no estaban. Probablemente ya llevaban un buen tiempo muertos.

    — Maldita sea... ¿Por qué tenían que morir ahora? ¿No podían esperarse a que llegara? Agh. ¿Ahora como le explico a Kiev esto?
    “𝑺𝒄𝒉𝒆𝒊ß𝒆 ... 𝑬𝒔𝒕𝒐 𝒏𝒐 𝒔𝒆 𝒗𝒆 𝒏𝒂𝒅𝒂 𝒃𝒊𝒆𝒏.” La joven Alemana miraba la escena con curiosidad, varios hombres muertos dentro de un callejón. Dio unos cuantos pasos acercándose al lugar, se agachó y reviso un cuerpo; le habían degollado la garganta de una forma tan perfecta, que la sorprendió un poco. Tomo su cigarro y lo apagó en la mano de aquel frío ser. Soltó un suspiro,no podía creer que se le habían adelantado. Agarro un palito de por ahí y picoteo los cuerpos. — ¿siguen vivos? O ¿De verdad están tiesos, de tiesos? Obviamente no recibió respuesta, volvió a suspirar frustrada. Dibujo una cruz en el aire y reviso su celular. El alma de estos seres sin vida, ya no estaban. Probablemente ya llevaban un buen tiempo muertos. — Maldita sea... ¿Por qué tenían que morir ahora? ¿No podían esperarse a que llegara? Agh. ¿Ahora como le explico a Kiev esto?
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  • Valentino

    Tras haber dejado a Husk y Angel en su palacio, se aseó y salió del mismo en busca de aquella polilla proxeneta.
    Tenía más que claro que la salud de su amigo era delicada, cosa que no podría dejar de lado y menos conociendo a ese hijo de puta que no le importaba más que su imperio del p*rn*, por lo cual tendría que llegar a un acuerdo, una negociación bastante peculiar pero sin dejar en evidencia el estado actual de la araña.

    Al llegar al pie de la torre, observó hacia las últimas plantas, suspirando y acomodándose el sombrero antes de abrirse paso al interior.
    No tardó en llamar la atención de los empleados, incluso provocando un pequeño caos pues no era usual, al menos para él, visitar a los V's, pero esa situación era excepcional.

    —Diganle a Valentino que he venido a hablar con él y es importante.

    Ordenó, sabiendo que mucho no podía esperar con ese jodido ego crecidito, pero esperando que no olvidara quien era el rey a fin de cuentas.
    [Mothp1mp] Tras haber dejado a Husk y Angel en su palacio, se aseó y salió del mismo en busca de aquella polilla proxeneta. Tenía más que claro que la salud de su amigo era delicada, cosa que no podría dejar de lado y menos conociendo a ese hijo de puta que no le importaba más que su imperio del p*rn*, por lo cual tendría que llegar a un acuerdo, una negociación bastante peculiar pero sin dejar en evidencia el estado actual de la araña. Al llegar al pie de la torre, observó hacia las últimas plantas, suspirando y acomodándose el sombrero antes de abrirse paso al interior. No tardó en llamar la atención de los empleados, incluso provocando un pequeño caos pues no era usual, al menos para él, visitar a los V's, pero esa situación era excepcional. —Diganle a Valentino que he venido a hablar con él y es importante. Ordenó, sabiendo que mucho no podía esperar con ese jodido ego crecidito, pero esperando que no olvidara quien era el rey a fin de cuentas.
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  • La noche ya ha caído por completo, envolviendo mi hogar en su manto oscuro. Con una copa de vino en la mano. El suave sonido del líquido moviéndose en la copa es casi tan relajante como el propio sabor.

    Al llevarla a mis labios, me permito un respiro. Este vino, mi única indulgencia, es lo que me mantiene cuerdo en medio de tanta oscuridad. A veces me pregunto si, en otra vida, habría podido disfrutar de estas noches sin el peso de lo que soy. Pero eso ya no importa.
    La noche ya ha caído por completo, envolviendo mi hogar en su manto oscuro. Con una copa de vino en la mano. El suave sonido del líquido moviéndose en la copa es casi tan relajante como el propio sabor. Al llevarla a mis labios, me permito un respiro. Este vino, mi única indulgencia, es lo que me mantiene cuerdo en medio de tanta oscuridad. A veces me pregunto si, en otra vida, habría podido disfrutar de estas noches sin el peso de lo que soy. Pero eso ya no importa.
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  • -Atrapada en un cuerpo débil y vulnerable, se siente bastante inútil. No es algo que le guste. Al principio le pareció divertido, pero ahora, ante las potentes amenazas, se da cuenta de lo expuesta que está ella y otros que se encuentren a su lado.

    Necesita remediarlo cuanto antes ¿Pero cómo? Es como si hubiera olvidado también la razón por la que está justo así.

    —Carajo... —Musita mientras aprieta las sábanas azul turquesa del hospital público en el que fue internada luego de un aparatoso accidente. Y sin tener a quién llamar. Parece que ahora si lo ha perdido todo.-

    -Atrapada en un cuerpo débil y vulnerable, se siente bastante inútil. No es algo que le guste. Al principio le pareció divertido, pero ahora, ante las potentes amenazas, se da cuenta de lo expuesta que está ella y otros que se encuentren a su lado. Necesita remediarlo cuanto antes ¿Pero cómo? Es como si hubiera olvidado también la razón por la que está justo así. —Carajo... —Musita mientras aprieta las sábanas azul turquesa del hospital público en el que fue internada luego de un aparatoso accidente. Y sin tener a quién llamar. Parece que ahora si lo ha perdido todo.-
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  • - Señora... Ambos sabemos que ese saco de arroz no vale lo que usted me está pidiendo.- Decía algo frustrado al ver que la vendedora no da su brazo a torcer.

    Kazuo había bajado a la ciudad que estaba al piel del monte Inari (Kyoto feudal) para comprar algunos víveres. Pero la vendedora era muy obstinada y vendía el arroz a más precio del que correspondía. Esta era una mujer de avanzada edad, arrugada como una pasa seca. En cambio el zorro lucia una apariencia totalmente humana, pasando desapercibido hasta que sus ojos eran avistados, ese color azul intenso llamaba la atención aunque este no la deseará.

    Kazuo respira hondo y cambia el semblante de su rostro. Hace alago de toda su galantería y le sonríe de una forma suave pero arrolladora. La anciana intenta reprimir una sonrisita nerviosa mientras intenta alisar los pliegues de su yukata.

    - Vamos señora Takana, ya sabe que soy un humilde monje en el santuario. ¿no me haría este pequeño favor?.- Le decía con leve sonrisa picarona. Evitaba hacer relucir sus encantos en público, pero todo sea por el buen regateo.

    La señora Takana finalmente cede, extendiéndole a Kazuo el saco de arroz mientras esta tomaba el dinero de la mano del joven.

    -Siempre terminas convenciéndome muchacho, no se cómo lo haces. A veces pienso que usas brujería contra mi.- Decía esta finalmente con una sonrisa en los labios, claramente encantada con la actitud de Kazuo hacia ella.

    -Ya sabe que estos encantos solo los reservo para usted señora Takana. Que Inari la acompañe.* Decía Kazuo sin perder esa sonrisa cautivadora. La escena no pasa del todo desarpecivida, ya que un grupo de jovenes casaderas cuchicheaban y reían de forma suave mirando a Kazuo. Este hace una leve inclinación hacia ellas a modo de respetuosa despedida. Esto hace que incluso una de ellas profiera un gritito de emoción, haciendo que el resto de las jovenes se revoluonaran a un más.

    El zorro continuo su paso entre las calles, algunas estrechas en dirección al resto de comercios para hacer sus compras.
    - Señora... Ambos sabemos que ese saco de arroz no vale lo que usted me está pidiendo.- Decía algo frustrado al ver que la vendedora no da su brazo a torcer. Kazuo había bajado a la ciudad que estaba al piel del monte Inari (Kyoto feudal) para comprar algunos víveres. Pero la vendedora era muy obstinada y vendía el arroz a más precio del que correspondía. Esta era una mujer de avanzada edad, arrugada como una pasa seca. En cambio el zorro lucia una apariencia totalmente humana, pasando desapercibido hasta que sus ojos eran avistados, ese color azul intenso llamaba la atención aunque este no la deseará. Kazuo respira hondo y cambia el semblante de su rostro. Hace alago de toda su galantería y le sonríe de una forma suave pero arrolladora. La anciana intenta reprimir una sonrisita nerviosa mientras intenta alisar los pliegues de su yukata. - Vamos señora Takana, ya sabe que soy un humilde monje en el santuario. ¿no me haría este pequeño favor?.- Le decía con leve sonrisa picarona. Evitaba hacer relucir sus encantos en público, pero todo sea por el buen regateo. La señora Takana finalmente cede, extendiéndole a Kazuo el saco de arroz mientras esta tomaba el dinero de la mano del joven. -Siempre terminas convenciéndome muchacho, no se cómo lo haces. A veces pienso que usas brujería contra mi.- Decía esta finalmente con una sonrisa en los labios, claramente encantada con la actitud de Kazuo hacia ella. -Ya sabe que estos encantos solo los reservo para usted señora Takana. Que Inari la acompañe.* Decía Kazuo sin perder esa sonrisa cautivadora. La escena no pasa del todo desarpecivida, ya que un grupo de jovenes casaderas cuchicheaban y reían de forma suave mirando a Kazuo. Este hace una leve inclinación hacia ellas a modo de respetuosa despedida. Esto hace que incluso una de ellas profiera un gritito de emoción, haciendo que el resto de las jovenes se revoluonaran a un más. El zorro continuo su paso entre las calles, algunas estrechas en dirección al resto de comercios para hacer sus compras.
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  • 𝐃𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐋𝐥𝐮𝐯𝐢𝐚
    Fandom Oc's
    Categoría Otros
    - Era un dia lluvioso, Andrew habia terminado un trabajo pero se sentia mal ¿La razón? La persona con la que habia acabado hace unas horas era parte de su grupo de "amigos".

    - El siempre a dicho "Nunca mezclar vida privada con el trabajo" por lo que le daba igual si era amigo suyo, pareja o lo que sea, trabajo era trabajo.

    - Volviendo al tema, estaba algo decaido por lo que se puso una gorra, un tapaboca y se dirigio a un cafe, no iba a arriesgarse a que lo reconocieran y en meterse en problemas con la ley.

    - Al llegar a dicho cafe, ordeno un cafe amargo y comenzo a beberlo, su mirada estaba perdida pues sus pensamientos abarcaban todo de el, salio de su burbuja cuando sintio que alguien estaba cerca.

    ¿Hola?

    - Murmuro mirando como en el asiento de enfrente se habia sentado una persona, lo cual era raro pues no lo recordaba y habia muchos lugares libres

    ¿Se le solicita algo?

    - Ladeo la cabeza, fruncio el ceño y llevo su mano a su arma, no iba a arriesgarse a que lo reconozcan y lo delaten, o tal vez solo era una persona con ¿Buenas intenciones?...
    - Era un dia lluvioso, Andrew habia terminado un trabajo pero se sentia mal ¿La razón? La persona con la que habia acabado hace unas horas era parte de su grupo de "amigos". - El siempre a dicho "Nunca mezclar vida privada con el trabajo" por lo que le daba igual si era amigo suyo, pareja o lo que sea, trabajo era trabajo. - Volviendo al tema, estaba algo decaido por lo que se puso una gorra, un tapaboca y se dirigio a un cafe, no iba a arriesgarse a que lo reconocieran y en meterse en problemas con la ley. - Al llegar a dicho cafe, ordeno un cafe amargo y comenzo a beberlo, su mirada estaba perdida pues sus pensamientos abarcaban todo de el, salio de su burbuja cuando sintio que alguien estaba cerca. ¿Hola? - Murmuro mirando como en el asiento de enfrente se habia sentado una persona, lo cual era raro pues no lo recordaba y habia muchos lugares libres ¿Se le solicita algo? - Ladeo la cabeza, fruncio el ceño y llevo su mano a su arma, no iba a arriesgarse a que lo reconozcan y lo delaten, o tal vez solo era una persona con ¿Buenas intenciones?...
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